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Comentario del poema “La casada infiel” de Federico García Lorca.

Estudiante: Karen García Jiménez.

Escuela de Educación, Universidad Internacional San Isidro Labrador.

Sede de Río Claro.

ESP-17 Literatura Española III

Profesora: María Jesús Mesén Quirós.

15 de noviembre del 2021.


El poema de Federico García Lorca “La casada infiel”, perteneciente al libro de
poemas llamado: Romancero gitano, fue escrito entre los años 1924 y 1927, sin
embargo, se publica en 1928. El poema consta de tres estrofas y en su primera
estrofa menciona el agua el cual simboliza la pasión que en ese paisaje se
percibe, por otro lado, la mozuela que menciona en el poema, refiere a una mujer
y generalmente se asocia al erotismo “Y que yo me la llevé al río creyendo que
era mozuela, pero tenía marido”. “Se apagaron los faroles se encendieron los
grillos” no es difícil descifrar que era de noche y que la pareja aprovechaba la
oscuridad para iniciar su encuentro prohibido. También del verso ocho al once “En
las últimas esquinas toqué sus pechos dormidos y se me abrieron de pronto como
ramos de jacintos.” El gitano y su compañera infiel comparten caricias prohibidas,
pasando de un nivel a otro constantemente. Se aprecia a simple vista las figuras
retóricas como la metáfora y el símil, pero lo que más me llama la atención es
como el escritor a través de elementos de la naturaleza crea una imagen erótica
en la mente del lector con respecto a lo que está pasando en el momento, algunos
ejemplos que puedo mencionar presentes en la estrofa uno, en los versos del
dieciséis al dieciocho “Sin luz de plata en sus copas los árboles han crecido, y un
horizonte de perros ladra muy lejos del río.” Aquí se puede deducir que sin luz de
luna en sus senos y pudiendo tocarlos a su gusto el protagonista presenta una
erección sin ser interrumpido por el ladrido de los perros al otro lado del río. El
simbolismo en este poema es el elemento fundamental para crear a partir de la
imaginación del autor, escenas que denotan sexualidad sin ser explícitos o
vulgares, otro ejemplo lo podemos encontrar en la estrofa dos, en los versos del
diecisiete al veinte donde el poeta a partir de la utilización de un animal como el
caballo en este caso la hembra (potra) demuestra que el acto sexual entre estos
dos gitanos se consumió hasta el final “Aquella noche corrí el mejor de los
caminos, montado en potra de nácar sin bridas y sin estribos.” Además, hace
mención del aire que simboliza el erotismo masculino. De manera general y
asociando la mirada interior del lector a la mirada interior del escritor no puede ser
tan inflexible en cuanto a percepción ya que la poesía para mi opinión es muy
subjetiva, además se debe tener en cuenta que el creador posee una imaginación
muy diferente al lector y que no siempre son contemporáneos.

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