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Cartrozo 1
EL PSICOANAUISIS DEJA DE SER PATRIMONIO DE LA APA.
1. La gran familia nunca volvi6 a ser Ia misma
La renuncia de los qué integraban Platajerma y Dacumento en nov
viembre de 1971 no abarcaba toda la crisis interna de la APA. Por lo
contratio, muchas de las exigencias de los renunciantes eran com.
Partidas dentro de Ia propia institucién por quienes se quedaron.
Las autoridades ya no tenian el mismo poder. La frecuencia de reno.
vaci6n de Comisiones Directivas era habitualmente de dos aiios. Sin
embargo, la presidida por Jaime Tomas s6lo permanecié de mayo de
1971 a mayo de 1972, siendo reemplazada por una nueva dirigida
por Leonardo Wender. Su debilidad fue una consecuenci
nuncias, La APA habia perdido el monopolio de ser la fini
cién que formaba psicoanalistas, de esta manera, otros iniembros
dentro de ta institucién comenzaron a plantear més abiertamente
sis reclamos. Bl tema central era cuestionar la verticalidad y el auto.
ritarismo dentro de la APA.
En el mismo mes de noviembre se formé la larnada “Asamblea
Permanente de Candidatos", quienes presentaron un memorin-
dum en el que criticaban el funcionamiento institucional y solidita-
ron un mayor jugar de protagonismno en la institucién: “Basicamen-
te requerimos un cambio estructural que tomienza por nuestra ine
clusi6n con participacién global y responsable en todas las Areas y en
articular con nuestra inmédiata incorporacién en la organizacion,
reestructuractén y gobierno del instituto en condiciones paritarias."*
Hs decir, que tomaron algunas de la propuestas de Plataforma y Dosw
‘mento para evarias al interior de la insttuci6n. Lograron asi la acep.
tacién por parte de la Comision Directiva de la APA, se les otorgé tn
Jugar para sus reuniones donde podfan formular sus inquietudes, ta-
Jes como la inclusién de candidatos en algunos espacios de poder y
Jn Comisi6n de Ensefianza, Evidentemente la aperuura al didlogo de
99Ja direccién de la APA se debia al estado en-que habfan quedado por
Jas renuncias y el fantasma de nuevas dimaisiones.
‘Ala ver, esta organizacién de candidatos hizo piblico su apoyo a
mas gremiales. Fue asf como, por ejemplo, ddhirieron a la huelga
médica del16 de diciembre de 1971, enviando simultineamente no-
tas a a Comisi6n Directiva y a los medios de difusién con declaracio-
nes de apoyo politico. Esto fue critiéado por las autoridades de la
APA’, por utilizar “el nombre de’la Instituci6n y comprometerla ha-
ciendo una declaracién publica, maxime teniendo en cuenta que el
encabezado del manifiesto que nos fue enviado inducira con toda se-
guridad al piblico, que no puede discriminar entre Asociacién,dns-
tituto, Profesores, Miembros o Candidatos, a considerar el tal m:
Argentina.” La actitud de la Comisién Dire:
las vatiadas apariciones pablicas dela
it una situacin que se tornaba inmanejable.
Las criticas de la Asamblea Permanente de Candidatos se referfan
. Por ejemplo, el andlisis di-
dactico, del cual'afirmaban que “el cuestionamiento que hacemos
del andlisis didactico pasa por la critica del sistema vigente de otor-
gamiento de Ja funcién didactica que crea un campo r
Lmita las posibil
hace al cardctet del andlisis y no debanalista. Mas grave atin, induce
a un andlisis desviriuado: a piazo fijo, generalmente a posteri
otro anilisis, en dependencia de factores ajenos a los de su ps
proceso que resulta entonces inhibido, Contra todo lo que sabe:
desde la teorfa se transforma el andlisis didctico en un andlisis,
blema, legitimante dé la condicién de analista, En sintesis, convir-
tiéndose en un mero paso formal.”*
Al poco tiempo este grupo se fracturé y otro, de candidatos mas
moderados se diferenciaron-de la Asamblea valorando los logros ob-
tenidos y criticando cierta actitud que tildaban de “antagonismo”
con Ia APA de la Asamblea. Asi surgi6 el “Grupo de Trabajo de Can-
didatos”, que se apartaron de la “Asamblea”.® En su documento afir- -
maban que Ia APA era “una instituci6n cientifica en donde sus inte-
grantes estén unidos por su interés comin en el estudio, la investiga.
Cortes Marshall 1991 Estrategias Econmicas Intervencin Social Del Estado y Regulacin de La Fuerza de Trabajo en La Revista Estudios Del Trabajo Buenos Aires Nmero 1