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CAPITULO XI
LA GLOBALIZACIÓN: UN PROBLEMA SOCIAL DE
NUESTRA ÉPOCA

1. La globalización: elementos para su comprensión


1.1. La globalización ¿fenómeno social nuevo o simple desarrollo
de una realidad antigua?

1.2. Etapas en la tendencia hacia una mayor interrelación mundial

1.3. La actual globalización neoliberal y sus características

2. La globalización como hecho y la globalización como ideología

3. Los cristianos frente a la globalización

3.1. Palabras de Juan Pablo II sobre la globalización

3.2. Buscar las señales del Reino de Dios en un mundo globalizado

3.3. La actual globalización económica, inaceptable para una conciencia


cristiana.

3.4. La ideología de la globalización ante los imperativos éticos


cristianos

4. Textos para la reflexión

Los problemas sociales nos interpelan


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Desde hace unos años aparece por todas partes un tema


novedoso: el tema de la globalización o, refiriéndose a lo mismo, el
tema de la mundialización.

En los últimos quince años el número de Congresos,


de encuentros, de estudios, libros, monografías dedicados a la
globalización son incontables. No es por casualidad ni sólo, como
suele acontecer, porque está de moda. Se debe a que la realidad
indicada por ese término es de tal envergadura que determina la
vida de todos nosotros. Y no solamente corno individuos sino que
condiciona el presente y el futuro de nuestros piases, de nuestras
culturas y de nuestras instituciones.

Por ser un fenómeno nuevo, no está completamente


delimitado y se encuentra sujeto a constantes precisiones. Eso, sin
embargo, no nos exime de afrontarlo conscientemente. ¿Qué es la
globalización?. ¿Cómo nos afecta, especialmente en Paraguay? ¿Qué
tiene de positivo y de negativo? ¿Cómo nos situamos frente a ella?
Los cristianos ¿qué podemos ofrecer para contribuir a humanizarla?
Puede ser que ninguna de estas o parecidas preguntas nos hayamos
hecho hasta ahora y, desde luego, seguro que muchos de nuestros
contemporáneos y compañeros de estudio tampoco se las han hecho.
Pero son preguntas inquietantes, importantes, urgentes de responder.
La Iglesia, en su Doctrina Social, ya está trabajando esta realidad y
nos invita a todos a profundizarla. En el presente capítulo vamos a
brindar un material y unos elementos que nos ayuden a commender
y a reflexionar sobre este gran tema social, sobre esta cuestión social
de nuestro tiempo.

Los problemas sociales nos interpelan


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1. LA GLOBALIZACIÓN: ELEMENTOS PARA


SU COMPRENSIÓN

Digamos, antes que nada, que el término globalización


designa el mismo fenómeno en la mayoría de las leguas que el
término mundialización en el área de la lengua francesa. En ese
sentido globalización y mundialización significan lo mismo.

1.1. LA GLOBALIZACIÓN, ¿FENÓMENO SOCIAL NUEVO O SIMPLE


DESARROLLO DE UNA REALIDAD ANTIGUA?

Existen dos fenómenos que, aunque tienen una gran


relación y de alguna manera se derivan uno del otro, sin embargo
tienen diferencias tan importantes que podemos referirnos a ellos
con palabras y conceptos distintos. Estos dos fenómenos son el
de la interinfluencia de los grupos humanos y de las sociedades
humanas entre sí, fenómeno antiguo y constante en la historia de
la humanidad y por otra parte el de la actual interdependencia entre
las personas, las asociaciones y las naciones a través de múltiples
agentes trasnacionales bajo la influencia de la ideología neolibecal.

Hoy día reconocemos fácilmente que somos miembros de


un «lugar» (un pueblo, una región, una nación, una cultura) pero que
a la vez estamos relacionados y dependemos en gran parte de otros
lugares y del contexto mundial. ¿No ha ocurrido siempre eso? ¿No
han estado siempre las naciones y los pueblos en relación unos con
otros? Si contestamos que sí entonces ¿por qué hasta el final del
siglo XX no se habló nunca de globalización? Sencillamente porque
en esa fecha ocurren una serie de acontecimientos que originan una
nueva forma de relación e interdependencia entre los seres humanos
y entre sus creaciones sociales.

Pedro Ve/asco Rodríguez, 0.P


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Siempre las personas y las naciones se han relacionado


y han dependido unas de otras, para bien o para mal. Pero con el
paso del tiempo esta interdependencia y capacidad de influencia
de unas sobre otras se ha ido ampliando de tal forma que podemos
hablar de etapas bien diferentes que nos ayudan a comprender lo
novedoso y determinante de la situación actual que denominamos
«globalización».

1.2 ETAPAS EN LA TENDENCIA HACIA UNA MAYOR INTERRELACIÓN


MUNDIAL

1.2.1. Hasta el s. XV

Hasta mediados del s. XV la humanidad conoció proyectos


importantes de expansión y de universalismo. Podemos citar
en Grecia el imperio de Alejandro Magno en el s. IV A. C. y la
constitución de la comunidad y cultura griega que abarcaba gran
parte de la cuenca del Mediterráneo. Otro ejemplo relevante fue el
imperio romano que durante seis siglos (s. I A.C. hasta el s. V D.C.)
llevó la cultura de Roma, que tanta influencia ha tenido en la cultura
occidental, a parte de la Europa actual, el norte de Africa y zonas de
Asia. Desde el 611 el islam llevará su cultura mucho más al:á de su
lugar de origen.

A nivel religioso dos grandes religiones nacen con un sentido


universal: el cristianismo y el Islam. En particular la Iglesia Católica
desde sus inicios tuvo una vocación «globalizadora» señalada
explícitamente por su fundador: "Vayan, pues, y hagan discípulos
a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he
mandado" (Mt. 28, 19-20)

Sin embargo el descubrimiento de América y la vuelta al


mundo marcan un hito en el proceso de globalización. Hasta ese
momento no había conciencia de lo que era y abarcaba el mundo,

Los problemas sociales nos interpelan


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, 328

la tierra, el «globo» terráqueo. Nadie hasta entonces conocía lo que


era y conformaba la totalidad del territorio humano. Nadie, por lo
tanto tenía conciencia de la tierra y de la sociedad humana como
«totalidad», o como diríamos hoy, de lo global. Hasta ese momento
ni las relaciones entre los pueblos podían abarcar la totalidad de los
mismos ni la conciencia sobre lo que era y significaba el mundo era
posible ya que se desconocía su verdadera dimensión y extensión.

1.2.2. Desde el s. XV hasta la revolución industrial de finales del s.


XVIII

En estos tres siglos podemos señalar tres fenómenos que


contribuyen poderosamente a la ampliación objetiva y subjetiva de
la relación entre los diferentes estados, pueblos y culturas:

El descubrimiento de América en 1492 y la primera vuelta


al mundo de Magallanes y Juan Sebastian Elcano en 1522.

La expansión del imperialismo europeo y de los intercambios


y las relaciones comerciales de Europa con América, Asia y
el Pacífico.

La occidentalización del mundo.

En esta época el comercio, la cultura y el poder europeo se


extienden por todo el mundo y podemos comenzar a hablar ya de
una mundialización en este sentido. La política y la economía
comienzan a plantearse a escala mundial.

1.2.3. Desde el s. XVIII hasta finales del s. XX

Al llegar a mediados del siglo XX podemos decir que los


procesos de interrelación entre las naciones y la conciencia de la
existencia de una realidad mundial por encima de las mismas era
ya muy notable. A ello contribuyeron muchos fenómenos entre los
cuales algunos de importancia fundamental fueron:

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


"29

La revolución industrial (finales del s. XVIII y principios


del XIX)

Las dos guerras mundiales de (1914-1918) y (1939-1945)

La fundación de las Naciones Unidas (1945) y la declaración


universal de los derechos humanos (1948)

La guerra fría. Capitalismo versus comunismo (1947-1991)

Mucho se podría decir sobre el impacto que cada uno de


esos acontecimientos han tenido en la configuración del mundo
actual y de la internacionalización de los procesos que se dan en su
interior. La revolución industrial es inducida por la expansión del
comercio internacional y, a la vez, lo potencia y consolida. Europa,
cura de esta revolución, llevará su influencia a casi la totalidad
del mundo. El siglo XX será testigo de dos guerras cuyas causas y
consecuencias tendrán ya un carácter universal o global. Al terminar
la Primera Guerra Mundial se fundará la "Sociedad de Naciones"
(1919) y Lenin funda en Moscú la Tercera Internacional Comunista
en 1921. Al terminar la Segunda Guerra Mundial se fundan las
actuales Naciones Unidas y pocos años después se aprueba la
declaración universal de los derechos humanos. Todos estos hechos
van haciendo del mundo un escenario cada vez más global y más
interdepend lente.

1.2.4. Desde finales del s. XX ¿hasta la crisis financiera del 2008?

En este tiempo se han dado una serie de fenómenos de todo


tipo: económicos, políticos, tecnológicos, etc., que han hecho surgir
una nueva forma de estar en el mundo, una nueva forma de concebir
y de plantear la convivencia humana a todos los niveles y que
han originado el fenómeno, realmente nuevo, de la globalización,
entendida como los múltiples lazos e interconexiones que unen a los
Estados y las sociedades y contribuyen a formar el presente sistema
mundial. O también como el conjunto de procesos que a través de
actores trasnacionales hacen aparecer unos objetivos por encima de

Los problemas sociales nos interpelan


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los propios de las naciones y que repercuten en todos los ámbitos


de la sociedad, tanto los económicos, como los políticos, sociales y
culturales.
Los fenómenos que han originado este nuevo estado de la
sociedad que nos obliga a hablar ya de la existencia de una sociedad
global:zada son:
a) La revolución tecnológica en el campo de la comunicación
y de la información.

Desde la mitad del siglo pasado las nuevas tecnologías de la


comunicación y de la información han abierto posibilidades
inéditas a la humanidad. La capacidad y la rapidez para
transportar todo tipo de mercancías, la capacidad de captar,
procesar y difundir información de todo tipo y la posibilidad
de comunicación en tiempo real desde cualquier parte del
mundo son fruto de estas nuevas tecnologías impensables
hace menos de un siglo y que se han difundido y se están
difundiendo con una velocidad extraordinaria.

La TV, el transistor. el ordenador e internet son cuatro


descutrimientos que han supuesto una revolución sociocultural
comparable a la que produjo la primera revolución industrial.

Esta revolución se fundamenta en la información, en generar,


procesar y distribuir la misma. Lo hace a nivel planetario y
lo hace con una velocidad formidable. Millones de personas
desde distintas partes del mundo pueden enterarse de un
acontecimiento en el mismo momento que se produce. Hoy
día la información es poder.

Por medio de la capacidad de operar en tiempo real que


tienen las computadoras, los mercados de cambio y los de
capitales, pero también los mercados de materias primas
y de manufacturas, funcionan simultáneamente a escala
mundial las veinticuatro horas del día. La mundial ización de
la toma de decisiones es facilitada a través de la capacidad
de comunicación que provee la telefonía móvil, los satélites

Pedro Velasco Rodriguez. O.P.


1

331 ,

e Internet. El mundo de la imagen también ha cambiado con


la digitalización y transmisión de todo lo digitable (sonidos
e imágenes)

b) La caída del socialismo y el fin de la guerra fría

Desde 1917 hasta 1989 dos modelos de sociedad y de


economía se disputan la supremacía mundial y la capacidad
para resolver los problemas de la humanidad: el modelo
capitalista y el modelo comunista. En 1989 la caída del
muro de Berlín indica el agotamiento e inviabilidad del
modelo colectivista. Ello tendrá dos consecuencias de
enormes repercusiones a todos los niveles sobre todo, en el
económico y político.

La primera es que ningún país en estos momentos está en


condiciones de organizarse si no es con alguna variante del
capitalismo dominante. La segunda es que a partir de esa
fecha el capitalismo es el sistema económico que sirve de
marco a la economía mundial: el planeta funciona como una
economía capitalista, donde el mercado manda y en el que
existen muy débiles instancias para controlar y regular ese
mercado de dimensiones mundiales.

c) La integración de los mercados financieros

Ha sido propiciada a través de dos instancias: a) por


medio de la liberalización de los movimientos de capital
(desreglamentación financiera) que permite a los agentes
económicos, familias y empresas colocar sus fondos
líquidos y sus ahorros en el mercado (país) que prefieran y
de cualquier forma de las muchas que ofrecen los mercados
financieros (acciones, bonos, etc.) y b) la revolución de
las tecnologías de la información que han permitido una
desmaterialización y una ubicuidad total.

"La globalización financiera contemporánea se manifiesta


por el aumento del volumen y de la movilidad internacional
de los capitales, el papel central de las sociedades financieras

Los problemas sociales nos interpelan


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transnacionales organizadas en redes complejas, una


competencia creciente entre ellas, la creación continua de
nuevos productos financieros y las relaciones cada vez más
complejas entre los Estados y los mercados. Desde la década
de 1990, la esfera financiera ha adquirido una dimensión
que ya no tiene ninguna relación con la economía "real".
Se estima en más de 28 billones de dólares el conjunto
de las diferentes actividades financieras internacionales
(más de 12 billones en acciones y obligaciones, más de
8 billones en stocks de préstamos bancarios y 7 billones
en IDE: inversiones directas en el extranjero)... Una
multitud de actores privados y públicos, nacionales e
internacionales, lícitos e ilícitos actúan en estos mercados
financieros mundiales (bancos centrales, instituciones
financieras internacionales, bancos, fondos de inversión,
fondos de pensiones, compañías de seguros, sociedades de
capital riesgo, mafias, etc.) El conjunto de las actividades
económicas en el mundo depende de las interacciones
entre estos actores. Desequilibrios monetarios y de pagos o
perturbaciones de los mercados son riesgos que pesan sobre
la estabilidad macro-económica mundial, es decir, sobre el
conjunto de las sociedades y de los individuos"'

Según Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique,


el mundo de las finanzas reúne "las cuatro cualidades que
hacen de él un modelo perfectamente adaptado al nuevo
orden tecnológico: es inmaterial, inmediato, permanente y
planetario... Se intercambian instantáneamente, día y noche,
datos de un extremo al otro de la Tierra. Las principales
bolsas están vinculadas entre sí y funcionan en bucle. Sin
interrupción'.

d) La ideología neoliberal

"El neoliberalismo es una corriente de pensamiento y


una práctica política que da prioridad a las soluciones de

AAVV: "Atlas de la globalización'. PUV, Valencia 2008. p. 66

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


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mercado para todos los problemas económicos y sociales de


nuestro mundo. Es un discurso y un programa de acción que
difunden e imponen economistas y políticos para dar a los
mecanismos de mercado más importancia, más libertad y
más fuerza en nuestra sociedad a expensas de la intervención
de las autoridades y de la sociedad civil en el funcionamiento
de la economía y en los sistemas de protección social. El
profesor del Colegio de Francia Pierre Bordieu lo definía
del siguiente modo: "Un programa de destrucción de las
estructuras colectivas capaces de obstaculizar la lógica del
mercado (mico'''.

La revolución política neoliberal se concretó y tuvo


sus máximos exponentes en Inglaterra con Margaret
Tahtcher (1978) y en los Estados Unidos con Ronald
Reagan (1980). Los organismos financieros y comerciales
mundiales se encargarán de imponerla posteriormente a los
países pobres a través de las famosas políticas de "ajuste
estructural". A mediados de los años ochenta el triunfo del
neoliberalismo como teoría y como práctica era casi total.
Estaba influenciando a los gobiernos social-demócratas
(Mitterand, Felipe González) y democristianos (Helmuth
Kohl, Andreotti) y también al laborismo inglés triunfante
de la revolución thatheriana con su propuesta de la "tercera
vía",

1.3. LA ACTUAL GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL: CARACTERÍSTICAS Y


CONSECUENCIAS

Estos fenómenos han incidido tanto en la vida de las


personas y de las sociedades que han originado una nueva manera
de estar y de pensar el mundo. Si es cierto que la tendencia hacia la

2
Luis de Sebastián: "Neol iberal ismo. en "Diez palabras claves sobre globalización".
Verbo Divino, Pamplona 2002, p. 53 .

Los problemas sociales nos interpelan


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mundialización es tan vieja como el mundo podemos hablar de una


etapa cualitativamente diferente a partir de los cambios operados en
el mundo en los últimos 30 años que liemos señalado anteriormente.
Eso explica que la palabra "globalización" sea tan reciente y que
en el diccionario de la Real Academia Española ni siquiera figuró
hasta su 22 edición del año 2001. "Desde el comienzo de la década
de 1980, los economistas empiezan a hacer uso de la palabra
globalización, que llega a ser central en todas las Ciencias Sociales
después del final de la guerra fría. La Ciencia Política analiza el
"final de los territorios" (Bertrand Badie), los sociólogos trabajan
sobre las "ciudades mundiales" (Saskia Sassen), "la sociedad red"
(Manuel Castell), "la economía de archipiélago" (Pierre Veltz);
los antropólogos sobre los "no-lugares" (Marc Auge) o también
sobre la emergencia de identidades individuales y colectivas en
las transformaciones del espacio urbano (Michel Agier)... La
aceleración de los procesos de globalización económica, financiera
e informacional, especialmente con el desarrollo de Internet,
hace creer en una eliminación de las distancias, una negación del
espacio, como si todos los lugares tuvieran el mismo valor. Por muy
profundas y rápidas que sean estas transformaciones y la explosión
de flujos, en parte indiferentes a los territorios de los Estados, estas
no hacen desaparecer la dimensión espacial de los fenómenos
sociales. La nueva interrelación de sociedades y territorios, cada
vez más rápida e imbricada, transforma las divisiones que parecían
adquiridas y obliga a pensar en otras formas de espacialidad. La
globalización no homogeniza los territorios, los discrimina más que
nunca, en un espacio económico mundial, en archipiélagos, y cuenta
con numerosos excluidos y lugares de exclusión"'

Está globalización está teniendo unos impactos muy


específicos en las diferentes áreas de la vida social. Configura una
manera de entender y de actuar sobre el mundo muy particular que
conviene analizar en sus aristas más relevantes.

3 ,`Atlas de la Globalización-, o.c., p. 9.

Pedro Velase° Rodríguez, 0.P


1

335

1.3.1. Impactos de la globalización en la economía

La economía globalizada es:

a) Una economía en la que el sistema de producción y de


distribución opera a escala mundial. Sus agentes principales
son las empresas trasnacionales que no se identifican con
un territorio o estado particular, su forma de operar ya no
requiere un lugar localizado sino que puede hacerlo desde
diferentes lugares de acuerdo a los beneficios que de ello se
deriven.

b) Es una economía regida por las leyes del mercado, donde


este impone sus normas, por encima de los intereses
nacionales o de grupos o sectores humanos. Al ser las grandes
empresas trasnacionales y el mercado lo que determina en
gran medida la vida económica de la humanidad ésta no está
sujeta a valores, a normas jurídicas, a intereses legítimos de
los pueblo y de las naciones.

c) Produce una economía selectiva y discriminatoria.


Afirma, como si fuera un dogma, que es necesaria una
liberalización de todo y que alcance a todos los mercados
pero en la práctica este principio luego se aplica de forma
discriminatoria, de acuerdo a los gobiernos más poderosos
y a otras instancias que gozan de un poder equivalente.
Los países más industrializados exigen al Tercer Mundo
facilidades para introducir allí sus productos, pero se resisten
a abrir los propios mercados a los productos agrícolas y
textiles. Mucho más grave es el problema migratorio. Los
capitales, las finanzas, las mercancías pueden moverse con
toda libertad buscando la mayor rentabilidad mientras que
las personas encuentran dificultades y barreras enormes
para moverse con la misma libertad. Joaquín Estefanía
habla, en este sentido de la actual globalización como
una globalización mutilada ya que "se compone de los
siguientes módulos: 1) libertad absoluta de los movimientos
de capitales, 2) libertad relativa de los movimientos de

Los problemas sociales nos interpelan


336

mercancías y servicios, con las limitaciones que establecen


los países ricos para que no entren en ellos —sin aranceles y
barreras- los productos competitivos de las zonas pobres del
planeta, 3) limitaciones crecientes al libre movimiento de
personas, que se multiplican con las migraciones masivas
del Tercer y Segundo mundo al Primero"4 .

d) Es una economía que produce desigualdades. "La


globalización tiene ganadores y perdedores. Con la
ampliación del comercio y la inversión extranjera, los
países en desarrollo han visto profundizarse las diferencias
entre ellos. Entre tanto, en los países industrializados el
desempleo ha subido a niveles que no se veían desde los
años treinta, y la desigualdad del ingreso, a niveles que no se
conocían desde el siglo pasado" (Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo. Informe sobre desarrollo humano
1997. Desarrollo humano para erradicar la pobreza, Nueva
York — Madrid 1997, 92). "En mayo de 2001 se celebró en
Bruselas la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre
los Paises Menos Avanzados (PMA). Los datos aportados
en esa conferencia fueron brutales: en 1971, los PMA
eran 25; en ese momento eran 49, de los cuales 34 eran
africanos. Mientras la renta per capita media de los paises
industrializados se situaba alrededor de los 25.000 dólares,
ninguno de los 49 PMA alcanzaba los 900 dólares, y cuatro
de ellos (Sierra Leona, Etiopía, República democrática del
Congo y Burundi) apenas llegaban a los 150 dólares. Los
PMA reciben tan sólo el 0'5% de las inversiones directas
mundiales. Kofi Annan, secretario general de la ONU,
declaró entonces que "630 millones de personas —el 10%
de la población mundial- quieren entrar en el mercado
global como productores y consumidores". Ello significa
que mientras una porción de la población mundial pretende
entrar, a través de la globalización, en la sociedad de la
información y la nueva economía, otra no ha llegado aún a
la revolución industrial"5.
4
Joaquin Estefanía: "Diez palabras claves sobre globalización oc. p. 32.

Joaquin Estefania, o.c., p. 33.

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


1

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1 3 2. Impactos de la globalización en la política


a) El Estado-nación ha dejado de tener el monopolio de la
acción pública. Una de las características de nuestro mundo
global izado es la aparición y actuación en el mismo de actores
transnacionales, actores que ejercen un poder evidente por
encima de las fronteras y de las soberanías nacionales. Estos
actores: empresas-mundo, ONG, medios de comunicación
mundiales, la sociedad civil organizada en redes mundiales,
organismos políticos internacionales como las Niciones
Unidas, la Comunidad Europea, el MERCOSUR, actores
financieros internacionales como el FMI, la OMC, etc, son
actores que hoy marcan el rumbo político de las naciones y
del mundo con tanta fuerza o más que los poderes soberanos
de cada Estado. Todavía los Estados nacionales conservan
un papel muy importante y es posible que lo continúen
haciendo en el futuro, pero ese papel ya no será exclusivo
y se tendrá que compartir cada vez mas con otros tipos de
modelos políticos.
b) El modelo neoliberal que ha liderado el proceso de
globalización ha significado el debilitamiento, y a veces
el fin, del Estado moderno concebido en el siglo XIX,
y desarrollado durante el siglo pasado como Estado de
bienestar. Esta orientación ha originado enormes tensiones
en el interior de los Estados: hacia abajo, con las tendencias
hacia la devolución del poder a las regiones y los entes
locales; en sentido horizontal, mediante los procesos de
privatización, liberalización y flexibilización de la gestión de
los servicios públicos: hacia arriba, transfiriendo soberanía
—o al menos compartiéndola- a escala supranacional.
c) Concentración del poder y marginación creciente de
Africa, América Latina y otras zonas del mundo. En este
mundo globalizado los Estados Unidos ejercen un poder
e influencia sobre todo el mundo como antes nunca se
había conocido. Su inmenso poderío militar, su primacía
económica, su potencial tecnológico, así como su poder
cultural y mediático le permiten esta hegemonía. De un

Los problemas sociales nos interpelan


, 338

modelo bipolar a escala mundial, representado en el muro


de Berlín (Capitalismo/comunismo, Estados Unidos/Unión
Soviética) liemos pasado a un modelo unipolar. Parece
contradictorio que mientras más se globaliza el mundo más
se concentra el poder en una sola mano.
d) La regionalización del mundo.

1.3.3. Impacto de la globalización en la cultura


Nuestro inundo asiste a un intercambio cultural como nunca
se había dado, pero este intercambio está produciendo el fenómeno
de la homogeneización cultural, es decir, la aparición de una cultura
global que se impone por encima de las culturas particulares y
autóctonas, aunque estas luchen, a veces denodadamente, contra
esta invasión cultural.
Esta cultura global se difunde gracias a tres factores
principalmente: a) Los medios de comunicación de masas: TV, radio,
cine, prensa, internet; a través de estos medios todos los habitantes
del planeta podemos decir que están asomados permanentemente
a la misma ventana y están presenciando y asimilando los mismos
mensajes, valores y noticias. b) La técnica que impone una misma
manera de proceder en cada vez más ámbitos de la vida humana
a todas las personas sean de la nación o sociedad que sea. c) la
movilidad humana, fenómeno de caracteristicas cada vez más
relevante y determinante; el turismo, los viajes en general y,
sobre todo, los masivos movimientos migratorios que se dan en la
actualidad.

Esta cultura global es una cultura marcadamente occidental,


especialmente norteamericana y se caracteriza por la centralidad
que en ella tienen los valores económicos, especialmente los de la
competitividad y del consumo.
Por todo lo anterior uno de los grandes temas que plantea
la globalización actual en el plano de la cultura es el de la relación
de lo global con lo local, el tema de las identidades, su evolución,

Pedro Velasco Rodriguez, O.?


339

nuevas formas de emergencia y la posible hibridación de las mismas.


Es aventurado sacar conclusiones fáciles acerca de las identidades
y las culturas locales. Junto con la tendencia a la homogeneización
(¿norteamericanización?) de la cultura la diversidad también cunde
y se expande alimentada por el aumento de los contactos con lo
diferente y por la mayor cantidad de ingredientes que la abundancia
de información suministra. Si bien las identidades pueden ser
sigilosamente sometidas a un proceso de uniformización a través de
la oferta universal de los mismos productos y los mismos mensajes,
también se genera un movimiento contrario, una reacción afirmativa
de la identidad local, vinculada con la mayor exposición a nuevos
contactos. En las ciudades modernas coexisten las manifestaciones
locales con la «explosión de una arquitectura financiera, informática
y turística» cuya estética y funcionalidad se multiplica en edificios
semejantes a lo largo del planeta.

2. LA GLOBALIZACIÓN COMO HECHO Y LA


GLOBALIZACIÓN COMO IDEOLOGÍA

Muchas confusiones, enredos, malentendidos y falsas


percepciones sobre el tema que nos ocupa provienen, a mi parecer,
de no hacer una distinción que el sociólogo Ulrich Beck ha explicado
y desarrollado muy pertinentemente'.
Se proclama solemnemente que es inútil y fatuo oponerse
a la globalización porque es como pretender que no haya luz
al mediodía. La globalización está ahí, dicen, y no aceptarla es
de ilusos o irresponsables. Otros, y entre ellos hay pensadores,
dirigentes sociales y políticos "nada ilusos" se oponen frontalmente
a la globalización. El común de la gente, si no está muy interiorizada
con este fenómeno, al final no sabe a qué atenerse.
Ulrich Beck diferencia la globalidad que es un hecho
irrefutable e innegable, de la globalización que es el proceso

6 Ulrich Beck: ¿Que es la globalización?. Paidos, Buenos Aires, 1997, pp. 27-30

Los problemas sociales nos interpelan


, 340

histórico en el que se va desarrollando y cristalizando la globalidad


y, muy importante este aporte, del globalismo que es una manera
particular e ideológica de interpretar y concebir el proceso de
globalización y el hecho de la globalidad.
Voy a citar simplemente lo que dice al respecto:
a) Globalidad. "La globalidad significa lo siguiente: hace ya
bastante tiempo que vivimos en una sociedad mundial, de tal
manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia. No hay
ningún país ni grupo que pueda vivir al margen de los demás.
Es decir, que las distintas formas económicas, culturales y
políticas no dejan de entremezclarse y que las evidencias del
modelo occidental se deben justificar de nuevo. Así "sociedad
mundial" significa la totalidad de las relaciones sociales que
no están integradas en la política del Estado nacional ni están
determinadas a través de esta... En la expresión "sociedad
mundial", "mundial" significa según esto diferencia, pluralidad,
y "sociedad" significa estado de no-integración, de manera que
la sociedad mundial se puede comprender como una pluralidad
sin unidad. Esto presupone varias cosas muy diferenciadas, por
ejemplo, formas de producción transnacional y competencia
del mercado de trabajo, informes mundiales en los medios de
comunicación, formas de vida transnacionales, crisis y guerras
percibidas desde el punto de vista "global", la destrucción de la
naturaleza, etc".
b) Globalización. "La globalización significa los procesos
en virtud de los cuales los Estados nacionales soberanos se
entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus
respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades
y entramados varios. Un diferenciador esencial entre la primera
y la segunda modernidad es la irreversibilidad de la globalidad
resultante. Lo cual quiere decir lo siguiente: existe una afinidad
entre las distintas lógicas de las globalizaciones ecológica,
cultural, económica, política y social que no son reducibles —
ni explicables- las unas a las otras, sino que, antes bien, deben
resolverse y entenderse a la vez en sí mismas y en mutua

Pedro Velasco Rodríguez, 0.P


341

interdependencia... Pero ¿qué es lo que torna irreversible la


globalidad?: He aquí ocho razones:
1. El ensanchamiento del campo geográfico y la creciente
densidad del intercambio internacional, así como el carácter
global de la red de mercados financieros y del poder cada
vez mayor de las multinacionales.
2. La revolución permanente en el terreno de la información y
las tecnologías de la comunicación.
3. La exigencia, universalmente aceptada, de respetar los
derechos humanos, también considerada (de boquilla) como
el principio de la democracia.
4. Las corrientes icónicas de las industrias globales de la
cultura.
5. La política mundial postinternacional y policéntrica: junto a
los gobiernos hay cada vez más actores transnacionales con
cada vez mayor poder (multinacionales, organizaciones no
gubernamentales, Naciones Unidas).
6. El problema de la pobreza global.
7. El problema de los daños y atentados ecológicos globales.
8. El problema de los conflictos transculturales en un lugar
concreto.
c) Globalismo. "Por globalismo entiendo la concepción según la
cual el mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer
político, es decir, la ideología del dominio del mercado
mundial o la ideología del liberalismo. Esta procede de manera
monocausal y economicista y reduce la pluridimensionalidad de
la globalización a una sola dimensión, la económica, dimensión
que considera así mismo de manera lineal, y pone sobre el tapete
todas las demás dimensiones sólo para destacar el presunto
predominio del sistema de mercado mundial. Lógicamente, con
esto no queremos negar ni minimizar la gran importancia de la
globalización económica. El núcleo ideológico del globalismo
reside más bien en que da al traste con una distinción fundamental
dé la primera modernidad, a saber, la existente entre política y
economía. La tarea principal de la política, delimitar bien los

Los problemas sociales nos interpelan


342

marcos jurídicos, sociales y ecológicos dentro de los cuales


el quehacer económico es posible y legítimo socialmente, se
sustrae así a la vista o se enajena. El globalismo pretende que
un edificio tan complejo como Alemania —es decir, el Estado, la
sociedad la cultura, la política exterior- debe ser tratado como
una empresa"

Hablamos en el primer punto de la globalización (que desde


el s. XIV hasta últimos del XX era "mundialización) como hecho,
lo que U. Beck llama globalidad, y acerca de ella lo que nos cabe
es analizarla, comprenderla e interpretarla lo más adecuadamente
posible.
Hablamos también de los procesos a través de los cuales
se ha ido dando e intensificando en todos los países y regiones del
planeta ese fenómeno, según Beck de la globalización. En este
caso hemos de ejercer al máximo nuestro sentido crítico pues ya
sabemos que los procesos históricos y los hechos sociales no son la
misma cosa que los procesos físicos y los hechos naturales. Sobre
los segundos poco o nada podemos hacer y el espacio de nuestra
libertad para modificarlos es casi nulo; pero sobre los segundos
nuestra responsabilidad, libertad y capacidad creadora son enormes,
dependiendo de muchos factores, pero siempre significativos. La
realidad social la hacemos los hombres. La globalización la hacemos
(o nos la "hacen" o "imponen") los hombres. En estos momentos es
así, pero puede asumir otras formas.

Por último la globalización como ideología, el globalismo,


hay que considerarlo como tal, como una ideología y no como un
hecho. Y toda ideología sabemos que es un intento de abarcar con su
explicación toda la realidad y que pretende "convencer" porque dice
relación a la acción humana y a sus metas; también sabemos que una
ideología suele expresar el interés de grupos o sectores particulares
de la sociedad y que suele ser parcialista en la interpretación de
la sociedad pues tiende a privilegiar unos aspectos de la realidad
sobre otros. Hay ideologías útiles, provechosas, sugestivas, serias y
fundamentadas; pero también hay y ha habido ideologías nefastas,

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


343 .

deficientes, superficiales e inmorales (pensemos en la ideologia nazi).


Entonces hemos de situarnos ante la globalización como ideología
de manera eminentemente crítica, para aceptarla o rechazarla según
convenga o de acuerdo a unas razones y criterios lo mejor y más
fundamentados posibles.

3. LOS CRISTIANOS FRENTE A LA


GLOBALIZACIÓN
3.1. PALABRAS DE JUAN PABLO II SOBRE LA GLOBALIZACIÓN

"Una característica del mundo actual es la tendencia a la


globalización... Se trata de un proceso que se impone debido
a la mayor comunicación entre las diversas partes del mundo,
llevando prácticamente a la superación de las distancias, con
efectos evidentes en campos muy diversos.
Desde e I punto de v ista ético, puede tener una valorac ión positiva
o negativa. En realidad, hay una globalización económica que
trae consigo ciertas consecuencias positivas, como el fomento
de la eficiencia y el incremento de la producción y que, con
el desarrollo de las relaciones entre los diversos piases en
lo económico, puede fortalecer el proceso de unidad de los
pueblos y realizar mejor el servicio a la familia humana. Sin
embargo, si la globalización se rige por las meras leyes del
mercado aplicadas según las conveniencias de los poderosos,
lleva a consecuencias negativas. Tales son, por ejemplo, la
atribución de un valor absoluto a la economía, el desempleo,
la disminución y el deterioro de ciertos servicios públicos, la
destrucción del ambiente y de la naturaleza, el aumento de las
diferencias entre ricos y pobres, y la competencia injusta que
coloca a las naciones pobres en una situación de inferioridad
cada vez más acentuada. La Iglesia, aunque reconoce los
valores positivos que la globalización comporta, mira con
inquietud los aspectos negativos derivados de ella.

Los problemas sociales nos interpelan


344

¿Y qué decir de la globalización cultural producida por la


fuerza de los medios de comunicación social? Estos imponen
nuevas escalas de valores por doquier, a mentido arbitrarios
y en el fondo materialistas, frente a los cuales es muy dificil
mantener viva la adhesión a los valores del Evangelio" (EA
20). (También: CV, 42 y Aparecida 61-62)
El Papa nos señala, en primer lugar, que la globalización es
un fenómeno de nuestro tiempo, un hecho que se impone y, desde
ese punto de vista puede resultar éticamente positivo o negativo.
Luego se refiere a ladimensión económica de la globalización
y en ella destaca algunos aspectos positivos que pueden dar'ze y
muchos aspectos negativos.
Con respecto, por último, a la dimensión cultural de la
globalización adelanta un juicio más bien negativo. No aborda este
texto la globalización como ideología.
Vamos a seguir, a grandes rasgos, este esquema y a finalizar
indicando actitudes y compromisos de los cristianos en estos tiempos
de globalización.

3.2. BUSCAR LAS SEÑALES DEL REINO DE DIOS EN UN MUNDO GLOBALIZADO

Decíamos en las primeras páginas de este libro que Dios


se manifiesta en la vida. La globalización, en tanto que momento
histórico y realidad fáctica nos manifiesta y posibilita formas de
actuar y de servir que nos ayudan a caminar en la dirección de
los valores evangélicos y de las grandes aspiraciones cristianas.
Debemos los católicos ser hombres de esperanza y de actitudes
abiertas e impulsoras de lo nuevo en la medida que posibilite o
facilite el crecimiento en humanidad.

En este sentido encontramos en la globalización elementos


positivos que no sólo deben ser reconocidos y valorados, sino
también apoyados y promovidos. Algunos de ellos son:

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


345 ,

a) La creciente conciencia de universalidad que nos puede ayudar a


superar sectarismos, nacionalismos y fanatismos perniciosos y a
ampliar nuestros horizontes más allá de visiones excesivamente
provincianas. La "aldea planetaria" nos ofrece la pos'bilidad
de vivir los grandes acontecimientos del mundo con mayor
cercanía y creciente sensibilidad e interés.
b) El sueño y el empeño de toda persona cristiana por hacer
avanzar una sociedad con mayor justicia social, debe y puede
ser hoy día un sueño y un empeño llamados a realizarse en
clave globalizadora. La globalización, con todo su inmenso
potencial de nexos transnacionales, puede constituirse en un
eficaz instrumento para la promoción y defensa de los derechos
humanos, de la paz mundial, para la conservación de la naturaleza
y la lucha contra los grandes flagelos de nuestro tiempo como
son el hambre, las drogas, el analfabetismo, etc.
c) Frente al desprestigio creciente de los partidos políticos y el
anquilosamiento de los sindicatos, como instancias mediadoras
de participación ciudadana, están emergiendo a nivel mundial,
nuevos poderes cobijados bajo la expresión genérica de "sociedad
civil". El poder cívico se está constituyendo en un poder popular
real en muchos lugares y a veces con dimensiones mundiales.
En este sentido son cada día más numerosos los movimientos de
lucha por los derechos humanos, la defensa del medio ambiente,
contra el tráfico de armas, por la igualdad de género, etc.
d) Ante la caída del muro de Berlín (conciencia de la insuficiencia
de la planificación estatal) y de las crisis económicas que
han empobrecido aún más a los pueblos de nuestra América
Latina —de México, Brasil, Perú, Argentina- (conciencia de la
insuficiencia del mercado dejado a su suerte) la globalización
nos está indicando que hay que buscar un Estado que se
proponga y regule la distribución de los beneficios generados
en una sociedad.
e) "Pensar globalmente, actuar localmente". Los medios de
comunicación y de información nos permiten hoy día no
solamente pensar globalmente, sino además actuar a nivel

Los problemas sociales nos interpelan


346

mundial y global en muchos aspectos en que es necesario


hacerlo. Está a nuestro alcance, es posible, erigir instituciones
e instancias que regulen los procesos sociales a escala mundial
y que lo hagan con la máxima participación y con el objetivo
de buscar la mayor justicia posible. Las Naciones Unidas
y sus diferentes organismos son una semilla, aunque ya muy
insuficiente, de este ideal. Es necesario avanzar en esa línea
y otras semejantes. La globalización pone hoy día en nuestras
manos más medios que nunca para hacer realidad la idea tan
cristiana de la humanidad como una gran familia.

3.3. LA ACTUAL GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA, INACEPTABLE PARA UNA


CONCIENCIA CRISTIANA.

Hay dogmas y resultados en la forma actual de implantar la


globalización económica que están en abierta contradicción con la
DSI. Veamos los más resaltantes.
a) La absolutización del mercado. El que fue Director del F.M.I,
Michel Camdessus decía: "Hemos pasado de un fundamentalismo
del Estado a un fundamentalismo del mercado". En el modelo
imperante de la economía globalizada todo se sacrifica en aras de
un irrestricto funcionamiento del mercado. Las desregulaciones
laborales, la libertad de movimiento de las mercancías, los ya
desgraciadamente clásicos ajustes estructurales de la economía,
los incentivos a la inversión son otros tantos mecanismos
en orden a que el mercado funcione. El mercado no puede
cuestionarse. "Primero el mercado y todo lo demás vendrá por
añadidura". Esa es la verdad sobre la que se asienta el sistema.
Las consecuencias no se consideran si no es en tanto pueden
poner en peligro la libertad del mercado. Para la Iglesia esto
es, sencillamente, inaceptable. Lo único absoluto y central
es la persona humana y el Estado tiene el deber de intervenir
siempre que esté en peligro la realización de la misma. Por
ello Puebla rechazaba una antropología que conduce a esa

Pedro Velasco Rodriguez, O.P.


347

visión de la realidad: "El liberalismo económico, de praxis


materialista, nos presenta una visión individualista del hombre.
Según ella, la dignidad de la persona consiste en la eficacia
económica y en la libertad individual. Encerrada en sí misma
y aferrada frecuentemente a un concepto religioso de salvación
individual, se ciega a las exigencias de la justicia social y se
coloca al servicio del imperialismo internacional del dinero, al
cual se asocian muchos gobiernos que olvidan sus obligaciones
en relación al bien común" (312). Trece anos más tarde los
Obispos de América Latina en Santo Domingo, refiriéndose a lo
expuesto por Juan Pablo 11 en la CA (n° 48) volvían a recordar:
"la necesidad de acciones concretas de los poderes públicos
para que la economía de mercado no se convierta en algo
absoluto a lo cual se sacrifique todo, acentuando la desigualdad
y la marginación de las grandes mayorías. No puede haber una
economía de mercado creativa y al mismo tiempo socialmente
justa, sin un sólido compromiso de toda la sociedad y sus
actores con la solidaridad a través de un marco jurídico que
asegure el valor de la persona, la honradez, el respeto a la vida
y la justicia distributiva, y la preocupación efectiva por los más
pobres" (195). Además el mercado tiene límites evidentes que es
necesario suplir ya que está en juego la vida y la dignidad de las
personas: "Da la impresión —dice Juan Pablo 11- de que, tanto
a nivel de Naciones, como de relaciones internacionales el libre
mercado sea el instrumento más eficaz para colocar los recursos
y responder eficazmente a las necesidades. Sin embargo, esto
vale solo para aquellas necesidades que son "solventables", con
poder adquisitivo, y para aquellos recursos que son "vendibles",
esto es, capaces de alcanzar un precio conveniente. Pero existen
numerosas necesidades humanas que no tienen salida en el
mercado... Por encima de la lógica de los intercambios... existe
algo que es debido al hombre porque es hombre, en virtud de su
eminente dignidad" (CA 34).
b) La agudización de las desigualdades sociales y de la exclusión
social. A este respecto las cifras que nos dicen como está el
desarrollo humano coinciden en que en estos últimos veinte años
de absoluta expansión e implantación del modelo económico

Los problemas sociales nos interpelan


348

neoliberal han crecido las desigualdades sociales, suponiendo


este aumento, juntamente con el enriquecimiento vertiginoso
de una minoría, el empobrecimiento mayor de grandes masas
humanas. Sobre esta realidad ya ofrecimos datos. Baste recordar
la firme doctrina de la Iglesia a este respecto con las palabras
del Concilio Vaticano II: "Existen desigualdades justas entre los
hombres, sin embargo, la igual dignidad de la persona exige que
se llegue a una situación social más humana y más justa. Resulta
escandaloso el hecho de las excesivas desigualdades económicas
y sociales que se dan entre los miembros y los pueblos de una
misma familia humana. Son contrarias a la justicia social, a la
equidad, a la dignidad de la persona humana y a la paz social e
internacional" (GS 29). ¿Puede aceptarse, hablando en cristiano,
un sistema que a los cuarenta años de haberse pronunciado esas
palabras ha aumentado la desigualdad, la concentración de
riqueza en pocas manos y la exclusión social?.
c) El aumento del desempleo. Cuando la técnica se utiliza masiva
e intensivamente y cuando el trabajo no es otra cosa (en los
hechos y más allá de las proclamas o intenciones humanistas)
que un factor de producción que hay que abaratar para aumentar
los beneficios del capital, es lógico que el trabajo humano se
vea disminuido. Y eso es lo que está sucediendo. Las políticas
-logradas en algunos casos- del pleno empleo, hace veinte años
que expiraron y dieron paso a una situación que algunos analistas
hasta se han atrevido a calificar como "el fin del trabajo'''. No
cabe duda de que el sistema de la economía globalizada produce
desempleo y precariedad en las condiciones laborales. Todos
los Gobiernos que han implementado el sistema hablan de
aumentar el empleo pero las estadísticas tercamente se encargan
de contradecirles. Para la Iglesia "el trabajo, en cuanto problema
del hombre, ocupa el centro mismo de la "cuestión social" (LE
2) y "la justicia de un sistema socio-económico y, en todo caso,
su justo funcionamiento deben, en definitiva, ser valorados
según el modo como se remunera justamente el trabajo humano
dentro de tal sistema... De aquí que precisamente el salario

7
leremy Rificin: "El fin del trabajo"Paidos, Buenos Aires, 1996.

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


349

justo se convierta, en todo caso, en la verificación auténtica


de la justicia de todo el sistema socio-económico y, de todos
modos, de su justo funcionamiento" (LE 19). Si el trabajo y su
justa remuneración son, para la Iglesia, los indicadores básicos
de un sistema justo, habrá que concluir que la globalización en
su vertiente económica actual es absolutamente injusta, ya que
produce desempleo e ingresos cada día más depreciados para la
inmensa mayoría de los trabajadores.

d) La constante acumulación de bienes en pocas manos contradice


el principio fundamental de la DSI del "Destino universal
de los bienes". "Los bienes y riquezas del mundo, por su
origen y naturaleza, según voluntad del Creador, son para servir
efectivamente a la utilidad y provecho de todos y cada uno de
los hombres y los pueblos. De ahí que a todos y a cada uno
les compete un derecho primario y fundamental, absolutamente
inviolable, de usar solidariamente esos bienes, en la medida de
lo necesario, para una realización digna de la persona humana.
Todos los demás derechos, también el de propiedad y libre
comercio, le están subordinados, Como nos enseña Juan Pablo
II: «Sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social»
(Discurso inaugural III, 4. AAS LXXI, p. 200). La propiedad
compatible con aquel derecho primordial es más que nada un
poder de gestión y administración, que si bien no excluye el
dominio, no lo hace absoluto ni ilimitado. Debe ser fuente de
libertad para todos, jamás de dominación ni privilegios. Es un
deber grave y urgente hacerlo retornar a su finalidad primera
(Cfr. PP 28). (Puebla 492). La dirección de la economía actual
va justamente en sentido contrario, no hacia el destino universal
de los bienes, sino hacia el destino particular, en cada vez menos
manos de los bienes que nos pertenecen a todos.

e) La marginación de la política, el achicamiento del Estado


como principio y la exclusión de la participación ciudadana,
consecuencias de la globalización económica son elementos
que contradicen importantes principios y doctrinas clásicas
en el pensamiento social de la Iglesia. Ya Pablo VI decía que
era necesaria la intervención del Estado y de organismos

Los problemas sociales nos interpelan


350

internacionales en la regulación de los intercambios comerciales


y que se impone, si queremos que la economía sea humana, el
"paso de la economía a la política" (OA, 46). En el capítulo
VIII ya expusimos cual es el pensamiento de la Iglesia acerca
del papel que le cabe desempeñar al Estado en la sociedad y,
particularmente, en la actividad económica.

3.4. LA IDEOLOGÍA DE LA GLOBALIZACIÓN ANTE LOS IMPERATIVOS


ÉTICOS CRISTIANOS

La globalización que como hecho y realidad histórica es un


desafio para la creatividad del hombre contemporáneo y del cristiano
particularmente, en su vertiente ideológica es absolutamente
rechazable, como lo es en su implantación económica actual, por
estar en abierta contraposición con principios y valores que la ética
cristiana considera fundamentales. Vamos a detenernos solamente
en cuatro de ellos.

Centralidad de la persona

La Iglesia no rechaza la técnica, ni el progreso, ni la


expansión de las comunicaciones y de la información, ni tantos
avances científicos y tecnológicos propios de nuestro tiempo. Por
el contrario los estimula y alienta. Lo que la Iglesia rechaza es un
sistema, una ideología que hace del mercado, del individualismo y
del dinero los fines y criterios últimos. El único fin, lo que no puede
nunca convertirse en medio, lo que debe ocupar el lugar central del
pensamiento y quehacer económico es la persona humana, el hombre.
Por eso, en la medida que el capitalismo, tal como lo condenó Pío
XI y luego Pablo VI, continúe siendo la ideología dominante, y lo es
indudablemente en esta globalización económica, debe de continuar
siendo rechazado sin muchos paliativos. "Por desgracia, sobre estas

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


1

J5 I

nuevas condiciones de la sociedad ha sido construido un sistema que


considera el lucro corno motor esencial del progreso económico;
la concurrencia, corno ley suprema de la economía; la propiedad
privada de los medios de producción, como un derecho absoluto, sin
límites ni obligaciones sociales correspondientes. Este liberalismo
sin freno, que conduce a la dictadura, justamente fue denunciado por
Pío XI como generador del «imperialismo internacional del dinero».
No hay mejor manera de reprobar un tal abuso que recordando
solemnemente una vez más que la economía está al servicio del
hombre" (PP 26).

Principio de la solidaridad

La competencia es un elemento de la vida humana que


ayuda al desarrollo, a la creatividad, al sentido de la responsabilidad
y a la iniciativa personal. Nadie puede negar esto, pero de ahí a
convertir la competencia en el principal valor de la vida en sociedad
hay un abismo. La ideología de la globalización ha hecho eso y
ha pervertido al hombre y sus relaciones. Vale más el más fuerte,
el que más tiene, el más dotado, el triunfador. No se pregunta
a que precio muchas veces se consiguen esas cualidades. Vale
menos el enfermo, el anciano, el pobre. La fuerza principal en el
mejoramiento y progreso de la humanidad es la lucha por el primer
puesto y la competencia de unos frente a otros. Como toda ideología
es una verdad parcial convertida en explicación total. Necesitamos
competir, pero mucho más necesitamos amarnos, reconocernos
como iguales, ser solidarios unos de los otros. El valor primero en
la humanización de la sociedad, el principio que debe animar la
convivencia para que sea justa no es el de la competencia, sino el de la
solidaridad. Tenemos que oponernos tenazmente, con todas nuestras
fuerzas a una cultura, a una política, a una economía donde los más
fuertes ganan y los más débiles son humillados y abandonados en
la cuneta de la historia. Ese proyecto divide la humanidad, es cruel
y discriminatorio, lleva en si mismo los gérmenes del odio y de la
lucha más feroz de unos contra otros. No podemos permitir que la

Los problemas sociales nos interpelan


352

solidaridad sea un residuo cultural y moral que dependa de la buena


voluntad, de que haya grupos que voluntariamente la asuman o que
se ejercite sobre todo para calmar las protestas y la bronca de las
víctimas. No, la solidaridad tiene que ser un valor que esté en la
inspiración de los grandes proyectos, que en la orientación de la
política y de la economía esté presente desde el comienzo hasta el fin
con todas las consecuencias en medios humanos y financieros que
eso conlleva.

Opción por el pobre

La ideología de la globalización al explicar el progreso


de la humanidad en clave de crecimiento económico en un marco
de lucha y competencia donde los más fuertes son los seguros
vencedores, lo que hace es relegar a los pobres, a los más débiles, a
los que están en peores condiciones a un segundo término y, lo que
es más grave, a la muerte por enfermedad o hambre. Esta ideología
oculta y justifica el crecimiento de la pobreza y de la exclusión. Y
al proponer un progresivo debilitamiento del Estado en favor de las
fuerzas anónimas del mercado, le deja a un número cada vez mayor
de personas sin elementos e instituciones que les permita afianzarse
y tener fuerza para hacer valer sus derechos al interior de la sociedad.
En una palabra, esta globalización es una fábrica de pobreza. No es
solo cuestión de interpretación subjetiva, es una triste realidad sobre
la que hoy tenemos demasiadas pruebas. Para la Iglesia uno de sus
principios más fundamentales es la opción por el pobre. Decía un
Padre de la Iglesia: "La gloria de Dios es la vida de los pobres". Un
sistema que considere este problema como secundario, que en gran
medida sea la causa del sufrimiento y de la exclusión de los pobres,
que anteponga el bienestar material de unos pocos y la acumulación
de capital a la atención y cuidado de todas y cada una de las personas
que componen una sociedad, comenzando por las más desprotegidas
y débiles, es un sistema anticristiano por inhumano e injusto y, sobre
todo, porque está en las antípodas de la vida, los sentimientos y las
palabras de Cristo.

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


1

353 ,

Cristo, Alfa y Omega de la creación, no hay otro fin de la


historia

Cayó el muro de Berlín, venció el capitalismo. Terminó la


guerra fría y se confirma que la única vía hacia el desarrollo es la vía
del liberalismo económico en su versión actual. Lo importante ahora
no es soñar, no son las utopías, no son los ideales. Ya sabemos dónde
está la verdad, el triunfo, lo que sirve: "El fin de la Historia". Para
un cristiano esta propuesta no es más que un monumental disparate
que sin embargo está seduciendo a muchos. Nuestra fe nos indica
con claridad donde está el comienzo y donde el fin: solamente en
Cristo Jesús. Yen medio está el desierto, el lugar de la formación de
la comunidad humana, de la búsqueda de la justicia, de la apertura a
lo trascendente. Cuando el marxismo proclamó donde se encontraba
la clave última de la realización humana encontró en la Iglesia un
firme y tenaz opositor. Hoy día este materialismo práctico que nos
indica el individualismo, el mercado, el consumo, la técnica y la
competencia como las panaceas últimas de la vida también encuentra
en la Iglesia una instancia beligerante. Mientras no encontremos un
modelo de sociedad donde todos los hombres y mujeres puedan
ejercer en plenitud todos sus derechos, donde las diferentes culturas
y tradiciones puedan convivir pacífica y solidariamente, donde la
naturaleza y la vida en todas sus manifestaciones sea cuidada y
respetada, donde la justicia y la paz y no las armas sean la garantía
del futuro, los cristianos, (y los hombres y mujeres de buena
voluntad), pensaremos que hay mucho por hacer, que hay mucho
por cambiar y transformar, que la historia humana es todavía joven
y Cristo, en el horizonte, nos muestra el camino y nos propórciona
la luz para ir construyendo y buscando ese modelo. De lo que no nos
cabe duda es que la globalización neoliberal no responde ni de lejos
a esos interrogantes y a esos anhelos y que, por lo tanto, la búsqueda
continúa.

Los problemas sociales nos interpelan


, 354

4. TEXTOS PARA LA REFLEXIÓN

4.1. LAS AMBIGÜEDADES DE LA GLOBALIZACIÓN8

"Lo global designa, a la vez, lo que procede del globo


terrestre y lo que se ve con un sólo golpe de vista. Cuando se hace
abstracción de la particularidad de los elementos que componen el
todo mundial, la ecuación parece simple:

Mundialización + Homogeneización = Globalización

Simplicidad falaz, porque, al mirar más de cerca, la


globalización se parece a la vida según Paul Valéry: "Una incoherencia
que funciona, y un desorden que obra". La globalización, en efecto
presenta al análisis una incoherencia económica y un desorden
social. Sin embargo, se alimenta de la descomposición del tejido
económico y social mundial, lo mismo que se dice de una planta
se alimenta de la descomposición superficial del suelo. Gracias
a ello obra dando al traste con la cultura industrial que forjó las
solidaridades de no hace mucho, para reemplazarla por una cultura
financiera de lo inmediato. Situada en el contexto de la historia de
las civilizaciones, la globalización de hoy se presenta finalmente
como el último avatar de la urbanización".

4.2. PENSAMIENTOS DEL P. L. J. LEBRET

"El capitalismo se cree con todos los derechos, se los


arroga todos. La justicia sólo se hizo para favorecerle. Con el dinero
puede conseguirlo todo; él ha corrompido ya a tantos desgraciados
que no se han sublevado; engañado a tantos mezquinos que han
seguido alimentándole; impuesto tantas leyes favorables a sus
fines; corrompido tantas políticas... No imagina que se le pueda
resistir mucho tiempo. Cuando encuentra oposición por parté de

8 Etienne Perrot Las ambiguedades de la Globalización-. Concilium, 293, Nov.


200 1, p. 19-20.

Pedro Velasco Rodriguez, O.P.


355

los humildes, o del clero, llama a esto herejía, revolución, anarquía,


comunismo. Tiene tal conciencia de estar en posesión del orden, que
cree tener siempre a la Iglesia de su parte. Nada le impresiona tanto,
nada le enfurece tanto como si afirmas delante de él los derechos
del hombre. Pero esta afirmación no es suficiente. Hay que colocar
hombres en condiciones de resistirle, porque es malhechor'''.

4.3. Los CINCO NUDOS DE LA GLOBALIZACIÓN QUE HAY QUE DESHACER


El primer nudo es el de la retórica. Hoy día la auténtica
batalla es ideológica... Lo primero que hay que hacer es deslegitimar
la retórica dominante, sus palabras claves, sus símbolos... Hay
que denegarle toda legitimidad en cuanto a su pertinencia para
el presente y a su pretensión de imponerse para el futuro. Es
preciso afirmar con fuerza su incapacidad para crear una "buena"
sociedad. Concretamente, se trata de deslegitimar el principio de la
competitividad y afirmar que la prioridad no es la competitividad
sino la solidaridad. Es falso decir que la competitividad constituye
una baza para el crecimiento de la solidaridad y la cohesión social.
El segundo nudo que hay que deshacer es el orden del día.
¿Quien fija actualmente "el orden del día" de los problemas por
resolver, los retos por superar, las prioridades que deben llevarse
a la práctica y los medios que deben utilizarse? En todo caso, no
son los poderes públicos nacionales o internacionales. Y menos
aún los sindicatos. El verdadero artífice del "orden del día" es el
poder económico y financiero privado. El éxito a veces obtenido
por las campañas organizadas por la sociedad civil muestran que
ganar o reconquistar la capacidad de fijar el orden del día no es un
objetivo imposible. Para que los poderes públicos restablezcan la
prioridad de lo "político" y del bien común sobre lo "financiero",
lo "económico" y el bien privado, es necesario que recuperen esta
capacidad.

9
L.J. Lebret: "Principios para la acción". Edit. Popular Madrid, 1968, p. 28.

Los problemas sociales nos interpelan


356

El tercer nudo es quizás el más decisivo en lo que se refiere


al control de los medios, se trata del nudo del sistema financiero.
El objetivo clave a este respecto es el de devolver al ciudadano la
capacidad para ejercer, por medio de la política, su derecho de control
sobre el capital y los mercados financieros. Es preciso desalmar
al poder financiero. Con este fin se deben tomar con prioridad las
siguientes medidas:
deducción de una tasa de 0'5 por 100 de las transacciones
financieras. Esta medida fue propuesta en 1983 por Tobin,
premio Novel de economía. Tal impuesto permitiría crea.: un
Fondo Mundial de la Ciudadanía;

- eliminar los paraísos fiscales. Hay 37 paraísos fiscales en


el mundo. Su existencia constituye una forma de legalizar
la creciente criminalización de la economía (evasión fiscal,
especulación, tráfico de drogas, comercio ilícito de armas...);

poner fin al secreto bancario. El respeto del principio de la


libertad de propiedad y el derecho a la confidencialidad pueden
garantizarse sin mantener el secreto bancario;

- hacer pública y transparente la evaluación de los mercados


financieros,

habría que escoltar el conjunto de estas medidas con la creación


de un Consejo Mundial por la Seguridad Económica y Financiera,
cuya tarea principal sería definir las reglas de un nuevo sistema
financiero mundial (el Bretton Woods del siglo XXI).

El cuarto nudo incumbe a la ciencia, la tecnología y la


innovación tecnológica. Hay que modificar el papel que juegan hoy
la ciencia y la tecnología. Los científicos deben oponerse a que sus
actividades sean sometidas a los intereses económicos y financieros
de las empresas. Se deben redefinir también las finalidades y las
prioridades de la tecnología. Esta debe servir para satisfacer las
necesidades básicas de los 8.000 millones de seres humanos que
habitarán el planeta hacia el 2020.

Pedro Velasco Rodríguez, O.P.


357 ,

Pero deshacer este nudo no sólo depende de la tecnología


misma, sino de las opciones políticas de las clases dirigentes y, en
general, del sistema de valores que predomina en nuestras sociedades.
Esto nos lleva al quinto y último nudo, el nudo de las culturas.
La desconfianza creciente entre culturas y civilizaciones es una de
las características principales de la sociedad de este fin de siglo. A
medida que crece la desconfianza, los conflictos se van convirtiendo
en hechos cotidianos. Existe una visión del mundo especialmente
peligrosa. Nació y está creciendo en el seno del mundo cristiano
occidental —especialmente en Estados Unidos- y en el mundo
musulmán. Consiste en ver como antagónicas y llamadas a una casi
irreversible confrontación la cultura occidental y la musulmana....
Las iglesias cristianas se mantienen todavía demasiado tímidas en la
expresión de su oposición a semejante visión. Cualquier ambigüedad
o flaqueza conformista de su parte acarrearía graves consecuencias
y responsabilidades. Deberían obrar con mucha energía en favor del
desarrollo de un verdadero ecumenismo y un nuevo pacifismo"1 °

1° Riecardo Petrella: El bien común. Elogio de la solidaridad". Temas Debate, Ma-


drid, 1997, pp. 138- 144.

Los problemas sociales nos iLterpelan

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