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❖ Los Estados:
La responsabilidad principal de identificar a aquellos que puedan beneficiarse como
refugiados de la protección internacional y gozar de los derechos y beneficios inherentes
a tal estatuto recae en el país en el cual éstos han buscado asilo.
Al determinar la elegibilidad para la condición de refugiado, los Estados que son parte de
la Convención de 1951 o del Protocolo de 1967 tienen que aplicar la definición de
refugiado contenida en el Artículo 1 de la Convención de 1951.
Cuando es el estado el que realiza la determinación del estatuto de refugiado, el papel
del ACNUR normalmente es de observador o asesor, aunque en algunas situaciones la
Oficina puede llevar a cabo labores de determinación de condición de refugiado en
nombre del estado de acogida.
❖ ACNUR:
En Estados que sí son parte de estos instrumentos pero que no cuentan aún con
un proceso de determinación de la condición de refugiado o cuando el proceso
nacional es manifiestamente inadecuado o cuando las decisiones se basan en una
interpretación errónea de la Convención de 1951;
▪ Cláusulas de exclusión:
Artículo 1F(a) – “Delitos contra la paz”
De acuerdo con la Carta del Tribunal Militar Internacional (“Acuerdo de Londres”) de 1945,
un delito contra la paz involucra planear, preparar, “iniciar o hacer una guerra de agresión o
una guerra en violación de tratados, acuerdos o garantías internacionales, o la participación
en un plan o conspiración común para el logro de los objetivos antedichos”. Dada la
naturaleza de este delito, solamente puede ser cometido por personas en posiciones
relevantes de autoridad en representación de un Estado o de una entidad similar al Estado, y
solamente en el contexto de un conflicto armado internacional.
Artículo 1F(a) – “Delitos de guerra”
Hay ciertas violaciones graves al derecho internacional humanitario que constituyen delitos
de guerra. Quienes toman las decisiones deben tener en cuenta que solamente aquellos actos
cometidos durante conflictos armados y que estén relacionados con ellos (el llamado
“requerimiento de nexo”), pueden ser considerados delitos de guerra. Al llevar a cabo un
análisis de exclusión, es necesario considerar si el conflicto armado es de naturaleza
internacional o no, ya que se aplican distintas disposiciones legales para actos cometidos en
uno u otro. Los delitos de guerra pueden ser cometidos por civiles y militares, y también
pueden ser cometidos contra ellos.
Aunque originalmente se consideró que los delitos de guerra solamente podían ser cometidos
en el contexto de conflictos armados de carácter internacional, es generalmente aceptado
desde mediados de la década de 1990 que algunas violaciones graves al derecho
internacional humanitario pueden dar motivo a responsabilidad individual bajo el derecho
internacional y por ende, constituyen delitos de guerra. Aquellos actos violatorios al derecho
internacional humanitario que sucedieron en conflictos armados no internacionales antes de
esa época, no pueden ser “delitos de guerra” más pueden estar dentro del alcance de otra
categoría según el artículo 1F.
Al considerar si un determinado acto constituye un delito de guerra, quienes toman las
decisiones deben examinarlo a la luz de las definiciones existentes en los cuatro Convenios
de Ginebra de 1949 y Protocolos Adicionales de 1977, y el artículo 8 del Estatuto de Roma de
la Corte Penal Internacional (CPI). Son considerados delitos de guerra actos tales como el
asesinato deliberado y la tortura a civiles, el lanzamiento de ataques indiscriminados en
contra de civiles y la privación deliberada del derecho a un juicio ordinario justo a civiles o
prisioneros de guerra.
Artículo 1F(a) – “Delitos contra la humanidad”
Los delitos contra la humanidad son actos inhumanos (tales como genocidio, asesinato,
violación y tortura) cuando son cometidos como parte de un ataque sistemático o
generalizado contra una población civil. Los delitos contra la humanidad pueden suceder
entiempo de guerra o de paz. Cualquier persona puede cometer delitos contra la humanidad,
si sus actos están tipificados por los criterios antes mencionados. Las definiciones relevantes
pueden encontrarse en una serie de instrumentos internacionales que incluye, en particular,
el Acuerdo de Londres de 1945; la Convención para la prevención y la sanción del crimen de
genocidio de 1948; la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas
o degradantes de 1984; los Estatutos de los Tribunales Penales Internacionales para la ex-
Yugoslavia y para Ruanda, así como el Estatuto de 1998 de la CPI.
Artículo 1F(b) – “Grave delito común, fuera del país de refugio, antes de ser admitido en él
como refugiado”
Al determinar si un acto constituye un “delito grave” para el objetivo de un análisis de
exclusión, quienes toman las decisiones deben juzgar la gravedad de un delito en
comparación con las normas internacionales. Si un delito es “común” o no dependerá, según
el significado del artículo 1F (b), dependerá de una serie de factores que incluyen, en
particular, la motivación, el contexto y los métodos, así como la proporcionalidad del delito
en relación a sus objetivos.
Artículo 1F (c) – “actos contrarios a las finalidades y a los principios de las Naciones Unidas”.
Los objetivos y principios de las Naciones Unidas están contemplados en los artículos 1 y 2 de
la Carta de la ONU. Este motivo de exclusión aplicaría para actos que, por causa de su
gravedad e impacto, son capaces de afectar la paz y seguridad internacional así como las
relaciones pacíficas entres Estados o por violaciones serias y sostenidas a los derechos
humanos. En principio, estos actos solamente pueden ser cometidos por personas con
posiciones de autoridad en Estados o entidades similares al Estado.
4.1.3 Declaración de Cartagena de 1984:
A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, los problemas relacionados con
desplazamientos humanos masivos ocasionados por guerras, conflictos civiles, violencia y
agitación política en un número de Estados, especialmente en América Central, dieron como
resultado la conclusión tercera de la Declaración de Cartagena sobre Refugiados en la que se
señala que:
“[…] la definición o concepto de refugiado recomendable para su utilización en la región
es aquella que además de contener los elementos de la Convención de 1951 y el Protocolo
de 1967, considere también como refugiados a las personas que han huido de sus países
porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada,
la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos
humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público.”
A pesar de que la Declaración de Cartagena no es legalmente vinculante, muchos países de
América Latina, entre ellos el Ecuador, han incorporados sus principios, incluyendo su definición
de refugiado, en sus legislaciones y práctica nacionales.
4.2. Sujetos de protección internacional:
De conformidad con el Art. 91 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana, son sujetos de protección
internacional las siguientes personas:
1. Solicitantes de la condición de asilo, refugio o apatridia;
2. Refugiadas reconocidas por el Estado ecuatoriano;
3. Asiladas reconocidas por el Estado ecuatoriano; y,
4. Apátridas reconocidas por el Estado ecuatoriano.
El reconocimiento de persona refugiada, asilada o apátrida por parte del Estado ecuatoriano
constituye un estatuto de protección internacional independiente de la condición migratoria y
habilita a la persona extranjera a gestionar una condición migratoria (visado) de conformidad con
la Ley Orgánica de Movilidad Humana.
Su reconocimiento como persona sujeta a protección internacional garantiza que pueda ejercer
actividad laboral de forma independiente o bajo relación de dependencia, así como iniciar o
continuar sus estudios en cualquiera de los niveles del sistema educativo.
4.3 Derechos y Principios rectores de la protección internacional:
4.3.1 Acceso al territorio:
Según el Derecho Internacional, los Estados tienen la facultad soberana de regular la entrada
de las personas no-nacionales a su territorio. Sin embargo, el Derecho Internacional también
establece que estas medidas no pueden impedir que quienes huyen de la persecución puedan
solicitar asilo1.
El principio de no devolución constituye la piedra angular de la protección internacional de
los refugiados2, que prohíbe, sin discriminación3, cualquier conducta del Estado que conduzca
a “poner en modo alguno a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su vida o su
libertad peligre”, incluido el rechazo en frontera o la no admisión al territorio4.
Los Estados son responsables de garantizar la protección contra la devolución a todas las
personas que se encuentren bajo su jurisdicción, incluso dentro de las fronteras nacionales5,
1
El artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que ‘[t]oda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de
él, en cualquier país’. El derecho a buscar y disfrutar el asilo está consagrado en varios instrumentos legales regionales: Organización de los
Estados Americanos, Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 2 de mayo de 1948, artículo XXVII,
https://www.refworld.org.es/docid/5c631a474.html, se refiere al derecho a buscar y recibir asilo. Organización de los Estados Americanos,
Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José, Costa Rica, 22 de noviembre de 1969, artículo 22(7),
https://www.refworld.org.es/docid/57f767ff14.html se refiere al derecho a buscar y a que se le otorgue el asilo. Carta Africana sobre Derechos
Humanos y de los pueblos (“Carta de Banjul”), 27 de junio de 1981, CAB/LEG/67&3 rev. 5, 21 I.L.M. 58 (1982), artículo 12(3),
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2002/1297.pdf, que se refiere al derecho a buscar y obtener asilo. Unión Europea, Carta de
los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, 26 de octubre de 2012, 2012/C 326/02, artículo 18,
https://www.refworld.org.es/docid/5c6c40d04.html (Carta de los Derechos Fundamentales de la UE), se refiere al derecho a reconocer el asilo
en apego a la Convención de 1951 y el derecho europeo.
2 El principio de no devolución prohíbe a los Estados expulsar o devolver a una persona refugiada de cualquier manera a un territorio donde ella
correría el riesgo de sufrir amenazas a la vida o la libertad. El principio de no devolución está consagrado de manera destacada en el Artículo 33
de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados (Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (28 de julio de 1951) 189 UNTS
137)), habiendo sido reconocido como una norma de derecho consuetudinario internacional. Las obligaciones de no devolución también están
codificadas en los instrumentos regionales de derecho de refugiados, ver: Organización de los Estados Americanos, Convención Americana sobre
Derechos Humanos, nota 2 supra, artículo 22 (8) y la Declaración de Cartagena de 1984, nota 5 supra, Conclusión III.5, reiterando la importancia
del principio de no devolución y la necesidad de reconocerlo y observarlo como una regla de jus cogens. Las obligaciones de la no devolución
también están consagradas en el derecho internacional y regional de los derechos humanos, ver para una visión general: ACNUR, Opinión
Consultiva sobre la aplicación extraterritorial de las obligaciones de no devolución en virtud de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados
de 1951 y su Protocolo de 1967, 26 de enero de 2007, Parte B, https://www.refworld.org.es/docid/4a8124522.html, en el que se hace referencia
a diversos instrumentos de derecho de los derechos humanos, incluido el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 16 de diciembre de
1966, 999 UNTS 171, artículos 6 y 7; Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, 10 de diciembre de
1984, 1465 UNTS 85, artículo 3; Convención Americana de sobre Derechos Humanos de 1969, artículo 22 (8); Carta de Banjul, nota 2 supra,
artículo 5; Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, enmendado por los Protocolos
Nos. 11 y 14, 4 de noviembre 1950, ETS 5, artículos 2 y 3. Véase también: Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, nota 2 supra, artículo
19 (2).
3 De acuerdo con el Artículo 3 de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, “Los Estados Contratantes aplicarán las disposiciones
de esta Convención a los refugiados, sin discriminación por motivos de raza, religión o país de origen”.
4 Véase. Conclusión No. 6 (XXVIII), 1977, párr. (c) del Comité Ejecutivo del ACNUR (en adelante “ExCom”); Conclusión No. 22 (XXXII), 1981, párr.
II.A.2 del ExCom; Conclusión No. 81 (XLVIII), 1997, párr. (h) del ExCom; Conclusión No. 82 (XLVIII), 1997, párr. (d)(ii) del ExCom; Conclusión No. 85
(XLIX), 1998, párr. (q) del ExCom.
5 Véase. ACNUR, Opinión Consultiva sobre la aplicación extraterritorial de las obligaciones de no devolución en virtud de la Convención sobre el
Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967”, 26 de enero de 2007, párrs. 9 y 20:
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2009/7123.pdf. El principio de no devolución también se aplica extraterritorialmente, es
decir donde sea que el Estado en cuestión esté actuando fuera de su territorio y tenga un control efectivo sobre la persona, ver: ACNUR,
tan pronto como una persona se presente en la frontera alegando estar en riesgo o temiendo
regresar a su país de origen o cualquier otro país. No existe una sola fórmula o frase correcta
sobre cómo debe transmitirse este miedo o deseo de solicitar asilo para beneficiarse del
principio de no devolución6. Para hacer efectivas sus obligaciones internacionales, incluido el
derecho a solicitar asilo y el principio de no devolución, los Estados tienen el deber frente a
las personas que se presenten en sus fronteras, de examinar de manera independiente su
necesidad de protección internacional y garantizar que no corran el riesgo de ser devueltas7.
Si existe tal riesgo, el Estado no puede negar la entrada o expulsar de manera forzosa a la
persona en cuestión8.
Desde el inicio, las personas que buscan protección internacional deben tener acceso a
información relevante en un idioma que entiendan y la capacidad de presentar una solicitud
formal de asilo ante la autoridad competente. Además, las personas que buscan protección
internacional deben tener la oportunidad de contactar al ACNUR.
Imponer una medida general para impedir la admisión de personas refugiadas o solicitantes
de asilo, o de aquellas de una nacionalidad o nacionalidades en particular, sin evidencia de
Intervención oral del ACNUR ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, audiencia del caso Hirsi y otros contra Italia, 22 de junio de 2011,
demanda núm. 27765/09, disponible en inglés en: http://www.refworld.org/docid/4e0356d42.html. ACNUR, Opinión Consultiva sobre la
aplicación extraterritorial de las obligaciones de no devolución en virtud de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su
Protocolo de 1967, 26 de enero de 2007, párrs. 24, 26, 32-43, https://www.refworld.org.es/docid/4a8124522.html; ACNUR, Alegatos de la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en el caso de Hirsi y otros contra Italia, marzo de 2010, párrafos 4.1.1-4.2.3,
disponible en inglés en: http://www.unhcr.org/refworld/docid/4b97778d2.html. ACNUR, Alegatos del ACNUR presentados a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el marco de la solicitud de la opinión consultiva sobre los niños migrantes planteada por MERCOSUR, 17
de febrero de 2012, párr. 2(4), https://www.refworld.org.es/docid/4fc4ee932.html. ONU: Comité de Derechos Humanos (CDH), Observación
general Nº 31 [80]: Naturaleza de la obligación jurídica general impuesta a los Estados Partes en el Pacto, 26 Mayo 2004,
CCPR/C/21/Rev.1/Add.13, párr: https://www.refworld.org.es/docid/478b26ea2.html. Ver también: Opinión Consultiva sobre las consecuencias
jurídicas de la construcción de un muro en el territorio palestino, Corte Internacional de Justicia, 9 de julio de 2004, párrs. 109 al 113,
https://www.refworld.org.es/docid/5c7568564.html, considera que los Estados están obligados a cumplir sus obligaciones internacionales en
materia de derechos humanos donde sea que ejerzan su jurisdicción. Opinión Consultiva OC-21/14, “Derechos y garantías de niñas y niños en el
contexto de la migración y/o en necesidad de protección internacional”, OC-21/14, Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), 19
de agosto de 2014, párr. 61, https://www.refworld.org.es/docid/54129da94.html.
6
Véase. ACNUR, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Alegatos presentados por la oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados en el caso Malevanaya & Sadyrkulov contra Ucrania (demanda número 18603/12), 15 de julio de 2013,
disponible en inglés: www.refworld.org/docid/51e515794.html, párr. 3.1.4; ACNUR, Intervención oral del ACNUR ante el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, audiencia del caso Hirsi y otros contra Italia, 22 de junio de 2011, demanda núm. 27765/09, disponible en inglés en:
http://www.refworld.org/docid/4e0356d42.html.
7 Véase. ACNUR, Intervención del ACNUR ante el Tribunal Superior de Apelación de la Región Administrativa Especial de Hong Kong en el caso
entre C, KMF, BF (solicitantes) y Director de Inmigración, Secretario de Seguridad (demandados), 31 de enero de 2013, apelaciones en lo civil núm.
18, 19 y 20 de 2011, párrafos 74-75, disponible en inglés en: www.refworld.org/docid/510a74ce2.html. La “obligación de investigar de manera
independiente” ha sido reconocida por varios tribunales: Hirsi Jamaa y otros contra Italia, demanda núm. 27765/09, Consejo de Europa: Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, 23 de febrero de 2012, párr. 146-148, http://hudoc.echr.coe.int/eng?i=001-139041; M.S.S. contra Bélgica y
Grecia, demanda número. 30696/09, Consejo de Europa: Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 21 de enero de 2011, párrs.
286,298,315,321,359, http://hudoc.echr.coe.int/spa?i=001-139046; Regina contra la Oficina de Migración en el aeropuerto de Praga y otros, Ex
parte European Roma Rights Centre y Otros, [2004] UKHL 55, Reino Unido: Cámara de los Lores (Comité Judicial), 9 de diciembre de 2004, párr.
26, disponible en inglés: www.refworld.org/docid/41c17ebf4.html; Apelación final núm. 18, 19 y 20 de 2011 (Civil) entre C, KMF, BF (solicitantes)
y Director de Inmigración, Secretario de Seguridad (demandados), y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(coadyuvante), Hong Kong: Tribunal de Apelación, 25 de marzo de 2013, párr. 56, 64, disponible en inglés en:
www.refworld.org/docid/515010a52.html. Unión Europea: Consejo de la Unión Europea, Directiva 2013/32/UE del Parlamento Europeo y del
Consejo de 26 de junio de 2013 sobre procedimientos comunes para la concesión o la retirada de la protección internacional (refundición), 29 de
junio de 2013, OJ L. 180/60 -180/95; 29.6.2013, 2013/32/UE, http://data.europa.eu/eli/dir/2013/32/oj, artículo 6(1), 3er párrafo: ‘Los Estados
miembros velarán por que estas otras autoridades que es probable reciban solicitudes de protección internacional, tales como policía, guardias
de fronteras, autoridades de inmigración y personal de los centros de internamiento, dispongan de la información pertinente y su personal reciba
la formación necesaria del nivel acorde a sus funciones y responsabilidades, así como instrucciones, para informar a los solicitantes sobre dónde
y cómo pueden presentarse las solicitudes de protección internacional.’’
8
Véase. ACNUR, Nota sobre la no devolución (EC/SCP/2), 1977 párrafo 22.
un riesgo y sin medidas para proteger contra la devolución, sería discriminatorio y contrario
a las normas y estándares internacionales, en particular las vinculadas al principio de no
devolución.
4.3.2 Acceso al asilo:
El derecho de asilo está regulado por el Derecho Internacional y es una obligación de los
Estados. Queda recogido como derecho humano fundamental en el artículo 14 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y desarrollado en la Convención de Ginebra
de 1951 y su protocolo (Protocolo de Nueva York de 1967).
Así, toda persona tiene derecho de a buscar protección fuera de su país de origen o de
residencia habitual y disfrutar de ella en caso de huir de un conflicto que pone su vida en
peligro y tener fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión,
nacionalidad, opinión política o pertenencia a un determinado grupo social. La persecución
por motivos de género, incluida aquella motivada por la preferencia sexual y la identidad de
género, están incluidas en las causas de persecución que reconoce este derecho.
A través de la Convención Internacional de Ginebra se establece quién es una persona
refugiada y se decide a quienes se les garantiza el asilo.
4.3.3 El principio de no devolución:
El principio de no devolución prohíbe a los estados por el Derecho Internacional expulsar o
devolver a una persona al territorio de cualquier país en el que su vida o su libertad se
encuentran amenazadas o en el que pueda sufrir tortura, tratos inhumanos o vulneración de
sus derechos humanos fundamentales.
Los refugiados gozan primordialmente de protección para no ser regresados al país en el cual
enfrentan un riesgo de persecución. A esto se le conoce como el principio de no devolución
(non-refoulement).
Este principio, con frecuencia denominado la piedra angular de la protección internacional
del refugiado se encuentra contemplado explícitamente en el artículo 33(1) de la Convención
de 1951, en el cual se establece que ningún Estado podrá “por expulsión o devolución
(refouler), poner en modo alguno a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su
vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a
determinado grupo social, o de sus opiniones políticas.”
El reconocimiento formal del estatuto de refugiado no es requisito para la aplicación de la
protección contra la devolución. En el tanto los solicitantes de asilo podrían ser refugiados,
es un principio establecido del derecho internacional de los refugiados que no puedan ser
enviados de regreso o expulsados mientras no se haya tomado una decisión sobre su
solicitud.
Las excepciones al principio de no devolución son definidas de manera meticulosa. Tales
excepciones son permitidas solamente en circunstancias limitadas por el artículo 33(2) de la
Convención de 1951, en el cual se estipula que “no podrá invocar los beneficios [del artículo
3(1)] de la presente disposición el refugiado que sea considerado, por razones fundadas, como
un peligro para la seguridad del país donde se encuentra, o que, habiendo sido objeto de una
condena definitiva por un delito particularmente grave, constituya una amenaza para la
comunidad de tal país.”
4.3.4 El principio de no sanción por entrada y permanencia irregular:
No se impondrán sanciones penales o administrativas al solicitante de asilo por causa de su
entrada o presencia ilegales en el país.
Solamente se podrán aplicar las restricciones de circulación estrictamente necesarias hasta
que se haya regularizado la situación del solicitante en el país.
Se deben suspender los procedimientos (penales o administrativos) que se hayan iniciado por
ingreso ilegal, hasta tanto se determine por medio de resolución firme la condición de
refugiado del solicitante.
En caso de reconocimiento los procedimientos administrativos o penales abiertos por motivo
de ingreso ilegal serán dejados sin efecto siempre que las infracciones cometidas tuvieren su
justificación en las causas que determinaron su reconocimiento como refugiado.
4.3.5 El principio de unidad familiar:
La unidad de la familia, elemento natural y fundamental de la sociedad, es un derecho
esencial del refugiado y de los miembros de su familia. De conformidad a la Ley Orgánica de
Movilidad Humana, se aplica al cónyuge o pareja que formen una unión de hecho en
términos de la ley ecuatoriana y se establece la unidad familiar de parientes en el segundo
grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
Se deberá resolver en cada caso teniendo en cuenta el derecho vigente, las necesidades
invocadas por los solicitantes y los valores culturales de sus países de origen.
4.3.6 El principio de ayuda administrativa:
Cuando para el ejercicio de sus derechos y obligaciones el refugiado debiera en
circunstancias normales solicitar los servicios consulares de su país, las autoridades
competentes tomarán las medidas oportunas para asistirlo respetando su derecho a no
acudir a las autoridades de su país.
Los Estados firmantes de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951,
entre ellos el Ecuador, tienen la obligación de otorgar documentación de identidad que
permita la residencia y el trabajo a todos los refugiados que se encuentren en su territorio,
emitir documentos de viaje al refugiado, en caso que así se requiera, salvo que medien
razones imperiosas de seguridad nacional o de orden público para no hacerlo y reconocer
como válidos los documentos expedidos en virtud de la Convención de 1951.
4.4 Perfiles y necesidades específicas de protección identificadas en el Ecuador:
En cuanto a la situación de solicitantes de la condición de refugiado colombianos en Ecuador,
existe hoy en día una claridad sobre perfiles en mayor riesgo. La presencia de actores armados,
organizaciones y bandas criminales al margen de la ley producto de la post-desmovilización de
grupos guerrilleros y paramilitares a raíz de los Acuerdos de Paz en Colombia, han provocado
afectación a población en movilidad y a comunidades de acogida y han puesto en riesgo de
desplazamiento a las comunidades fronterizas.
Los procesos de paz no han logrado cesar el conflicto y existen Bacrims (bandas o pandillas) que
siguen manejando o controlando la zona, especialmente en Huila, Tumaco y la zona del Chocó.
Entre los perfiles con temor de persecución se encuentran: comunidades indígenas, grupos
afrodescendientes, personas que ejercen profesiones susceptibles a la extorsión, incluyendo a
trabajadores agrícolas y pequeños propietarios, campesinos, así como las personas que
participan en el comercio informal y formal. También hay un grupo bastante importante de
defensores de derechos humanos, incluyendo reclamantes de restitución de tierras y sus líderes.
Sobre la situación de solicitantes de la condición de refugiado venezolanos en Ecuador y aquellos
que se encuentran en situación migratoria irregular, existen perfiles que han sufrido graves
violaciones a los derechos humanos, así como falta de acceso a medicinas y al ejercicio de la
soberanía alimentaria y exposición gradual a la grave perturbación del orden público. Entre los
perfiles que más destacan están: exmilitares, exfuncionarios públicos, manifestantes en
protestas, perseguidos a manos de los “colectivos” y personas que sufren discriminación y
xenofobia.
Las personas en tránsito que también corren riesgos, sobre todo a la trata de personas con fines
de explotación sexual, mendicidad o cuestiones laborales forzadas. No hay garantías en el
tránsito y en ocasiones siguen existiendo riesgos de seguridad en el país de acogida. Incluso el
retorno genera nudos críticos de protección que desconocen el género, la diversidad y la
situación de vulnerabilidad de las personas.
En ambos escenarios existen necesidades y vacíos de protección a nivel nacional y local, sobre
todo en lo que tiene que ver a alternativas de regularización migratoria, acceso al trabajo, acceso
a la educación por falta de conectividad, acceso a documentación legal y acceso a la salud.
Siguen existiendo barreras al acceso al territorio con acceso reducido de actores humanitarios a
zonas de frontera y sigue primando el enfoque de seguridad sobre el enfoque de derechos
humanos.
4.5 Procedimiento para el reconocimiento de la condición de refugiado en Ecuador:
El procedimiento tiene tres espacios básicos: la solicitud, la entrevista y la decisión sobre la
situación del solicitante:
▪ Solicitud:
Una vez que se ha hace la solicitud, el art. 82 del Reglamento a la Ley Orgánica de Movilidad
Humana supone un mecanismo de aseguramiento de la defensa técnica. Al respecto, existe
una obligación de entregar a la Defensoría Pública el expediente de la persona e informar su
situación respecto a la persona en un plazo de 48 horas. Al respecto, la Corte Constitucional
establece un triple estándar:
a. Es el derecho del ciudadano de contar con una defensa técnica que defienda sus
intereses. No existe indefensión cuando no se quiere utilizar el derecho a la defensa11.
c. Esto obliga al juez: notificar a las partes, con la suficiente antelación, y no excluirlo
indebidamente en el proceso, garantizar el derecho de las personas a exponer sus
9
Art. 101 LOMH.- Calificación de solicitud y plazo para resolver. Toda solicitud de la condición de persona refugiada será calificada por la autoridad
de movilidad humana y deberá ser resuelta en un plazo de tres meses que podrá extenderse por treinta días cuando el caso requiera de mayores
elementos de juicio para su decisión.
10
Sentencia: 018-12-SIN-CC, 26 de abril del 2012, Magistrada Ponente: Dra. Nina Pacari Vega, Suplemento del Registro Oficial: Año III -- Quito,
miércoles 11 de julio del 2012 -- N.º 743, pp. 87-88.
11 Sentencia: 170-12-SEP-CC, Fecha: 26 de abril del 2012, Magistrado Ponente Dr. Hernando Morales Vinueza, Suplemento Registro Oficial (1): Año
▪ Entrevista de elegibilidad:
c. Posibilidad de segunda entrevista: dentro del plazo de los noventa días previstos para
resolver la solicitud, excepcionalmente la autoridad de movilidad humana podrá
convocar a una segunda entrevista.
Al respecto del contenido de la entrevista, el art. 103 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana la
autoridad de movilidad humana elaborará un informe técnico (llamado informe de admisibilidad)
que determinará la elegibilidad de la solicitud. El informe contendrá el registro de la solicitud,
criterio técnico de calificación de la misma y cualquier otro elemento de juicio. La autoridad de
movilidad humana deberá contrastar y corroborar la información proporcionada por el
solicitante.
Al respecto, el art. 75 del Reglamento a la Ley Orgánica de Movilidad Humana indica que la
determinación de la condición de refugiado se regirá por las disposiciones y principios
contemplados en la Constitución de la República, instrumentos internacionales de derechos
humanos14, Ley Orgánica de Movilidad Humana, disposiciones contempladas en el Reglamento,
13 Sentencia: 043-12-SEP-CC, Fecha: 20 de marzo del 2012, Magistrado Ponente Dr. Patricio Herrera Betancourt, Suplemento del Registro Oficial:
Año IV ‐ N.º 781 Quito, martes 4 de septiembre del 2012, p. 144.
14 Al respecto de los tratados internacionales, eso implica un ejercicio de “pacta sunt servanda” para hacer posible su aplicación de buena fe, se
debe verificar que lo pactado sea compatible con su ordenamiento interno con lo que el Ecuador no podría invocar las disposiciones de su derecho
y las resoluciones que adopte la autoridad de movilidad humana. En este caso, habría que hacer
un análisis triple: existencia de temor fundado, que este temor sea motivo de una persecución y
que este unido a una de las causas establecidas en el art. 98 de la Ley Orgánica de Movilidad
Humana, sea en su definición más restringida (Convención de Ginebra), o extendida (Declaración
de Cartagena).
Es sumamente importante recordar que debe durante el proceso probarse que el Estado de
origen del peticionario de protección internacional no quiere brindar protección o no puede
proporcionarla. Esto se debe a que el sistema de protección internacional de derechos humanos
es subsidiario, y debe mostrarse la ausencia de acción del Estado.
b. Recursos según la norma administrativa nacional, para que una instancia superior
analice su caso.
▪ Cláusulas de exclusión :
interno como justificación del incumplimiento de un Tratado. Corte Constitucional Ecuador. Sentencia: Ni 033-13-DTI-CC, del 26 de noviembre de
2013, Magistrado Ponente DR. Wendy Piedad Molina Andrade, Registro Oficial Nº 154 Suplemento, 3 de enero de 2014
Los casos de exclusión son escenarios legales que plantean situaciones muy particulares. Según
la doctrina, se refieren a aquellos casos de personas, que habiendo tenido los elementos de
inclusión (temor fundado a una persecución), sus actividades los hayan hecho no merecedores a
la protección internacional15. Esta es una consecuencia de la teorización de la persona humana
como un sujeto con derechos y obligaciones en el Derecho Internacional16.
En ningún caso podrá reconocerse la condición de refugiado por extensión, respecto de quien se
tuviere motivos fundados para considerar que incurrió en alguna de las causales de exclusión,
previstas en el artículo 106 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana, para lo cual se podrá
solicitar información a las autoridades competentes.
Con estos antecedentes, la siguiente sección del procedimiento será la entrevista de refugio, que
constituye el momento más importante del proceso de determinación del estatus de refugiado.
Dado que, como se ha explicado más arriba, es un sistema que implica varias habilidades
empáticas y prácticas que se propondrán como elementos para la discusión y análisis.
Para una mejor comprensión de los contenidos de esta guía, le invitamos a leer dos casos
importantes en la región:
▪ Caso 1: Pacheco Tineo vs. República Plurinacional de Bolivia (ver ficha técnica en el
siguiente link: https://www.corteidh.or.cr/tablas/fichas/pachecotineo.pdf)
▪ Caso 2: Sentencia del Caso No. 897-11-JP/20. Corte Constitucional del Ecuador. Garantías
mínimas en el proceso de determinación de la condición de refugiado. Jueza ponente:
Karla Andrade. (ver sentencia en el siguiente link:
https://www.funcionjudicial.gob.ec/www/pdf/Sentencia%20897-11-JP.pdf)
• Referencias bibliográficas:
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados. (2002). irectrices sobre la
protección internacional: “Pertenencia a un determinado grupo social” en el contexto del
Artículo 1A (2) de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y/o su
Protocolo de 1967. Ginebra: Acnur.
15
ACNUR, DIRECTRICES SOBRE PROTECCIÓN INTERNACIONAL. La aplicación de las cláusulas de exclusión: El artículo 1F de la Convención de 1951
sobre el Estatuto de los Refugiados, Párr. 2.
16 PASTOR RIDRUEJO, J. Curso de Derecho Internacional Público y organizaciones internacionales. Editorial Tecnos, Madrid, 2007, p. 188. Además,
el tema ha sido tratado en extenso, y como un medio de comparación, por la Corte Interamericana. Cfr. CIDH. Caso Tibi, nota 135, párr. 130; Caso
“Cinco Pensionistas”. Sentencia de 28 de febrero de 2003. Serie C No. 98, párr. 126; y Caso del Tribunal Constitucional, Párr. 89.
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. (2013). Investigación sobre
la Información de País de Origen, Manual de Formación. Ginebra: Acnur.
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. (2017). Global Trends.
Global Displacement in 2016. Ginebra: ACNUR.
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. (1998). Nota sobre la Carga
y el Mérito de la Prueba en las Solicitudes de Asilo. Ginebra: ACNUR. Recuperado de
www.acnur.org/biblioteca/pdf/1906.pdf.