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DE
D. TOMAS DE YRIARTE.
TOMO I.
•W -v<
Que comprehende las Fabulas Literarias , y
la Musica , Poema. >
EN MADRID:
En la Imprenta de Benito Cano.
mdcclxxx vil.
________________________
AL LECTOR.
EN EL TOMO IV.
EN EL TOMO V.
EN EL TOMO VI.
FÁBULA III.
El Oso , la Mona y el Cerdo.
Por casualidad.
Una flauta en ellos / ' '
Halló, que un Zagal
Se dexó olvidada
Por casualidad.
TOM. I. B
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FÁBULA IX. A todas sus razones
Contestaba la Pulga, no diciendo
La Hormiga y la Pulga. Mas que éstas , ú otras tales expresiones:
rn. Pues yá ; sí; se supone ; bien ; lo entiendo;
X ienen algunos un gracioso modo
De aparentar que se lo saben todo 5 Ya lo decía yo; sin duda; es claro;
Pues quando oyen , ó ven qualquiera cosa Está visto : ¿ tiene eso algo de raro ?
Por mas nueva que sea y primorosa, La Hormiga, que salió de sus casillas
Mui trivial y mui fácil la suponen, Al oir estas vanas respuestillas,
Y á tener que alabarla no se exponen. Dixo á la Pulga : Amiga , pues yo quiero
Esta casta de gente Que venga Usted conmigo al hormiguero.
No se me ha de escapar , por vida mía, Ya que con ese tono de maestra
Sin que lleve su fábula corriente, Todo lo facilita y da por hecho,
Aunque gaste en hacerla todo un dia. Siquiera para muestra,
A la Pulga la Hormiga refería Ayúdenos en algo de provecho.
Lo mucho que se afana, La Pulga, dando un brinco mui ligera,
Y con qué industrias el sustento gana; Respondió con grandísimo desuello;
De qué suerte fabrica el hormiguero; ¡Miren qué friolera!
Quál es la habitación, quál el granero; Y tánto piensas que me costaría?
Cómo el grano acarrea, Todo es ponerse á ello. . ..
Repartiendo entre todas la taréa; Pero.... tengo que hacer.... Hasta otro dia.
Con otras menudencias mui curiosas,
Que pudieran pasar por fabulosas,
Si diarias experiencias
No las acreditasen de evidencias.
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FÁBULA X. FÁBULA XI.
I
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Son Podencos : vaya, Al fin tal fue la cría , que ya el plato
Que no entiendes de eso—. Mas común y barato
Son Galgos te digo — Era de huevos frescos ; pero todos
Digo que Podencos. Los pasaban por agua ( que el Viajante
En esta disputa No enseñó á componerlos de otios modos.)
Llegando los Perros, Luego de aquella tierra un Habitante
Pillan descuidados Introduxo el comerlos estrellados.
A mis dos Conejos. ¡ O qué elogios se oyeron á porfía
Los que por qiiestiones De su rara y fecunda fantasía!
De poco momento Otro discurre hacerlos escalfados.. ..
Dexan lo que importa , ¡ Pensamiento feliz!... Otro , rellenos.. . .
Llévense este cxemplo. ¡Ahora sí que están los huevos buenos!
Uno después inventa la tortilla;
Y todos claman ya ¡ qué marabilla!
fábula XII. No bien se pasó un año ,
Quando otro dixo : sois unos petates,
Los Huevos. Yo los haité revueltos con tomates:
Y aquel ^uiso de huevos tan extraño,
Mas allá de las Islas Filipinas
Con que toda la Isla se alborota,
Hai una que ni se cómo se llama, Hubiera estado largo tiempo en uso,
Ni me importa saberlo , donde es fama A no ser porque luego los compuso
Que jamas hubo casta de gallinas, Un famoso Extrangero á la Hugonota.
Hasta que allá un Viagero Esto hicieron diversos Cocineros;
Llevó por accidente un gallinero. Pero ¡ que condimentos delicados
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No añadieron después los Reposteros! Soi de agua , tierra y aire:
Moles , dobles, hilados, Quando de andar me canso,
En caramelo , en leche, Si se me antoja , vuelo,
En sorbete, en compota, en escabeche. Si se me antoja , nado.
Al cabo todos eran inventores, Una Serpiente astuta,
Y los últimos huevos, los mejores. Que le estaba escuchando,
Mas un prudente Anciano Le llamó con un silbo,
Les dixo un dia : Presumís en vano Y le dixo : Seo guapo,
De esas composiciones peregrinas. No hai que echar tantas plantas;
¡ Gracias al que nos traxo las gallinas! Pues ni anda como el Gamo,
¿ Tantos Autores nuevos Ni vuela como el Sacre,
No se pudieran ir á guisar huevos Ni nada como el Barbo:
Mas alia de las Islas Filipinas ? Y así tenga sabido
Que lo importante y raro
No es entender de todo,
Sino ser diestro en algo.
FÁBULA XIII.
El Pato y la Serpiente.
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*•¿"■a orillas de un estanque
Diciendo estaba un Pato:
¿A qué animal dio el cielo
Los dones que me ha dado?
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Fábula XIV. E11 verano vas á un rincón:
Tú, Abanico , eres mueble inútil
El Manguito,
Quando el frió sigue al calor.
El Abanico y bl Quita-sol. No sabéis salir de un oficio.
S-
KJi querer entender de todo
Aprended de mí , pese á vos,
Que en el hibierno soi Para-aguas,
Es ridicula presunción,
Y en el verano Quita-sol.
Seivir sólo para una cosa
Suele ser falta no menor.
FÁBULA XV.
Sobre una mesa cierto diá.
Dando estaba conversación La Rana y el Renacuajo.
A un Abanico y a un Manguito
HSn la orilla del Tajo
Un Para-aguas ó Quita-sol;
Hablaba con la Rana el Renacuajo,
Y en la lengua que en otro tiempo
Alabando las hojas, la espesura
Con la Olla el Caldero habló, *
De un gran cañaveral, y su verdura.
A sus dos compañeros dixo:
Mas luego que del viento
¡O qué buenas alhajas sois!
El ímpetu violento
Tú , Manguito , en hibierno sirves;
Una caña abatió, que cayo al rio,
Alude á la Fábula que escribe Esopo del En tono de lección dixo la Rana:
a deio y ]a Olla , disculpándose con este exem- Ven á verla , hijo mió:
Plo la impropiedad en que parece se incurre Pxor defuera mui tersa, mui lozana;
hactendo hablar no sólo á los Animales , sino Por dentro toda fofa , toda vana.
aun a las cosas inanimadas , como son el Man Si la Rana entendiera Poesía, ,
guito , el Abanico y el Quita-sol. También de muchos versos lo diría.
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CÁBULA XVI. FÁBULA XVII.
*D
"e sus hijos la torpe Avutarda Calla tú , Paxarillo vocinglero ,
U pesado volar conocía, ( Dixo el Cisne al Xilguero:)
Leseando sacar una cría ^A cantar me provocas, quando sabes
Mas ligera , aunque fuese bastarda. Que de mi voz la dulce melodía
A este fin muchos huevos robados Nunca ha tenido igual entre las Aves?
Le alcotán , de xilguero y paloma, El Xilguero sus trinos repetía;
e perdiz y de tórtola toma, Y el Cisne continuaba : ¡ qué insolencia!
Y en su nido los guarda mezclados. ¡Miren cómo me insulta el musiquillo!
argo tiempo se estuvo sobre ellos j Si con soltar mi canto no le humillo,
' aunque hueros salieron bastantes, Pé muchas gracias á mi gran prudencia.
Produxeron por fin los restantes ¡Oxalá que cantaras!
Y anas castas de Páxaros bellos. ( Le respondió por fin el Paxarillo :)
La Avutarda mil Aves convida ¡Quánto no admirarías
°i’ lucirlo con cría tan nueva: Con las cadencias raras
5us Po^uelos cada Ave se lleva; Que ninguno asegura haberte oido,
Y hete aquí la Avutarda lucida. Aunque logran mas fama que las mías!...
Los que andáis empollando obras Quiso el Cisne cantar, y dio un graznido.
de otros,
Sacad , pUes , ¿ volar vuestra cría. ¡ Gran cosa ! ganar crédito sin ciencia,
dirá cada Autor: ésta es mías Y perderle en llegando á la experiencia.
Y Vereillos qué os queda á vosotros.
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FABULA XVIII. Coces tira.... y mordiscon:
Se vuelve contra el Ginete....
El Caminante ¡ O qué corcobo, qué envión!
Aunque las piernas apriete....
Y LA MüLA DE ALQUILER.
Ni por ésas.... Voto á quien!
Tj Barrabas que la sujete....
XX arta de paja y cebada Por fin , dió en tierra.... Mui bien!
Una Muía de alquiler ¿Y eras tú la que corrías h..
Salía de la posada,
¡ Mal muermo te mate , amen 1
Y tanto empezó á correr, No me fiaré en mis dias
Que apenas el Caminante De Muía que empiece haciendo
La podía detener. Semejantes valentías,
No dudó que en un instante Después de este lance, en viendo
Su media jornada haría 5
Que un Autor ha principiado
Pero algo mas adelante
Con altisonante estruendo ,
La falsa caballería
Al punto digo : cuidado’
Ya iba retardando el paso.__ Tente , hombre 5 que te has de ver
í Si lo hará de picardía 5... En el vergonzoso estado
Harre!... Te paras ?... Acaso De la Muía de alquiler.
Metiendo la espuela.... Nada.
Mucho me temo un fracaso....
Esta vara que es delgada....
Menos.... Pues este aguijón....
Mas ¿ si estará ya cansada ?
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FÁBULA XIX. Debe á mi auxilio el músico instrumento.
Tú , que satisfacción igual esperas,
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fábula XXVI. Está bien, dixo el León:
Yo te juro que en mis reinos
El Leon y el Águila.
No éntre mas. Pues en los míos,
Respondió el Aguila, menos.
dEd Aguila y el León
Desde entonces solitario
Gran conferencia tuvieron
Salir de noche le vemos 5
Para arreglar entre sí
Pues ni alados ni patudos
Cieitos puntos de gobierno.
Quieren ya tal compañero.
Dio el Aguila muchas quexas
Murciélagos literarios,
Del Murciélago, diciendo:
Que hacéis á pluma y a pelo ,
¿ Hasta quando este avechucho
Si queréis vivir con todos,
Nos ha de traher revueltos?
Miraos en este espejo.
Con mis Páxaros se mezcla,
Dándose por uno de ellos $
Y alega varias razones,
■Sobre todo, la del vuelo. FÁBULA XXVII.
Mas , si se le antoja , dice :
La Mona.
Hocico, y no pico tengo.
* Como Ave queréis tratarme ? Aunque se vista de seda
Pues Quadrupedo me vuelvo.
La Mona, Mona se queda.
Con mis Vasallos murmura
El refrán lo dice asi:
De los Brutos de tu imperio;
Yo también lo dire aquí?
Y quando con éstos vive,
Y con eso lo verán
Murmura también de aquéllos.
En fábula y en refrán.
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Un trage de colorines, Lo que averiguado está
Como el de los Matachines, Es que por fin llegó allá.
Cierta Mona se vistió; Vióse la Señora mia
Aunque mas bien creo yo En la amable compañía
Que su Amo la vestiría, De tanta Mona desnuda;
Porque difícil sería Y cada qual la saluda
Que tela y Sastre encontrase. Comò á un alto personage,
El refrán lo dice : pase. Admirándose del trage,
Viéndose ya tan galana, Y suponiendo sería
Saltó por una ventana Mucha la sabiduría,
Al tejado de un vecino, Ingenio y tino mental
Y de allí tomó el camino Del petimetre animal.
Para volverse á Tetuan. Opinan luego al instante.
Esto no dice el refrán ; Y nemine discrepante,
Pero lo dice una historia, Que á la nueva compañera
De que apenas hai memoria, La dirección se confiera
Por ser el Autor mui raro, De cierta gran correría
( Y poner el hecho en claro Con que buscar se debía
No le habrá costado poco.) En aquel pais tan vasto
El no supo , ni tampoco La provision para el gasto
Ele podido saber yo, De toda la Mona tropa.
Si la Mona se embarcó, (¡Lo que es tener buena ropa!)
O si rodeó tal vez La Directora, marchando
Por el Ismo de Suez: Con las huestes de su mando ,
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Perdió, no sólo el camino, FÁBULA XXVIII.
Sino, Jo que es mas, el tino 5
Y sus necias Compañeras El Asno y su Amo.
Atravesaron laderas,
Bosques, valles, cerros , llanos, Oiempre acostumbra hacer el vulgo necio
Desiertos, ríos , pantanos ; De lo bueno y lo malo igual aprecio.
Y al cabo de la jornada Yo le doi lo peor, que es lo que alaba.
Ninguna dió palotada: De este modo sus yerros disculpaba
Y eso que en toda su vida Un Escritor de farsas indecentes;
Hicieron otra salida Y un taimado Poeta que lo oía,
En que’ fuese el Capitán Le respondió en los términos siguientes:
■Mas tieso , ni mas galan. Al humilde Jumento
Por poco no queda Mona Su Dueño daba paja, y le decía:
A vida con la intentona; Toma, pues que con eso estás contento.
Y vieron por experiencia Díxolo tantas veces , que ya un dia
Que la ropa no da ciencia. Se enfadó el Asno, y replicó : Yo tomo
Pero sin ir á Tetuan, Lo que me quieres dar;pero,hombre injusto,
También acá se hallarán < Piensas que sólo de la paja gusto >
Monos que, aunque se vistan de Estudiantes, Dame grano, y verás si me le como.
Se han de quedar lo mismo que eran antes. Sepa quien para el público trabaja,
Que tal vez á la plebe culpa en vano;
Pues si en dándola paja, come paja,
Siempre que la dan grano, come grano.
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FÁBULA XXIX. Apenas le dieron suelta,
Huyendo con disimulo,
El Gozque y el Macho de noria. Llegó al campo, en donde un Mulo
A una noria daba vuelta.
JjElien habrá visto el Lector Y no le hubo visto bien,
En hostería ó convento Quando dixo : ¿Quien va allá?
Un artificioso invento Parece que por acá
Para andar el asador. Asamos carne también.
Rueda de madera es No aso carne 5 que agua saco,
Con escalones 5 y un Perro ( El Macho le respondió.)
Eso también lo haré yo,
Metido en aquel encierro
La da vueltas con los pies. (Saltó el Can) aunque estói flaco.
Parece que cierto Can Como esa rueda es mayor,
Que la máquina movía, Algo mas trabajaré.
Empezó á decir un dia: ¿ Tanto pesa?.... Pues ¿y qué?
Bien trabajo 5 y < qué me dan
* <No ando la de mi asador?
Me habrán de dar, sobre todo,
¡ Como sudo ! ai, infeliz!
Mas ración, tendré mas gloria....
Y al cabo , por grande exceso,
Entonces el de la noria
Me arrojarán algún hueso
Le interrumpió de este modo :
Que sobre de esa perdiz.
Que se vuelva le aconsejo
Con mucha incomodidad
Aquí la vida se pasa: A voltear su asador 5
Ále iré , no sólo de casa, Que esta empresa es superior
Mas también de la ciudad. A las fuerzas de un Gozquejo.
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i Miren el Mulo bellaco, 49
De registrar las doctas papeleras,
Y qué bien le replicó!
Y acribillar las páginas enteras.
Lo mismo he leído yo
Quiso luego la trampa
En un tal Horacio Flaco,
Que el perseguido Autor diese á la estampa
Que á un Autor da por gran yerro
Sus obras de eloqüencia y poesía:
Cargar con lo que después
Y aquel bicho travieso ,
No podrá llevar : esto es,
Si ántes lo manuscrito le roía,
Que no ande la noria el Perro.
Mucho mejor roía ya lo impreso.
Qué desgracia la mía!
(El Literato exclama :) ya estói harto
FÁBULA XXX. De escribir para gente roedora;
Y por no verme en esto , desde ahora
El Erudito y el Ratón.
Papel blanco no mas habrá en mi quarto.
JÁn el quarto de un célebre Erudito Yo haré que este desorden se corrija....
Pero sí : la traidora sabandija,
Se hospedaba un Ratón , Ratón maldito,
Pan hecha a malas mañas , igualmente
Que no se alimentaba de otra cosa
En el blanco papel hincaba el diente.
Que de roerle siempre verso y prosa.
El Autor , aburrido,
Ni de un Gatazo el vigilante zelo
Echa en \la tinta dosis competente
Pudo llegarle al pelo,
De solimán molido :
Ni extrañas invenciones
Escribe (yo no sé si en prosa ó verso:)
De varias é ingeniosas ratoneras,
Devora , pues; el animal perverso;
O el rejalgar en dulces confecciones
Y revienta, por fin.... ¡Feliz receta!
Curar lograron su incesante anhelo
( Dixo entonces el crítico Poeta :)
TOM.I. D
5o
Quien tanto roe, mire no le escriba Señor mío ,
Con un poco de tinta corrosiva. De ese brío 9
FÁBULA XXXIII.
TOM. I. E
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FABULA XL. Sobre la puerta
Su escudo de armas tiene
Hecho de piedra.
Los dos Huespedes. La deí otro á la vista
No era tan grande;
Mas dentro no faltaba
IPasando por un Pueblo Donde alojarse *,
Como que había
De la Montaña
Dos Caballeros mozos, Piezas de mui buen temple,
Claras y limpias.
Buscan posada.
Pero el otro palacio
De dos Vecinos
Del frontispicio
Reciben mil ofertas
Los dos Amigos. Era, ademas de estrecho,
Porque á ninguno quieren Obscuro y frió:
Hacer desaire, Mucha portada 5
En casa de uno y otro Y por dentro desvanes
A teja vana.
Van á hospedarse.
El que allí pasó un dia
De ambas mansiones
Mal hospedado ,
Cada Huésped la suya
Contaba al Compañero
A gusto escoge.
El fuerte chasco 5
La que el uno prefiere
Pero él le dixo:
Tiene un gran patio,
Otros chascos como ése
Y bello frontispicio
Dan muchos libros.
Como un palacio:
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FÁBULA XLI.
La Salvia me perdone;
Que al comercio su máxima se opone.
El Té y la Salvia. Si hablase del comercio literario,
Yo no defendería lo contrario;
Porque en él para algunos es un vicio
El Té, viniendo del Imperio Chino,
Lo que es en general un beneficio:
Se encontró con la Salvia en el camino. Y Español que tal vez recitaría
Ella le dixo : ¿ Adonde vas, Compadre ? —
Quinientos versos de Boileau y el Taso
A Europa voi , Comadre, Puede ser que no sepa todavía
Donde sé que me compran á buen precio. En qué lengua los hizo Garcilaso.
Yo (respondió la Salvia ) voi á Chinas
Que allá con sumo aprecio
Me reciben por gusto y medicina. (*)
FÁBULA XLIL
■ En Europa me tratan de salvage,
Y jamas he podido hacer fortuna. El Gato, el Lagarto y el Grillo.
Anda con Dios. No perderás el viage ;
Pues no hai Nación alguna Ello es que hai animales mui científicos
Que á todo lo extrangero En curarse con varios específicos,
No dé con gusto aplausos y dinero.
Y en conservar su construcción orgánica
*
)( Los Chinos estiman tanto la Salvia , que Como hábiles que son en la Botánica;
por una caxa de esta hierba suelen dar dos, y Pues conocen las hierbas diuréticas,
á veces tres , de Té verde. Véase el Dice, de Catárticas, narcóticas , eméticas,
Hist. Nat. de M. Valmont de Bomare en el ar Febrífugas, estípticas, prolíficas,
tículo Sauge.
Cefálicas también, y sudoríficas.
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í I
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7° De retumbantes voces el depósito
En esto era gran práctico y teórico Apuran , aunque salga un despropósito,
Un Gato , pedantísimo retórico, Caiga sobre su estilo problemático
Que hablaba en un estilo tan enfático Este apólogo esdrúxulo-enigmático.
Como el mas estirado Catedrático.
Yendo á caza de plantas salutíferas,
Dixo a un Lagarto : ¡ Que ansias tan mortíferas!
Quiero , por mis turgencias semi-hidrópicas, fábula xliii.
Chupar el zumo de hojas beliotrépicas.
Atónito el Lagarto con lo exótico
De todo aquel preámbulo extrambótico, La Música de los Animales.
No entendió mas la frase macarrónica
Que si le hablasen lengua Babilónica. Atención , noble auditorio ;
Pero notó que el charlatán ridículo Que la bandurria he templado,
De hojas de girasol llenó el ventrículo; Y han de dar gracias quando oigan
Y le dixo : Ya , en fin , señor hidrópico,
La xácara que les canto.
He entendido lo que es zumo beliotrópico.
En la Corte del León ,
¡ Y no es bueno que un Grillo, oyendo el diálogo, Lia de su cumple-años,
Aunque se fue en ayunas del catálogo Unos quantos Animales
De términos tan raros y magníficos, Dispusieron un sarao;
Hizo del Gato elogios honoríficos! Y para darle principio
Sí; que hai quien tiene la hinchazón por mérito,
Con el debido aparato,
Y el hablar liso y llano por demérito. Creyeron que una Academia
Mas ya que esos amantes de hiperbólicas
De música era del caso.
Cláusulas, y metáforas diabólicas,
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Como en esto de elegir Con qué agradable cadencia,
Los papeles adequados Con qué acento delicado
No todas veces se tiene La música sonaría,
El acierto necesario, No es menester ponderarlo.
Ni hablaron del Ruiseñor, Baste decir que los mas
Ni del Mirlo se acordaron, Las orejas se taparon,
Ni se trató de Calandria, Y por respeto al León
De Jilguero ni Canario. Disimularon el chasco.
Menos hábiles Cantores, La Rana por los semblantes
Aunque mas determinados, Bien conoció , sin embargo,
oe ofrecieron á tomar Que habían de ser mui pocas
La diversión á su cargo. Las palmadas y los bravos.
Antes de llegar la hora Salióse del corro, y dixo :
Del canticio preparado , ¡ Cómo desentona el Asno 1
Cada Músico decía: Este replicó : Los tiples
Ustedes verán qué rato: Sí que están desentonados.
al fín la capilla junta Quien lo echa todo á perder,
Se presenta en el estrado ( Añadió un Grillo chillando)
Compuesta de los siguientes Es el Cerdo. Poco a poco,
Diestrísimos Operarios : Respondió luego el Marrano:)
Los tiples eran dos Grillos 5
Nadie desafina mas
Rana y Cigarra , contraltos; Que la Cigarra, contralto.
Dos Tábanos , los tenoresj Tenga modo, y hable bien,
El Cerdo y el Burro, baxos» ( Saltó la Cigarra :) es falso:
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Esos Tábanos tenores y ios Compañeros tienen
Son los autores del daño. La culpa, si sale malo!
Corto el León la disputa,
Diciendo : Grandes bellacos,
< Antes de empezar la solfa
fábula xliv.
No la estabais celebrando?
Cada uno para sí La Espada f a Asador.
Etetendía los aplausos,
Como que se debería Sirvió en muchos combates una Espada
iodo el acierto á su canto; TerSa fina, cortante , bien templada,
Mas viendo ya que el concierto La mas famosa que salió de mano
Es un infierno abreviado, De instale lubricante Toledano,
Nadie quiere parte en él, w pisando a poder de varios dueños,
Y á los otros hace cargos. y airosos los sacó de mil empeños.
Jamas volváis á poneros Vendióse en almonedas diferentes,
En mi presencia : mudáos; Hasta que por extraños accidentesi
Que si otra vez me cantáis, Vino , en fin , á parar (i quien o d. ■1
Tengo de hacer un estrago. A un obscuro rincón de una hostería,
i Así permitiera el cielo Donde, qual mueble inútil,, arrimada,
Que sucediera otro tanto, Se tomaba de orín. Una Guada
Quando, trabajando á escote J J «n Amo el Posadero ,
Por mandado de su Amo ci
Tres Escritores, ó quatro , Que debía de ser gran majadero ,
Cada qual quiere la gloria,
la llevó una vez á la cocina;
Si es bueno el libro, ti mediano; Atravesó con ella una gallina;
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Otros hai que traducen las peores,
Y héteme un asador hecho y derecho
Y venden por Espadas Asadores.
La que una Espada fue de honra y provecho.
-Mientras esto pasaba en la posada, í .
En la Corte comprar quiso una Espada
FÁBULA XLV.
Cierto recien-llegado Forastero,
Transformado de Payo en Caballero. Los quatro Lisiados.
El Espadero, viendo que al presente
Es la Espada un adorno solamente, Un Mudo á nativitate,
Y que pasa por buena qualquier hoja,
Y mas sordo que una tapia,
Siendo de moda el puño que se escoja,
Vino á tratar con un Ciego
Díxole que volviese al otro día.
Cosas de poca importancia.
Un Asador que en su cocina había
Hablaba el Ciego por señas ,
Luego desbasta, afila y acicala,
Que para el Mudo eran claras 5
Y por Espada de Tomas de Ayala
Mas hízole otras el Mudo,
Al pobre Forastero, que no entiende
Y él á obscuras se quedaba.
Te semejantes compras , se le vende 5
En este apuro, traxeron ,
Siendo tan picaron el Espadero
Para que los ayudara ,
Como fué mentecato el Posadero.
A un Camarada de entrambos,
í Mas de igual ignorancia ó picardía Que era Manco por desgracia.
Nuestra Nación quexarse no podría
Este las señas del Mudo
Contra los Traductores de dos clases,
Trasladaba con palabras,
Que infestada la tienen con sus frases ?
Y por aquel medio el Ciego
Unos traducen obras celebradas,
Del negocio se enteraba.
Y en Asadores vuelven las Espadas:
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Por último resultó Bien pudiera sospecharse
De conferencia tan rara Que estaba adrede inventada
Que era preciso escribir Por alguno que con ella
Sobre el asunto una carta. Quiso pintar lo que pasa
Compañeros (saltó el Manco ¡ Quando juntándose muchos
Mi auxilio á tanto no alcanza ; En pandilla literaria,
Pero á escribirla vendrá Tienen que trabajar todos
El Dómine , si le llaman. Para una gran patarata.
5 Qué ha de venir ( dixo el Ciego)
Si es Coxo , que apenas anda?
Vamos : será menester FÁBULA xlvi.
Ir á buscarle á su casa.
Así lo hicieron y al fin El Pollo y los dos Gallos.
El Coxo escribe la carta,
Díctanla el Ciego y el Manco, Un Gallo, presumido
Y el Mudo parte á llevarla. De luchador valiente,
Para el consabido asunto Y un Pollo algo crecido ,
Con dos personas sobraba 5 No sé por qué accidente,
Mas como eran ellas tales, Tuvieron sus palabras , de manera
Quatro fueron necesarias. Que armaron una brava pelotera.
Y á no ser porque ha tan poco Dióse el Pollo tal maña,
Que en un Lugar de la Alcarria Que sacudió á mi Gallo lindamente,
Acaeció esta aventura , Quedando ya por suya la campaña.
Testigos mas de cien almas, Y el vencido Sultán de aquel Serrallo
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Dixo , quando el contrario no lo oía: FÁBULA XLVII.
Eh! con el tiempo no será mal Gallo:
El pobrecillo es mozo todavía. La Urraca y la Mona.
Jamas volvió á meterse con el Pollo;
Mas en otra ocasión , por cierto embrollo, «Á. una Mona
Tú amontonas,
FÁBULA XLVIIL
Mentecata,
Trapos viejos El Ruiseñor y el Gorrión.
Y morralla;
Mas yo , nueces, Siguiendo el son del organillo un dia,
Avellanas, Tomaba el Ruiseñor lección de canto ,
Dulces, carne Y á la xaula llegándose entretanto
Y otras quantas El Gorrión parlero, así decía:
Provisiones
¡Quanto me marabillo
Necesarias. De ver que de ese modo
<Y esta Mona Un páxaro tan diestro
Redomada A un discípulo tiene por maestro !
Habló sólo Porque, al fin,lo que sabe el organillo,
Con la Urraca? A ti lo debe todo.
Me parece A pesar de eso ( el Ruiseñor replica)
Que mas habla Si él aprendió de mi , yo de el api endo.
Con algunos A imitar mis caprichos el se aplica;
Que hacen gala Yo los voi corrigiendo
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Con arreglarme al arte que él ensena? Y el rudo Jardinero
Y así pronto verás lo que adelanta Tan puntual le obedece,
Un Ruiseñor que con escuela canta. Que las plantas no riega
Para que el agua del pilón no merme.
< De aprender se desdeña
El Literato grave ? Al cabo de algún tiempo
Pues mas debe estudiar el que más sabe El Amo al jardín vuelve?
Halla secas las flores?
Y amostazado dice de esta suerte:
Hombre , no riegues tanto ,
fábula xlix. Que me quede sin peces?
El Jardinero y su Amo. Ni cuides tanto de ellos ,
Que sin flores, gran bárbaro , me dexes.
La máxima es trillada?
un jardín de flores
Había una gran fuente, Mas repetirse debe:
Cuyo pilón servía Si al pleno acierto aspiras,
De estanque á carpas, tencas y otros peces. Une la utilidad con el deleite.
Unicamente al riego
El Jardinero atiende,
De modo que entretanto
Los peces agua en que vivir no tienen.
Viendo tal desgobierno,
Su Amo le reprehende ?
Pues aunque quiere flores,
Regalarse con peces también quiere :
88 89
fábula l. Ea , váya! es incapaz
Los nos Tordos. Que eso pueda valer nada.
Yo tengo fruta mayor
Persuadía un Tordo , avuelo, En una huerta, y mejor.
Lleno de años y prudencia, Veamos , dixo el Anciano 5
A un Tordo su nietezuelo, Aunque sé que mas valdra
Mozo de poca experiencia, De mis uvas sólo un grano.
A que , acelerando el vuelo, A la huerta llegan ya5
¡Viniese con preferencia Y el Joven exclama ufano:
Acia una poblada viña, ¡Qué fruta! qué gorda está!
E hiciese allí su rapiña, <No tiene excelente traza?....
¿ Esa viña donde está ? ^Y qué era?.—• Una calabaza.
Que un Tordo en aqueste engaño
( Le pregunta el Mozalbete)
¿ Y qué fruto es el que da?_ Caiga , no lo dificulto 5
Hoi te espera un gran banquete, Pero es mucho mas extraño
(Dice el Viejo : ) ven acá : Que hombre tenido por culto
Api ende á vivir, pobrete. Aprecie por el tamaño
Y no bien lo dixo, quando Los libros y por el vulto.
Las uvas le fué enseñando. Grande es, si es buena, una obra,
Al verlas salto el Rapaz: Si es mala, toda ella sobra.
í Y esta es la fruta alabada
Le un páxaro tan sagaz?
1 Qué chica! qué desmedrada !
9o 91
FÁBULA LI. fábula lii.
El Fabricante de Galones El Cazador y el Hurón.
♦
y la Encaxera. C3argado de conejos,
ton. r. o
98 99
FABULA LVII. Toma la pluma;
De nuevo mira;
El Naturalista y las Lagartijas. Escribe un poco ;
Recapacita.
"V ió en una huerta
Sus mamotretos
Dos Lagartijas Después registra;
Cierto curioso Vuelve á la propia
Naturalista. Carnicería.
Cógelas ambas, Varios curiosos
Y á toda prisa De su pandilla
Quiere hacer de ellas Entran á verle:
Anatomía. Dales noticia
Ya me 1ra pillado De lo que observa:
La mas rolliza; Unos se admiran:
Miembro por miembro Otros preguntan,
Ya me la trincha; Otros cavilan.
El microscopio Finalizada
Luego la aplica. La Anatomía,
Patas y cola, Cansóse el Sabio
Pellejo y tripas, De Lagartija.
Ojos y cuello , Soltó la otra
Lomo y barriga , Que estaba viva.
Todo lo aparta, Ella se vuelve
Y lo examina. A sus rendijas,
c 2
100
IOI
En donde, hablando ¿Y querrán luego
Con sus Vecinas, Que no se engrían
Todo el suceso Ciertos Autores
Las participa. De obras iniquasí
No hai que dudarlo , Los honra mucho
Nó , (las decía :) Quien los criticá.
Con estos ojos Nó seriamente j
Lo vi yo misma. Mui por encima
Se lia estado el Hombre Deben notarse
Todito un día Sus fruslerías j
Mirando el cuerpo Que hacer gran caso
De nuestra Amiga. De Lagartijas
hai quien nos trate Es dar motivo
De Sabandijas í De que repitan:
Como se sufre Valemos mucho,
Tal injusticia, Por mas que digan.
Quando tenemos
Cosas tan dignas
De contemplarse
Y andar escritas ?
No hai que abatirse,
Noble quadrilla:
Valemos mucho,
Por mas que digan.
G3
103
102
De la verdad. Entonces advirtieron
FÁBULA LVIII. Que uno tenia el quarto, otro la media,
Otró las dos y veinte y seis minutos,
La discordia de los Reloxes.
Este catorce mas, aquel diez menos.
Oonvidados estaban á un banquete No hubo dos que conformes estuvieran.
En fin , todo era dudas y qüestiones.
Diferentes Amigos, y uno de ellos,
Pero á la Astronomía cabalmente
Que , faltando á la hora señalada,
Era el Amo de casa aficionado;
Llegó después de todos, pretendía
Y consultando luego su infalible,
Disculpar su tardanza. ¿ Qué disculpa
Arreglado á unai exacta meridiana,
Nos podrás alegar? (le replicaron:)
Halló que eran las tres y dos minutos,
El saco su Relox 5 mostróle , y dixo :
Con lo qual puso fin á la contienda,
¿No ven Ustedes como vengo á tiempo?
Y concluyó diciendo : Caballeros,
Las dos en punto son---- ¡ Qué disparate!
Si contra la verdad piensan que vale
( Le respondieron) : tu Relox atrasa
Citar autoridades y opiniones,
Mas de tres quartos de hora..__ Pero, Amigos,
Para todo las hai 5 mas, por fortuna ,
(Exclamaba el tardío Convidado)
Ellas pueden ser muchas, y ella es una.
<Qué mas puedo yo hacer que dar el texto?
Aquí esta mi Relox.... Note el curioso
Que era este Señor mió como algunos
Que un absurdo cometen, y se escusan
Con la primera autoridad que encuentran.
Pues, como iba diciendo de mi cuento,
Todos los circunstantes empezaron
A sacar sus Reloxes en apoyo
104 I05
FÁBULA LIX. El Topo á cada paso
Daba veinte traspiés,
El Topo y otros Animales. Porque tiene los ojos
Cubiertos de una piel;
CJiertos Animalitos,
Y á la primera vuelta,
Todos de quatro pies, Como era de creer,
A la gallina-ciega Eacilísimamente
Jugaban una vez. Pillan á su merced.
Un Perrillo, una Zorra De ser gallina-ciega
Y un Ratón, que son tres; Le tocaba la vez;
Una Ardilla, una Liebre Y < quien mejor podía
Y un Mono, que son seis. Hacer este papel?
Este á todos vendaba Pero él con disimulo,
Los ojos, como que es Por el bien parecer ,
El que mejor se sabe Dixo al Mono ; i Qué hacemos ?
De las manos valer. .Vaya ;me venda Usted?
Oyó un Topo la bulla, Si el que es ciego y lo sabe,
Y dixo : Pues pardiez Aparenta que ve ,
Que voi allá , y en rueda ¿Quien sabe que es idiota,
Me he de meter también. Confesará que lo es?
Pidió que le admitiesen;
Y el Mono mui cortes
Se lo otorgó (sin duda
Para hacer burla de él.)
io6
FÁBULA LX. FÁBULA LXI.
. i ’ • i «•'•y t . 1
, - •- • • . • -. . J. . -__
H4
120 121
hombres grandes de la antigüedad : el mé- las suponen de fácil execución. Pág. ih.
rito está en imitarlos.
Pdg. 9.
Fábula X. La Parietaria y el Tomillo.
Fabula V. Eos dos Loros y la Cotorra.
Nadie pretenda ser tenido por Autor sólo
Los que corrompen su idioma , no tienen con poner un ligero prólogo , o algunas
otro desquite que llamar Puristas á los que notas á libro ajeno. Tág- 20.
le hablan con propiedad , como si el serlo
fuera tacha.
Pág. 10. Fábula XI. Los dos Conejos.
También suele ser nulidad el no saber mas Hai malos Escritores que se lisonjean fácil
mente de lograr fama postuma, quando no
que una cosa : extremo opuesto del defecto
reprehendido en la fábula antecedente. Pág 26. han podido merecerla en vida. Eag.
Mui ridículo papel hacen los Plagiarios que Alguno que ha alabado una obra ignorando
que lo sabe.
Fábula XVII. El Xilguero y el Cisne.
Fábula XXII. La Lechuza-.
Nada sirve la fama, si no corresponden las
Y
obras- Pág. 29.
Fábula XXIII. ÍM Eerros y el Trapero.
Fábula XVIII. El Caminante y la Muía de alquiler.
Atreverse á los Autores muertos , y nó á los
Los que empiezan elevando el estilo , se vivos,no sólo es cobardía , sinó traición. Pág. j
Quando se trabaja una obra entre muchos, Fábula XLVIII. El Ruiseñor y el Gorrión,
cada uno quiere apropiársela si es buena, y
echa la culpa á los otros, si es mala. P¿g-, y Nadie crea saber tanto , que no tenga mas
que aprender. Pág. 8p.
Fábula XLIV. La Espada y el Asador.
Fábula XLIX. El dardinero y su Amo-.
Contra dos especies de malos Traduc La perfección de tina obra consiste en la
tores.
Unión de lo útil y lo agradable. Pág. 86.
las obras que un particular puede desempe No se han de apreciar los libros por su vul
ñar por sí sólo , no merecen se emplee en
to , ni por su tamaño. Pág. 88.
ellas el trabajo de muchos hombres. p^ --
Fábula XLVI. El tollo y ¿ ios Gallos. Fábula LI. El Fabricante de Galones y la Encaxera.
Hai Correctores de obras ajenas , que añaden Fábula LXI. El Sapo y el Mochuelo.
mas errores de los que corrigen. Pdg. 97.
Llai pocos que den sus obras á luz con aque
Fábula LVII. El Naturalista y las Lagartijas. lla desconfianza y temor que debe tener to
do Escritor sensato. Pdg. 107.
A ciertos libros se les hace demasiado favor
en criticarlos. Eág. 98. Fábula LXII. El Burro del Aceitero.
i 3
135
134 16. Endecasílabos sueltos. Fáb. LVIII.
17. Endecasílabos con quebrados de seis silabas.
GÉNEROS DE METRO
Fáb. LXVI.
18. Liras de seis versos. Fáb. LI.
USADOS EN ESTAS FÁBULAS. 10. Quartetos decasílabos. Fab. XVI.
3o. Tersos de diez silabas y de seis, alternados, con
dos asonantes. Fáb.LXI. , ,
1. .Alexandrinos de catorce sílabas. Fáb. X. 51. Romance en versos de nueve sílabas.,
POEMA
186 187
De la misma que al número conviene 5 De las notas menores,
Pues si éste par , ó impar se determina Que se van abreviando por mitades,
El compás sólo tiene Y con tal progresión y tal medida,
Dimensión ya binaria , ya ternaria: Que la nota postrera,
Y aunque por una práctica arbitraria Sesenta y quatro veces repetida,
Compases diferentes se introducen, Es igual en valor á la primera.
A dos géneros simples se reducen: Todas, al mismo paso que padecen
El uno cuyo tiempo es par , ó doble, Del tiempo en la demora algún descuento,
(Pues en dos movimientos se divide) En el número crecen;
Y que hoi se llama el mas perfecto y noble ; Y de la duración el detrimento
El otro que partido en tres se mide, Compensan y subsanan
Desigual , imperfecto y claudicante: Con lo que así multiplicadas ganan.
Y en ambos con rigor se subdivide
La duración de cada breve instante. XII. Mas ¿ qué figura, larga ó diminuta,
Con siete caracteres, distingidos Señalando á las voces
Sólo por su color, ó su figura, Una medida cierta y absoluta,
El arte nos indica quanto debe Puede hacerlas pausadas, ó veloces
Prolongarse el valor de los sonidos. En un grado invariable y positivo í
La nota principal, y que mas dura , Ninguna; pues la nota sólo observa
( Llamada semibreve ) Valor proporcional y respectivo
Todo un compás de quatro tiempos llena : Al impulso mas tardo, ú mas activo
Y por su fixa detención se ordena Que en el compás se toma y se conserva.
La serie de las varias cantidades, A esta diversidad de movimientos
Duraciones precisas, ó valores Sirven de norma y guía
/
l88 189
Ciertos aires, ya rápidos, yá lentos, Inxerir otros aires subalternos,
Con los quales el tiempo, sin que altere Que en el compás, ó dilatado, ó breve ,
Lo esencial de su ritmo y simetría, Tan sólo causan diferencia leve,
Mas dilación, ó mas presteza adquiere. Quales son el Largueto,
Así tal vez hallándose una nave Prestísimo , Andantino y Alegreto.
Ya del puerto á la vista,
Sabe el Piloto que una milla dista ; XIII. No basta, en fin, al Músico que mida
Pero el tiempo no sabe Las harmónicas frases
Que para navegaría se requiere; Según las dos especies de compases;
Pues según sople el viento fuerte, ó suave, Que sus porciones mínimas divida
Hará que se retarde, ó se acelere 5 Con variedad de notas; y gradúe
Y nunca habrá por eso hasta la orilla Aquel aire y exacto movimiento
Mas ni menos espacio que una milla. Que las desmaya , ó las infunde aliento;
La Italia, que á los signos musicales Muchas veces conviene que insinúe
Leyes y nombres en su idioma ha puesto, Con las esperas y las pausas tanto
Con Largo, Adagio, Andante, Alegro y Presto Como expresar pudiera con el canto.
Distingue los cinco aires principales. Imitando el enérgico artificio
Grave, espacioso y lánguido el primero ; Con que el Griego Timántes
Menos tardo el segundo, y reposado 5 Al pintar de Ifigenia el sacrificio,
Con moderado espíritu el tercero; Después que en las figuras circunstantes
El quarto, vivo, alegre y agitado; Apuró del dolor las expresiones,
Y el quinto, que veloz se precipita, Quiso indicar del Padre el desconsuelo,
Y, mas que la carrera, el vuelo imita. Cubriéndole el semblante con un velo;
Entre estos cinco suelen los modernos La Músicatambien con suspensiones,
190 191
Usa un estilo enfático y sublime, Y hermanando la ciencia y el ingenio,
Que perdiera en hablar lo que suprime. Del arte los prodigios examina,
Pero silencios hai de dos maneras: Proporciones recónditas calcula,
Unos tienen tan breves duraciones, Sus móbiles y causas especula,
Que el nombre se les da de aspiraciones; Y, en fin, de ellas deduce
Otros, que duran cláusulas enteras, Teórica doctrina
Se suelen distinguir con el de esperas: Que después á la practica reduce!
Y como á notas vivas equivalen, ¡ Dichoso aquél que, quando asoma el alba
Logran en el compás justa cabida 5 En el Mayo sereno,
Y es fuerza les igualen Se complace en salir al campo ameno,
En el valor, el aire, y la medida. Y oir la acorde salva
Con que la ofrecen dulces xilguerillos
XIV. Con estas oportunas reticencias Los obsequios mas gratos y sencillos!
El tiempo adquiere variedad y gracia , Quien goza este recreo, y de el sé agrada,
Y el sonido padece intercadencias Quien funda en él su estudio, es quien traslada
Que le dan gallardía y eficacia. Al papel, ó al harmónico instrumento
Mas ¡ quan en vano usar estos primores, De los afectos varios el acento,
Y otros no menos útiles, intenta Y habla á los corazones
El que no experimenta El idioma genial de las pasiones.
Los suaves movimientos interiores
Que en un pecho sensible
Debe causar la Música apacible!
¡Dichoso el que se inclina
A tal placer por su nativo genio,
192
193
argumento gunta en qué consiste la expresión musical , y
cómo se representan y excitan con ella las sensa
DEL CANTO SEGUNDO.
ciones y afectos y pasiones humanas. Salido sa
tisface la curiosidad de la Pastora en un razo
Expresión musical. namiento didáctico , que abraza todo lo prin
cipal de tan dilatada materia.
I. Eficacia que por sí solo tiene el tono ú
^^jueda sentado al fin del Canto primevo que
acento para la expresión y mocion de los afec
de poco sirve a un Compositor la ciencia de los tos. II. Qué especies de sensaciones y pasiones
elementos ya explicados, si le falta la sensibili puede excitar la Música. III. División de ellas
dad y de la qual procede lo que en la Música en agradables y desagradables , según se ori
se llama expresión : y debiendo por conseqüèn ginan de los dos principios Deleite y Dolor.
cia tratar de ésta el presente Canto, se finge IV. La alegría , primera y mas natural sensa
en él correlativamente , nó como episodio , sino ción que se expresa con el canto : reglas prác
como parte mui esencial de la materia del Poe ticas para la Música de esta especie. V. Calma
ma puesta en acción , que un noble Joven , y tranquilidad del espíritu 5 y carácter de la Mu-
diestrisimo en la Música , se introduce disfra sica con que se expresa esta situación , no menos
zado en trage pastoril y con el nombre de que las imágenes gratas , y afectos tiernos que
Salido , entre los Pastores de la Arcadia , de de ella nacen , como el amor sereno, la clemen
seoso de ganar con su habilidad la gracia de cia , la blandura y la inocencia 7 el placer de la
la Zagala Criséa , tan conocida por su her vida del campo , el descanso , el sueno , &c.
mosura y esquivez , como por su afición á la VI. Valor marcial y heroico , y qué Música le
Música. Logra Salido el intento 5 y Criséa corresponde.
que ya se complace en ser su discipula , le pre- Vil. A las sensaciones agradables que dila-
TOM. I. N
■tan el corazón se siguen las desagradables que
9
le oprimen, Quatro diferentes especies de tristeza,
y medios de que se vale la Música para expre CANTO SEGUNDO.
sarlas. VIII. La ira, y qué Música la convie
ne. IX. El terror , y Música tétrica que le imi
ta. X. Conclusión del discurso del Pastor Salido, Jhn la más deliciosa
Y mas poblada aldea
De la feliz Arcadia residía
La Zagala Criséa,
Que así como de hermosa
Se llevaba entre mil la primacía,
También por desdeñosa
Ganó justa opinión y nombradla.
Con tal delicadeza
De oido la crió Naturaleza,
Y alma la dió tan dócil , e inclinada
A sentir de la Música el encanto,
Que en toda aquella rústica morada
Sólo algunos Pastores
Diestros en el tañido y en el canto
Osaban aspirar a sus favores.
Pero quiso el destino
Que á la gentil Serrana
Viese un Mancebo principal, vecino
N 2
196 W
De una ciudad cercana, Albogues, cornamusas , y trompetas
Dotado de viveza y gallardía, Humildes caramillos y panderos,
Y Músico extremado , á quien un día Chirimías , dulzainas y cornetas.
La afición á la caza El , en fin , distribuye
Por entre aquellas selvas conducía, A cada qual su parte;
Apenas de la Ninfa se apasiona, En el pronto manejo los instruye;
En trage pastoril ya se disfraza 5 Y en el difícil arte
Ya sólo aspira á merecer su agrado» De unirse con acierto,
Ya la patria abandona 5 Formando el mas unánime concierto,
Dexa su nombre 5 toma el de Salicio. Salicio , qual caudillo , dirigía:
En sus ágiles dedos confiado, Salicio en agradable poesía
Y en su halagüeña voz , nuevo exercicio Tal vez les inventaba las canciones,
Nueva mansión elige , y nuevo estado. Y del metro á las varias expresiones
Con la harmonía extraña Apropiaba la acorde sinfonía.
Que resonar solía en la cabaña Era su alegre orquesta
Del Forastero , á divulgarse empieza En' aquellos confines
La fama de su ingenio y su destreza. El alma de los públicos festines ;
Concurren los Zagales, Ni en toda la floresta
Que oyéndole , se admiran y suspenden, Se consagraban ya solemnidades
Y nuevos tonos de Salicio aprenden. En honor de las rústicas Deidades,
El los raros secretos musicales, Sin que en torno del ara
Discreto como afable , les explica -; El coro de Salicio resonara.
Perficíona después , y dulcifica Mil veces á las puertas de Crisca
Sus rabeles groseros, El fruto recogió de su tarea
n 3 xi
198 199
Con una repentina serenata; Y las alternativas
De encontrados afectos y pasiones.
Y mil veces la ingrata,
El desde luego á responder empieza,
AI dulce sueño dulces treguas dando,
Dexó , por escucharla, el lecho blando. Y las Ninfas del rio,
Que aquel sitio sombrío
¡Venturoso Pastor , que de esta suerte
Fertilizaba con su lento curso,
Calmar pudiste el ceño
Sacando de las aguas la cabeza,
Del mas hermoso y mas tirano dueño!
Le oyeron pronunciar este discurso.
Ya la tierna Criséa se divierte
«Mándasme referir , bella Pastora,
En aprender las reglas de tu escuela;
Efectos que se sienten y practican
Y con su grata voz y su vihuela
Mejor que se examinan y se explican.
Quiere honrar las tonadas . Mas ¿qué no emprenderá quien fiel te adorad
Por ti mismo compuestas y ensayadas.
¡ Felice yo , si, qual te agrada el arte,
Un dia , en fin, quando á la fresca sombra
Mi enseñanza también puede agradarte!
De los robustos árboles de un soto
Ambos yacían en la verde alfombra ,
I. La continua experiencia nos demuestra
Lugar el mas remoto
Que el tono ú el acento,
Del pastoril bullicio,
Aun sin llevar medido movimiento,
Ella curiosa preguntó á Salido ,
Ni sujetarse á riguroso canto,
En qué virtud , ó misterioso arcano
Tiene en el alma nuestra
La impresión consistía
Tan activo poder , dominio tanto,
Que en su ánimo causaba la harmonía;
Que persuade y conmueve
Y con qué arbitrios el ingenio humano
De un modo natural , fácil y breve.
Inventaba sonoras expresiones
Con él, aunque palabras todavía
Para pintar imágenes tan vivas,
n 4
200 201
' J
2I5
214 Y no siempre es debido que confunda
Todo el áfan que en la tristeza cabe,
El lúgubre carácter, y el horrendo :
Si se transporta á diapasón mas grave,
Este pide por sí confuso estruendo;
Miedo, pasmo y horror también explica.
Aquél los ecos débiles del piano,
El aire universal debe ser lento,
Que imitan sordo estrépito lejano.
Como de cada nota el movimiento,
Así el silencio de la noche obscura,
Siempre que alguna causa inesperada
Del árido desierto la aspereza,
JSuevos motivos de terror no añada,
O el retiro, la sombra y la tristeza
Que requieran impulso mas violento.
Del valle y la espesura;
Ni se ha de señalar con demasía
El asombro, pavor, remordimiento
El golpe del compás , porque no es justo
Del malhechor cruel, sanguinolento,
Observar estudiada simetría
Que pálidas fantasmas se figura;
En la turbada agitación del susto.
El tedio de la vida, el doloroso
Bien al contrario , el caprichoso gusto
Aspecto de miserias y de males;
Contratiempos emplea, y suspensiones,
La muerte y aparatos funerales ,
Haciendo que alternadas se subsigan
Todos dictan al Músico ingenioso
Figuras de diversas duraciones, Varios estilos de expresivo canto,
Que sin orden se sueltan, ó se ligan. Que agradar saben con el mismo espanto.
La voz, por otra parte, á los disones
Del género cromático recurre; X. Mas yo,Ninfa adorada, j por qué abuso
Y usa á menudo entonación profunda:
De la atención que á mi discurso prestas?
La orquesta en baxos igualmente abunda;
Quizá indiscreto fui, quizá difuso
Jamas en glosas frívolas incurre :
En recordarte músicas funestas.
Sólo el trino, y el trémulo mordente , No fueron ellas,nó,las que me han hecho
Para expresar la conmoción, consiente.
04
216
Conquistador de ese tirano pecho ;
argumento
Antes bien la apacible,
La tierna melodía del canto tercero.
Fue quien de duro le trocó en sensible.
A mi rabel esta fortuna debo, Dignidad y usos de la Música;
Y no le cambiaría
y especialmente el que tiene en el templo.
Por la dorada cítara de Febo.
¡Quan feliz y durable
Desde ahora será, quan envidiable Introducción de este Canto. I. Exposición gene
De nuestras voces y almas la harmonía,
ral de las prerogativas del arte músico ; y divi
Si me permites que ose sión de sus varios usos en quatro clases, conside
Llamarme tuyo al fin, llamarte mia!<e
rándole empleado en el templo , en el teatro , en
la sociedad , y en la soledad o retiro.
Así dixo Salido,
II. La Música usada en el templo por na
Y la bella Zagala sonrióse.
ciones antiguas y modernas. III. Carácter del
El cariño mas sincero y propicio canto llano. IV. Carácter del canto figurado.
Se divisó pintado en su semblante: V. Carácter del canto de órgano. VI. CziW
*-
En el del 'fino amante des de las voces humanas que componen el coro
Se asomaba la dulce confianza;
eclesiástico. VII. De los instrumentos usados en
Y ajenos de artificio, él , y principalmente del órgano. VIII. De los
Desden , olvido, zelos ó mudanza, géneros de Música que se estilan en el templo,
Se encaminan gozosos á la aldea
como alegre, deprecatorio , triste5 y de las can
Salido juntamente y su Criséa»
tadas , villancicos y oratorios. IX. Nombtanse
2l8
algunos famosos Compositores Españoles anti-
guos. Descripción de una oposición y según hoi se
practica en la capilla del Rei y insinuando de
paso guales son las circunstancias gue constituyen
la buena execucion instrumental. X. Exhorta
V osotros, o Censores
ción á los Jóvenes aplicados á la Música.
Orgullosos y adustos,
jueces tan insensibles como injustos,
Que el tesoro de músicos primores
Mirar soléis como recreo fútil,, .
Humilde profesión y ciencia inútil,
Si acaso no os contiene
El fundado temor de que condene
El orbe entero vuestro juicio vano,
Y abatir presumís un exercicio
ü En que el Ingenio y corazón humano
Hallan deleite unido al artificio,
Aprended en mis versos
Qual es su dignidad, y usos diversos.
/
2§2 283
Be ser tan nuevo siempre , tan copioso, De aquel placer que se introduce al alma
Que la curiosidad nunca se sacia En la quietud y silenciosa calma,
Be tus obras mil veces repetidas. Otros no menos útiles la debe
Antes serán los hombres insensibles Quando en medio del gozo y del bullico
Bel canto á los hechizos apacibles, Agilita los miembros, y los. mueve
Que dexen de aplaudir las escogidas De la festiva danza al exercicio.
Cláusulas, la expresión, y la nobleza El joven mas alegre, mas robusto,
Be tu modulación , ó la extrañeza Que baila sin cansancio, ni disgusto
Be tus doctas y harmónicas salidas. Desde que muere el día
Y aunque á tu lado en esta edad numeras Hasta que nace la siguiente aurora,
Tantos y tan famosos Compatriotas, Ni la décima parte de una hora
Tú solo por la Música pudieras Aquella agitación resistiría,
Bar entre las naciones Si tal celeridad y valentía
Vecinas, ó remotas No le diese la Música sonora,
Honor a las Germánicas regiones. Que la fatiga incómoda convierte
Tiempo ha que en sus privadas Academias En fácil diversión. No de otra suerte
Madrid a tus escritos se aficiona, Se rindiera el Soldado en su jornada ,
Y tú su amor con tu enseñanza premias, Si faltase la marcha acompasada.
Mientras él cada dia • Qué Noble en un saráo no se alienta
Con la inmortal encina te corona Quando el minué le determina y cuenta
Que en sus orillas Manzanáres cría. Claros y pareados los compases s
O quando la jocosa contradanza
VI. Pero asi como debe á la Harmonía Le dice mucho en poco, á semejanza
La humana sociedad el beneficio De las sucintas frases
A que el ingenio de un feliz Poeta
En público teatro congregados
En el breve epigrama se sujeta >
Distracción ingeniosa proporciona,
El rustico Aldeano,
En congresos privados
No menos que el plebeyo Ciudadano,
A honesta diversión los aficiona.
¿ En qué bárbaro clima
Y por fin , no contenta —
Al baile no se anima
Con este noble y triplicado empleo,
Con diversos tañidos,
Aun en la misma soledad se ostenta
Por costumbre heredados, nó aprendidos í
Dispensadora del mejor recreo.
Dígalo solamente Lejos de que se humille su grandeza,
El mas usual en la Española gente,
Entonces mas la exalta, y se acredita
Que en dos compases únicos , ceñidos
Hija de la sagaz Naturaleza,
A medida ternaria, Quando ya no la ocultan los dorados
Admitir suele exornación tan varia,
Techos de los magníficos estrados j
Que en ella los primores
Antes bien en los páramos habita ,
Del gusto , execucion y fantasía
En humildes apriscos,
Apuran los mas diestros Profesores :
Pajizas chozas, y marinos riscos,
El airoso Fandango , que alegría
Dictando facilísimos cantares
Infunde en Nacionales y Extrangeros ,
En el ocio , faenas y pesares.
En los Sabios y Ancianos mas severos. Pues < quien abrevia, sino el rudo canto
Los lentos días al Pastor que yace
VIL De esta suerte la Música los nombres
Entre sombríos árboles , entanto
De deleitable y útil se merece ; Que su rebaño quietamente pace í
Porque, después que al Criador ofrece
$ Qué otro recurso tiene el Marinero
Sus dones en el templo, y á los hombres
Que del rígido Enero
286 287
Las noches vela, al gobernalle asido > Prueba composiciones
¿ O el Pescador sufrido , De escogidos Maestros , ó engolfado
Que en la roca sentado con su cana, En propias invenciones,
Horas y peces juntamente engaña ? Las ensaya , las pule , las escribe ;
< Quien el trabajo alivia al que maneja Ya por doctos volúmenes percibe,
En dura tierra la encorvada reja, Y manda á la memoria
Al Segador rendido en el verano, De su ciencia las leyes y la historia;
Al solo Caminante , al Artesano ? O las obligaciones considera
El Desterrado , en fin , y entre cadenas Pq que le constituye su carrera,
El afligido Preso y el Cautivo Quando de los Autores
¡ Qué propicio consuelo y lenitivo Observa los aciertos , los errores.
No deben á la Música en sus penas! Entre ingenios fecundos y admirables
Múchos ve comparables
VIII. Mas si cantando se divierten ellos Con aquellos Pintores
Sin deliberación, por mero instinto ; Que amanerados llaman , porque todo
A sus solas recreo bien distinto Lo suelen dibuxar del mismo modo.
Suelen gozar aquéllos Otra uniformidad nota en algunos
Que por las reglas y el estudio saben Que un pasase repiten importunos.
Las perfecciones que en el arte caben. Reconoce la turba de Plagiarios,
Ni es dable que un vulgar entendimiento Que las truncadas cláusulas ajustan,
Justa idéa conciba Como en obras mosaicas se incrustan
Del deleite que logra quien cultiva Pequeñas piedras de colores varios.
Con reflexión el musical talento; Mira, por otra parte,
Pues ya sobre el harmónico teclado Los que afectando insólita y profunda
k
a88
Erudición del arte, Y que por el dictamen se dirigen
Consiguen que el Oyente se confunda De un Censor imparcial é inteligente.
En pueriles enigmas intrincados, De Músico instruido no se alabe
En laberintos , fugas cancrizantes, Quien no tenga á la vista sobre el clave
Y cánones perpetuos , ó trocados ; Estos y otros consejos que en el Lacio
(Que hai también en la Música Pedantes.) A los Poetas daba el cuerdo Horacio.
Luego examina el indiscreto bando El le dirá en su carta á los Pisones
De los que, amontonando Que , sin el arte, quien un vicio evita,
Notas , harpegios , trinos y posturas En vicio no menor se precipita.
Sin plan , sin orden claro, ni sentido, Así el Compositor , en ocasiones,
Imitan las pinturas Pensando ser fecundo , es redundante >
Chinescas , en que al bello colorido Estéril, quando aspira á ser conciso 5
Solamente se atiende , Si ser original y extraño quiso,
A. el dibuxo incorrecto no se entiende. En la nota incurrió de extravagante 5
Reflexiona quan pocos se limitan Por mucho arreglo , y demasiado pulso,
A la Música propia de su ingenio > En lo lánguido toca, y en lo insulso 5
Quan pocos se exercitan Y por libre y osada fantasía,
En discernir el genio Con frenética furia desvaría.
Que de cada instrumento es privativo , Sólo de estos escollos se liberta
Para no violentarle con un paso El Profesor que en su retiro acierta
Tal vez irregular , ó intempestivo 5 La senda de la gran Filosofía:
E infiere quan escaso Allí conoce , en fin , que es la Harmonía
El número es de aquéllos que corrigen Arte no ménos grato y necesario
Sus obras lentamente., Al hombre en sociedad que al solitario.
TOM. I. T
291
a composición música , siempre que el Autor los cree soluto que la califique de lo uno ni de lo otro : y por
necesarios para la expresión y gusto de ella. esto los Cantores suponen cantar siempre en tono na
tural , aunque en el papel que tienen presente haya
PAGINA ¿74. VERSO 9. muchos sostenidos, ó bemoles. Todo consiste en que
i¿uaks se suponen< consideran la nota que se elige por tónica , ya como
Los semitonos no son perfectamente iguales en la Ut ó Cesolfaut, si el modo es mayor , ó ya como La
teórica , aunque en la actual división práctica de nues ó Alamiré , si el modo es menor. Los demas tonos se
tra escala se usan como si lo fuesen ; y por est0 se reducen á la norma de estos dos primitivos y natura
aquí que se suponen iguales, y nó que lo son. les ; y así , explicado el orden de los intervalos que
componen el modo mayor en Ut o Cesolfaut , y el
PÁGINA 174. VERSO 21. menor en La ó Alamiré , se infiere qué puntos deben
Siu /artes suma, y sus distancias mida.
subir un semitono por medio del sostenido , ó baxar
Acaba de «pliego aquí, por nm un semitono por medio del bemol, para foimai los pio-
con de los tonos y semitonos , enya diversa colocación pios modos en otros tonos con la misma graduación
onstituye os dos modos mayor y menor en la escala y método.
«tornea, y p„r „tra; la natul.ateza ]a Esta doctrina se aclarara con un exemplo. Suponga-
IV v
mos que para un modo mayor se toma por nota tónica res sobre qualquiera tónica , cuya prolixa operación no
ó fundamental el segundo punto de la escala natural debe explicarse en un Poema , que sólo ofrece los ele
diatónica de Cesolfaut, el qual es Delasolré. Siguien mentos principales é invariables , sin descender a pre
do los grados naturales, encontramos que desde su ter ceptos subalternos.
cera , que es Fefaut, hasta su quarta , que es Gesolreut, La prueba mas evidente de que , como arriba se ha
hai la distancia de un tono entero , lo qual se opone al dicho , no hai en la naturaleza sostenidos ni bemoles,
precepto de los dos versos: es que si después de haber tocado , por exemplo , una
Mas de tercera á quarta se procede sonata por el término de Cesolfaut natural, se quiere
Por espacio de un solo semitono. tocar por el de Cesolfaut con siete sostenidos , se pue
Sera , pues, necesario subir aquel Fefaut un semitono de lograr el fin sólo con templar el instrumento medio
por medio de un sostenido para que se acerque al Ge punto mas alto , y tocar como en el tono natural: de
solreut , y este quede á la distancia de medio tono , y suerte que los mismos puntos que se hubieran llamado
nó de uno. sostenidos en el instrumento templado un semitono mas
En los dos versos siguientes se dice: baxo, se llaman naturales en el mismo instrumento tem
y lo mismo sucede plado un semitono mas alto. Concluyese de aquí que los
De la. séptima voz hasta la octava. sostenidos y bemoles son signos utilísimamente inventa
Luego sera necesario que el Cesolfaut, que por sí es dos para la escritura y execucion de la Música , y para
natural , y es la séptima nota de la escala de Dela ajustar los instrumentos con las voces humanas , peí o
solré , suba otro semitono , para que desde él hasta la que, sin necesitar de tales signos, se comprehende mui
octava haya también medio tono , y nó uno entero : de bien la naturaleza de los dos modos mayor y menor,
que resulta demostrado que el modo mayor en Delasolré que es lo que se quiere explicar en el lugar de este Poe
debe tener dos sostenidos, uno en Fefaut, y otro en ma , de que aquí se trata.
Cesolfaut, para que los grados de que se compone, ten Ultimamente , quando en una escala natural y diató
gan la misma distancia y orden que el modo mayor de nica , ó que se supone tal, se encuentra una nota que
Cesolfaut natural que se ha propuesto como por mo por accidente sube ó baxa un semitono ( en cuyo caso
delo. Lo mismo se requiere respectivamente para la aun la misma escala natural necesita del bemol , o del
formación de las restantes escalas, ó mayores , ó meno sostenido ) es porque la escala diatónica ha tomado pre$-
VI
cada alguna nota de la escala cromática. Y éstos son los PÁGINA 176. VERSO na.
principios mas sencillos a que se ha procurado reducir la
"Pero si la ingeniosa Melopéa , &c.
exposición del sistema músico en esta parte.
Llamaban los Griegos Melopéa el arte de componer
PÁGINA 17J. VERSO II.
un canto con buena melodía.
0 al mas profundo son del contrabaxo,
página 180. verso 14.
Hai varias disputas entre los Investigadores profundos
Su octava y quinta ,y su mayor tercera, &c.
del arte musico sobre fixar límites á la suma de los so
nidos que llaman apreciables , esto es á aquéllos que el En rigor , quando se hiere una cuerda sonora , no
oido humano puede percibir y apreciar clara y distinta resuenan su quinta y su tercera, sino la octava de la
mente , contando desde el mas grave hasta el mas agu quinta , que es la docena , y la doble octava de la ter
do. En este particular se puede decir del oido lo mis cera , que es la deci-setena, ó décima-séptima ; pero es
mo que de la vista. Hai hombre que ve perfectamente tos intervalos tan distantes se suelen reducir á los mas
un objeto , v. g. á doscientos pasos de distancia , y otro inmediatos para facilitar los cálculos de harmonía.
que á cinqüenta apenas le divisa. Del mismo modo un
PÁGINA 183. VERSO 17.
sonido que por ser demasiado profundo , ó demasiado
agudo, es inapreciable^^ ciertos oidos, será apreciable JEm que Guido Aretino , &c.
para otros mas delicados. Pero habiéndose de dar aquí A principios del siglo XI. el monge Benedictino
una idea general de que los sonidos tienen algun límite Guido de Arezzo , ó Aretino , reduxo el sistema músico
así en lo extremadamente alto como en lo extremada á la forma que hoi substancialmente conserva.
mente baxo , se dice , solo por via de exemplo , que el
PÁGINA 184. VERSO 3.
sonido mucho mas profundo que el diapasón del contra
De Zarlino , Salinas y Tartini, &c.
laxo , o mucho mas alto que el de un pito agudo , no
se puede discernir ni entonar claramente. Entre los doctos Escritores que se han dedicado á
restaurar é ilustrar la teorica de la Musica , merecen
particular distinción el célebre Español Francisco Sa
linas ; los Italianos Joseph Zarlino , Pedro Cerone
TOlVl. I< V
VIII
IX
( que aunque natural de Bérgamo , vivió- largo tiempo
página 186. verso 19.
en España , y escribió en Castellano ) Joseph Tartini,
y el P. Fr. Juan Bautista Martini; el Francés Juan Bau La nota principal, y que mas durat
tista Rameau , y el P. Atanasio Kírchér , Alemán : y Llamada semibreve, fyc.
aunque las opiniones de estos Maestros son á veces en
Aunque se conocen tres figuras que duran mas que
contradas , se elogian aquí imparcialmente las tareas de
el semibreve, y son breve , longa y máxima , tienen
todos ellos , porque unos y otros han contribuido al
ya poco ó ningún uso en lo moderno ; pues ligando
adelantamiento de la facultad por diversas sendas.
muchos semibreves continuos, se logra el mismo efecto
PÁGINA l8j. VERSO Ij. que escribiendo notas de mayor duración que el semi
Que era el compás varón, hembra el sonido. breve.
/ /
XI
ADVERTENCIAS
la etimología de este vocablo , y de la práctica de los
SOBRE EL CANTO SEGUNDO. que hablan bien. Va prevaleciendo tanto el abuso de
pronunciar Pantomina , que , á no hacer esta salva , se
expone á ser injustamente criticado el que diga Panto
PÁGINA 203. VERSO 13.
mima ; al modo que de poco tiempo á esta parte sue
y aun la adorna con pasos d. garganta , <&c,
le serlo qualquiera que fundado en el buen uso , y en
JLus glosas, por lo común , son adornos viciosos y de
la autoridad del antiguo Diccionario de la Real Aca
mal gusto; pero si, empleadas con moderación, pueden demia Española , pronuncia la x de la voz laxó como
alguna vez admitirse oportunamente , es en la expre c y s, y nó como j.
sión de la alegría. En otra qualquiera disposición del
PÁGINA 214. VERSO. 23.
ánimo parecen inverosímiles, y no excitan otro afecto
Sólo el trino y el trémulo mordente , &c.
que el de la admiración , guando se executan con des
treza. Los Facultativos curiosos podrán consultar acerca del
PÁGINA 203. VERSO 16. trino , del mordente , y otros adornos del canto lo que
Zoj juguetes festivos y graciosos , &c. escribe Juan Bautista Mancini en su libro intitulado Pi-
A la especie de Música que en este lugar se describe, Jlessionipratiche sul canto figurato , y principalmente
dan los Italianos el nombre de Scherzo; y los modernos el artículo X. pag. 155. y siguientes de la tercera edi
ción publicada en Milán año de 1777.
Compositores Alemanes la usan con singular acierto y
gracia. Esta consiste principalmente en la simetría y
ritmo señalado del compás , que aquí se llama sal
tante por falta de otro término mas recibido que ca
racterice el estilo de una Música viva, propia del baile
alegre.
También podrá notarse de paso ( aunque parezca
digresión ) que el Autor escribe después Pantomima
y nó Pantomina como algunos dicen por ignorancia de
V 3
XIII
S. Basilio ; pero no lo es tanto que contribuyó á lo mis PÁGINA 2V’ VERSO 13.
mo, también en Oriente , S. Juan Damasceno. El Abad Pues no hai tiple en violon, ni en contrabaxo, &c.
Martín Gerberto en su estimable obra De canta & mu-
El violon suele subir hasta tocar en algunos puntos
sica sacra aclara con suma erudición este y otros puntos
4. los baxos del tiple ; el violto y la viola , basar á al
mui importantes en la Historia de la Música. Véase
gunos de los medios del violon; y éste á algunos del
el tom. II. cap. I.
contrabaxo ; pero no hai instrumento que á un mismo
PÁGINA 228. VERSO 14. tiempo pueda comprender tan completamente como
Siendo todos los puntos veinte y siete, &c.
* czfifotix añusque notandi sunt Ubi mores. Vers. 156.
La extension total de las voces humanas desde lo In ■vitium ducit culta fuga , si cara arte. Vers. 31.
xvr XVII
el organo y el cIave todos Ios son;dos
TÁGIÑA 236. VERSO. 17.
xnente caben en la escala de los tiples, y en la de los
Del sentida mas pronto y delicado.
oaxos.
PÁGINA 233. VERSO 8.
Aures, quarum est judicium superbissimum. Cic. in
De Patino, Roldan , García, Viana, &c.
Orat. ad Brutum.
El plan de un Poema, que no debe degenerar en mera
narración histórica , no permite se citen aquí los muchos página 237. verso ai.
JDe los Instrumentistas de aquel coro.
insignes Maestros de Capilla que han florecido, y aun hoi
florecen en España ; y por eso únicamente se hace men No es exageración poética lo que aquí se dice en elo
ción de algunos de los antiguos, guales son Carlos Pa gio del floreciente estado que hoi tiene la orquesta de
tino , Juan Roldan, Vicente García, Matías Juan Via la Capilla del Rei. Confiesan los inteligentes y desapa
na (que pasa por inventor del baxo continuo ) Francis sionados que , aunque en varias Cortes de Europa hai
co Guerrero , Luis Victoria , Matías Ruiz , Christóval famosos Tocadores , en ninguna se halla un cuerpo de
Morales, Sebastian Duron , D. Antonio Líteres, D. Jo- ellos tan escogido como aquél. A lo ménos es constante
seph de San Juan y D. Joseph Nebra. que cada uno de sus individuos ha pasado por un exa
men y rigurosa prueba que no se acostumbra en otros
PÁGINA 233. VERSO II.
países ; por cuya razón ha parecido asunto digno de un
¡ Con quanto zelo expendes tus caudales , &c.
episodio en Poema escrito por un Español. Igual oposi
, Un acreditado y curioso Facultativo ha calculado que ción hacen respectivamente los Cantores ; pero se ha
solo en las Iglesias Catedrales y Colegiatas de esta Penín elegido como mas poética la descripción de la compe
sula que tienen Capillas formales, se empléan anualmen, tencia instrumental : y para dar mayor dignidad á la
te mas de 400® ducados de renta fixa para costear la materia , se habla sólo de la Capilla del Rei , aunque
Música consagrada al culto divino , sin contar los emo en otras varias del Reino se practican también oposicio
lumentos de cada Profesor en las fiestas particulares, que nes semejantes á la que aquí se describe.
solamente en Madrid se asegura ascienden á 20© pesos
anuales. r
ADVERTENCIAS IT. de su obra intitulada Saggio di Poesie Latine ed
Italiane, pag. 268.
sobbe ex, canto quabto, « Nicolás Jommelli nació en Atella en el Reino de
Ñapóles en 1714 , y murió en el mismo Ñapóles á 28
página 246. VERSO 9.' de Agosto de 1774. Se distinguía por la suavidad de
I /¿z, en vez de cantarse, se leía. su trato , y principalmente por su moderación en juzgar
de sus Compañeros , elogiándolos siempre , aunque al
sta avenguado que los Griegos y Latinos cantaban gunos de ellos no usaban igual moderación con él. Su
^ versos constantemente ; y por eso empezaban su$ instrucción no se limitaba a la profesión música j y es
Poemas duendo conpropiedad: Yo canto. Los modemos cribía algo en verso con bastante gusto. Ademas de
^onscrvam°s la costumbre de principiar los nuestros del haber hecho profundo estudio de Música práctica con
modo ’ sdl° Por . imitación de los antiguos; y á el famoso Leonardo Leo , había estudiado fundamen
ell la PractIca ya recibida nos autoriza para talmente la teórica en Bolonia baxo la dirección del cé
o , debíamos excusarlo; pues aunque recitemos ó lebre P. Martini, á quien no se desdeñó de sujetarse,
amemos los versos con alguna diferencia de la pro- aunque ya había compuesto dramas con feliz éxito en
nomb A eTm°S ¿e SU£rte *Ue P°d— los mejores teatros. Después de ser Maestro de uno de
nombre de verdadero canto. los Conservatorios de Venecia , y servir también en la
Iglesia de S. Pedro de Roma , pasó , llamado, á la Cor
PÁGINA 247. VERSO *13.
te del Duque de Wittemberg, en donde permaneció
celebre Jommelli, &c»
muchos años, tratado con suma distinción , y recom
Conviene dar aquí alguna noticia de este acreditado pensado generosamente por aquel Príncipe. El Rei de
--ompositor para justificar el motivo por que se ha pues, Portugal , aunque nunca logró atraherle á Lisboa , le
o en boca suya la descripción de la Música teatral; y señaló una crecida pensión, sin otra obligación que la
a este fin se extractará algo de lo que escribió el eru- de enviarle copias de todo lo que escribiese. Retirado á
'to Abate Mattei en la relación de las solemnes exequias Ñapóles con motivo de la enfermedad de su muger,
celebradas en Ñapóles á aquel Maestro el día 11 de No- pasaba quietamente la vida , habitando lo mas del tiem
viembie de 1774 , la qual se halla inserta al fin del tomo po en su bella casa de campo de Aversa.
Sus composiciones quedarán para eterno monumen nes, apenas se logra silencio en alguna aria de impor
to de su habilidad ; pero no hai muchas en Italia ; por tancia. Vino Jommelli á Nápoles , y escribió la Opera
que, estando en ánimo de volver á Alemania,dexótodos de la Armida; y ya sea porque se contuvo un poco , ó
sus papeles en Stutgard, y el Duque de Wittemberg ya porque los Cantores eran á la verdad mui hábiles,
los guarda zelosamente como un tesoro. Procuró Jom- y con su buena execucion hacían fácil lo difícil, tuvo
melli distinguirse de otros con un estilo enteramente la Armida la mas completa aceptación en el pueblo y
suyo : su fantasía era siempre fecunda , y sus vuelos entre los doctos. Compuso despues el Demofoonte , ale
siempre líricos y Pindáricos, pasando de unos tonos á jándose algo del gusto popular ; y sin desagradar al
otros^ de un modo nuevo y doctamente irregular. Es vulgo , agradó á los doctos tanto como la Armida. No
cribió infinitas obras , porque era casi Repentista ; y sin alguna imprudencia escribió despues la Ifigenia con
lo que es mas extraño , solía pecar por demasiado arti un estilo mas elevado y exquisito : el pueblo quedó
ficio y dificultad : defecto mas propio de quien escriba descontento , aunque para decir verdad , consistió en
poco con mucho estudio y timidez , que de quien es que muchos de los Cantores, que habían tenido poco
cribe impetuosamente y de improviso. Así como aquel tiempo para ensayar la Opera , concluida por Jommelli
mismo artificio y dificultad de sus obras le grangearon en el mismo dia en que se dió al teatro , la executaron
el aplauso de los inteligentes, le hicieron perder algu mui mal. A pocas noches dexó de representarse aquella
na vez en el teatro los del pueblo. Una Música ligada Opera que hoi se admira, y que corre y correrá por
como la suya, que pedía grande unión, execucion ex todos los claves como superior á las dos antecedentes;
celente , y silencio del auditorio , no podía hacer efecto pero éstas son las caprichosas alternativas del teatro.
en los ánimos desdeñosos, ó mal contentadizos de aque Contristóse Jommelli , y á poco tiempo le acometió
llos Italianos que dicen que la Música de Gluck , de un accidente de apoplexia. Restablecido despues, es
Jommelli , de Bach , de Hasse , &c. es áspera y de un cribió , aunque resentido , una cantada en celebridad
genio Tudesco, gustando mas délas Barcarolas de Ve- del parto de la Reina de Nápoles, en que hai admira
necia , y de aquel estilo mas lleno de flores y hojas bles trozos de Música : y su última obra fue el Mise~
que de fruto : ademas de que en casi todos los teatros rere á dos voces, puesto en verso Italiano por el citado
de Italia reina la confusión, no se atiende á la acción Sr. Mattei. »
el drama, y en medio de la distracción y conversacio El Escritor de quien se extractan estas noticias, sin
XXII
XXIIÍ
embargo de haber sido íntimo amigo de Jommelli, se
el género sinfónico Háyden , Vanhall, Schwindl, Gás-
explica con imparcialidad, y sin duda es de mucho peso
man , Juan , Carlos y Antonio Stámitz, Bach, Wagen
su voto en materias de gusto musical , así por haber
seil , Filtz , Cannabich , Cramer , Toesky , Vanmál-
compuesto una juiciosa Disertación sobre la Filosofía de
dere , Kamriiell , Camerlóchér , Schmidt , Dítters,
la .Música, como porque en su Traducción de los Salmos
Asplmair , Húeber ó Húber , Misliwececk (que tam
ha dado pruebas de gran manejo y delicadeza en la
bién ha compuesto con aceptación Música vocal) y otros
Poesía propia para el canto.
múchos de no inferior mérito , cuyos nombres, por su
PÁGINA 248. VERSO 20. dificultad y dureza para la pronunciación Española , no
No dudéis , Compañeros , les decía , &c. se han expresado en los versos de la Division V. del V.
Canto destinados á elogiar los Compositores Alemanes.
Las varias opiniones y partidos de algunas naciones
Por otra parte ¿ quien ignora lo que se ha adelantado
Europeas sobre preferencia en la Música han ocasionado la teórica en Francia con las obras de Mersenió, Sau-
desde mui antiguo , y hasta nuestros dias , contiendas
veur , Burettc , Nivers, Blainville , Rameau , Dalam-
capaces de intimidar y confundir á quien , sin prescindir bert, Rousseau , Serre , Roussier , Balliere , Mercadier,
de ellas , intente pronunciar juicio favorable , ó adverso
Jamard , Bethizy , y tantos profundos indagadores así
á qualquiera de aquellas naciones. El Autor de este Poe
de los fundamentos como de la historia, de la Música?
ma ha creido sin pasión que Españoles, Italianos, Fran
Y en fin ¿qué Profesor , ó Aficionado necesita mas que
ceses y Alemanes merecen elogios diferentes por haber recorrer su memoria para formar fácilmente un prolixo
sobresalido en diferentes ramos de la ciencia musical. catálogo de famosísimos Italianos, Maestros de Música
España ha producido los mas sabios é ingeniosos Maes
teatral ? Por tan justos motivos se puede afirmar , sin
tros de Música eclesiástica, de los quales se nombran agravio de ninguna de estas quatro naciones, que cor
algunos en el Canto III. pag. 233, y muchos mas podría
responde una gloria ( nó exclusiva, pero sí mui seña
citar el que de intento emprendiese escribir una Histo lada ) á España por su Música eclesiástica , á Italia por
ria de la Música Española. Los Alemanes y Bohemos se la del teatro, á Alemania por la instrumental, y á Fran
han distinguido modernamente en la Música intrumen- cia por los doctos escritos con que ha ilustrado la parte
tal, dando á su estilo nervioso y harmónico la gracia y
teórica y doctrinal del arte.
suavidad expresiva del Italiano. Bien conocidos son en
TOM. I. X
XXIV xxv
PAGINAIJI. VERSO 6. jor en expresar afectos. Pero aunque es indubitable que
nada ayudan á la invención del Músico las sentencias,
Patético el oboé , &c.
no podrá decirse tan absolutamente lo mismo de las
Lo patético se toma aquí, nó por triste y lánguido, comparaciones , si ofrecen imágenes que sean imitables
como ordinariamente se entiende , sino por expresivo y con la Música. Suelen los Poetas introducirlas tan in
capaz de mover las pasiones, que es lo que propiamente oportunamente , ó tan repetidas, que puede serles mui
se llama patético. Esta excelencia conviene al oboe con útil el prudente consejo que les ha dado el Señor Pla
particularidad , por ser el instrumento mas semejante nelli ; pero éste no es defecto de los Compositores Mú
á la voz humana. sicos con quienes aquí se habla , prescindiendo de la
qüestion puramente poética. Y supuesto que es tan fre-
PÁGINA <253. VERSO 18.
qiiente usar de sentencias, de metáforas , y de compa
De Phéon el Pintor sigue la idéa , &c.
raciones en las arias , parece que quedaría incompleta
yElian. Varix Historia; lib. II. cap. XLIV. la definición de éstas , si , considerándolas , nó como
son , sino como debían ser , sólo se dixcse que son can
página a;6. verso n.
ciones en que se expresan afectos.
Que Demetrio infelice , &c.
PÁGINA 257. VERSO IO.
Alude á la escena VII. del acto III. del Antígono de Hacen alarde canto y sinfonía , &■.
Metastasio , la qual ha sido puesta en Música por los
La voz sinfonía se usa aquí en su mas propio signi
mas célebres Compositores.
ficado , que es el de conjunto harmónico de una orques
PÁGINA 2^7. VERSO I. ta ; y nó en el de la composición que se llama también
Comparación , metáfora , ó sentencia , &c. obertura.
página 258. verso 9.
El Caballero Antonio Planelli en su tratado DelP Ope
0 convertir el canto en recitado.
ra in Música ( pág. 85.) defiende , con aquel delicado
gusto que reina en toda su obra , que así las máximas En arias de buenos Maestros se observa tal qual vez
ó sentencias, como las comparaciones, rara vez debie interrumpido el canto con algún verso recitado ; cuya
ran ser asunto de las arias, y que éstas se empléan me- expresión suele causar excelente efecto , y puede repu-
X 2
XXVI
XXVII
tarse por una de las fuentes de la variedad musical : aj
que aquí se le tributan , y al fin triunfará de las críticas
modo que. también lo son los arbitrios que aquí se in
con que han pretendido disminuir el mérito de sus
dican de mudar ya el compás, ya el aire ; pasar inopi
composiciones algunos Censores envidiosos, ó preocu
nadamente de un tono á otro ; y usar del unisono en
pados , de cuya persecución jamas pueden libertarse
ciertos pasages alternados con otros en que haya har
los hombres grandes , y particularmente los ingenios in
monía. De semejantes contraposiciones nace lo que en
ventores que se apartan del camino trillado.
la Música , como en la Pintura , se llama claro y obs
curo ; debiendo observarse que en él consiste casi todo
el atractivo de la Música moderna así vocal como ins
trumental , y que sólo el freqiiente uso que hoi hace
mos del piano y el fuerte , ha introducido en ambas una
variedad que hace nuevas las cosas mas oidas.
X 3
XXIX
otro alguno. Usando de ella, se llaman v. g. en este mis Sólo átu mimen , Háyden prodigioso , &c.
mo Canto llenos los que los Italianos llaman tutti en los Si el elogio de Joseph Háyden, óHéyden,se hubie
conciertos. se de medir por la aceptación que sus obras logran ac
tualmente en Madrid, parecería desde luego excesivo, u
apasionado. El Autor de este Poema , sin entrar en pa-
x4
XXXI
ralelos odiosos, ni querer obligar á sus lectores á ser PAGINA 188. VERSO l8.
tan parciales de Háyden como él mismo se precia de
serlo , se ha contentado con indicar algunas prendas que "En discernir el genio
Que de cada instrumento es privativo , &c.
mas sobresalen en las composiciones de aquel insigne
Maestro, y que nadie puede negarle , principalmente su Los Compositores deben conocer no solo el alcancé
fecundidad. Pero sin duda hallarán diminuto este elogio ó extensión de diapasones de las voces é instrumen
los que oigan sus varios juegos de sinfonías , ya con tos , sino también su peculiar modo de cantar, y ob
certantes , ya aquartetadas , sus quartetos , trios y sona servar las diferencias de efectos que un mismo pasage
tas , su Oratorio sacro intitulado II ritorno di Tobia á. produce según la voz , ó instrumento que le executa.
cinco voces, su Stabat mater á quatro , &c. Por falta de este conocimiento, algunos doctos Maestros
de Capilla han escrito pasos , que , siendo naturales y
PÁGINA 288. VERSO 4.
fáciles, v. g. en el órgano , se hacen violentos , ó impo
E11 laberintos, fugas cancrizaiites, &c.
sibles en el violín. Evitarán este inconveniente los que
Hasta en los errores es la Música hermana de la no contentos con estudiar la Música, estudien también la
Poesía ; pues así como el mal gusto ha introducido en mecánica de los instrumentos , sin cuya circunstancia
ésta los versos acrósticos, los retrógrados, los parano- queda imperfecta la ciencia de un Compositor.
másticos , los pies forzados, &c. también ha propagado
en aquélla las puerilidades y pedanterías de que aquí se PÁGINA 290. VERSO. 1O.
habla. Los que tengan curiosidad de conocer hasta qué Vinieron Poesía y Oratoria, &c.
pumo se ha sutilizado el difícil arte de componer en Quando en la Real Academia de S. Fernando se cele
semejante estilo , podrán ver el libro XXII. del Melo bra pública y solemne distribución de premios , se acos
so y Maestro de Pedro Cerone : obra tan docta como tumbra leer poemas y oraciones en elogio de las nobles
prolixa , en que su antiguo y estimable Autor se pro Artes que profesa ; y así no es ficción poética introdu
puso abrazar toda la facultad música , y por consiguien cir aquí la Poesía y la Oratoria como testigos de,aquel
te tuvo disculpa para no haber omitido el tratado que
acto.
intitula De los enigmas musicales.
XXXII
xxxiii
PÁGINA 291. VERSO f.
vendrán los Extrangeros que ignoran nuestro idioma , y
Otra Academia que á su cargo toma , &c. aun muchos Españoles que le hablan sólo por costum
Alude á la Real Academia Española, que ha empeza bre , sin detenerse en estudiarle.
do desde el año de 1778. á estimular á los ingenios, El Orador y el Poeta conocerán la fecundidad de
nuestra lengua, su magestad, su expresión, su gracia, su
proponiendo premios de Poesía y Eloqüencia.
docilidad para los diversos estilos; pero el Músico se
PÁGINA 294. VERSO f. contenta con juzgar de su harmonía. Y naciendo ésta
Edificar teatros desde ahora,&c. de la suavidad y de la variedad, a el pertenece de
mostrar quan felizmente concurren ambas calidades en
Merece leerse lo que acerca de la fábrica y conve
niente disposición de los teatros escribió el Conde Alga- el Castellano.
La suavidad A& las voces de un idioma consiste
rotti en el cap. VI. de su útilísimo Ensayo sobre la
Opera. principalmente en la abundancia de las vocales, por
página 296. verso 14. que ellas son las letras sonoras y cantables; y las con
Ea claridad, primero de sus dones. sonantes , que no pueden articularse por sí solas, úni
camente sirven de retardar, ó confundir el sonido de
Prima ést eloquentix virtus perspicuitas. Quintil. Inst.
las vocales. De este notorio principio resulta que * la
Orat. lib. II. cap. III.
lengua que mas abunda en ellas , sera la mas acomo
PÁGINA 296. VERSO 22.
dada para el canto , como lo es sin disputa la Italia
Pues sifuera de Italia me desvelo, lac. na , cuyas dicciones terminan ordinariamente en vocal.
Lo mismo sucede, aunque no con tanta freqiiencia, en
Aunque á los Lectores imparciales , y dotados de el Castellano ; al contrario de los idiomas septentrio
buen oido , que hayan examinado con atención la len nales, que no sólo en las terminaciones, sino también
gua Castellana , parezca desde luego justo el elogio que
en este lugar se hace de ella , considerándola , respecto
* Isaac Vosio Z>e Poematum cantu & viribus rythmi, pág- 53- Orr1’
al canto , superior a todas las que hoi se usan , después nino eos recte sentiré qui éxistimant prout quaeque lingua plunbus
de la Italiana ; no les desagradará ver explicada con al abundet vocalibus, tanto eam cultiorem esse censendam, nec qutd-
quam ornatui et elegantiae seque obesse quam. frequentiam conso-
gunas reflexiones esta verdad , en que tal vez no con-
narum.
XXXV
XXXIV
la. T) son poquísimas, como carcax , relote - , y así,
en los principios y medios de las palabras, suelen ad-
la "aspereza que realmente tienen , no perjudica á la
.mitir muchas mas consonantes que vocales. Ademas de
dulzura del total de la lengua. Si otras dicciones fina
esto debe notarse que las consonantes en que acaban los
lizan en las consonantes que se reprueban por duras,
vocablos Castellanos, son las menos duras; y así no
ó son nombres propios , por lo general exóticos, co
tienen sus finales en B , ni en C, ó K , ni en F, ni
mo Jacob, Dantzick, ó son mui contadas, como ze
en G, ni en LL, ni en M , ni en P, ni en T, co
nit, fagot, y alguna otra que difícilmente se encuentra.
mo acontece en varias voces latinas , v. g. ab, sub,
De aquí proviene que es en nuestra lengua incom
°b 3 ac , sic , hoc ; musam, dominum, sermonem-,
parablemente mayor el número de las voces sonoras
amat , monet , legit , sicut ; en algunas Francesas, y apacibles que el de las duras é ingratas. Pero toda
como sac, bec, public-, chef, travail, vermeib,
vía restan observaciones que pueden confirmar este su
cap, galop , &c. y en muchas Inglesas , como of,
puesto. Sea la primera que las cinco vocales A , E , I,
dog, book, drop, &c. Mucho menos permite el Cas
O , U , que entran en las sílabas del idioma Castella-.
tellano terminaciones en dos ó mas consonantes, como
no , tienen , como en el Toscano , un sonido claro,
las hai , por exemplo , en las palabras Latinas est,
lleno, señalado y constante, sin que admitamos .aque
ast, tune , stirgs , frons , ars , plebs , urbs , falx,
llas voces confusas y obscuras de que abunda , por
arx , amant, y otras infinitas personas de verbos; ó exemplo , la lengua Francesa. Tales son la E muda,
en las voces Francesas aro , ture , pare, muso, fe-
como en estas palabras : le , trouble , traître -, la U
ó en las Inglesas world, storm , drink, &c; y en mu
Francesa , como en éstas : fût, chute, juge ; y mu
chas Alemanas, y de lenguas derivadas del Alemán.
chos diptongos de un sonido mixto y ambiguo, como
Exige , pues, la índole del idioma Castellano que
en éstas : jeu , bœuf, orgueil, yeux , bruit, joindre,
sus vocablos terminen en las consonantes menos áspe
cuyas pronunciaciones son en extremo incómodas y
ras : v. g. en D, que es mas suave que la T, como
desagradables para el canto. A todo esto se agrega en
merced, césped ; en L , que lo es mas que la LL,
favor del Castellano , que de aquellas cinco vocales
como sutil, fácil-, en N, como desden, numen-, enR,
(y nunca en RR) como amor, nácar-, en S, como país, * Aun es de advertir que la X gutural en los finales de estas vo
c utis ; y en Z , como feliz, cctliz. Las voces termi ces pierde gran parte de su dureza, según lo observa la Real Acade
mia Española en su tratado de Ortografía, pág.Si. de la edición dei77o.
nadas en X (pronunciándola guturalmente al modo que
XXXVI
XXXVII
perfectas, las mas freqüentes en él son cabalmente la A
estudio evitarlas, ó á lo ménos no valerse de ellas
y la O , que se aventajan en sonoridad á las demas.
mui á menudo; debiendo reservarlas principalmente pa
Otra observación no menos importante es que en
ra algunas expresiones fuertes que requieran palabras
este idioma no domina con exceso consonante alguna
nerviosas y algo duras, quales son arrojo, corage,
defectuosa que pueda molestar los oidos; pues la que
enojo , crnxe, &c. en cuyo caso el defecto se con
se halla mui repetida , particularmente en las termina
vierte en gracia. Y aun quando se quiera usar con la
ciones plurales, es la S ; y ésta no sólo adquiere bas
J todo el rigor posible , nadie dudará que es fácil escri
tante variedad con la diversa inflexión en AS como
bir arias Castellanas sin vocablo alguno en que éntre
Poetas, en ES como felices ,y en OS como doctos,
aquella letra, si se reflexiona que tenemos escritas cinco
sino que da al lenguage una dignidad magestuosa, com
Novelas en cada una de las quales falta una de las
parable á la del Griego, y admirada de muchos, prin
cinco vocales, que son infinitamente mas precisas que
cipalmente del sabio Isaac Vosio * en su tratado P)e
ninguna consonante: ademas de que , leyendo qual-
Po'ematum cantu. et viribus rythmi.
quier libro Castellano , se advierte que suelen pasarse
Por otra parte es preciso confesar que la pronun
párrafos enteros sin que se tropiece * con la J. No
ciación que en Castellano damos siempre á la J, y
es tan fácil de evitar en la lengua Francesa el soni
algunas veces también á la G y á la X, es verdadera
do de las vocales que llaman nasales á causa de que sil
mente áspera como heredada de los Arabes; no obs
pronunciación sale mas por la nariz que por la boca: vi
tante que los que hablan bien en Castilla y otras Pro
cio mui fastidioso en el que habla , y absolutamente
vincias , la suavizan mucho, haciéndola gutural, y no
intolerable en el que canta. Dominan con tal fre
broncamente aspirada, como se acostumbra en Anda
qüència estas nasales en aquel idioma, que apenas pue
lucía. Pero estas letras , que de todos modos son
den leerse dos versos seguidos en que no se halle al
contrarias al buen cantar , no reinan tanto en nues
guna ; y aun á veces concurren muchísimas inmedia
tro idioma , que no pueda el Poeta á costa de algún
tas: de que resulta una monotonía (digámoslo así) gan-
Pag. ss. Fastum et ingenitam Hispanorum gravitatem horum
* En todo este párrafo que trata de las letras guturales, no se
quoque inesse sermoni facile quis deprehendat, siquis crebram repe-
encuentra ni siquiera una (á excepción de las que se citan como
titionem htteras A , vocalium longe magnificentissimíe, ac ita prolixa
exemplo:)y protesta el Autor que esto ha sido efecto de la casua
orum spectet vocabula. Sed et crebra finalis clausula O vel OS
lidad , y nó del estudio. Así ha probado prácticamente , sin que
grande quid sonat.
rer , su proposición de que la J no es difícil de evitar.
xxxrx
XXXVIII
tras que por sí son duras, y desdicen de un idioma tan
gosa, que no siempre pueden remediar los mas deli
agradable.
cados Escritores, aunque conozcan lo desagradable de
Asi como se ha probado con el examen precedente
aquella pronunciación , ya ridiculizada por Persio en
la suavidad que en el Castellano se admira , también
el verso:
quedará probada su variedad, si demostramos las di
Rancidulum quiddam balba de nare locutus.
ferencias que en sus palabras resultan , ya sea del nú
Dicta la buena escuela del canto dos reglas tan na
mero de sílabas , ya de la colocación de acentos, y ya
turales como precisas: la una es abrir bien la boca, y
de la multitud de terminaciones diversas.
la otra procurar que la voz se dirija desde los órganos
Hai, pues, en nuestro idioma no pocas dicciones
vocales á los labios, y nó á la nariz. Pero si el frun
monosílabas , como fe; de dos sílabas, como dulce ; de
cimiento de boca que piden la E muda , la U Fran
tres , como sonora ; de quatro , como cristalino; de
cesa , y los diptongos que de ellas se componen, im
posibilitan desde luego la observancia de la primera re cinco , como encantadora; de seis,, como agradeci
gla ; también se oponen directamente á la segunda aque miento ; de siete , ccmo connaturalizado; . y aun,
llas pronunciaciones nasales que se notan, v. g. en es recurriendo á voces compuestas, las hai de ocho sílabas,
como indeliberadamente ; de nueve, como experi
tas palabras: chantre , genre, craindre, feindre ,fon-
dre , &c. que sólo la costumbre puede hacer tolera mentaríamoslo ; de diez , como desapacibilísimamen-
bles , y que nadie intentaría defender, sino por ca te , ó desinteresadísimamente; y aun de once , como
pricho , ó ciega parcialidad nacional. imposibilitaríamostelo : siendo , por fortuna , las mas
abundantes las de dos, tres y quatro sílabas, que con
Recapitulando todo lo dicho , dallaremos que el
mayor comodidad se adaptan al metro. De la acertada
Castellano , como libre de semejantes defectos , y do
combinación de semejantes palabras , dilatadas, o cor
tado casi de las mismas gracias harmónicas del Toscano,
tas , se origina la variedad que requiere el número
es suave para la Música ; lo primero por la abundancia
de vocales; lo segundo por la sonoridad de ellas ; lo poético ; y ninguna disculpa tiene quien no la observe
tercero porque sus dicciones terminan regularmente en una lengua como la Castellana.
en consonantes apacibles y sencillas, excluyendo las Contribuye mui señaladamente á lo mismo la di
ásperas y dobles; y lo quarto porque no tiene indis versa colocación de los acentos , pues podemos acen
pensable necesidad de usar con freqüencia aquellas le tuar las voces hasta de cinco modos : en la sílaba últi—
TOM. I. Y
Xt xti
ma, como cantar¿i, terminó, celebré; en la penúl Zrí, Trípoli, &c. en lugar de número, ópera, Calíga
tima , como cantara , termino , celebre; en la la , Trípoli, que pronuncian Españoles é Italianos. Los
antepenúltima , como cántara , término, célebre; en mismos Franceses no pueden menos de lamentarse de
la que precede á la antepenúltima, como figúrasete, que padezca estos y otros defectos en la parte de ía
olvídaseme, mandándoseles , perdónamelo; y (lo que harmonía una lengua adornada de bastantes prendas en
es mas) en la anterior á la que precede á la antepenúl lo demas , y que por los buenos libros escritos en ella
tima, como diéramosselo, pagáramostela, dábamos- ha merecido extenderse mas que ninguna de las vivas.
selo; de suerte que esta palabra se pudiera pronunciar Con todo, Mr. Burette, ofendido de que Isaac Vosio
de quatro maneras: dabamosseló, dab amossélo , daba-' hubiese afirmado * que no había en ella vocablo alguno
mósselo , y dabámosselo ; pero nada significa , si no que formase un esdrúxulo, ó pié dáctilo, quiso defen
se pronuncia de la quinta manera con el acento en la der que lo eran las palabras quantité , fermete , &c. ó
primera sílaba : dábamossélo. cuyo evidente error satisfizo mui bien el Abate D, An
A esta diversidad en la acentuación deben las voces tonio Eximeno , Español, en su obra Italiana intitulada
Castellanas un artificioso ritmo ó medida que pueden J)elP origine, e delle rególe della Música, parí. II.
envidiar aquellas lenguas cuya prosodia uniforme y li lib. III. cap. I. donde discurre acertadamente sobre el
mitada merece con razón llamarse anti-musical. En el estado de las lenguas Europeas, y funda su opinión de
idioma Francés, á excepción de los vocablos en cuya ser el idioma Castellano el mas adequado para la Mu-
última sílaba hai E muda ó femenina, ninguno se en sica , después del Toscano.
cuentra cuyo final sea breve , y cuyo acento cargue Pero en nada se ostenta mas prodigiosa la variedad
sobre la penúltima sílaba : y así, por exemplo, quando de nuestra lengua que en la multitud de terminaciones;
nosotros pronunciamos Etna, Tisbe, cero , tribu, vo pues contándolas desde la sílaba en que carga el acen
látil , cónsul, examen , cánon , cáncer , Néstor , Cé- to , tiene cerca de tres mil y novecientas, según ha
res , Filis , Coicos , Crc. pronuncian los Franceses Et averiguado el Autor de este Poema, formando para
na, Thisbé, zeró, tribu, volátil, cónsul, examén,
canon, cancér , Néstor , Cerés, Phyllís , Colchós. Ca * De Voematum cantil viribus rythmi, pag. 56. In lingua Gal-
rece también aquella lengua de voces esdrúxulas; pues lorum illud imprimís notatu dignum quod nullum in hac v.ocabu-
lum trisyllabum reperiatur quod dactylum constituat. Iota pene
en ella se pronuncia, v. g. numeró, operá, Caligu-
Gallorum lingua constat ex lambis & Anapsestis.
Y2
XEIII
ello una larguísima lista de voces, todas corrientes en sa , de la incongruencia de los pensamientos, de la
Castellano , y de diversa terminación , de modo que baxeza y desaliño del estilo , y de las impropiedades
ninguna de ellas es consonante de otra. * Algunas mas de la locución ¡que censura no merecen , solo por la
hallaría , sin duda , quien se dedicase á apurar con ma falta de dulzura métrica , muchas letras que hoi se can
yor prolixidad este punto , que á muchos parecerá de tan ! En ninguna especie de versos es menos disimulable
poca importancia ; y aunque es sumamente diminuta la qualquier descuido contrario á la grata sonoridad, que
Silva de consonantes, ó Rimario que se ha estampa en los que se destinan para la Música 5 y en ninguna
do al fin del Arte poética Española de Juan Diaz está mas obligado el Poeta a evitar ya el encuentro de
Rengifo , basta contar las fuentes de consonantes consonantes desapacibles , particularmente de las JJ y
que allí se proponen , para colegir quan singular es la las RR, ys- los hiatos, ya las violentas contracciones
riqueza de nuestro idioma en esta parte, y quanto debe de las vocales, ya los finales asonantados * y unifor
influir en las sonoras combinaciones del número poético mes , quando el metro no los requiere , ó ya , en fin, la
la increíble diversidad de las sílabas finales, que da á acumulación de dicciones agudas que no vayan discre
las clausulas una expresión siempre nueva. tamente mezcladas con las breves.
Sirvan las proposiciones aquí apuntadas ( y que pu- Pero es inútil toda la diligencia del buen Versifica
dieran desentrañarse mas, si la ocasión lo permitiera ) dor , si el Compositor Músico no atiende al sentido de
para que tengamos á la lengua Castellena en el concepto la letra , si la trunca , si quebranta su natural prosodia,
de suave, de varia, y por consiguiente de harmoniosa. si la confunde con demasiado acompañamiento , si la
¡Oxalá que así como hai en ella esta favorable disposi hace lánguida con las importunas repeticiones , y si por
ción para el canto, hubiese el necesario estudio y deli acreditarse de inteligente en las abusivas licencias del
cadeza en los Ingenios que escriben poesías para poner contrapunto , dispone que en las composiciones a mu-
en Musica 1 Prescindiendo de la invención nada ingenio
* Para probar la delicadeza de oido de los Españoles basta sa
so se han incluido en esta lista las terminaciones esdrúxulas, ber que aun en la prosa les ofende el mero asonante, quando se
que acrecentarían casi una tercera parte el número de las agudas halla en palabras que terminan el sentido de frases poco distantes
V graves. Cualquiera se hará cargo de que lira, dirá y sátira son unas de otras. No podrán coiyprehender esto los Extrangeros que
tres terminaciones diferentes , aunque todas concluyen con las mis ignoran lo que es asonante, y la razón por qué agrada en nuestros
mas tres letras. El Autor está pronto á manifestar á qualquier Cu versos, usándole oportunamente , y según reglas ya establecidas,
rioso la mencionada lista en que tunda su aserción. las quales son peculiares y privativas del arte métrica Española.
XLIV
r
chas voces unos Executores canten unas palabras mien
tras los demas cantan otras; que es ei modo de que
nada se entienda.
Y aun precaviendo el Autor de la Poesía y el de la
Música aquellos y estos inconvenientes, todavía se aven
tura el acierto, si el Cantor no contribuye por su parte
con una pronunciación clara y expresiva. Sólo quando
se ayudan igual y mutuamente el Poeta, el Compositor
y el Executor , se logra aquel admirable efecto que
debe producir la Música vocal; siendo mui de creer
que a este importante esmero se debieron en gran par
te los piodigios que nos refieren de la de los Griegos. Y
ti la veidad ¡quan pocas veces oímos distintamente la
letia de una aria! Casi siempre es la Poesía esclava de
la Música , llevándose toda la atención el ruido , ú el
sonsonete, de manera que , aunque en lugar de una
mui buena, letra se substituya otra mui mala , el efecto
suele ser el mismo: lo qual nunca debiera suceder , si
el Compositor dexase lucir al Poeta, y el Cantor no
quitase la expresión á ambos.
FIN.