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Construcción Del Marco Teórico de La Investigación.
Construcción Del Marco Teórico de La Investigación.
Martínez, Castellanos y Ziberstein (2004) aseveran que para formar el pensamiento crítico
se requiere del desarrollo y del uso de métodos de enseñanza que provoquen en el
estudiante una serie de procesos cognitivos, afectivos, volitivos y emocionales que
generen capacidades y habilidades dirigidas al saber analizar e interpretar información,
establecer bases fuertes para inferir y realizar explicaciones, tomar decisiones y
solucionar problemas. Para formar el pensamiento crítico se necesita de formar
habilidades de análisis, interpretación, evaluación inferencia y autorregulación; se requiere
de sujetos con una mentalidad abierta, flexible, que asuman posiciones y que esté
orientado al hacer, que se autoevalúa en cuanto a sus procesos y resultados pero que
además se autorregula (Tovar, 2008).
Una de las muchas estrategias que a través de su metodología busca la formación del
pensamiento crítico en los estudiantes y que ha mostrado buenos resultados es el
llamado aprendizaje basado en investigación (ABI). El ABI consiste en aplicar diversas
estrategias de enseñanza y aprendizaje que tienen como propósito conectar la
investigación con la enseñanza; pretende que el estudiante realice conexiones
intelectuales y prácticas entre los contenidos y habilidades declarados en el programa,
bajo los enfoques de la investigación (Blackmore y Fraser, 2007).
En este punto es importante destacar que diversos autores han resaltado la importancia
que existe en vincular la docencia con la investigación, haciendo referencia a la necesidad
de transformar los distintos proceso de aprendizaje, de tal modo que los alumnos y
alumnas sean sujetos activos de su propia formación (Espinoza y Cervantes, 2021). En el
ABI el estudiante actúa como investigador aprendiendo nuevas habilidades y realiza
indagaciones e investigaciones de corto alcance que los llevan a fortalecer su
aprendizaje, a la vez que contribuye a la formación de una mente crítica y propositiva
(Peñaherrera, 2014).
A pesar de lo relevante del uso de ABI como estrategia para favorecer el aprendizaje y la
formación del pensamiento crítico, aún existen barreras que dificultan su práctica durante
la labor docente. Una de esas barreras es que no se ha podido superar el problema que
surge a raíz del poco interés por el aprendizaje, la escasa motivación hacia el
entendimiento y construcción de conocimientos, y el fortalecimiento y la consolidación de
habilidades, capacidades, destrezas y facultades previas que son importantes durante los
procesos educativos (Cobos, 2020). Como docentes entonces debemos velar por destruir
estas barreras y recurrir al uso de estrategias como el ABI que contribuyan a mejorar la
manera en la que enseñamos y sobre todo mejorar significativamente los aprendizajes y
el tipo de aprendizaje de los estudiantes que necesita la sociedad.
Actualmente son variados los estudios que se llevan a cabo sobre la confiablidad y el uso
de ABI como estrategia para mejorar el aprendizaje y la formulación del pensamiento
crítico. Existen cada vez más evidencias que muestran que los estudiantes pueden lograr
adquirir grandes beneficios y habilidades desde un aprendizaje basado en la
investigación. Diversos autores han abordado el tema, sin embargo aún falta mucho por
hacer. Desde 1916, Dewey ya había propuesto el uso de un método pedagógico que se
basara en el método científico, fundamentado en situaciones diarias en las que los
estudiantes experimenten e investiguen hechos significativos para ellos (Cobos, 2017).
En 2019 Damapolli, realizó una investigación sobre la correlación existente entre el logro
cognitivo de los estudiantes y el ABI, hallando que existe una evidente relación favorable,
observando con evidencia que el uso de ABI favoreció la mejora del logro cognitivo de los
estudiantes, revelando que el uso del ABI es una herramienta favorecedora del
aprendizaje. Por otro lado en el 2020 Almeida realizó un estudio correlacionado con la
manera en la que los estudiantes empleaban el método científico para la realización de
sus proyectos de titulación, dando como resultado una evidente relación entre la
enseñanza de los profesores a través del ABI y la manera en la que los estudiantes
realizaron sus proyectos.
Son variados los estudios llevados a cabo respecto al uso de ABI, sin embargo la mayoría
de estos se han centrado en la educación superior, dejando de lado la importancia que
tiene la educación básica en la formación de las bases para formación de personas y
profesionales. La necesidad de determinar si el ABI es un modelo adecuado para el
contexto latinoamericano y en específico de México es imperativa. Son escasos los casos
documentados en Latinoamérica en el aspecto de articular la docencia con la
investigación (Peñaherrera, 2014), por lo que surge la necesidad de estudiar el efecto de
la estrategia ABI en estudiantes de educación básica, principalmente en nivel secundaria.
Es evidente la enorme dificultad que los estudiantes de secundaria presentan para utilizar
no solamente el llamado pensamiento crítico, sino que además todas esas habilidades de
pensamiento superior como el análisis , la inferencia, relacionar, sintetizar, explicar, etc.
Provocado principalmente por el tipo de aprendizaje que se ha empleado en las escuelas,
cargados del componente meramente descriptivo y memorístico. En ese sentido resulta
de gran importancia que la formación del pensamiento crítico pase de ser un actor
secundario a ser el protagonista del proceso de enseñanza, dándole a esta ultima un
enfoque de competencias científico (De la Fuente et al, 2018).
Variables.
ABI es un modelo que surge a fines de la década de los 90 cuando Ernest Boyer criticó la
falta de participación de los estudiantes en las diversas actividades de investigación y la
consecuente falta de habilidades relacionadas con el aprendizaje autónomo (Peñaherrera
et al, 2014). El ABI es un método que busca la adquisición de conocimiento pero
enfocada en el estudiante, con la finalidad de que desarrollen interrogantes autónomas
que lo lleven a la examinación, participación y una investigación auto dirigida, que
recaude documentos, interprete resultados y comunique la información obtenida (Dorier,
Maab, 2012).
Los indicadores de esta variable van de la mano con la finalidad del método, pues se
pretende usar la búsqueda que información, la discriminación de la misma de acuerdo a
las necesidades, la selección de la misma. Seguido del análisis de la información
encontrada para determina su utilidad, para terminar con la formulación de una conclusión
sobre el tema investigado y la comunicación adecuada, asertiva y oportuna de los
resultados de su propia investigación.
Los indicadores de esta variable dependerán del éxito de la aplicación del método de ABI,
en el que se espera que se presente un cambio de actitudes y aptitudes de los alumnos
respecto a los siguiente: que los alumnos sean capaces de tomar llevar a cabo un
proceso de investigación autorregulado de acuerdo a una serie de problemáticas
contextualizadas planteadas por el docente. Que el alumno sea capaz de analizar la
problemática y con base en su investigación pueda tomar decisiones y proponer
soluciones a los problemas planteados por el docente pero que además sea capaz de
argumentar los motivos que lo llevaron a dichas propuestas.
Bibliografía: