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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA

LATINOAMERICANA

FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN CIENCIAS SOCIALES

FUNDAMENTOS DE LA GEOGRAFIA
FINAL

MAESTROS EN FORMACIÓN:
Cristian Daniel Montoya Puerta
Valeria Gil Gallón

MAESTRA FORMADORA:
Mery Roció Duque C

2022
PROBLEMAS EN LA GEOECONOMÍA MEXICANA.

México se encuentra geográficamente en el continente americano dentro de la región de


América del Norte, a una Latitud de 19.4978, Longitud: -99.1269, 19° 29′ 52″ Norte, 99° 7′
37″ Oeste y constituye 1.485,00 km², es un país organizado administrativamente en forma
de una federación y se compone de 32 entidades federativas 31 estados y un Distrito
Federal (Figura 1). Actualmente México es un país en el cual la geográfica económica que
se desarrolla no es la mas adecuada, hay ciertos factores internos y externos que conllevan a
formar procesos económicos que benefician a unos cuantos lo que consecutivamente
conlleva a una desigualdad de los territorios.

El problema empieza al
ver que la mayoría de las
industrias se encuentran
en la capital del país y
esto puede afectar a las
regiones que se
encuentran muy lejanas a
la capital, es por ello que
estas regiones deben de
aprovechar su posición
geográfica para tener sus
propias industrias, pero no
es suficiente. En el caso
de Estados Unidos las industrias se encuentran en varias partes del país, no todas se centran
en su capital; en la industria del entretenimiento tenemos a Los Ángeles, California. En la
industria musical se tiene de igual manera, pero tenemos también Atlanta o Nueva York, En
la cuestión política se encuentra Washington D.C. En la parte económica está Nueva York.
En la cuestión tecnológica está Silicon Valley, entre otros muchos sectores importantes, lo
que se observa es que se dividen cada costa un sector o sino ambas costas tienen un sector
económico muy importante.

Los datos panorámicos de la actual geografía económica de México nos dan la idea de un
país que sigue marcado por desigualdades descomunales entre regiones, entidades
federativas y municipios, donde prosperidad y pobreza coexisten con innegable tensión
social. Así fue en el siglo XX y parece que así seguirá siendo en los siguientes años del
actual siglo. Partiendo de lo anterior se plantearán una serie de preguntas que contribuirán a
desarrollar de manera efectiva el problema planteado y que nos ayudaran a entender cuál es
el aporte de la geografía económica mexicana en función de los ideales del país.

El transcurrir de esta investigación se inicia planteado la siguiente pregunta: ¿De qué


manera se desarrolla la economía en cada uno de los estados mexicanos teniendo en
cuenta el proceso productivo predominante en cada uno de estas? En relación a esto,
podemos encontrar en un primer grupo, donde solamente once entidades (de 32) generan
dos tercios del PIB del país (66.4%), lo cual significa un elevado grado de concentración
económica. En este grupo están entidades como lo son: Ciudad de México, Nuevo León y
Jalisco, quienes desde varios años atrás han absorbido el 40% del PIB. De esta manera,
cabe resaltar que con la apertura externa iniciada con el Tratado de libre comercio de
Norteamérica entraron con mayor presencia a este grupo líder: Veracruz, Guanajuato,
Coahuila, Puebla, Sonora, Chihuahua y Baja California. Estas últimas siete entidades se han
desarrollado atractivos polos industriales, los que han introducido nuevas dinámicas
demográficas y, por lo mismo, otras distribuciones de la fuerza de trabajo a través de
recientes formas de migración interna. (VER FIGURA 2)

Si se revisan exclusivamente los datos de la producción industrial (sector secundario), se


repiten los once nombres anteriores, pero añadiendo Campeche y Tabasco, con lo que esas
trece entidades aportaron el
73.3% de este rubro económico.
La alta concentración industrial
es innegable en este grupo. Vale
destacar que la entidad de
Puebla es desde hace muchos
años un polo industrial sureño de vanguardia basado en la industria automotriz. En el
sureste, la preeminencia de Campeche y Tabasco en este rubro es quizá frágil y quizá
volátil, ya que está asociada fundamentalmente a la actividad petrolera que allí se asentó
hace tiempo.

Desde hace unos años México, como otras economías del mundo, registra el predominio
del sector terciario, donde el comercio y los servicios marcan la pauta. La concentración de
la actividad terciaria nacional también es enorme, la mayor: en este tercer grupo el 77%
generado es absorbido por catorce entidades, repitiendo obviamente las once que absorben
el PIB industrial, pero a las que hay que añadir: Michoacán, Tamaulipas y Sinaloa. No es
sorpresa que los polos industriales generen polos terciarios que los complementan, sobre
todo si éstos últimos tienen un perfil productivo asociado a los servicios de punta, inmersos
en la asimilación y perfeccionamiento de diversas innovaciones tecnológicas.

Teniendo claro todo este proceso de desarrollo de la economía en las entidades territoriales,
entramos a un proceso mas demográfico a partir del cual se percibe ¿Cuáles son los
canales a través de los cuales las características geográficas como el clima, la
vegetación, la localización geográfica y la orografía podrían influir en el desarrollo de
una economía? y es de entender que esta fuerte correlación entre la localización geográfica
de un país y su grado de desarrollo económico es ciertamente perturbadora. Por una parte,
la relación entre estos dos factores es tan estrecha que no pareciera dejar lugar a dudas
sobre la relevancia de la posición geográfica (con todo lo que esto implica en términos de
clima, ecología, acceso a vías de comunicación, etc.) como un factor determinante de los
diferenciales de ingreso per cápita en el mundo (Figura 3). Por otro lado, la naturaleza
misma de esta relación puede dar lugar fácilmente a interpretaciones basadas en un
determinismo geográfico, que resultan muy poco convincentes en la actualidad.

Es claro que los mecanismos de influencia pueden ser ya sea directos o indirectos. Por
ejemplo, uno de los canales más directos es el que se refiere a la vinculación entre la
variedad climática y la productividad agrícola (Gallup, 1998). Este efecto, a su vez, puede
tener una influencia muy importante en el desarrollo económico de una región al influir en
los patrones futuros de asentamientos humanos y de actividad económica predominante. En
este mismo sentido, las características climáticas de un país o de una economía pueden
influir de manera importante en las condiciones de salud de sus habitantes y, a través de
esto, en la calidad de vida de su población y en la productividad de la mano de obra. Por lo
tanto, condiciones geográficas que tienden a favorecer la propagación de ciertas
enfermedades podrían tener un efecto negativo sobre el desarrollo económico de una
región.

Otra forma en la cual la geografía podría afectar el desempeño de una economía es a través
de la simple localización geográfica. Así, una cierta posición geográfica podría incentivar
(o dejar de hacerlo) el comercio con otras regiones. De igual forma, una cierta localización
geográfica podría hacer a una economía más vulnerable ante los desastres naturales.
Asimismo, otro factor geográfico que podría influir en el desarrollo económico es la
dotación de recursos naturales y su posible influencia en el diseño de las políticas
gubernamentales.

Otro punto importante para analizar es ¿Cómo se ve envuelta la geoeconomía mexicana y


la densidad económica en la desigualdad de los territorios? Es interesante notar que este
es otro aspecto en el que las características geoeconómicas difieren radicalmente, en el caso
de México, las zonas con mayor densidad de actividad económica no están en las costas
sino en la zona central. De hecho, ninguno de los nueve estados con mayor
densidad económica tiene acceso al mar y, paradójicamente, el estado con menor
densidad económica es al mismo tiempo el estado con la costa más larga (Baja
California Sur). Asimismo, no deja de ser curioso que el estado costero con mayor
densidad de actividad económica sea también el que tiene la costa más pequeña.

Otro factor que distingue a México de la experiencia de otros países es lo relativo


a la distribución geográfica de la población. En este sentido, México es uno de los pocos
países cuya población no tiende a concentrarse en las franjas costeras. De hecho, los
estados con acceso al mar se caracterizan por tener una densidad de población inferior a
la del resto del país. Esto es, mientras que los estados costeros cuentan con una
superficie superior al 56 por ciento del total nacional, dichos estados sólo absorben
al 46 por ciento de los habitantes del país. Es posible, además, que las fuertes
corrientes migratorias hacia la zona norte del país tiendan a acentuar esta característica.

La (figura 4)
presenta
varios
indicadores
de desarrollo
económico y
social a
escala estatal,
los cuales
pretenden
ofrecer una
idea general
de la
magnitud de
las
disparidades regionales en estos aspectos.

Para finalizar se debe tener claro que la manera en que se desarrolla y distribuye la
economía en México debe cambiar, el hecho que de que 11 entidades territoriales del país
están haciendo todo no está bien, y ya se ha observado como Jalisco, Monterrey, Coahuila,
Michoacán, Guanajuato y unos cuantos estados no estaban de acuerdo de cómo se iban a
repartir el dinero federal para cada estado, ya que hay estados que tienen un PIB muy bajo y
reciben más dinero del que generan, y los estados con mejor índice PIB reciben menos
dinero del que necesitan y generan. Es por ello que la desigualdad que hay entre estados
debe cambiar para el bien de todos y no centrar todo en los mismos estados de siempre, ya
que a futuro genera problemas de gentrificación en los estados principales del país quienes
son los que llevan a flote el país.

Saltan a la vista los enormes desequilibrios que hoy registra la geografía económica
mexicana, cualquiera sea el indicador que se adopte para medirlos. Este es un reto de vieja
data que enfrenta el país en el futuro inmediato. Una integración económica niveladora de
entidades y regiones no se dará de modo espontáneo y rápido. En un ambiente
macroeconómico favorable al crecimiento productivo, el gasto público sostenible (que
incide positivamente en salud, educación y en el ingreso laboral básico) será decisivo, pero
no exclusivo, para cerrar gradualmente las grandes brechas económicas que se perciben en
el territorio mexicano.

BIBLIOGRAFÍA

 Gallup, J. L. 1998. “ Agricultural Productivity and Geography ”. Cambridge,


Estados Unidos: Harvard Institute for International Development. Documento
mimeografiado.

 Sachs, J. D. y Warner, A. 1996. “Natural Resource Abundance and Economic


Growth”. National Bureau of Economic Research Working Paper No. 5398.
Cambridge, Estados Unidos: National Bureau of Economic Research.

 https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Geograf%C3%ADa-y-
desarrollo-econ%C3%B3mico-en-M%C3%A9xico.pdf

 http://fcasua.contad.unam.mx/apuntes/interiores/docs/98/3/geo_econo.pdf
 https://cuentame.inegi.org.mx/territorio/division/default.aspx?tema=T

 https://www.inegi.org.mx/temas/pib/

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