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PSICOLOGÍ
A UNA
HISTORIAS CRUZADAS
UN POCO DE HISTORIAS CRUZADAS.
Skeeter (Emma Stone) es el punto de aprtida en esta película, una mujer adulta
blanca con estudios y una visión distinta a las mujeres de su entorno, la misma
regresa a su hogar después de 4 años en la universidad, estrenando puesto en
el periódico local. La misma sueña con ser una gran escritora.
Esta cinta tiene contexto en los años 60 con la batalla por los derechos civiles
de personas de color. A pesar de ser una historia de lucha social o racial, pasa
a ser una aventura para convertirse en una historia universal de
empoderamiento y valor.
Por otra parte, se observa que hay muchos paralelismos entre la situación
de las trabajadoras domésticas en la película con las trabajadoras del
hogar latinoamericanas.
En una de las escenas Aibileen mencionó: Yo he criado a 17 niños en
mi vida. Cuidar a bebés blancos, eso es lo que hago. Yo sé cómo
hacer que un niño se duerma, deje de llorar, y vaya al baño antes de
que su mamá despierte en la mañana… Yo trabajo para los Leefolt de
8 a 4, seis días a la semana. Gano 95 centavos la hora. Son 182
[dólares] al mes. Hago toda la comida, la limpieza, el lavado de ropa,
el planchado y las compras. Pero, más que nada, cuido a la bebé…
Ejemplo:
M: Si cocinas comida para blancos, la pruebas con otra cuchara. Si te
ven de nuevo meterla en la olla, tírala de una vez. Usa el mismo vaso,
el mismo tenedor, el mismo plato a diario, y lo pones en la alacena.
Dile a la señora que ahí lo vas a guardar. Si no, verás lo que te pasa…
Cuando les sirves café, se lo pones enfrente. No se lo des, porque
puedes tocarlo. Y no les pegues a los niños, les gusta pegarles ellos
mismos. Y lo último, ven acá. Mírame. Nada de insolencias. Nada de
insolencias, lo digo en serio.
Así deja más que evidente las segregaciones la forma más simple en
la que la discriminación se hace presente, el racismo y el desprecio a
otro ser humano.
En la película muestra un listado de injusticias sociales que perjudican
la vida de muchas personas que por necesidad, por pobreza, tienen
que aceptar esas condiciones de trabajo al no tener otra opción.
Las condiciones de explotación laboral doméstica son además
hereditarias por la discriminación racial.
Las mujeres blancas eran dueñas y señoras, quienes crecían en un
entorno que con un sello perverso profundo, prejuicios raciales
adquiridos culturalmente dentro de su sociedad semicerrada, ejercen el
racismo incluso por “iniciativa” propia, enmascarada de proyectos
sociales.