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Mantengo presente aquel día, jueves 12 de marzo, como olvidarlo si me despedí de mis
amigos con un fuerte abrazo y una promesa de encontrarnos la semana siguiente, esa
semana se convirtió en meses y esos meses en dos largos años, años donde la educación
se adaptó a la nueva realidad, dos años donde mis conocimientos fueron aplazados por
mis preocupaciones, dos años donde estaba atrapada en un laberinto de decisiones,
agotada por el caos, perdida en la oscuridad, me preguntaba constantemente si lo estaba
haciendo bien, nadie estaba preparado, ¿lo estabas tú? Seguramente no, nadie imaginó
que esto sucedería; sin embargo, los deseos de brindar una educación de calidad
impulsaron a nuestra institución a encontrar alternativas. En nuestro himno se menciona
“en tus aulas se busca con ansias la grandeza de nuestro Ecuador” aquellas aulas con
grandes ventanales y pizarrones se redujeron a una pantalla, no sabía cuan valiosas eran
esas cuatro paredes hasta que sentía asfixiarme en mi habitación, ¿sentías esa
desesperación?
A pesar de las adversidades rompimos las cadenas impías que se oponen a la educación,
¿Que si estamos atrasados en conocimientos? Lo estamos, pero no es excusa, Somos
demasiado jóvenes e inmaduros para rendirnos, porque incluso si caigo y me lastimo,
seguiré corriendo hacia mi sueño. Los estudiantes que entramos a la pandemia no somos
los mismo que salieron. Volver a la prespecialidad fue complejo, ¿cómo no serlo si
teníamos deficiencias educativas?, recurrentemente escuchaba la frase “les perdono solo
porque esto vimos en virtual” como justificación a nuestros vacíos de conocimientos,
pero ya no estamos solos, nuestras autoridades, docentes, padres de familia y
compañeros están para apoyarnos.
soy una estudiante que se esfuerza día a día para recuperar todos sus conocimientos
perdidos, soy una estudiante que, aunque vaya lento, caminará con sus propios pies. Así
que hoy, estudiante Vicentino, pregúntate a ti mismo acerca de tus sueños, y conviértete
en el protagonista principal de ellos ¿Qué es lo que tu sueñas? ¿Qué es lo que aspiras?
Y ¿en quién quieres convertirte? La respuesta es tuya, y de nadie más.
Señoras y señores.