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TOPO
REVISTA MENSUAL
ABR. 1977 175 PTAS.

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ANCIA Y REVONCION / LIVING THERE

GRAMSCI Y LOS CONSEJOS / LEWIS CARROLL
DOSSIER: ESTALINISMO / CINE MILITANTE


SIGLO XXI
DE ESPAÑA
977
EDITORES
Igor Strawinsky
POETICA MUSICAL S. A.

Vladimir Nabokov
BIBLIOTECA DEL PENSAMIENTO
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OPINIONES CON- SOCIALISTA
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Ed. de Peter Haining
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Z BUJARIN Y LA REVOLUCION
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Ed. de R. Cardona A. Balcells.
NOVELISTAS CATALUÑA CONTEMPORA-
NEA, 11(1900-1936)
ESPAÑOLES
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BARCELONA,13
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SUMARIO
y Alai Brossat,
4 Militancia y revolución. Denise Avenas
silenCio?
9 Filosofía y vida cotidiana: ¿Comunicación o
Eduardo Subirats.
11 La Niña Bonita. Onomatopeya.
Malina. Biel Mesquida
15 Entrevista con Julián Beck y Judith
y Claudi Montariá.
21 Gramsci y los consejos obreros. F. Fernández Buey.
27 Estampa: Lewis Carroll. Paco Monge.
29 Topotoca: El estalinismo (La cuestión de Stalin.
Miguel
Barroso; El efecto histórico del informe secreto. Fernando
Claudin; Trotsky y el estalinismo. Julio Rodeuez Aram-
berri; Mao contra Stalin. Inés Galán. Cuestionario).
41 Galaxia Gutombor g : Jaime Gil de Biedma (entrevista).
Biel Mesquida y Leopoldo M. Panero; Eugenio Trías, la
pregunta por el poder. Miguel Morey; Lenin según Dut-
schke.
52 Corral: En Shakespeare está todo. Jordi Mesalles y San-
tiago Trancón.
55 Imagen: Mesa redonda sobre el cine militante; En torno
al vídeo. Eugeni Bonet.
Diego Man-
62 Y/0... Lyn Marcus, martillo de revisionistas.
rique; Los presos toman la palabra. Miguel More y;
La
Academia pintada. J. M. Costa; La Historia como espec-
táculo. Montse Casals y Octavi Martí.
Director periodista: Francisco Arroyo.
Coordinación general: Claudi Montaiiá, Miguel Riera y Josep
Sarret.
Diseño gráfico: Julio Vivas.
Secretaria editorial: Elisa Nuria Cabot.
Redactores y colaboradores: Josep Alberti, Alvaro del Amo,
Denise Avenas, Miguel Barroso Ayats, Eugeni Bonet,
José M.0
Carandell, Alberto Cardin, Montserrat Casals,
Fernando
Delclós, Fran-
Claudin, José M. 0 Costa, Cristina Dachs, Tomás Carlo
cesc Fàbregas, Félix Fanés, Paco Fernández Buey, Guiu,
Fabretti, Inés Galán, José L. Giménez-Frontín,
Jordi
José Lorman, Diego Manrique, Octavi Martí, Diego Medina,
Mont,
Jordi Mesalles, Biel Mesquida, Paco Monge, María
Claudi Montariá, Joan Montserrat, Caries H. Mor, Miguel
Morey, Antoni Munné, Onomatopeya, Leopoldo M. 0 Panero,
Aramberri,
Luis Racionero, Miguel Riera, Julio Rodríguez
Alfred Sargatal, Josep Sarret, Fernando Savater, Joan Senent-
Josa, Santi Soler, Eduardo Subirats, Santiago
Trancón, Carlos
Trías, Eugenio Trías, J. M. Vidal Villa, Martín Vilumara.
Revista mensual. N.° 7, abril 1977. Precio 75 ptas.
Edita: Iniciativas Editoriales, S. A.
0 Tels.:
Redacción y Administración: Caspe, 78, 3. 2. 0,
225 66 46/225 14 69
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Imprime: I.G. Miralles, Torns, n.° 2 Barcelona.
Distribuye: MIDESA
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LA INQUIETUD MILITANTE
Hablar de "inquietud militante - puede ser una
forma de no abordar de frente la crisis del mili-
tantismo que atraviesa a las organizaciones revo-
lucionarias desde hace varios años, Y no obs-
lame. esta crisis nos es familiar en sus multi-
lormes manifestaciones sociales, psicológicas,
afectivas, etc. Crisis infinitamente repetitiva,
desesperante, a la larga, a pesar de que constan-
temente nuevos militantes toman el relevo de los
que se van. La interminable reproducción de la
crisis no hace sino reflejar la profundidad del
fenómeno, la confusión experimentada por los
militantes ante la brecha abierta entre su "vida"
y sus conviciones politicas. Aunque, en realidad,
sean muy pocos los que abandonan la organiza'
Sión en razón de divergencias políticas de fondo.
no ha llegado ya el momento de considerar esta
crisis como un hecho polidco y no como un
acumulación de "problemas personales" y de
rastrear sus razones profundas?
1.a crisis del militantismo nutre el conformismo
Je los antimilitantes, hasta el punto de que se
llega a olvidar lo que es el militantismo: la
práctica revolucionaria consciente y organizada, la
práctica más avanzada de la lucha de clases desde
un punto de vista proletario. Hay que repetirlo en
sol alta en un momento en que resurgen todas'
las formas imaginables de la inmemorial actitud
libertaria. Pero es preciso añadir algo que preci-
samente es la fuente del problenucel militantismo
no es una simple práctica politica. la puesta en
práctica en un campo de batalla de un programa
político, de un ideal revolucionario. Es tamblisn
una práctica social, Una forma conflictiva de in-
serción social en la sociedad de clases, inserción
en la que el militante no compromete solamente
sus convicciones, sino su existencia social ente-
ra, Esta práctica social está condicionada por
determinados modelos de un "ideal militante'
que son. en si mismos, la resultante de herencias
anteriores y de situaciones politicas concretas.
A cada situación histórica le corresponde un
"modelo" del ideal militante. Hoy estamos en
plena crisis de uno de estos modelos , por lo que
es preciso analizar sus ralees históricas y las ra-
zones de la actual inadecuación.
Desde un punto de vsta histórico, la corriente
marxista revolucionaria de la que nos reclama-
mos ha sido portadora y productora de un
"modelo" de militante prticularmente tipificado:
un militante revolucionario casi profesional, un
ser político "puro" cuya identidad social era ab-
solutamente secundaria, desprovisto de toda
pasión que no fuese la de la revolución. La
4
rupresenlaCion earIcalliresCa de este ideal io ha
desaparecido ni mucho menos, de la imagineria
de la extrema izquierda. Este "modelo del
militante revolucionario se ha derrumbado ante
los embates de la crisis de la individualidad
burguesa (tal como se manifesta en el rechazo a
admitir corte alguno entre el individuo privado y
el individuo público). ella misma fruto de la cri-
MILIT
sis de las instituciones y, por consiguiente. de
REVO
los puntos de referencia que estructuran al sujeto
en la sociedad capitalista. Dicho de otro modo,
el ideal militante no ha escapado a la "crisis de
valores" de la sociedad burguesa, valores que
habían sido derribados, pero no superados.
Ahora bien, la niayoria de las veces esta crisis
del modelo militante. que se inserta plenamente
en la crisis generalizada del individuo con el
telón de fondo de la decadencia y putrefacciön
de Iris valores e instituciones burgueses, se con-
LA CRISIS D
sidera insuperable, debido a nuestra incapacidad DENISE AVENAS/ ALA
para controlar todas sus facetas y promover una
imagen distinta, una alternativa a esta forma de
militantismo.
Un buen modo de atacar el problema seria
proceder al examen crítico de nuestros orígenes
históricos. El modelo de militancia que eso-
cribamos mas arriba fue recreado en los años
del "bolchevismo afectivo' • . del moralismo pudi-
que siguieron al Mayo del 68. El hiperleninismo bundo, del no cuestionamiento de los residuos
propagandista en el plano general de la práctica de moral dominante que subsistían en nuestras nq
revolucionaria tenia inevitablemente su con- filas, especialmente en lo concerniente al papel
trapartida en el plano del modelo militante, un
bolchevismo voluntarista. La necesidad de dar la de las mujeres en la organización - rp
De este modo, durante mucho tiempo, y con la
réplica al desencadenamiento de corrientes
coartada de la inexorable necesidad politica, nos
espontaneistas de la época implicaba la identifi- mantuvimos acorazados contra la irrupción de la
cación con determinadas "imágenes" de la
práctica militante individual y colectiva, cuyas crisis de las relaciones sociales surgida del Mayo
del 68. Las manifestaciones politico-sociales
indiscutibles cabezas de serie eran Lenin. Trots-
vanguardistas de esta crisis nos parecian la pura
ky y el Che, y simple expresión política de determinadas
Socialmente, este hiperleninismo voluntarista
tenia sus raíces en la disponibilidad casi ab- corrientes pequeño-burguesas . Basta con recor-
dar que uno de los primeros artículos sobre la
soluta del militante joven, todavía ajeno al
problema de su inserción social, de su "instala- emancipación de la mujer que publicamos en
Partisans era una larga diatriba contra el MLF y
ción en la vida". Era la época de las reuniones
hasta altas horas de la noche, siendo muy pocos el feminismo, y que el primer artículo que apare-
ció en Rouge sobre los homosexuales se limitaba
los que tenían que madrugar. Implicitamente a advertir a las "locas" que serian echadas si
considerábamos que sólo un activismo incesante
trataban de perturbar alguna manifestación
podia compensar nuestra exterioridad en rela-
ción a la clase obrera. En un contexto así, el obrera. ¿Hace falta ypcordar también que en
aquél tiempo las únicas chicas "reconocidas por
surgimiento de cualquier forma de problema
"privado" parecía el síntoma y la señal infa- sus camaradas machos" como militantes • de
pleno derecho eran las que se acoplaban al mol-
mante de una recaída en nuestros origenes no
proletarios. Ocultábamos en la sombra nuestros de de "el - militante revolucionario? ¿O que las
primeras consecuencias de las tentativas de
"problemas personales", reproduciendo en cier-
to modo al abismo abierto por la burguesia entre "liberación sexual - de las militantes fueron in-
terpretadas por los tios como una posibilidad de
el individuo "privado" y el individuo "público'',
y ello nos permitía estrucurar nuestra existencia "tirárselas" a placer, y que si no se dejaban eran
tomadas por mojigatas anticuadas? La verdad es
en torno a la militancia. Era la época, también.
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que nos aleja de determinadas capas sociales ex- sólo parcialmente— resolver, en la medida en

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tremadamente sensibles a la crisis social en to-
dos sus aspectos. y cuya extrema actualidad con-
trasta con un desenlace politico que parece
remitido a unas calendas no griegas, pero casi.
Esto se hace particularmente nítido en el ámbito
del movimiento feniinista, por ejemplo, cuyas
perspectivas políticas no pueden concretarse mas
que alimenta aspiraciones basadas en la reivin-
dicación de la innovación social inmediata. Las
organizaciones revolucionarias concentran sus
energías en el derrocamiento de Estado hurgues
y se constituyen para ello en "cohortes" disci-
plinadas y centralizadas siendo muy restringido
el espacio que reservan en su seno a la innova-

CION
allá de cierto umbral, que sólo podra franquear-
se mediante el salto cualitativo de la revoluckm
UN MODELO
ALAIN BROSSAT
que estábamos completamente inermes ante la
irrupción del movimiento de las mujeres. que
nos lanzaban el reproche de moralismo hurgues.
que ponian al descubierto la contradicción. la
ruptura entre "lo privado" y "lo público", cuyas
primeras victimas eran ellas mismas, y que
rechazaban el falocratismo que impregnaba de
cabo a rabo la organización revolucionaria.
En cierto modo, la crisis del nnlitantismo es la
crisis del politicismo estrecho de las organiza-
ciones revolucionrias. La crisis social, en todos
sus aspectos, ha alcanzado tal amplitud que
afecta al conjunto de los individuos sociales y
exige, por parte de las organizaciones revolu-
cionarias, respuestas inmediatas. Al mismo
tiempo, la exigencia de vivir "de otro modo", tal
como se concreta, por ejemplo, en el cuestiona-
miento de la familia, la pareja o la escuela,
aparece en un momento en que no se vislumbra
una salida política central. El auge general del
reformismo, que se nutre parcialmente, aunque
politicamente la bloquee, de esta exigencia de vi-
vir "de otro modo", nos coloca en una situaciOn
mucho más dificil de asumir que la inmediata-
mente posterior al Mayo del 68. La necesidad de
sitarnos políticamente con respecto al reformis-
mo, desde un punto de vista que no sea estricta-
mente propagandistico, hace más dificil y com-
plejo nuestro estatuto en la escena política, y
alienta una cierta "impaciencia revolucionaria'
ción social. La perspectiva leninista de la revolu-
ción, dominante en sus diversas formas en todas
socialista, y cuyas tentativas de introducir
nuevas relaciones sociales estan bloqueadas por
las coerciones impuestas por el capitalismo. De
este modo, nos venias obligados a responder, a
la vez, a las exigencias inmediatas de la crisis
social, y a demostrar, al mismo tiempo, que la
única salida decisiva se encuentra al nivel del
enfrentamiento central, a menos que queramos
que la exigencia de vivir "de otro modo acabe en
un callejón sin salida.
Esta doble necesidad, que nos impone a la vez el
mantenimiento de ciertas "prioridades" (la
principal de las cuales. absolutamente decisiva,
sigue siendo la necesidad de implantarse en la
clase obrera) y la intervención en muchísimos
terrenos sin estar preparados para ello, se pre-
senta como un factor agravante de la crisis. En
este contexto, la disociación entre la conciencia
política y la angustia personal, la búsqueda de
respuestas inmediatas a la crisis de las relaciones
sociales, se acentúa y ya no podemos permitir-
nos el lujo de dar constantemente pasos en falso
en este terreno. Pues, ya que el hombre no vive
sólo de politica, el propio combate revoluciona-
rio. en el sentido "clásico" de la expresión. y las
convicciones politicas. pueden llegar a parecer
menos importantes que los "verdaderos" proble-
mas de la "vida".
Dicho de otro modo, está claro que el actual con
texto político sólo puede encerrar a quienes se
apartan de la actividad revolucionaria colectiva
organizada, sin perder su estado de ánimo revo-
lucionario, en callejones sin salida que van
desde el reformismo a las utopías marginalizan-
tes. En la coyuntura actual, toda tentativa de
solución individual de los problemas privados,
como toda tentativa de encontrar una salida
inmediata a la putrefacción de las instituciones
(comunas, escuelas paralelas...) está condenada
al fracaso, a la represión o a la recuperación
burguesa. En el interior de este circulo de acero
se han debatido desde Mayo del 68 miles y miles
de jóvenes rebeldes o de antiguos militantes, cu-
yo fracaso alimenta la desesperación y el nihi-
lismo que todos conocemos.
La crisis social plantea a las organizaciones
revolucionarias problemas que no puede —o
las organizaciones revolucionarias, implica efec-
tivamente la absoluta primacía estratégica de las
tareas politicas encaminadas al derrocamiento
del Estado burgués, del que depende funda-
mentalment la refundiciön radical de la sociedad
y las relaciones sociales. Pero hoy las cosas no
son tan sencillas como en tiempos de Lenin.
pues si el objetivo central sigue siendo el mismo.
la situación ha cambiado profundamente, y las
organizaciones revolucionarias ya no pueden
subestimar la crisis social ni eludir las con-
secuencias de la putrefacción de las instituciones
burguesas. Si quieren ser e fi caces y detener la
hemorragia de la crisis militante, deben in-
tervenir también en otros terrenos. integrar estas
intervenciones en su problemática global. La
paradoja de la putrefacción de la sociedad
capitalista avanzada determina que ei socialismo
del futuro se esboce desde ahora mismo en la,
luchas y en las tentativas de crear nuevas rela-
ciones sociales que florezcan sobre el humus d,
la crisis de las instituciones y valores burgueses
Pero, y esto es una complicación adicional, la
concepción del partido leninista no ha quedado
al margen de la crisis de las instituciones, dado
que el propio partido es una institución. Institu-
ción contra el Estado. naturalmente, pero afecta-
da y modelada por ciertos rasgos generales del
funcionamiento y de los modos de reproducciOn
de la sociedad de clase y de la ideología domi-
nante. Esquemáticamente. Lenin explicaba que
frente a un Estado hipercentralizado. dotado de
despiadadas instituciones represivas, habia que
construir un instrumento de subversión, el parti-
do revolucionario, que estuviese, en cierto mo-
do, estructurado de acuerdo con el modelo del
adversario, una "cohorte de hierro". cen-
tralizada y disciplinada, democratica y a la vez
jerarquizada. Actualmente, las cosas son mas
complicadas: para enfrentarse al Estado burgués.
sigue siendo indispensable un partido de tipo le-
ninista —todos los grupos politicos que han in-
tentado "superar - el leninismo en materia de
organización, han tenido que pagar un alto pre-
cio— , pero al mismo tiempo. el partido revolu-
cionario, en tanto que institución no podia que-
dar al margen de la crisis de las instituciones
5

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SEXY,' ALI DAD
NO ES
MA TE'RN I DAD
DERECHO
A NUESTRO
CUERPO
burguesas. del cuestionam iento de los esquemas
centralizadores. directivisia s
y autoritarios , fe-
nómeno social que hunde sus raices en la forma
actual original, de la crisis del capitalismo.
La fuerza de las aspiraciones a un cambio en el
modo de vivir alimenta tendencias libertarias o
reformistas muy poderosas. Estas aspiraciones
forman también parte de la lucha de clases
Orientarlas en el sentido de la revolución prole-
taria y vincularlas al combate de la clase obrera
por su emancipación es una tarea esencial. Ello
equivale a politizar la vida cotidiana, a reducir el
abismo existente entre la practica politica y las
vivencias cotidianas. Es ésta una tarea esencial
para superar la "crisis del militantismo".
TRES CUADROS Y UN MODELO
Para esbozar, dentro de las limitaciones de un
articulo, un panorama de las razones y de las
condiciones de la crisis del militantismo, hemos
de remontamos a nuestra historia más lejana,
aquella de la que somos herederos, en la medida
en que, corno organización revolucionaria, pro-
cedemos de una corriente orgánica del movi-
miento obrero que, al menos desde los años 20,
ha existido sin discontinuid ad a través de una
práctica revolucionar ia de la lucha de clases.
Desde el punto de vista del modelo militante del
que somos herederos, nuestra tradición reposa
en tres pilares, que corresponde n a tres fases
históricas precisas: la construcción del partido
bolchevique, la creación de la Oposición de
Izquierdas en la URSS y la fundación de la IV
Internacional . Es el tipo de militancia configura-
do a través de estas tres etapas o lo que es lo
mismo, nuestra identificación con este modelo,
lo que hoy ha entrado en crisis. Por ello pro-
ceder a un análisis crítico de este modelo desde
un punto de vista histórico no es un simple ejer-
cicio de erudición gratuita.
Primer cuadro: la construcción del partido bolche-
vique. Desde el últimä decenio del siglo XIX a
1917, Lenin construyó un partido-cohort e de
hierro bajo el talón del zarismo. Un partido de
militantes forjados en la lucha clandestina, la
deportación, la cárcel, el exilio, el reflujo de
1907-1912 subsiguiente a la derrota de la re-
volución en 1905. Militantes que sólo viven por
y para la revolución, pagando por ello el precio
de una tensión constante. Su existencia privada
está totalmente sometida a las contingencias de
la lucha revolucionaria. sin permitirse un sólo
instante de reposo. El mismo Lenin, apartado
por el exilio del contacto directo con las masas y
del fuego de la acción revolucionaria, se im-
Í)(-.7 t¡
LEZBI
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puso una disciplina, una especie de ascesis per-
manente dirigida totalmente a seguir los acon- la
tecimientos revolucionar ios rusos y europeos.
Cuando. durante los años del trinfo de la reac-
ción, ciertos intelectuale s bolcheviques se lanzan
a toda clase de búsquedas esteticas o tratan de
encontrar en la espiritualidad religiosa algunos
elementos positivos. Lenin reacciona con ex-
trema brutalidad. En una carta a Gorki escribe:
"La importancia de los intelectuales en el par-
tido ha sufrido un descenso: por todas partes se
habla de su deserción. Que se vayan con viento
fresco, los muy cerdos. El partido se libra ast de
sus detritus pequeño-burgueses-. El Mismo,
para vacunarse contra tales ideas, escribe, se
sumerge en debates filosóficos, anota y contenta
detalladamente, en visperas de la guerra. la
Gran
Lógica de Hegel. Lenin, la energia
militante
hecha hombre. El cuadro se puede completar
con algunos flashes. Lenin y el ocio: ejercicios
"sanos", paseos, caza -todo ello para renovar
sus energías-, discusiones que nunca se apartan
excesivamente del debate politico. alguna partida
de ajedrez, afición pronto abandonada para no
quemar demasiadas energías, etc. Muchos años
después. Lenin inicia un debate epistolar con
Inesse Armand sobre el amor libre. Sin la menor
vacilación, tajantemente. opina: el amor libre es
una idea importada por la clase decadente en su
afición a las modas pequeño-burgue sas. ;Y viva
la boda proletaria!
Segundo cuadro: los años 20. La década de los
veinte estuvo marcada por un voluntarismo y un
mesianismo colosales. La revolución estaba a las
puertas de Europa; la guerra civil asolaba Rusia,
pero el ejército rojo avanzaba sobre Varsovia; en
un ambiente de entusiasmo, se fundaba la 111 In-
ternacional . El heroismo revolucionario era el
alimento cotidiano del militantismo de la época,
en Rusia, en Alemania. Imposible citar tan sólo
todas las figuras revolucionarias de la epoca. Y
de nuevo, la figura de Lenin se muestra como la
conciencia política múltiple y omnipresente,
poderosamente universalista, de la revolución.
De todos modos, y hay que decirlo de inme-
diato, esta figura no tiene nada que ver con el
perfil del militante estalinista, que se erige en los
años treinta y cuya existencia está determinada
por el principio de una disciplina becerril, y por
el temor de la próxima purga. Lenin, al menos,
sabia reir y no carecía de buen humor. Sin em-
bargo, en lo esencial, el militante de los años 20
seguia estando determinado por esta tensión ex-
trema de la energía aplicada a una acción cuya
dimensión histórica trasciende absolutamente las
vivencias subjetivas y las preocupaciones priva-
das del militante.
 dente, en el que se basan los rasgos constitutivo.
Tercer cuadro: la degeneración estalinista y la "problema s personales" . Lo primero que hay de su conciencia revolucionaria : el sentimiento
que decir es que esta identi ficación con el mo-
larga noche de los militantes marxistas revo- 'de la continuidad histórica y el despliegue di:
delo bolchevique puro y duro se basaba en un una conciencia prometeica universalista.
lucionarios. En primer plano, Trotsky, en el malentendido, durante los años inmediatamente
exilio, perseguido, reuniendo a la oposición
anteriores a mayo del 68, nuestro revolucionaris Pero hay otro rasgo, profundamente contra -
marxista revolucionaria, fundando frente y con- viviamos
En esta época, mo era puramente romántico porque dictorio, que nos importa más en este contexto
tra todos la Cuarta Internacional . 'la revolución de un modo indirecto. Las cosas se trata de la constitución de la individualidad
en la que los problemas privados siguen sacri-
Trotsky escribe: "No se decisivas no pasaban en nuestras universidades burguesa . La revolución burguesa oficializó la
licandose ante la causa . ni en nuestros institutos, sino en el Vietnam, en polarización de la sociedad en dos clases anta-
lo que es una tragedia personal, sólo se lo que es América Latina. Nuestro extremismo reno-
gúnicas, pero al mismo tiempo produjo el
el final de un capitulo de la revolución y el lucionario era tan radical que, a fin de cuentas, -ciudadano", la mistificación de una sociedad
inicio de otro". En pleno reflujo del movimiento
obrero internacional, sometido a los embates del no nos comprometia a nada, como quedó compuesta de individuos atomizados, iguales en
demostrado inmediatamente con la desbandada derechos y en deberes, en la que se disolvía la
fascismo y del estalinismo. Troisky está conven- de una buena parte esta generación de revo- fundamental relación de explotación entre las

cido de ser, por vez primera, indispensable, lucionarios. No era suficiente ponerse una boina
clases . Esta mistificación se dotó de ins-
irremplazable. el único capaz de transmitir la con estrella o una cazadora corno las que esta-
futu- tituciones lo suficientemente rígidas como para
herencia del marxismo revolucionario a las
ras generaciones de militantes. Es esta con- ban de moda entonces, para identificarse con el que la ideologia dominante llegase a impregnar
Che. En pocas palabras, éramos "bolcheviques
profundamente la existencia y la conciencia
vicción la que le permite soportar con entereza la ficticios", corno tuvieron ocasiän de comprobar social de todos los individuos. El individuo se
acumulación de reveses politicos y de tragedias fueron a
familiares (asesinato de su hijo León '• quienes, corno Debray o Goldmann,
Sedov, situó en el primer plano de esta conciencia
caer trágicamente en un callejón sin salida. común definida por sus relaciones sociales y sus
deportación de su otro hijo Sergio en un campo Al crear las condiciones de una practica reno- prerrogativas privadas . Individualidad profunda-
de concentración estalinista, persecución de su
primera mujer, suicidio de su hija, peripecias lucionaria concreta, al inaugurar en Europa una mente alienada, pues más acá del discurso sobre
nueva era revolucionaria, el mayo del 68 barrio la "libertad" y la igualdad (upara qué hablar de
novelescas en torno a su nieto, enfermedades, en gran parte la base objetiva de este revo- fraternidad'?), se produjo la separación de lo
atentados, etc.). lucionarismo de pacotilla. Sin embargo, el curso público y lo privado, el "encierro".para emplear
Resulta evidente que, independientemente de los
hiperleninista que siguió a este momento no nos un término de moda, de la mujer en el hogar, del
rasgos específicos de todos estos diferentes permitió liquidar todas las secuelas de nuestra niño en la escuela, del "loco" en el asilo. A
periodos, es un mismo "ideal militante' • el que prehistoria, y si bien nos permuto constituirnos pesar de las manifestaciones de la lucha de cla-
está en juego. Es igualmente evidente que dicho
modelo estaba estrechamente ligado a la coyun-
en la escena política contra los reformistas y los ses, el capitalismo ascendente consagró el triun-
espontaneistas. también nos ocultó la inadecua- fo del paradigma de la individualid bajo las for-
reapare-
tura que le vio nacer y que todavia hoy ción del "modelo". La situación actual es infini- mas banales del egotismo burgués y de la atomi-
ce, con modalidades particulares, en ciertas si-
amente peligrosa, tan profunda es la crisis del
zación obrera, y no sólo eso, sino también como
tuaciones de grave opresión: en América Latina, "modelo", y por ello en ciertos sectores de la modo dominante de la existencia y de la con-
por ejemplo. Es un modelo propio de una sima-
extrema izquierda ha nacido la voluntad de aca-
"tu- ciencia social.
ción en la que uno no se puede permitir el bar de una vez por todas lanzando el leninismo
jo" de tener angustias existenciales, y en la que
Si el movimiento obrero, al calor de sus cont-
Por la borda.
el riesgo de la carcel, la tortura o la muerte es el ¿Qué es lo que nos separa a nosotros del pan-
bates y por medio de las organizaciones que fue
alimento diario de los revolucion arios. Una si- creando sucesivamente, minó poco a poco los
león de nuestros Krigentes históricos? ¿Que es
fundamentos de esta conciencia social alienada,
tuación también, en la que la moral burguesa lo que constituye (instituye) a estas grandes
todavía no ha entrado en total delicuescencia, y figuras no sólo como líderes políticos y pro-
no llegó a destruirlos totalmente. Al constituirse
en la que las condiciones materiales de existen- en torno a la obra y a la acciún de determinados
ductores teóricos, sino conto el cemento real del
individuos marcados por el universalismo pro-
cia no permiten plantearse la enorme cantidad de movimiento obrero revolucionario y de su con-
problemas que aparecen en el seno de las socie- metido evocado más arriba, produjo en cierto
tinuidad? El horizonte histórico y social en el modo la forma más elevada de la individualidad
dades capitalistas "avanzadas". que se movieron Marx, Engels, Lenin, y hasta
burguesa. al tiempo que se iba constituyendo
cierto momento Trotsky, fue el del capitalismo una imagen del militante revolucionario cuyos
ascendente, época singular en el desarrollo del
fundamentos remiten a los valores de la
capitalismo, que permitía la constitución de
PERO IA VIDA ESTA CAMBIANDO...
individualidades revolucionarias sobre la base de burguesia ascendente. No es dificil medir la dis'
tancia que separa el análisis hecho por Engels de
un universalismo prometeico, de una con- la constitución y del funcionamiento de la
La generación revolucionaria que se formó histórica que ya no son posibles actual-
durante los años sesenta, en un momento en que tinuidad familia patriarcal de la "vida privada" de un
mente. Los "grandes hombres" del movimiento
se estaba produciendo un viraje en las relaciones
obrero, antes de la eclosión de las revoluciones Karl Marx que, como se sabe, le endosó al
de clase a nivel mundial, se adhirió con un sen- primero la paternidad de un hijo ilegitimo para
proletarias fueron arrastrados por el inmenso
timiento de evidencia fundamental a esta con- no turbar la paz de su hogar. Incluso nos atreve-
movimiento de la revolución burguesa. Por ello,
cepción del militantismo que sitúa la acción riamos a decir que la concepción del proletaria-
hay que considerarlos en cierto modo como los
revolucionaria en el primer plano, relegando las do como sujeto histórico, tal como está formula-
productos más elevados del capitalismo aseen-
cuestiones de la vida cotidiana al ámbito de los
7
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que es preciso fue, es lo mismo que hoy irrumpe en el centro De

da en las obras de Trotsky o en las del Lukacs
de los años veinte se inscribe en una linea ideo-
lógica e histórica que entronca con los valores y
los conceptos de la revolución burguesa.
Pero hoy, entre nosotros y estas figuras familia-
res, hay un abismo: dos guerras mundiales, el
triunfo del fitscisnm en los años 30, la caída del
capitalismo en casi una cuarta parte del globo.
han consagrado la decadencia del sistema
capitalista y la quiebra de los valores de la
burguesia ascendente. La propia individualidad
burguesa ha entrado en una crisis profunda. bajo
los embates del irracionalismo fascista, y sobre
todo, bajo los de la organización colectivista,
aunque des fi gurada, de los paises "socialistas".
co,, la reaparición de la conciencia de clase mas
allá del estalinismo. por no hablar de los des-
cubrinnentos freudianos, que han asestado un
golpe fatal al racionalismo hegemónico al des-
velar los resortes profundos de la constitución
del sujeto. Lo que significa. al nivel del indi-
viduo. crisis de los modos de identificación, cri-
sis de las relaciones afectivas, crisis de los mo-
dos de las relaciones sociales, crisis del "sujeto"
en una palabra. niediante el rechazo de los roles
y esquemas sociales dominantes. Ni' cabe duda
que esta crisis sólo podrá ser superada mediante
la revolución social y la recomposición de una
identidad desalienada en el marco de una colec-
tividad no antagónica. Pero a la espera de un
mañana color de rosa , esta crisis afecta de rebote
a la práctica revolucionaria, a la concepción del
propio sujeto revolucionario. De este modo, la
crisis del militantismo se presenta. en este con-
texto. como crisis de la individualidad revo-
lucionaria y desemboca en la crisis del sujeto
colectivo, de la organización revolucionaria con-
cebida como fórceps de la historia, según Lenin
y Trotsky.Crisis de la individualidad burguesa,
puesta en tela de juicio del partido como insti-
tución forjada, en cierto modo, en el crisol de
las instituciones burguesas: todo esto agrava la
crisis del militantismo. Pero hay también otro
elemento, la ruptura de la continuidad histórica.
Los grandes maestros del socialismo enraizaban
su práctica_ y sus perspectivas en el sentimiento
de una continuidad histórica dialéctica. Pero
hoy, con la excepción de la Cuarta Interna
cional, que representa la continuidad del
marxismo revolucionärio de los años veinte, la
vanguardia revolucionaria, en general, arrastra el
peso de una discontinuidad histOrica muy real,
fruto de la "perversión" estalinista del mo-
vimiento obrero. La realidad de esta discon-
tinuidad se acrecienta si tenemos en cuenta que
no basta con reanudar el contacto con la prác-
tica revolucionaria de los años veinte, asirni-
lando a Lenin y a I ft1isky. lo
enfrentarse a una situacion radicalmente nueva.
mismo de esta crisis del militantismo de la que
estonios hablando, la iniposibilidad de superar la
brecha abierta entre la existencia "privada" y el
compromiso politico. Para Mayakowsk y . la
prospección de nuevas relaciones sociales, la
LA SITUACION ACTUAL
Hoy en día, en los paises capitalistas avanzados,
el problema de las condiciones objetivas de la
realización del comunismo se plantea en térmi-
nos absolutamente nuevos y paradOncos. Son las
condiciones subjetivas. pollticas. las que están
retrasadas con respecto al desarrollo de las fuer-
zas productivas. Ello in/plica la necesidad de
una extensión del campo de la práctica revolu-
cionaria. una profundización y una ampliación
de la elaboración marxista revolucionaria. en
terrenos hasta ahora poco o nada explorados.
Debemos recuperar el hilo. roto por el esta-
linismo, que nos unía con el marxismo revo-
lucionario. pero también hemos de "reac-
tualizarlo" en profundidad. de acuerdo con las
exigencias que nos plantea nuestra actual situa-
ción social y política.
Nuestra sensibilidad actual, deterniinada por la
extensión de la crisis de las relaciones soicales.
del sujeto, etc., nos in/pulsa a examinar el fun-
damento social "invisible" de una existencia
"puramente" politica. Para emplear un lenguaje
un tanto provocador. diremos que Lenin y Trot-
sky representaban. en su existencia privada, la
última figura de la opresiOn patriarcal. que no
supieron subvertir en profundidad determinada
imagen de la pareja, de la relación hombre mu-
jer. Sus esposas, fueran cuales fuesen sus capa-
cidades, no tuvieron otra función que la de ser
meras sombras de sus hombres, su seguridad. su
Función que ellas, a pesar de ser mujeres
notables y de gran cultura, parecen haber asu-
mido conscientemente.
Esta interpretación algo insólita de los grandes
maestros no encierra ningún ánimo de denigra-
ción. Sólo pretende poner una vez más en evi-
dencia el abismo histórico que nos separa de
ellos, y cuyos efectos se dejan sentir en todos los
aspectos de la práctica revolucionaria . Y ya que
.nos hemos metido de lleno en la articulación de
la "vida privada" y del militantismo, nos es
dificil eludir la inmensa sombra de Mayakowski.
No creemos que sea una casualidad que Lenin y
Trotsky sintiesen una profunda desconfianza por
Mayakowski, que encarna la conciencia comunis-
ta desgarrada frente a la existencia y a su dimen-
sión de tragedia personal. Lo que Lenin y Trot-
sky criticaron en Mayakowsky conto un resabio
de revolucionarismo anarquizante pequeño-bur-
his
ger
fin
tec
reconstrucción del modo de vivir incluye la di- jeti
mensión del amor vivido como absoluto desga- fin
rramiento, el compromiso militante incluye el tot
enfrentamiento a la burocracia vivido como tra- inc
sal
gedia personal/ y todo ello se concreta en una
convicción : es imposible continuar luchando sin la
asumir la importancia de las experiencias "per- cié
lid
sonales".
un
ne
Y
PARA CONCLUIR de
di
El tenia en soga de la necesaria liquidación del gi
leninismo como teoría fundamental de la acción
Uf
revolucionaria en nombre de la irrupción del Li
deseo en el campo social o de la promoción aqui dc
y ahora de nuevas relaciones sociales, es una
se
estupidez a con/batir. El leninismo debe en-
té
riquecerse con las nuevas condiciones sociales e e5
históricas, pero sigue siendo el fundamento de la dl
práctica revolucionaria como teoria del partido
revolucionario en sus relaciones con el estado ir
burgués y con las masas. La idea de Lenin según
la cual sólo la existencia de un partido revo-
lucionario permite a las masas enfrentarse vic- Ci
toriosaniente al estado burgués conserva hoy
toda su vigencia.
Hoy es preciso ir contracorriente, enfrentarse a
las prácticas mecanicistas del lenismo. La prac-
tica leninista no implica ninguna relación de
manipulación o de sustitución entre el partido y e
las masas. Para Lenin, la auto-organización de
las masas era un rasgo constitutivo de la con-
ciencia de clase. Tampoco el leninismo implica
una definición restrictiva del terreno de la acción
política y de la crítica revolucionaria. Lenin
orientó la práctica revolucionaria hacia la des-
trucción del cerrojo de la sociedad de clase: el
Estado burgués. Pero la lucha revolucionaria se
extiende al conjunto de la sociedad burguesa,
ningún sector de esta sociedad debe quedar al
margen de ella, como dijo Lenin en ¿Qué hacer?
Hoy es preciso constituir una nueva unidad más
rica y coherente de la práctica revolucionaria. Es
preciso combatir sin descanso todas las teorías
de la adaptación a la crisis de las relaciones
sociales sobre las que pesa la descomposición de
la sociedad de clase y de la ideología dominante.
(Traducción: Josep Sarretl. •

8
 la división de las funciones especializadas del
e emisor y el receptor. Correlativamente, Brecht
transfiere a esta estructura técnica de los medios
el mismo modelo que sirvió como alternativa
revolucionaria a la apropiación privatistica del
LOSOFIA Y VIDA COTIDIANA capital: lo que en este marco fue históricamente
el proyecto de control autogestionario de los
medios de producción, se traduce para el campo
medial en un control democrático de la

.Ç-4t comunicación a través de sistemas que aunaran

la emisión y la recepción. La posibilidad técnica
de crear los correspondientes aparatos a la vez
emisores y receptores, es a este propósito tan

- COMUNICACiON O SILENCIO? importante como el problema de la organización

democrática de la interacción que ella supone y
pos ibilita.
Por importante que sea esta alternativa y esta
reivindicación, no debe pasarse por alto el hecho
• de que en ella se suspenden los momentos cuali-
tativos de la comunicación en provecho de los
EDUARDO SUBIRATS aspectos formales y funcionales. La pregunta por
De los medios de comunicación habría que decir aspectos técnicos estructurales de los medios en el quién, por el sujeto de la actividad comu-
lo que Nietzsche a propósito de los fenómenos si mismos. Pero acentuar exclusivamente esta nicativa, queda de todos modos abierta en este
históricos en general desde su punto de vista faceta técnica y funcional conduce a resultados modelo. No es cuestión, en otras palabras, de
genealógico. No es la función, la necesidad o el que pagan su plausibilidad practica al precio de plantearse tan sólo la estructura de los ins-
fin, lo que determina la aparición de un acon- una cierta dosis de ingenuidad. El modelo de trumentos, sino también la identidad misma de
tecimiento o un artificio, sino una fuerza sin ob- Brecht para radiodifusión, que Enzensberger los sujetos que se sirven de y se determinan por
jeto. una potencia sin necesidad, ni función, ni apostilla en su ensayo sobre comunicación, ellos. Asi como en la teoria y praxis del movi-
fin. La historia tampoco la hace un impulso merece a este res pecto un comentario. miento obrero, la apropiación autogestionaria de
totalizador tendente a la síntesis automática e los medios de producción nunca ha reflexionado
La argumentación de Brecht parte de la base
inconsciente de las fuerzas que habitan sin cierta de que a los medios de masa les subyace criticamente la naturaleza represiva del trabajo
saber de si; este impulso es más bien el ardid de estructuralmente la misma contradicción que al en si mismo ni de la formación del objeto a tra-
la historia, que hechiza la multiplicación y crea- sistema económico capitalista. La producción vés de él, asi tampoco el proyecto de abolición
ción de fuerzas y formas otorgandoles un sen- medial es, lo mismo que la producción económi-
de la separación entre emisión y recepción, en
tido, fijándoles una función, encadenándolas a ca. algo socializado; y tan exterior y "artificial - cuanto correlato técnico de la división social del
una sintesis histórica. No es la contradicción y la es a ésta su apropiación privada, como respecto trabajo, se ha preguntado por la naturaleza obje-
necesidad de reconciliación la que mueve la his- a aquélla su separación entre producción y con- tivada de los sistemas de comunicación y de la
toria, sino la profusión, el derroche de fuerzas. sumo. A dicha separación responde, en la es- identidad compulsiva del sujeto que en su medio
Y sólo en ellas, en esta multiplicación, en ese tructura técnica de los medios de comunicación, constituyen.
despilfarro, puede apoyarse una critica contra la
dialéctica de una universalidad falsa que las yu- II
gula confiriéndoles una tendencia y un sentido:
un plus y una carencia.
Los medios de comunicación son inseparables
del contexto de producción y reproducción
sociales en el que tiene lugar su aparición his-
tórica. Son inseparables de la función que en
este nexo han adquirido: como rasero coactivo
de la experiencia del individuo frente a la rea-
lidad humana y natural que la rodea, como ins-
trumento del amordazamiento de la sensibilidad
y del encadenamiento del deseo. Y sin embargo,
de atenerse a su naturaleza maquinica, ellos
constituyen precisamente lo contrario: medios
que permiten la prolongación de la percepción.
la ampliación de la experiencia tanto cuantitativa
como cualitativamente, la movilización de la
comunicación intersubjetiva. la experimentación
de nuevas formas de sensibilidad y un nuevo
estilo de vida, que en el campo artístico no se ha
cesado de ensayar por lo menos desde el dadais-
mo.
Enzensberger subraya con razón el carácter
meramente defensivo que la noción de "mani-
pulación - ha tenido para la critica de los sis- it
temas vigentes de comunicación en el seno de
las nuevas izquierdas. Como tal, este concepto
ha sido cómplice de su impotencia. Una critica
dz la comunicación debe basarse, en efecto, en
esta potencia virtual que encierra y que. expe-
rimentalmente, ha sido desarrollada en parte por
diversas tendencias del arte moderno de van-
guardia. Se trata en otros términos, de liberar
posibilidades que los medios sustentan como
"forma fluida", desarticulando su encadena-
miento a las instancias y estructuras de poder
actuales.
Sin duda esta liberación comprende también los
3
 pro- mente en el seno de la producción escénica. Se
de com u - pudor del tio,o.maii , -, corre pareja con la diría FrläN: en el marco general de un arte carente
I a calle. considerada corno medio ducción de nuevas formas de realidad . Apli- de aura y de una producción artistica que se
nicacion acaso brinde un ejemplo mas ilustrado cado a la realidad medial y las alternati v a s o
define por su aiomización, especialización y des-
que el ya clasico de los radio-transmiso res. por s de uso emancipado r. este aspecto
la simple razim de que su transformación estruc- estrategia su composición. que celebra, en fin, su auto-
añade al modelo de radio-transmisores de Brecht destrucción y su muerte, nada parece mas atrae-
iural no requiere en este caso de ninguna adap- o incluso a la critica de la "industria de la con- Ovo que la transformación de la producción
tacion tecnica sino que mas bien es una con- que en
va. ciencia" de Enzensberger. una dimensión medial como obra del arte total, como gran art
e.
dicion de la misma situaciön comunicati ellos ni siquiera se habia previsto . Sus respec- que suprimirla su extrañeza respecto de la so-
I viste por lo denlas. un bello cuadro de la calle reposan. en efecto. en la
como medio de la desolaciön que no puede ser Ovas aigumentacion es ciedad y ht vida. Y conto gran arte podria. en
critica de la separación de la producción y el efecto. considerarse la producción escénica. que
olvidado, el de El hombre de /un muelle- consumo. corno consecuenci a de la división en su figura mas elevada integraria actividades
durnbres. de E.A. Poi: La frenética desolacións social capitalista del trabajo. Mas eings an- hasta el momento separadas. dotandoles de una
de este irotarnundo s que sumerge sus desazone gumemos no aluden a la -escisión que ésta impli-
dimensión y amplitud nuevas: lo mismo la
en la opacidad del tumulto. se ha convertido en- ca de trabajo y actividad simbólica. de pro- estética tradicional que la ingenieria la arqui-
t re tanto en un lugar común de la experiencia ducción de conciencia y producción de realidad
cotidiana de cada cual. La calle es el escenario La transformación de la realidad media) debiera Lectura o el diseño. las estrategias de guerrillas al
en el que el caminante solitario y anOnim o tiempo que el psicoanälisis. la praxis politica en
entenderse. pues. no como una reunión de la
ahoga en el sopor de la multitud el desgarra- producción y el consumo bajo su forma de emi-
el sentido clasico. y. no en menor medida. las
miento de un aislamiento que en silencio ha experiencias con las drogas alucinógenas . La
sión y recepción. sino en los términos de dis-
renunciado a todo encuentro entero. Por otra posición escénica en que los actores realizadores mención del proyecto de Burroughs para una
parte las metrópolis capitalistas no dejaran de o constituirian nuevas formas de - "revolución electrónica" es en este contexto im-
ofrecer el espectaculo de una exubera nte most- establecer ían prescindible y. sin duda, puede considerarse
intensa.. y . una realidad social, al tiempo que desencade- como una anticipación a este propósito: la forma
lidad comunicativ a extremadamen te os S e uirtrt narran una actividad reflexiva y por tanto sim se vuelve aqui acción, las palabras adquieren el
plena: en los momentos revolucionari bólica sobre esta misma realidad. Esta pro-
que entonces sujetos enpiricos enteros asaltan de efecto corrosivo de los virus, se convierten en
ducción escénica supondria. naturalmente, la los agentes de las nuevas pestes culturales, las
pronto las calles, hechas para yugularlos en su abolición no ya de la separación entre produc-
aislamiento. Una y la misma calle se convierte imágenes se vuelven armas al servicio de una
ción y consumo, sino de su misma diferencia, en técnica medial, transfigurad a en una gran guerra
de medio de la violencia de un orden coactivo en tanto que resultado especifico de las relaciones
el medio de su transgresion y rebasamiento. artistica. civil y revolucionaria.
de producción burguesa. Supondria también,
I a aportación del psicoanálisi s a la icorta de la claro la transformación técnica de los me-
Y, sin embargo, la muerte del arte no coincide
comunicación es decisiva, y entre otras cosas a está, hoy con el comienzo de esta fiesta. Ni siquiera
dios de comunicación, mas sólo a titulo de puede decirse que en sus últimos jadeos
propósito de la creación de una situación in- modificación de las condiciones formales de las
tersubjetiva semejante. Pues, al menos hipoteti- provoque el bello escándalo que en otros tiem-
camente y alli donde no se sacrifica del todo a que necesariament e tendría que servirse este pos llevó a la celebridad al dadaísmo y al
nuevo dispositivo escénico.
su cometido policial, es precisamente esta situa- Esta exposición esquemática y somera de una al- surrealismo . Muere en los museos. en silencio.
ción la que pretende crear como medio de apa- impecablemente vestido de etiqueta. Remitir su
ternativa a los medios de comunicación a través
rición del inconsciente . Como teoria linguistica de la creación de dispositivos escénicos remite a
expiración al nacimiento histórico de los medios
dotada de una dimensión sociólogica (A. Loren- una critica de la noción burguesa de producción electrónicos es una tesis muy aventurera, y bien
zerl, el psicoanálisis define a éste. al inconscien- y constitución que se remonta hasta Kant. En poco venturosa . Su fin sigue. no mas, los pasos
te. como aquel nivel de la realidad constitutiva expondrán úni- de un largo y triste cortejo de dioses caidos, de
del sujeto empírico excluido de la comunicación este marco. sin embargo. se valores destronados. de un estilo de vida y una
camente algunos indicios en relación a la pro-
social. Su exclusión y, por consiguiente. su ducción artistica. Pues es importante señalar en cultura sencillamente desaparecidos : acompaña
represión en el marco de la identidad social- de medios de pro- la muerte misma del hombre.
mente reconocida, es una exigencia del principio este nexo que en su calidad La producción medial existente no hace más que
ducción de una realidad al margen y contra unas arrollar a su paso sus restos derribados . No por
de rendimiento social. condicion de la repto- relaciones sociales o una interaccion sujet a. en
ductibilidad de las relaciones sociales cosi- ello se abstiene de usurparle algunas de sus
definitiva, a la racionalidad cientifico-técnica del
ficadas. En las deformadas figuras de interacción proceso de desarrollo del capital, estos dis-
viejas funciones, algunas de sus componentes.
que ella impone se realiza asi el sujeto alienado, más para integrarlos en su sitema de idiotización
p
ositivos escénicos asumen momentos esenciales
Y el objetivo de la reconstrucción psicoan alnica
que definen la praxis estética. En este sentido integral y generalizada . En el se nutre la deses-
sería en este sentido la rehabilitación de estos puede subrayarse también la alusión o la aso- peranza de muchos y el inútil gesto de protesta
sectores perdidos para la comunicación : otorgar- elación con el universo de la creación artistica en la actividad artistica de unos pocos:
les la palabra que nunca tuvieron y transformar Debe volverse aqui, una vez mas, a aquella sole-
correlativamente las formas imperantes de in- que evocan los términos de "dispositi vo esceni- dad. Y no sólo la que depara la autonomia del
El paralelismo con el ejemplo anterior co - o "escena". arte a titulo de dudoso privilegio otorgado a un
teracción. En el sujeto y en la actividad emética, la teoría
de la calle puede establecerse en la medida en artista que, hoy por hoy. está condenado a ser el
r una tradicional del arte había confinado, por ast último. Se trata de la soledad al que el universo
que esta transformación pasa asimismopo decir, todos los residuos sobrantes de la demar-
disposición o arrangemeni escénico. cohto lo ha codificado de la comunicación obliga a todos o
cación estricta de un sujeto trascendental y de la
formulado Lorenzer, es decir, por una situación personalidad moral. Todo lo que no era con- a ninguno. Ella es sin duda impotente. A
nes
interactiva. Existen por supuesto situacio gruente o afin a la esfera del trabajo y de la in- espaldas de los individuos, refugiados en una
especiales y muy especificas para el tratam iento teracción socialmente sancionada, quedaba rele- existencia monädica, se cumple y se reproduce
psicoanalítico cuya discusión no tiene cabida en gado al universo autónomo del arte, en el que la tanto mejor la ciega totalidad de la que sin em-
este lugar (situación infantil, transferenci al . bargo pretenden escapar. Pero supondría ejercer
etc.) Preciso es aqui señalar únicamente producción del deseo, de la fantasía, en que el
edipica. delirio lo mismo que el sueño, podia gozar de una violencia igual el poner la comunicación
que estos nexos rompen en Princi pio la inte- una existencia, aunque separada, relativamente social por encima del individuo, y en nombre de
gridad de los sistemas de interacción en los que apacible. La producción escénica, tal como aquí la primacia de aquélla condenar esa soledad
reposa el proceso de reproducción social. Ello ha sido definida, trata precisamente de reintegrar como la mentira de una anacronismo.
define, formal y negativamente, un rasgo funda- Esa soledad brinda, al fin, el único espacio vital
mental de esta situación interactiva que como tal . estas componentes, que tradicionalme nte per- en que la estructura espiritual del individuo
tenecen a lo estético, en la producción de la rea-
constituye el suelo de una experiencia de tenden- puede eximirse de la acomodación a las normas
lidad humana vital ,
cia con el todo del proceso socializador, con el Mas el paralelismo con la creación artística no
que la sociedad le impone. En este sentido ella
conjunto de la formación cultural. se agota en este punto. Ya Adorno, en su ensayo no es indigente, que puede ser llena. Desdi•
Tan importante es en esta situación, que me- sobre Wagner. señala hasta ciii punto la reali-
chada, es cierto, lo será siempre. mientras las
rece el titulo de experimental, su valor her- necesidades de una sociedad fundada en el solo
zación de la Gesamtkunstwe rk anticipa en la privilegio del lucro excluya de la comunicación y
menéutico, como la creación que ella supone
obra wagneriana elementos tanto formales como
de nuevas formas e intesidades dc interac- e utilizaría el cine condene al silencio sus angustias y sus espe-
técnicos que posteriorment
ción. La producción de una conciencia de las Esta correspondencia entre una obra artistica y ranzas. Y, sin embargo, otra realidad no puede
necesidades y deseos reales del suje- esperarse para mañana que no sea la de los
una producción medial como es el cine no hace
to empírico, en el mismo sentido que lo ha se-
más que ampliarse cuantitativa y cualitativa- sueños que hoy pueblan nuestra soledad .•
ñalado Habermas como momento cmanci-
z
10
 NO SE
• RAOA OCHO AÑOS QUE
S , Y NADIE SA-
LEBRABA N ELECCIONE
BIA A CIENCIA CIERTA COMO PEN-
LuEa0
SABA EL PUEBLO ESPAÑOL PE RIVE-
GE LA DICTADURA CE PRIMO
PE BEREN-
RA Y PELA "DICTABLANOA
GUER,"
Eaxrdo de Guirrljr,
CE- ESPAÑOLES; SURGE PE LAS
ENTRAÑAS SOCIALES UN PRO-
FUNDO CLAMOR POPULAR QUE
DEMANDA JUSTICIA Y UN IM-
PULSO QUE NOS MUEVE A PRO-
CURARLA. PUESTAS SUG EsPE-
RANZAS EN LA REPÚBLICA EL
ef-fe PUEBLO ESTA YA EN MEDIO PE
LA CALLE.:.
Kenifiese de diciembre de
1930
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PARA EL 2 DE ABRIL. PRETENPIPAMENTECO.
MO UN EPISODIO PE TRAMITE PARA LOS
MO-
NARQUICOS, Y CON NO DEMASIADAS EXPEC-
TATIVAS PARA LOS REPUBLICAN05.:.
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LAMENTABLE
... . EL RESULTADO Ce LAS ESTA ES LA REAL , CAP , Y ES PRECISO DECIRLA
PARA LOS MONARQUCO6 . CONTRAPRODUCZNITE E INUTIL
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CASA CaNS 570RiAL. PROCLAMARO TARDE PE ese MISMO DÍA Los
A _AS POS MENOS VEINTE DE LA CONCEJALES ELECTOS POR BARC
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EN NUMEROSOS PUEBLOS
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EduardO de Gurndn
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Tegke-e,4ila sor o
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Ediciones de la Torre es una pequeña editorial que inició sus actividades el 1.
de mayo de 1976. Sus miembros forman un equipo de trabajo sin-partido, al ser-
vicio del movimiento obrero y popular: es decir, Ediciones de la Torre es indepen-
diente de cualquier organización política, pero abierta a y solidaria con todas las
personas. ideologías y fuerzas políticas avanzadas.
Las lineas de acción básicas se desarrollan en la Sección Trabajo —que analiza
— y la
en el nivel fundamenta l de la Producción
la contradicció n Capital/Trabaj o
Sección Vida —que estudia los diversos problemas del Medio material y social
En resumen, el cómo y el cuánto de la ex-
en que viven los trabajadores —.
plotación capitalista y el cómo y el porqué de las condiciones de vida de las
clases populares, y las luchas que se derivan de ambas situaciones.
les , la Sección Pol iti ca —con una
Complementa ndo estas líneas fundamenta
colección dedicada a España ahora, otra a Problemas del Movimiento Obrero
, la Sección Literatura —que busca una producción
y otra a Nuestro Mundo — , y la Sección Historia —cuya
literaria no alejada de la base de la sociedad —
primera colección. España 1917/39, se está preparando.

PRODUCCION 1. 0 TRIMEST R E 1977

TRABAJO
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Medre N.A.

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Sociología de la mujer trabajadora en
España. Un volumen de 384 págs. 13 x 19
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POLITICA
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vimiento Obrero
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N.° 2 Rosa Luxemburgo . - TEX-
N.° 1. Ederle.- Los conflictos laborales en 1976. TOS SOBRE LA CUESTION NA-
CIONAL.- Introducción y notas
N.° 2 Manuel P. Izquierdo.- De la Huelga General
de Manuel P. Izquierdo. Un volu-
a las Elecciones Generales, men de 208 págs. 12 x 17 cms.
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tos inéditos en nuestro país, del
N.° 4 , Diego Fábregas y Dionisio Gimenez.- La jinno els..re ten pensamiento de la gran revolu-
Huelga y la Reforma: (Metal/Saba dell , otoño 76). SOLIDARIDAD CON LOS
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los temas fundamentales del
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España. movimiento obrero.
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Colección España ahora

N.° 2. Alfonso Garrán. Los movimientos cam-
VIDA pesinos.
N.° 3. Varios. Los movimientos feministas.
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N.° 4. Colectivo. Las primeras elecciones del post-
Francisco Lara Sánchez.- LA EMIGRACION
ANDALUZA. Análisis y testimonios. Un volumen
e
AM franquismo.
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JULIAN BECK& JUDITH MAUNA
los campos de azuzenas no quieren
emborracharse con cócteles molotov
BIEL MESQUIDA / CLAUDI MONTAÑA
York, un grupo fundamental en el llamado "nuevo teatro ré , teamerica-
Juliän Beck y Judith Molina fundan en 1947 el Living Theater en New
no•. Mucho se ha escrito sobre el Living y no será necesario hacer una biografía de su interesante labor a lo largo de las décadas 50's y 60's. En
su primera época se constituyen en pioneros del underground teatral (representaciones en su propio apartamento o en pequeños locales, cuyo
alquiler sufragan con aportaciones voluntarias de los espectadores). Conectados con la vanguardia artística neoyorquina, interpretan obras de
etc., y arman cierto revuelo con sus escedificaciones de The Heroes de
Gertrude Stein, Kenneth Rexroth, Picasso , Paul Goodman, Alfred Jarry, (estudio de un heroinómano). Esta puede ser considerada su etapa
John Ashbery ( tema de la homosexualidad) y The Connection de Jack Gelber
"beat". Luego estudian a fondo algunos autores-clave del teatro contemporáneo como Pisator, Brecht y Artaud, aplicando sus métodos y adap-
de Kenneth Brown (con su feroz denuncia de la vida militar) va a desencadenar so-
tando sus obras. Sin embargo, la representación de The Brig
partir de ahi se abre una época de abierta politización en el Living Theater:
bre ellos la represión politica que les llevará a la cárcel y al exilio. A
-politización entroncada con la "nueva sensibilidad" que aflora en la Norteamérica de los años sesenta. Entre 1964-68 el grupo permanece en
Europa. en el Festival de Avignon. Su regreso a los Es-
En Mayo del 68 ocupa el Theätre Odeon de Paris y, tres meses después, estrenan Paradise Now y
tados Unidos pone en evidencia que la nueva sensibilidad había envejecido y el underground estaba ya sepultado. Pese a lo cual, Judith Malina
Julián Beck rechazan un contrato para actuar en Broadway. Se dividen en varias células y dejan de ser actores politizados para devenir políticos
que utilizan el teatro para difundir sus tesis mesiánicas, cual santones errantes por el mundo. "Después de Mayo, nada volverá a ser como an-
tes" dijo Godard. Mayo de 1968 es también una fecha clave para el Living Theater. Yen ella vamos a iniciar esta entrevista.
15
 JULIAN BECK & JUDITH MALINA emp
No
a la gente de las barracas con estudiantes (algu- Judi
nos
de los cuales no hablan entrado nunca en
). Tam- len(
una barraca por estimarlo muy peligroso

• bién hicimos un montaje sin palabras. para evi-,

lar la censura, y lo representamos en plazas
públicas. En Sarameño —donde hay una gran
fundición de aluminio de una sociedad cana-
por
cial
son
obr
diense— ideamos un espectáculo para los niños cia.
de la fábrica, pero la policia nos llevó presos
acusados de subversión . Estuvimos dos meses y par
medio en la cárcel de Bel Horizonte donde lo,
miembros del Living. empezando por los brasi- mi

leños. fueron torturado s por la policia. No obs- do

tante. los interrogator ios con torturas cesaron al cla
llegar la prensa extranjera ("Le Monde - . "New Ct
gii
York Times - . etc.) que publicaba la noticia. Los
presos brasileños nos pidieron que. al regresar a CLI
los paises superdesarrollados mostrásemo lo s
(.1 que pasa en las cárceles de la America Latina
VT.- Estamos en 1977 y habéis venido al Estado
su
pu
español como una compañia comercial más (entra- to
Irom,` .* ¿Quedó atrás el
aatl, das en Barcelona a 350 pesetas) . re
tiempo del teatro en la calle? ¿Resulta ya ana- et

crónico el término "teatro de guerrilla"? ir

Julian.- No. lo que estamos haciendo es sobre
todo teatro de guerrilla . Lo cual quiere decir que
un 80 % de nuestro trabajo esta constituido por
teatro en la calle, aunque no represente mos es-
pectáculos grandes como el que hemos traido
sobre el sadomasoquismo politico. aqui. Los seis actos públicos y La torre del dinero
lete meditacione s palabras de Gandhi: "Si la violenci a esta en
son también espectáculo s largos que hacemos en

o creemos que las paginas de "El Viejo To-
nuestros corazones es mejor ser violent o que barrios populares . Pero tenemos. asimismo.
veinticinc o espectaculo s pequeños con una dura-
cubrirse con el manto de la no-violenci a para
o'' sean el marco más adecuado para ia "dra-
va-
. En consecuenc ción de 5 a 20 minutos que hacemos como pie-
atizar - una entrevista disimular nuestra impotencia".
nos a eludir los detalles de nuestras inciden- VT.- La popularidad del Living en Europa alcanzó zas de guerrilla en mercados, calles, delante de
.v Judith , del
adas conversaci ones con Julian Beck cotas escandalosas en 1968. Los incidente una estación, etc., para cambiar la cultura y el
afina que no estén reflejados por el tnagne- Festival de Avignon y vuestra expulsión de la ciudad ambiente de las calles. Este es tal vez el aspecto
tras una transcripci ón (sin acotacio- francesa fueron, en cierto modo, los últimos ester- más importante de lo que estamos haciendo
Ofono,
tes) del a veces falaz juego pregunta-respues- de la "revolució n " de Mayo. Algún tiempo ahora.
lores
s como éstas de
a. Sin embargo, en honor a la verdad, quere- después
llegaba la noticia de que os habiais frag- Judith Molina.- Las actuacione
lirlS
precisar algunos puntos. Primero: esta

mentado en varias célula, teatrales. ¿Incidieron los España (también las de "La Paloma - en Barce-
ótrrevista es producto del montaje de dos
acontecimiento s del 68 en
vuestra praxis artistica? lona) nos permiten hacer cosas para un público
con los funda-
.onversacion es que SOSIIIViM OS ¿Que os llevó a la fragmentación? que no ha oido nunca las palabras Living The-
ores del Living en el lapso de tres dias. Se- Julian Beck.- El año 1968 fue, como todos sabe- ter pero comprend e más cosas de la revolución.

ando: la primera conversaci ón . plagada de mos. un año de politizació
n en iodo el mundo, de la anarquia. de los problemas de la violencia.
... Nos dimos
tervias y brusquedades. debimos mantenerla en aquel tiempo era divertido que estas personas que pagan para sostenernos.
mitra reloj al presentarse Judith y Julian con
cuenta que nuestro trabajo debia cambiar . Con No es posible en este sistema ser puros mante-
dos horas de retraso a una cita previamente
Paradise Now manifestamo s que el teatro estaba nerse sin tocar nada. No es posible : ni tú , ni yo.
convenida y confirmad a. Tercero: acudimos a en las calles: hablamos tratado de crear un es- ni nadie. No es posible estar con las manos lim-
s se hi-
una segunda cita, tras una llamada telefónica
pectáculo en el que los cambios interiore pias en una sociedad llena de sangre. Somos co-
de
Jala»! Beck solicitándonosla ("con las pri- cieran patentes con acciones exteriore s , como mo todos. claro. Pero hemos hallado esta fór-
quizti no llegamos a entendernos"). Citar- necesidad ineludible para superar una cultura mula: 80 % de nuestro tiempo con los mas po-
sas , iniciada en un
u, la segunda conversació n envejecida o muerta. Entonces una parte del bres de los pobres y con los barrios cultural-
o paulatina- los calle-
clima de relax, fue adquiriend grupo decidió seguir creando espectácu mente más marginado s. Para poder hacer esto,
mente una brusquedad considerab le que de- jeros con un punto de vista politico. económico hemos de hacer lo otro. Todos estamos pagados,

enera en franca virulencia cuando Siete
hicimos
medita- y social en un intento de sacar la acción teatral todo el mundo.
!ganas criticas a su espectácu lo fuera de los locales institucionalizados. Por tan- VT.- Si no es posible estar con las manos limpias
iones sobre el sadomasoquism o politico vincula- to. la división del Living en varios núcleos para posible luchar
siittación politica concreta en una sociedad llena de sangre, ¿es
das a la tortura y
hacer formas diversas de trabajo nos pareció na-
con la paloma blanca del pacifismo contra la n io-
en el Estado español. Quinto: en dos ocasio- tural. Un grupo de personas interesada s en el es-
el cassette de forma lencia policial de la tortura, contra la violencia im-
nes nos fue desconecta do tudio del misticismo se fue a la India. Otro gro-
airada y se nos in.stó a que borrásemos en su
perialista del napalm y las bombas?
po —en el cual estábamos Judith y yo — empe-
Judith.- Si deseamos contestar a una fuerza casi
resencia unas palabras de Judith Malina. co- zumos a trabajar para crear nuevas formas de negativa como la policiaca, creemos contradicto-
so a la cual nos negamos pues habíamos pro- teatro en la calle, conectamo s con un grupo de rio usar los métodos de la policia.
Si deseamos
metido no transcribirlas . Sexto: esta segunda actores brasileños que nos pidieron que fuese- destruir las fuerzas estatales en un analisis racio-

n mversacibn se vio truncada por puñetazos de mos al Brasil, pues quizá seria posible para un nal, no es racional tomar como modelo las mis-
lidian Beck sobre la mesa y un aparte con Ju- grupo extranjero hacer lo que los grupos de su mas fuerzas que dan ordenes a las fuerzas arma-

dith plagado de insultos en ingles: tal crispa- pais no podian hacer a causa de la terrible repre- das. Desde nuestra perspecti va toda la violencia
venia causada por el temor a que publi-
' hin pudiese sa- ston. tiene su origen en el Estado. Toda violenci a po-
easemas las palabras de Judith y VT.- Ya en Brasil. ¿Qué conseguistei s hacer antes
i .. co es una violencia estatal. Disparar es una
la estrategia del grupo. ya que
lir perjudicad a de ser detenidos y expulsados del puls? respuesta directa a la violencia estatal . Si desco-
—pese a nuestras reiteradas promesas — "no Julian.- Intentamos sostener el movimiento de
mos cambiar este poder. hay que renunciar de
Siete: es obvio
,e fiaban de los periodistas -. y ni lucha. Aconsejados por nuestros amigos. procu- entrada al uso de los mismos métodos de res-
que hemos mantenid o nuestra promesa rábamos transmitir a la gente un sentimiento de
declaracion es de Judith ni puesta engendrado s por el Estado.
las "esiratégicas'• esperanza. Hicimos espectáculos en favelas de VT.- La noticia y el ejército emplean la violencia
figuran en esta
iras discusione s off the record Sao Paulo y Rio de Janeiro desafiando ajos au- para defender los intereses del capital o del estado:
s ( 5'sa-
entrevista . Tras estas siete aclaracione e toritarios con un análisis de la situación social los obreros y estudiantes, los pueblos sojuzgados, la
domasoquista s?) y la lectura de la siguient existente. Montamos un espectaculo para reunir
entrevista quizá resulte CilriOS” meditar unas

16
 JULIAN BECK & JUDITH MAUNA
emplean para defender o exigir su propia libertad.
No es lo mismo...
Judith.- No es verdad que la policia use su viso-
La policia dispara
lencia para defender al Estado.
porque esta pagada para disparar. Su origen so-
cial no está en las clases burguesas; los policias
son miembros de la clase proletaria, de la clase
obrera. Este es el punto débil del sistema: las
clases dirigentes dependen de los militares, poli-
nto mental
cias, soldados y de su condicionamie
para obedecer. Si no existe este condicionamie n
será imposible que alguien sea policia. por
-to,
mucho dinero que le paguen. Todos los solda-
dos. policías, etc. están abiertos a un anälisis de
clase y a una comprensión de su situación.
Cuando nosotros hablamos de täctica y estrate-
gia revolucionaria s no-violentas, tenemos en
cuenta un trabajo pre-revolucion ario profundo
que lleve a policías y soldados a darse cuenta de
su posición en el sistema de clase. Pongamos.
por ejemplo, una huelga general, seguida de una
toma de los medios de producción por los obre-
ros: los patronos llamarán a la noticia, pero, si
ésta rehusa disparar contra los hermanos y her-
manas de clase, en este punto podremos hablar
de una terminación de la violencia. Esto es la
no-violencia.
Tenemos muchos ejemplos de esta posibilidad
en la práctica: Estados Unidos, Brasil... Los re-
volucionarios brasileños luchan por subvertir la
policia y el ejército, siendo esta lucha uno de sus
primeros objetivos. Donde no se pueda hacer es-
te trabajo la violencia seré muy fuerte y el baño
de sangre inevitable. Del mismo Mao Tse-tung
(yo no soy maoista: soy anarquista y pacifista)
podemos aprender algo importante: la organiza-
ción; los cuadros de antes de la revolución han
ido por los diferentes pueblos para enseñar qué
significa la revolución . Donde exista este trabajo
educativo, la violencia irá disminuyendo o desa-
parecerá totalmente. La no-violencia no significa
planear sueños imposibles. sino disminuir la
violencia existente en cada lugar concreto antes
de que sea ya demasiado tarde.
VT.- Al margen de la policia y el ejército sabéis
que existen grupos fascistas. neofascistas, bandas
parapoliciales, escuadrones de la muerte que siem-
bran el terror y la violencia —a menudo impune-
mente— en numerosos paises. El Estado español
vive momentos trágicos al respecto...
Judith.- ¿Por qué son fascistas o neofascistas?
A causa de una cultura que les condiciona. Hay
que trabajar para evitarlo. Hay que combatir es-
ta cultura que lanza a los jóvenes a una tal per-
versión humana, a la agresividad, a la competi-
ción. a la adoración de la violencia. Son fascis-
tas a causa del culto a la agresividad machista,
manifestada en un modelo de hombres fuertes y
duros. Es una imagen muy importante para los
fascistas. Creo que el feminismo es la fuerza más
poderosa para combatir este mito machista.
VT.- También hay mujeres fascistas. ¿No?
Judith.- Las mujeres esta y esclavizadas por la
cultura machista. Es algo totalmente perverso
que existan soldados femeninas, pongamos por
caso. En cada cocina existe el fascismo del hom-
bre sobre la mujer y las mujeres permanecen su-
misas. Esta sumisión no sólo existe en las capas • remos cambiarlo, Si para ello es preciso matar a
sociales más reaccionarias... Por otra parte. esta
sumisión es del mismo signo y reproduce idénti-
co modelo que se da en los revolucionarios
cuando utilizan los métodos fascistas de intentar
la solución de los problemas por medio de un
fusil.
VT.- Algunos grupos feministas radicales practican
Kárate. judo, etc., para defenderse de posibles
agresiones de los hombres ¿Lo creéis equivocado?
El momento más efectista del mismo espectáculo.
Judith.- Esto es la recuperación final. Las muje-
res están esclavizadas por la mentalidad machis-
ta desde hace diez mil años. El uso de estas téc-
nicas de lucha es una continuación de su servi-
dumbre a los valores y tácticas de los hombres.
Es una forma más de estar dominadas por los
hombres.
VT.- Volviendo al problema de cómo afrontar la
violencia fascista, unas palabras de Cohn-Bendit
quizá sirvan para centrar la cuestión. Dice fi ohn-
Bendit que "hay que distinguir entre la lucha con-
tra el Estado y la lucha antifascista. Las motivacio-
nes son muy diferentes cuando hay fascistas. Esto
no es sólo visceral, sino también una perfecta cons-
ciencia de que se trata de ellos o nosotros. Bajo es-
te punto de vista, la lección del pasado está perfec-
tamente aprendida. Dejar que se desarrollen con-
duce a unos enfrentamientos mucho más violentos y
se corre el riesgo de terminar en Dachau". De
acuerdo con Judith en que una de las causas, entre
otras muchas, de la violencia fascista radica en el
mito machista de adorar la agresividad, en el culto
a la bravuconería... En todo caso ¿qué hacer en es-
tos momentos para luchar contra el terror, la vio-
lencia y la muerte que siembran individuos arropa-
dos por ideologías totalitarias?
Julián.- Estamos haciendo la revolución ahora.
Pero es un proceso que quizá dure años. Quiero
decir que transformar la sociedad violenta no es
cosa que pueda realizarse en una noche. Aqui en
España hay grupos que matan como un pequeño
escuadrón de muerte en el Brasil , pero no creo
realmente que se deba responder a esta violencia
con la idea de más violencia. La violencia es co-
mo la peste: cuando empieza, crece y crece, más
y más violencia, corrompiendo los caracteres. La
revolución existe a partir de un movimiento de
liberación de sentimientos por la vida. Estamos
dispuestos a cambiar el sistema; aunque no que-
aquéllos que se llaman a si mismos fascistas.
Queremos entrar en diálogo con los fascistas pa-
ra cambiar la situación. (Una anécdota: cuando
actuamos en Avignon, los fascistas atacaron el
local donde vivíamos con cadenas, bastones, bo-
tellas. piedras. etc. , arrasando nuestras habita-
ciones. La prensa preguntó qué i hamos a hacer y
nosotros respondimos que quienes nos atacaron
no hablan entendido el significado de nuestro
trabajo. los objetivos de la revolución que defen-
diamos: lo que queríamos era entrar en diálogo
con ellos. Vinieron algunos representantes de
los fascistas franceses y presenciaron nuestro en-
sayo durante una hora, luego, les explicamos
nuestra forma de vida, lo que queriamos decir al
hablar de cambio de las formas de vida, de la fa-
milia, del amor, de la paz, de la necesidad de no
utilizar la violencia... En fi n , no se puede decir
que encontrásemo s nuevos amigos, pero la ten-
sión y la agresividad se acabaron durante el
tiempo que permanecimo s en Avignon.) La idea
sería encontrar a los fascistas y no luchar contra
ellos, sino explicarles nuestras posiciones y tam-
bién escucharles para que se dieran cuenta de
que los otros escuchan lo que ellos intentan ha-
cer. Es una forma de convertir la lucha en discu-
sión. Con la lucha sólo es posible matarlos o
apresarlos, pero no establecer una re l ación hu-
mana. Sabemos que esta labor es muy dura, di-
dificilisima: menos dificil, sin embargo, que
una lucha con balas.
También existe la posibilidad de que —como en
Brasil, por ejemplo — los escuadrones de la
muerte no sean individuos aislados. sino au-
ténticos mecanismos del Estado. Si en los próxi-
mos años el Estado explota y empieza a formar
grupos de muerte con los ojos desviados (los
ojos mirando en otra dirección de tal manera
que no puedan ver lo que están haciendo), si el
Estado utiliza estos grupos de muerte para eli-
minar a los revolucionarios, a los anarquistas.
trotskistas, comunistas. después a los liberales,
después a los abogados que defienden a los libe-
rales , a los comunistas. etc. En este punto, se-
gún Gandhi. tal vez habrá llegado el momento
de stop, de parar. Pues, cuando la violencia es-
talla. dice Gandhi: pararemos para disminuir la
violencia y aceptaremos la situación, asi podre-
mos entrar en acción después que haya cambia-
do el clima. Para combatir a estos escuadrones
de la muerte ahora, cuando algunos han hecho
cosas terribles. es importante promover un mo-
vimiento para decir a los fascistas que no necesi-
tan tener miedo. El miedo está producido por
una sociedad de enemigos. Queremos hacer la
revolución para destruir esta relación de enemi-
17
 JULIA-N BECK & JUDITH MALINA
gos Podemos trabajar juntos en nuestro mundo.
hay bastante sitie para todos
VT.- Nov hallamos ante otrotienen
punto conflictivo: el
y otros no. El
capital. El capital que unos
capital que comporta la existencia de opresores y
oprimidos, la injusticia...
Julián.- El capital es ciertament
e un inconve-
niente. El capitalismo es un fenómeno patriarcal
de acumular poder. de acumular mierda. oro..
El ansia de no ceder la posesión de una cosa y
de controlarla s todas. Si queremos desembara-
zarnos del capitalismo sin violencia tenemos que
crear un ambiente en el cual la gente no tenga
miedo de la falta del capital . Seria posible real-
mente con la difusión de la revolución sexual...
Si continuamo s frustrando nuestros sentimien-
tos, necesitamos el capitalismo para darnos sa-
tisfacción . Necesitamo s otras cosas para llenar el
vade,.
VT.- ¿Cuál es vuestra visión de la sexualidad en la
de difundir la
sociedad? ¿En qué sentido habláis
revolución sexual? ¿Qué papel representa en Nues-
tra vida la sexualidad ligada con Nuestro trabajo
deseante? Habladnos desde la sexualidad en abs-
tracto hasta vuestra propia sexualidad.
Judith.- Creemos como muchos filósofos y
psi-
vologos en la interconexió n entre la vida y cos-
tumbres sexuales y las actividades cotidianas.
No ha encimado el sistema USA, de
Asimismo, la actividad politica se rige por este un pluralismo total , aceptarnos todos los que acuerdo con sus intereses de capital, a un proleta-
esquema y la frustración sexual se expresa final-
mente en la violencia. Se trata de una vieja leo- nos deseamos fisicamente . Porque. si reprimi- riado cada vez más ávido del valor de la propiedad
mos las posibilidades de potenciar nuestro cuer- y más abocado al consumo?
ria freudiana que no suele ser considerada seria- po. nos auto-condenam os a una frustración que Julián.- Creo que ahora estamos ante una nueva
mente en la vida política. La mayor parte de la
gente politizada esta abierta a la revolución se- al fi n explota en la violencia. cultura que no ha cambiado a los padres, pero si
e al VT.- ¿Considerái s la revolución sexual pieza clave a los jóvenes y a los niños de los obreros. Los
xual. pero rehtisa conectarla conscientement para imaginar una revolución social no - violenta? obreros jóvenes —que fuman marihuana y escu-
estado represivo de nuestra vida sexual. Las for- Julián.- Si. en tanto que va muy ligada a la re- chan la música moderna de libertad — no ven el
mas politicas violentas son las formas jerárqui- volución cultural. Esta presupone un cambio de sistema con buenos ojos ni aman el consumis-
cas. En la vida personal y existencial de cada valores de manera que la idea del mas fuerte no
uno existen problemas entre hombre y mujer que mo. Estos jóvenes estan en los Estados Unidos
son evidentes , profundos y casi imposibles de
comporte la idea de dominio, al tiempo que su- y no van al trabajo los seis dias de la semana:
resolver inmediatamente : es un proceso largo
pone liberar la imaginación para buscar otros quieren trabajar tres días y tener tres dias de
medios de cambio social. Una llave para hacer descanso, no quieren mil dólares al mes y se
romper las cadenas de las viejas formas de se- esta revolución cultural consiste en transformar
xualidad, de la vida doméstica. de la vida en la conforman con 400 justo para comer y pagar el
nuestra cultura patriarcal en una cultura diversa. alquiler, crean huelgas salvajes, contestan los
cama... Porque la cultura patriarcal busca siempre po- sindicatos y buscan la formación de nuevos sin-
El dominio del hombre que vela por todo cons- der, acumulación de riquezas, una estructura je-
tituye un modelo de la sumisión de la mujer. En dicatos autónomos de base, otras formas de or-
la escuela se repite el mismo modelo: los maes- rárquica y, en consecuenc ia, el dominio de los ganización, no aceptan al gobierno USA de for-
hombres sobre la tierra ha creado una situación ma sacra como sus padres. Creo que las rayas
tros de un lado. los estudiantes sumisos. En los
negocios, en la política, en los partidos. en las sin equilibrio . Asi pues, la creación de un equili- invisibles de la revolución no estan todavía bien
brio cabe concebirla como producto de la revo- delimitadas . También cuando los obreros no ha-
organizacione s municipales, en el gobierno, en
la industria, siempre el mismo modelo, basado
lución cultural al eliminar el capitalismo, creado blan de anarquismo con palabras retóricas y po-
en una cierta concepción machista de la vida que por la estructura patriarcal igual que la monar- liticas andan buscando unYmundo diverso. El
quia y el sistema de clases. La antropología nos mo vimiento esta creciendo . en todas partes. El
se traduce cotidianamen te en formas diversa s. muestra que la sociedad en la que las muj eres
Todas estas formas mantienen la constante do- mundo está en revolución . Como dice Jerry Ru-
juegan papeles más difusos esta siempre mucho
minación-sumi sión. El mito de la compentividad bin "estamos en todos los sitios". Ase.pesar de
menos estructurada en un sistema de clases. El que el campo opuesto está reforzándo estamos
como bien social o el de buscar solución a los hecho de que nuestra sociedad esté dominada
problemas en la fuerza fisica (puños, fusil, etc.) viviendo los últimos momentos del capitalismo y
por el militarismo y la violencia es el resultado del estado. El sistema jerárquico esta descompo-
son mitos machistas. Estos mitos se oponen a la de la cultura patriarcal. Entonces, el trabajo de
tendencia femenina de buscar soluciones en el niéndose en todos los frentes (escuela, familia,
la revolución consiste en destruir el poder en el
al truismo. iglesia. etc.)
Este modelo, estos mitos, estas formas machis- sentido de cultura machista. Judith.- Creo que Ivrensa oficial habla negati-
VT.- ¿No creéis que esta revolución cultural de la vamente de la situación' de los trabajadores en
tas han de ser aplastadas con una cierta femini-
zación de la sociedad: cosa muy dificil de acep- que estáis hablando es recuperada constantemente Estados Unidos, deseando suprimir el movi-
por el sistema capitalista? Como vosotros mismos miento que nosotros vimos hace dos arios en
tar por los hombres pues la cultura patriarcal les
estáis recuperados desde que alcanzásteis el status
confiere un orgullo que hace aparecer la femini- Pittsburgh . Sembrar un ambiente en las fabricas
zación como algo muy degradante, muy humi- internacional. comparable al de las universidades en los años
Julián.- Siempre existe este peligro. Siempre
llante para el hombre. Pero estamos en una si- existe el peligro de ser recuperado. porque el ca- 63-64, cuando empezaron pequeños grupos de
tuación de desequilibrio total , en una sociedad pitalismo. el estado, no cesan de buscar méto-
estudiantes a hacer propaganda. editar pequeña
donde las cualidades masculinas son totalmente prensa... Parece que hay una separación marcada
dos. Los revolucionarios hemos de buscar tam- por la edad: los jóvenes obreros no están del
dominantes y las cualidades femeninas permane- bién sistemas para evitar esta recuperación.
cen reprimidas. Es preciso feminizarlo todo en Como hemos dicho antes, no todo nuestro tra-
mismo lado que los obreros viejos. Existen tam-
nuestra civilización . Hay que cambiar las formas bajo es hacer espectáculos para un público que bién. excepcionalme nte, trabajadores viejos re-
de hacer el amor, las formas fisicas de la rela- volucionarios y jóvenes que son reaccionarios.
ción, aplastar los prejuicios hacia ciertas formas paga 350 pesetas. Claro que la fuerza del movimiento no puede
VT.- ¿No ha sido recuperada, sin embargo, la re- compararse con algunos movimientos europeos.
de relación: homosexualidad. relaciones extra-
conyugales, relaciones no exclusivas entre dos volución cultural ylo moral que pareciú aflorar en Italia y España en particular. Pero es importante
vuestro pals, Estados Unidos, durante los años se-
\zersonas... Hay que desarrollar la posibilidad de

18
 JULIAN RECK & JUDITH MAUNA una realidad que habéis vivido, que habéis discuti-
do; no obstante, aplicando vuestra tesis, el espec-
táculo debe adapiarse a la realidad del sitio donde

'111111111r lo repmentais. Por ello nos parece contradictorio

que en Barcelona ("Rosa de fuego" la llamaban
his anarquistas) en Catalunv
a, donde el anarquismo
ha tenido uno de los enclaves más florecientes (des-
de el auge de la CNT antes de la guerra civil,
sil

destacado papel en la lucha antifascista durante la

guerra, la importancia en la resistencia anlifran-
quista durante la dictadura, hasta el vertiginoso re-
nacimiento actual), os hayáis limitado a reproducir
un texto prácticamente idéntico al elaborado en
Estados Unidos. ¿Desconocíais la tradición liber-
taria de nuestras tierras? ¿No tuvisteis en cuenta
que vuestro origen norteamerican o , con una histo-
ria tan y tan diferente, trascendaliza una serie de

31% conceptos que aparecen como absolutamente super-

ficiales en este país de fuerte raigambre ácrata?
Judith.- Quiero responder dos cosas a vuestra
critica. La primera es el motivo por el que he-
mos creado este espectáculo. la segunda es que
este espectáculo ha sido analizado por grupos
colectivizados que conocen mas el anarquismo
que nosotros..
VT.- Pero no conocen el anarquismo de aqui...
Judith.-.. durante un año pensábamos hacer esta
parte de La herencia de Caín sólo para estudian-
tes. En general habíamos utilizado textos y valo-
apretar la próxima pieza las obreros 11,in dc Cor - rac iones de estud iantes Para escribi r las varias
que se sepa que hay obreros revolucionario s en formas de esclavitud. Las otras partes de La he-
tar el mecanismo del pensamiento . También. se- rencia de Cain son totalmente diferentes: son
USA. sólo que estan mas aislados. Es interesan- , no hay posibilidad para tales
te que la gente que viaja diga a los radicales de gún Simone Weil piezas de 3-6-10 minutos para representar en
obreros de reflexión alguna sobre el universo, ni plazas, manicomios, etc. Accidentalmente vieron
los distintos lugares que existen aquellos obre- siquiera de tenerlo presente. Entonces Weil, que
ros. El movimiento obrero en Estados Unidos es en la pre- Siete meditaciones... un grupo de obreros de una
era una filósofa y creía profundament e fábrica. Era una fabrica eléctrica de Francia y
esencial y no tiene la solidaridad de la gente de
otros paises. porque hay la idea que alli no pasa sencia de Dios, llegaba a la conclusión de que habíamos hecho esta obra para sostener una
los trabajadores no podian creer de verdad en el huelga. Vieron el espectaculo y nos pidieron que
nada. espíritu creativo de Dios. La alineación de los
actual convergen, según lo hiciésemos en la fabrica ocupada. Dijimos que
VT.- En el Living Theater obreros es tan dura que acaban por no sentir no. que era una cosa para estudiantes con mu-
parece, tres finalidades: hacer política activa a tra-
vés del teatro, llegar a los sectores más humildes de
idea esta sostenida también por Artaud. lo que chos conceptos intelectuales. Respondieron : esto
posibilita que acepten las ideas sin sentimiento
es una forma de elitismo, los compañeros de la
la sociedad y difundir una especie de apostolado so- del estado. Consecuencia : los obreros participan
bre la no-violencia y el cambio interior. ¿Creéis fabrica lo comprenden . La experiencia fue de lo
en guerras. matan o mueren. porque han perdido más efectiva y satisfactoria, las discusiones, des'
verdaderamen te que las clases mas humildes están los sentimientos. Esta idea está desarrollada pues de la séptima meditación, fueron profundas
co condiciones de asimilar vuestra prédica sobre la también por Artaud que vio su teatro de la
revolución cultural y sexual o sobre el cambio inte- y directas, tratando de la vida practica y la pro'
por una estructura de- crueldad como un mecanismo para transformar a blemätica cotidiana.
rior, cuando están puteadas
espectadores; así seria posible recuperar' los
nigrante y opresora al servicio del gran capital? los
Ahora hacemos esto en teatros para sostener
voluntaris- sentimientos, la capacidad de sentir, que el Esta- nuestro trabajo en la calle. ¿Qué significado tie-
¿No resulta, en definitiva, de un cierto do les ha robado a través del sistema de explota- ne en Barcelona representar este espectaculo?
teatral-aposto-
mo elitista vuestro trabajo político- Weil que no es posible sen-
lar aplicado en unos paises donde se lucha contra la ción. Decía Simone En todos los sitios existen unas constantes basa-
tir ni pensar a la gente explotada, porque no tic-
represión de las libertades más esenciales y contra das en el mito sexista, en la represión sexual.
unas estructuras políticas, sociales y económicas ne nada dentro. toda su potencialidad ha sido con sus secuelas de violencia, estado, propiedad
usurpada por los explotadores. Dice Artaud que Constantes que se extienden tambien a los sol-
que convierten al obrero en el apéndice de una
el teatro de la crueldad sirve para restaurar los dados, a las fuerzas armadas, por lo cual es pre-
máquina de acero? sentimientos pues todas las posibilidades de
Julián.- ¿Es o no necesario hacer la revolución ciso plantearse un análisis unificado de los va-
antes de reorganizar las estructuras sociales? sentir se han perdido con la excepción del dolor, nos sectores de la vida. Y es que la misma lucha
¡Claro que necesitamos cambiarnos interior- el dolor que puede entrar en el cuerpo a través se da en la cama y en la cocina, en la calle o las
del estóma g o, los genitales los nervios barricadas. Esto es lo que quiere decir nuestra
mente! Esto es algo que hemos discutido en
Now, cuando deja- VT.- Vamos a centrarnos en vuestro espectáculo obra en un lugar tan politizado como este.
profundidad en el Paradise Siete meditaciones sobre el sadomasoquismo nonti-
mos de hablar de todas las revoluciones al mis- criti- VT.- Queremos hacer también unas observaciones
co. Por cierto ¿habéis leido en la prensa las respecto a vuestra representación de la tortura.
mo tiempo. Es cierto que nuestra idea de hacer
la revolución antes de actuar resulta mas asequi- cas sobre vuestro montaje? ¿Por qué citáis tan sólo tres o cuatro paises que
Julián.- Si queremos destruir el Sistema es preci-
ble para aquellas personas que viven de un mo- practican la tortura y añadis un ambigüo "50
Cuando no hay que ir a trabajar so destruir el poder y la posición de las personas paises más"? ¿Por qué no nombráis explícita-
do privilegiado .
que intentan defender los valores de las clases
de las ocho de la mañana a las ocho de la tarde, valores de las formas de arte mente a España —como gritaron algunos espec-
puede hablarse de revolución interior. Pero he- dirigentes, los (adores— , cuando es precisamente el lugar donde
Creo que es necesario ignorar a los críticos de
mos de crear las condiciones que posibiliten a No, no hemos estáis actuando? ¿Es esta la forma como aplicáis
los periódicos de la prensa Oficial. vuestra teoría de adaptar cada obra a la realidad
los obreros y campesinos tener el tiempo libre
leido nada sobre nuestro espectäculo mos-
para reflexionar, para respirar (de un modo haceros criticas del pals en el que os presentáis? Tal como es
VT.- Por nuestra parte pensamos co-
tranquilo y regular ayuda a la mente), para com- trada en Siete meditaciones.., la tortura queda
bastante radicales, cara a cara, sin utilizar poder ni universalizador, mientras
binar los ritmos en la cabeza, para crear un tipo privilegio alguno. Vosotros defendéis la tesis que un mo un ente abstracto y
tiene una connotaciones me
de pensamiento. montaje ha de transformarse según el lugar donde q ue —aquí y ahora —
Simone Weil, después de trabajar dos años en la concretas y especialmente graves en el seno de este
se presenta. Ha de transformarse de acuerdo con la amago de reforma que se ha sacado de la manga el
fábrica Renault de París, decia que la tragedia
del trabajo en cadena es la imposibilidad de historia, necesidades y situación de cada lugar. Co- gobierno post-franquista. Callar puede ser, a veces,
ya las Siete meditaciones que estrenasteis
pensar, para poder girar un botón en 20 segun- nociamos una forma de mentir... O de pactar. •
en Carolina del Norte. No dudamos que parten de
V..i.Llue g o dos botones más, clavar un tornillo y
19
 1141.11120
1
TON)Los herederos de Marx / Prensa revoluciona
Los tebeos de Mao / Alexandr a
ria /
Kolontai / Carlos
Saura (entrevista) / Dossier Droga y Literatura
familia Panero / Salo.
/ La

drik Ernest Mandel (entrevista)

/ La filosof í a de Mao /
'I r Cristianism o y marxismo
/ Revuelta y vida cotidia-
Dossier Anarquismo! Grams-
Ad na / Wilhelm Reich / NagiSa Oshima / Víctor
en España / Beckett /
ci
García.
La izquierda revoluciona ria / Ferrer i
Guardia
le,, Jean Paul Sartre (entrevista) / Lovecraft / Dossier
Woolf / Andy Warhol /
leir Eurocomun ismo / Virginia
Mujer y cultura.
Anarquia y comunism o / Fernando
Claudín (entre-
4 vista) / Ciencia crítica / Cioran /

minismo en España / Dossier

Juan Marsé (entrevista)
/
El vicio de filoso-
far / Violencia y medios de comunicació
Novecent o /
n / El fe-
Antipsiquia tría /
Arrabal.
Louis Althusser / La Universi-
Vellf Un texto inédito dePanero (entrevista) / Surrealis-
lik dad / Leopoldo M.s / La URSS una nueva sociedad
mo y matemática
de clase / Andreu Nin /
Dossier: China después de
Goytisolo / André Breton / Teatro e e
Mao / Luis
ideología . .
(1 Por la reconciliac ión popular / Ulrike Meinhof /
/ Deleuze-Foucault: un
I Juan Andrade (entrevista)
diálogo sobre el poder / Dossier: Imperialismo
Artaud: cine y teatro / Malcolm Lovvry.
SIJSCRIPC0)NES
UN TEXTO FUNDAMEN RECORTE O COPIE ESTE CUPON
Nombre

TAL DEL ANARQUISMO

1842. Aban-
Domicilio
Población
Provincia
El principe PIOTR KROPOTKIN
nació en Moscú en
Deseo suscribirm e a EL VIEJO TOPO por
donó la seguridad de una vida cortesana en el cuerpo de pajes del Zar 1 año n
seis meses. Empezando a recibir el_n.°
Haré efectivo el importe: Fi Contra reembolso
•
para alistarse en un regimiento de cosacos y pasar vanos años en
fue decisiva para su transformac i ó n socia- Cheque bancario adjunto Giro postal núm.
Siberia; esta larga estadia IJ

lista, cuando comprobó las inhumanas condiciones en que vivía Tarifas. Extranjero
profesa en la facultad de Matemáticas 6 meses: 425 ptas.
el campesinado ruso. En 1867 España 1 año: 1.000 ptas
, por sus investigaciones 1 año: 800 ptas.
de Retrogrado. y destaca, principalme n t e
geológicas, En 1872 se adhiere al
bakunismo de la PRIMERA
INTERNACIONAL Empieza entonces su peregrinaje revolucionario
sin fin que, al estallar la Revolución de Octubre, regresa a Rusia
NUMEROS NIIRASIDOS
cuando Kerenski se hace con el gobierno. RECORTE O COPIE ESTE CUPON
1921, en Dmitrof,,
Antes de su rnkl-te. ocurrida en febrero de Nombre
de su condición de liber-
KROPOTKIN siente nacer la contradicció n Domicilio
tario ante la dictadura del proletariado: opuesto desde un principio Población
al golpe de estado bolchevique, jamás aceptó acuerdo alguno con Provincia
ue, dijo: "los
los nuevos amos del pais. De la revolución bolchevi q
Deseo recibir los números atrasados
comunistas, con sus métodos, en lugar de P oner al Pueblo en
siguientes
la via del comunismo, acabaren por hacer odioso este nombre. El importe total de
y cada dia escatiman a la masa un trozo de las conquistas de la ptas. más gastos de envio, lo haré efectivo:
revolución para provecho del Estado". EL Cheque bancario adjunto
ri Contra reembolso
Liberal de formación, teórico del anarquismo, el principe ri Giro postal número

PIOTR KROPOTKIN es poco conocido. Esta obra es su DOCU-

MENTO más importante, apta para comprender la historia, tan Tarifas: 75 pesetas por número.
compleja. que precede al estallido ruso de 1917 El Viejo Topo,
Envíe el cupón correspondien te a
Caspe, 78. BARCELONA-10
EDICIONES 29, Mandri, 41 - Barcelona - 6
,Arcia 4d/te /e/euffeiJej
de itcy cume Atdü
demz"
I. ¿PUEDE TODAVIA LA NATURALEZA
VOLVER A ENTRAR HOY POR LA VENTA-
NA...?
A primera vista reflexionar ahora sobre el mar-
xismo del Gramsci consejista puede parecer a
algunos romántica nostálgica o mero ejercicio de
historicismo académico . Y en cierto sentido es
explicable que asi ocurra, pues si siempre hubo
quienes creyeron que los consejos son un mito
peligroso, un ejemplo de caos y de desorden
semianarquico cuya repetición habria que evitar,
hoy la tropa de quienes constantemente llaman
la atención en las asambleas y en los actos
públicos sobre los riesgos del desorden ha
aumentado de forma muy considerable. Para esa
tropa todo movimiento naciente, de la naturaleza
que sea, salido del fondo de la pasión revolucio-
naria de un grupo social o de la simple desespe-
ración ante el crecimiento del paro. esto es, sur-
gido de la espontaneidad intuitivamente cons-
ciente de la crisis en que nos estamos moviendo,
parece ser algo inconsistente, despreciable o al
menos molesto: sus eslogans (por orden de
degradación del pensamiento revolucionario)
suelen ser estos: recuperar, corregir, encauzar,
capitalizar.
Precisamente por eso creo que en este caso re-
sulta imprescindible dejar clara la motivación y
el objeto de estas notas desde el titulo. Se trata
de reflexionar sobre el Gramsci consejista con la
PACO FERNANDE Z BUEY
vista puesta en los problemas de hoy. Más
explícitamente : con la intención de contribuir a
combatir lo que me parece un doble error
bastante extendido entre nosotros. En primer
lugar, contra ese talate que va ganando adeptos
y que consiste en considerar los movimientos y
las luchas en curso como una propiedad privada
sobre la cual se cree tener derechos adquiridos
bien sea por particularismo sectario, bien por
afirmación implícita del ins adral occupanlis. Un
talante este que se expresa por lo general en las
consabidas declaraciones tantas veces escucha-
das por todos en los últimos tiempos: "¡Que no
se desmanden! ¡Que no se nos vaya esto de las
manos !
La motivación más inmediata y reciente que me
mueve a pensar que ese combate se ha hecho
urgente y que, por tanto. hay que empezar a
darlo sistematicamente y pronto es la siguiente.
No se si las lágrimas de algunos trabajadores de
la empresa Roca en el momento de finalizar la
huelga, y tras haber decidido la vuelta al trabajo,
son representativas de algo mas que la conjun-
ción de la alegría por el deber obrero cumplido y
la manifestación última del cansancio acumulado
durante tantos dias de resistencia, no se si repre-
sentan también la rabia por el silencio o la
maledicencia con que la prensa burguesa ha
tratado esa huelga. Pero si creo saber que esa
forma de luchar y de volver al trabajo habría de
ser motivo de recapacitación autocrítica para to-
dos aquellos que formamos parte hoy de una
central sindical así como para aquellos otros que
sinceramente aspiran a una transformación revo-
lucionaria de la sociedad en que vivimos sin
estar sindicados. Y como el asunto no es del to-
do nuevo, alguna lección se podrá sacar proba-
blemente de la lucha de un hombre como
Gramsci que durante los años 19 y 20 de este
siglo se vio varias veces en situaciones ast.
El otro error contra el que hay que combatir, en
mi opinión, es precisamente la desvirtuación
idealista de los consejos, esto es, la idea mucho
más minoritaria, desde luego. pero también
bastante extendida, que que en toda forma de
organización obrera hay ya un consejo por lo
menos en embrión: concepción 'esta que, además
de olvidar el hecho de que colectivos de delega-
dos obreros de fábrica o de obra electos y
revocables han existido muchas veces fugazmen-
te sin llegar a cuajar en consejos propiamente
dichos a lo largo de la historia del movimiento
obrero, suele edulcorar, por otra parte, la histo-
ria misma del consejismo como si el nacimiento
de ese tipo de instituciones fuera ya. sin más, la
garantía de voluntad revolucionaria frente al
burocratismo de los sindicatos. Con esa defor-
mación de la realidad y de la historia del
movimiento obrero se puede caer en el infecundo
equivoco organizativista de deducir mecáni-
camente la bondad revolucionar ia de una línea
política a partir de un determinado tipo de orga-
nización.
Criticar esa deformación por esquematismo no
21
 brotaban de forma espontane a o bien impulsa-
tiene porque ser, sin embargo. negación de la dos por diversos núcleos de trabajadores cua
actualidad del tema de los consejos. Al con- revolucionarios organizado s (casi siempre gút
trario: es un hecho que el comienzo de la actual
a ha comunistas y anarquist as) en los principales
del momen-
Va
crisis económic a del sistema imperialist centros industriale s del capitalism o la
dado lugar. al menos desde 1968. a un fue
contradictorio y con to.
resurgimiento. aunque Es mäs. En el debate acerca de los consejos po
altibajos múltiples, de esas institucio nes de la obreros que tuvo lugar al termino de la primera no
clase obrera que parecían olvidadas en las dos guerra mundial entre los destacamentos de rel
décadas anteriores de relativa estabilidad del ca- trabajadores de vanguardia hubo. visto desde de
pitalismo . De modo que no es de extrañar el que hoy. cierta confusión . La falta de información o in,
hasta un grupo tan tibiamente radical como el la informació n deformada de que en ocasiones en
ala izquierda de la socialdemocracia alemana dan prueba los principale s teóricos y activistas an
r una cierta extensión de lo, implicados en el mismo (Gramsci incluido) fue na
EDITORIAL empiece a reivindica
consejos para potenciar asi ese sindicalismo una de las causas de no pocos errores tacticos y of
ANAGRAMA muerto que es el alemán de hoy y hacer frente a de ciertas ilusione s revolucionarias. Por eso te
las consecuenc ias de la crisis. Haceque solo unos
fuera de
cuesta trabajo creer que cincuenta y tantos años ir
años Alfonso Leonetti. compañer o después de aquellos hechos, cuando la documen- PI
Colección I berica Antonio Gramsci en la redacción de la revista tación existente al respecto deberia ser suficiente ci
L'Ordine Nuovo, recordaba, reflexiona ndo tam- para superar los elementos equivoco s de la vi
Joaquin Maurin bien el sobre este tema de la actualidad de los polémica. siga siendo bastante habitual encon- ti
OS HOMBRES DE LA DICTADURA palabras de Lenin al
1 consejos, unas conocida s trar confusiones similares a las que se produ- o
Prólogo de Luis Portela respecto: "Si se echa a la naturaleza por la jeron entonces.
Primera reedición, después de la guerra puerta vuelve a entrar por la ventana..." De ese ilusionado exceso de optimismo da fe la
Corle vitalista
civil, de un texto fundamental. Del mis- 'la es fácil que esa metafora de aceptación prácticamen te sin critica. por parte de
mo autor (en preparación): "La revolu- tolstoiano procedente en Lenin probablemente la mayoria de los teóricos consejistas de la
de una reciente relectura de Resurrecci ón vaya a época. de la declaración de Lenin (en marzo de
ción española" calar en seguida en las masas de la Europa occi- 1919 1 en el sentido de que entonces existía ya
Francesc Bonamusa dental. Pero pese a ello y a sabiendas de la difi- "un embrión del sistema de soviets". de la dic-
ANDREU NIN Y EL MOVIMIENTO cultad del asunto cabe preguntars e ¡,puede tadura del proletariado, en los rate alemanes. en
COMUNISTA EN ESPAÑA, 1930- todavia hoy la naturaleza 1 = los consejos) los shop stewards committes (comités de delega-
volver a entrar por la ventana? Yo creo que sí. dos de fábrica) ingleses y "otras instituciones
1937 Y que de cumplirse las previsiones de análogas" en otros países. Y algo parecido
Prólogo de Josep Termes
economista s y ecólogos en el sentido de que la podria decirse también de las consideracio nes de
F. Ruiz y J. Romero (eds.) crisis civilizatoria en que estamos no ha hecho Antonio Gramsci acerca de los industrial workers
LOS PARTIDOS MARXISTAS. SUS más que empezar. formas consenstas de uno u of (he World norteamericanos en la fase de
DIRIGENTES/SUS PROGRAMAS otro tipo, tal vez con contenidos políticos ascenso de los consejos en Italis.
Del PSOE al PC (m1) diferentes, van a florecer en los próximos tiem- Hoy sabemos, aunque a veces eso se quiera
pos en fábricas, barrios y universidade s de seguir ignorand o por esquematis mo
o por beata
Contraseña, varios estados europeos. Pero pienso también repetición acritica de las citas célebres, que a
que dada la degradación de la "naturaleza" o. mediados de 1919. momento de la celebración
ferry Southern
dicho sin metáfora, dado el desprestigio en esos del I Congreso de la III Internacion al y de la
mismos ámbitos de lo que un dio fueran soviets
A LA RICA MARIHUANA en la URSS, habrá que colaborar un tanto implantació n de los consejos en Turín (a los que
hay que suponer que se referia Lenin también al
Tom Wolfe abriendo un poco la ventana. Es decir, acen- hablar de "otros paises"). la realidad no era
EL NUEVO PERIODISMO tuando el papel de la subjetividad y de la cons- exactamente lo que se deduce de aquella declara-
ciencia para que esa "naturaleza" , destrozada ción de Wladimir Ilich: los i.w.w. norteameri-
La educación sentimental por tantas contaminaciones, vuelva a imponerse canos casi no existian ya en la practica y sus
en las masas objetivament e interesadas en ello.
1Nue,a colección) restos, luego de sufrir una durisima represión:se
Abrir, pues. un poco la ventana. En ese habian convertido en pequeñas sectas con esca-
esfuerzo, por desgracia escasamente denotado en sisima influencia en el proletariado de aquel
Julie) Mitchell la metáfora, algo puede ayudarnos quiza
LA CONDICION DE LA MUJER Y. entre otros. país, y. por otra parte. los s.s.c. ingleses eran ya
reflexión sobre ki historia .
De la misma autora: "Psicoanálisi s y fe- a principios de 1919 una sombra de lo que
Gramsci. habían sido en los años de la g uerra. Ver, por
minismo — 2. "LOS CONSEJOS : lA
GRAN IDEA DEL tanto. para este momento concreto. en tales ins-
H ildegart SIGLO XX" tituciones un embrión del poder soviético no co-
LA REBELDIA SEXUAL DE LA JU - Entre 1917 y 1921. o sea, entre el momento del rrespondía a los hechos, como parcialmente iba
VENTUD estallido de la revolución rusa y lo que a reconocerse en las tesis acerca de la cuestión
Prólogo de Eduardo de Guzmän podríamo s considerar como el principio de la sindical aprobadas en el II Congreso de la IC.
derrota de la revolución proletaria en occidente Ese embrión existía a lo sumo en los rate alema-
Reedición de un texto pionero de la libe- hay tres o cuatro años que conocen un enorme,
ración sexual escrito por un personaje ex- nes y mucho menos claramente en elos consigli
aunque desigual. auge de los consejos de fabrica. italianos implantados exclusivament CO el cen-
cepcional En gran parte ese auge se debió, sin duda al tro industrial de Turin.
triunfo de los soviets en el pais de los rares. Pero ese reconocimiento . resaltado entre otros
Colección Argumento, la repetida expe-
pues sin l muy probablemen te por el historiador italiano M. Salvadori en un
riencia y el espectacular alcance de los con- excelente articulo sobre revolución y con-
Eugenio Trias sejos en la Europa occidental no habrian sido servación en la Europa de 1919/1920, no quita
MEDITACION SOBRE EL PODER tales. Pero el surgimiento y la expansión de los un ápice de la transcendental importancia de los
N.° 50 de la colección consejos no se debió exclusivame nte al éxito de consejos norteamerican os e ingleses en la his-
los soviets rusos en octubre de 1917 , como lo toria del movimiento obrero revolucionar io de
José Luis Pardo prueba el que consejos obreros con formas
TRANSVERSALES. aquellos paises, como tampoco oscurece la
semejantes existieran ya antes de esa fecha en lucidez de la critica antisindicalist a de Gramsci:
TEXTO SOBRE LOS TEXTOS algunos puntos. por ejemplo, en los Estados
Finalista V Premio Anagrama de Ensay o sirve sencillamente para poner de manifiesto la
Unidos de Norteamérica. propiciados por la complejidad de la maduración de la revolución
corriente sindicalist a que alli representó Daniel en occidente y secundariame nte para llamar la
CI DE LA CRUZ, 44 De Leon, o en Inglaterra. Esto quiere decir. en atención en este caso acerca de los peligros del
BARCELONA (17) suma que los consejos estaban en el aire. en el zinovietismo y del anarco-comunismo actuales
Teléfono 203 76 52 ambiente, como institucion es de nuevo tipo que

22

cuando reeditan textos de aquellos años sin nin-
gún tipo de orientación historicocritica.
Vale la pena añadir, de todas formas que si en
la mayoría de los casos los consejos de fábrica
fueron una creación espontänea o semies-
pontanea de las masas trabajador as, su origen
no fue siempre el mismo. En unos lugares apa-
recen como forma primaria de asociación para la
defensa de los intereses de la clase obrera ante la
inexistenci a de organizacion es sindicales previas:
en otros, como forma superior de organización
ante la inoperancia de los sindicatos tradicio-
nales en un momento de crisis del capital y de
ofensiva de los trabajador es: en otros. finalmen-
te, su origen estuvo en comisiones internas de
por los
trabajador es en las fábricas propiciada s
propios empresarios (y legalmente reconocidas)
con el objetivo de encontrar interlocutores
válidos en la negociación sobre los contratos de
trabajo y con la finalidad adicional, más o
menos . explicita, de provocar el particularismo
de los obreros en cada fábrica. Un ejemplo del
primer tipo son los soviets rusos de 1905: ejem-
plos del segundo son los shop stevards committes
que surgen en Inglaterra frente a las tendencias
conciliador as de las trade-union s, o los mas im-
portantes de los rate alemanes: ejemplos del ter-
cer tipo fueron algunos de los consejos o comi-
siones creados en Alemania antes de la primera
guerra mundial
ITALIA DE
3. UNA PALABRA NUEVA EN LA
1919: "LOS CONSEJO S DE FABRICA
TIENEN SU LEY EN SI MISMOS, NO PUE-
DEN NI DEBEN ACEPTAR LA LEGISLA-
CION DE LOS ORGANOS SINDICALES..."
Sobre el origen de los consejos de fábrica
torineses es mejor dejar hablar al propio Grams-
ci: "En las empresas de Turin existian ya antes
[de 19191 pequeños comités obreros, recono-
cidos por los capitalistas, y algunos de ellos
hablan iniciado ya la lucha contra el funciona-
rismo, el espiritu reformista y las tendencias
constituciona listas o legalistas de los sindicatos.
1...1 Pero la mayor parte de esos comités no eran
sino criaturas de los sindicatos: las listas de los
candidatos a esos comités (comisione s internas)
eran propuestas por las organizacione s sin-
dicales, las cuales seleccionaban preferentemente
obreros de tendencias oportunista s que no
molestaran a los patronos y que sofocar an en
germen cualquier acción de masas. Los
n en
seguidores de L'Ordine Nuovo propugnaroión de
su propaganda. ante todo, la transformac
las comisiones internas, y el principio de que la
formación de las listas de candidatos tenia que
hacerse en el seno de la masa obrera, y no en las
cimas de la burocracia sindical . Las tareas que
indicaron los consejos de fábrica fueron el con-
trol de la producción, el armamento y la
preparación militar de las masas, su preparación
politica y técnica-Al)
La critica y el rechazo de la orientación refor-
mista de los sindicatos está, pues, también aqui.
en el principio de los consejos obreros, com-
binada en este caso con el aprovechamien to en
un sentido creador de ambiguas formas organi-
zativas anteriores . Pero la teorización gramscia-
na al respecto no se limita a enjuiciar
críticament e las tendencia s reformistas o falsa-
mente revolucionarias dominantes en los sindi-
catos de la epoca sino que penetra en el fondo
del problema del sindicato como institución . La
sustancia de esa teorización podria resumirse co-
mo sigue.
Los sindicatos —argument a Gramsci — han sur-
gido históricamen te como una consecuencia di-
recta del capitalismo, es decir, de la necesidad
que los trabajadore s tienen de vender su fuerza
de trabajo al mejor precio posible: son, por
tanto, institucione s inherentes al propio modo
de producción capitalista, instrumentos para la
negociación contractual de los trabajadore s que
permite a éstos alcanzar mejores condicione
s de
vida, pero que por su misma naturaleza concu-
rrencia' y por los objetivos que se proponen no
llevan dentro de si nada que apunte hacia la so-
ciedad nueva, hacia la sociedad comunista
Consiguienteme nte , el sindicato "puede ofrecer
al proletariado expertos burócratas. técnicos
preparados en cuestiones industriales de índole
general. pero no puede ser la base del orden
proletario", no puede ser instrumento para la
renovación radical de la sociedad.(2)
Además, la crisis del estado liberal capi 'alista
conlleva y hace salir a la luz también la crisis de
las organizacione s sindicales . En un doble sen-
tido: la fase imperialista, con sus transformacio-
nes del aparato productivo particularment e como
consecuencia de la guerra mundial, da nuevo
valor al trabajador en el interior de la fábrica.
como productor, y desvela, por otra parte, la in-
suficiencia de la dirección obrera externa de los
lugares de trabajo que es caracteristica de los
sindicatos. El resultado de esas modificaciones
es la evidencia con que sale a la luz el contraste
entre obreros sindicados, afiliados al sindicato, y
obreros no-sindicado s . los cuales, sin embargo,
comparten una misma problemátic a y una
misma lucha. La palabra nueva es. desde este
punto de vista, investigar la organización de la
fábrica como instrumento de producción para
encontrar en ella, en el obrero como productor,
como creador y no como simple asalariado. el
germen del futuro estado, de la democracia
nueva.
Ahora bien, la prefiguración modélica del nuevo
estado en la democracia obrera encarnada por
los consejos de fábrica no tiene que olvidar,
claro está, el resto del entramado social. Eso
quiere decir que dentro de la fábrica misma los
obreros habrán de contar con la valoración de
otras categorias en la época menos numerosas
pero, como ya afirmaba el propio Gramsci, "no
por ello menos indispensable s": los técnicos de
la producción y de la administración. los
trabajadores intelectuales. Con respecto a la
colaboración de los técnicos en el control obrero
de la producción y en la construcción del nuevo
estado Gramsci partía del exacto reconocimiento
del cambio que se había producido en las
relaciones entre los componente s de esta
categoría y el empresario industrial, señalando
con mucha precisión y lucidez para el momento
en que escribe (1920) un hecho al que sólo
varias décadas después nos hemos habituado a
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considerar como esencial. A saber, que el "téc-
nico se reduce también a productor. vinculado al
y crudas
capitalista mediante anudamientos
relaciones de explotado a explotador. Su psico-
logia pierde las incrustaciones pequeñoburguesas
y se hace proletario, se hace revolucionario".(3)
Es verdad que en esa última identificación (la
psicologia del técnico se hace proletaria, se hace
revolucionaria) hay una muestra del residuo
idealista y en este caso también mecanicista en
de los consejos basada, tal
la teoria gramsciana
vez en exceso, en el productivismo. Pero no
mucho después de escribir eso, como en tantas
otras ocasiones. Gramsci vuelve sobre el tema.
recapacita y añade el dato sustantivo de que los
empresarios industriales suscitan o tratan de
suscitar artificialmente la competición entre
obreros y técnicos, dato este que le permite con-
cluir, con más justeza, que los sistemas de
trabajos tienden a hermanar a esos actores de la
producción y les impulsan a unirse politicamente.
Fuera de la fábrica los comités obreros se com-
plementarian con comités de barrios representa-
tivos de otras categorías de trabajadores y con
organizaciones campesinas equivalentes ar-
ticulando así el conjunto un sistema de demo-
cracia proletaria que habria de constituir el em-
brión del futuro sistema de los soviets políticos,
cuya base es la asamblea y cuyo principio esta
en la consideración de que las representaciones o
delegaciones tienen que ser emanación directa de
las masas y estar vinculadas a éstas por un man-
dato imperativo.
Prescindiendo ahora por razones de espacio de
las notas características de los consejos desde el
punto de vista de su organización interna, (4)
conviene, sin embargo, hacer una referencia,
aunque sea esquemática, al programa de los
consejos de Turín publicado en L'Ordine Nuovo
del 8 de noviembre de 1919 y cuya redacción
suele atribuirse a Antonio Gramsci. Esa
declaración programática, cuya lectura íntegra
podria ser seguramente un buen antidoto contra
el particularismo de las sectas pequeñas y gran-
des de hoy. revela ante todo el talante an-
tisectario. profundamente democrático e interna-
cionalista de lo verdaderamente nuevo. Un
espíritu que se manifiesta ya en la modestia de
empezar declarando que "mas que un programa.
( e1 documento) pretende ser exposición de con-
ceptos... para fijar una plataforma de discusión"
en torno a la nueva forma del poder proletario; o
en la consideración de que un programa de tra-
bajo revolucionario ha de estar siempre abierto a
continuas, profundas y radicales innovaciones,
puesto que también en esto se trata de pre fi gurar
el tipo de relaciones entre los hombres que
existirán en la futura sociedad: o en la negativa a
arrogarse el derecho de ocupación por ser los
llegados en primer lugar, ya que esa es precisa-
mente la practica de los sindicalistas tradicio-
nales: o en la claridad, intransigente en los prin-
cipios pero respetuosa de la necesidad unitaria
de lucha obrera, con que se trata el tema de la
Ast. por
relación entre consejos y sindicatos.
ejemplo:
"Los obreros organizados en el seno de los con-
sejos aceptan sin discusión que la disciplina y el
orden de los movimientos económicos, parciales
o colectivos, sea establecida por los sindicatos
siempre y cuando las directrices de los sindicatos
las establezcan los comisarios de fabrica como
representantes de la masa trabajadora. Rechaza-
mos como artificial, parlamentario y falso cual-
quier otro sistema... Pues la democracia obrera
no se basa en el número ni el concepto burgués
de ciudadano, se basa en las funciones del traba-
norando que la actividad propia entre las masas
jo. en el orden que la clase trabajadora asume es otra forma de hacer politica. otra concepción
naturalmente en el proceso de producción indus- de la política, una concepción que precisamente
trial profesional y en las fábricas". (5)
por sus declaraciones verbales abstractas, his-
tóricas, prolonga y continúa la visión liberal de
4.. "EL MARXISMO ES EL VERDADERO LI-
BERTARISMO" la burguesia: el burgués era anárquico antes de
que su clase conquistara el poder politice. el
Como en algunos otros lugares durante esos burgués sigue siendo anárquico después de la re-
años, comunistas y anarquistas fueron también volución burguesa porque las leyes de su estado
en Italia los principales impulsores de los conse- no son coactivas para el y seguirá siendo
jos de fábrica contra el poder empresarial y anárquico después de la revolución proletaria
frente a la voluntad del ala reformista del parti- porque entonces se dará cuenta de que el estado
do socialista y a los continuos obstáculos que en
es sinónimo de coacción y luchará contra el.
todo momento levantó en el camino de la exten- En esa aversión de Gramsci al verbalismo que
sión de las nuevas instituciones obreras la di- sustituye el análisis por el grito y que declama
rección de los sindicatos. Juntos, comunistas y contra la realidad sin comprenderla está la base
anarquistas, firmaron el llamamiento con- de una separación que recorre todos sus
vocando un congreso nacional de los consejos articulos polémicos con los anarquistas: "zEs
de fábrica —en un momento en el que la ofen- posible llegar a un acuerdo en el debate
siva de la clase dominante se anunciaba ya— polémico entre comunistas y anarquistas? Es
que, de haberse celebrado, tal vez habría cam- posible cuando se trata de grupos anarquistas
biado el curso de los acontecimientos posteriores formados por obreros conscientes de la clase a la
haciendo ms potente la resistencia obrera. No cual pertenecen: no es posible cuando se trata de
fue posible. Pero tampoco fue ese el único paso grupos anarquistas de intelectuales, profesiona-
de la colaboración . En L'Ordine Nuovo, la les de la ideologia". (6) y de ahi también la dis-
revista orientadora de los consejos de fábrica de tinción entre anarquismo y libertarismo según la
Turin, dirigida por Antonio Gramsci, se dio el
cual en la creación histórica todos los obreros
caso inhabitual de la presencia activa en la son libertarios. Tal es el contexto en el que hay
redacción de un anarquista, Carlo Petri, al cual que entender las afirmaciones .de Gramsci en el
se deben algunos análisis de gran interés sobre sentido de que los consejos de fábrica de Turin
el desarrollo de los soviets en Rusia además de fueron una creación libertaria de la clase obrera
y los comunistas los verdaderos libertarios.
La posibilidad de un mayor entendimiento en-
tre comunistas y anarquistas quedó cortada
inicialmente, como se sabe, por las 21 condi-
ciones impuestas en el II Congreso de la IC
celebrado en Moscú durante el verano de 1920 y
particularmente por las tesis allí aprobadas sobre
sindicatos y consejos de fábrica. Esas tesis, en
las que se recogían de un modo "realista" las
consecuencias de la derrota de los consejos de
fábrica em Italia y la progresiva inclinación de la
mayoría de los rate alemanes hacia el refor-
zamiento socialde mocrá tico, resultaron tan
"sobresaturadas de espíritu ruso" (para decirlo
con, las mismas palabras que Lenin un par de
años después) que tuvieron un triple efecto del
que sólo se buscaba parte: la disidencia de los
socialistas, la ruptura con los anarquistas y la
definitiva pérdida para el movimiento del comu-
nismo consejista. Sabemos, a través de nuestro
Pestaña entre otros, lo que esas tesis tepresen-
taron para el anarquismo en España y en Italia.
Y no me parece descabellado formular la
otras aportaciones del valor en el debate entre
las distintas tendencias socialistas y comunistas hipótesis de que esas mismas tesis (juntamente
con el estado de ánimo creado por la derrota de
en la Italia de esos años. De la estima que
Gramsci sentía por el valor humano, la orien- los consejos en Italia, desde luego) están en el
fondo de la pasividad de Gramsci en los
tación comunista y la capacidad intelectual de
Petri hay varias piezas documentales en distin- primeros meses de 1921.
tos números de la revista.
Fruto de esa colaboración en el debate y de la
intensidad con que Gramsci pensaba y vivia la
necesidad de la libertad son algunas de las
NOTAS
páginas que todavía hoy cuentan entre las más (II "El movimiento (orines. de los consejos de
equilibradas y agudas que se han escrito desde el fábrica", en Antologla (selección y traducción de
marxismo sobre la relación entre socialismo y Manuel Sacristán). Madrid , Siglo XXI. 1974. p. 89.
anarquismo. En efecto, frente a los propios (21 "Sindicatos y consejos - . en A. Gramsci A. Bordiga,
anarquistas que le atacan desde la revista Debate sobre los consejos de fabricas, Barcelona.
no admite el que el socialismo Anagrama, 1976. pág. 13.
Volontä, Gramsci
haya de ser considerado como adversario del (3 ) "Lo strumento de lavoro". en L'Ordine Nuovo del
anarquismo, puesto que "adversarias son dos 14 de febrero de 1920.
1 41 Puede verse un esquema de esas notas en la selec-
ideas contradictorias, no dos ideas diversas": ción citada en 2.
piensa, por el contrario, que el trabajo en común
( 51 "11 programa deo commissari di reparto". en L'Os-
es absolutamente imprescindible para la realiza- dine Nuovo (1919/1920), Turin. Einaudi. 1972. 192-
ción de la revolución en Italia y sólo se exaspera 1 9 9.
ante la demagogia. ante el verbalismo de quienes ( 6) "Discorso agli anarchici - en L'Ordine %ovo cit..
acusan a los comunistas de hacer "politica" ig- pa); 397
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"—Entonces, ¿de qué sine que tengan
nombres, si no responden cuando los
llaman?
— A ellos no les sine de nada —expli-
có Alicia— , pero si les sine a las per-
sonas que les dan los nombres, supongo.
Si no ¿por qué tienen nombre las
cosas?
— IN aya uno a saber! —replicó el
mosquito— . Es más, te diré que en ese
bosque, allá abajo, las cosas no tienen
nombre."
(De Alicia a través del espejo.)
¿Y por qué no pensar que. allá abajo, tam-
bién hay otro bosque en el que los nombres
no tienen cosas? ¿No podria ser ése el lu-
gar donde habita el nombre Lewis Carroll?
Pensar asi nos evitaria muchos de los pro-
blemas en los que se han visto encerrados
gran parte de los biógrafos y exégetas de
Carroll. Sin embargo. ¿podemos afirmar
que Lewis Carro!l era en realidad Charles
Lutwidge Dodgson el hijo de un pastor pro-
testante nacido en Enero de 1832 en
Daresbury, aquél pulcro. zurdo y tartamudo
habitante, durante cuarenta y siete años, de
la Universidad de Oxford, primero como
estudiante y luego como profesor de mate-
máticas y de lógica? ¿Podemos afirmar
realmente que Canon era Dodgson, el
diácono de la Iglesia de Inglaterra que vaci-
ló en tomar las órdenes dada su criticada
afición a asistir a espectáculos teatrales?
Alguien, eludiendo todas estas preguntas.
dio en el clavo diciendo que preguntar por
Citrroll es preguntar más bien por ¿qué es
una niña? Se trata, evidentemente, de la
pregunta por el deseo —el de Carroll. En
su estructura se encontrará la interpretación
de casi todo, por no decir todo. Sin em-
bargo, nosotros aqui. —¿debido a la sec-
ción?— nos dedicaremos sencillamente a la
estampa. es decir, la representación
divagante.
"—¿Cómo te llamas tú? —le dijo al fin, y
;qué voz más dulce que tenia! ;Cómo me
gustaria saberlo! — pensó la pobre Alicia:
pero tuvo que confesar, algo tristemente:
No me llamo nada, por ahora.
—j Piensa de nuevo! —insistió el cerva-
to—, porque asi no vale. - Y aunque a ella
no se le ocurria nada, nosotros, para econo-
mizar el pensamiento, le seguiremos lla-
mando Carroll, y de nombre Lewis. Y aun-
que algún educado lógico nos eche en cara
SelinPro
que confundimos el ser con el llamar, noso-
tros insistiremos, ¿ilógicamente?, en atri-
buir al nombre Lewis Carroll todo un per-
sonaje que parece ser seguro que vivió en la
victoriana sociedad de Oxford. Olvidemos
pues ese bosque en el que los nombres no
tienen cosas, que señalamos al principio, y
atribuyamos a Carroll toda una vida y un
hacer, un escribir, que si puede verse doble
y escindido igualmente puede comprenderse
como unidad.
Dos caras tiene una misma moneda, y aun-
que la desgaste su uso, a lo que está entre- hacer el amor—al menos cuandose las ama
como el las amaba —, es igual de evidente
gada, podrá pasar de mano en mano, como
la palabra al decir del poeta, aunque en si- que resulta bastante imposible mantener
lencio. La laminilla es la misma, a pesar de con las niñas una relación únicamente pla-
tónica. ¿O no lo ha sentido acaso usted
su doblez, como es el mismo ese doble Ca-
rroll que a voces nos quieren hacer pasar de mismo alguna vez? ¿No besaba Lewis Ca-
rroll a las niñas y las sentaba en sus rodi-
boca en boca. El mismo hombre es el orde-
nado, puritano y apacible burgués que el llas, y las desnudaba y peinaba y vestía? No
traspasar la frontera del amor genital nunca
excéntrico inventor de objetos inútiles, de
rompecabezas y de cajas de sorpresas. El significa estar ausente de la sexualidad, sino
todo lo contrario. Aunque también es cierto
mismo, el altivo y remilgado y profunda-
mente aburrido profesor. que el prestidigi- que, a otro nivel, el de su escritura, el tra-
bajo de desexualización realizado por Ca-
tador, mago y domesticador de serpientes y
sapos, que padecía de un terrible insomnio. rroll es eminente, pero precisamente pudo
realizarse porque a lo lejos, como lo invisi-
El mismo, el maniaco aterrorizado por las
corrientes de aire, que había instalado en su ble que hace posible lo visible, se mantiene
preeminente y oculto el objeto sexual, la ni-
apartamento un gran número de estufas y
de termómetros, a los que a intervalos ña. Por supuesto, co ese proceso de dese-
xualización, entre la creación artistica y el
periódicos inspeccionaba para regular los
calentadores vecinos. de modo a mantener objeto sexual se produce un salto cuya po-
tencia, como señala G. Deleuze, aparece es-
idéntica la temperatura de las habitaciones,
y que murió víctima precisamente de una pecialmente en Lewis Carroll. "Del tablero
físico al diagrama lógico. O bien de la su-
corriente de aire, que el incólume paseante.
siempre con somprero de copa y nunca perficie sensible a la placa ultrasensible.
Precisamente en este salto Carroll, gran fo-
enigmáticamente con abrigo a pesar de lo
friolero que se le suponía, al que le horrori- tófrafo, experimenta un placer que podemos
suponer perverso y que inocentemente de-
zaban los colores vivos y chillones y se le
veía generalmente de la mano de alguna clara (así dice a Amelia, tú eres mía").
Por supuesto, la estructura de su deseo, su
preciosa niña.
Casto, y sin embargo perverso, entre pe- fantasmatica, alli donde insiste permanente-
mente la sexualidad, nos resultaran de pri-
denlo y fetichista; su vida sexual probable-
mente sea una de las claves que desintegren mer orden de cara a la interpretación de
Carro') y su obra. A ello, y más bien re-
esa dualidad que algunos quieren ver, fre-
cuentados quizás por la vieja diferenciación cientemente —pues los estudios carrollia-
nos no se iniciaron hasta 1932, cuando se
entre apariencia y ser. Y aunque su vida
amorosa se limitó a unas curiosas relaciones celebró el centenario— se ha entregado al-
gún que otro psicoanalista. Sus diagnósticos
con gran cantidad de niñas a las que foto-
grafiaba a veces desnudas, tras una frustada han sido simples, en Carroll se ha visto:
una imposibilidad de afrontar la situación
y al parecer desbordada pasión por la niña
Alice Liddell, muy bien se puede dudar. co- .edipica, una huida ante el padre con una
paralela renuncia a la madre, una proyec-
mo lo hace José Pierre, de que esos amores
fuesen totalmente platónicos, en el vulgar y ción en la niña, como identificada al falo y
a la vez como privada de pene, y una subsi-
equivocado sentido del término. Pues si re-
sulta evidente que Lewis Carroll amaba a guiente regresión oral-anal. Sin embargo.
¿nos alumbra esto de cara a la interpreta-
las niñas porque con las niñas no se puede
27
 ESTANLPA
ción dc Carroll, ese nombre bajo el que he-
mos colocado, por comodidad, tanto al
hombre como al artista, y del que hablamos
únicamente porque nos legó una escritura
única que nos hace pensar quizá de otro
modo sobre lo que sumos, en tanto que
lenguaj e, y en especial sobre el lenguaje y el
sentido, sobre las cosas y los nombres?
Mas bien digamos que no. pues al artista
Carroll, como a cualquier otro, difícilmente
puede encerrársele en un cuadro clínico.
Más allá de cualquier diagnóstico está el
diagnóstico que el hace a la cultura y al
mundo. precisament e a partir de su propia
experiencia y de sus limites. Como dice
Deleuze, y en una sociedad como la nuestra
añadimos nosotros. "el artista no es sola-
mente el enfermo y el médico de la civiliza-
ción, sino también su perverso". Y el per-
verso Carroll. en un onírico mundo en el
que todo lo que sucede tiene lugar en el
lenguaje y pasa por el lenguaje, nos ha
mostrado a los modernos, como si fuése-
mos niños, las dimensiones del sentido y
del sinsentido. de ese terreno incorpóreo
equidistante tanto de las palabras como de
las cosas y que cuando se desconoce hace
que los nombres y las cosas vayan cada uno
por su propia cuenta. entremezcländo se a
veces de forma disparatada . La experiencia
de Carroll es la del sentido. la de esa línea
que separa y une las proposicione s y las co-
sas. Y la experiencia del sentido es la expe-
riencia del Yo. de esa otra instancia que
manda. Como en el dialogo de Humpty
Dumpty: "cuando yo uso una palabra...
quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni
más ni menos. —La cuestión. insistió Ali-
cia. es si se puede hacer que las palabras
signifiquen tantas cosas diferentes. —La
cuestión, zanjó Humpty Dumpty. es saber
quién es el que manda.... eso es todo." De
ahi que, a la larga. la experiencia del senti-
do sea tambien la del absurdo, y la de éste bien de mantener en el ser uterino del sufri-
la del humor. miento del que todo gran poeta sorbe y que,
Por supuesto, en Carroll se manifiesta recu- al ser parido, huele mal. Hay en Jabber- BIBLIOGRAFIA
rrentemente el poder del sueño, como ano- wocky pasajes de fecal dad, pero es la feca-
ración del inconsciente, pero no es en el lidad de un snob inglés que ensortija lo Obras de Carroll,
que reposa el absurdo. Ni es fundamental la —Alicia en el país de las maravillas, Traducción,
obsceno como rizos de fragua..." Denuncia y prologo de Jaime de Ojeda. Alianza Editorial.
sátira que pueda descubrirse en las ficciones de Artaud a un pequeño perverso que no ha en Ed. Ju-
carrollianas. Ambas dimensiones son sólo También hay version de Ni. Manent
un entramado del juego del sentido y del experimentad o el lenguaje en su profundi- ventud.
dad. en su encarnación corporal y en tanto —Alicia a través del espejo. Traducción y prólo-
sinsentido que se encarama en todo lengua-
je. En ese absurdo radica la subversión de que sufrimiento . Sin embargo, comprenda- go de Jaime de Ojeda, Alianza Editorial. Tam-
Juventud.
mos que Artaud habla desde otro lugar del bién hay versión de M. Manen( en Ed.
Carroll. pero ese absurdo es inevitablemen- lenguaje y de la literatura. Un lugar mucho —Silvia y Bruno, Traducción José Martin. Pre-
te superficial por cuanto incorpóreo . Su- mas profundo. el del problema esquizo- sentación defectuosa . ColecciOn
La Fontana Li-
perficialidad a la que se opuso Artaud. el frénico del sufrimiento, de la vida y la teraria. Ed Felmar,
sufridor de las palabras, el que vivió en el muerte. Y Carroll. evidentemente. estaba en —El juego de la lógica. Selección, prólogo y tra-
Editorial.
lenguaje de la esquizofrenia. Artaud contra otro lugar. según Deléuze, en la dimensión ducción de Alfredo Deaño, Alianza
Carroll: "No me gustan los poemas o los —Matemática demente, Selección, traducción y
de las superficies. ahí donde se encuentra prólogo de Leopoldo Panero. Tusquets Editor.
lenguajes de superficie que respiran felices toda la lógica del sentido. El lugar de lo in-
ocios y triunfos del intelecto, apoyándose corpóreo donde se delimitan las proposicio-
este en el ano pero sin poner alma ni cora- nes y las cosas: dimensión por la que conti- SOBRE CARROLL
zón. El ano siempre es terror y yo no admi- nuamente. nosotros, seres normales, nos
to que se pierda un excremento sin desga- deslizamos, sin percibir esas continuas fa- —Henri Parisot. LewisCarroll, Editorial Kairos.
rrarse por perder con él el alma: no hay al- llas en las que nos asedia el absurdo. y que —Gilles Deleuze, Lógica del sentido. Barra' Edi-
ma en Jabberwock y... Cuando se hurga la tan bien nos mostró y midió ese excéntrico tores. Editions
caca del ser y de Su lenguaje. por fuerza ha y pulcro inglés que escribía por amor a las —Jean Gattegno. Lewis Carroll, une sie,
de oler mal el poema. y Jabberwock y es un niñas. Sin duda. conviene tenerlo en cuenta. du Seuil •
poema que su autor se ha guardado muy

28
 LA COESTION D STALINI, Nriguel A. Barr¡so
Ayatsk./ EL
EFECTO. HISTOMO DEL INFORME SECRETO. Ferri_ando
Claudirr'.¡ TFLOTSK%Y EL ESTALINISMO . Julio ROdiEguez
Aramber41 MAO CONTRA STALIN. Inés d'allá« ge(JEs-
TA. Eugelike.del Río (Me), Ignacio Faura IO CE/10.44. aime
Pastor (Lce, y Enrique Cariamares101C).

EL IESTAILINI

LA CIJESTION
DE STALIN
MIGUEL A. BARROSO AYATS
critica de Kruschev a Stalin) se limita en
sustancia a denunciar los defectos personales de
Stalin, como si fueran la causa de todos los ma-
les. Antes, todo lo bueno se debía a las cuali-
dades positivas y sobrehumanas de un hombre.
Ahora, todos los males se achacan a los defec-
tos asombrosos y excepcionales del mismo
hombre. Se rehuyen ;os verdaderos problemas
(relativos a las causas que han llevado a la
URSS) a cierto tipo de degeneración."
Palmo° TOGLIATTI
Stalin fallece en 1953. Pocos años mas tarde, el Partido Comunista
Chino denuncia la toma del poder por una nueva burguesía con-
trarrevolucionaria mediante una "intriga palaciega - (1) y el res-
tablecimiento de las relaciones capitalistas de producción en la
URSS, y con el transcurso del tiempo ha ido aumentando el número
de aquéllos que comparten el criterio de los comunistas chinos
acerca del carácter de clase del Régimen Soviético actual.
No ocurre lo mismo en el momento de enjuiciar la responsabilidad
histórica que el fenómeno estalinista ha tenido en esta situación.
Para unos, Stalin fue ante todo un "gran marxista leninista'', un
- firme revolucionario proletario' (2); para otros, su actividad per-
sonal se sitúa en el centro de todos los errores y degeneraciones
experimentados por la URSS durante el período de su mandato.
El viraje político experimentado por gran parte de los Partidos
comunistas "oficiales" a raíz de su muerte y, sobre todo, de la
denuncia de sus "crímenes" por el XX Congreso del PCUS ha
aumentado las dificultades: existen quienes ven en la defensa de
Stalin - un principio que separa a los marxistas-leninistas de los vul-
gares oportunistas", quienes consideran la ruptura de dichos parti-
dos con el estalinismo como un mero simulacro, y quienes, final-
mente, conectan dicha ruptura con la búsqueda de una fórmula de
transición pacifica, gradual y parlamentaria al socialismo "adecua-
da a los países europeos occidentales".
Lo seguro es que las últimas evidencias procedentes de la URSS
parecen confirmar todos los sintomas de degeneración anunciados
por diversas corrientes políticas (maoístas, eurocomunistas, trots-
quistas) y ponen a las distintas vanguardias ante el imperativo de
responder a varias preguntas: ¿qué relación existe entre el socialis-
mo por el que decís combatir y el régimen social y político exis-
tente hoy en dia en la URSS? y aún ¡qué tiene que ver vuestro
proyecto socialista con el tipo de "dictadura del proletariado" exis-
tente en la URSS bajo el mandato de Stalin?
1. ESTALINISMO: UN ECONOMICISMO
Stalin se presentaba como marxista-leninista; más aún, se presen-
taba como el más directo continuador de Lenin. y desde luego. co-
mo el único administrador de su patrimonio teórico y político. Sin
embargo a lo largo de su obra desarrolla un conjunto de temas y de
conceptos que presentan una auténtica novedad respecto a los de-
sarrollos anteriores de Marx, Engels y Lenin:
El marxismo sostiene la primacía absoluta de la lucha de clases co-
mo factor de determinación histórica; frente a él, el economicismo,
en sus diferentes versiones, considera el crecimiento de las fuerzas
productivas como el factor fundamental del progreso y transforma-
ción históricos: para el economicismo, la última palabra la tiene el
"nivel de las fuerzas productivas" que, consideradas de forma
neutra e independiente del carácter del régimen social que las im-
pulsa, determinan el desarrollo dé toda la sociedad. En ciertas oca-
siones, el economicismo ha influenciado a diversas corrientes del
movimiento obrero, e incluso ha llegado a penetrar, con sus con-
cepciones, en ciertas franjas del movimiento marxista. La II° In-
ternacional y los errores que predominaron en su interior llevan
claramente esta marca.
30
L.‘
Stalin concibe el desarrollo de las fuerzas productivas como un
desarrollo cuantitativo y acumulativo, que se expresa en términos
de productividad en un sentido idéntico al de la economía política
burguesa. El desarrollo de las fuerzas productivas así entendido
constituye, para él, el elemento motor de la evolución histórica. Así
afirmaba (A propdsito dol marxismo y (a lingüística) que "la
superestructura desaparece con la base económica que la he gene-
rado". Lo que decidía la superioridad de un regimen social sobre
otro, del socialismo sobre el capitalismo, era, para él, el nivel de la
productividad del trabajo. La misión a cumplir por la división del
trabaio (que, para él, tenía un carácter meramente técnico - - In-
fraestructura"— y resultaba por tanto ajena al "mundo de la lucha
de clases") era la de favorecer al máximo el desarrollo expansivo
de las fuerzas productivas, quedando patente la "superioridad his-
tórica" del socialismo sobre el capitalismo cuando se alcanzan ni-
veles de productividad y tasas de crecimiento superiores.
Asimismo, Stalin reducía el contenido de las relacibnes de produc-
ción a la mera propiedad jurídica de los medios de producción y
cambio. Una vez llevada a efecto la nacionalización juridica de los
medios de producción quedaba extinguida la clase de los detenta-
dores del Capital, la burguesía; el conjunto de relaciones sociales
de producción que derivan de la división del trabajo, de las con-
tradicciones entre tareas de dirección y tareas de ejecución, entre
trabajo manual y trabajo intelectual, carecían de interés para Stalin,
que le atribuía un sentido puramente "técnico-.
Ello le permitió, basándose en la desaparición de la propiedad
jurídica de los medios de producción, celebrar en 1936 la desapari-
ción de la lucha de clases: "A diferencia de las constituciones bur-
guesas, el proyecto de nueva constitución en la URSS parte del
hecho de que en la sociedad no existen clases antagónicas. que la
sociedad está compuesta de dos clases amigas: obreros y cam-
pesinos; que son justamente estas clases trabajadoras las que están
en el poder (...) La clase de los capitalistas ha desaparecido entre
nosotros. Los medios de producción han sido expropiados a los
capitalistas y entregados al Estado, cuya fuerza dirigente es la clase
obrera. Por consiguiente, nuestra clase obrera no sólo no está pri-
vada de los medios de producción, sino que los posee" (3).
2 ESTALINISMO Y REGIMEN DE PARTIDO UNICO
Para determinada tradición marxista, el problema de la revolución
se reduce al problema de la vanguardia revolucionaria: el único
hecho esencial lo constituiría la existencia del Partido que, una vez
constituido, resolveria con el auxilio accesorio de las masas popu-
lares el problema de la toma del poder. En este esquema se rehuye
una circunstancia de extrema importancia, como demuestran los
desarrollos históricos de todos los procesos de transición socialis-
ta: el de la democracia obrera y popular, el hecho de que de ningún
modo puede concebirse la implantación de la Dictadura del
Proletariado como el paso a un régimen que opera una restricción
en el ámbito de ejercicio de las libertades democráticas, sino que,
muy al contrario, debe velar por mantenerlas tal como se han
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Ficha de Stalin confeccionada por la policía zarista.
-un ejercitado bajo el dominio de la burguesía, pero ampliándolas y
DS potenciándolas en todos los terrenos hasta el máximo. Una de
:a estas libertades, uno de estos derechos intangibles de las clases
populares es el derecho de asociación, incluido el derecho de cons-
isi titución de partidos y asociaciones de indole política, que junto con
la los restantes derechos de prensa, manif estación, reunión, no deben
e- verse afectados en absoluto por la firme di ctadura que se ejerza so-
re bre las antiguas clases dominantes.
la Lo que para Lenin era una situación transitoria. de restricción en el
l el ejercicio de este derecho, incluso de restricción en el eiercicio
n- de la
democracia interna en el seno del Partido bolchevique, impuesta
por la gravedad del cerco i nternacional y la crítica situación inte-
JO
rior, se convierte para Stalin en un principio, en un dogma absoluto.
Stalin concibe "el Partido" como algo que en su perfección resulta
extraño, ajeno a las masas populares: - Nosotros, los comunistas,
dirá en 1924, somos gente de una factura aparte. Estamos medidos
por distinto rasero. No le es dado a cualquiera ser miembro del Par-
Y
La vanguardia revolucionaria no aparece como una integrente ob-
jetiva de la clase, sino como un aparato externo constituido por se-
res "de factura aparte'', depositarios y administradores de Ha ver-
dad y el dogma marxista-leninista'', según un esquema de origen
e kautskiano.
1,
Naturalmente, esto no le conduce a posturas bienquistas, desde el
momento en que reconoce a las masas un papel activo, aunque to-
talmente subalterno, en la toma del poder, e insiste en la necesidad
de conocer su estado y disposición subjetiva, pero no con el objeto
de facilitar su intervención autónoma permitiendo una progresión
en la conciencia de su papel histórico, sino con la finalidad de
"sacudirlas" utilizándolas, según el conocido sistema de la "revo-
lución desde arriba", como instrumentos de ataque o defensa, co-
mo evidenció, por ejemplo, el recurso a la temática chauvinista y
nacionalista en la campaña para detener el avance alemán insuflan-
do sentimientos patrioteros y reaccionarios entre las masas.
Toda la visión elitista del papel de la vanguardia encarnada de
forma ahistórica y metafísica en "El Partido'', del papel subalterno
de las masas y de sus organizaciones, del funcionamiento interno
del Partido bolchevique, configuran una concepción de la vanguar-
dia como grupo de elite redentorista distanciado de las masas, que
tiene mucho en común con la filosofía burguesa iluminista de las
élites como protagonistas de la dinámica histórica.
3 BASES OBJETIVAS DEL FENOMENO STALINISTA
- Nuestro partido aplastará sin piedad la banda
e
de traidores y renegados, eliminará de la faz de
la Tierra toda la canalla trotsguista de derechas
(...) y seguros de la victoria, balo la dirección in-
vulnerable de nuestro comité central, balo la di-
rección infalible de nuestro gura, el camarada
Stalin, destruiremos a todos los enemigos...,
hasta el último hombre, y dispersaremos sus
cenizas al viento."
KRUSCHEV, 6 de junio de 1937
5." conferencia del PCUS (b).
Area de Moscú
Ni que decir tiene que los errores, al igual que las ideas, no "caen
del cielo'', sino que son producto de la práctica social, de la lucha
de clases. No puede hablarse de "errores de Stalin - , sino de
correspondencia de sus planteamientos ideológicos y políticos con
ciertas condiciones objetivas y con la disposición y los intereses
subjetivos de las diversas clases en presencia.
En la actualidad, es posible reconstruir algunas de las bases sobre
las que toma cuerpo el fenómeno estaliniano:
— Las características mismas del proletariado ruso: joven, poco
numeroso y muy localizado en ciertas zonas geográficas del país.
Los efectos devastadores de la guerra dvil sobre la vanguardia pro-
letaria agravaron todavía más la situación dibujando una "clase
obrera sociológica" en la que frente a obreros experimentados y
educados en los hábitos y en la disciplina comunitaria existen
numerosos campesinos agregados al producirse la i migración a las
ciudades e incluso gran número de miembros de otras clases
- -muchos de ellos enemigos declarados del poder revolucionario—
que al verse desposeídos de sus bienes, cargos o privilegios habían
engrosado las filas de la clase obrera industrial. Este factor cobró
una gravedad extrema en momentos en que (NEPI el desempeño de
Lenin n Stalin (pintura de ti. Vassiliel
las funciones de dirección técnica en el seno del aparato económico
por los antiguos especialistas hubiera debido verse compensado
por la dirección ideológica y política creciente de la clase obrera.
— El escaso nivel de penetración de los planteamientos revo-
lucionarios en las amplias masas campesinas, unido al entrecruza-
miento en el campo del proceso revolucionario democrático y el
proceso revolucionario socialista que se desarrollaban según ritmos
y modalidades muy diferentes, facilitando el empleo de la coerción
y de la represión sobre el campesinado, que aparecían como males
inevitables para cubrir las necesidades inaplazables del frente y en
ausencia de otros métodos. Dichos métodos se generalizaron con
extraordinaria rapidez y viciaron totalmente el sentido de las insti-
tuciones de poder popular, única base de apoyo posible del poder
revolucionario.
— El despiadado cerco al que las potencias imperialistas some-
tieron al primer Estado proletario para conjurar cualquier peligro de
contagio, que se vio particularmente agravado al desvanecerse
todas las esperanzas de revolución en los países occidentales in-
dustrializados.
— El peso de la ideología economicista en el interior de la van-
guardia revolucionaria e incluso en el propio Partido bolchevique.
en el que no había llegado a cuajar una ruptura total con las con-
cepciones de la II. Internacional, no escapando el mismo Lenin a tal
tipo de influencias, como puede comprobarse en la teoría del "ca-
pitalismo de Estado al servicio del socialismo'', así como en el tra-
tamiento de los problemas relativos al "sistema Taylor" y a la or-
ganización y división (social y técnica) del trabajo.
4. LA LINEA POLITICA DE STALIN: UNA LINEA DERECHISTA
En contra de lo que afirman lcis estalinistas dogmáticos, los aspec-
tos señalados no representan simples manchas eri el ''expediente'
político de Stalin, sino que configuran toda una línea política cohe-
rente, un sistema de analizar y de enfrentar los problemas que deri-
vaban de la construcción socialista en la URSS.
Para Stalin, la cuestión decisiva de la construcción del socialismo es
el desarrollo de la - base económica'', de las fuerzas productivas.
De ahí su consigna: "1 Alcanzar y adelantar a EE.UU. en diez
años...)". Alcanzar y adelantar a EE,UU pero no emprender una vía
distinta.
Para acelerar el crecimiento económico no hay que tener escrúpu-
los en utilizar todos los mecanismos "técnicos" puestos a punto
por el capitalismo: división social capitalista del trabajo, trabajo en
cadena, estímulos materiales, ideología del rendimiento (staianovis-
mo): al poseer un carácter meramente "técnico" pueden ser man-
tenidos e incluso incrementados si con ellos se incrementa la
potencialidad "técnica" de las fuerzas productivas.
Por otra parte, como quiera que podría decirse que se había llevado
a cabo (después de la colectivización forzosa) la plena naciona-
lización de los medios de producción, la lucha de clases no tenía
razón de seguir existiendo como fuerza motriz de las transforma-
ciones sociales. Asi lo afirma en el informe presentado en Noviem-
bre de 1936 al VIII Congreso de los soviets acerca del proyecto de
Constitución: "Todas las clases explotadoras han sido liquidadas y
por ello el proyecto de la nueva Constitución de la URSS parte del
hecho de que en las sociedadad ya no existen clases antagónicas,
31

de que la sociedad esta compuesta de dos clases amigas: obreros y
campesinos 1_1 La particularidad de la sociedad soviética actual es
que está liberada de los conflictos de clase..."
Para Stalin, no sólo la lucha de clases puede cesar antes de la ex-
tinción del Estado, del advenimiento del comunismo, sino que
cesando la lucha de clases no tiene porqué desaparecer la diferen-
cia entre trabajo manual e intelectual, entre campo y ciudad, sino
que se instaura una - colaboración" amistosa entre dos clases.
Naturalmente, el hecho de que Stalin permaneciera ciego ante los
conflictos de clases que se desarrollaban ante sus ojos no signifi-
caba, ni mucho menos, que la realidad coincidiese con sus deseos.
- Se encontraba —como dice K. Maurakis—. ante una realidad que
no podia pensar en términos científicos. ¡Cómo interpretar desde
estos presupuestos las contradicciones políticas que afloraban)
Dado que no se trata, "por definición - , de contradicciones de cla-
se, y la "amistad de clases - se había convertido, junto con el
desarrollo económico, en el pilar de la construcción socialista, el
origen de las diferencias y los conflictos no puede ser más que uno:
- Los estados burgueses se ven obligados a introducir en la URSS
un número dos, tres veces mayor de saboteadores, agentes pro-
vocadores y asesinos (...), los zinovievistas y trotsquistas se han
convertido en una agencia de espionaje, de provocación y de terror
de la Gestapo (...) sabotaje, provocación, terrorismo individual con-
tra los dirigentes soviéticos, espionaje a favor de las fuerzas fascis-
tas germano-japonesas, ésta es la plataforma actual del trots-
quismo".
Quienes presentaran diferencias políticas de cualquier tipo acerca
del rumbo de la sociedad soviética (en este caso los trotsquistas)
eran calificados de: "Una banda de saboteadores, agentes provo-
cadores, espías, asesinos a sueldo de los servicios de espionale ex-
tranjeros. insignificantes mosquitos contrarrevolucionarios' . (en El
hombre, el capital más precioso).
Puesto que no nos enfrentamos con un adversario político, puesto
que la lucha de clases no existía en la URSS, convertida ya en un
remanso de paz y en un banco de pruebas de "socialismo inte-
gral", los adversarios eran delincuentes comunes, agentes vendidos
a los servicios de espionaje extranjeros. Las contradiciones debían
revestir siempre un carácter antagónico y no se trataba de hacer
cualquier distinción entre el adversario y los elementos intermedios,
sino de considerar a los elementos intermedios el enemigo principal
y centrar todos los esfuerzos en aplastarlos para "deslindar los
campos". De ahí las directrices de la III Internacional respecto a los
socialdemócratas, a quienes se calificaba de socialfascistas y de
- ala izquierda de los partidos fascistas-.
Los métodos a utilizar no podían ser más que policiales: terror de
masa, deportaciones en masa, campos de concentración, ejecu-
ciones sumarias...
5. EFECTOS PRACTICOS DEL STALINISMO
- Legaríamos a una nueva situación en la que
todas nuestras declaraciones, banderas, el canto
de la Internacional, la forma soviética de gobier-
no, permanecerían en pie exteriormente en
tanto que el contenido interior de todo ello se
había transformado: este contenido... correspon-
dería a las aspiraciones de esta nueva clase bur-
guesa que crece constantemente, que se hace
cada vez más fuerte y que mediante cambios
lentos y orgánicos llegaría a transformar todos
los rasgos del Estado soviético y encarrilarlo en
una política puramente capitalista. La antigua
burguesía podrida (...) sería reemplazada por
una nueva burguesía (...) que se esconde tras la
fraseología y las banderas del internacionalismo
para avanzar hacia una Rusia capitalista y bur-
guesa nueva, grande y poderosa.'"
BUJARIN
A partir de 1928 , tras la liquidación y neutralización de las oposi-
ciones trotsquista y bujarinista, la fracción estaliniana (porque no
cabe la menor duda que quien más aventajada y sistemáticamente
desarrolló el "parlamentarismo negro" de que habla Gramsci, el
trabajo f raccional. fue Stalin), detenta la totalidad del poder de
decisión y se encuentra en condiciones de llevar a término su con-
cepción de la edificación socialista. Destacaremos algunos de los
rasgos de los resultados de la aplicación de tal política:
— Utilización de los modelos burgueses de industrialización y
32
acumulación: de la misma forma que la burguesía en el periodo de
acumulación capitalista original había extraído los recursos en
equipamientos, capital, dinero y mano de obra del campesinado.
Stalin, siguiendo con retraso la doctrina de la "oposición trotsquis-
ta" (expuesta por Preobrazhensky), acerca de la "acumulación
socialista primitiva", despoja al campesinado de sus medios de
producción y subsistencia con el fin de acrecentar brutalmente el
excedente proveniente de la agricultura, de cara a financiar los pla-
nes quinquenales de desarrollo de la industria pesada, poniendo así
en práctica una política que quebraba por completo la alianza obre-
ro-campesina(4) con el afán de "alcanzar y adelantar a EE.UU., en
diez años".
— Utilización masiva de los métodos burgueses de organización del
trabajo. En la óptica estaliniana se trataba de incrementar la
producción a toda costa, sin reparar en medios. No es de extrañar,
por ello, el mantenimiento y consolidación del sistema de dirección
única, la utilización masiva de los incentivos materiales, hasta llegar
a convertirse en método de incitación exclusivo, rompiendo todo
intento de construcción de unas relaciones de producción nuevas
de carácter comunista.
— El abanico de salarios, lejos de estrecharse, se ampliaba más y
más, fomentándose, junto a las primas, el trabajo a destajo con ob-
jeto de alcanzar una permanente aceleración de las "normas técni-
cas", es decir, de las cadencias.
— Consideración aparte merece el movimiento estajanovista, exce-
lente ejemplo de "emulación socialista'', según Stalin. Los estaja-
novistas, obreros más hábiles o diestros y capaces de obtener cuo-
tas de productividad superiores a las medias, se convierten en obje-
to de una intensa publicidad que exalta sus virtudes individuales: lt
nh
gozan de condiciones de trabajo superiores y de todo tipo de ven-
tajas morales y materiales. Los estajanovistas pasan a convertirse
en una fracción "aristocrática" de la clase obrera que suministrará
su apoyo incondicional a las nuevas clases explotadoras.
— Endurecimiento de las medidas represivas: contención de la
movilidad de la mano de obra, extensión abusiva de la noción de
sabotaje económico y establecimiento de medidas para su sanción,
llegándose a institucionalizar medidas disciplinarias (despido), e in-
cluso judiciales (prisión) para la represión de "delitos - como el ab-
sentismo.
6. DICTADURA DEL PROLETARIADO O DICTADURA
DE LA BURGUESIA
En el momento de valorar las consecuencias políticas del fenómeno
estalinista conviene que tengamos en cuenta la situación en que se
encuentra la URSS al finalizar su mandato:
A. Al no haberse impuesto una línea de transformación revolu-
cionaria de las relaciones capitalistas de producción y de la división
burguesa del trabajo, se ha llegado a una acentuación de la división
social del babel° en la que las jerarquías resultan reforzadas según
la directriz "Los mandos deciden acerca de todo".
B. Automatización progresiva del Aparato de Estado respecto de
las masas y, por consiguiente, acentuación de los rasgos burocráti-
cos de un Aparato de Estado que la revolución bolchevique no ha-
bía destruido por completo tal como el propio Lenin se cuida de
recordar al definirlo como "Estado zarista con la cara lavada".
C. Práctica paralización de las instancias y órganos de poder obre-
ro y campesino, llegando a su reconversión en organismos
burocráticos exentos de cualquier contenido democrático y caren-
tes de toda facultad decisoria.
D. Eliminación de todo vestigio de las libertades políticas de las
clases populares y represión feroz para todas aquellas actividades
Stalin en su féretro.
 la deformación resultante del órgano, el medico debe aplicar un
tratamiento)...) Pero para ser capaz de hacer esto, antes debe en-
tender que es un hígado enfermo y no otra cosa".
Desde entonces, no ha cesado de crecer el número de los que,
mucho menos seguros de la inmutabilidad de la dictadura del prole-
tariado, se muestran seguros de que el hígado aquejado de malaria
se ha convertido en "otra cosa" y se preguntan en qué momento
lo habrá hecho.
Resulta muy difícil responder a esta pregunta y establecer una
cronología precisa del prcgeso degenerativo experimentado por la
Dictadura del Proletariado en la URSS. La dictadura del Proletariado
es, según la definición ya clásica de Marx, "el periodo de trans-
formación revolucionaria de la sociedad capitalista en sociedad
comunista' '(81.
El tránsito de un modo de producción a otro se decide en una dura
batalla que se libra entre las dos clases esenciales interesadas en la
perpetuación 'de uno y el alumbramiento de otro, respectivamente:
la burguesía y el proletariado . Ha habido quien. erróneamente, ha
creído posible determinar la tendencia que prevalecía —el acer-
camiento o el alejamiento de la sociedad sin clases-, basándose en
los índices de la amplitud de los sectores económicos privado y
nacionalizado, considerando al primero como un bastión de la
burguesía y al segundo como una firme base de apoyo para las cla-
ses populares, y tratando de deducir de la proporción existente en-
tre ambos sectores la correlación de fuerzas entre las clases anta-
gonistas.
Esta valoración, puede ser justa para un primer periodo de la transi-
Una deNota de Stalin.
ción socialista, en que la lucha principal se libra entre la clase obre-
que, aún desarrollándose en el interior del partido en el poder, ra, que se ha apoderado de importantes posiciones en el Estado y
levantaran cualquier sombra de sospecha, por leve que fuera. Asi- en la Superestructura política, y la burguesía tradiciona l , que toda-
mismo, la desaparición de cualquier libertad de crítica se consuma vía conserva importantes enclaves en la economía y en el dominio
hasta suprimirse cualquier derecho de expresión de minorías en el ideológico. Pero más tarde, el esquema no se tendrá en pie al verse
seno del PCUS(b), mediante la represión más feroz. extraordinariamente recortado el potencial político y sobre todo
E. La extensión de una burguesía de nuevo tipo resultante de la económico de la burguesía tradicional, para acabar siendo elimina-
combinación de la burguesía clásica y de las nuevas fracciones 'de
do en torno a 1924 .
clase burguesas surgidas del proceso de restauración del capitalis- Ahí reside justamente el aspecto más dramático del proceso
mo: NEPMAN, kulaks, directores de fábrica, burocracia del Estado y revolucionario soviético; en el hecho de que la eliminación de la
del Partido, altas jerarquías militares... Todo ello en el marco de la burguesía tradicional no ha supuesto la supresión de las relaciones
propiedad jurídica colectiva. En 1936, son miembros del PCUS
el
de producción capitalistas ni la victoria definitiva de la clase obrera.
de los directores de asti-
9 7 % de los directores de fábrica, el 82% Tan pronto como se consuma la derrota de la burguesía tradicional,
lleros, el 40% de ingenieros... la contradicción se desplaza para enfrentar al proletariado con la
F. La aparición y desarrollo de la resistencia de la clase obrera y del "nueva burguesía" que se reconstituye al amparo de las debilida-
campesinado a la política dictada por los intereses del nuevo Blo- des del Estado proletario, de la ausencia de vida democrática en el
que dominante: la respuesta obrera ante la opresión continua de la seno de las organizaciones de masas y del propio Partido dirigente,
burguesía de Estado —un especialista podía llegar a cobrar en 1933 así como en el peso decisivo de la "tradición" y la división social
, y ante la represión —un
de 80 a 100 veces más que un peón — del trabajo.
directores de
decreto del 15 de noviembre de 1932 obliga a jos En lo esencial puede decirse que pese a no ser Stalin el represen-
fábrica a despedir a cualquier obrero por un día de ausencia injus- tante directo de la nueva burguesía, la política de Stalin ha contri-
tificada, siendo asimismo privado de su alojamiento y siéndole reti-
buido tendencialmente a alejar a la clase obrera de sus tareas
rada la cartilla de racionamiento--, no se hace esperar: la lentitud históricas, debilitándola y abriendo paso al reforzamiento de las
en el trabajo, la propensión al absentismo, los continuados sabo- relaciones de producción capitalistas, que han acabado por engen-
tajes a los planes económicos, la ocultación de parte de la cosecha, drar no "una "nueva clase'', como suele decirse, sino un nuevo
constituyen formas elementales, pero indiscutibles de resistencia a personal gestor del Capital que no había desaparecido en lo esen-
la explotación y a la opresión por parte de la clase obrera y el cial en tanto que relación de producción. Podría, por tanto, decir-
campesinado. se, parafraseando a Trotsky, que la malaria del estalinismo ha con-
H. La dogmatización del marxismo y del leninismo y su conversión vertido en esta ocasión al hígado (estado obrero), en otra cosa dis-
en una nueva doctrina que deberá impedir ei conocimiento y ttans- tinta: una nueva dictadura de clase minoritaria sobre el proletariado
formación de la realidad en vez de facilitarlos (5). Buena muestra de
y demás clases oprimidas. o
ello lo constituyen el discurso fúnebre pronunciado el 26 de enero
de 1924 por Stalin ante el féretro de Lenin, en el que cada párrafo NOTAS
iba seguido de la "jaculatoria": "Te juramos, camarada Lenin, que
cumpliremos con honor tus mandatos", y la definición de Stalin so- (1) Conjunto de materiales aparecidos en el Rennin Ribao con el título "So-
bre la cuestión de Stalin", en particular "'El seudocomunismo de Kruschev y
bre el leninismo o mejor habría que decir, sobre su peculiar forma
las enseñanzas históricas que dual mundo", 14 de julio de 1984.
de entender el leninismo: "El leninismo es una teoría cerrada en sí 18 de
12 1 Idem. "Material de consulta para un 'gran documento histórico
misma que surgió en 1903". (6) mayo de 1967.
(3) "Cluestioni del leninismo", p. 618.
7. EL HIGADO ENFERMO DE MALARIA Grosskopf, 'ralliance ouvriere et
14) Véase el extraordinario texto de Sigrid
En un conocido artículo( 7 ), Trotsky se enfrentaba con dos de sus paysanne en l'URSS (1921-28), le problème du blé", donde se desarrolla am-
pliamente el terna de la ruptura de la XX "Smycka" (Alianza obrero-cam pe-
antiguos discípulos, Burnham y Carter, que sostenían la tesis de que
el Estado soviético no era un Estado obrero ni capitalista. A sus sina), durante la colectivización forzosa.
(5) Son interesantes las referencias a este problema contenidas en el artículo
tesis oponía Trotsky una ocurrente argumentación, que consistía en de J. M. Vidal, "La URSS, una nueva sociedad de clase", El Viejo Topo, n.°5,
comparar la Dictadura del Proletariado con un hígado: "Un hígado pp. 19 y SS.
enfermo de malaria no corresponde a un tipo normal de hígado, (61 Vid. el artículo de Gregoire Madjanan,
"Marxismo, concepción estalinia-
pero no deja de ser un hígado. Para comprender esto no es na, revisionismo (la dictadura del proletariado)", en
coCommunisme,
suficiente la anatomía ni la fisiología, también es necesaria la pato- 22/23 y 24.
logía. Por supuesto, es mucho más fácil decir: "Este objeto no me U) León Trotsky. "f La URSS, ni Estado obrero ni burgués?", 25 de noviem-
bre de 193 7 . Texto ciclostilado.
agrada'' y darle la espalda. Pero un médico no puede permitirse ese
lujo. De acuerdo con las condiciones de la enfermedad misma, y de (81 "Crítica del programa de Gotha", K. Marx y F. Engels.

33

11. EFECTO HISTORIE° DEL
00 INFORME SECRETO "
FERNANDO CLAUDIN
Los acontecimientos actuales en el movi-
miento comunista —desarrollo de la oposi-
ción de signo democrático y socialista en los
regímenes del Este, crítica creciente de es-
tos regímenes por los partidos eurocomunis-
tas— permiten percibir mejor la importancia
histórica que tuvo el XX Congreso del parti-
do comunista de la Unión Soviética para la
evolución ulterior del comunismo y del mar-
xismo. Y al decir XX Congreso nos referimos
al famoso "informe secreto" de Kruschev.
El resto tuvo escaso interés.
El efecto histórico de aquel singular panfleto
contra Stalin, pronunciado por su sucesor en
el decisivo cargo de la secretaría general, se
debe a que rasgó brutalmente el tupido velo
que ocultaba, hasta entonces, la realidad so-
viética. (Mal llamada soviética, porque del
sovietismo inicial, de aquella democracia
obrera y campesina, ya no quedaba nada,
como revelaba, justamente. el - informe se-
creto - .1 Y con el velo rasgó también las te-
larañas que aprisionaban la capacidad crítica
de los comunistas. Lo cual no significa que
nos libráramos de ellas ipso facto. Ya sa-
bemos lo difícil que es limpiarse totalmente
de las telarañas. Y las "marxistas-leninis-
tas - son particularmente adhesivas. Hasta
aquella primavera de 1956, durante los cua-
tro decenios transcurridos desde el año diez
y siete, no hábían escaseado —en el ancho
mundo exterior al mundo de la Internacional
Comunista— las críticas, denuncias o acusa-
ciones contra el régimen salido de la primera
revolución proletaria de la historia que apa-
rentemente habia resultado victoriosa. Unas
tenían carácter francamente reaccionario:
otras procedían de las corrientes democráti-
cas y socialistas reformistas; algunas. de in-
dividualidades marxistas o grupos que se si-
tuaban a la izquierda de los partidos comu-
nistas. Pero, estos las condenaban todas, sin
apelacion: calumnias del enemigo de clase,
disfrazado a veces de revolucionario. Para la
condena bastaba con saber quién formulaba
la crítica o denuncia. No era necesario entrar
en su contenido. Método totalmente recu-
sable desde un punto de vista científico,
puesto que la verdad no deja de serio por-
que las intenciones o concepciones del suje-
to que la enuncia sean antagonísticas del su-
jeto a quien le afecta, se trate de individuos,
partidos, clases o regímenes. Pero el criterio
científico de la verdad —que era el de
Marx— fue extraño a los partidos y militan-
tes de la Tercera Internacional. Al principio,
porque su adhesion fervorosa a la causa de
Octubre, frente a tantos enemigos coaliga-
dos, cegaba su juicio crítico hacia su propia
causa y deformaba el que aplicaban a los
demás. Más adelante, porque esta desvia-
ción metodológica del marxismo se hizo
sustancia del llamado - marxismo-leninis-
mo-. del - marxismo - estalinizado. Habla-
mos en general, siempre hubo excepciones
—recordemos, aunque sólo sea, la de
Gramsci— pero no por casualidad estas ex-
34
cepciones entraron, casi siempre, en conflic-
to irremediable con la nueva Iglesia.
Es indudable que hubo poderosas razones
objetivas tras esa actitud ideológica de los
comunistas, tanto en la conducta de sus
enemigos o adversarios como en la realidad
que los comunistas defendían fanáticamen-
te. No era difícil encontrar explicaciones, que
parecían suficientes, a los fenómenos que
resultaban contradictorios con la imagen
clásica del socialismo: atraso de Rusia, cerco
capitalista, renuncia a la revolución por el re-
formismo, inexperiencia de los constructores
del socialismo debida a la falta de antece-
dentes históricos, etc. Pero la citada actitud
ideológica, no marxista, frente a estos facto-
res objetivos pasaba a ser, también. un fac-
tor objetivo, que durante largo tiempo con-
dicionó decisivamente el juicio y el método
de los comunistas. Todavía hoy un luchador
comunista tan respetable y digno de solida-
ridad como Corvalán niega que Bukovslo sea
un preso político basándose únicamente en
que quien lo condenó era el régimen soviéti-
co y no el régimen pinochetista. Y los comu-
nistas de este tipo, que siguen conside-
rándose marxistas, abundan considerable-
mente. Si Marx se levantara de su tumba re-
pitiría lo que dijo en vida: si eso es marxis-
mo, yo de marxista nada.
re,
Krusehev en el XX Cnngrem, del PCUS.
Análogamente a como en los años veinte y
treinta hubo poderosos factores objetivos
que contribuyeron a generar la fe religiosa
de los comunistas europeo-occidentales en
el mito del socialismo soviético, con todas
sus derivaciones (URSS —centro de la revo-
lución mundial; marxismo soviético— forma
superior del marxismo: PCUS — modelo de
partido marxista, etc.( hoy existen otros fac-
tores objetivos que generan parecida actitud
en muchos comunistas tercermundistas. En
primer lugar, la opresión y la amenaza del
imperialismo americano, que viene a ser pa-
ra ellos lo que la Alemania hitleriana fue para
el movimiento obrero y democrático de Eu-
ropa en los años treinta y primera mitad de
los cuarenta. Frente a este "enemigo princi-
pal - no ven más respaldo efectivo que el de
la otra superpotencia, pese a las numerosas
experiencias de que esa efectividad está de-
cisivamente condicionada por las convenien-
cias superiores de la colaboración, cada vez
más inevitable, entre ambas superpotencias.
Pero independientemente de que entre las
dos superpotencias haya contradicciones
reales, además de intereses comunes, y de
que toda fuerza que luche por el socialismo
debe saber utilizarlas a su favor, los hechos
son los hechos. Y el mento histórico del
- informe secreto" de Kruschev, indepen-
dientemente de sus intenciones subjetivas
—determinadas por la lucha que al desapa-
recer Stalin se entabla entre las diversas ca-
marillas sobre la mejor manera de asegurar
la continuidad del sistema: conservándolo tal
como era o reformándolo en sus aspectos
más intolerables — es que sacó a la luz del
día, con toda la autoridad de ser una confe-
sión oficial, que lo que hasta entonces pare-
cía a los comunistas inverosímil y monstruo-
so, pura calumnia del "enemigo de clase-.
era la pura verdad. Ponía en evidencia que
durante los treinta años estalinianos no ha-
bía existido en la URSS la - democracia su-
perior - que se describía en la Constitución
de 1936, sino una autocracia policiaca y bu-
rocrática, con una especie de Ivan el Terrible
a la cabeza, cuyos métodos de terror contra
las masas y contra los mismos cuadros del
partido no tenían nada que envidiar a los del
zarismo.
A partir de ese momento la cuestión de la
naturaleza del sistema social edificado en la
URSS quedaba planteada en toda su crude-
za. Lo mismo que quedaba planteada la
cuestión de la validez de un "marxismo'.
que en lugar de revelar y analizar la realidad
servía para encubrirla y mistificada.
El - informe secreto - aportaba los datos ofi-
ciales para llegar a la conclusión científica de
que en la URSS no había ni rastro de socia-
lismo, aunque el propio informe no llegara a
esta conclusión, sino todo lo contrario, pre-
tendiendo que se trataba de un "tumor - en
un cuerpo sano, engendrado por el - culto a
la personalidad - . Una vez extirpado el tu-
mor, restaurada la legalidad, el socialismo
—ya edificado— reanudaría su marcha triun-
fal. Pero al demostrar que no había demo-
cracia, ni en el régimen político ni en el parti-
do, el informe demostraba objetivamente
que no había socialismo. Porque asi como
las relaciones de producción burguesas son
antidemocráticas por esencia, y no necesitan
la democracia política para mantenerse y re-
producirse (aunque se adapten a ciertos gra-
dos de democracia si la lucha de los trabaja-
dores los impone), las relaciones de produc-
ción socialista no pueden existir sin la más
amplia democracia en todas las esferas de la
producción, la política y la cultura, Sin de-
mocracia, no son los trabajadores sino una
nueva clase dominante la que detenta el po-
der en todas las instancias y estructuras.
Esta revelación histórica —que en la URSS 3
no había socialismo— ha influido decisiva-
mente en el curso posterior del movimiento
comunista, en la profundización de su crisis,
en la renovación del marxismo, en la apari-
ción del eurocomunismo. aunque los parti-
dos eurocomunistas vacilen aún en llegar
oficialmente a esa conclusión, por razones
sobre todo tácticas. Pero las propias exigen-
cias de su lucha política, el desarrollo de la
oposición en los países del Este, en lucha
por un verdadero socialismo, obligarán a es-
tos partidos a sacar todas las consecuencias
teóricas del empírico "informe secreto - de
Kruschev. •

II/OISItT W EL ESTALINISMO
JULIO RODRIGUEZ ARAMBERRI
Con su preverbial falta de modales, la nueva
fase ascendente en las luchas obreras y po-
pulares iniciada en 1966-68 está plantbando
toda suerte de preguntas impertinentes a los
partidos hegemónicos de la clase obrera.
Uno de los temas que surgen habitualmente
es el del análisis de los Estados obreros o,
por decirlo con un término acuñado y con-
tundente, el análisis del estalinismo.
Pero no conviene olvidar que esa tarea fue
emprendida con un método marxista hace
ya más de 40 años por León Trotsky. Es
completamente falaz decir, con Althusser,
que la única crítica de la desviación estalinia-
na fue "la crítica silenciosa, pero en acto,
llevada a cabo por la Revolución china en los
combates políticos e ideológicos de su his-
toria". (1) Pues ya desde los años 20, desde
el mismo momento en que la muerte de Le-
sin abre una durísima lucha por la dirección
del movimiento comunista que, como sabe-
mos, se salda con la victoria de Stalin, los
escritos de Trotsky y sus seguidores, tan
poco conocidos, nos dan la clave para en-
tender teóricamente y combatir políticamen-
te los efectos y las causas del estalinismo.
El análisis de la URSS por Trotsky puede di-
vidirse en dos fases fundamentales , a cada
una de las cuales puede adscribirse una obra
clave. La primera fase va de 1923 a 1933 y el
análisis básico se contiene en La Internacio-
nal después de'Lenin. (2) La segunda es
posterior a la toma del poder por Hitler en
Alemania. La obra fundamental en este te-
rreno es La revolución traicionada. (3) En
esta segunda fase, todas las negras previsio-
nes de la primera ("podría pensarse", escri-
bia Trotsky en 1929. "que Stalin se ha pro-
puesto pasar a la historia como el gran or-
ganizador de derrotas") (4) no sólo se han
materializado, sino que se han visto y se van
a ver superadas por los acontecimientos. La
década de los 30. esa verdadera medianoche
del siglo, iba a ser el momento de las más
terribles derrotas para el ' proletariado inter-
nacional: victoria del nazismo en Alemania,
aplastamiento en Austria, derrota de la revo-
lución española (1936-3 7 ), entrega de la
huelga general en Francia, pacto germano-
soviético, comienzo de la más terrible guerra
de la historia. Y todo ello como resultado no
de un conjunto de circunstancias imprevisi-
bles o de una renovada pujanza del sistema
capitalista, sino precisamente, como fruto
de la dirección política impuesta consciente-
mente al movimiento comunista internacio-
nal por Stalin y la Internacional "bolchevi-
zada-.
La derrota en Alemania es precisamente la
señal de alerta que obliga a entrar en una
nueva fase. Si hasta entonces, pese a las
persecuciones y exclusiones, la táctica de la
Oposición de Izquierda internacional se había
basado en el intento de recobrar la iniciativa
y la dirección de los PCs y de la Internacio-
nal (5), a partir de ahora, ya "'no es posible
continuar en la misma Internacional con los
Stalin, Manuilsky, Lozovsky y Cía". (61 La ra-
zón de este cambio es precisamente el diag-
nóstico de la nueva situación: "La Comintern
ha muerto para la revolución". (7) Lejos de
ser un instrumento deformado pero aún ca-
paz de recobrar su eficacia, la Internacional
estalinista se ha convertido en un arma con-
trarrevolucionaria, en una fuente de continuas
derrotas para el proletariado internacional.
Pero.¿qué ha sucedido para que se llegue a
esta situación? Sólo hay una respuesta: el
proceso de degeneración del primer Estado
obrero que ha conocido la historia, la Unión
Soviética.
El triunfo de la revolución de Octubre inau-
gura un régimen social de transición, de
marcha al socialismo partiendo de un fuerte
atraso en el desarrollo de las fuerzas pro-
ductivas. "La conquista del poder por el
proletariado no significa el coronamiento de
la revolución, sino simplemente su inicia-
ción". (8) El Estado obrero está aún a gran
distancia del desarrollo material propio de
los países capitalistas más avanzados. Todo
ello sienta las bases para un desarrollo eco-
nómico no armónico, plagado de antagonis-
mos y contradicciones. "Precisamente por-
que la URSS está lejos de haber llegado a la
primera fase del socialismo en cuanto siste-
ma armónico de producción y distribución,
su desarrollo se realiza en forma no armóni-
ca, sino contradictoria. Las contradicciones
económicas acarrean antagonismos sociales
que, a su vez, se desarrollan de acuerdo con
sus propias leyes, sin esperar al crecimiento
de las fuerzas productivas''. 19)
Nos encontramos así con la contradicción
fundamental en la que se basa el régimen
transicional propio de los Estados obreros.
La imposibilidad de imponer, desde el princi-
pio. la igualdad social que posibilitaría le
Stalin y Trostky.
abundancia de recursos materiales, abre asi
una pugna entre un modo de producción que
no es capitalista y unas normas de distribu-
ción que no están aún a la altura de aquel. El
principio de una producción planificada cho-
ca continuamente con las normas de distn
bución basadas, como ya lo había previsto
Marx, 1 101 en "el mismo principió que en el
intercambio de mercancías equivalentes: se
cambia una cantidad de trabajo, balo una
forma , por otra cantidad de igual trabajo,
bajo otra forma distinta... Este derecho
igual es un derecho desigual para el trabaio
desigual En el fondo es , por tanto, como
todo derecho, el derecho de la desi-
gualdad".
Pero precisamente sobre esta base se asien
ta la posibilidad de aparición de un estrato
privilegiado, de una capa burocrática que. li-
gada fundamentalmente a los privilegios que
obtiene en la distribución de los bienes de
consumo, ligada al aparato de Estado que
garantice esos privilegios, pueda convertirse
en un sector social que expropie política
mente a los trabajadores e imponga su pro-
pia dominación. Las enormes contradiccio-
nes que provienen de la utilización de meto
dos socialistas para resolver problemas pre-
socialistas (como el desarrollo de las fuerzas
productivas, etc.) explican las tendencias al
burocratismo, "Colocándose por encima de
las masas trabajadoras, la burocracia regula
esas contradicciones. Y usa esta su función
para acrecentar su dominación". (11 )
Pero la burocracia del Estado soviético ha
aparecido también en condiciones históricas
específicas. Las más importantes de entre
ellas son el aislamiento internacional a que
se ve sometido el primer Estado obrero tras
el fracaso de la oleda revolucionarla que sa-
cude a Europa entre 1919 y 1923 y el gra-
vísimo atraso de la economía soviética de-
vastada por la guerra civil. Ambas cuestio-
nes sirven de telón de fondo a ese especta-
cular proceso según el cual la vida de los so-
viets se va extinguiendo, la democracia
obrera se vacía de contenido, se prohiben
las fracciones y la discusión en el seno del
partido, al tiempo que en la sociedad rusa se
multiplican las conceSiones a los campesinos
35

León Trotsky.
ricos, se retrasa el comienzo de la planifica-
ción y se confia en llegar al socialismo "a
paso de tortuga". Todo ello en un clima in-
ternacional de - defensa de la URSS' y de
adaptación a los imperialistas "democráti-
cos". También desde el mismo momento en
que todas esas tendencias comienzan a ma-
nifestarse, Trotsky y la oposición elaboran la
plataforma con la que esas deformaciones
hubiera podido contrarrestarse aceleración
de la industrialización; diferenciación del
campesinado y ayuda a los campesinos po-
bres; restauración de la democracia en el
partido y los soviets: orientación a la revolu-
ción internacional (Inglaterra en 1926, China
en 19271.112) Que todo ello era ba s tante
más necesario que un gramófono para un
mujik, lo muestra a las claras el hecho de
que el propio Stalin hubo de adoptar, en los
límites del mantenimiento de la dominación
burocrática, más de una de las medidas pre-
conizadas por la oposición, aunque lo hiciera
con su peculiar brutalidad. (13)
Esta burocracia contrarrevolucionaria se for-
ja así sobre las bases de una profunda ines-
tabilidad. A diferencia de la burguesía, no
goza de la seguridad que proporciona el do-
minio de los medios de producción. Su base
social son las conquistas de otros, las con-
quistas realizadas por la clase obrera a la
que ha expropiado políticamente. De ahí su
continua necesidad de referirse continua-
mente a ella a efectos de legitimación, al
tiempo que favorece el statu quo mundial
que le da su carácter abiertamente contra-
rrevolucionario. En este sentido, la burocra-
cia estalinista no es una clase social. ''La bu-
rocracia carece de patrimonio inmobiliario o
mobiliario. Se recluta, aumenta y renueva
como cualquier otra jerarquía administrativa,
sin relaciones de propiedad especificas. El
burócrata aislado no puede trasmitir a sus
herederos sus derechos a la explotación del
aparato del Estado. Goza de sus privilegios
36
de sustituir a un grupo dominante por otro.
sino de cambiar los métodos mismos de ad-
ministración de la economía y de dirección
de la cultura del país. La autocracia buro-
crática tiene que ceder el paso a la demo-
cracia soviética. La restauración del derecho
de crítica y una verdadera libertad electoral
son prerequisitos para un más amplio de-
sarrollo del país. Lo que exige la resurrección —
de la libertad para los partidos soviéticos, Es
empezando por el bolchevique. y la resu- de
rrección de los sindicatos. La introducción ta
de la democracia en la industria significa la os
necesidad de una completa revisión de los fri
planes en favor de los trabajadores... "Las ini
normas burguesas de distribución" se redu- X)
cirán a los límites de lo estrictamente nece- ta
sario... Finalmente, la política internacional 19(
debe volver a las tradiciones del internacio- PC
nalismo revolucionario". 1 161 PI.
Por todas estas razones y con este programa le
Trotsky asume también incondicionalmente di
la defensa de la URSS durante la 2.° Guerra ta
Mundial. Al tiempo que defiende a la clase ta
obrera de los Estados burocráticos de su bu- e
rocracia, los defiende también del Imperialis- A
mo. Las conquistas de la revolución no pue- di
den desaparecer; se trata de asegurar- el
las. 117) Esta es su actitud frente al estalinis- al
mo. Una actitud que en la fase actual de as- bi
censo revolucionario sigue manteniendo to- Pi
da la vigencia que le da el basarse en la dia- ci
léctica revolucionaria de Marx. • ei
n-
bajo la forma de un abuso de poder. Escon- ei
de sus rentas: niega que exista siquiera co-
NOTAS ti
mo grupo social específico. Su apropiación
Ic
de buena parle de la renta nacional tiene el 11) Louis Althasser.- Reponse ä John Lewis.-
carácter de un parasitismo social Todo ello Maspéro.- París, 19 7 3 - p. 85. cl
121 L: Trotsky.- La Internacional después de Le- ti
convierte la posición del estrato dominante
nin.- Akal.- Madrid, 1977. a
soviético en algo completamente contradic- fr
131 L. Trotsky.- Revolution Betrayed.- New Park
torio''. (14) Publications.- Londres, 1967. o
Ahora bien, ese carácter íntimamente con- 141 Prólogo a la edición francesa de La internaran' rl
tradictorio de la burocracia impide que ésta nel después de Lenin 119291
pueda consolidar su dominación durante to- 1 51 Sobre estos temas. cf . 1. Deutscher.- El pro- u
do un período histórico, como, por ejemplo, feta desterrado.. Ed. Era.- México. 1969.- p. 15
ti
lo hizo la burguesía. La inestabilidad de su SS.
condición exige su definición, antes o des- (SIL. Trotsky.- me struggle against fascism in
Germany.• Pathfinder Press.- New York, 19 7 1.- p.
pués, en un sentido genuinamente socialista
427.
o, por el contrario, en favor de una restaura-
1 7 1 Ibid. p. 432
ción del capitalismo. Ahora bien, una restau- (SIL. Trotsky.- La revolución permanente.. Ed.
ración del capitalismo, es decir, un cambio Ruedo Ibérico.- Paris. 1972.- p. 131
de régimen social, una contrarrevolución so- 1 91 Revolution Betrayed, p. 48
cial no se ha producido todavía. Es cid icil. 1101 K. Marx.- Critica del Programa de Gotha.-
por otra parte, que pudiera producirse sin Ricardo Aguilera.- Madrid, 19 7 0.- p. 22-23.
una feroz resistencia por parte de la clase 1 111 L. Trotsky.- me class nature of the Soviet
Stare.- New Park Publications.- Londres, 19 73.- p.
obrera. 115) La experiencia histórica de los
34.
Estados obreros ofrece buenos ejemplos de
1 121 Sobre estos temas, ver la discusión entre E.
que todos los pasos en ese sentido se ven Mandel y N. Krasse sobre el MarxiSmo de Trots-
inmediatamente seguidos de otras medidas ky en Les Ternos Modernes. nos. 2 77 -2 7 8 y si-
que se proponen dar seguridades acerca de guientes.
la no apropiación privada de los medios de (13) Cf. R. Medvedev.- Let History judge.- Mac-
producción. millan.- Londres, 19 7 1.- Cl. especialmente p. 110
SS.
Ahora bien, que no haya habido restauración
del capitalismo en la URSS no significa, para 1 141 Revolution Betrayed.- p. 249-250
1 151 Algo que no explican los partidarios de la teo-
Trotsky, que haya que transigir con el poder ria de la restauración del capitalismo en la URSS
de la burocracia ni por un momento. Por el es precisamente cómo ese proceso de contrarre-
contrario, la lucha contra ella será una de las volución pudo llevarse a cabo sin la más abierta
tareas fundamentales de la nueva Internacio- violencia. A menos que vean en el terror stahnista
nal fundada en 1938. No se trata de llamar a de los años 30 esa violencia, lo que ina en contra
de sus tesis pro-estalinistas. Lo cierto es que inclu-
una revolución social en los Estados obreros.
so los intentos más elaborados de defender la te-
Las bases materiales para una economía pla-
sis, como el libro de Bettelheim sobre Las luchas
nificada existen ya. Se trata de una revolu- de clase en la URSS se muestran muy parcos en
ción política que, sin cambiar el carácter de detalles sobre la periodización del supuesto pro-
clase de esos Estados, devuelva a la clase ceso.
obrera su propio poder, un poder basado en (16/Revolution Betrayed, p. 289-290.
la más amplia democracia, en la autoorgani- 11 7 ) Sobre estos temas cf. L. Trotsky.- In Defence
zación a través de los consejos. "No se trata of marxisrn.- Pathfinder Press.- New York, 1970

MAO CONTRA STALIN
INES GALAN
Es una formulación generalmente admitida la
de que los comunistas chinos son "estalinis-
tas - . De su posición con respecto a Stalin es
muy conocida la defensa de la figura de éste
frente a la llamada "desestalinización-,
iniciada en los P.C.s. occidentales a partir del
XX Congreso del PCUS. Es cuestión sabida,
también, que Mao se enfrentó a Kruschev no
porque éste formulara criticas a Stalin, sino
porque las consideraba realizadas desde
puntos de vista burgueses y no marxistas-
leninistas. Mao comprendió que aquél tipo
de critica a Stalin no era más que una pan-
talla para encubrir el abandono de impor-
tantes tesis marxistas: •• Creo que hay dos
'espadas': una es Lenin y la otra Stalin.
Ahora, la espada de Stalin ha sido aban-
donada por los rusos". "En cuanto a la
espada de Lenin (...) me parece que ha sido
abandonada en una medida considera-
ble - . (1)
Pero se conocen, o se resaltan, poco las
críticas de Mao al hombre que le antecede
en la lista oficial de figuras históricas del
marxismo-leninismo . Trataremos de cubrir
en alguna medida esta laguna; pero se debe
tener presente que las críticas explícitas de
los chinos a Stalin son sólo una parte de las
que sin duda le formulan, como lo demues-
tran con su actuación práctica. Ya desde los
años 30, la actuación política de Mao se en-
frentaba, ante diversos problemas. a las opi-
niones que Stalin pretendía imponer por
mediación de la III Internacional.
Después de la revolución de 1949, y pasados
unos primeros años en que imitaron bastan-
te a los soviéticos, los comunistas chinos
empezaron a experimentar sus propias
"vías" en la revolución. Muchas de las op-
Stalin y Mao.
tido como un aspecto más —el más visible
superficialmente quizá— de un trabajo de
eliminación progresiva de las relaciones de
producción capitalistas, sus inevitables
secuelas ideológicas. etc.
La lucha política no es, pues, más que el re-
flejo de la contradicción entre el proletariado
y la vieja y nueva burguesia, de la contradic-
ciones que tomaron constituyen críticas -en
estado práctico - a las posiciones estali-
nistas. Vamos pues a detenernos en algunas
de las divergencias referentes a los pro-
blemas de lo que se ha conocido tradicional-
mente como - construcción del socialismo",
y hoy día llamamos —con más propiedad —
"período de transición - del capitalismo al
comunismo.
LA FICCION JURIDICA
Aunque con afirmaciones contradictorias en
ocasiones, Stalin participó de la idea
—generalizada entre los comunistas euro-
peos de entonces, como ha puesto de relie-
ve Bettelheim — de que las clases explo-
tadoras desaparecían al desaparecer la pro-
piedad privada en el plano jurídico. Mao ha
evitado caer en este error; aunque no co-
nocemos críticas suyas a Stalin sobre este
tema —la verdad es que el Mao posterior a
1949 conocemos aún muy poco — , es evi-
dente que la razón que justifica la necesidad
de la Revolución Cultural (y las sucesivas re-
voluciones, según el propio Mao) está en la
pervivencia de la burguesía (y no sólo la
- antigua - ), de sus prácticas, su ideología y
sus representantes políticos.
Por supuesto que Stalin desencadenó violen-
tas —y sangrientas — campañas políticas de
depuración, pero concibiendo las "des-
viaciones" más como una enfermedad que
como lo que han sido para Mao: el reflejo
inevitable de la existencia de rasgos capi-
talistas en el terreno de la producción —y,
cómo no, en el de la superestructura —, el
reflejo de la existencia de relaciones de pro-
ducción capitalistas, en decadencia si, pero
no aniquiladas aún. De aquí que para Mao
las depuraciones políticas sólo tengan sen-
ción entre unas relaciones de producción ca-
pitalistas que van siendo "suprimidas -
-según palabras de Marx — y otras comu-
nistas que van desarrollándose.
También guarda relación con todo lo anterior
el estilo de las depuraciones políticas maoís-
tas: se destituye de los puestos dirigentes a
los elementos restauracionistas, pero no se
encarcela ni ejecuta, pues sus ideas no
nacen por casualidad, no son producto de
imperialismos extranjeros, son producto
lógico de esas relaciones capitalistas aún
existentes; de qué serviría entonces cortar
algunas cabezas o muchas? Mao añade con
una de sus lapidarias metáforas "la cabeza
de un hombre no vuelve a crecer como un
puerro (...) Si se yerra al cortar una cabeza,
no hay manera de corregir el error - . (2)
PROTAGONISTAS, LAS MASAS
'Nosotros no propagamos lemas como, por
ejemplo, los cuadros lo dicen todo' o la
técnica lo resuelve todo', y tampoco
'soviets más electrificación es igual al comu-
nismo'. (...) Los dos primeros lemas los pro-
pagó Stalin; pero expresan un criterio dema-
siado limitado. 'La técnica lo resuelve todo'.
Pues bien, bl qué pasa con la política ? 'Los
cuadros lo deciden todo'. uY qué pasa con
las masas? Aquí falta, evidentemente, la dia-
léctica. Stalin algunas veces sabía mucho de
dialéctica, pero otras no sabia nada". (3)
Mao reprocha a Stalin no haber confiado a
las masas el papel que les corresponde en la
revolución, haber tomado con demasiada
frecuencia —y en aspectos muy fundamen-
tales— medidas - desde arriba, que no
eran malas "en sí'', pero cuya eficacia revo-
lucionaria no está solo en ponerlas en prácti-
ca, sino en que sean llevadas a cabo por el
movimiento consciente de las 'nasas. Esto
es lo que diferencia de forma abismal las
depuraciones de Stalin de los "movimientos
de rectificación - y las revoluciones cul-
turales maoístas; en unas, la tarea se enco-
mienda a los servicios poliLiales y a los tri-
bunales, en otras se trata de que los trabaja-
dores aprendan a distinguir por sí mismos lo
que les conviene, haciendo realidad la vieja
idea marxista de que su emancipación solo
puede ser obra de ellos mismos.
- Stalin dijo en sus Problemas económicos
del socialismo que las reformas posteriores
a la revolución eran reformas pacíficas in-
troducidas desde arriba. En Europa oriental y
Corea del Norte hizo realizar una reforma
agrícola pacifista; no luchó contra los terra-
tenientes ni autorizó campañas contra las
derechas (...) -
Nosotros hemos instalado nuestro sistema
de arriba hacia abajo y, adicionalmente, de
abajo hacia arriba, estableciendo así las
conexiones adecuadas, realizando una ver-
dadera lucha de clases". (41
Además, como nos recuerda esta última ci-
ta, este menosprecio de Stalin por el pro-
tagonismo de las masas se reflejó, muy en
37

particular, en lo referente a los campesinos.
Una de las claves del éxito de la revolución
china está en la importancia que Mao ha
concedido a los campesinos, a su lucha. An-
tes de 1949 formulando su teoría de la lucha
guerrillera - del campo a la ciudad"' len con-
tra de la opinión de Stalin, por cierto);
después de 1949 ayudando a que los cam-
conformidad perfecta con el estado de las
fuerzas productivas''. (8) Concepciones de
este tipo llevaron a bloquear la lucha del
proletariado ruso por transformar las rela-
ciones de producción no comunistas. Cons-
truir el socialismo pasó a ser equivalente,
para Stalin, al desarrollo de las fuerzas
productivas, pero mientras tanto, bajo sus
un hombre que critica de esta forma a Sta- er
lin, un hombre que ha dicho: "la revolución cc
china triunfó porque se opuso a la voluntad pr
de Stalin'', 1101 puede defender a éste frente
PC
al XX Congreso y sus secuelas, puede seguir
pi
colocando a Stalin ¡unto a Lenin? No hemos
te
podido resistir a la tentación de dejar, por
última vez, la palabra de Mao para que CC

pesinos se convencieran de las ventajas de
la colectivización por sí mismos, en lugar de
forzarlos como Stalin, y propugnando una
via de industrialización que no se lleve a ca-
bo a costa del desarrollo agrícola, sino para-
lelamente a el
Mao siempre confió en los campesinos, o
mejor. en la combinación: partido comunista
más campesinos, y ha reprochado a Stalin
su actitud hacia ellos: "los puntos de vista
expuestos por Stalin en su última carta 151
son casi completamente erróneos. Su error
fundamental proviene de su falta de confian-
za en el campesino - . 161
LA TEORIA DE "LAS FUERZAS PRODUC-
TIVAS"
Sin duda, el tema de la relación entre fuerzas
productivas y relaciones de producción y del
papel de la lucha de clases en la transfor-
mación de éstas últimas es el problema más
de fondo en que encontramos enfrentados a
Mao y Stalin. En alguna medida, este asunto
está en la base de los mencionados anterior-
mente; además, forma parte de la actual dis-
cusión sobre el economicismo lo econo-
mismo) y su relación con el revisionismo. 171
Stalin afirmó en Cuestiones del leninismo:
- Bajo el régimen socialista.., la base de las
relaciones de producción reside en la propie-
dad social de los medios de producción. En
nuestro pais no hay explotadores ni explota-
dos... Las relaciones de producción están en
pies, las relaciones de producción capitalis-
tas, al no ser atacadas, se fortalecían. El
proletariado soviético se adormecía en los
laureles del "desarrollo - industrial.
de su camarada: "Stalin dijo que el estado
de la producción correspondía totalmente al
desarrollo de las fuerzas de productividad y
negó las contradiciones - . 19) Para él, el mo-
tor del desarrollo histórico es la lucha de
clases, En el período de transición aún
sobreviven las relaciones de producción
capitalistas en lucha con las nacientes rela-
ciones de producción comunistas: las segun-
das solo pueden desarrollarse si son des-
truidas las primeras, y las primeras son des-
truidas mediante la lucha de clases, median-
te la acción politice.
Según la teoría maoista, esa transformación
de las relaciones de producción será preci-
samente lo que más ayude al desarrollo de
las fuerzas productivas, gracias al naci-
miento de nuevas fuerzas de tipo comunista.
En la base de estos errores hay también pro-
blemas filosóficos. Según Mao, Stalin no
comprendía las características de la contra-
dicción entre fuerzas productivas y rela-
ciones de producción y entre base económi-
ca y superestructura.
Estos son algunos de los aspectos en los
que Mao criticó a Stalin: esperamos poder
hablar en otro momento de otros y también
tratar de arrojar algo de luz dobre una inte-
rrogante frecuentemente formulada: ¡cómo
esboce la respuesta: - Nosotros seguimos a
Marx y Lenin, pero en algunas cosas a Stalin. hl
Nosotros obedecemos a quien tenga la ver- tc
dad en sus manos, aunque se trate de un pi
basurero o barrendero; lo que cuenta es que di
esté en posesión de la verdad''. (ti) iEn qué
Y
aspectos tenía —para Mao — Stalin "la ver-
P'
dad'"? Ese es otro problema, para otra oca-
sión. •
ci
NOTAS o
(11 Mea "Discurso en la II Sesión plenaria del VIII
Comité Central del Partido Comunista de China"
(noviembre 19561. Citado en Pekín Informa n° 17
de 19 70, pág. 17. o
121 Mao: "Sobre las diez grandes relaciones" (abril
de 1956). en Vía china versus modelo soviético, ti
Anagrama. pág. 63.
131 Mao: "Discurso en el II Pleno del VIII Congreso
del PCCh" (mayo de 1958). en Max intimo. Dope-
sa. págs 128-129. Ii
(4) Ibid. pág 130.
15) Se refiere a unas cartas incluidas en el libro
Problemas económicos del socialismo en la
URSS.
161 - Anotaciones a los Problemas económicos
del socialismo en la URSS" (1959). en Mao: La
construcción del socialismo. Fundamentos. pág.
41.
(71 Ver. por ejemplo. el Prefacio de Bettelheim, Las
luchas de clases en la URSS. Siglo XXI.
(8) Citado en Bettelhelm, op. cit., pág. 17.
191 Mao intimo. pág. 130.
(10) - Sobre la cuestión de Stalin" (marzo de
195til, en Vía china..., pág. 87.
(11) Mao intimo, pág. 131. E

por el fuerte predominio de la gue la propia Unión Soviética

ENCUESTA
PREGUNTAS
1. ¿Cuál es en tu opinión la
naturaleza exacta de la
sociedad soviética ac-
tual y el carácter de las
deformaciones que ac-
tualmente se observan
en su estado?
2 ¿Cuál es la respon-
sabilidad histórica de la
figura política de Stalin
en dicha situación?
3 ¿Cómo debe abordar ac-
tualmente la izquierda
los problemas que sigue
suscitando el "fenómeno
estalinista"?
EUGENIO DEL RIO
(MC)
1 rencias en los asuntos inter-
A mi juicio se trata de un
Estado dominado por una
casta burocrática de altos
funcionarios, mandos del
Ejército, jefes del Partido...
que niegan la libertad a las
clases populares, hacen im-
posible la práctica de una
auténtica democracia de ma-
sas y utilizan métodos repre-
sivos profundamente antide-
mocráticos.
Este hecho no impide que,
bajo este régimen, se hayan
realizado importantes pro-
gresos en el plano social, ma-
terial y técnico, facilitados
propiedad estatal y por la
planificación, más rigurosa y
eficaz que la que se practica
en los países capitalistas más
desarrollados.
En el orden internacional, la
URSS aplica una política de
gran potencia con claros ele-
mentos expansionistas: ocu-
pación de Checoslovaquia y
de Mongolia Exterior, inge-
nos de otros países (Subcon-
tinente indio, Oriente medio),
carrera armamentista que va
mucho más lejos de las nece-
sidades propiamente defensi-
vas, presencia militar en todo
el planeta, subordinación po-
lítica y económica de los
países del Este europeo a la
URSS...
Esta política exterior no ex-
cluye, ciertamente, el apoyo
a determinados —no a to-
dos— movimientos de libera-
ción, cuando se produce una
coincidencia entre los objeti-
vos de éstos y los que persi-
en la arena internacional.
2
La revolución socialista y la
edificación del socialismo en
la URSS se vio confrontada
a dificultades gigantescas
(guerra y asedio de las poten-
cias imperialistas, debilidad
económica, clase obrera po-
co numerosa e insuficiente-
mente instru (da, ausencia de
experiencias previas en la
constlrucción del socialismo,
largo período sin que triunfa-
ra el socialismo en otros
países...). Estas dificultades
fueron superadas en algunos
aspectos con medidas acer-
tadas, pero también favore-
cieron serios errores, entre
los que se pueden subrayar
el abandono de la concepción
del poder de los trabajadores
inspirada en la Comuna de
París, es decir, de un poder
de las mayorías trabajadoras,
hondamente democrático: la
constitución del poder estatal

38
 y auge de importantes movi- aunque bajo formas nuevas, señalar tal fracaso como de-
en torno a una burocracia in- como resultado de la derrota bido a la misma naturaleza
controlada por las clases po- mientos de liberación, espe-
cialmente en Asia; edificación política del proceso de trans- del marxismo-leninismo, en
pulares, privilegiada y ligada formaciones socialistas y su un intento de continuar de-
por una solidaridad de casta del socialismo en un país, en
condiciones extremadamente sustitución por el capitalismo rrotando al proletariado en lo
que antepone a todo su man- de Estado. que es su fundamental
tenimiento en el poder; la precarias; guerra mundial;
quiebra del movimiento revo- La especificidad de la nueva baluarte político-ideológico y
concepción del Partido co- burguesía de estado de la científico. La derrota poste-
munista como una fuerza lucionario en el mundo occi-
dental... URSS consiste en que no se rior de la Revolución de Octu-
hermética, como un esquele- basa en el ordenamiento ju- bre es muy compleja y fruto
to de poder no controlado Esos acontecimientos, esos
problemas han dejado una rídico de la propiedad privada tanto de las contradicciones
por las masas, que impone de los medios de producción, internas, como consecuencia
despóticamente su presencia huella muy profunda en los
viejos Partidos comunistas, sino en el mantenimiento de de la continuidad de la lucha
y su demonio a las clases po- la división social del trabajo y de clases bajo toda la etapa
pulares y que consagra un en los que se ha registrado
una fuerte tendencia a susti- en el desigual reparto social socialista, como en especial
poder de minorías; la utiliza- de la riqueza. El nuevo bloque del ataque externo desde la
ción de métodos burocráti- tuir sus perspectivas revolu-
cionarias por otras reformis- dominante está formado por cadena capitalista-imperialis-
cos y policíacos —al margen los cuadros del Partido, la al- ta que sumió al proletariado
de la acción de las masas— tas. Estos Partidos acostum-
bran a eludir la realización de ta oficialidad del Ejército, los ruso ante unas gigantescas y
para derimir las contradiccio- nuevos gestores y directores heróicas tareas de subsisten-
nes características de una so- un balance serio de esa
época, limitándose a predicar de la industria y el comercio, cia que dificultaron el justo
ciedad de transición; la ex- y las capas superiores de la avance del combate revolu-
tensión del campo de la re- de un modo abstracto la
"necesidad de superar viejos administración y de la - inte- cionario en el interior.
presión a sectores populares;
errores" y a tomar pie en ligencia" oficial.
la anulación de todo debate
libre en el interior del pueblo,esos errores para, conside- Los ejes de dicha involución 2
con el consiguiente anquilo- rándolos de un modo unilate- contrarevolucionaria son el La "ciencia" histórica bur-
samiento dogmático y la im- ral, hacer tabla rasa de la ex- economicismo, el mecanicis- guesa acostumbra siempre a
posibilidad de desplegar una periencia del movimiento re- mo, el nacionalismo. El eco- buscar responsables indivi-
labor viva y eficaz en el plano volucionario durante esa nomicismo, aspecto central duales, buenos o malos, co-
de la ideología; el manteni- época. de todo revisionismo, parte mo los ejecutores de la histo-
miento de formas de opre- En algunas corrientes del de la tesis de convertir el de- ria, lo que indudablemente es
sión anteriores, entre las que nuevo movimiento revolu- sarrollo de las fuerzas pro- falso y acientífico. Stalin, no
destaca la que sufren las ma- cionario se observa una acti- ductivas como el motor de la como persona, sino como
sas femeninas; la ausencia tud contraria a la anterior, historia, . considerando que simbolización histórica de
del necesario flujo de críticas pero no menos superficial. tras la implantación del So- una fracción revolucionaria y
y autocríticas... Estas corrientes se presentan cialismo y la desaparición del de un momento de la lucha
Evidentemente no es posible como si fueran una reencar- derecho burgués de propie- de clases en la URSS, repre-
comprender los rasgos an- nación de los viejos Partidos dad privada, desaparece senta el largo proceso de de-
tisocialistas del régimen so- comunistas, sin analizar también la lucha de clases y generación revisionista que
viético actual sin remitirse a detenida y rigurosamente su su papel revolucionario de partiendo del economicismo
estas graves desviaciones. historia, cayendo a menudo "motor de la historia"' según y oportunismo creó las tareas
Y otro tanto se podría decir en posiciones dogmáticas y Marx y Lenin. posteriores para la reorgani-
de la vertiente internacional sectarias en su actividad El mecanicismo se manifiesta zación de una nueva burgue-
de la Unión Soviética de hoy. política. en la suplantación adminis- sía de Estado. Con todo, la
Ya en los años de Stalin se Seguramente serán precisos trativa del proletariado por el contradictoria trayectoria de
registraron síntomas claros muchos años para establecer Partido y el Estado, relegando Stalin exige un análisis más
de chovinismo de gran po- un balance bien fundado de a las masas trabajadoras a un permenorizado de su desa-
tencia que, aunque unidos a ese período, con suficiente simple papel de "'administra- rrollo en distintos momentos
menudo a una política inter- conocimiento de causa y con das'', impidiendo la interven- de la lucha de clases en la
nacionalilta, se han desarro- la perspectiva histórica de la ción política de los trabajado- URSS.
llado posteriormente en alto que hoy carecemos en buena res respecto al Partido, y ol-
grado, dando lugar a la actual medida. No obstante, es vidando la necesidad de una 3
orientación internacional de claro que el reforzamiento y resolución correcta de las El "'Fenómeno estalinista'.
la URSS. la maduración del incipiente contradicciones en el seno hoy se manifiesta de dos ma-
movimiento revolucionario en del pueblo. neras, el eurocumunismo, su
3 los países occidentales va El nacionalismo fue la base hijo legítimo, y el oportunis-
inevitablemente unido a los Ideológica, junto con el eco- mo de izquierda como su ex-
La era de la transformación progresos que se hagan en la
socialista de nuestro planeta nomicismo, en que se apoya- presión más primaria y em-
realización de ese análisis. ron las nuevas "elites - diri- brionaria. El eurocomunismo
abarcará posiblemente largos
siglos. Dentro de ella, el gentes para derrotar política es, a pesar de su ruptura for-
período de Stalin —casi su- e ideológicamente al proleta- mal, la plasmación más desa-
riado soviético. rrollada de las consecuencias
perpuesto al tiempo de exis-
tencia de la Tercera Interna-
IGNACIO FAURA Pero si como comunistas, no del estalinismo: el economi-
cional— pasará a la historia OCE (BR) podemos por menos de ana- cisma como eje de toda es-
del movimiento revoluciona- lizar esta profunda derrota de trategia, el mecanicismo y el
rio como una época en la que la revolución proletaria en la nacionalismo, y la transposi-
se plantearon graves proble- URSS, no menos debemos ción en las marcas nacionales
mas a las fuerzas más avan- La naturaleza de la sociedad denunciar la visión burguesa de la política de colaboración
zadas de la Tierra: despertar soviética es la capitalista, de tal derrota que tiende a de clases que abrió en su día

39
 la URSS mediante su política
de colaboración interimperia-
lista con los EE.UU.
El oportunismo de izquierdas
que se manifiesta también
por su economicismo y rne-
canicismo, mantiene un rígi-
do ideologismo que le inca-
pacita para analizar correcta-
mente los momentos concre-
tos, y facilita así su caída
progresiva en el oportunismo
político. Por su propio ideolo-
gismo formal es quizás el que
más reivindica aún la figura
de Stalin.
JAIME PASTOR
LCR)
1 principal representante políti-
La URSS constituye una
formación social de transi-
ción entre el capitalismo y el
socialismo, en el seno de la
cual una capa privilegiada
niega toda posibilidad a los
trabajadores de ejercer direc-
tamente el poder político y
de gestionar directamente la
economía en un marco de li-
bertades plenas. Esta buro-
cratización del Estado de la
URSS se inició a los pocos
años del triunfo de la Revolu-
ción Rusa y se desarrolló a
medida que una fracción del
Partido Comunista de la
URSS, la estalinista, se erigió
en portavoz directo de los in-
tereses de esa capa social
frente a los de los trabajado-
res, defendidos únicamente
por la fracción trotskista. El
fracaso de las perspectivas
revolucionarias en Europa a
partir de 1923 y las condicio-
nes específicas de la URSS
explican sin duda las dificul-
tades que existieron para im-
pedir que el proceso de buro-
cratización llegara a su fin.
Hoy, la crisis de la sociedad
soviética no es más que la
expresión de la incapacidad
de la burocracia para asegu-
rar una extensión creciente
de las conquistas sociales de
los trabajadores en ese país,
mientras que por otro lado
demuestra, por la política que
esa burocracia . desarrolla
frente a los movimientos de
oposición y a escala interna-
cional, la contradicción abier-
ta entre los intereses de esa
capa privilegiada y los de los
40
trabajadores de todo el mun-
do en el camino hacia la re-
volución socialista y la ins-
tauración de una plena demo-
cracia obrera.
2 desarrollo de una corte de
Rechazamos toda interpre-
tación subjetivista del proce-
so que se ha producido his-
tóricamente en la URSS que
quisiera athacar únicamente
a un - culto a la personali-
dad - de Stalin la responsabi-
lidad esencial en el desenlace
tan negativo del primer Esta-
do obrero. Sin embargo, no
cabe duda que la figura po-
lítica de Stalin jugó un papel
muy importante en ese pro-
ceso al transformarse en el
co y teórico de la burocracia
soviética. Su responsabilidad
en el aplastamiento de toda
forma de democracia obrera,
en los sucesivos giros de la
política de la Internacional
Comunista en las derrotas
producidas a escala europea,
principalmente, en los años
30 en la ruptura con la políti-
ca de alianzas dentro de la
URSS respecto al campesina-
do y a los movimientos de
emancipación nacional, etc.,
es sin duda grave.
3 capitalismo, el capitalismo de
La crisis abierta de lo que
significa el estalinismo, como
expresión de la política de
una burocracia que antepone
constantemente la defensa
de sus propios intereses a los
del movimiento obrero inter-
nacional, abre por primera
vez la posibilidad de un deba-
te de fondo entre las distintas
corrientes obreras sobre las
vías al socialismo y el "mo-
delo - a propugnar. El renaci-
miento de la exigencia de una
democracia obrera amplia
que parta de las luchas de
hoy es algo reconocido por la
mayoría de esas corrientes,
pero en ningún momento se
debe utilizar el rechazo de lo
que ha significado el estalinis
mo para pretender realizar
nuevas concesiones a la bur-
guesía que no hacen más que
alejar la perspectiva de un
socialismo basado en el po-
der de los trabajadores orga-
nizados en sus estructuras de
democracia directa.
ENRIQUE
CANAMARES
(01C)
1 funcionarios estatales que
Los trabajadores rusos están
desvinculados de la gestión
tanto del producto de su tra-
bajo como del proceso de
funcionamiento del estado.
Son los funcionarios estata-
les quienes establecen las di-
rectrices que dominan todos
los aspectos económicos,
políticos e ideológicos de la
sociedad soviética. Los inte-
reses socialistas e internacio-
nalistas de la clase obrera
quedan relegados en función
del incremento del poder
económico, político e ideo-
lógico de la burocracia. Ni en
las decisiones que toman, ni
en su elección (o revocación)
tienen ninguna participación
los trabajadores. Dichos fun-
cionarios se han convertido
en una nueva clase, que a di-
ferencia de las burguesías
occidentales, se apropia co-
lectivamente de la produc-
ción además de ejercer co-
lectivamente el poder. No
hay, pues, socialismo en la
URSS sino un nuevo tipo de
estado.
2 cretarse en un programa de
Para hacer frente a las nume-
rosas contraofensivas de la
burguesía, el proletariado y
campesinado ruso se habían
encuadrado en el ejército ro-
jo. Esto había debilitado a los
consejos obreros construidos
en la revolución llegando a
desaparecer en algunas zonas
ante la casi total integración
de su proletariado en el ejér-
cito de los trabajadores. Sus
funciones estatales tuvieron
que ser cubiertas por los ór-
ganos del Partido.
Obtenida ya la victoria militar
la batalla primordial era con-
tinuar derrotando a la reac-
ción en todos los frentes y
avanzar en la construcción
del socialismo. Había que re-
construir los órganos de po-
der de los trabajadores: los
consejos obreros.
A la muerte de Lenin la línea
estalinista comienza a hege-
monizar el Partido Bolchevi-
que. En lugar de impulsar la
reconstrucción del estado de
los trabajadores, de los con-
sejos obreros, 1-es arrebata
de sus manos el estado y el
mismo PCUS. Favoreció el
fueron progresivamente ale-
jándose de los intereses de
los trabajadores y convir-
tiéndose en la nueva clase
capitalista. Contrariamente al
leninismo, el estalinismo se
colocó a favor de las con-
traofensivas que la burguesía
(antigua y nueva) desarrolla-
ba contra el socialismo ruso.
El capitalimo en su nueva for-
ma de capitalismo de estado
fue reconstruyéndose en ca-
da uno de los aspectos de la
vida social, volviendo a los
incentivos en la producción,
el incremento de la división
entre trabajo manual e inte-
lectual, la supresión de las li-
bertades para los trabaja-
dores,...
3
La Izquierda Comunista lu-
chamos contra el capitalismo
en cualquiera de sus formas.
Impulsamos entre los traba-
jadores un proyecto de Revo-
lución Socialista basada en
los Consejos Obreros, es de-
cir, el ejercicio directo del
poder por parte de los mis-
mos trabajadores. Tal pro-
yecto estratégico debe con-
transición y unas propuestas
tácticas para cada correla-
ción de fuerzas que a cada
elemento del estado burgués
oponga una alternativa de los
trabajadores, al singicato y al
parlamento la autoorganiza-
ción consejista y el Congreso
General de la clase obrera y
el pueblo trabajador.
En nuestra propaganda he-
mos de combatir tanto el es-
talinismo como a sus críticos
de derechas. Es decir, tanto a
quienes en los estados del
este han desvinculado del
ejercicio del poder a la clase
obrera como a los burgueses
y socialdemócratas que dicen
que la alternativa al capitalis-
mo de estado es quedarnos
en el actual tipo de capitalis-
mo negando igualmente la
necesidad de construir una
República Socialista de los
trabajadores.
 1re ataxia tre utemberg
gischtitu EinlE
GIL DE BIEDM A
O LA PALABRA SENTIDA, SUFRIDAY GOZADA
BIEL MESQUIDA Y LEOPOLDO M . PANERO
Esta entrevista con Jaime Gil de Biedma fue.
en realidad. un coloquio abierto en el que in-
tervinieron Angel González, Carlos Barral y
Juan fl,farse Este Ultimo, voyeur-inirán, no
dijo "esa boca es niki - y se limitó a ocupar
un asiento ante el fastuoso espectáculo verbal
y corporal al que asistimos. Ha sido imposible
recoger todas las intervenciones, destacar to-
dos los matices y perfilar todos los claroscu-
ros habidos en el transcurso del coloquio.
Aqui tenéis parte de la fiesta desarrollada en
una escenografia medio proustl medio viscon-
ti( medio piso gochista de "VEixampla bar-
celonina". Un consejo, antes de introducirros
en la conversación: Es obligatorio —nos di-
xit— leer Las personas del verbo. Empieza el
''habla'' ( ;ele!).
Gil de Biedma. Me temo que el coloquio no saldrá
muy bien porque sospecho que intelectualmente nos
vamos a imponer muchas limitaciones.
LP. Las mismas que el discurso se ha impuesto
hasta ahora, no sólo en ti, sino en todos...Jus-
tamente en la voz, en el habla, también en el rit-
mo. es decir, en esta destructuración espontanea
del significante o llámalo como quieras: la pala-
bra. la materialidad de la letra que habla en el
habla y no en la lengua. No en la escritura a se-
cas. que es lo único de que la poesia ha hablado
hasta ahora, o de lo que hablamos nosotros
cuando el lenguaje circula en el habla. Pero, en
fin esas son cosas que si las entiendes, bien, y si
no, las volvemos a dialogar.
G. de B. Pero es que tú hablas como un intelectual
y yo hablo como un poeta.
LP. Yo quiero hablar como un intelectual de la
poesia.
B.M. Además, yo creo que la entrevista puede
poner en juego muchos y diversos "discursos"
LP. Ten en cuenta que la trampa en que hemos
caido todos los poetas es que nuestro discurso,
al no pasar por esta simbólica abstracta que rige
la sociedad, no es leido. está proscrito simbóli-
camente por la sociedad y. por lo tanto, este dis-
curso del inconsciente que es la poesia, la litera-
tura y el delirio, ese discurso analógico...
G. de B. Mira, yo estoy muy poco a la page:
elabora tu discurso a otro nivel...
LP. Estoy hablando para el magnetófono.
•
41t
G. de B. 'ta ir digo que en materia simbólica abs- "Atienza, Sigtienza, Molina de Aragón, Cogollu-
tracta no estoy muy a la page; yo lo que quiero es do, Cifuentes y Sacedón", verás que no es poética-
hablar del ritmo sencillamente como poeta. Tal co- mente inferior a la lista de Unamuno: Avila, Cáce-
mo has hecho tu afirmación, no sé decirte si todos res, Zamarramala, Fromista, o a la poesía topo-
los poetas del mundo y de la historia han caldo en Mmica que nació de Neruda y, sin embargo, cum-
ple una función utilitaria. Es un poema nemolécni-
esta trampa que tú dices porque no entiendo exac-
tamente lo que estás diciendo. co para recordar los partidos judiciales de la pro-
LP. Bueno, pues sencillamente te diré que han vincia de Guadalajara.
caido por cuanto la poesia china, la poesía japo- L. P. Si quieres que incidamos en este tipo de
nesa y la poesia provenzal, la poesía cantada o significantes tan interesantes, también podemos
recitada, toda la poesia, ha dejado de circular decir que Dolores Vargas, la terremoto, hace
desde el momento en que se convirtió en letra poesia. Tiene una canción que se llama "La pi-
muerta, en escritura muerta, y dejó de ser recita- ragua y Guillermo Cubillos" que habla de una
da, dejó de ser hablada, dejó de ser esa escritura piragua destruida y tiene dos versos que son
colectiva que es lin-cha chino. Eliot puro: "Los remeros viejos, sombras en los
G. de B. Eso unes cierto, hay poesía que sigue cir- remos, ya no crujen maderamen en el agua'' y en
fin, justamente ahi es donde habla lo que decia
culando...
L. P. Sigue circulando en círculos de amigos, Lautreamont de que "La poesie est faite par
pero no me digas que el discurso poético se ha tous".
realizado socialmente. B. M. Los roqueros también hacen poesia jciué
G. de B. "Se siente, se siente, Carrillo está pre- piensas de la música rock?
sente" es un pareado y es poesía. Lo que ocurre es G. de B. En Las leandras, en el número Admi-
nístreme Ud, hay unos versos que son absolutamen-
que la poesia ha perdido esa función utilitaria que
la prosa aún conserva, aunque no totalmente. Por te de Carlos Barra!: "En la cámara nupcial ya no
ejemplo, si tu conoces aquél poema que dice hay sombra conyugal y en el baño el pobre espejo
no guarda el reflejo de lo habitual"; es exactamen-
te el tipo de imaginación verbal de Carlos Barral.
Es una poesla muy elaborada, de expresión muy in-
directa y muy culta.
L. P. Pues sí, es muy culta, porque lo banal, lo
cotidiano es justamente el inconsciente, como
descubrió Freud, y por lo tanto es mucho más
culta Dolores Vargas la terremoto que Carlos
Barral o algún otro intelectual que haya leido
tanto sin acordarse de ese adagio alquimico
• poético que decía: "Romped los libros, no sea
ér que vayan a romper vuestra alma - . Hemos vent-
do a coincidir sin decirlo.
ZF, G. de B. Yo no soy precisamente partidario de re-
4 nunciar a la poesía como bien utilitario, como cm-
• presa de servicio público aunque no sea negocio. Es
in lo mismo que pasa con el metro, con las comunica-
ciones, etc.
z B. M - Qué piensas del psicoanálisis?
4
Ir G. de B. A Freud lo encuentro genial porque inven-
• tó unas teorías que han tenido bastante aceptación
»-, y que resultan en absoluta contradicción con sus
u
case-stories. Todo el esquema freudiano está basa.
u_ do en historias que apestan a alta burguesía aus-
41
 •;
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Ciudad decir, que fue una operación de política generacio-
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42
isalaxia ceutemberg
tro-húngara ¿Cómo podía Freud deducir de ellas aniologase a si mismo, se prologase a si mismo,
escribiese su propio prólogo, su propia teoria. y otra
sus rcorlas? Por ejemplo, el complejo de Edipo en
en lugar de ser comentado por un critico que ja- un
una familia nuclear, como son las actuales, padre.
madre e hijos, es explicable, pero en una familia de
la alta burguesia austro-húngara de la época de
más le ha entendido, se hiciera su propia
poetice?
cursi
Fe t:
te al
Freud es absolutamente imposible detectarlo. Yo G. de B. Yo no sé si es bueno que un poeta se an-
tologice a sí mismo. Puede ser divertido para el si se
me he educado con criadas. En mi caso, lo que
Freud describe como madre era la criada que me poeta, pero no sé cuál será el resultado. En mi ca- tudii
so, dado que en los últimos años he escrito muy disci
cuidaba, lo que Freud describe como padre era la tribt
madre, y el padre era un elemento poético impon- pocos poemas, al hacerme una antología me fijarla
en cosas que una persona que mantenga una rela- G. d
derable que andaba por ahí. Dentro de ese esquema
ción más viva, más diaria, con la poesía, no se buir
lo que tenla que haber hecho el niño era soñar con
plantearla. De los poemas que escribí hace 20 LP
matar a su madre para acostarse con la criada.
años, lo que mas me interesa es cómo se han dete- de c
B. M. Creo que tu discurso es transparente. Tu
riorado. G. d
poesia es la palabra puesta en acción y eso sig- hole
nifica sentir la palabra, eso es. el ritmo, la voz Un poema escrito hace 20 años es como una mesa
ceo
que forma parte del cuerpo. Quisiéramos que de cocina de las de antes, esas mesas de madera de
pino que se fregaban con sosa. En la superficie de L
nos hablaras de tus intereses, de todos tus inte-
cant
reses. la mesa, al cabo de diez o veinte años de fregados,
la sosa ha ido corroyendo las partes blandas de la go 1
G. de B. Mi interés primordial son las personas. un
L. P. Nos puedes hablar de las mascaras, de lo madera y las vetas duras del pino forman un relie-
ve. Si lo tocas, sientes una superficie rugosa. Con G. t
que esconde a la persona. librt
G. de B. Perdona, no he utilizado la palabra "per- el poema pasa lo mismo. Uno no sabe cómo van a
Sa I
sona" en ese sentido de máscara, sino en el de los evolucionar los valores semánticos de la lengua, o
del habla. Algunos son tan volátiles... Como la iro-
Esta
seres humanos y en el de las relaciones que estable- que
cen entre ellos y conmigo. Todo mi trabajo intelec- nía, que es el componente semántico más volátil
sino
tual ea dirigido hacia ese campo, y a mis relaciones que existe. Por ejemplo, yo releo un poema mio de
podi
conmigo mismo. En el otro sentido, las únicas per- hace quince años y hay en él pasajes que eran
irónicos y que ya han dejado de serio: hay una al- los
sonas que me interesan son las mías. pori
L. P. El discurso social no estaba conectado por ternancia de versos que han resultado ser más blan-
dos, porque la evolución del habla los ha perjudica- B.
el discurso gestual. por los gestos y por el habla. di m
y como esos significantes no estaban codifica- do y otros que de repente ahora te parecen bue-
nos... Yo en mi antologia señalaría: este verso se G.1
dos, el bloqueo de la sociedad hacia necesario el Esp
Estado, que prohibia esta deuda simbólica, co- ha estropeado, este otro dura. Eso seria muy diver-
mer
mo manifiestas tú y COMO manifiesta lodo el tido, pero no pasaría de ser un placer puramente
mundo. solitario.
G.
G. de B. Una relación intima entre dos personas es B. M. Y el placer del critico ¿cuál es?
G. de B. El placer del critico no es solitario. Puede B.
un instrumento de tortura entre ellas, ya sean per- ni tn
sonas de distinto sexo o del mismo. Todo ser hu- ocurrir, y se han dado casos, que el critico no ex-
poc
mano lleva dentro de sí una cierta cantidad de odio perimente ningún placer.
A veces me pregunto si Castellet ha experimentado por
hacia si mismo, y ese odio, ese no poderse aguantar G.
a sí mismo, es algo que tiene que ser transferido a algún placer, si ha leido a los autores que comenta
una
otra persona, y a quien puedes transferido mejor es o si sólo ha leido una sinópsis.
nas
a la persona que amas. El odio, así mismo, provie- B. M. Hace unos días Barral le dijo a Castellet
es
ne de que uno ha de pasarse el día entero consigo una cosa, a mi entender muy cruel. Yo le pre-
par
mismo, y uno no se aguanta. Yo soy bastantes per- guntaba a Castellet por su trabajo sobre Espriu.
es
sonas y no aguanto a ninguna de ellas, las conozco que me parece ligado a una visión dominante en
ha>
a todas. Yo me aburro a mi mismo. Me odio a mi la izquierda sobre el poeta nacional catalán y le
mismo porque tengo que envejecer, porque tengo decia que él lo miraba desde una persóectiva y
cua
OCU
que morir, me odio por muchas razones. los señores de los partidos lo utilizaban desde
sen
B. M. En la Antología Un cuarto de siglo de poe-
L.
s i a española tú eres uno de los antologados ¿qué
sisi
le parece esta antologia? ¿Qué opinas, en gene-
ral, de las antologías? ¿Qué piensas de esta gen-
yu
te que. por una serie de circunstancias —Caste-
ma
Ilet eligió—. sale a tu lado? ¿Qué sentido tiene
ser
vio
una antología?
B.
G. de B. Las antologías sirven como las gulas de
hei
ferrocarriles. Tienen una finalidad utilitaria. En
la
ese caso, detrás de la primera antología de Caste-
rer
Ilet estamos Carlos Barral, José A. Goytisolo y yo
G.
mismo, que fuimos el grupo que la movió. Volvien-
pie
do a la comparación con las gulas de ferrocarriles:
per
os habréis dado cuenta de que en las gulas de vez
die
L.
gias también hay anuncios intercalados entre los
nal. como lo fue en 1932 la antología de Gerardo
jod
Diego, que tampoco la hizo sólo Gerardo Diego,
L.
sino que fue una antología colectiva. Yo sospecho
mi
que la antología de G. Diego es importante porque
es el primer caso de antología conscientemente
se
utilizada por un grupo como medio de política lite-
G.
raria. Las antologías posteriores han sido copias de
mi
la de G. Diego.
no
L. P. ¿No crees que lo ideal seria que el poeta se
mi
frildrneuerimJr

otra perspectiva semejante, le decia tambien que
un critico catalán que distribuyera bien el dis-
curso no deberia dejar de lado a Foix, Brossa.
Ferrater: entonces Barra l le dijo: "Con Foix no
te atreves", y él contestó, algo infantilmente, que
si se atrevia: pero que si se habla limitado a es-
tudiar a Espriu era porque no distribuye bien el
discursa ,Que piensas tú del critico corno dis-
tribuidor del discurso?
G. de B. No sé exactamente lo que significa distri-
buir el discurso.
L. P./ B. M. Hacerlo circular. Coger el discurso
de cuatro señores y tres señoras y repartirlo
G. de B. Vamos, que lo que vosotros llamáis distri-
buir el discurso es entregar la mercancía, como di-
cen los ingleses.
L P. Es entregar el discurso no como una mer-
cancia, sino como un intercambio por el don, al-
go parecido a como funcionaba la economia en
un principio.
G. de B. Yo estaba pensando concretamente en el
libro de Castellet sobre Espriu. A mi lo que me pa-
sa con la critica de Castellet, y el libro sobre
Espriu es una prueba de ello, es que nunca sé si lo
que ha leido Castellet es la obra de Espriu o una
sinopsis de ella. Lo que dice Castellet en su libro
podria haberse escrito igualmente en cualquiera de
los dos casos. No sé si Castellet ha leido de verdad,
porque no sé si Castellet ha gozado.
B. M. Ves cómo no limitamos. Aqui coinci-
dimos.
G. de B. De la lectura del libro de Castellet sobre
Espriu no se desprende que Castellet haya experi-
mentado ningún placer.
L. P. Exacto. Exacto.
G. de B. Lo mismo les pasa a muchos críticos.
B. M. Eso que dices es muy vivido y muy
ritmico, y enlaza con tu propia obra, una de las
pocas obras donde se ve que el poeta ha sufrido
por la palabra. Llamale radar o intuición.
G. de B. Sufrir o divertirse o gozar. Yo creo que
una de las cosas que más determinan que las peno-
nas, a partir de cierta edad, escriban menos poesia,
es que su sensualidad disminuye y hay una gran
parte del impulso que te lleva a escribir poesía que
es pura sensualidad del verbo. En un poeta joven
hay demasiada sensualidad y se pone caliente con
cualquier palabra. Pero a partir de cierta edad
ocurre precisamente lo contrario: se da una falta de
sensualidad verbal.
L. P. Esto se debe a que la sociedad la reprime
sistemáticamente. Lo que hay es mucha mala fe,
y un mal escritor sabe perfectamente que escribe
mal, pero persigue y acorrala a aquella poesia
sentida, que por eso es mejor, por ser sentida y
vivida.
B. M. Protesto por lo que acabas de decir. El
hecho de que con el envejecimiento desaparezca
la sensualidad está ligado al hecho social de la
represión del cuerpo.
G. de B. Yo creo que la sensualidad envejece y se
pierde. Por ejemplo, yo soy menos capaz ahora de
permanecer mucho rato en un baño tibio que hace
diez años.
L. P. Hablanos del tiempo y de la muerte.
'G. de B. Hace diez años era capaz de permanecer
dos horas en un baño tibio, ahora no aguanto más
de media hora. He perdido sensualidad y esto me
jode mucho.
L. P. La pornogratia no es satisfactoria porque
muestra el desnudo abstracto, el desnudo de
"nadie", es "El Desnudo - o "Un desnudo". No
se puede tocar.
G. de B. Cuando a los 32 años volvi a leer los poe-
mas eróticos de Baudelaire, el cilo de Jeanne, que
no habla entendido nunca, de repente los entendí y
me fascinó cómo utilizaba Baudelaire la jodienda.
isalaxia ro uttntherg
Lo que más me interesa desde entonces es qué clase
de realidad tienen esas imágenes mentales... Deben
tener alguna para que exciten. Y entonces resulta
que este tipo de sexualidad cerebral está muy cerca
del placer estético. Un chulo que conozco me contó
que durante una temporada estuvo muy bien ali-
mentado porque se puso de acuerdo con una mujer
que tenia una vieja torre en Sant Genas, en la que
montaban "cuadros" y que trabajaba con fre-
cuencia para el mismo cliente. A este cliente habla
que decirle, se lo decía la señora, que la muchacha
y él eran novios, que nunca hablan "posado" antes
y que lo hacían para comprarse los muebles del co-
medor. Durante los cinco o seis meses que aquel
chulo rindió sus servicios en la torre, dijo esto a
propósito de unas cuatro muchachas distintas.
¿Qué clase de realidad tendría para el cliente esa
imagen mental? Tenia que saber perfectamente que
lo que le decían no podía ser verdad, puesto que las
muchachas eran distintas. Alguna clase de realidad
debía tener para él, sin embargo. Ese tipo de se-
xualidad cerebral, de proyección de imágenes, tiene
mucho que ver con el arte. El arte es un simulacro,
y ese tipo de placer sexual también es un simulacro.
B. M. ¿Crees que la única remuneracion de la
poesia —como decia un poeta provenzal — es
ser comprendida?
G. de B. No; si la única remuneración del escritor
fuere ser comprendido, dudo que nadie escribiera
poemas.
L. P. Tambien e, el dinero
G. de B. De la poesía no ha vivido nunca nadie.
B. M. Protesto. Los roqueros. Los provenzales.
Los poetas chinos. Los japoneses.
G. de B. El caso de los roqueros, que es poesia,
elimina uno de los factores para mí fundamentales
de la creación de poesía, que es su gratuidad. Si
Bob Dylan hace una mala canción la gente dice
sencillamente que la canción es mala. Pero como
tenía que grabar un LP, la canción está justificada
por el L.P. Pero si nosotros hacemos un mal poe-
ma, como no lo hacemos para ganar dinero ni para
grabar un LP. no nos justifica nadie; nos podria-
mos haber callado. Eso es lo terrible de la poesia.
Su gratuidad.
B. M. ¿Qué relación crees que hay entre un sim-
ple poeta y un poeta militante en un partido?
¿Qué relación hay entre un poeta en lengua cas-
tellana y el PSUC que defiende la canción cata-
lana?
gndrinineeÑxsk
G. de B. Un poeta no debe militar en un partido
político porque con ello comete un gran disparate.
Hay dos clases de políticos: los que están tan con-
vencidos de lo que predican que no se toman el tra-
bajo de convencer a los demás, y los que no están
convencidos de nada, pero conocen la técnica para
convencer a los demás. Desgraciadamente, el inte-
lectual no pertenece a ninguno de estos dos géne-
ros. El intelectual pertenece a otro más incómodo:
el género de los que están siempre, no intentando
convencer a los demás, sino intentando convencerse
a si mismos, sin acabar nunca de convencerse del
todo. Por eso, el intelectual metido en política va
más lejos que nadie. La persona que está intentan-
do convencerse a sí misma irá hasta donde sea con
tal de conseguirlo; por eso los intelectuales, cuando
se hacen del PC, se hacen estalinistas.
B. M. ¿Qué piensas de los movimientos de libe-
ración de las mujeres, de los homosexuales, de
los niños, de los llamados locos?
G. de B. Desde el punto de vista de la homosexua-
lidad estoy perfectamente de acuerdo, estoy a favor.
Desde el punto de vista de la literatura no estoy del
todo a favor porque los ghettos producen buena li-
teratura. Dudo que Proust fuese como fue sin la
existencia del ghetto homosexual. Un mundo cerra-
do es la primera condición para escribir buena lite-
ratura. Los ghettos ayudan a producir buena litera-
tura porque fijan los componentes semánticos.
B. Ni. ;,Que relación tiene, con el cine?
G. de B. Mis contactos con el cine se remontan a
los trece años. Después dejó de interesarme. Mis
contactos posteriores han sido aventuras de azar.
Me interesa por ejemplo que Bergman, en "Gritos
y Susurros", encuentre un equivalente en imágenes
a la narración en tercera persona de estados inte-
riores. Ale interesa eso pero son puramente azares.
El cine me interesa muy poco. Es un arte de negri-
tos hecho para esquimales. Todo ese número que se
ha montado ahora de la influencia del cine en la
manera de narrar, contar o de ordenar imágenes de
los escritores es falso porque la manera de montar
imágenes estaba ya inventada mucho antes en la li-
teratura. Antes de que se inventase el cine, estaba
en Garcilaso y éste en Bocángel. Fijate si no es ci-
nematográfico este montaje: El agua clara con las-
civo juego nadando dividieron y cortaron, hasta que
el blanco pie tocó mojado, saliendo de la arena, el
verde prado. •
43
 eataxia euemberg n •n

un pais de cultura "europeo-occidental" . Al no

reconocer Lenin que dichos cambios habian sido
meramente sobreestructurales sin afectar a la
base econúmica que. en lo esencial, seguia
siendo semi-asiática 1 4) se ve obligado a dar
prioridad al momento politico por encima del
E
económico. Esta primacia de la po)itica la teori-
zara Lenin en El Estado y la Revolución cuyo
punto débil seria precisamente el desvincular los
problemas del Estado de la base económica en
1
que se asienta. error que. para Dutschke, aparece
constantemente en la táctica revolucionaria de
Lenin (no es posible liquidar la maquina estatal
burguesa sin liquidar las relaciones de pro-
—
Coi
for
ducción —trabajo asalariado — burguesas).
Al cuestionar el leninismo a partir del analisis mil
económico de la formación social rusa. Rudi al i
Dutschke no pretende, corno harto la critica car
socialdemócrata, argumentar la imposibilidad de de;
la revolución socialista por el hecho de no estar libi
plenamente desarrollado el modo de producción wi
capitalista, sino que con este tipo de análisis ap.
—que nos parece. aunque quizá discutible en su de:
contenido. el único realmente válido desde un
punto de vista marxista — pretende demostrar gri
que la revolución socialista en Rusia se debería su,
haber realizado a partir de la especificidad del cri
modo de producción semi-asiático y de la forma pa

LENIN SEGUN DUTSCHKE de Estado zarista. En otras palabras. para Dut-

schke, el europeismo de Lenin habria impo-
sibilitado impulsar un proyecto revolucionario
Im
th
sir

JORDI GUIU - ANTONI MUNNE basado en las condiciones socio-cconómicas

reales. La revolución rusa dcberia haber sido
cu,
cu
tambien segun Dutschke, no habria pro-
Muchas han sido las corrientes que han cues-
fundizado en el estudio del modo de producción "una revolución del proletario asiatico de la ta
tionado la validez del leninismo en tanto que Vid ciudad y del campo contra el capitalismo asiati- P(
revolucionaria válida para las sociedades oc- dominante en la Rusia zarista. modo de pro- le
co del Estado", es decir, una revolución en la
cidentales altamente desarrolladas. Se argumenta ducción que el autor del ensayo caracteriza como que el campesino no fuera considerado como un le
que el patrón revolucionario creado por Lenin semi-asiático, recuperando algunas notas de mero instrumento de la revolución sino como 9,
obedecía básicamente a una consideración espe- Marx y ciertas afirmaciones del último Lenin sujeto de la misma junto con el incipiente pro- la
cifica de las peculiaridades de la sociedad rusa y acerca de la "incultura semi-asiatica" en Rusia. letariado industrial y que no entendiera como rr
Lenin, en algunos de sus escritos, se aproxima
que la audacia de los bolcheviques consistió pre-
bastante a la concepción asiática de Marx y ineludible la necesidad dc una revolución bur-
cisamente en saber aprovechar las contradiccio- guesa como tránsito obligado para la revolución xi
nes internas —crisis del Estado zarista — y ex- Engels, pero no seque ello condicione la via eu- socialista. "Para Lenin se trata siempre del paso cl
ropea en Rusia. La lucha entre "burguesia" y si
ternas —Rusia, en tanto que "eslabón más débil de un estado de predominio de las relaciones de
— para realizar a par- "proletariado - no domina socialmente y sin em- servidumbre al estado deseado, en que dominen
de la cadena imperialista"
tir de ellas la revolución proletaria. bargo, hace notar que la revolución burguesa y las relaciones de capital, como base de la lucha SI

Desde esta perspectiva, la problematización del el establecimiento de una fase capitalista de de clases del trabajo asalariado y del capital, con lt
transición es condición necesaria en la via al
leninismo se reduciría grosso modo a. por un una dimensión europea-occidental. no asiática.
lado, establecer en qué medida el leninismo con- sociaismo. Concluye diciendo que no se puede Pero a Rusia y Europa Occidental les separan ir
tiene elementos de desarrollo del marxismo buscar la liberación de la clase obrera como no a
sea en un momento ulterior al desarrollo del épocas de producción. Y. sin embargo. en ambas
vigentes para un proyecto revolucionario y, por zonas de producción se trata, en la época de cri-
otro, ver en qué medida y hasta cuando se ha se- capitalismo, sin pensar que la forma asiática del sis crecientes dentro del capitalismo, de con-
guido en la URSS el proyecto trazado por Lenin. Estado puede impedir tal desarrollo. (3) Con seguir el socialismo, no una revolución ori- E
En resumidas cuentas, se acepta como correcto. ello su táctica revolucionaria se ve continua-
mente limitada por su esperanza europea. lo que ginariamente burguesa. - •
en su globalidad. el proyecto politico leninista y e
el subyacente análisis económico para la so- le impide que las relaciones reales existentes se
ciedad rusa y las sociedades "orientales" en conviertan en un punto de partida revo- NOTAS e
general y se complica o relativiza su vigencia lucionario. II) Rudi Dutschke, LENIN, tentativas de poner a Lenin E

para las sociedades "occidentales". En este sentido, el partido bolchevique no seria sobre los pies Ed. 'caria. Barcelona 1977.
Perfiladas, en cierto modo, las coordenadas tanto el resultado de un estudio en profundidad 121 Mantenemos con Dutschke que el objeto y el ám-
de la via especifica al socialismo a seguir en bito de vigencia del análisis realizado por Marx en El
sobre las cuales se ha desarrollado el debate Capital está limitado histórica y geográficamente. "Está
critico acerca del leninismo, lo realmente Rusia como un instrumento al servicio de la 1
revolución burguesa que perderá progresi- claro que la lógica de la esencia de las relaciones del
original, por poco frecuente, ha sido un análisis capital de la formación burguesa —como Marx la ela-
que invierta el razonamiento de esta critica para vamente la perspectiva socialista concreta. Por bora para Europa Occidental en El Capital— se con- 1
consiguiente, el partido pierde el caräcter
dar paso a otra formulada en base a la matriz de funde aqui de forma errónea con la manifestación
corte europeo del modelo de Lenin. Este seria el mediador entre la negación de las relaciones do- histórica de las peculiares relaciones del capital en
punto de vista fundamental del estudio que lleva minantes y la prefiguración de formas socialistas Rusia." R. Dutschke, op.cit, p 19.
de organización. Esta problemática. según Dut- 01 Es interesante recordar como el Marx maduro en
a cabo Rudi Dutschke en su libro Tentativas de una conocida carta a la populista rusa Vera Zassulitsch
poner a Lenin sobre sus pies, (1) en el que se in- schke, tomaría cuerpo en "el contenido 'burgués'
del 'centralismo democrático'." contenido que le restringe la -fatalidad" histórica de El Capital a Europa
tenta situar —y criticar — a Lenin a partir de la Occidental y prevé un posible tránsito al socialismo a
critica del análisis económico sobre el que se vendría dado al partido por el hecho de tener partir de las comunidades agrarias campesinas rusas.
asienta el edificio teórico-político leninista. que cumplir las tareas propias de la burguesia en Ver carta de Marx a Vera Zassulitsch en Cartas sobre
La cuestión, según Rudi Dutschke, estriba en la etapa histórica de la acumulación originaria El Capital ed. Laia. Barcelona 1974. p 234.
que Lenin, situado en la perspectiva señalada en del capital. 141 Vale la pena recordar de nuevo que incluso después
El momento clave del abandono por Lenin de la
El Capital por Marx (2) ve como necesaria la re- de la revolución de Febrero el modo de producción do-
volución democrático-burguesa que instaure el concepción asiática del Estado ruso se situa in- minante en Rusia no era el capitalista sino el comunal
modo de producción capitalista como paso mediatamente después de la revolución de febre- agrario.
ro, por la cual Rusia se habria "convertido" en 151 R. Dutschke, op. cit, p. 161.
presio a la revolución socialista. Pero Lenin,

44 gnúmenee nixfilnel

EUGENIO TRIAS
LA PREGUNTA POR EL PODER
NARCIS ARAGAY - MIGUEL MOREY
Con "El Artista y la Ciudad'', E. Trias recon-
fortó a ciertos sectores en los que su pensa-
miento resultaba particularmente incómodo,
al afectar que asumía de modo definitivo el
carácter - literario" de su reflexión —recuér-
dese que los más importantes artículos del
libro están dedicados a artistas: Goethe,
Wagner. Mann... Era éste un movimiento
aparente del discurso por el que podía pasar
desapercibido lo que de radical para la filo-
sofía tenía su planteamiento . En él, E. Trías
gravitaba sobre los propios supuestos de
sus anteriores obras, realizando una lectura
crítica de sus temas y tesis principales —
particularmente crispada en algunos artícu-
los, como por ejemplo en el dedicado a Goe-
the, donde planteaba la necesidad de una
síntesis Carnaval/Razón —al tiempo que ini-
ciaba un movimiento de apertura de su dis-
curso a la esfera de las mediaciones concre-
tas. En cierto modo, "El Artista y la Ciudad"'
podía ser entendido, en filigrana, como una
lectura polémica de "El Anti. Edipo" de De-
leuze/Guattari — libro excesivo donde, de al:
gún modo, culmina la tradición filosófica en
la que Trías se había afirmado desde su pri-
mera obra: libro cuyas tesis, impasses, su-
gerencias o extrapolaciones Trías ha refle-
xionado cuidadosame n t e , con esa nietzs-
cheana facultad de rumiar que es uno de
sus rasgos más característicos : su virtud.
Lectura muy creativa en la que se hacían
sintonizar series de conceptos propios con
los enunciados por Deleuze/Guatta ri ("To-
dos mis libros —nos dice — constituyen un
intento por modular ideas propias con ideas
ajenas") ejecutándolos bajo otro registro,
tratando de ir más allá del profundo
cul.de .sac en el que el Anti.Edipo nos coloca.
El resultado, aún cuando planteaba algunas
tesis de gran valor por las que se distanciaba
explícitamente de la postura adoptada por
los filósofos de la Diferencia y apuntaba el
armazón de un aparato teórico desde el que
elaborar una crítica a la modernidad, adole-
cía de ambigüedad: era, en algún modo, pro-
visional. El propio Trías era consciente de
esa precariedad en la medida que nos remi-
tía, en el epílogo, a la idea de una ontología
futura que colmaría las insuficiencias presen-
tidas en el texto de entonces.
La obra de Eugenio Trías que acaba de publi-
carse (1) parece orientada en tal sentido.
"Meditación sobre el Poder" debe de ser
entendida como proyecto de f undamenta-
ción de una nueva metafísica y, a la vez, co-
mo recuperación de un espacio expresivo
para la filosofía: doble proyecto articulado
de una misma intención experimental. El ho-
rizonte expresivo invade el discurso funda-
cional de nuevas ideas mediante su reflexión
hilvanada, alargando la dilucidación de las
mismas en el juego contagioso de su campo
semántico.
(fblaxia butembtrg
Frente a esta multiplicidad del dominio. la
"buena" dispersión sería la que ahora trata
de plantear en su último libro, enfrentándose
con el problema del "poder propio".
En "Meditación sobre el Poder". Trías parte
de la convicción —que por otra parte ya es-
taba presente en su libro anterior — de que
el Capitalismo ha desvirtuado la realidad: la
esfera de lo objetivo y la de lo subjetivo
aparecen hoy como enajenadas por el Poder.
El capitalismo ha entronizado el reino del
dominio con su rosario de inevitables secue-
las: difuminación de diferencias, uniforma-
ción, subsunción de lo real-singular en géne-
La obra consta de ocho meditaciones : sobre
la esencia del poder, la angustia ante el po-
ros y especies, creación de identidades fijas
(así, las cosas son entendidas como objetos
der propio, el poder del amor, la razón for- conceptuales y abstractos, y los sujetos co-
mal especulativa, el universal real entendido,
mo individuos atomizados y sólo cuantitati-
el estilo propio. la muerte propia y algunos vamente diferenciables), etc. El capitalismo
breves apéndices. En todas ellas se debate la
es el Gran Vampiro: sorbe la sabia de lo
distinción fundamental entre Voluntad de real que deja de ser facticidad para conver-
Poder y Voluntad de Dominio, términos que
tirse en razonamiento o cifra acerca de la
no sólo se oponen entre sí sino que la desa- facticidad. El capitalismo abre el reino de la
parición de uno de ellos implica la necesaria
Razón Formal Especulativa: un sistema que
asunción del otro como fatalidad. Así, cuan-
do las cosas (todas las cosas) pierden su po-
"limita al norte con la estructura de axiomas
y postulados formales que constituyen los
der, léase vocación, destino, causa o capaci- fundamentos, concebidos como infundados,
dad de llegar a ser lo que son, entonces las de las ciencias. Al sur con un mundo concre-
cosas son dominadas. Es decir, delegan su to en el que encarna el modelo social que re-
ser propio en la general impotencia adminis- sulta de la aplicación de ciencia y tecnología
trada: se convierten en un No Poder. a sociedad". Y esa Razón Formal Especulati-
La distinción entre poder/dominio nos remi- va es un sistema abiertamente esquizoide
te a un empeño, en cierto modo hegeliano, que parte de una interiorización de lo negati-
por distinguir entre buena y mala disper- vo, que devuelve como "'sombra". La ingen-
sión, entre buena y mala multiplicidad. Este te "sombra"' que genera sería todo el orbe
empeño se nos muestra como crítico res- de lo singular que, o bien es subsumido en el
pecto a "La Dispersión" donde ya se apun- mundo de lo genérico o bien es condenado
taba esta problemática, aunque de modo como inanidad; y "sombra" también sería el
menos elaborado. Mala dispersión sería
reino de los fundamentos y principios: esa
aquella que es simplemente reflejo de la si- totalización añorada que bajo el capitalismo
tuación del alma falsamente totalizada bajo es ya imposible: en cuanto "todos se hallan
el capitalismo. Sería una dispersión ideológi- sustraidos de la totalidad, abocados a un
ca: una dispersión culpable. Una multiplici-
dad hecha de átomos derivando en el vacio:
fragmento, a una parcela, nadie sabe nada
una propuesta de dispersión hecha de "se-
respecto al Todo, nadie sabe nada, pero to-
dos, cada uno, mantiene el control sobre un
res sin causa propia interior a la cual entre- stock de razonamiento e información. Y ese
gar sus vidas, pese a lo cual entregan su ser capital de Saber nadie lo totaliza. Y bien: ese
entero a la ciega causalidad del Capital y del Nadie es el sistema de la razón formal espe-
Estado". Proclamar esta dispersión sería
culativa".
—tal vez— una última astucia de la razón A esta crítica a la razón Formal Especulativa
para salvar la escisión entre razón/locura: al idealismo, que es entendido como ideo-
ingirse locura. lógico, se añade una profunda revisión del
existencialismo cuya especulación, al decir
de Trías, no hace sino ratificar esa inanidad
que el capitalismo impone, al tomar como
centros de su discurso conceptos como Na
da o Muerte.
Como alternativa frente a ello, Trías propone
una ontología radical de vocación materialis-
ta que asuma la articulación esencial entre
ser y poder, trascendiendo el pensamiento
indiferente acerca del ser común; ontología
que sería la única vía de acceso a un pensa-
miento de lo singular (en el buen entendido
de que "singular no es individuo: singulari-
dad es cualquier cosa en tanto se halla pen-
sada desde la esencia y no desde el concep-
to' '1. Se trata, en suma, de efectuar la bue-
na multiplicidad, la buena dispersión.
- Nada sabemos —afirma — acerca del Po-
der". El Poder es la capacidad de la cosa: su
virtud. Así, todas las cosas son en cuanto
singulares perfectas por vocación, por esen-
cia. Sólo cuando caen bajo el primado de la
Razón Formal Especulativa, convirtiéndose
en objetos abstractos, sustancias numéricas
en el modelo del Arbol Porfiriano, individuos
gritinnine iirï 45

1di toriai 1 ,. i hor S. '\
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PSICOLOGIA DEL LENGUAJE
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balaxia Outtmberg
genericos o específicos, pierden entonces su
virtud. Entierran su esencia en un estado: se
institucionalizan corno personas, individuos,
objetos... Las cosas olvidan así su destino.
su causa: son dominadas. Pierden su ser,
que es lo máximamente diferenciado y rico.
Pierden su poder. Sólo en la libertad pueden
las cosas manifestar su singularidad: singu-
laridad fáctica del existir que aspira a la per-
fección: singularidad ideal de la esencia que
se produce en la existencia. Es ésta la estric-
ta correlación de un mismo movimiento de
poder (entendido como el óptimo de esencia
para cada existencia) que tiene su gran obs-
táculo y su mayor enemigo en el intersticio
estar. "Estado es lo que siempre está, sin
que. estando, pueda decirse ni que sea ni
que existe, ya que no deja que el existir lle-
gue a ser ni que la esencia se haga existen-
cial y láctica". Modalidades empíricas y te-
rribles del "estar" son las instituciones, los
roles y papeles sociales y. su infame culmi-
nación, el Estado.
Hacer que las cosas recuperen su virtud, su
esencia, abandonando la máscara genérica
del estar y se agoten múltiples y singulares
en cada situación, es obra de la tojn6, tra-
bajo artístico y poético. Acto de Amor. Sólo
por el amor se puede realizar en el fugitivo
existir la esencia: ser uno con el ser que es
todas las cosas. Sólo por el amor es posible
conocer, aproximándose a las cosas: el amor
es el único camino que nos avecina a la ver-
dad.
Y acto de amor es el quehacer filosófico. La
filosofía de Trías tiene ahí su clave oculta.
Para efectuar esa filosofía máximamente
afirmativa que proyecta. Trías debe tras-
cender primero la posición del nihilismo, úni-
ca filosofía que puede hoy, contra el "senti-
do común", disolver la realidad en su verdad
(verdad que se nos revela a la postre como
inanidad) ya que la Razón Formal Especulati-
va categoriza como - nada" lo que no puede
incorporar. De ahí la posición privilegiada del
nihilismo radical, que se instala en el corazón
mismo de la nada, frente a la razón dialécti-
ca o al pensamiento existencialista. Para
efectuar esa superación, Trías enuncia una
segunda tarea de la filosofía (nihilismo acti-
vo o tarea constructiva) por la que se afir-
maría la plenitud inagotable del ser, de la
esencia, de la sustancia. "Nada —nos di-
ce— es propiamente verdad, pero todo pue-
de ser más verdad - . Y en este poder ser
más verdad radica el valor y la valentía de
una filosofía: ser la interpretación más plau-
sible, más capaz, más poderosa. Retomando
el conocido aserto de Leibniz, Trías afirmará:
"Lo falso es siempre lo que una filosofía se
ve en la necesidad de negar, eso de lo que
no puede dar ninguna explicación suficien-
te-. su sombra.
Así queda enunciado el primer principio de
su "metafilosofía": Una filosofía es más o
menos poderosa según el poder de su afir-
mación, en relación inversamente proporcio-
nal a la magnitud de su sombra.
De rechazo, Trías responde a la tan cacarea-
da cuestión de la función - positiva - de la fi-
losofía: su destino es ser mayoútica, asis-
tencia distante en interrelación con los otros
órdenes de lo real por un movimiento pare-
cido a lo que Leibniz conceptuaba como
"acción a distancia".
La cuestión está en la distinción estilo/esta-
do. Debe defenderse el derecho, frente a la
ramploneria redundante de las escolasticas
(expresión de una captura del discurso por el
estado), a tener estilo: a ser un autor con
estilo y a —conviene resaltarlo-- ser un lec-
tor con estilo. Es imprescindible aprender a
leer. y el presente libro lo exige en grado su-
'rno para no ser trivializado (inmerso en un
Con
estado). Ser un lector con estilo equivale a
saber variar el texto. ejecutarlo desplazando- Smi
lo, saber poner en conexión un discurso cu- (19'
yo sentido y último valor estriba en las op- Gin
aho
ciones que abre en el momento de su ejecu-
logi
ción: de qué modo informa - - asiste' — los
diversos órdenes de lo real y sus discursos cita
pro
específicos.
Es imprescindible aprender a pensar. en su- Su
ma. Aprender a efectuar un pensamiento y e
voll
problemático . Y el texto de Trías lo sugiere
vis'
sabiamente, al potenciar y vehicular comple-
sen
jos haces de problemas que desde todos los
ángulos lo traspasan y sacuden. not
en
¡Qué es pensar? ¡Qué es pensar lo otro?
¡Y cómo hacerlo, enmarcado como está el clic
pensamiento por el diagrama estricto de lo tun
cor
impensable que dibuja cada episteme?
¡Cómo se entiende a sí mismo en términos iibl
de historia y necesidad el texto de Trías? cha
pul
¡Cómo pensar lo singular? ¡Cómo efectuar
plenamente una idea de lo singular? ¡De que sur
der
modo resolver la tensión entre lo singular y
los fundamentos y principios? ¡Cómo pen- hei
sar —y cómo efectuar — una totalidad ino- pul
cente? de
ser
¡Hasta qué punto un pathos nostálgico no
roi
circula secreto a lo largo de todo el discurso,
imponiéndole giros y peripecias? ¡Hasta qué aft
punto la lucidez crítica con que se analiza cal
nuestra modernidad evita hacerse extensiva lo
a culturas previas? ¡Cuál era el estatuto de ell
sa
lo real antes de ser desvirtuado por la Razón
Formal Especulativa? ¡Permite dicha razón lar
he
alguna alternativa ? ¡Debe interpretarse
nuestra modernidad en términos de caída? cii
¿Por qué no se efectúa la genealogía de con- Of
ceptos como "alma", "virtud'', "voca-
ción". "memoria"..., utilizados como alter- he
nativa? ¡De qué son "sospechosos"?
ar
Ese ser místico —sentido como espa-
cio.luz— en el que se totaliza el reino de las ea
diferencias transpasadas, ¡qué estatuto tie- dr
ui
ne? ¡Cuáles son las condiciones de posibili-
dad de este espacio sagrado de reconcilia- di
si
ción? ¡Qué relaciones cruzan en este pro-
yecto amor y deseo? ¡Y dentro del mismo rr
o
amor: qué es oros y qué es ágape?
¡Hasta qué punto existe una diferencia de
naturaleza entre "poder"' y -dominio"? zi
S
¡Hasta qué punto es lícita la distinción de
base, sobre la que se levanta calladamente
la anterior, entre un "buen - y un - mal - po-
der? ¡Hasta qué punto no son dos concep-
tos posicionales que nacen de dos perspec-
tivas: "poder" (para quien lo tiene), "domi-
nio - (para quien lo sufre)?
Supuesto el juego de interpretaciones pode-
rosas, plausibles. capaces de cada filosofía
y. por lo mismo, siempre superables, ¡Cuál
sería de algún modo para este pensamiento,
su propia sombra callada? ¡Cuál la propia
sospecha de complicidad última con la mala
interpretación? ¡Y cuál, en definitiva, la sos-
pecha de la sospecha. en este juego inago-
table ? •
11) Eugenio Triar: Meditación sobro al Poder.
Ed. Anagrama. Barcelona, 1977

46

SEIS ENSMS
HETERODOXOS
Conocido por dos libros I I I —La
Sagrada Familia y otros poemas
(1972) y Un dio de campo (1974 ) —.
Gimenez-Frontin nos completa
ahora lo que podría llamarse su tri-
logia de géneros: el primer libro
citado es de poesía, el segundo de
prosa, y el que es actualidad ensayo.
Su titulo es 6 ensayos heterodoxos (2),
y cabe señalar enseguida que el en-
voltorio, su fi cientemente voceado y
visionado desde revistas como la pre-
sente. resulta de un atractivo muy
notable. En la portada, seis pantallas
en color que informan rápida y
eficazmente al lector (como es cos-
tumbre en los modernos sistemas de
comunicación) del contenido del
libro de Gimenez-Frontin . Droga y
chamanismo, incesto, cultura po-
pular, antipsiquiatria. inquisición y
surrealismo son los títulos que, en su
desarrollo, serán llamados ensayos
heterodoxos. En verdad, el autor
puede afirmar que todos y cada uno
de los trabajos del volumen pueden
ser calificados por su tema de hete-
rodoxos. Sin embargo, podríamos
añadir que lo heterodoxo suele ser
calificado así no por aquellostas) que
lo practican —pues su práctica es en
ellostas) algo natural— . sino preci-
samente por los ortodoxos en todas
las situaciones mentales y físicas. El
heterodoxo es una creación del reac-
cionario, de la moral, el cáncer del
ortodoxo. Giménez-Frontin realiza,
más bien una incursión en asuntos
heréticos tomando partido por ellos.
"No he tratado tanto, pues, de
aplicar una metodología apropiada a
cada una de las respectivas parcelas
del conocimiento. sino de esbozar
una labor que cabria comparar a la
de una diagnosis: descubrimiento de
síntomas y signos de una serie de
malestares culiturales." Pese a que en
éstas palabras introductorias el autor
hable de que su trabajo es de esbo-
zo, hay que informar de entrada que
su rigor de exposición. lenguaje y
"estilo - son clarificadores, en lugar
de emprender los vericuetos de lo
hermético. Digamos que no es otra la
balaxta Outemberg
característica —esa claridad — de la recurrir a los aspectos ocultos en los
poesía y de la narración de Gimenez- clichés naturales. En cambio, "El ens ayo
Frontin. No trata de un solo tema en topicón o las máscaras del incesto-.
este libro: sus capítulos han sido, en por su forma misma —una tertulia
su mayoria, materiales periodisticos que resulta pedante y falsa, a pesar
de todo el humor (no conseguido)
aparecidos en Triunfo, Camp de l'Ar-
pa, etc., sin embargo, al unirlos su con que se la quiere condimentar—,
ensamblaje los transforma en un con- resulta laberintica sin que sus vueltas
junto ya indesligable. y recovecos proporcionen placer ni
El escrito sobre cultura popular, luz excesivos sobre tema tan apa-
elaborado especialmente para la in- sionante y digno de herejes. Una
clusión en el libro, y que lo abre, es nota y apéndice bibliográfico si nos
la puerta de un debate que no cesa. resultarán de rigor familiar con su de la psiquiatría alternativa con la
El autor no escamotea sus prefe- autor, pero tendremos que pasar al distinción normal/patológico, en el
rencias ni sus referencias: considera último estudio del libro para recon-
ciliarnos con él. "Inquisición y señas campo de la sexologia la distinción
clave el tema y maneja con eficacia natural/antinatural no ha sido su-
los argumentos que un Passolini o un de identidad - conmemora el 140 ani- perada, a lo sumo se ha desplazado
Enzensberger han defendido. En de- verdario de la supresión del Tribunal la linea de demarcación, ampliando
de la Inquisición en España y el olor
finitiva, a Gimenez-Front i n le im- de carne en la hoguera nos devuelve
el campo de lo sancionado como
normal o natural. Esta identifica-
realmente a un clima del horror que ción no deja de ser extraña, en
justifica plenamente. desde una escri- cuanto el establecimiento de la nor-
tura actual. el titulo del libro. No ma es precisamente lo que nos
callemos que la agudeza y el ingenio arranca de la naturaleza y nos insta-
lo presiden en una medida que, si no la en la cultura. Por ello, lo natural
es dinamitante de signos y trazos cul- no puede definirse polar y mecáni-
turales, si cumple con su principio de camente por oposición a lo antina-
existencia, no tan sólo descubrién- tural, sino que debe tenerse en
dolos, sino también cuestionándolos. cuenta su relación dialéctica con lo
social. El socios, sobre el fondo
JOSEP ALBERTI caótico de lo natural-biológico, im-
pone su norma, su logos. Lo social
(11 Hay que considerar, también, y sin es, en una primera aproximación, la
reservas aunque sea una obra de divul-
gación, y por tanto breve y sintetizada, su instancia básicamente represora. Pe-
Movimientos literarios de vanguardia. Sal- ro lo reprimido retorna bajo la for-
var. Barcelona. 1973. 144 pp. ma delflujo indomable del deseo.
(2 ) Editorial Madrágora. Barcelona. 1976. ¿Que interés tiene la sociedad en
porta "poner de manifiesto cómo lo 153 pp. impedir este retorno? Una compleja
y argumentada respuesta a esta pre-
'ntereses de la revolución literaria
pueden coincidir —pero no tienen gunta —que inquiere por la función
social de la represión sexual — se
por qué— con los intereses de la
literatura revolucionaria. - En ese halla en el libro que acaba de publi-
contexto no puede extrañarnos que car, aunque lo escribió en 1972.
una de las incidencias más notorias DEL ASCETA Enrique González Duro ( I I, cuyo
en el arte y la literatura de hoy sea • mérito mas evidente. a mi entender
tratada por el autor. El capitulo si- AL HEDONISTA es el de situarse decididamente e nn
guiente se titula "Esquizofrenia. contra ' del enfoque naturalista evo-
cado más arriba: "La identificación
Laing y Dictadura Social". Y, por
cierto, con el logro de incitar al lector de la norma sexual con lo "natural"
a la ampliación de conocimientos es un hábil artilugio para absoluti-
sobre la relación entre antipsiquiatria zar el valor social de la norma
El deseo no satisfecho
y textualidad y cotidianeidad. El engendra la pestilencia. VP
rasgo, hay que decirlo, es general en
'todo el libro: se trata de una ver- 1W. Blakel
dadera espoleta de la curiosidad.
Estamos dispuestos, al llegar al CONTRA EL NATURALISMO
punto del ensayo sobre Carlos Casta-
neda, a dilucidar la esencia de la "in- Uno de los prejuicios que más tra-
tención" de su responsable: el equi- bajo cuesta desarraigar cuando se
librio de fuerzas culturales en su aborda el tema de la sexualidad es el
acontecer histórico, la obsesión por derivado de la irreflexiva o malin-
no ser parcial, el entendimiento de tencionada adopción de un punto de
"objetividad" por "lucidez". El bu- vista naturalista, desde el cual sea
ceo en todo ello, llevará a Gimenez- posible repudiar todo lo considerado
Frontin a la búsqueda y des- como contranatural. A pesar de la
cubrimiento de enseres culturales, reciente reivindicación (por activa) o
que no por poco divulgados carecen tolerancia (por pasiva) de determi-
de poder de decisión. Asi, la aventura nadas prácticas sexuales atipicas,
de Castaneda es un recuerdo de la este prejuicio está muy lejos de ha-
prolongación de la imagen de Artaud ber sido liquidado. Desde hace
hasta nuestros dias (en su fundamen- tiempo, se ha ido diluyendo un con-
to natural-sobrenatural ). Walter Ben- cepto de "lo natural - , aquel que
jamin y su defensa de los surrealis- asimilaba el discutible orden de la
tas es un lazo que el escritor de Un naturaleza a un supuesto orden divi-
dia de campo sabe dilucidar. en
no. pero no ha desaparecido el con-
un analisis que demuestra más que cepto de "lo natural - referido al se-
nunca su capacidad de recorrer y xo. Al igual que sucede en el ambito
47
gridunine umlue

WS FABRICANTES DE ANGUS-
TIA
A través de un dialogo lúcidamente
demoledor con los ideólogos (fi-
lósofos, teólogos, médicos) de la
moral sexual imperante (monogámi-
ea, idealista, hipócrita, ansiägena),
y sobre el fondo de la problemática
postfreudiana de las relaciones entre
represión/sublimación de la sexuali-
dad y progreso cultural. González
Duro desvela las razones del terror
pánico que nuestra sociedad (como
todas las del ámbito de la cultura
cristiano-occidental) experimenta an
te la posible irrupción de una sexua
lidad sin trabas.
Entre los estigmas que la ideologia
conservadora y sexofóbica lanza
contra una sexualidad libre, los más
frecuentes —y más a menudo invo-
cados para justificar la "absoluta
necesidad" de la represión sexual —
son el de su "inutilidad" y el de su
"peligrosidad".
EL ASCETA PESTILENTE
Para el individuo, el placer siempre
es útil, tácita o explícitamente, todos
somos hedonistas. Pero nuestra cul-
tura pretende convencernos no ya de
la conveniencia del ascetismo, sino
de su ineluctabilidad. La desespe-
ranzada afirmación del último Freud
("civi ) ización es represión") se ha
convertido en la consigna que san-
ciona la represión de toda manifes-
tación sexual "inútil . ' (no fecundan-
te), de toda sensualidad improducti-
va. ¿Cuál es el valor de verdad de
esta consigna? ¿Hasta qué punto es
cierto que el placer individual es ra-
dicalmente incompatible con el bien
general de la colectividad? Unica-
mente hasta el punto y en la medida
en que este bien general no es tan
general como parece. sino que es
una falacia ideológica que refleja los
intereses de una clase dominante,
las exigencias de un modo de pro-
ducción.
No cabe duda que nuestra sociedad
está interesada en la represión de la
sexualidad. La imposibilidad, para
el individuo —biológicamente he-
donista—, de introyectar totalmente
la norma represiva tiene dos efectos
antitéticos, igualmente útiles para
nuestra sociedad: por una parte, en-
gendra una conciencia de culpabili-.
dad que favorece la creación de
cuerpos dóciles a la dominación:
por otra. supura una agresividad
que, adecuadamente encauzada, se
convierte en la sustancia misma de
que se nutre una sociedad tan inso-
lidaria y competitiva como la nues-
tra. Pero el hecho de que la repre-
sión sexual sea no sólo útil, sino in-•
cluso necesaria para la reproducción
de determinado sistema social, no
permite extraer la abusiva conse-
cuencia de que esto deba ser igual-
mente cierto en toda comunidad.
Hay que ser muy generoso, o muy
48
iialaxta Outtmberg
poco riguroso, para aplicar el termi-
no "comunidad" a una sociedad de
clase. Una comunidad . auténtica-
mente socialista, no antagónica, de-
berá descubrir nuevas formas de in-
tegración social que no se basen en
la docilidad o en la agresividad.
¿Descubrirlas? ¿Acaso el deseo
descodificado. la sensualidad no re-
primida, no es la más poderosa de
todas las formas posibles de integra-
ción?
LA UTOPIA POSIBLE
Asi pues. por escaso que sea el mar-
gen que concedamos a la posibilidad
de la utopia, está claro que la acusa-
ción de inutilidad no pasa de ser
una falacia. Mas difícil parece eludir
la otra acusación, la de que una so-
ciedad que no reprimiese el libre de-
sarrollo de la sexualidad avanzaria
inevitablemente hacia su destruc-
ción. porque desatendería la función
primordial e ineludible del trabajo.
"La cultura occidental ha planteado
en la teoria y en la práctica an-
titesis entre el trabajo y el placer de
un modo aparentemente insupera-
ble". Pero "cabe pensar en algún ti-
po de sociedad (...) en la que el ira-'
bajo sea placentero y libidinoso".
Mientras el trabajo. como medio es-
pecificamente humano de satisfacer
necesidades naturales, sea necesario,
la racionalización de la convivencia
social exigirá una limitación del de-
seo improductivo. Pero el trabajo.
que en una comunidad no antagóni-
ca podria ser un medio de realiza-
ción personal. un espacio para el
despliegue de la creatividad (Karl
Marx, "Cuando el trabajo no sea
sólo un medio de subsistencia, sino
también una necesidad vital, la acti-
vidad productiva se convertirá en
juego") es, en la sociedad de clases,
el paradigma mismo de la alienación
y de la mutilación del placer del
cuerpo. Frente a la instintiva ten-
dencia hedonista del hombre, la so-
ciedad de clase erige el principio del
trabajo por el trabajo. la productivi-
dad como principio fundamental.
Aqui y ahora, el placer, como gasto
improductivo, es antisocial. Pero no
siempre ha de ser asi. También en
este caso, el advenimiento de la uto-
pia esta artificialmente bloqueado.
JOSEP SARRET
111 Enrique González Duro, Represión
sexual, dominadón social. Akal Editor.
Madrid, 1977
unditrfliel
CONTRALECTURA
DE "RT, CAPITAL"
Para un novelista, la elección de
tema alrededor del cual ha de ar
ticularse su discurso narrativo impli
ca necesariamente un compromiso
existencial e ideológico. Si bien es la
realidad misma —en su sentido más
comprensivo-- la que proporciona
los elementos que directamente o por
derivación han de constituirse en
componentes-base del texto pro-
yectado, es la selección del autor la
que de fi ne la perspectiva desde la
cual esos elementos han de ser des-
critos, ordenados. jerarquizados u
omitidos.
Independientemente de la teorización
acerca del desarrollo "autónomo" de
los personajes, y sin intentar abordar
los problemas clásicos de la psico-
logia de la creación, podemos a fi rmar
que. en el momento de concretarse
este primer acto fundante se están
acotando ya los limites y objetivos a
los cuales ha de atenerse la pro-
ducción del discurso.
Este proceso de "gestación" del texto
adquiere singular importancia cuando
la anécdota narrada remite de manera
inmediata a sucesos de la historia
reciente en los cuales convergen, de
una u otra manera, todas las con-
tradicciones propias del sistema capi-
talista en la manifestación concreta
del aquí y el ahora.
Tal es el caso planteado por el re-
ciente Premio Nadal (1). En torno al
núcleo significativo del secuestro del
industrial vasco José Maria Lizarraga
por la organización ETA —con la
doble finalidad de atacar a la
burguesia en cuanto clase y apoyar la
huelga protagonizada por los obreros
de Lizärraga S.A.. el autor intenta
eman
desentrañar la serie de antecedentes, nica
motivaciones e implicaciones que
por i
rodean el suceso. Ese propósito con- ment
duce necesariamente a la indagación tado5
de las relaciones socio-económicas y
cedai
politicas que se han generado con el caso,
proceso de industrialización del País
Vasco y que. en una población como fragr
otro.
Eibain —surgida a modo de reflejo Si c
del mismo-- atañe a cada uno de los
selec
integrantes de la comunidad.
En consecuencia, resulta coherente la nicie
estructura narrativa escogida por el ciare
autor, en cuyo montaje se alternan ferer
cepc
escenas de cautiverio —en las que
coexisten y a veces se superponen los Ello
diálogos con los secuestradores y el narri
monólogo interior del personaje— das
con el registro no mediatizado de los diret
testimonios que, valiéndose de su las
lenguaje cotidiano. proporcionan a huel
un interlocutor-encuestador anóni-
mo.
Mediante la recopilación aparen-
temente objetiva de los diversos pun-
tos de vista, el narrador —prácti-
camente ausente en cuanto tal— se
propone reconstruir la historia del
personaje al mismo tiempo que la del
proceso de desarrollo de la burguesia
industrial vasca.
Pero el campo de irradiación de la
temática propuesta es aún más am-
plio: enlaza con la historia política
del Pais Vasco y de España en su
conjunto. Y es aqui donde pueden
señalarse algunas de las falencias de
la obra, ya que el corpus de informa- sed i
ción obtenida no acaba de organi- altn
zarse en una visión integradora y alct
profunda de los conflictos subya- no
centes en la expansión capitalista, ni
de las relaciones entre los dos térmi- tier
nos de la contradicción burguesía- les
proletariado. Lot
Tampoco en lo referente a las fuerzas alg
históricas y políticas que intervienen las
en etapas criticas del proceso español la
se supera el nivel de las alusiones gra
subjetivas, mediante una inter- de
pretación que trascienda lo anecdóti- del
co. El autor rehuye toda definición pet
explicita a los datos que le pro- ide
porciona la "realidad", limitándose ma
en apariencia a transcribirlos obje- gai
tivamente. Pero un análisis más pro- di r
fundo del sistema de la obra, a través rat
del cual se computen no sólo los La
indices operantes por presencia, sino mi
tamién las omisiones, nos lleva a mi
cuestionar la pretendida impar- est
cialidad del texto. no
Al revisar la serie de testimonios es su
facilmente verificable la despropor- ob
ción existente entre aquellos vertidos in,
por el grupo de personajes-satélites sit
de José Maria Lizarraga y los emi- rel
tidos por los representantes de la la
clase obrera. Por otra parte, el sector
directamente ligado al industrial, a de
pesar de sus contradicciones internas,
se comporta como clase coincidiendo
en su valoración positiva de la per-
sonalidad de Lizárraga y en el carác-
ter casi providencial de su gestión.
Correlativamente, no es posible iden-
tificar manifestaciones de conjunto

emanadas de la clase obrera. La téc-
nica de recoger versiones subjetivas
por individuales produce, en el mo-
mento de sumarlas, diferentes resul-
tados según el sector de que pro-
cedan: una ideologia orgänica en un
caso, una sqcesión de perspectivas
fragmentarias y contradictorias en el
otro.
Si como deciamos más arriba, la
selección de un tema implica la defi-
nición de un ángulo de mira, resulta
claro que, en este caso, la óptica pre-
ferencial es la que representa la con-
cepción de Lizárraga y su séquito.
Ello determina ciertas conductas
narrativas que potencian las vivien-
das del personaje-eje al presentarlas
directamente sucediendo, en tanto que
las referencias al desarrollo de la
huelga y la ola represiva posterior al
secuestro son siempre de carácter
alusivo e indirecto. Estos hechos no
alcanzan el rango de acontecer puro,
no son incorporados al tiempo de la
historia narrada, sino que se man-
tienen como referentes Circunstancia-
les y mediatizados.
Los mecanismos aludidos conforman
algunas de las razones por las cuales
las posibilidades iniciales del tema y
la estructura de la novela se malo-
gran. El narrador, ante la alternativa
1 secución de una metáfora. Pero tal
de convertirse en liberador de la voz
del pueblo, opta por privilegiar a un
personaje individual. simbolo de la
ideologia burguesa, de la misma
manera que claudica ante la inda-
gación socio-politica en beneficio del
diseño de una "personalidad - lite-
raria en proceso de mitificación.
La resolución del relato, a su vez, eli-
mina el hasta entonces insinuado
margen de ambiguedad. A través de
esta Lectura insólita de "El Capital"
no se ha logrado incorporar uno de
sus principios básicos: que la clase
obrera no se enfrenta con el burgués-
individuo en tanto enemigo personal ,
sino en la medida en que integra y
representa a la clase que cuenta con
la estructura de poder necesaria para
mantener y reproducir la explotación
del hombre por el hombre.
MARIA MONT
(I) Raúl Guerra Garrido, Lectura insólita
de "El Capital", Ed. Destino. Barcelona.
1977
aLaxa Outemberg
ruptura con la asepsia politica de
las figuras narrativas de los años
cincuenta. Con Pynchon, compar -
t an el saco critico Kurt Vonnegut,
Jr. (Cat's Cradle, 1963), Bruce Jay
THOMAS
PYNCHON
FA POS DE
UNA M.K2AFORA
En las referencias sobre Thoma
Pynchon, el americano de cuarenta
arios cuya segunda novela, La su-
basta del lote 49 (1), acaba de pu-
blicarse entre nosotros, suele
hacerse hincapié en la influencia
que los conocimientos científicos
del autor ejercen sobre su mundo
literario. Apenas hay verdad y
mentira en las novelas de Pynchon
sino series de elementos que, de
coincidir, pueden hacer coherente
lo diverso, pueden impulsarlo
hacia la salida del laberinto a cuya
descripción el relato se aplica. Lo
asurnible y lo rechazable, incluso
lo literariamente verosimil y lo in-
verosímil, se someten en La subas-
ta..., gracias a la reflexiva conten-
ción del autor, a sintetizarse o no
mecánicamente, a producir o no un
movimiento que resuelva el dilema
moral de la trama, y la posibilidad
de tal movimiento es significativa-
mente dejada por Pynchon para
después de la palabra final; como
si el novelista quisiera subrayarnos
que sus dilemas no pertenecen al
mundo de la ficción, sólo apta para
formularlos, sino al de la realidad
en la que todavía se muestran irre-
sueltos.
Esta novela tiene por tema la per-
metáfora es radicalmente indesci-
frable para la mente humana, ha-
bituada a aplicar criterios morales
como veracidad y falsedad, conver-
tidos ahora en meros supuestos
fácticos por culpa de (o en virtud
de) la tecnología dominante. El
multiforme dilema versa sobre la
comunicación en nuestra sociedad
y, aunque habérselo planteado de-
nota un pesimismo inicial, es di-
ficil saber si Pynchon le prevé un
desenlace también pesimista.
¿PROFETA DE LA
CONTRACULTURA?
Autor de V (1963), La subasta del
lote 49 (1966) y Gravity's Rainbow
.0973 1 , Pynchon es hijo de los
años sesenta. Su primer éxito, y los
que por aquellas fechas conseguían
otros novelistas, hizo pensar en el
florecimiento de una nueva genera-
ción de narradores USA, caracteri-
zada por la acidez satirica, hereda-
da de Nathanael West, y por la
09 (hilen«) Linimil
Friedman (Giles Goat-Boy, 1966 1 o
Donald Barthelme (Vuelve, Dr. Ca-
ligad!, 1964 1 . El destinatario de la
operación, como siempre, era el
stablishment. El paso del tiempo
rebajó la teoría y acabó por dejar
las cosas en su punto medio. Quizá
Barthelme puede recordar a Pyn-
chon: los demás, la verdad es que
trabajan con herramientas bien di-
ferentes. Por de pronto, el autor de
La subasta... no comparte la ten-
dencia a la moralización explicita
que caracteriza a Vonnegut y a
Barth, y que tanta influencia, in-
cluso formal, tiene en las obras de
éstos; en cuanto a sus dotes como
novelista, me parece que le con-
vierten en el mejor del grupo. Si se
está apuntando a la reflexiva con-
tención de este autor, su uso del
humor y de la sátira son el mejor
ejemplo. El humor, en Pynchon,
nunca usurpará los dominios de la
reflexión, la opinión personal del
novelista será uno de los posibles
corolarios, pero nunca un punto de
partida que recorte los alcances de
la meditación. Se diría que Pyn-
chon ha sido, de todos sus con-
temporáneos y paisanos, el que ha
hecho más crónica y menos lite-
ratura. La crónica del mundo si-
cólico y marginal de la imagina-
ción moderna, incapaz de aterro-
rizarse porque convive a diario con
los síntomas de su terror. A pesar
de la simple y clásica hilación cau-
sal de la Irania, hecha la salvedad
de su medida estructura, La subas-
.ta... será una novela dificil de leer,
aunque no se dé en ella el más
minimo alarde. Para explicar esta
contradicción habría que recurrir,
quizás, al constante ejercicio de
anticlímax que la novela supone.
No sé que tal les caerá Pynchon,
diez años después de sus primeros
éxitos, a los consumidores de cul-
tura subterránea, pero me parece
evidente que algo le deben.
Thomas Pynchon
1 LA SU BASTA DEL LOTE 49
, lo mereciera también la protagonis-
,
• .
,,..p.
espiral f..sn
EL HORROR A WS PER-
SONAJES
La trama de esta novela ptidria
resumirse como sigue: Edipa Maas,
llamada así por el patrón de los
esclarecedores de dilemas, es nom-
brada albacea testamentaria por su
ex-amante Pierce Inverarity, mi-
llonario tentacular. Entre los bie-
nes dejados por su amigo, Edipa
encontrará síntomas de un dilema
que la vida cotidiana se empeña en
reproducir, el Sistema Tristes°. En
el pasado, Tristes° fue el nombre
de una dulcísima masonería, en-
\ \ I I
narrativa,-
\ / .
\
tregada a luchar cruelmente contra
el monopolio oficial de los servi-
cios de correos. Sin embargo, todas
las manifestaciones de Tristero en
el presente, en la California de los
sesenta, parecen referirse a las
multinacionales de Inverarty. ¿Qué
es Tristero? ¿Una red de comuni-
caciones contraculturales en la
sociedad de la deshumanización
tecnológica? ¿L.2 más depravada
versión de esa tecnología, tendente
a lograr el definitivo aislamiento
entre los humanos? Al final de la
novela, Edipa y usted todavía no
lo sabrán. Cada vez que intenten
averiguarlo, alterarán ustedes, y
Edipa, el hecho observado con las
deformadoras proyecciones de sin
respectivas conciencias
Como verán, estamos ante una
novela que rehuye las aproxima-
ciones realistas a la existencia
narrada, aunque en la base de su
dificil estructura aliente el veterano
género de la acción. En un relato
con ese tema, no caben las persona-
lidades. el personaje es el caos, pe-
ro si cabe el protagonista. estamos
ante una tragedia. Y tal protagonis-
ta lo será no por actuar mas sino
por ignorar más que nadie. Los
otros.., se podria decir que Merecen
un tratamiento de secundarios si nc
ta. No hay más psicologia en La
subasta... que la psicologia de ma-
sas, y las diferencias entre sus per-
sonajes serán, lógicamente. nada
más que cuantitativas.
DIEGO MEDINA
III Thomas Pynchon. La subasta del lote
49. Colección Espiral/Ficción. Edito-
rial Fundamentos. Traducción de Ve-
rónica Head. Madrid, 1976.
49
 Niel Aleseedila
1 camp 1MM

Ir
V
di

Ostim Mono; le

Acaba de aparecer:
Elvira Orphée
LA ULTIMA
SEU-SERVICE
•
tibie d'opines, crispard,
de 1
el

ra
al
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n,

CONQUISTA DE
EL ANGEL
La gran novelista argentina
aborda en este libro uno de
los temas mas actuales y
desgarradores: la tortura.
Vista sin la pasion
de la banderia politica.
en estos relatos se
asiste al implacable examen
de esta practica monstruosa.
como parte oculta de la
criatura humana, sin distinción
de credos o ideologtas.
Novedad
Mario Soares
PORTUGAL
UNA REVOLUCION
AMENAZADA
(Conversaciones con
Dominigue Pouchin)
Un detallado analisis de las
realizaciones e incertidumbres
de los dos primeros años
de la revolución portuguesa,
del maximo dirigente del
Partido Socialista Portugues,
brillante jurista e intelectual,
y actual primer ministro
de su pais.
Soares es al mismo tiempo
un seguro hombre de acción
y un profundo analista politico.
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mel, («Mes el descobert
On Ilibre de
~pero upar/di
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o difícilmente puede llegar a
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VVALDEN seguido de LA DESOBEDIEN-
CIA CIVIL
prólogo: Henry Miller
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EL DIABLO ENAMORADO
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REVISTA DE LITERATURA
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DROGA Y
LITERATURA
Incidiendo en el tema que EL
VIEJO TOPO trató en la Topoteca
de su número I, la editorial madri-
leña Taurus ha publicado hace poco
el libro colectivo El club del
Haschisch (la droga en la literatu-
ra), en edición de Peter Haining,
antología de escritos diversos con
un denominador común: la droga.
Los textos no han sido seleccio-
nados sólo por su referencia a la
misma, sino que se ha tenido en
cuenta su intrínseca calidad litera-
ria, en una implícita constatación
de que la droga no crea el talento
del escritor, se limita a estimularlo,
ampliando el campo de su percep-
ción. El libro está dividido en dos
partes, en la primera (los origenes
de la tradición moderna) se inclu-
yen textos de algunos de los gran-
des creadores de la modernidad:
Coloridge, De Quincey. Poe, Bau-
delaite, Nerval, Rimbaud, Yeats,
( poder). También recientemente
t (‘,
etc.) En la segunda (La era psico-
délica) se reúnen fragmentos de es-
critores más recientes, Kerouac,
Burroughs, Ginsberg. Timothy
Leary, Henri Michaux, Alan Watts,
etc. De uno de ellos
Burroughs— Ediciones Júcar (que
ya publicó Las últimas palabras de
Dutch Schultz y Nova express) acaba
de editar dos nuevos textos que
también giran en torno al mundo
de la droga: Yonki y Exterminador,
y anuncia la pronta aparición de su
obra más conocida. Almuerzo des-
nudo.
GARCIA CALVO
Después de mucho tiempo alejado
de nosotros (fue expulsado de la
Universidad en 1965 y tras cuatro
años de ejercer la enseñanza priva-
da en Madrid —calle del Desenga-
ño— ha estado hasta hace poco en
Paris). a Agustín Garcia Calvo pa-
rece haberle entrado un frenetico
deseo de publicar, quizá para paliar
un supuesto y nunca confirmado
olvido del lector español. Hace po-
cos meses aparecieron en La Gaya
Ciencia dos textos suyos, Del ritmo
del lenguaje y Del tres. Ahora, la
misma editorial nos envia De los
números (una tentativa de plantear-
balaxia eutrinurg
gda de lecturas
/
se los limites teóricos de las mate-
máticas para hacer tambalear el
edificio más incólume del Estado:
la ciencia pura). Canciones y solilo-
quios (volumen que recoge los poe-
mas de los últimos veinte años) y
Féniz o la manceba de su padre I una
tragedia, el género más idóneo para
reflejar uno de los objetivos-básicos
de Garcia Calvo: la lucha contra el
Akal editor ha publicado una obra
anterior de parecidas características,
aunque con un registro más lúdico
—si cabe—, que se titula lIiu Per-
sis, tragicomedia musical en una
noche.
ACTUALIDAD DE
GRAM SCI
Recuperar la reflexión de Gramsci,
más allá de su trivialización divul-
gadora, en un planteamiento radi-
cal. distanciado a la vez del refor-
mismo socialdemócrata y del secta-
rismo, que desarrolle las indica-
ciones metódicas de Gramsci en los
terrenos en que se manifiesta hoy la
lucha de clases. Tal es el objetivo
que persigue el reciente volumen
que, en edición preparada por
Francisco Fernández Buey y con el
título de Actualidad del pensamiento
politico de Gramsci acaba de publi-
car Editorial Grijalbo. y que inclu-
ye, además de un trabajo introduc-
torio del propio Fernández Buey.
artículos de Toggliatti (Gramsci
y el leninismo), Robert Paris
(Gramsci y la crisis teórica de
1923 1 , Louis Althusser (El marxis-
mo no es un historicismo y Acerca
de Gramscil, Manuel Sacristán (La
formación del marxismo en Grams-
ci) y varios más.
TEXTOS SOBRE
EL IMPERIALISMO
Recientemente, el tratamiento de la
problemätica del imperialismo se ha
enriquecido con varios nuevos tes-
gndrneuee rìxUr
tos. J. M. Vida) Villa ha publicado
en Anagrama una exposición de las
Teorlas del imperialismo, que inclu-
ye desde las primeras formulaciones
sobre el comercio internacional por
los clásicos ingleses Adam Smith y
David Ricardo, pasando por los es-
critos de Marx sobre el colonia-
lismo, las teorías de Lenin, Bujárin
y Rosa Luxemburgo, las aportacio-
nes al tema de economistas no
marxistas (Schumpeter. Galbraith)
y de la escuela americana (Sweezy.
Baran Magdoff). hasta los nuevos
planteamientos de Arghiri Em-
manuel, Bettelheim , Samir Amin.
Nikos Poulantzas y la "escuela ter-
cermundusta - (Gunder Frank, Pie-
rre Jalee y Theotonio dos Santos).
De este último acaba de aparecer en
la Editorial Zero, Las contradiccio-
nes del imperialismo, que caracteriza
el sistema económico mundial por
un proceso conflictivo entre clases
sociales a nivel internacional, la
misma editorial ha publicado el
texto del sudafricano Hosca Jaffe El
imperialismo hoy, donde se plantea
la relación de causa a efecto que
existe entre capitalismo y colo-
nialismo. Por su parte, Fontanella
ha publicado dos obras sobre el
tema: la de Sumir Amin. Imperialis-
mo y desarrollo desigual, escrita al
calor de las discusiones suscitadas
por la obra del mismo Amin El
desarrollo desigual, que participa
su mismo enfoque "antieconomicis-
ta y antioccidentalocentrista". y la
de José Acosta Sánchez. Imperialis-
mo y pensamiento burgués, que exa-
mina las diversas posiciones sos-
tenidas por autores burgueses ante
el hecho del imperialismo.
PROBLEMAS DEL
MARXISMO
CONTEMPORANEO
Con este mismo mulo —Problemas
del marxismo contemporineo— Edi-
torial Grijalbo nos ofrece la obra de
P. Walton y A. Gamble cuya tesis
central es que el marxismo es una
tradición teórica viva, por lo que su
tratamiento actual no puede limi-
tarse a una exégesis teórica de la
obra de Marx , sino que, si quiere
enfrentarse al aluvión de presuntas
refutaciones que sobre ella ha
caído, debe plantearse el problema
de su actualidad teórico/práctica.
El libro se ocupa de la imagen del
hombre en Marx, del concepto de
alienación. de la dialéctica del tra-
bajo, e incluye capitulos sobre En-
gels, Marcuse. Althusser. etc. Fines
mas didáctico-divulgadores persi-
gue la obra de J. B. Fages traducida
por Oikos-Tau. Introducción a las
diferentes interpretaciones del mar-
xismo, que dedica capítulos-mono-
grafías a los principales herederos
de Marx: Lenin , Trotsky. Stalin ,
Rosa Luxemburgo. Lukács, Pan-
nekoek, Otto, Bauer, Gramsci, Wil-
helm Reich, Lefebvre, Althusser,
Mao-Tsé-tung. Un enfoque menos
histórico y más coyuntural de la
misma problemática se encuentra
en el libro de Miguel Bayón, Ma-
nuel Desviat y Gerardo Hernández,
publicado por Castellote editor y ti-
tulado Por la autonomfa de le,
trabajadores.
MISERIA DE LA
COMUNICACION
En la colección "Comunicauton vi-
sual - de la editorial Gustavo Gili
acaba de aparecer un texto titula-
do Miseria de la comunicación
(Elementos para una critica de la
industria de la conciencia). Los di-
versos autores del mismo, profesio-
nales y teóricos de prensa. radio y
televisión, analizan. desde .un en-
foque interdisciplinar que va desde
la Estética a la Sociologia. un
espectro bastante amplio de los
problemas planteados y de los
métodos empleados en la didáctica
crítica de los medios de masa. Para
ello, centran sus estudios en las ar-
tes plásticas, la publicidad, las re-
vistas ilustradas, el comic, el cine.
etc.. buscando potenciar las actitu-
des críticas del receptor de informa-
ción, demasiado a menudo inane
ante los poderosos mecanismos de
la industria de la cultura. El lector
encontrará un extracto del prólogo
de Eduardo Subirats a este libro en
nuestra sección -Filosofia y vida
cotidiana". •
51
 1111••n' cluye la narración, como algo que surge cuando
cesa lo novelable, sin perder de vista que parte
de lo novelable puede ser la información que ya
posee el público - . (3) Referentes abiertos, con-
flictivos. Fabulaciones plagadas de connotacio-
nes sociales, políticas, sexuales, que van casi
siempre a hacer una critica despiadada al peso
de la norma y al mismo lenguaje. De ahi por
ejemplo los precipitados finales felices de sus
comedias. Además "el de Shakespeare no seria
pues un texto unido e inflexible sino un material
sometido a cambio continuo. No podemos
imaginar a los cómicos del Bankside diciendo
todos los días lo mismo. No podemos creer que
Hamlet fuera siempre el mismo Hamlet. Pode-

1 rnos adivinar, sin embargo, el apasionante juego

del cambio según que día. según qué público,
según que circunstancia. - (4) Es por ello que la
teatralidad de los textos de Shakespeare y sus
epígonos interesé tanto a Anaud ("los Cenci"
es una saga sangrienta que repite obsesivamente
el tema del padre como fetiche, del miedo al in-
cesto como está en Hamlet o en "Lástima que
sea una puta" de John Ford, obra isabelina que
Artaud quiso escenificar).
La retórica, los monólogos, los apartes son, por
ejemplo, en Hamlet significantes a partir de que
el fantasma del rey padre habla con el héroe:
"palabras, palabras. palabras (II 2) para el pro-

TODO ESTA EN
tagonista. palabras aprendidas en la universidad,
palabras que aplazan, niegan, omiten la vengan-
za ensanchando los límites cruentos de la
tragedia en una realción tiempo-espacio. A más
tiempo de aplazamiento. más palabras. más
locura. más asesinatos. más implicación
espacial. Apego del héroe al idealismo, al rena-
cimiento. al narcicismo. En Shakespeare son las

SHAKESPEARE JORDI MESALLES

Es al »al, oh Shakespeare, a quien tanto en
la vida como en las letras, ha sida reservado
el des lino de mantener disponible a través de
los siglos el lugar de la verdad que Freud
debla llevar a la luz.
Jacques Lacan
Ecrits, p. 661
tEXTO Y TEATRALIDAD
Historizar. Historizar en el teatro. Historizar
Shakespeare. La historia de la representación,
del espectáculo. "Las obras del pasado deben ser
presentadas de tal modo que tengamos concien-
cia que provienen del pasado, a fin de que.
conociendo la transitoriedad de la sociedad . en
que fueron escritas, conozcamos la de la nuestra
y miremos hacia delante con la esperanza que es
inseparable del placer. - Brecht dixit. Retorno
histórico sobre la práctica significante "teatro"
dentro de su autonomia relativa y en su ligazón
como modo de re-producción simbólica. Desma-
motretizar, perder el miedo a los clásicos. El
teatro lucha contra lo unívoco, contra la realidad
de la lengua. contra la primacia de la palabra. El
teatro ha de abrir brechas en cualquier discurso.
En el espacio abierto, en el tablado desnudo del
escenario isabelino todo era representación.
Realidad de la representación convención que
distancia y divide. Arquitectónicamente, el lugar
originario era el circo, en el "of Londres" de los
Tudor, destinado a la lucha de toros y osos, que
se transformó en escenario donde los héroes y su
vitalidad renacentista luchaban contra los res-
tos feudales. Combates eróticos donde se
cuestionaba lo simbólico, a través de la utiliza-
ción del mismo texto, por su musicalidad. por la
capacidad impresionista del ritmo del verso
blanco, a través de una disociación del texto y
la acción mostrando la inoperancia de las
palabras. En Shakespeare el lenguaje —el
diálogo-- ha perdido su valor de comunica-
ción(1); se usa constantemente el lenguaje sexual
(Bawdy), el equivoco, la doble intención. "La
técnica que emplea es casi circense. Cualquier
palabra debidamente subrayada por un gesto,
puede tener un significado grosero que suba el
tono del espectaculo - (2), a troves de relativizar
la verosimilitud de la historia que se cuenta: a
través de la poca consistencia de la anécdota,
llenada de retórica, entendiéndola como útil sig-
nificativo para una puesta en escena que remite a
referentes externos. "Comencemos por entender
el diálogo como algo que se inicia cuando con-
palabras las que impiden pasar a la acción.
Disociación. esquizofrenia. Contradicción entre
la norma y el deseo. plasmada en el teatro, en el
espacio vacío, en la convención radicalizada.
Hamlet entre el miedo y el deseo. Macbeth entre
la culpa y el poder. Marco Antonio entre el
deber y Cleopatra.
Se cuestiona la palabra, el buen sentido, la ho-
mogeneidad la unidad de estilo de la escena
clásica. Se privilegia la acción, se huye del psi-
cologismo. Se potencia todo lo que el
puritanismo siempre ha abominado. "Vease
sino, la lista de terminos con que en el siglo
XIX se criticaba en París la obra de Shakespeare
y compruébese como corresonden literalmente
con los•que usan los nuevos aduaneros de la
cultura para criticar hoy lar obras mas radicales
del nuevo cine o teatro. Al teatro de
Shakespeare, en efecto, se le acusaba de "in-
verosimilitud, extravagancia, absurdo, obsce-
nidad. puerilidad, desproporción, exageración
(...) inmoralidad, concesiones al mercado, com-
placencia en lo horrible, ampulosidad.
vulgaridad, rebuscamiento estilístico - . (5)
APUNTES PARA
UNA DRAMATURGIA
A partir de una lectura del "Sueño de una noche
de verano - vamos a esbozar lo que pueden ser
los apuntes para un hipotética puesta en escena,
en un intento de sugerir, de acercar al lector a la
teatralidad de Shakespeare, a los materiales criti-
cos que subyacen en sus textos. Este trabajo ha
sido el punto de partida para elaborar un
espectáculo que la ADTE (Asamblea de
treballadors de l'espectacle) está preparando so-
bre esta obra a partir de la versión casalana de
Josep M.' de Sagarra:
Egeo, el padre, ordena a su hija Hermia que se

52

case con Demetrio y ella rehusa porque ama a
Lisandro. Formación del primar triängulo, fun-
cionando, explicitando la idea del amor renacen-
tista, del deseo velado, del idealismo. El pacto
entre machos. Egeo. Demetrio y el apoyo de la
ley representado por Teseo, el héroe, el duque,
la norma falocrática que luchara por imponerse
durante toda la obra. La competencia ambigua.
El antagonismo Demetrio/ Lisandro compitiendo
por Hermia. La homosexualidad bajo la máscara
de la virilidad. Demetrio por su parte habla pro-
fesado amor a una amiga de Hermia, Helena, la
cual ama a Demetrio. Por la ley de Atenas, Te-
seo le da cuatro dias a Hermia para que obedez-
morirä o
ca a su padre y caso de que no lo haga
deberá entrar en un convento. Hermia y Lisan-
dro acuerdan salir en secreto de Atenas y casarse
en algún lugar donde la ley no pueda alcanzar-
les. Quedan en encontrarse en un bosque a
pocas millas de la ciudad. Hermia le cuenta su
proyecto a Helena, y ésta se lo dice a Demetrio.
Demetrio persigue a Helena por el bosque (que
resulta ser el lugar favorito de reunión de hadas
y duendes). Los enamorados huyen a las selvas
del barroco donde lo trágico deviene limite, ma-
gia inverosimil y se convierte en grotesco. Ro-
meo y Julieta. Hamlet y Ofelia . Antonio y Cleo-
orgia, pero
patra, ya no se suicidan, insinúan la
tampoco gozan. porque el espacio está lleno de
fantasmas policiales, de jerarcas disfrazados de
monstruos y de hadas y el tiempo de libertad es
breve como un sueño...
Oberon y Titania, rey y reina de las hadas, se
han peleado, porque Titania no quiere conceder-
le un paje, un niño... "Shakespeare no hace apa-
recer en escena al niño pero lo menciona con in-
sistencia. repetidas veces. Para la acción del
"Sueño" el niño es completamente innecesario,
sin di fi cultad podrían encontrarse cien motivos
para la riña de los reales esposos. Indudable-
mente a Shakespeare le hacía falta este personaje
para otros fi nes no dramáticos relacionados
quizá con la intimidad de los espectadores de la
fiesta nupcial para la cual escribió la obra...
Después de Romeo y Julieta, el "Sueño" era una
especie de "Nouvelle Vague" teatral. (6)
Matizando la sugerencia de Kott dinamos que el
niño es el gran significante: El falo por cuya
posesión luchan Titania y Oberon. Teniendo en
cuenta los temas que en su producción se repiten
de una forma obsesiva: el disfraz, la androginia,
la náusea sexual... (7) podríamos representar a
Titania y Oberon en una lectura que razonara
los "Deus ex machina", en la búsqueda de un
teatro que reescriba el orden sexual de las con-
tradicciones. podemos travestizar a Teseo e
Hipolita, el guerrero y la amazona, en Oberon y
Titania, luchando por la posesión.
Puck, la onomatopeya, el genio, el dado, el azar,
el fool. Relacionado estrechamente con el poder,
el insconsciente funcionando es el que ex-
plicitará el deseo y organizara el espacio donde
el exceso aparente tendrá lugar. Puck debe traer
a Oberon la flor mágica, significante, con cuyo
zumo frotara los ojos de Titania mientras
duerme, de forma que se enamorará de lo prime-
ro que vea cuando abra los ojos Puck. para rea-
lizar el deseo de Oberón que"pretende" que ca-
da muchacho tenga a un muchacho, y se evite la
competencia, ha de poner también el zumo en
los ojos de Demetrio para que éste quede pren-
dado de Helena. Pero Puck se equivoca y pone
en los ojos de Lisandro el líquido maravilloso.
Equivocación que dará origen a las escenas de
máxima teatralidad de la obra. Sucede que la
primera persona que Lisandro ve es Helena, la
cual piensa que se están burlando de ella.
Oberon descubre el error de Puck y pone ahora
el liquido en los ojos de Demetrio. Lo primero
que este es también a Helena, de forma que
ahora Lisandro y Demetrio cortejan ahora los
dos a Helena. Segundo triángulo. Dos hombres
compitiendo por una mujer por segunda vez. La
otra queda fuera. Los hombres, portadores de
falo compiten hacia un imprescindible reconoci-
miento del otro, "alrededor del único objeto po-
sible de la actividad sexual: la mujer".
Los dos donjuanes pelean por Helena. Todo
queda relativizado. Ellas también pelean. La
violencia como substitutivo. La magia. el truco
teatral para representar, para descarar lo repri-
mido. La magia, el deseo organizändose gracias
a las piruetas del poder. Habría incluso orgia
entre los cuatro, pero el buen sentido. las
palabras, el texto lo impiden.
Mientras. Oberon ha puesto líquido en los ojos
de Titania, quien al despertar lo primero que ve
es a Bottom, el tejedor que lleva puesta una
cabeza de asno (Bottom y otros artesanos de
Atenas están en el bosque ensayando una obra
para 'la boda del duque Teseo y Puck le ha
puesto una cabeza de asno). Titania se enamora
inmediatamente de "él - y juguetea con sus
orejas. El asno es un animal que en el renaci-
ciemto y en la antigüedad pasaba por ser sím-
bolo de máxima potencialidad sexual. Oberon le
amonesta por amar a un asno y le pide otra vez el
paje. Titania es humillada. Lo femenido escar-
necido en el teatro. Oberon transforma a Titania
en la representación de la puta. Ella confundida
accede a darle el niño. Oberon la libera del en-
cantamiento y ordena a Puck que tienda una
densa niebla, la elipsis, la censura. el fin del sue-
ño y que ponga juntos a los cuatro amantes sin
saberlo ellos. Cuando están todos dormidos po-
ne el liquido en sus ojos de forma que las dos
parejas se reconcilien.., y a la mañana siguiente
"Juan tendrá a su Juana , no irá nada al revés.
recobrará el amante a su pareja y todo saldrä
bien (III 2). Final feliz que nos advertirá que
tras el carnaval viene la cuaresma, tras la trans-
gresión la ceniza, que lo uno posibilita lo otro
Teseo y Egeo, el jerarca y el padre aparecen en
escena y aceptan que su hija Hermia se case con
Lisandro. Se establecen las tres bodas: Testo e
Hipólita. Lisandro y Hermia. Demetrio y Hele-
na. Después en la fiesta los comediantes artesa-
nos escenificarán la tragicomedia de Piramo y
Tisme, parodia de un mito amoroso, donde
irónicamente Shalespeare se refleja, y de toda
esa trascendentalización del amor que eta en la
obra y que sigue funcionando en los neoroman-
ticismos al uso.
Tres series de personajes, intimo juego reciproco
de hilos delicadamente entretejidos (uno de seda,
uno de lana, uno de gasa, como dirian los vic-
torianos). "La ley y el padre" controlando/ pro-
piciando la huida en nombre del amor. El exceso
negado por la retórica, por la convención. "Lo,
enamorados" sujetos al/del poder evitando
constantemente la sexialidad y "los comedian-
tes", cuyo sentido de la realidad lleno de humor
e imaginación "acentúa y limita a la vez la aérea
fantasía de las hadas y al mismo tiempo las
graciosas intrigas constituyen un comentario
dramático respecto a la basta terrenalidad de los
actores aficionados de la vida de lasguildas a fi-
nales del Medioveo." (8)
"El Sueño" como cualquier sueño es una
realización del deseo. El poder se inmiscuye en
los sueños. Confusión propiciada entre lo real y
lo maravilloso. Lo real maravilloso hermeneuti-
zado. Se propicia la transgresión, para utilizar
voluptuosidades y culpas, para que todo siga
igual en la apariencia del caos y la ambiguedad.
Circo donde eros es domado, cabaret donde el
poder se travestiza en perverso. Teatro en el tea-
tro. Teatro de la realidad en el teatro de la magia
en el teatro, para mostrar las mil caras que con-
trolan el deseo. El amor en/de todos los teatros
posibles y el por qué de todas las sexualidades
negadas, de la elipsis, de los substitutivos
líricos. Trabajo sobre lo cómico, sobre lo
erótico, para provocar la risa y para encontrar el
azar, la sorpresa, para conflictivizar constante-
mente en el equivoco, siempre fieles a
Shakespeare terminar diciendo como Puck, el
duende, el fool, el dado:
Si nosotros, vanas sombras, os hemos ofendido/
pensad solo esto, y todo está arreglado:/ que os
habéis quedado aquí durmiendo/ mientras han
aparecido estas visiones/ y esta débil y humilde
ficción/ no tendrá sino la inconsistencia de un
sueño.
NOTAS
II) Manuel Angel Conejero. Shakespeare orden y caos.
Fernando Torres Ed. Valencia 1975 pág. 30.
lb Obra citada pág. 11 I
(3) Obra citada pág. 26
(4) Obra citada pag. 17
(5) Xavier Roben de Ventós. La estelica y sus
herejías. Ed. Anagrama, Barcelona 1974. pág. 296.
(6) Jan Roa. Apuntes sobre Shakespeare. Seis Barral
Ed. Barcelona 1969. pág. 263.
1 71 M. A. Conejero. Ob. cit. pág. 15.
(8) Robert Weimann. Hacia un enfoque histórico de
Shakespeare. En "Shakespeare en un mundo cambian-
te" Ediciones Silaba. B. A. 1966 pág. 36.
53


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escritos inconformistas del mas gran
defensor de una política humana
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En la mesa redonda que a continuación se
transcribe, participaron. a titulo personal.
los cineastas militantes. Manuel Esteban,
Jesús Garay, Jaime Larrain. Elena Lumbre-
ras, Joan Puig. Llorenç Soler. Pere Joan
Ventura, Gustavo Hernández y -Ernesto
Blasi, aunque los dos últimos sólo partici-
paron en calidad de "oyentes". Por parte de
EL VIEJO TOPO estuvieron presentes To-
más Delclós; Félix Fanés y Octavi Martí.
VT.- ¿Cómo definirlais, a partir de vuestra
propia experiencia, el cine militante?
Esteban.- Cinc militante es aquél que apoya
una opción concreta. En este sentido. tan
militante es el cine . que hacemos nosotros
como Raza, por ejemplo.
Soler.- Para mí. cine militante es el que está
al servicio de una ideologia democrática.
Larrain.- Yo introduciría una matización:
hay cine militante, cinc politico. cine revo-
lucionario. cine popular y cine panfletario.
Cine politico sería El caso Mattei, aunque
también una película americana de aparien-
cia ideológica inocente podría ser politica.
por lo reaccionaria. Cine militante sería el
que se adscribe a una praxis política a tra-
vés de un partido. o en general. a una ecu-
además de por estar realizado al margen de
de rechazo frente al bloqueo ideológico del
cine dominante. y por inspirarse en unos
sa. que para los aquí presentes seria, supon- 0
go, la del socialismo y la democracia. El ci-
ne revolucionario seria el que apoya un
proceso revolucionario ya instalado en el
poder. como en Cuba. Un ejemplo de cine
popular podria ser el melodrama mexicano,
que tiene mucha aceptación entre las masas,
pero que puede ser de derechas o de iz-
quierdas. Cine panfletario seria el que se
hace en algunos momentos de La hora de los
hornos...
Lumbreras.- Otro ejemplo de cine panfleta-
rio podría ser el de esa película argentina
que enseña a fabricar un cóctel Molotov.
Soler.- ¡ Eso es cine didáctico!
VT.- Creo que, para evitar ambigüedades, co-
mo la que se deduce de la identificación entre
"popular" y "de audiencia masiva", lo que
nos remitirla al problema del populismo, po-
dríamos limitar la expresión "cine militante"
al cine producido, distribuido y exhibido al
. margen de los mecanismos industriales norma-
les.
Esteban.- Yo aceptarla la definición de La-
rrain del cine militante como cine produci-
do por y para un partido determina&
Puig.- El cine calificado de militante , o de
11 una nueva relación con el espectador, modifi-
g Puig.- El cine militante , en tanto que alter-
a; nativa ideológica. debe basarse en una vo-
marginal, alternativo, etc.. se caracterizan
los canales habituales, por su clara voluntad
presupuestos objetivos que oscilan desde
cuestiones muy tácticas (tratamiento de
problemas inmediatos) hasta cuestiones es-
tratégicas (de avance progresivo hacia el so-
cialismo). En este sentido, creo que el es-
quema de Larrain no es válido,
Larraln.- Yo no proponia un esquema. pre-
tendia evitar la ambigüedad. Por ejemplo.
no es lo mismo "marginal" que "margina-
do". Cabe incluso la posibilidad de que en
el futuro haya un cine sometido a una
"operación sandwich", comprimido entre el
poder establecido y los partidos. Los ci-
neastas que no estén. de acuerdo con el po-
der establecido ni adscritos a un partido,
pueden verse faltos de recursos. totalmente
marginados.
Soler.- Asi, pues. ¿qué es lo militante: el d.-
ne o el cineasta? ¿El cine hecho por mili-
tantes de un partido, evidentemente de iz-
quierdas, o el cine realizado por gente indo'
pendiente que persigue. al margen de un
partido, objetivos socialistas?
Esteban.- Para mi, cine militante es el que
se adscribe a un partido.
Soler.- Esto conviene precisarlo. Si yo hago
un film cargándome determinadas estructu-
ras, sin militar en un partido. ¿eso no es ci-
ne militante?
Esteban.- Pero ¿militante de qué?
Soler.- De una causa más general.
VT.- Dejando al margen este tipo de cine que
mitifica su propia marginación, y que se auto-
considera revolucionario por el mero hecho de
ser rodado en super 8 o video, podríamos cen-
trarnos en el cine que recupera unas imágenes,
escamoteadas por la información oficial, que
se refiere a los problemas de las clases popu-
lares y que construye un discurso sobre ellos.
Esteban.- En una situación de normalidad
democrática, esta información la puede cu-
brir la televisión.
VT.- Una cosa son retazos, imágenes sueltas,
y otra una información estructurada en torno a
un discurso politico. Hay otra cuestión: no po-
demos limitarnos a definir el cine militante
por su temática, como si las clases populares
sólo se Interesasen por la crónica de un mitin
o una huelga, por los problemas de su barrio,
etc. Creo que también hay que tener en cuenta
el lenguaje: el cine militante deberla proponer
cando la función del espectáculo, introduciendo
nuevos códigos.
luntad de abandono de los códigos naturali-
zados. invisibles, inherentes al cine domi-
55
 MIRK100 01 1 11111 M
nante. Debe trabajar la imagen y poner en
evidencia sus sitemas de significación. Debe
proponer una alternativa de clase ianto a
nivel de contenido como a nivel de la ex-
presión.
VT.- Buena parte del público obrero y popular
participa de los códigos dominantes. ¿En qué
medida, para aumentar la rentabilidad politica
de una película, se pueden "rebajar" sus exi-
gencias formales?
Soler.- Es evidente que los gustos estéticos
de la gente están deformados por el sistema
burgués de producción y que el cine mili-
tante ha de partir de unos códigos icónicos
distintos a los del cine dominante. De todos
modos, hay que precisar que no todo vare:
rodando una manifestación, por ejemplo, la
cámara se mueve, no hay focos, el diafrag-
ma no está en su punto. etc.: todo ello tiene
un interés documental y nos habla de unas
condiciones de trabajo. Pero también creo
que el cine militante ha de tener una lectura
clara. Si lanzamos panfletos indescifrables
hechos con una vietnamita primitiva, la gen-
te no los entenderá. El cineasta militante
debe procurar ser legible. explicarse bien.
Lumbreras.- Para mi. éste es un falso pro-
blema. La separación forma/contenido es
típicamente burguesa. Estoy de acuerdo en
que lo que se quiere .explicar debe vehicu-
larse a través de una imagen correcta, al
menos desde el punto de vista técnico. Pero
también debemos crear un nuevo lenguaje
que se adapte al contenido que queiemos
explicitar. Yen este punto partimos de ce-
ro. Los que habéis asistido a festivales de
cine político en el extranjero, sabréis que
éste es un problema general. También los
cubanos empezaron a hacer cine imitando
el lenguaje de la burguesía hollywoodiense.
régimen franquista. los . Nodos y el cine
dominante (tanto en la variante del cine
logia. Hay unas reglas que se han de respe-
tar, como el plano...
Lumbreras.- ¡ Las reglas las hemos de crear
nosotros!
Garay.- Habría que tener en cuenta la co-
yuntura específica en que ha surgido • en
nuestro país el cine militante. Durante el
régimen franquista, los Nodos y el cinc do-
minante (tanto en la variante del cinc
político tipo Raza como de la comedia in-
trascendente) cubren toda la información.
Pero a partir de determinado momento. se
va ganando un espacio. se va creando un
cine que a veces es una foto, otras el retrato
de una manifestación o de un acto político
clandestino, y así se va configurando un
corpus vago que puede llamarse "cine testi-
monial" o "cine antifascista". pero no cinc
militante en el sentido de un cine que res-
ponde a una ideología de clase muy concre-
ta. Estos elementos tienen sentido en- un
momento en que no hay posibilidades de
transmitir otras imágenes que las oficiales.
pero no en un momento como el actual en
56
el que las posibilidades son mayores. Todo
esto viene a cuento porque me parece que
se está eludiendo hablar de las motivaciones
que nos llevan a hacer este tipo de cine,de
la fascinación que conlleva el espectáculo.
el tinglado cinematográfico . Estamos ha- -
blando del cine militante como si fuese una
especie de panacea salvadora, con un senti-
do mesiánico que es precisamente una de
las características del cine dominante.
Lumbreras.- No he entendido muy bien lo
que quieres decir.
Garay.- Digo que una cosa es producir una
serie de imágenes destinadas a llenar un va-
cio. a dar un testimonio de la realidad, y
otra pire:lucir un discurso especificamente
cinematográfico. Ahí es donde aparecen
problemas como el del código al que os ha-
béis referido antes. Y otros, como el pro-
blema personal del propio cineasta, en tanto
que hablar de cine es hablar de una practi-
ca, de pulsiones. de segundas intenciones,
en definitiva, de la ideologia que genera
nuestro propio trabajo. No creo que la gen-
te del cine militante esté fuera de toda sos-
pecha y pueda señalar con el dedo al que
:lace cine de autor, elucubraciones intelec-
tuales o simbólicas. etc.
VT.- Parece como si ciertos códigos, métodos
de representación, etc., hubiesen de ser recha-
zados por el simple hecho de pertenecer al ci-
ne dominante, y como si hubiese que aceptar
ciertos códigos alternativos sólo por ser alter-
nativos. Por ejemplo, hay opciones fundamen-
tales, como escoger el camino de la ficción,
que deberian justificarse.
Soler.- No se puede hacer tabla rasa de
ochenta años de cine. Hay elementos del ci-
ne burgués que pueden ser recuperables.
Larrain.- Aunque el cine marginal no puede
tratar de competir en el mercado capitalista.
pues tendría que luchar contra un enemigo
que posee aTmas muy superiores. sí debe
competir en el plano ideológico. La indus-
tria cinematográfica capitalista introduce
entre la clase obrera una ideología indivi-
dualista, machista, fanáticamente religiosa.
a
u
El cine militante no debe dirigirse sólo a un
v.
público ya concienciado. Debe tratar de
u
desmontar la realidad. eso que la derecha
V
llama la realidad.
VT.- ¿Hasta qué punto el cine militante debe la
procurar no aburrir a su público, aunque esto
represente renunciar a la creación de nuevas
formas de representación y ampararse en las
que vehiculan la ideologia dominante?
Garay.- Esto plantea el problema del goce, fi
e
de lo lúdico en el espectáculo.
Lumbreras.- Yo no creo que el cine militan- Ii
u
te esté reñido con el espectáculo, con la fic-
ción, con el cine argumenta!. Nosotros uti-
lizamos un medio, que es el cine, como
otros utilizan la literatura o la música, y en
u
nuestro medio hemos de expresarnos bien,
pero no imitando el quehacer de la burgue- 3
sd
sía. •
VT.- ¿Por qué no se puede emplear el lengua-
je de la burguesia?
Lumbreras.- Primero, porque lo ha creado
ella. Y segundo. porque si intentamos hacer
un discurso de clase, de una clase que será
la hegemónica. que tiene otra visión del
mundo, ese discurso ha de ser forzosamente
distinto al de la burguesía. Lo que han ro-
dado los compañeros de Laforsa en el inte-
rior de su fábrica es completamente distin-
to a lo que hubiera hecho TVE. por ejem-
plo.
Larrain.- Si hacemos un análisis de la reali-
dad de un determinado pais y llegamos a la
conclusión de que el melodrama está arrai-
gadisimo entre la población, a lo mejor se-
ria políticamente eficaz producir melodra-
mas, con todos los elementos emotivos que
arrastran a la gente, pero con contenidos
revertidos. Creo que es lícito tratar de ga-
narse a determinado sector de la población
y mostrarle otras formas de pensar. Durante
mi experiencia en el Chile de la Unidad Po-
pular. comprobé lo increíble que llega a ser
la deformación de la visión que los intelec-
tuales tienen de la clase obrera. Hay un ex-
ceso de voluntarismo. Queremos que la cla-
se obrera sea como creemos que es.
Lumbreras.- Cierta manipulación es inevita-
ble. Si haces una película sobre el campesi- •
nado, eliges a determinado tipo de campesi-
nos y excluyes a otros. Pero cuando discu-
tes la película con ellos, cuando les pregun-
tas lo que ellos creen que debe ponerse o
subrayarse, entonces, aunque con evidentes
limitaciones. estás elaborando un discurso
común con ellos. Hablo por experiencia
propia. Nosotros discutimos con los obre'
ros de Laforsa todo el proceso de filmación
y montaje. y esto me parece válido. No creo
que sea obrerismo.
Larrain.- Pero a nivel de eficacia política, a
lo mejor hubiera sido más adecuado plan-
tearse otro tema, como el de si España debe
o no entrar en la OTAN o en el Mercado
1011111Wi rinellg4le1111IMIRKII
Común. Puede que vuestro film sobre la lu-
cha de Laforsa haya contribuido al logro de
unas reivindicaciones, pero lo interesante es
ver la importancia de esa lucha concreta en
un contexto más general.
VT.- Habéis hablado de eficacia y de manipu-
ladón, que son conceptos bastante ambiguos.
Defender el melodrama, aún revertiendo su
contenido, para, empleando sus trucos, propo-
ner "otra forma de pensar", puede servir pa-
ra vender una ideologia, pero de este modo di-
ficilmente lograrás que el espectador deje de
estar hipnotizado y acceda a un pensamiento
libre. Brecht pedia que cada espectador fuese
un especialista, y una de las condiciones bási-
cas para que esto pueda darse es asumir abier-
tamente la inevitabilidad de la manipulación.
Hay que reclamar un espectáculo que conlleve
una deconstrucción.
Esteban.- Pero la idea de Elena Lumbreras,
según la cual la nueva estética se consigue
N
dándole una cámara al obrero, no me pare-
ce muy convincente.
Lumbreras.- El obrero puede aprender a
manejar una cámara, como puede aprender
a leer y a escribir. ¿por qué no?
Esteban.- ¡ Muy bien!
Lumbreras.- He citado el caso de Laforsa
porque la gente que ve la película se siente
particularmente emocionada ante el plano
rodado por los obreros. Y el público no sa-
be que fuéron ellos quienes lo filmaron.
VT.- Habitualmente, los obreros- consumen lo
que hemos dado en llamar cine dominante.
Resulta un poco dificil pensar que sean capa-
ces de inventar un lenguaje cinematográfico
propio de un modo tan natural.
Esteban.- Un plano filmado por un obrero
puede transmitir la sensación de un film
amateur, su misma imperfección puede
mostrar cierta fascinación pi& ese objeto
mágico que es la cámara. ¡Pero de ahí a
crear una nueva estética...! Me parece peli-
groso glorificar así las cosas.
Lumbreras.- ¡Claro que es peligroso! En
cuanto se trata de darle a la clase trabajado-
ra una autonomía y de potenciar su cultura
se está haciendo algo muy peligroso. Lumbreras, ¿V quién lo niega? Puig.- A mí me gustaría precisar que antes
VT.- De todos modos, resulta dificil aceptar lo VT.- Pero aparte de los problemas tecno- me he referido a una distinción 'entre el
que dices. Cuesta creer que los planos rodadas lógicos de la reproducción de la imagen, hay plano del contenido y el plano de la expre-
por los trabajadores tengan una composición otros problemas. Por ejemplo, hay una sión, y con ello quena decir que. una vez
que exprese su punto de vista de clase. pelicula, que no sé si habréis visto, titulada El terminada una etapa histórica en la que el
Lumbreras.- La verdad es que. a nosotros. sindicalista y dirigida por Luciano Salce, que voluntamiento era condición indispensable
todo este problema del lenguaje y los códi- trata de problemas obreros, de una huelga en a la hora de presentar unas imágenes, el ci-
gos no nos preocupa demasiado. Creemos una fábrica. Es un film muy bufo, cuyo ne militante debe reclamar una suerte de
que hay que filmar del modo más correcto protagonista, Lando Buzzanca, tiene una se- control lingüístico.
posible, desde todos los puntos de vista, ñora, unos hijos, una querida, todo lo cual se Garay.- Hemos dicho que el cine militante
vehicular la ideología de la mejor manera. nos presenta en el marco de un determinado debería renunciar al lenguaje dominante. y
Pero estas distinciones entre lenguaje y for- desarrollo argumental que también engloba los hay una buena razón para ello: precisamen-
ma nos parecen absoletas. problemas de la empresa en que trabaja. Aqui te el hecho de que sea un lenguaje domi-
Soler.- Antes Larrain ha hablado de los hay una opción narrativa, consciente o no. nante. Sin embargo. pienso que estamos
medios y de los códigos del enemigo. Es Como la hay en vuestro film sobre Laforsa, eludiendo ciertas cuestiones. Por ejemplo.
evidente que con un zoom de 120 puedo aunque sólo sea por el hecho de que en uno de ¿hasta que punto el hecho de que los pro-
acercarme a una realidad que con un zoom los protagonistas son profesionales y en el otro tagonistas de este tipo de cine no sean
de 10 se me escapa. Si se tienen más me- son obreros. Y decir esto no me parece nada actores profesionales, sino los mismos pro-
dios. se tiene más eficacia politira. obsoleto. tagonistas de este tipo de cine no sean

57
J
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CretreNelores Vaella Marques de
Barbara 15 00000-1
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ye a un sistema de reconocimiento de fas-
cinación? ¿Hasta que punto esta alegría
que produce el verse reflejado en una pan-
talla no forma parte de un sistema
enajenante propiciado por el propio cine?
Estamos hablando como si el cine militante
fuese un compartimento estanco aislado del
resto de la problemática cinematográfica, de
este viejo truco, de ese milagro que es el ci-
ne. Yo creo que tan truco es un film mili-
tante como una película de Losey. A lo me-
jor sería interesante recordar el caso de
Medievkin. el caso del cine-tren. Porque.
¿que hacia este hombre, quizá para eludir el
problema de la fascinación? Pues hacia
cosas muy concretas, como irse a una de-
terminada zona en la que sabia que existían
problemas de producción agrícola o indus-
trial, acampaba alli con sus colaboradores y
observaba detalles que le parecian intere-
santes. Si descubrían, por ejemplo, que en
la zona había muchos alcohólicos. seguian
un trabajador borracho y lo filmaban. Al
dia siguiente, se proyectaba la película ante
toda la población y el trabajador. al recono-
cerse, se sentía ridículo, y dejaba de beber.
por lo menos hasta que el cine-tren se mar-
chaba. En este sentido, era un cine muy
productivo, aunque trabajaba sobre anéc-
dotas muy concretas.
VT.- El cine-tren, aparte de su carácter de
cine-policia, se servia de las fascinaciones co-
mo un elemento útil, con el que lograba una
impresión de veracidad absoluta que influía en
el receptor, obligándole a creerse todo lo que
-venía después. La conclusión es que, uno de los
ingredientes cinematográficos más denostados,
el de la fascinación, puede jugar una función
positiva políticamente hablando. Ante esto,
¿qué se debe hacer? ¿Crear un nuevo lenguaje
que combata esta fascinación, con lo que se
entra en un proceso que nadie sabe a donde
lleva, o servirse politicamente de ella, a pesar
de ser una herencia del cine burgués?
Soler.- El cine militante no tiene porque ser
de ficción, o documental, narrativo o no-
narrativo, ni tiene por que estar protagoni-
zado por trabajadores.
Lumbreras.- Lo que yo quería decir es que
el cine militante debe contar, de un modo u
otro, con la clase trabajadora.
Larraín.- Pero no es imprescindible que
aparezca en la pantalla. La referencia a la
lucha de clases puede encontrarse en una
reflexión 'dirigida directamente a la clase
dominante.
VT.- A partir de la experiencia francesa,
quizá seria interesante hablar de la capacidad
de la burguesía para reconducir determinados
discursos y encerrarlos en ghettos en los que
su valor explosivo y revolucionario queda abso-
lutamente amortiguado, convirtiéndolos en una
información redundante, circunscribiéndolos a
un ámbito que ya participa de lo que en ellos
se comunica. -
Ventura.- Esta es una situación un poco ex-
trema. y no creo que podamos circunscri-,
birla exclusivamente al terreno cinemato-
gráfico. Quizá si la remitimos a un contexto
político más general, nos daremos cuenta de
que se debe a la errónea actitud de deter-
minados partidos políticos de izquierdas,
errónea por lo que tiene de abandonista y
por limitärse a prácticas especificas sin
relacionarlas mutuamente entre si.
Soler.- Yo pienso que, en estos momentos,
el cine militante tiene unos objetivos muy
claros, aunque seguramente cambiarán
cuando estemos en una sociedad demo-
crática. En Cuba, por ejemplo. ¿qué razón
de ser tiene el cine militante? ¿Tiene que
adoptarse siempre una actitud crítica al po-
der establecido, aunque sea un poder de iz-
quierda...?
VT.- No nos estamos refiriendo a una socie-
dad socialista, ni a una sociedad en la que la
izquierda esté consolidada en el poder, sino a
una sociedad de capitalismo avanzado, bur-
guesa y liberal. Tratábamos de poner en duda
el valor revolucionario del cine militante y del
cine en general, apuntando en cambio la posi-
bilidad de reconversión que tendría el cine si
profundizase sus posibilidades como instru-
mentos de conocimiento.
Ventura.- El cine militante tiene un poten-
cial transgresor en su propia organización.
Los colectivos que lo realizan se proponen
intervenir a todos los niveles, empezando
por sí mismos, por modificar sus relaciones
de producción. Esto hay que plantearlo glo-
balmente, de lo contrario nos podemos en-
contrar en el mismo dilema en que se en-
contró en su día el cinc político, que , no sa-
bia muy bien si era un genero especifico o
no. Ahora está claro que si lo cs. Y lo mis-
mo puede acabar sucediendo con el cine
militante.
Lumbreras.- Sc trata de conocer la realidad
para transformarla.
VT.- ¿El cine militante no puede llegar a
convertirse en un engranaje del poder? y no lo
digo por el gusto de mostrarme catastrofista,
sino para señalar que hacer cine militante no
es algo necesariamente subversivo o revolucio-
nario.
Soler.- Es evidente que el cine militante por
el cine militante no tiene sentido, pero hay
cosas que la burguesía no puede asumir.
Larrain.- ¿Cuáles? j, Watergate. por ejem-
plo? Esto ya ha sido integrado.
VT.- No se trata de que el poder asuma el ci-
ne militante y lo haga suyo, sino de que nos
concede un espacio prefijado. La función pri-
mordial del cine militante debería ser la de
romper con este encasillamiento, la de no cir-
cunscribirse a una lucha con la imagen, sino
intervenir en una lucha encaminada a trans-
gredir el reducto que el poder nos impone.
Hay que llenar de arena el engranaje del
poder.
Larrain.- A mi me parece que para unas co-
sas hay muchos cineastas y para otras muy
pocos. Es preciso un mínimo consenso, ac-
tualmente todavía problemático, a partir del
cuál repartir las tareas y copar distintos
frentes ampliando el abanico en función de
un objetivo claramente elaborado. Si se
pretende llegar al máximo de público. si se
quiere conseguir una base política que per-
mita afrontar un cambio revolucionario, es
fundamental abarcar una amplia gama de
medios: tendría que haber cineastas que in-
tentaran introducirse en TV.. otros que co-
paran el sector reivindivativo. otros que
llevasen a cabo una campaña internacional.
etc.
Lumbreras.- Estoy de acuerdo con lo que
dice Larrain. Hay que combatir en todos los
frentes. Cro que el hecho de que hayamos
asumido una serie de responsabilidades, que
hayamos cortado el círculo de clandestini-
dad en que el poder nos había encerrado
durante tantos años, que hayamos impuesto
nuestra presencia y puestro cine en los ba-
rrios, que lo hayamos divulgado y dado a
conocer a la prensa, es ya el inicio de una
política coherente, que no implica ningún
afán de protagonismo, aunque tergiver-
sando las cosas se nos acuse a veces de
esto. Hay cosas que deberían unir a todos
los cineastas en un frente común, como,
por ejemplo, el hecho de que determinados
laboratorios boicoteen nuestro trabajo. Me
parece muy importante lo que decía La-
rrain: es necesario hacer una política con-
junta en torno a unos objetivos comunes.
Hay que ganar un espacio. sin esperar in -
genuamente a que nos lo de el poder. El
poder hará todo lo contrarío: tratará de
mermarnos, de devolvernos a la clandesti-
nidad. de reducirnos al olvido y al silencio.
.Garay.- ;Quien sabe! Quizá dentro de un
año el poder nos este subvencionando.
Lumbreras.- Eso ya lo veremos.
Garay.- Lo que pasa es que hasta ahora he-
mos sido fascistas, pero según parece den-
tro de un año ya nos habrán democratizado.
No olvides que el sistema es una máquina
capaz de engullirlo todo. hasta los clavos.
59
I el I I Mg" I I 411 I I
e e e . -
e. = =
EUGENI BONET
Examinando el contenido de los artículos
que sobre el video aparecen. de tiempo en
tiempo. me da la sensación de que nos esta-
mos quedando siempre en las generali-
dades. en una divulgación entusiasta y
superficial. desde el momento en que la
confrontamos con la situación de este me-
dio en nuestro país
En esta ocasión, dejaremos de lado las ge-
neralidades de carácter descriptivo, para
examinar otras cuestiones incidentes en el
hecho Video. Este articulo debia ser, en
principio, una crónica/critica del llamado
"Festival internacional de Video", que tuvo
lugar recientemente en la Fundació Joan
Miró de Barcelona, para, partiendo de lo
particular, llegar a lo general, una exposi-
ción de los aspectos negativos que concu-
rren en el fenómeno Video, o, más concre-
tamente, en el llamado Video-Art. Pero, fi-
nalmente se ha invertido el proceso: partir
de lo general (analizar estos aspectos que
restriñen la visión de las importantes posi-
bilidades de este medio) para llegar a lo
particular (comprobar la inutilidad del
mencionado Festival). -
ESBOZO DE LOS ASPECTOS
NEGATIVOS DEL VIDEO-ART
Primera proposición. El video es, funda-
mentalmente, un medio, una herramienta, y
sus caracteristicas permiten que. de entrada,
se .pueda utilizar de cualquier manera, desde
la utilización puramente personal hasta uti-
lizaciones de tipo represivo (vigilancia en
fábricas, etc.) , pasando por utilizaciones ar- más reducida en el contexto general del Vi-
tísticas. pedagógicas, científicas, politicas.
60
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elI In el
.2. -X- -- -5. e
-.
-
comerciales. lúdicas, etc. Como cualquier
medio de comunicación, está sujeto, pues, a
todo tipo de apropiaciones ideológicas.
El fenómeno Video-Art es una apropiación
más del video. concretada de un modo cre-
ciente dentro del sistema/mercado artístico..
Desde que Nam June Paik empieza a utili-
zar el video portátil en 1965, hasta el mo-
mento actual, se ha verificado un proceso
de integración —.paralelo al de otros me-
dios y otras tendencias— de lo que en prin-
cipio se calificaba de medio-alternativo,
hasta su codificación como un objeto mer-
cantil-artístico más. Para los órganos de de-
cisión del sistema del arte, se ha obtenido
un nuevo "ismo", una nueva moda cultu-
ral-vanguardista, para los artistas, una nue-
va herramienta de trabajo. Aquellos contro-
lan la difusión y estos se limitan a producir;
se trata, obviamente, de una cuestión eco-
nómico-ideológica y no estético-comunica-
tiva. Y, por en medio, un estudiado juego
de disfraces...
La- transformación del video-tape (como
soporte de una expresión conceptual) en un
objeto (—mercancía), aparece ya muy tem-
prano: ciertas galerías y ediciones de arte se
fijan en el nuevo producto vanguardista e
inician series de tirada limitada, numeradas
y firmadas por el artista, con lo cual se au-
menta el valor del producto. Es la necesi-
dad de integrar las nuevas tendencias ar-
tísticas, y buscar la manera de vender lo
tradicionalmente invendible. Este proceso,
aunque significativo, tiene una importancia
deo-Art. ya que sólo afecta a unas organi-
I
zaciones concretas y a unos artistas privile-
giados, si consideramos la gran horda de
operadores video que circulan por las cons-
tantes muestras colectivas. Y es en ese con-
texto donde podemos señalar los puntos
negativos generales a que nos hemos refe- 4
rido:
—La transformación del Video-Art en un
arte-de-catálog o, donde figurar en el ca-
tálogo es lo más importante. El video-tape
mismo es ya un elemento secundario mu-
chas veces, previsto para un amplio número
de variaciones en cuanto a relaciones des-
proporcionadas de audiencia, calidad, etc.
A menudo, el catálogo se convierte en un
auténtico metalenguaj e o en un objeto es-
tético •en si.
—La conversión de un nuevo medio en un
gadget. Los aparatos adquieren frecuente-
mente un protagonismo. que viene determi- t..
nado por la organización del espacio y por
la curiosidad del público medio hacia el
nuevo electrodoméstico; y esto, más los
otros factores mencionados, determina tam-
bién una dimensión trivializadora del soft-
ware (los video-tapes y video-cassettes).
Entonces, el papel del receptor se reduce a
unas opciones de "gusto", y la exhibición,
a una especie de ir poniendo y cambiando
discos. He ahí una nueva posibilidad para
los comerciantes atentos: el video/juke-
box.
—Las lagunas informativas de estas mues-
tras suelen ser inevitables, lo peor es que,
cuando se proporcionan unos datos teóricos
desajustados al material presentado. se está
muchas veces manipulando la conciencia
del receptor, dirigiéndole hacia los intereses
propios del sistema del arte, y. a la vez, di-
luyendo las opciones de que tanto se habla
(el feed-back, capacidad de respuesta. alter-
natividad, etc.). Asi, estos datos son reci-
clados después por los cronistas, que mu-
chas veces permanecen desconectados de la
realidad objetiva del medio.
LA IDEOLOGIA EN LA
INFORMACION SOBRE EL VIDEO
Seguidamente, ampliaremos el punto ante-
rior, conectándolo ya con la experiencia
concreta del diencionado "Festival Interna-
cional de Video". Para ello, he partido de
una lectura de diversos textos del CAYC
(Cauro de Arte y Comunicación de Argen-
tina, organizador, junto con la Fundació
Miró, de este Festival, y que. desde 1975,
viene organizando periódicamente, en dis-
tintos paises, varias muestras de este tipo) y
también de las informaciones aparecidas en
la prensa durante y después del Festival.
Los puntos centrales, recogidos en los tex-
tos citados, se refieren a la concepción del
Encuentro (voz original, transformada por
la Fundació Miró en la de Festival), y a la
concepción del video como alternativa.
Los textos del CAYC, cuyo autor es Jorge
Glusberg (director del Centro, a la vez que
 immempri
critico, artista e ingeniero) subrayan cons-
tantemente su punto de vista "como lati-
noamericanos...". y esto quiere decir, como
trabajadores de la cultura inmersos en una
situación conflictiva, social y politicamente:
conscientes, por tanto, de la necesidad de
insertar su trabajo en un proceso revolucio-
nario. Pero, las inconsistencias en la con-
junción teórico-práctica se advierten rápi-
damente...
f. La idea de Encuentro-Internacional se en-
: e tiende como un proceso que debe facilitar el
diálogo y el intercambio de información en-
tre artistas y especialistas, y entre éstos y el
público. Si lo primero es, más o menos.
factible, lo segundo es un mero plantea- Girl in Kirie. de Kaisuhiro Yamaguehi.
miento. que deja de funcionar en el mismo
instante en que se desatienden las necesida-
des informativas de cada público concreto.
- Un internacionalismo mal entendido. por
tanto.
Encuentro-Abierto significa (dicen) que co-
i,, rresponde al público la misión de seleccio-
nar y decidir sobre el material, y al critico o
, especialista, el papel de intermediario, que
i debe facilitar al público las informaciones
necesarias. El mismo problema: si en algu-
nos países puede existir un mínimo back-
ground informativo, ¿qué sucede en aque-
llos países en los que la dimensión media-
dora del especialista es nulh o altamente re-
ducida?
En cuanto a la concepción alternativa apa- visores.
yada ("Como latinoamericanos..."), esta se
reduce a dos factores:
Primero. La misma adopción de los avances
tecnológicos, propios del progreso cientifl-
co, es ya revolucionaria (frente a los medios
tradicionales, supongo). El argumento es
que. si la ciencia se opone a la ideología y
el arte es ideologia, la adopción de los siste-
mas tecnológicos avanzados, comporta ya
un proceso de desideologización.
Segundo. El video es un medio alternativo a
la televisión (TV estatal o comercial). Este
aspecto, que ha sido ampliamente for-
mulado por René Berger, cuando habla de
microtelevisión frente a macrotelevísión, se
puede tornar ambiguo al considerarlo desde
una óptica reduccionista (tomando la parte
por el todo).
Por tanto, cabe hacer una pregunta: la alter-
natividad Les específica de un medio tecno-
lógico o de una determinada utilización? La
endeblez de las formulaciones translucidas.
deja el campo abierto a las apropiaciones
ideológicas.
UN FESTIVAL FRACASADO
Volviendo, fi nalmente, a la muestra ofreci-
da en la Fundació Miró, podemos decir que
ésta reafirma los tres aspectos negativos se-
ñalados:
1. 0 Conversión del VideoArt en un arte-de-
catálogo. En este festival se anunciaban 308
participantes, de un total de 26 países, pero
la realidad era otra (a lo sumo habría unos
80 video-tapes). y. haciendo un sencillo
cálculo, se puede comprobar que, aunque
hubieran llegado todos los video-tapes. hu-
biera sido prácticamente imposible pasarlos
en el tiempo marcado y en la instalación
hecha. Una muestra imposible desde el pri-
mer momento, pues.
2.") Conversión de un nuevo medio en un
gadget. El espacio en que tenía lugar la
muestra podía ser perfectamente el stand de
una feria de muestras, que los video-tapes
fueran de artistas o de "comerciales" poca
importancia hubiera tenido Las empresas
que cedieron los aparatos pueden estar con-
tentas: el aparato era el mensaje.
A nivel anecdótico. diremos que los video--
tapes se ponían y se sacaban al antojo de .
las personas que manipulaban los aparatos.
a algunos videos se les eliminaba el sonido,
y había también unas ciertas cintas privile-
giadas que se repetían invariablemente. Co-
mo caso curioso, pude presenciar como se
cortaba súbitamente el pase de una cinta
("Coumdensation Mucus". del grupo inglés
COUM) en la que se veía a un hombre
masturbándose dieciséis veces consecutivas.
cinta que, precisamente. centraba con evi-
,a•
dente magnetismo la atención de la audien-
cia, que se olvidaba prácticamente de los
otros videos.
3.°) Ausencia de información. En cuanto a
Charlotte Moorman tocando el violoncello de tele- publicaciones, se limitaban a unas hojitas
iriunfalistas con un texto de presentación y
con la lista de los trescientos y pico fantas-
males participantes. La organización del es-
114i' pacio y de los pases, sin ningún tipo de
programación, se abandonaba al azar o al
simple descuido. Absoluto caos. Hay que
señalar que algunos videos que aportaban
opciones diferentes, como los de Margarita
D'Amico y el-grupo Cinevideo UCV de
Venezuela, que estaban allí presentes, no se
vieron, debido a la mala organización, ne-
gándose los autores a pasar sus trabajos en
semejantes condiciones.
En cuanto al coloquio sobre "Comunica-
ción y Video", se redujo a una serie de in-
tervenciones individuales, sin ninguna
Douglas Davis: Talk out! coordinación, que, salvo algunas excepcio-
nes, no conducían a nada. Como hecho sig-
nificativo, anotemos la ausencia de cinco de
los siete participantes españoles que debían
acudir a la mesa (asimismo, en la Muestra
Video sólo se pudo ver una cinta de un au-
tor español, entre las varias anunciadas).
La conclusión a todo esto, es que este En-
cuentro de Video no ha sido más que una
experiencia nula dentro del lento proceso de
la práctica video en nuestro país. Un cero a
la izquierda o simplemente un cero, que no
cuenta. Frente a esto, no queda más que
añadir unía coletilla reafirmando la existen-
cia de unas experiencias anteriores mucho
más productivas (a pesar de sus espacia-
mientas), e informar que están en avanzada
Nixon distorsionado en (iffilud grnnve de Nom gestión otros proyectos, de los que muy
Juno Paik. pronto podremos hablar.
61

La atomizada izquierda norteame-
ricana tiene un nuevo problema.
En realidad, es un viejo problema
pero con nuevos protagonistas. Al
salir a la luz —a la cola del escan-
dalo Watergate-- las actividades
secretas del FBI, la CIA y otros
cuerpos represivos, el asedio a las
organizaciones de la izquierda ha
cedido en los últimos tiempos.
Pero ahora hay nuevos motivos
para sentirse paranoicos: las activi-
dades de una misteriosa secta ul-
tra-izquierdista que responde al
nombre de National Caucus of
Labor Commitees.
El NCLC adquirió notoriedad in-
ternacional gracias a su Operación
Limpieza, que fue una ofensiva a
escala nacional contra personas y
lugares asociados con el Partido
Comunista. El espectáculo de jove-
nes activistas asaltando librerías
marxistas y golpeando a sus en-
cargados —frecuentemente, perso-
nas de gran edad— asombró a los
liberales americanos y dio gran
satisfacción a la prensa de dere-
chas, que informó divertida de que
los dirigentes del P. C. tuvieron que
solicitar protecciön policiaca. Los
ataques sólo acabaron después de
que una emboscada comunista en
Filadelfia terminara con catorce
miembros de los Comités Laboris-
tas en el hospital. A raíz de esto,
intentaron reclutar pandillas del
ghetto para hacer el trabajo sucio
pero los jóvenes negros se sintieron
insultados por las actitudes de su-
perioridad de los revos y la alianza
no prosperó.
El NCLC también ha cosechado
publicidad a base de interrumpir
conferencias de personalidades po-
liticas —hasta Olof Palme sufrió el
"tratamiento" en una visita a la
ONU— y de mantener escaramu-
zas legales y de otros tipos con el
Sindicato de Trabajadores del
Automóvil (en una de sus tipics
acusaciones, su líder fue denuncia-
do conto un fascista impotente por
fotografiarse con un casco, claro
intento de evocar un pene erecto,
según parece). Además, el NCLC
se jacta de sus amplios archivos
sobre sus compañeros de la
izquierda. información que en
algún caso ha sido puesta a dispo-
sición de la policía "por razones
tácticas". Ciertamente, los departa-
mentos de policía locales mantie-
nen buenas relaciones con el
grupo, ya que sus actos de violen-
cia han quedado impunes y tampo-
co han sido perseguidos por su
talante bélico, aunque se sabe que
tienen depósitos de armas y cam-
pos de entrenamiento militar.
En lo alto de la pirámide del
NCLC está un sorprendente perno-
62
LIM
MARTILLO DE REVISIONISTAS
.1
ILHEOP 1 "11111
1 1 1111 1 1111 111111 111 1 1 11101 11
1111111111111' n11111111111111I r mental.
1111
11111111111111111i. 11111111111111
naje llamado Lyn Marcus. Su
verdadero nombre es Lyndon
LaRouche y creció en el seno de
una familia cuáquera. Durante la
segunda guerra mundial, Lyndon
se declaró objetor de conciencia y
fue encerrado en un campo de
trabajo. Allí, para polemizar con
prisioneros de ideología marxista,
se lanzó a estudiar "El capital",
convirtiéndose repentinamete al
comunismo y declarándose acto
seguido voluntario para el ejército.
De servicio en Asia, parece que se
desilusionó ante la actuación del
CUS
111111
111 I
idd11111
1111111111111111111 I
11i11111111111111111 111110
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• '111111111111 11101111
111111111 IIH 11.111
IR 11111 cación de los militantes del NCLC
Partido Comunista Indio y en
1948 ingresó en el Partido
Socialista de los Trabajadores,
principal grupo trotskista de USA.
En el SWP, Marcus intentó impo-
ner sus teorías sin demasiado éxito
por lo que en 1966 lo abandonó
definitivamente, pasando su activi-
dad política al campo de la
enseñanza (economía marxista en
la Universidad Libre de Greenwich
Village). Alli consigue agrupar a
su alrededor a varios miembros de
SDS (Estudiantes para una Socie-
dad Democrática). Según la mito-
logia del NCLC, aquel grupo de
pioneros fueron los instigadores de
la huelga y ocupación de la
Universidad de Columbia de 1968.
Otros ex militantes de SDS discu-
ten ese protagonismo y recuerdan
que la gente de Marcus estuvo a
punto de ser expulsada por utilizar
una terminología racista y sexista.
Pero SOS se desintegró en 1969 y
es entonces cuando Marcus forma
la Junta Nacional de Comités
Laboristas, cuyo brazo politice es
el US Labor Party.
La ideología del NCLC es un bati-
burrillo donde se mezclan Leo
Trotski y Josef Stalin, Wilhem
Reich y Friedrich Nietzsche. Tres
son sus bases: la violencia política,
la revolución sexual y el control
De momento, la violencia se aplica
a sindicatos y grupos de izquierda,
que son acusados de estar vendidos
a la CIA. Claro que la pureza
revolucionaria sólo se alcanza
cuando ha sido superada la repre-
sión sexual (uno de los clásicos de
Marcus es un panfleto titulado
The sexual impotence of the
Puerto Rican Socialist Party",
donde denuncia la ineficacia políti-
ca del PSP conto una consecuencia
de "su miedo a las ratas"). Entre
los credos del NCLC está el que
cada agente del FBI es un homose-
xual sádico que se masturba varias
veces al día y que practica la
bestialidad con sus perros. A esto
hay que añadir la misoginia de
Marcus, que desconfía de todas las
mujeres —y especialmente de las
feministas— por "su lesbianismo
latente - . El tratamiento de reedu-
se apoya en la terapia de grupo,
donde se busca degradar .al indi-
viduo bajo el peso de sus "culpas"
y "desviaciones", hasta que está
tan humillado que su (mica
rehabilitación posible es convertir-
se en otro engranaje del partido.-
Después de varias sesiones de
"desprogramación", uno de los
miembros de la sección inglesa del
NCLC terminó confesando en una
conferencia de prensa que había si-
do sometido a lavados de cerebro
por la CIA, que buscaba asesinar a
Marcus, único obstáculo para im-
plantar la dictadura fascista de los
Rockefeller. Otros "desprograma-
dos" terminaron'en hospitales psi-
quiátricos.
Y a pesar de todo, el NCLC ha co-
nocido una expansión extraordina-
ria en la década de los setenta. A
mediados de 1976, tenia 52 delega-
ciones en USA, 4 en Hispano-
américa y 12 en Europa, todas
unidas por telex. Sus publicaciones
--New Solidarity". "The Carn-

tiaigner" y diversos folletos—
alcanzan grandes tiradas. A las
elecciones de noviembre pasado, el
NCLC presento 98 candidatos en-
tre los que se destacaba Lyn Mar-
cus costo aspirante a la Presiden-
cia. Todo lo cual significa prosperi-
dad. Y asi nos acercamos al gran
misterio del NCLC: su financia-
ción.
Se calcula que su presupuesto
anual se acerca al millón y medio
de dólares. Para hacerse una idea
de lo que eso significa, hay que re-
cordar que el presupuesto de S.D.S.
durante el año de mayor agitación
universitaria apenas llegaba a la vi-
gésima parte de esa cantidad. Ast
que abundan las teorias sobre el
origen de tanta riqueza. Según
Noam Chomsky, "tienen una enor-
me cantidad de dinero pero yo
imagino que se trata de extorsiones
de padres ricos. No creo que el
gobierno sea lo bastante inteligente
como para organizar un grupo así.
¿Cuál seria su función? Lo único
que han logrado es que el resto de
la izquierda se una en contra de
ellos. Son todos como autómatas:
cuando intentan interrumpir mis
disertaciones, todos usan el mismo
vocabulario con el mismo tono
histérico".
La observación de Chornsky es
digna de tenerse en cuenta: los
seguidores de Marcus proceden ge-
neralmente de familias económica-
mente solidas. Claro que resultaba
mas pausible la teoría de que sus
medios son regalo de algún miste-
rioso organismo. El "Who's Who
in the CIA". que se publica anual-
mente en la República Democrática
de Alemania, les incluye en sus
páginas como parte de esa gloriosa
Agencia. Una opinión compartida
por los gobiernos de Suecia y
México. según declaraciones ofi-
ciosas. Otros se inclinan por el
FBI. ya que J. Edgar Hoover
apoyaba cualquier tipo de activida-
des que alteraran el normal fun-
cionamiento de los grupos radi-
cales. También se habla de subven-
ciones del gobierno de Iraq. Pero
el misterio se mantiene: ¿es el
NCLC una parte de la izquierda
lunatica o un instrumento de inte-
reses de signo contrario'?
Sólo Marcus lo sabe y no dice
nada. Después de haber fracasado
su campaña presidencial y haberse
frustrado la subsiguiente "dicta-
dura espisternolOgica" que evitaria
la aniquilación de la raza humana,
el lider del NCLC se halla estu-
diando la nueva estrategia.
;Temblad. herejes del mundo en-
tero!
DIEGO A MANRIQUE
LOS PRESOS IIIMAN
LA PALABRA
Durante los últimos años del fran-
quismo. hemos visto a lo largo y an-
cho del país sacudirse con creciente
intensidad todo el universo peniten-
ciario: sus cimientos mismos. Desde
comienzos de la década de los 70, los
motines se han sucedido en todo el
orbe carcelario. Con la muerte del
dictador, el problema no ha hecho si-
no agravarse. La necesidad, expresa-
da reiterada y enérgicamente por todo
un pueblo —pagando por ello inclu-
so el precio de la propia vida— de
una amnistía politica que zanjara de
una vez por todas la triste memoria
de la guerra civil, se ha visto excesi-
vamente demorada, cuando no abier-
tamente vejada, como ocurrió con
ocasión de la concesión del indulto.
Esto no ha hecho sino radicalizar la
problemática, con su consiguiente
abandono por parte de los grupos
políticos más pactistas que denuncian
como utópica la amnistia total con-
tentándose con una amnistía amplia
que. en el mejor de los casos, ponga
en libertad a sus propios militantes
reteniendo a otros más incómodos.
La punta de la lucha, a medida que
cobraba virulencia, se ha ido despla-
zando de estos. a grupos de diversa
la libertad de los presos "politicos-,
ya no basta la demanda de reformas
que hagan de la prisión algo mas hu-
mano (sich. sino que lo que se cues-
tiona cada vez más decididamente es
el hecho mismo del encierro.
En Carabanchel. no hace mucho, los
presos comunes han mostrado de
nuevo ante nuestra cotidianidad
anestesiaste la infraestructura terrible
del Poder. Han emergido por un mo-
mento en los tejados de la prisión y
han denunciado nuestra calmada
complicidad de cada día, para ser de
nuevo engullidos por la máquina si-
niestra. Nos han mostrado unos
cuerpos lacerados que el cínico cha-
laneo de tirios y troyanos se niega
reiteradamente a ver, pretendiendo
ast hacérnoslos invisibles.
No se trata de conseguir que dejen la
prisión aquellos hombres "honestos"
a los que una legalidad particular-
mente desmesurada habia condenado
al encierro. La contestación no se de-
tiene con la denuncia de las injusti-
cias de la justicia, sino que pone en
cuestión la justicia misma. Se ha
comprendido que la prisión es, preci-
samente, la máquina que produce esa
legalidad (una legalidad que se ex-
tiende desde ella a todo el orbe so-
cial) y la produce específicamente
operando sobre el cuerpo de los con-
. denados: triturando reos. Son las
máquinas infames de la Colonia Pe-
nitenciaria las que escriben sobre el
cuerpo mismo del condenado, con
mil suplicios. la Ley. Y es esa legali-
dad la que ahora se está contestando,
no una forma particularmente brutal
indole que de modo cada vez más y "excesiva - de entenderla. No se
vehemente han llevado adelante una trata de reajustar la economía del
vasta contestación del hecho carceral. castigo, calculando de nuevo costos.
En un principio fueron las Asocia- inversiones y beneficios. Lo que se
ciones de Vecinos y de Familiares de cuestiona es el estatuto de fundamen-
Presos Policos quienes iniciaron la to, en el más fuerte de los sentidos,
protesta. Luego, organizaciones de ti- que la prisión ostenta en nuestro mo-
po confesional me hallaron gran eco do social: la prisión adopta mil más-
entre el pueblo, especialmente en Ca- caras y juega mil estrategias --como
talunya en torno a Xirinacs y la Mu- escuela, asilo, hospital, taller, maní-
sa de la Llibertat. Por fin, los mis- comio....— para reproducirse y re-
mos presos se organizaron creando el producir una misma economia de
COPEL: la coordinadora de presos poder. Como nos recordaba Deleuze:
en lucha, que dio origen al último desde estas mismas páginas no es que
motin de Carabanchel cuando las au- a los presos se los trate como ¡, ni-
toridades trataron de disolverla, tras- ños, es que los niños son tratados
ladando de cárcel a sus lideres más como presos: son presos. Es que el
significativos. A éstos hay que añadir archipiélago carceral constituye el en-
diversos grupos autónomos de infor- tramado secreto de la realidad.
mación e, incluso, un grupo que ha Los presos han aprendido que sus
optado por la acción directa (e cuerpos —y los de todos los demás
"Frente para la Destrucción de las presos: obreros, niños, alienados...—
Cárceles'', responsable de la coloca son las nuevas tablas sobre las que el
de un artefacto de dinamita en la-ción poder graba. en un sistema de cruel-
sede del Ministerio de Justicia, el pa- dad inusitado. sus reiterados
sado 2 de marzo) con toda la ambi- decálogos. Y están haciendo crecer
güedad que este tipo de acciones im- un gran No —resucitando la contes-
plica. tación en toda su salvaje belleza—
Algo ha cambiado. Ya no se cuestio- que es , hoy, una vivaz esperanza.
na el bizantino problema de los deli-
tos "de sangre": ya no se exige sólo MIGUEL MOREY
63

LA ACADEMIA PINTADA
Estas son algunas de las pintadas
con que los estudiantes de Ar-
quitectura de Madrid decoraron
interna y externamente su nunca
bien ponderada Escuela. De lo
que menos se trata es de la anéc-
dota chascarrillera en que este
hecho, u otros parecidos. podrian
degenerar. No. la importancia de
este tipo de manifestaciones radi-
ca en una serie de caracteres, muy
pocas veces explícitos para sus
mismos realizadores. Uno de
ellos, en el espontaneísmo con
que se producen. Espontaneísmo
que lleva en si todos los gérmenes
de la acción, pero que al mismo
tiempo adolece de falta de cohe-
rencia o de proyección hacia
causas profundas.
El ejercicio lúdico que supone
una pintada, no puede pararse en
64
eo.
una expresión integral de las
facultades del individuo. No com-
prender en toda su dimensión
práctica este hecho. limitándose a
nuestra sociedad en el barniz declaraciones verbales_ más o
material de un tinte menos afortunadas, comporta
Poco a poco, dicho ejercicio será dejar en manos de la clase domi-
reprimido cuando conlleve algún nante un terreno de penetración
peligro importante para la domi- ideológica que propaga necesida-
nación ideológica burguesa o bien des consumistas. pasivas, limitan-
el papel del pueblo al de
será asimilado como tantas otras do
manifestaciones superestructura- receptor pasivo de "su" cultura.
les. Este espontaneísmo en que No voy a insistir más en este
nos estamos centrando impide terreno, pero me parece necesario
alcanzar metas mayores. progre- llamar la atención sobre la rea
-
netos. La intervención de. ción que pueda tener con las pm-
sos
partidos politicos en este proceso tadas en su realización material
viene siendo prácticamente En dichas manifestaciones, parece Por que historie s ospp ctaculo? Ge-
inexistente. En su conjunto jg. como si los estudiantes de la neralizando el alcance de este articulo
" can es te fenómeno y cuando lo Escuela de Arquitectura hubieran también hubiéramos podido titularlo
tocan, provocan muchas veces Plasmado todas sus neurosis. El "Ciencia y Espectáculo". El criterio
de elecoión estriba, por una parte. en
una instrumentalización castran te espíritu tanático, profundamente el propio conocimiento de los autores
destructivo y pesimista, que se
del mismo del texto, poco dotados para la fisica
Entre los intereses de la respira en todas ellas, aleja de por ejemplo, por otra en el evidente
burguesia. no se encuentra, desde cualquier mente medianamente auge de todo tipo de publicaciones,
luego. el de facilitar o promover despejada el mito de los "estu- films, montajes teatrales, etc., rela-
diantes risueños y juguetones que cionados de un modo u otro con la 1
no tienen otra cosa que hacer". Historia y, finalmente, en el hecho de
r
La profunda crisis por la que pasa que creemos que el centrarnos en este no
nuestra enseñanza en general crea aspecto en concreto no impide extraer el 5
monstruos en connivencia con algunas conclusiones de interés más al
una sociedad opresora hasta en lo general. Se trata de llamar la atención ten
más concreto. No advertirlo en de los historiadores ante la avalancha
de "intelectuales" y "artistas" que val
estas pintadas, no significa más utilizan un simulacro de "ciencia ció
que un ejercicio de escamoteo in- histórica" como garantia de la im- ver
telectual al que tan acostumbra- portancia de sus obras para la colec- rey
dos nos tienen los esquemas tividad, como aval de un rigor que alg
mentales dominantes. parecen no encontrar en su propio te- esp
má
Por último dejar constancia de la rreno de trabajo y como una aplica a
reacción de las fuerzas vivas de la ción mecánica del "qui perd els seus qui
Escuela y demás guardianes de la origens perd la seva identitat", y enf
ortodoxia. El señor director de la también de indicar a quienes viven las
inmersos en un mundo en el que la
Escuela estuvo a punto de sufrir necesidad de "culturalizarse' • —en el en
un ataque nervioso cuando vio sentido de aquellos que dicen: bueno
"su" escuela pintada. El hecho de es distraerse, pero siempre mo- ent
que ya estéticamente posea ahora viéndose en el dominio del prove- der
mucho mayor valor, de que exista cho y del "estar al día" en cuanto a est
la
la posibilidad de borrar lo que ha barniz cultural— ocupa un lugar más per
para volver sobre ello más importante que el interés por la ras
adelante„con cuanto comporta de productividad misma de esta cultura. der
creatividad continuada, asusta. Llamar la atención e indicar lo que inc
nos parecen errores concernientes
De esta manera se intentan tanto al concepto de reivindicación per
habilitar audaces medidas para de nuestra historia, de nuestro pasa- do
que los "alumnos malos" paguen do, —y, porque no, de nuestro pre- cui
de su bolsillo "lo que han hecho" sente—, como el hecho de que su dif
y de esta manera volver a la tran- utilización se convierta en muchos mi!
quilidad aséptica e inmutable que casos en arma defensiva, que no pol
Por
había caracterizado ese edificio. ofensiva o de construcción, de quie- cul
Y es que los estudiantes son jóve- nes justifican el error con la excusa avt
nes e inconscientes y no saben de "dar a conocer una obra del pasa- ma
do...", como es el caso del reciente
que sólo hay un orden, el y fracasado montaje que de Angel obl
suavemente neoclásico que presi- Guimerá se ha hecho en Barcelona. gut
de su Templo Examinador. Es evidente que esto se realaciona de no
J.M. COSTA forma especial con lo que podriamos en
 crear un género diferenciado al que como cierto —cuando en realidad

LA HISTORIA dominamos histórico.

Actualmente el género histórico
atraviesa una grave crisis que es do-
ble: en tanto que género y en tanto
nos parece más que discutible— el
tono progresivo de La ciutat cremada
o del montaje teatral La Setmana
trágica). Fruto de esta renovación

COMO que género histórico. Entre los facto-

res que provocan este derrumba-
miento podemos anotar algunos co-
mo más importantes:
temática que busca la representacion
de acontecimientos que se presten
a una utilización más inmediata
—sin olvidar que existen otros actos

ESPECFACULO El propósito de estas lineas tiene que

denominar espectaculo cultural, pero
no sólo se plantea este problema en
el sentidode traspaso de lo científico
al terreno del espéctaculo, siempre
teniendo en cuanta que el puente de
transmisión es la cultura, la justifica-
ción cultural, sino que también
vemos que el proceso se practica al
revés, es decir, la historia utiliza
algunos recursos característicos del
espectáculo con el objetivo de hacerse
más fácilmente comprensible y darse
a conocer a un público más amplio
que ni está en condiciones ni desea
enfrentarse al acartonado molde de
las especialidades científicas. Todo lo
expuesto tiene unas consecuencias
positivas y unos límites muy claros:
entre las primeras quizá las más
destacadas sean el dar constancia de
esta voluntad de conocerse y señalar
la necesidad de acabar con un
periodo en el que las distintas censu-
ras han significado un tapón que, al
descorcharse. ha favorecido una
inundación indiscriminada, saludable
pero también caótica, de datos de to-
do tipo hasta ahora desconocidos o
cuidadosamente controlados en su
difusión. Los limites surgen de estas
mismas, digamos, virtudes. Frente a la
politica cultural del poder. definible
como el fomento del supermercado
cultural, propia del capitalismo
avanzado que se organiza bajo for-
mas democráticas, la izquierda se ve
obligada a construir un puzzle del
que tiene casi todas las piezas pero
no puede —ni la dejan— colocarlas
en su lugar correspondiente.
partir de una constatación, que es el
"decalage" existente entre el concepto
que la historia tiene de lo que es
historiable y el concepto que de la
historia nos ha transmitido el espec-
táculo. Si se nos permite partir de
una concepción, de aquélla que
hemos hecho nuestra, diremos que no
todo es historiable de por si, sino tan
sólo aquello que tenga interés para el
conocimiento y comprensión del
hombre en sociedad, objeto de la
historia: se trata de un interés colec-
tivo y tal como Gramsci escribia a su
hijo Delio "la historia se refiere a los
hombres, a cuantos más hombres sea
posible, a todos los hombres del
mundo en cuanto se unen en socie-
dad y trabajan y luchan y se mejoran
a sí mismos". Si comparamos esta
formulación con la que, implícita y
explícitamente, ha sostenido el espec-
táculo, nos apercibiremos de que la
diferencia es abismal. Implicitamete
en tanto que el espectáculo raramente
ha demostrado interés en poner en un
primer plano sus fundamentos teóri-
cos en lo que a historia se refiere. Se
ha considerado suficiente el que en el
escenario —genéricamente entendi-
do— apareciera un hecho o persona-
je tradicionalmente calificado como
histórico —ver historia factual— pa-
ra que se supiera una voluntad de
discurso sobre el pasado. Y explícita-
mente, en la medida en que esta
supuesta voluntad si ha sido utilizada
por críticos e historiadores de la
literatura y del arte en general, hasta
a) El hecho de que aparezca una
diversificación de la demanda mucho
más acentuada que la existente hasta
hace poco tiempo.
determinantes— será la aparición de
políticos. 2. 0 El salto de un tipo de
espectáculo cronológico apoyado en
b) El que esta diversificación
presuponga una mayor coherencia in-
terna de los productos en la medida
en que cada uno de estos grupos más
especializados necesita sus propios
canales de distribución (así, puede
hablarse por ejemplo de un público
universitario que compra en unas
determinadas librerías, que asiste a
unos cines y teatros también deter-
minados, que le garantizan un
aprovisionamiento satisfactorio; den-
tro de este mismo público universita-
rio podríamos encontrar varias sub-
divisiones que irían desde los distin-
tos "marxismos" hasta la con-
tracultura).
cl La importancia de la crisis del
propio concepto de historia. Ante ella
los esquemas clásicos del o histórico
pierden sentido.
Desarrollando este tercer punto, que
es el que sirve de núcleo a este
artículo, creemos conveniente hacer
una serie de consideraciones: I.° En-
contramos una renovación temática,
renovación que la historia había
iniciado con bastantes años de
adelanto por el hecho de beneficiarse
—su propia especificidad la hacia
minoritaria y, por lo tanto, menos
peligrosa— de una tolerancia más o
menos amplia (la historia, antes de
1965, pudo ocuparse de editar, en
catalán, una versión sobre la Semana
Trágica (1) desde un punto de vista
progresista, mientras que el cine y el
teatro han tenido que esperar a 1976
para poder hacer lo mismo, dando
los precisamente llamados géneros
fórmulas argumentales de larga tradi-
ción, a otro que se fundamenta en la
"linealidad", entendida ésta como
aproximación a lo que en historia se
ha dado en llamar historia total. En
su nombre hay una buena cantidad
de trabajos históricos en los que el
esquematismo y simplicidad, en lo
que concierne a la articulación de los
distintos elementos en juego que
están en toda realidad, son caracte-
rísticas que los invalidan a pesar de
transmitir una apariencia materialista
y de estar repletos de citas de Marx.
Tan brillante envoltura ha hecho que
el mundo del espectáculo se haya
dejado seducir por ellos y que en el
momento de fabricar sus creaciones
recurra a la analogia, al paralelismo y
a todo tipo de trucos destinados a dar
vida ahora a lo que ya la tiene de por
si como es el caso del "Alfas Sena-
llonga" dels joglars, de La tierra de la
gran promesa de Wajda. de Queimada
o de las novelas utópicas sobre la
guerra civil, recientemente apareci-
das. 3.° El considerar el espectáculo
mismo como fuente histórica, tanto
del pasado como del presente. El
espectáculo deviene obra de tesis
comparable a cualquier manual de
consulta y que además al beneficiarse
de su carácter artístico —del que no
quiere desprenderse— queda eximida
de "fastidiosas concreciones - . 4.° El
reencuentro de la historia y el espec-
táculo en un plano de igualdad que
pasa por la redefinición de ambos
contrincantes. Para el espectáculo

65
 que deriva de ello, las pocas posibili- de criterios: "La primera condición
cada vez es mas necesaria una estimulos recibidos en cuanto a ex- dades de trabajo practico de los que de esta historia (historia-herra-
reflexión sobre si mismo que le lleve citación sexual van a ser satisfechos mienta) al alcance de todas las ma-
— al viven interesados en el espectáculo y nos) sera la de romper con la
a preguntarse por su esencia y la per- —en la mayoria de los casos carecen de puntos de orientación
mita asumir otra función. Si acep- margen de la representación: en el dependencia del público respecto al
válidos.
tamos que el lenguaje comporta caso de Ozores de lo único que se Frente al panorama hasta aquí investigador, del estudiante respecto
trata es de hacer reir e identificarse al
espectáculo y que es a través del descrito hay algunas propuestas al enseñante y sustituirla por una
lenguaje donde podemos encontrar espectador de modo que se sienta alternativas —con bastantes años a suerte de colaboración en la que el
un punto de unión entre ciencia y gratificado a través de fórmulas muy cuestas pero casi siempre mal en- historiador aportará sus conoci-
espectáculo, no nos será dificil ad- primarias, en el momento mismo de tendidas— que nos parecen par- mientos técnicos. pero aceptará
mitir que no se trata de terrenos in- la proyección, lo que, evidentemente, ticularmente interesantes. Todas ellas elaborar colectivamente las in-
compatibles y cuyo contacto suponga no excluye una cierta voluntad de pasan por la reconsideración de la terpretaciones y los juicios de valor.
siempre una notable degradación pa- adoctrinamineto ideológico. Junto a relación entre trabajo y diversión, en- Contra la historia creadora de con-
ra la una o para el otro. Negar que estos espectáculos que se proponen tre lo productivo y lo no productivo vicciones, que justifica y perpetúa
los libros de historia no participan en funciones distintas, encontrariamos —teniendo en cuenta que la "pu- una determinada hegemonia social, es
nada de la literatura es decimonónico otros que, aun a sabiendas de que es ra" diversión de la que hablába- necesario propugnar la que suscita la
lo cual no supone el que haya que un adjetivo de utilización incorrecta mos antes debe considerarse produc- capacidad critica y estimula la for-
borrar todas las diferencias entre ic- en estos momentos, podemos llamar tiva por ser fisiológicamente ne- mulación de los propios juicios, tanto
ción y documento cuya autenticidad puros. El circo y el deporte serian cesaria, tanto como es nece- en relación al pasado como al
es verificable. En relación a esto es buenos ejemplos. El circo apunta sario tomar el sol — . Para lograr es- presente." 1 31
ejemplar la aparición de ediciones directamente a la fascinación de lo ta reconversión de los elementos Si 11 frase de Fontana nos parece
facsimiles de textos y documentos de imposible, al sueño, y da un margen hasta ahora separados hay que traba- justa, como nos parecen justas
la historia reciente de Catalunya. Nos a la intervención del azar, interven- jar en un doble sentido que, dicho muchas de las teorias de Bertold
referimos a una colección editada por ción que presupone casi siempre un llanamente, consiste en cambiar tanto Brecht , más interesante es aún el
"la Gaya Ciencia", dirigidos por An- pequeño o gran desastre. En el el espectáculo como al espectador. comprobar que no se trata de
na Salles y que precisamente lleva deporte resalta el carácter competitivo Para conseguirlo es preciso terminar utopias. En el terreno concreto del U
por nombre "Documents" (2). del juego, en muchos casos el azar no
con los sistemas destinados a for- espectáculo histórico, producido
Hasta ahora hemos hablado de es un imprevisto que pueda excluirse, aqui, con un buen ejemplo, que no es u
historia y espectáculo, pero en cuanto el único, que es el dado por Maria
a "definiciones" sólo hemos dado la Aurelia Capmany, Xavier Fábregas, ej
de la primera. ¡,Que es pues el Feliu Formosa y el grupo de La Roda
espectáculo? Si se consulta el dic- en su montaje teatral Preguntes i
cionario de don Julio Casares que, respostes sobre la vida i mort de Eran-
entre otras virtudes tiene la de cese Layret que, después de haber Id
autocalificarse de "ideológico", en- sufrido muchos años de representa-
contraremos el siguiente párrafo refe- ción clandestina, ha podido estrenar-
rido a la voz espectáculo: "Función o se abiertamente. El único elemento U
diversión celebrada en un edi- mágico de este trabajo teatral es la Y
ficio o recinto en el que se congrega magia de un trabajo riguroso, bien
la gente para presenciarla/ Aquello explicado, siempre justificado, que
que se ofrece a la vista o a la con- N
obliga a la participación porque tanto
templación intelectual y es capaz de el espectáculo como el espectador la o
interesar y mover el ánimo". A necesitan y quieren: y que constituye
continuación viene "espectador": un punto de referencia obligado para
"Que mira con atención un objeto/ quienes quieran participar en la
Que asiste a un espectáculo público-. misma tarea de una transformación
Si uno no desea entrar en el juego del que no consista en una suma de
chiste fácil ni agarrarse a la am- Queimadu: una aproximación a la hisu Irla. novedades.
bigüedad de cada una de las palabras, mentar la identificación sentimental. M. CASALS - O. MARTI
puede que lo más interesante sea ya que forma parte de el. Tanto la basada en una manipulación de la
comprobar la cantidad de términos magia del circo como el juego del que el manipulado desconoce las "Maragall desant la Semana Trágica"
que expresan una suerte de pasividad: deporte no comportarán adoctrina- reglas, y transformarlos en disciplina. d6 e2 - 79e6P3 Maria Benet. Barcelona. Edicions
presenciar, ofrecer a la vista, con- miento sino fuera porque se dan en La identificación ideológica —y sen- rata de unos textos en los que'
templación, mirar. Casares parte de un contexto que los convierte en una timental también, por que no — 12f Se t
despues de una breve introducción. se nos
una constatación que es la de la radi- pieza más del sistema alienador, en la deberia basarse en el hecho de que el propone una retahíla de fotos, reproduc-
cal separación entre espectáculo y medida en que son saberes volcados texto pusiera en evidencia Su ción de cabeceras, artículos, chistes, etc.,
espectador, entre quien actúa y quien sobre si mismos. construcción y las razones por las sacados de periódicos de la epoca entre los
Una vez expuestas estas particulari-
ve. que esta se ha realizado de una que tambien encontramos algunos docu-
El espectáculo está destinado a dades volvamos a lo que antes hemos manera y no de otra. Ei espectador mentos legislativos de singular importan-
"voyeurs" y, como máximo, puede denominado espectáculo cultural. En será entonces un especialista que ceiar . La información visual tiene un carac-
llegar a suscitar que el "ánimo se él, el puente entre trabajo y diversión asiste y participa del trabajo de otros prop itoicioror eerm
sepisouspecrvaneunaol
interese y mueva - . Naturalmente en es la cultura, y esto está cada vez más especialistas que tienen una única muy distintos o dnisu ncl nrs mo.
in
del citado aunque participe
estas relaciones expuestas falta otra acentuado por el fenómeno de masifi- ventaja sobre él: el conocimiento y la de elementos comunes, son la colección
fundamental que la de trabajo y cación que ésta experimenta. Las in- práctica de unos recursos técnicos "Ready Mudes" editada por la ex-libreria
diversión: quienes representan traba- fluencias, sin embargo, no se co- que. sin embargo, son y deben ser barcelonesa Leteradura y la "Historia
jan, quienes miran se divierten. Esta rresponden y la "culturalización" de mostrados desde el escenario. Ya que Gráfica de Catalunya" de Edmond Valles
tranquila diversión se puede expresar la diversión es mucho más superficial hablamos de historia y de sus contac editada por Edicions 62 y de la que ya
de varias maneras: ya no es idén- que no a la inversa, es decir: la tos con el espectáculo y de la operati- yapa:ciclo tres interesantes y divertí-
tica la pasividad de quien asiste a cultura es más diversión que cultura de muchos de los principios de 13
d os
vidad
una función de cabaret que la de ¿por culpa de la misma masifica- Bertold Brecht citemos un fragmento titulado o1s Tr°adumceidneos.del catalán de un articulo
"Els usos de la história" publica.
quien asiste a una proyección cine- ción? Quizás realmente el causante del historiador Josep Fontana que do en el número O de la revista L'Avenç,
matográfica de un film de Mariano único sea la falta de una política nos muestra una clara comunidad que ha sido distribuido gratuitamente.
Ozores, por ejemplo. En un caso los cultural en el campo educativo y, lo

66
Los 3 bestsellers
mundiales
más audaces
del momento
Un relato autobiográfico,
un testimonio sobre la
prostitución —cinco años de
ejercicio— a cargo de uno
de los más sorprendentes
descubrimientos literarios de
la última hora: Jeanne Cordelier.
Un documento vivo, sobrecogedor
y no sin verdadera grandeza,
Más de medio año en la lista de
obras más vendidas en Francia
Updike, el gran novelista
norteamericano actual, va mucho
más allá del triángulo...
en una obra cuyos
protagonistas arremeten contra
«la vieja moral, que basta para
atormentarnos, pero no basta
para sostenernos».
Gran éxito
en los Estados Unidos.
3 Grandes autores
3 Obras maestras
3 Títulos con el sello
NOGUER
Por fin las
vivencias de una mujer
contadas sin ningún tipo de
inhibiciones por una mujer
desde la óptica de una mujer.
«Presiento que este libro hará
historia dentro de la
literatura, puesto que gracias
a Miedo a volar las mujeres
van a encontrar su propia voz
y nos brindarán grandes sagas
del sexo, la vida, la dicha
y la aventura.»
Henry Miller
8 millones de ejemplares
vendidos en U.S.A.
BATAILLE,
por Julia Kristeva, Philippe
Sollers, Roland Barthes, etc.
Breton consideraba a Batai-
Ile como el único autor con-
temporáneo capaz de con-
vertirse en un mito, pero no
soportaba su materialismo.
Sartre se interesó por el
hombre Bataille, pero no to-
leraba su misticismo. Este
texto trata de introducirnos
en el pensamiento de Batai-
Ile y de explicarnos por qué
es tan inasible, tan in-
tolerable.
FILOSOFIA MARXISTA,
por J. M. Bermudo Avila.
Si el manual de filosofía es
uno de los espacios privile-
giados de la lucha de clases
en la teoría, no hay que ce-
der al escrúpulo de abando-
narlo a la hegemonía de la
filosofía burguesa. La expe-
riencia universitaria del
autor le ha convencido de la
necesidad de aceptar la lu-
cha teórica allí donde se
plantea: en el campo del
texto introductoric.
SEIS ENSAYOS HETERODO-
XOS,
por J. L. Giménez-Frontín.
La experiencia de la otredad
en Carlos Castaneda; esqui-
zofrenia y dictadura social
en Ronald Laing y la antipsi-
quiatría; las secuelas de la
Inquisición en nuestro con-
texto cultural; Walter Benja-
mín y la ebriedad surrealista;
un diálogo casi platónico
sobre el incesto; y una apor-
tación al debate sobre la
cultura popular.