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EDGAR ALLAN POE

1809 - 1849
Nació en Boston, en 1809 y murió en Baltimore en 1849.

Hijo de actores pobres, fue adoptado por un comerciante


John Allan, de cuyo apellido hizo su segundo nombre.

Vivió entre el riesgo del delirium tremens y la neurosis y


en 1836 contrajo matrimonio con su prima Virginia
Clemm, de trece años de edad, que murió en 1847, dos
años antes que el escritor.

Pese a todo, lego una obra presidida por la lucidez y la


sensibilidad, por una inteligencia que supera las relaciones
del cálculo y una capacidad poética que le permitió
explorar los abismos menos sospechados del hombre.

Por eso su herencia es también una herencia de dolor.


Poe escribió poemas, sátiras, parodias, historias de aventuras,
ensayos filosóficos, artículos periodísticos y cuentos de horror,
detectivescos y de ciencia ficción.

Su espacio literario fue inmenso e intrépido, tuvo un extraño


destino literario.

Celebre en vida, sobre todo gracias a su poema El Cuervo,


convertido en leyenda maldita por Baudelaire, apartado
primero como “demonio”, menospreciado por los críticos de su
época, adorado por los lectores adictos al horror y por los
psicoanalistas, pozo sin fondo para la investigación y la
fabulación biográfica, es considerado un maestro del cuento,
auténticos monumentos indestructibles.

En 1883, el “Baltimore Saturday Visiter” le premia su cuento


Manuscrito hallado en una botella.
A partir de entonces trabaja en diversas revistas literarias,
alternando la crítica con el cuento y la poesía

Poe alcanzo fama, pero no la suficiente seguridad económica


para mantener una familia, a pesar de esa situación crítica
en su matrimonio con Virginia, fue la etapa de mayor
producción literaria.

Edgar Allan Poe murió en circunstancias desdichadas.

La muerte de su esposa lo había hundido en la alucinación


ontológica en la que ya vivía a fuerza de alcohol y drogas.

Al final era puro dolor y torpeza para afrontar un mundo que


tenía ya coordenadas distintas, las fuerzas inefables esas que
habían recorrido su obra y su fantasía, lo asediaron
cruelmente en sus últimos momentos.
CONTEXTO HISTORICO - LITERARIO
Hasta comienzos del siglo XIX, los autores se veían
obligados, en los Estados Unidos, a financiar la
publicación de sus libros.

De esta situación era responsable en parte el público


lector, quienes solo leían a autores ingleses.

Los escritores norteamericanos comprendieron que no


podían competir con la literatura tradicional solo
imitándola, en ese tiempo dependían principalmente
de un precario mercado de revistas literarias, en las
que al principio escribían anónimamente, conformaron
asociaciones o grupos para defender sus intereses.
A partir de 1820, la cultura norteamericana comenzó a
desarrollar marcadas características regionales y
consecuentemente a fortalecer centros culturales como
Nueva Orleans, Richmond, Baltimore, otros y Nueva York
quien se convirtió el centro cultural más apreciado por los
escritores.

El auge creciente del negocio editorial llevo


paulatinamente a una consideración mayor del escritor
nacional. El primer momento del cambio fue alrededor
1830, cuando las revistas literarias aceptaron pagar a los
escritores, pequeñas sumas de dinero por sus trabajos
originales.

Poe alcanzo a vivir algunos resplandores de este cambio


que no bastaron para sacarlo de su vida de penuria.
Poe fue uno de los que más se preocuparon no solo por
las condiciones profesionales del escritor, sino también
por la identidad de la literatura norteamericana.

En su época nadie lo entendió. La mayoría de los que


buscaban la identidad en el paisaje natural y en los
caracteres y episodios fundacionales de la historia del
país, descartaron airadamente la defensa polémica que
hacía Poe de la irrupción, allí, de elementos irracionales,
sobrenaturales, fantasmagóricos.

No entendieron la función literaria y revolucionaria de la


imaginación que reclamaba Poe, ni mucho menos, el
modo perfectamente racional en que esos elementos
debían actuar en el poema o en el cuento
Indudablemente toda la literatura del siglo XX lleva la impronta
de Poe, su obra es un aporte fundamental a la recuperación
interior del ser humano ese “otro mundo que – según Eluard -
existe y está en este”. La coincidencia de Poe con los poetas
“malditos” sirvió para la vanguardia estética que, entre las dos
guerras mundiales liberó la energía de los sueños y las
honduras del inconsciente para plasmar un nuevo arte.

SU OBRA
Los personajes de Poe extreman hasta lo grotesco la tendencia
nocturna y melancólica de las novelas románticas y góticas.

Sin embargo, la diferencia estriba en que mientras los autores


románticos hacían actuar a sus criaturas mediante el empuje
de la pasión o el arrebato, los héroes de Poe se distancian de
sus acciones viven por si mismos una especie de fatalidad que
los arrastra al abismo.
“Espectro” es la palabra para definir a los personajes de
Poe. Seres descarnados, unidos a una acción más que a
una personalidad, recordados más por lo que hacen que
por lo que son.

Su poema el cuervo puede servir para abordar el espacio


de toda su obra.

De él encontramos una explicación escrita por su autor en


el ensayo “La Filosofía de la composición”, en el que nos
dice que para escribir esta obra quiso partir de la belleza y
que el tono que debía tener era el de la melancolía.

Antes se había planteado el problema de la longitud más


idónea, diciendo que el centenar de versos era ideal para
un buen efecto psicológico.
Después como punto de apoyo temporal, Poe decidió
introducir un estribillo breve, de sonido rotundo y lúgubre al
mismo tiempo: la palabra nevermore “nunca más”, repetida
por un cuervo.

El resultado fue “El Cuervo”, cuyos detalles, dice el autor


fueron minuciosamente pensados, no dejando nada al azar.

Sea o no verdad el poema tiene una carga emotiva autentica y


su pretendida construcción geométrica se halla oculta entre los
pliegues de la verdadera “imitación poética”.

Se pueden clasificar sus cuentos, según sus temas y atmosferas


predominantes. Cuentos de horror: El hundimiento de la casa
de Usher, Berenice, Ligeia, Morella, Eleonora, El enterramiento
prematuro, El pozo y el péndulo, El Gato Negro y La Máscara de
la muerte roja, etc. Cuentos que actúan en el centro del miedo,
el terror, el horror.
En los cuentos considerados analíticos, la fuerza de la
razón es imbatible; En los Crímenes de la Rue Morgue,
La Carta Robada y el Escarabajo de Oro, la destreza
racional A. Dupin en los dos primeros y Legrand en el
tercero llega a desentrañar intrincados misterios y
jeroglíficos.

El análisis detectivesco, la razón exacerbada que parece


locura, la intuición como vía para trascender la realidad,
es la clase de intuición que permite a Legrand, en El
Escarabajo de Oro, descubrir un secreto en un bicho que
pesa y centellea como el metal, en un pergamino sucio
que revela jeroglíficos y un dibujo inquietante que es
visible si es mirado con un catalejo desde un lugar
preciso y en un ángulo determinado, en una calavera
cuyo ojo izquierdo es estrella guía para encontrar un
cofre lleno de oro ( tesoro).
Con el humor y el interés por la ciencia, Poe compuso
otras dos series de relatos: Breve charla con una
momia, entre los primeros, y la Aventura sin par de un
tal Hans Pfall en los segundos, inauguradores de la
narrativa de ciencia ficción.

Cualquiera que sea la categoría a la que pertenezcan


sus cuentos, en todos brillan la exuberancia de la
imaginación y el rigor compositivo.
LOS CRÍMENES DE LA CALLE MORGUE
Epílogo de Sir Thomas Browne.
La canción de las sirenas o el nombre que adoptó Aquiles
cuando se escondió entre las mujeres, cuestiones enigmáticas,
más allá de toda conjetura.

La características de la inteligencia son poco susceptibles de


análisis.
Solo se aprecia a través de resultados.
Hombre robusto, placer en destreza física.
El analista, goce en desenredar.
Gusto por los acertijos, los enigmas.
Calcular sin analizar, en una partida de ajedrez.
Las damas mayor reflexión.
El whist, juego de naipes, sobre las damas y el ajedrez.
Hoyle, juego de naipes, pensar y el entendimiento.
El analista no sigue reglas como en los juegos.
Mira al jugador y su juego.
Los ingeniosos poseen fantasía, los analistas son imaginativos.

El relato presentará un comentario de las afirmaciones que


han antecedido.

París conoce a C. Auguste Dupin.


Antes rico, ahora pobre.
Su lujo, los libros.
1er encuentro una librería en la rue Montmartre.
Ambos buscaban el mismo libro.
Le llama la atención su imaginación.
Deciden vivir juntos.
El narrador tenía un poco más que dinero que Dupin.
Mansión Faubourg Saint – Germain.
Viven completamente aislados, cualquiera los podría calificar
de locos.
Le gustaba la noche a Dupin, rareza.
De día cerraban todo, estaban siempre ha oscuras.
Leían, escribían, conversaban.
Dupin afirmaba que podía ver el corazón de los hombres.
Antigua filosofía del alma doble: creador y analista, Dupin.

Según el narrador, no es que esté escribiendo una novela o


circunstanciado algún misterio.
Vecindad del Palais Royal.
Hombrecillo pequeño, Theatre des Varietes.
Pensamiento del narrador.
Una opinión que coincidía con sus pensamientos.
Pensaba en Chantilly, estatura papeles trágicos.
Ex remendón de la rue Saint Denis, papel de Jerjes tragedia
Crébillon, solo burla.
Habían tropezado hace media hora con el frutero.
Chantilly, Orión, el doctor Nichols, Epicuro, la estereotomía,
el pavimento, el frutero.

Los caballos único tema de conversación.


El narrador casi chica con un frutero.
La observación parte necesaria de Dupin.
Pasaje Lamartine, antes miraba piedras; ahora bloques
ensamblados y remachados.
Miró a la nebulosa de Orión, confirmación para Dupín.
Inmolación de Chantilly, versos del escritor satírico
menciona a Orión.
Extraños asesinatos.
Tres de la mañana.
Gritos en la calle Morgue.
Madame L’Espanaye y su hija, mademoiselle Camille
L’Espanaye.
Entran ocho a diez personas.
Todo desordenado.
Mechón de cabello con sangre, como si hubiera sido
arrancado de la raíz.
No estaba madame L’Espayane.
Su hija en la chimenea cabeza abajo.
El cuerpo de la madre apareció en el patio degollaba.
Pauline Dabourg, lavandera: tres años, no otras
personas, 4to piso muebles.
Pierre Moreau, vendedor de tabaco: cuatro años
les vende tabaco, seis años vivían en la casa, antes
vivía un joyero.
Isadore Muset, gendarme: tres de la mañana,
siempre paraba cerrado, una persona que hablaba
francés, sacré y diable.
Henri Duval, vecino: italiano.
Odenheimer, restaurateur: alemán, francés.
Jules Mignaud, banquero: 8 años antes abrieron
una cuenta. 4000 francos tres días antes de su
muerte.
Adolphe Lebon, empleado del banquero:
acompañó a su casa.
William Bird, sastre. inglés, francés.
Cuatro de los testigo fueron interrogados nuevamente.
Todo estaba cerrado por dentro.

Alfonso García, empresario de pompas fúnebres: español,


dos personas: francés e inglés.
Alberto Montani, confitero: italiano: francés y ruso.
Paul Dumas, médico: estrangulada por una o varias
personas.
Alexandre Etienne, cirujano: igual que el médico.

Adophe Lebon había sido arrestado.


Vicqocq, miraba muy de cerca todo, se pierde el objeto.

Dupin va junto al narrador.


Logran observar los cuerpos.
Todos se habían fijado a lo horrible del asesinato, pero
no en el por qué.
Era una voz no reconocible en Europa.
Habían escapado por la ventana.
Había un clavo en la ventana.
Quienes escaparon que apoyaron en subir al cuarto
piso.
Los ladrones no llevaron el dinero.
Faltaba el móvil del asesinato.
La mujer anciana golpeada contra el suelo.
Lanzada desde la habitación.
Gran orangután leonado de las islas de la India
oriental.
Dupin llama a todo lo que estaba concluyendo como
conjeturas.
Un francés, marino maltés mercante, debía ser dueño
del orangután.
Dupin dejó en Le Monde una nota en la que anunciaba que
se había atrapado un orangután.
Dupin había puesto su casa como referencia.

El hombre vino a la casa, ellos lo esperaban armados.


El orangután no tenía más de cuatro o cinco años.
Dupin cierra la puerta y pone el arma sobre la mesa, le pide
que le cuente sobre los crímenes.
Había capturado al orangután en Borneo junto a un
compañero.
Su compañero había muerto.
Llevó al animal a su casa en París, tenía una herida en la
pata; quería curarlo y venderlo.
El orangután se había escapado.
Tenía una navaja y quería afeitarse como había visto hacer al
marino.
El orangután había escapado a las tres de la mañana.
El orangután se sintió atraído por la luz en el cuarto piso de
madame L’ Espanaye.
El orangután agarró a madame L’ Espanaye y con la navaja
simuló el afeitarla con la navaja.
Al arráncale los mechones de la cabeza, le había separado
la cabeza del cuerpo.
Al oír lo gritos de la hija de madame L’ Espanaye , el
orangután la había estrangulado.
Al ver a su amo por la ventana, decidió ocultar lo que
había hecho.
Metió a mademoiselle L’ Espanaye a la chimenea y
madame L’ Espanaye la lazó por la ventana.

Fue capturado por su amo y vendido al Jardín Les Plantes.


Lebon fue puesto en libertad.
La policía sentía fastidio por Dupin.
COMENTARIO CRITICO
Según Lovecraft, la diferencia entre Poe y sus ilustres
predecesores estriba en que éstos habían trabajado a
oscuras, sin comprender la base psicológica del atractivo
del terror.

Poe comprende el mecanismo y la fisiología del miedo y


de lo extraño, estudia la mente humana más que los
usos de la ficción gótica, y trabaja con unos
conocimientos analíticos de las verdaderas fuentes del
terror, lo cual incrementa la fuerza de sus relatos y los
libran de los absurdos inherentes al estremecimiento
convencional y estereotipado.

Poe, busco siempre la emoción estética más intensa, que


a su juicio se encontraba en la provocación del «horror».
Los relatos que han pasado a la historia literaria como
precursores de la novela policiaca: como Los Crímenes de
la Rue Morgue.

El personaje esencial es el detective, Augusto Dupin,


además de ser el alter ego, del autor, es el modelo de
todos los investigadores, detectives y sabuesos que han
poblado la novela policiaca, de terror, la novela negra, la
novela criminal, en una palabra, la novela de misterio de
los siglos XIX y XX.

El método y la cautela de Dupin son repetidos por


Rocambole, por Arsene Lupin, como por Sherlock Holmes.
Los crímenes de la Rue Morgue no solo ayuda a
entender el modo en que actúa la mente de Dupin,
detective provisto de lógica ilimitada, sino la manera
en que Poe concebía sus relatos, un hombre
verdaderamente imaginativo, siempre analítico.

Pero el arma suprema de ese análisis debe ser una


intuición de alcance sobrenatural.

Dupin, investiga la muerte de una madre y su hija.

El crimen ha sido cometido en un cuarto cerrado,


donde aparentemente nadie ha podido penetrar.

A fuerza de deducción, interpretando los indicios


descubrirá al asesino.
EL POZO Y EL PÉNDULO
Sentenciado a muerte.
Contexto es la revolución.
Jueces togados de negro.
Se había desmayado.
Volver a la vida después del desmayo: existencia mental o
espiritual, luego la existencia física.
Esfuerzo por comprender su situación.
Proceso, jueces, colgaduras negras, sentencia, náusea,
desmayo.
En Toledo había escuchado sobre los calabozos.
Estaba dentro de un calabozo.
El suelo era resbaladizo.
En medio del calabozo había un pozo circular.
Había caído y de esa manera había descubierto el pozo.
Había salvado de morir, solo cayo al borde del pozo.
Muertes que daba la Inquisición: lleno de horrorosos
sufrimientos físicos sufrimientos morales atroces.
Falta de coraje de acabar su vida lanzándose al pozo.
Por segunda vez pan y agua en un cántaro.
Tenía mucho sueño, pensó que el agua podía tener
alguna droga.
El calabozo tenía forma cuadrada y tenía planchas de
metal.
Estaba solo en el calabozo.
Cuando despertó estaba echado en un bastidor de
madera, amarrado con un cíngulo.
Le habían dejado libre solo la cabeza y el brazo
derecho que alcanzaba hasta un plato de barro con
alimentos.
No había agua, solo comida condimentada.
Había un péndulo encima de él.
Salieron enormes ratas del pozo.
El péndulo estaba descendiendo.
El pozo era uno de los peores castigos porque
semejaba al infierno.
Lo habían amarrado porque había descubierto el pozo.
Empezó a delirar, quería que el péndulo avanzará más
rápido para que acabe con su vida.
Recobra la esperanza cuando piensa que el péndulo
cortará primero las sogas.
Pensó en que las ratas podían ayudarlo a liberarse.
Untó comida en sus sogas.
Logró aflojar sus ataduras.
El péndulo rozó dos veces su pecho.
Cuando se liberó, el péndulo fue elevado.
La paredes de metal estaban ardientes.
Corrió hasta el borde del pozo que se hallaba al centro.
Ya estaba al borde de caer al pozo, cuando escuchó
voces humanas.
Resonó trompetas y las paredes retrocedieron.
El general Lasalle le tendió la mano, después de que
se había recobrado del desmayo.
El ejército francés había entrado en Toledo.
La inquisición estaba en manos de sus enemigos.

Pensó en Eleonora, amor de juventud.


Ahora delante del rey a quien servía, había decido
amar a otra mujer, Ermengarda.
Se casó con ella, pero nunca olvidó a Eleonora.
COMENTARIO CRITICO
Según Lovecraft, la diferencia entre Poe y sus ilustres
predecesores estriba en que éstos habían trabajado a
oscuras, sin comprender la base psicológica del
atractivo del terror.

Poe comprende el mecanismo y la fisiología del miedo y


de lo extraño, estudia la mente humana más que los
usos de la ficción gótica, y trabaja con unos
conocimientos analíticos de las verdaderas fuentes del
terror, lo cual incrementa la fuerza de sus relatos y los
libran de los absurdos inherentes al estremecimiento
convencional y estereotipado.

Poe, busco siempre la emoción estética más intensa,


que a su juicio se encontraba en la provocación del
«horror».
En El pozo y el péndulo, historia que persigue
deliberadamente provocar dicho «efecto»: es decir, la
radicalización del placer literario de lo macabro.

El horror fue un medio para trascender la realidad, la


máquina del lenguaje creía Poe, tenía que servir para
describir la belleza sobrenatural: la belleza natural no
necesitaba palabras, porque estaba al alcance de la mano.

En El pozo y el péndulo, el protagonista es un sentenciado


a muerte por la Santa Inquisición, en él, Poe describe el
horror mental del reo a la espera de su muerte, la tortura
de la incertidumbre por el método a usarse por los
inquisidores y la agilidad mental para defender su vida al
filo de la muerte, lo llevan al personaje al borde de la
locura. Poe se atrevió a hacer lo que nadie había
conseguido: describir con palabras lo invisible.

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