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Seminario Chile I

Antonia Bórquez

La nueva cultura “sin” cultura en la identidad nacional forzada: Las limitaciones hacia
la expresión social y la implementación de una nueva en las dictaduras de Chile (1973-
1990) y Brasil (1964- 1985)

La segunda mitad del siglo XX en América Latina se ve acontecida por una serie de
dictaduras a lo largo del territorio, que fracturan la identidad cultural de cada país al instalar
nuevas formas de relaciones sociales basadas en fuertes jerarquizaciones políticas por la
fuerza, en donde una cultura se configura con la finalidad de ejercer un control total de la
población, modificando los discursos e instalándose en las mentalidades de los grupos
sociales. Uno de los países que se ve afectado por estos trastornos en la democracia es Brasil,
el país más grande de la región presenta una intromisión violenta de los militares al poder en
1964, en donde se produce una ruptura con la idea que se había instalado del país en años
anteriores. En Chile (1973- 1990), el paradigma es similar, sólo que a diferencia de existir
una cultura previa con una fuerte conciencia acerca de la identidad nacional, esta se va
formando en el régimen de Augusto Pinochet como una forma de resistencia ante los medios
y mecanismos de control efectuados desde el Estado, reforzando la cultura mediante una
difusión independiente, trayendo consigo una serie de cambios y nuevas modificaciones,
especialmente en la cultura, reprimiendo con violencia directa -centros de tortura,
desapariciones, brutalidad de las FF.AA, etc.- junto con una indirecta, -violaciones
sistemáticas e institucionales financiadas y provocadas por el Estado- en las expresiones
culturales, instalando un nuevo paradigma basado en el silenciamiento, el control y
principalmente en el miedo.
Estas nuevas transformaciones afectan radicalmente las formas de vida de la
población. En Chile y Brasil -y Latinoamérica- una intromisión violenta al poder remece con
las condiciones culturales, políticas, económicas y sociales del entonces, dejando como
resultado un nuevo paradigma en donde las instituciones se encuentran como fuente de
cultura. Es por ello que la hipótesis del trabajo de investigación será entrever qué tan factible
es el control cultural en Brasil y Chile respecto a la implementación de una cultura basada en
la nación, y si realmente hay una nueva cultura de dictadura -considerando cómo se “crea”
mediante la censura y las limitaciones-, dando paso a una serie de preguntas que buscan
responderse a continuación, ¿qué tipo de cultura se censura?, ¿Qué cultura se busca imponer
y cómo se lleva a cabo?
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El escrito El “apagón” cultural en Chile: políticas culturales y censura en la
dictadura de Pinochet, 1973- 1983, por la historiadora Karen Donoso, ofrece un detallado
análisis acerca de las concepciones acerca el “apagón cultural” en dictadura, estableciendo
que a causa de las limitaciones en la cultura las condiciones educacionales comienzan a
disminuir, trayendo consigo una fuerte ignorancia cultural y política en los años del régimen,
evidenciando el nulo deseo de “re- educar” a la población, considerando que establecer y
reproducir un discurso de odio no es enseñar. Es por ello que la autora se centra en las
políticas culturales implementadas en este periodo, dado que si se quiere eliminar algo, debe
ofrecerse algo en términos sociales y políticos, por lo que surge la siguiente pregunta, ¿qué
tipo de cultura ofrecen los regímenes dictatoriales en Chile y Brasil? La historiadora además,
ahonda en la significación de la cultura, buscando que se comprenda para luego evidenciar
sus falencias en este nuevo paradigma. Por tanto, la cultura resulta un elemento fundamental
de las sociedades, que se da mediante la formación de una identidad, que utiliza elementos
cotidianos que generan un sentimiento de pertenencia en la población, siendo “aquella
disposición esencial que mueve a los habitantes de una nación a organizar su vida de acuerdo
con una determinada escala de valores y que se expresa en una original manera de pensar, de
actuar y de vivir, que los singulariza y define frente a los demás” 1. Claramente debe
preguntarse de dónde surge esta identidad y cuáles son sus intenciones, pero luego de que se
establece dentro de las mentalidades colectivas, logra dinamizar las relaciones sociales
mediante la cultura, por tanto, los sectores populares se “apropian” de la concepción de
cultura y utilizan elementos propios. Lo que acontece en las dictaduras es una transformación
radical de estas condiciones de producción, debido que no solo se limita la formación de la
cultura sino que se prohíbe.
La política cultural durante los regímenes violentos busca “incentivar el desarrollo
cultural del país al mismo tiempo que dignificar sus medios de difusión”2. Según el escrito La
cultura en el campo de las ideas (1973- 1985): prácticas y discursos de la institucionalidad
de la dictadura chilena y el movimiento artístico- cultural de resistencia (UNAC Y CADA) de
Valentina Arévalo, la cultura queda como un anexo de la economía, restándole importancia
dentro de las relaciones sociales y de poder, donde hay un anhelo por la democratización de
los espacios culturales3 y su industrialización, junto con la producción y acumulación
1 Valentina Arévalo, “La cultura en el campo de las ideas (1973- 1985): prácticas y discursos de la
institucionalidad de la dictadura chilena y el movimiento artístico- cultural de resistencia (UNAC- CADA),
Revista Revueltas, n°4 (2022): 22.
2 Arévalo, “La cultura en el campo de las ideas (1973- 1985)”, 22.
3 Tatyana Maia, “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)” en Anais do XXVI Simpósio
Nacional de História, (Programa de Bolsa da Biblioteca Nacional: São Paulo, 2011), 4.
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económica bajo el sistema neoliberal, mientras que la producción intelectual es perseguida,
atacada y escondida del espacio público generando que se produzca una contracultura
centrada en la resistencia. Retomando la cita usada con anterioridad, llama la atención cómo
se habla de una “dignificación” evidenciando cómo las formas de cultura son menospreciadas
al no presentar los valores morales que se esperan de la sociedad, de la familia y de la
sexualidad.
Relacionando lo anterior con el régimen en Brasil, el texto de Tatyana de Amaral
Maia en As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974), señala la relevancia del
Consejo Federal de Cultura (CFC) y su rol en la implementación de las nuevas políticas
culturales, vislumbrando cómo su intención principal se centra en ser una institución de
“caráter normativo, consultivo e fiscalizador”4 que influencia directamente el Ministerio de
Educación y cultura, dando a conocer que la cultura que será impuesta está basada en la
fiscalización y el control, ¿realmente puede concebirse como cultura el coartar la enseñanza y
producción intelectual?

La restricción cultural y la implementación de una nueva: ¿Qué se desea imponer?


Desde los sectores dominantes no hay un deseo por una integración cultural, como se
aprecia en la cita de Tatyana “preso às malhas da burocracia brasileira e ao tradicional
desinteresse político pelo setor cultural” 5, por tanto, considerando que el poder se alberga en
estos grupos surge el cuestionamiento de si realmente hay un interés acerca de mejorar y
optimizar las condiciones para la producción cultural propicia. Sin embargo para Donoso “la
reprobación se materializa en los actos de prohibir, incautar y destruir de manera arbitraria
(...) tienen que ver con una decisión de los gobernantes de controlar los mensajes y las
imágenes que se transmiten en los espacios de comunicación social”6 El control se da
mediante la censura de las expresiones culturales y los medios de comunicación,
considerándose “como un “apagón”, debido a la baja producción y circulación de bienes
culturales en el interior del país a partir de 1973”7.
De igual manera lo estipulan Calla J.C. Knapp y Rex P. Nelson en The Rusty Butler
Archive: revelations of the cultural repression during the Brazilian military dictatorship, -el
cual se centran en Rusty Butler, un estudiante estadounidense en Brasil y sus manuscritos

4 Maia, “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)”, 1.


5 Maia, “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)”, 1.
6 Karen Donoso, “El “apagón cultural” en Chile: políticas culturales y censura en la dictadura de Pinochet
1973- 1983”, Revista Outros Tempos, n°16 (2013): 112.
7 Donoso, “El “apagón cultural” en Chile”, 105.
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acerca de la realidad dictatorial en Brasil, por lo que el gobierno coarta y limita la salida de
sus archivos- La siguiente cita permite establecer una relación entre la censura cultural en
Chile y en Brasil: “Censorship does not change culture; it simply controles de representation
of culture”8, debe comprenderse la fuerte incidencia que censura implica, considerando cómo
el limitar el conocimiento y las formas de expresión participan en la construcción de la
memoria colectiva, moldeando la identidad, por ende se da a entender que los regímenes
dictatoriales de los países mencionados no buscan censurar lo que se tiene, sino comenzar
desde cero, pero ¿qué se ofrece? No se realizan cambios, sino, simplemente se restringe la
producción cultural, trayendo como consecuencia una gran herida respecto a la forma que la
polución se expresa y adquiere conocimiento: “The effects of censorship are deep and lasting.
Cultural productions is one area of society that suffered greatly during the dictatorship for a
few reasons”9. Entonces, esta representación de la cultura se ve profundamente afectada por
las limitaciones y represiones que realiza el gobierno hacia los medios, cambiando la cultura
de forma incidental, dado que si bien no “destruye” la cultura si genera que se desarrolle una
nueva cultura centrada en la resistencia política.
Al limitar la producción intelectual se está coartando las formas de obtener
información, por tanto surge la pregunta acerca de qué forma el “nuevo” Estado busca
implementar herramientas, ¿esto se hace desde la cultura? Para Arévalo esto se hace desde la
economía y la política, institucionalizando la cultura10 y configurando una nueva cultura “sin
cultura”. ¿Qué es la cultura realmente si los sectores populares no pueden intervenir en ella?
la dictadura acaba con insertarse en los espacios privados y públicos de la sociedad, en lo
íntimo de la población, “así regular las conductas, promoviendo sobre todo la autocensura”11

La nueva cultura “sin cultura”: La institucionalización de los elementos culturales y


nacionales
En el escrito As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974), se da a
conocer el Consejo Federal de Cultura, mencionando que “As funções centrais do CFC foram
definidas e hierarquizadas já no documento de sua criação: proteger o patrimônio e elaborar
uma política nacional para o setor”12, por tanto, la cultura en Brasil se centra con proteger y

8 Knapp, Calla y Rex Nelson. “The Rusty Butler Archive: revelations of cultural repression during the Brazilian
military dictatorship”, Revista Brasileira de Literatura Comparada n°46 (2022): 188.
9 Calla, Nelson, “The Rusty Butler Archive”, 188.
10 Arévalo, “La cultura en el campo de las ideas (1973- 1985)”, 22.
11 Donoso, “El “apagón cultural” en Chile”, 112.
12 Maia, “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)”, 3.
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elaborar políticas públicas, junto con la mantención de los patrimonios, ¿y qué acontece con
la educación de las juventudes?
El sector que determina las decisiones dentro del Estado presenta como objetivo solo
censurar, ya que no se ofrece una nueva cultura como se evidencia sino que se busca trabajar
con lo que ya está, reformando y limitando, debido que desde las orientaciones políticas e
ideológicas se llevan a cabo propuestas dentro de este órgano, demostrando que
financieramente los cambios si pueden realizarse pero que no hay una intención de hacerlo13.
En el escrito de Tomás Valdivia, En torno al “apagón cultural”, puede apreciarse
cómo influenció y afecto este apagón a la sociedad chilena -relacionándose con la brasileña-,
demostrando que las políticas culturales se ven deficientes y que en realidad, el limitar a los
medios de expresión y comunicación acaba con las formas de producir y adquirir
conocimiento: “Se ha llamado también la atención sobre el deterioro del lenguaje, sea por la
progresiva introducción de términos extranjeros, sea por su falta de propiedad. En particular
la juventud es acusada de haber perdido la habilidad para expresarse”14.
Se promueve una educación y una noción de la cultura en torno a un fuerte
nacionalismo, como se aprecia en la siguiente cita: “A força política capitaneada pelo
dominada vertente executiva é mais bem compreendida se observarmos as transformações no
cenário cultural brasileiro que anunciavam o desgaste do projeto modernista conservador” 15,
sin embargo, aun así el Estado maneja esto de forma deficiente, demostrando que lo único
cercano a lo nacional presenta relación con la defensa a los valores morales propios de “lo
chileno”, estableciendo así una nueva identidad que excluye a lo “no chileno”: “la
institucionalidad de la dictadura promivió, en su práctica cultural y en su discurso una
vertiente nacionalista”, ser chileno era concebido como un producto entre el hombre y la
naturaleza, como lo órganico y natural de la sociedad, mientras que lo “no chileno” se
relaciona con lo marxista16, demostrando las incoherencias ideológicas entre lo que se
reconoce como izquierda y marxismo, hay una generalización de los conceptos que provoca
una daño que se evidencia hasta la actualidad, el miedo al marxismo y al comunismos se
encuentran en las propagandas impuestas desde el Estado, si bien, el comunismo se ha visto
segregado con anterioridad, en este periodo se establece como un enemigo interno que debe
ser destruido.

13 Maia, “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)”, 4.


14 Tomás Valdivia, “En torno al “apagón cultural”” Revista Mensaje n° 264 (1977): 618.
15 Maia, “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)”, 9.
16 Arévalo, “La cultura en el campo de las ideas (1973- 1985)”, 25.
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Lo problemático de lo anterior, además de ser fuertemente segregador -utilizando la
violencia como medio de control- es que al parecer tampoco se tiene claro qué conforma la
cultura nacional, evidenciando una carencia en cuanto a la calidad de la educación en estas
temáticas: “religion and the traditional nuclear family were celebrated, while sexual content
and anti- regime commentary were silenced”17. Sin embargo, no todo contenido censurado se
relaciona con temáticas sexuales o en contra del gobierno, las expresiones artísticas y
culturales también eran fuertemente reprimidas al ser relacionadas con los movimientos de
izquierda, demostrando que en los regímenes dictatoriales no había una razón estructurada
para censurar, sino, se encontraba bajo un discernimiento casi propio relacionado con las
concepciones de izquierda y marxismo, “mostrando-se incapaz de absorver as novas
demandas surgidas com a complexificação do setor cultural. O projeto modernista, alheio ao
processo de diversificação dos produtos culturais e à pressão de diversos grupos pelo acesso
ao financiamento estatal”18.
Lo moderno se instala por sobre la cultura, desarrollando una serie de novedades en
relación con la implementación de esto, como la importancia de la televisión en la segunda
mitad del siglo XX y su incidencia e influencia en las mentalidades de las juventudes. Siendo
una acontece a la colectividad chilena, en donde la televisión presenta un rol importante en la
configuración de las mentalidades de niñas/os y adultos, promocionando lo efímero, moderno
y sin contenido cultural o intelectual 19, siendo un mercado que carece de “todo contenido
cultural, predominando en ella una programación “vana y superficial”20, “una “crisis
educativa” en la cual estaría inmersa la juventud chilena producto el “proceso de
politización” que vivió el país en las décadas anteriores”21
A modo de conclusión, mediante el análisis y la discusión bibliográfica puede
vislumbrarse que no existe un plan estructurado de parte de las dictaduras en Chile y en
Brasil, de dar paso a una nueva cultura. Apreciando los años anteriores en Brasil, Getúlio
Vargas trae consigo una nueva propuesta estatal en donde ofrece y dispone de una serie de
cambios y transformaciones que se ven reflejados hasta la actualidad, como un medio de
ejercer control sobre la población se implementa una nueva identidad donde se utilizan
elementos simbólicos de las colectividades populares, logrando insertarse como un gobierno

17 Calla, Nelson, “The Rusty Butler Archive”, 188.


18 Maia, “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)”, 9.
19 Valdivia, “En torno al “apagón cultural””, 619.
20 Donoso, “El “apagón cultural” en Chile”, 107.
21 Donoso, “El “apagón cultural” en Chile”, 106- 107.
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que “incluye” 22 de cierto modo a los sectores populares en Brasil, como forma de restringir a
la población. Por tanto, comprendiendo lo anterior, puede comprenderse que las dictaduras
solo buscan desarticular la identidad que se estaba conformando a lo largo de los años de
opresión, atacándola con una fuerte violencia y brutalidad, pero no instalando nada como
soporte cultural, dado que el resaltar los valores morales de la Nación no implica una
reestructuración profunda de la cultura. El cambio que sí se genera, es la relación entre
economía y cultura, y como este último pasa a institucionalizarse, pasando a formar parte del
mercado. Se presenta como objetivo ideal el implementar una serie de normas morales que
repriman, controlen y limiten el actuar y la producción de conocimiento de la población en
las naciones afectadas, en este caso, la cultura es una forma de nación23. Esta nación, se
configura mediante una serie de herramientas que instalan una verdad absoluta, obliterando e
ignorando las otras narrativas: “Em muitos casos, esses instrumentos de (re) memoração
continuam a transmitir narrativas oficiais sobre o passado. Como toda narrativa, as versões
oficiais são seletivas”24, como se señala en el escrito Ditadura e repressão: Locais de
recordação e memória social na cidade de São Paulo por Janaína Teles, donde se da paso a
un reconocimiento de la fuerte represión en Brasil al considerar la nueva memoria insurgente,
por tanto, se comprende la represión que se sostuvo para poder instalar un nuevo tipo de
memoria centrada en una verdad absoluta. Dejando como herencia una “cultura” vacía,
superficial y rápidamente cambiante a causa del deseo a la modernización y desarrollo
constante que implica el sistema neoliberal.

Bibliografía
- Arévalo, Valentina. “La cultura en el campo de las ideas (1973- 1985): prácticas y
discursos de la institucionalidad de la dictadura chilena y el movimiento artístico-
cultural de resistencia (UNAC- CADA). Revista Revueltas, n°4 (2022): 18- 41.
- Donoso, Karen. “El “apagón cultural” en Chile: políticas culturales y censura en la
dictadura de Pinochet 1973- 1983”. Revista Outros Tempos, n°16 (2013): 104- 129.
- Knapp, Calla. Rex Nelson. “The Rusty Butler Archive: revelations of cultural
repression during the Brazilian military dictatorship”. Revista Brasileira de Literatura
Comparada n°46 (2022): 179- 193.
22 No deben ignorarse las fuertes exclusiones hacia los sectores indígenas en Brasil, además de la
invisibilización y silenciamiento de los sectores afrobrasileños mediante la violencia. Siendo una “inclusión”
basada en el control y en la exclusión de otros.
23 Arévalo, “La cultura en el campo de las ideas (1973- 1985)”, 22.
24 Teles, Janaína. “Ditadura e repressão: locais de recordação e memória social na cidade de São Paulo”.
Revista Lua Nova n°96 (2015): 192.
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- Maia, Tatyana. “As políticas culturais na ditadura civil- militar (1967- 1974)” En,
Anais do XXVI Simpósio Nacional de História. Programa de Bolsa da Biblioteca
Nacional: São Paulo, 2011.
- Teles, Janaína. “Ditadura e repressão: locais de recordação e memória social na
cidade de São Paulo”. Revista Lua Nova n°96 (2015): 191- 220.
- Valdivia, Tomás. “En torno al “apagón cultural”” Revista Mensaje n °264 (1977):
618- 621.

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