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Escudos.

Scutum
Scutum era el término en latín para referirse al escudo, aunque en tiempos
más modernos ha derivado a un término para hacer referencia al escudo
estándar y con forma semi-cilíndrica que llevaban los legionarios romanos.
El escudo curvo de la época de la República era ovalado, tal y como se
puede ver en el altar de Cneo Domicio Enobarbo en Roma y en el
monumento de Lucio Emilio Paulo Macedónico en Delfos. También se ha
encontrado un ejemplo arqueológico en Kasr el-Harit, en Egipto. Más
adelante el escudo fue evolucionando a una forma rectangular a comienzos
del Imperio.
Los scuta (en plural) rectangulares, que a veces eran convexos y a veces
planos,13 eran construidos principalmente a partir de tiras de madera
superpuestas unas a otras y con las vetas dispuestas en direcciones
opuestas, cubiertas con cuero. Esto supone que el escudo era muy resistente
y, a la vez, lo suficientemente ligero (de entre 5,5 y 7,5 kg)14 como para
ser transportado a lo largo de muy largas distancias.
El mejor ejemplo que ha llegado hasta nuestros días está en Siria, y se trata
de un scutum de 0,6 metros de altura, una cuerda de 66 cm, con una
longitud a lo largo de la curva de 86 cm y un grosor de entre 5 y 6 mm. Su
forma curva le permitía encajar bien los golpes más fuertes, mientras que
los laterales protegían mejor al soldado. Las flechas y golpes enemigos
podían desviarse sin llegar a golpear con toda su fuerza al legionario.
Por otra parte, el revestimiento central del escudo (denominado umbo)
estaba construido, bien de una aleación de cobre o bien de una de hierro. Se
utilizaba de forma ofensiva, siendo lo suficientemente pesado y denso
como para aturdir o desplazar a un oponente, lo cual facilitaba al legionario
el siguiente ataque con su gladius. Los legionarios solían avanzar de forma
alterna con el scutum para luego, con el scutum ligeramente alzado para
bloquear al oponente, atacar con el gladius. Los bordes del escudo también
se forraban de metal para mayor protección, pudiendo también ser usados
de forma ofensiva.
La forma del scutum permitía las formaciones compactas de legionarios.
Mediante este sistema, se superponían los escudos de forma que diesen una
mayor protección contra las armas arrojadizas. De estas posibles
formaciones, la más famosa es la formación en testudo, en la que los
legionarios colocaban los escudos de frente y hacia arriba, consiguiendo
protección también frente a proyectiles lanzados en tiro parabólico o desde
lo alto (como por ejemplo flechas, u objetos lanzados por los defensores
desde lo alto de las murallas).
Parma
Parma era el tipo de escudos ovalados utilizados por el ejército romano
durante el periodo tardío de la época imperial. Era usado principalmente
por la infantería y caballería auxiliar, mientras que los legionarios de
épocas anteriores preferían el scutum más pesado pero de mayor
protección.
Cetratus
El cetratus era un escudo ligero, utilizado por las tropas auxiliares de
ejército. Era ovalado y poseía características similares al scutum, la plancha
metálica que recubría la tela y el cuero, podía ser de cobre o de hierro, este
era usado sobre todo por la infantería. El clipeus era un escudo semejante,
la diferencia respecto a este es que lo usaba la caballería auxiliar.
Cascos
Los cascos romanos, conocidos como gálea o cassis variaban enormemente
en cuanto a su forma. Uno de los primeros en utilizarse fue el casco de
Montefortino, utilizado por los ejércitos de la República hasta el siglo i a.
C. cuando fue reemplazado directamente por el casco Coolus y, más tarde,
por el típico casco Imperial.
El casco montefortino era una copia de bronce barata y fácil de fabricar en
masa del casco galo de hierro. Tenía carrilleras que protegían la cara y un
pequeño saliente en la parte de atrás, para desviar golpes de la nuca. Era lo
bastante abierto, sin embargo, para permitir al legionario ver u oír sin
problemas. A partir de entonces, el modelo fue evolucionando durante el
Imperio, en diseños de hierro cada vez más fuertes y con mayores
protecciones, pero respetando la línea original.
Sin embargo, durante el comienzo de la decadencia en el siglo iii, se
comenzaron a ver modelos más cerrados, que protegían más, pero
limitaban la visión y audición del soldado, necesarias para ejecutar las
órdenes. Lo que tal vez refleja una pérdida de la disciplina y entrenamiento
necesarios para ejecutar los movimientos en combate, ordenados por los
instrumentos musicales, o una simplificación o empobrecimiento de las
mismas.
Las constantes crisis económicas obligaron a introducir un modelo
diferente, hecho en dos piezas unidas por un refuerzo o cresta metálica. Se
hizo habitual como muy tarde en el siglo iv, siendo más económico y
rompiendo definitivamente con la tradición del montefortino.

Otro equipamiento.
Túnica
La principal vestimenta bajo la armadura de todos los soldados de la
república y de comienzos de la era imperial fue la túnica. Normalmente
estaba hecha de lana, y los primeros diseños utilizados por los legionarios
consistían en una simple tela rectangular cosida en los laterales y con
huecos para los brazos. La parte superior simplemente se dejaba descosida.
Más tarde fueron apareciendo túnicas más elaboradas a las que se les
añadían mangas, y que en provincias de climas más fríos era habitual
utilizar junto con pantalones también de lana.
Ballista
La ballista o balista es una antigua arma de asedio de aspecto y mecanismo
similares a los de una ballesta, pero de un tamaño mucho mayor. Utilizaba
un mecanismo de torsión, en lugar de flexión, para acumular la energía
potencial necesaria para lanzar los proyectiles contra el enemigo. Las
versiones más antiguas arrojaban flechas pesadas o proyectiles de piedra de
forma esférica.
Más adelante fue evolucionando hacia un tipo de arma más pequeña y
ligera, el Scorpio. En la columna de Trajano, se ve estos «escorpiones»
montados sobre carros tirados por mulas.
Balteus
El balteus era el cinturón estándar utilizado por los legionarios romanos
para portar el gladius y que además, gracias a unos flecos tachonados en
bronce, ofrecía una protección ligera a los cortes en la zona púbica.
Braccae
Braccae era el término latino utilizado para hacer referencia a los
pantalones de lana utilizados por las tropas.
Catapulta
Una catapulta es un arma de asedio que utiliza un brazo para lanzar un
proyectil de gran tamaño a grandes distancias en tiro parabólico. Sin
embargo, el término suele utilizarse para hacer referencia a las armas de
asedio con ese nombre utilizados en la Edad Media. Los proyectiles
lanzados en la época romana podían ser tanto flechas como, más adelante,
piedras.
Manto
El manto utilizado por el ejército romano tenía forma de poncho. Se
utilizaron dos tipos, el sagum, una capa rectangular cerrada con un broche,
y la paenula, con forma de poncho o capote, ambos de lana cubierta con
aceite natural para repeler el agua y hacerlos impermeables. Se abrochaba
con una fibulae o con correas.
Caligae
Las caligae (en singular, caliga) eran las sandalias pesadas típicas de los
soldados legionarios y auxiliares romanos durante toda la historia de la
República y el Imperio.
Estaban hechas de cuero, atadas desde el centro del pie hasta la parte
superior del tobillo. Adicionalmente, se añadían clavos de metal a la suela,
con tres propósitos:
Reforzar el calzado.
Dar una mejor tracción al soldado.
Convertir la sandalia en una posible arma en mitad de la batalla.
En determinados casos puede ser perjudicial, como en el asalto al templo
de Jerusalén, donde el suelo de mármol pulido hizo resbalar a un centurión.
Pero en la mayoría de circunstancias daban buena tracción. Tal vez a partir
del siglo iii y sin duda en el IV, las sandalias fueron sustituidas por zapatos
cerrados.
Buccina
La buccina era un instrumento musical de viento utilizado por el ejército
romano. Originalmente era un tubo metálico de entre 11 y 12 pies de
longitud, estrecho, y que se hacía sonar gracias a una boquilla en forma de
copa. El tubo se enroscaba sobre sí mismo desde la boquilla hasta el
amplificador de sonido en forma de una gran C cuya estructura se fortalecía
mediante una barra que atravesaba la curva.

El músico podía utilizar la barra para dar más estabilidad al instrumento,


mientras que el tubo de sonido se curvaba por encima hasta quedar por
encima de la cabeza o del hombro.
Servía para hacer diversas señales en el campamento como, por ejemplo,
señalizar las guardias. Este instrumento es el antecesor de la trompeta y del
trombón.
Focale
En la antigua Roma, denominaban focale a un tipo de bufanda utilizada por
el ejército para la protección del cuello. En concreto, el focale aislaba la
piel del legionario del roce continuo que producía el cuello de la armadura
(sobre todo la lorica hamata o la segmentata) y el casco.
Sudis
En la Antigua Roma, recibían el nombre de sudis las estacas que
transportaban las tropas y que eran utilizadas para la construcción de los
campamentos. A veces se les denominaba valus y es también frecuente,
aunque incorrecto, el nombre de pilum murale, que significa muralla de
lanzas.
Sarcina
La sarcina era el macuto o mochila que transportaban los legionarios con
sus enseres.
Odre
Los campamentos romanos normalmente se construían sobre arroyos u
otras fuentes de agua que les permitiesen beber y utilizarla en las letrinas
comunales. Sin embargo, cada soldado debía también transportar un odre
con suficiente agua como para un día de marcha.
Comida
Todo legionario debía transportar parte de su propia comida. Si bien el
ejército en plena marcha normalmente llevaba consigo una caravana de
mulas u otros animales de carga para transportar los suministros, tras las
reformas de Mario los legionarios fueron obligados a transportar encima
unos 15 días de suministros de comida básica.
Pala
Herramienta transportada por los legionarios para la construcción de
fortificaciones, zanjas, letrinas, etc. Cada legionario llevaba, o bien una
pala para cavar, o un pico para horadar la tierra.
Pátera
La pátera era un cuenco utilizado para beber, normalmente en un contexto
ritual.
Tribulus
El tribulus era un abrojo. Consistía en un arma compuesta por cuatro o más
clavos afilados colocados de una manera tal que uno de ellos siempre
apuntase hacia arriba cuando se colocaba sobre una base estable (una forma
posible, por ejemplo, era un tetraedro). Los abrojos sirven para ralentizar el
avance de tropas como caballería, elefantes de guerra o infantería a pie. Se
dice que era particularmente efectiva contra las blandas pezuñas de los
camellos.
El escritor romano Vegecio, en su obra De Re Militari, escribió:
Los carros con guadañas utilizados en la guerra por Antíoco III el Grande y
Mitrídates VI al principio aterrorizaron a los romanos, pero más tarde les
vencieron. Como un carro de este tipo no siempre se encuentra en terreno
plano y nivelado, la más pequeña obstrucción lo detiene. Y si uno de los
caballos muriese o fuese herido, cae en manos enemigas. Los soldados
romanos les hicieron inútiles mediante el siguiente sistema: en el instante
en que el enfrentamiento comenzaba, sembraban el campo de batalla con
abrojos, y los caballos que arrastraban los carros, corriendo al galope con
ellos, eran destruidos de forma infalible. Un abrojo es una maquinaria
compuesta por cuatro picas o puntas colocadas de forma que de cualquier
forma en la que caigan al suelo, queda apoyada sobre tres de ellas y la
cuarta queda en posición vertical.

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