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GUÍA: Queridos hermanos, en esta oportunidad nos reunimos para adorar a Cristo, presente entre nosotros en
las especies Eucarísticas. Es una ocasión muy especial en la que como comunidad nos encontramos en torno al
altar, para celebrar y aclamar con nuestros cantos a la fuente de nuestras alegrías, a Aquel que nos acompaña en
medio de nuestras vidas, a Cristo Vivo y Resucitado.
Realizar este gesto es una muestra del infinito amor de Dios, que, dándonos a su Hijo en las especies del Pan y
del Vino se hace compañero y amigo de los hombres.
No somos nosotros los que caminamos con Él, es Él quien se ha acercado a nosotros y en medio de este mundo
ilumina nuestra existencia.
Es esta procesión una ocasión propicia de profesar nuestra fe en Cristo Eucaristía, nuestra firme confianza en
Su Presencia Redentora en el Sacramento del Altar. Alegres y con un corazón dispuesto celebremos esta fiesta
eucarística en donde con toda nuestra alma aclamamos a Cristo.
EXPOSICIÓN (de rodillas).
“Cantemos al amor de los amores”.
Cantemos al amor de los amores,
Cantemos al Señor, Dios está aquí,
Venid adoradores, adoremos,
A Cristo Redentor.
“En verdad, en verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no
tendrán vida en ustedes. El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el
último día” (Jn 6, 53-54).
GUÍA: En esta primera estación pidamos a Cristo, por su Esposa la Iglesia, extendida por todo el orbe de la
tierra, por sus ministros: el Papa Francisco, los Obispos sacerdotes, diáconos, seminaristas, consagrad@s,
religios@s, laicos comprometidos y por todos los creyentes, para que alimentados con el Pan de Vida, sean
fieles anunciadores de la Buena Noticia de Jesús Encarnado, Muerto y Resucitado, de su Presencia en el
Sacramento, y así encuentre el hombre de hoy, la alegría de la fe, la esperanza y la caridad.
TODOS: Señor Dios nuestro, que te has dignado congregar a Tu pueblo y darle el nombre de Iglesia; haz que
cuantos se reúnen en Tu nombre Te veneren, Te amen, Te sigan, y guiados por Ti, alcancen el Reino que les
has prometido. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
**PADRE NUESTRO. AVE MARÍA, GLORIA.
Yo te adoro y te bendigo,
Porque en el Pan consagrado,
Te has querido unir conmigo,
-MI JESÚS SACRAMENTADO (2).
Eres Tú la realidad,
Tú mi dicha y mi consuelo,
Tú mi gran felicidad,
-EN LA TIERRA Y EN EL CIELO (2).
“Cada vez que coman de este pan y beban de este cáliz proclaman la muerte del Señor hasta que vuelva”
(1Cor 11,26-27).
GUÍA: Pidamos al Señor, por todas las naciones, por los gobernantes y los que tienen algún poder, por los
marginados y victimas del odio y la guerra. Para que encontrando en el Evangelio al Único autor de la Paz,
todos los hombres caminemos por sendas de Justicia y Paz y ayudemos a construir un mundo más humano.
TODOS: Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según Tu
voluntad, en la justicia y en la paz, y que Tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.
Te alabamos Señor,
Por tu inmensa bondad
Te alabamos Señor,
Por tu Cuerpo hecho Pan.
“Mi Carne es Verdadera Comida y mi Sangre Verdadera Bebida. “Lo mismo que el Padre que vive, me
ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí” (Jn 6, 55.57).
GUÍA: Pidamos ahora por todos aquellos que sufren en el cuerpo y el alma alguna dolencia, por los que sufren
enfermedades en fase terminal, por los que se encuentran solos y abandonados en los hospitales y carecen de
cualquier ayuda. Para que suscite el Señor una Palabra de Vida, y lleve un mensaje de esperanza a todos los
atribulados.
TODOS: Señor, dueño de la vida y de la historia, escucha la oración de quienes nos hemos reunido en Tu
nombre: Protege, conforta, ayuda y sana a nuestros hermanos enfermos. Derrama sobre todos nosotros Tu
Espíritu Santo para que nos ayude en esta etapa de la vida, para que nos dé fuerza en la enfermedad y para que
nos haga ante el mundo testigos de tu amor. Por Jesucristo Nuestro Señor.
“Quien coma este pan o beba el cáliz del Señor indignamente, reo será del Cuerpo y de la Sangre del
Señor [...], porque quien le come y bebe indignamente se traga y bebe su propia condenación” (1Cor 11,
27-29).
GUÍA: Pidamos ahora al Señor, por las familias del mundo entero, por todos los matrimonios, en especial los
que se encuentran en dificultad, por los padres y los hijos; por los niños no nacidos, por las jóvenes parejas, por
los novios. Para que encuentren en la Sagrada Familia de Nazaret, el modelo propicio de familia cristiana, y
puedan así, crecer en la vivencia del amor.
TODOS: Señor, Dios nuestro, en cuyos mandatos encuentra la familia su auténtico y seguro fundamento,
atiende a las súplicas de Tus servidores y concédeles que, siguiendo los ejemplos de la Sagrada Familia, lleguen
a gozar de los premios de Tu Reino en el hogar del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
“Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque
participamos de ese único pan” (1Cor 10,17). "Sin mí no pueden hacer nada" (Jn 15, 5).
GUÍA: Pidamos ahora al Señor, por los proyectos pastorales parroquiales, para que los grupos, movimientos y
asociaciones, a imitación de Jesús, el misionero del Padre, sepan proyectar su fe en el anuncio del Evangelio y
atraer a los alejados con la fuerza del Espíritu Santo a integrarse a la comunidad eclesial y valorar su fe
bautismal para crecer en la fraternidad y el servicio a los demás.
TODOS: Dios bondadoso, te pedimos nos concedas que al servirte a través de nuestro grupo parroquial, lo
hagamos para darte gloria, para formar la unidad y ser signo ante el mundo, para que sirviéndote y sirviendo a
tu Iglesia con amor, sea posible instaurar tu Reino aquí en la tierra, mientras llegamos a la patria eterna. Por
Jesucristo Nuestro Señor.
ORACIÓN DE OFRENDA
“Hagan esto en memoria mía” Lc 22,14-20
GUÍA: Ante ti, Señor, nos hemos reunido este día para presentarte nuestra ofrenda, la ofrenda somos nosotros
mismos, en un acto de alabanza y adoración.
Mientras los hombres no te adoran, nosotros nos sentimos comprometidos a hacerlo en nombre de la Iglesia ,
para que Tu gloria sea sin cesar reconocida, para que el tiempo en el que se desarrolla nuestra vida humana, se
convierta hora tras hora, día y noche, en un cántico de alabanza a Ti.
TODOS: Unidos hoy y comprometidos siempre con toda la humanidad, queremos una vez más recoger los
frutos del trabajo de los hombres del campo, y de la industria, el esfuerzo de los que luchan, la reflexión de los
que estudian e investigan, el dolor de los que sufren en el cuerpo y en el alma, el amor de las familias, las
nobles aspiraciones de los jóvenes, las preguntas de los niños, en fin todo lo que somos y tenemos, para
presentarlos ante Ti como ofrenda de oración.
Queremos hacernos presentes y disponibles a Tu presencia, renovando una vez más ante Ti el compromiso del
servicio a que nos has llamado; compromiso de adoración constante y de presencia callada, pero vigilante y
activa, en el mundo.
Danos Tu gracia para que, avivando nuestra fe y encendido nuestros corazones, te adoremos hoy y siempre con
fervor. Que con María, Tu Madre, Mujer Eucarística, sepamos adorarte y alabarte continuamente y darte
gracias porque nos has salvado y porque permaneces cercano entre nosotros. Gracias Señor por Tu presencia.
Amén.
AL AUGUSTO SACRAMENTO,
VENEREMOS CON PIEDAD,
QUE EL ANTIGUO TESTAMENTO,
A ESTE RITO DÉ LUGAR,
Y LA FE NOS DÉ EL AUMENTO
QUE AL SENTIDO HA DE AYUDAR.
BENDICIÓN Y LETANÍAS
COMUNIÓN ESPIRITUAL
"Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las
cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente, ven al
menos espiritualmente a mi corazón (silencio y adoración), y como si ya te hubiera recibido, te abrazo y me uno
enteramente a Ti. No permitas Señor que jamás me separe de Ti. Amén".
CANTOS DE MISA
Oh manantial divino,
Oh fuente de Agua viva,
Oh Santa Comunión
Es Jesús el Pan de Vida.
Él su Carne ofreció,
Como vida plena y eterna,
Danos de sus manos buenas,
Ese manjar de gracia eterna.
Quien mi Carne come,
Quien mi Sangre bebe,
Vida en Dios le daré,
Madre, dánoslo a Él.