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Arquidiócesis de Quito
Delegación de Catequesis
Centro Teológico Pastoral Arquidiocesano
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INDICE
Indice................................................................................................................................................3
Catequesis en tiempos de pandemia………………………………………………………………...4
Metodología………………………………………………………………………………………………..5
ENCUENTRO PRIMER NIVEL DE PRIMERA COMUNIÓN
Padre nuestro que estás en el cielo……………………………………………………………………6
ENCUDNTRO SEGUNDO NIVEL DE PRIMERA COMUNIÓN
Sentados a la misma mesa…………………………………………………………………………….10
ENCUENTRO PRIMER NIVEL DE CONFIRMACIÓN
La fraternidad: un don y una responsabilidad………………………………………………………14
ENCUENTRO SEGUNDO NIVEL DE CONFIRMACIÓN
Ustedes son sal de la tierra y luz del mundo.…………………………………………………………18
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CATEQUESIS EN TIEMPO DE PANDEMIA
Les agradezco a todos por la creatividad para inventar tantas cosas, la disponibilidad para
aprender nuevos métodos, la buena voluntad para irse adaptando a esta inusitada situación.
Debemos continuar y es por eso que desde la delegación de Catequesis les ofreceremos a
lo largo de estas 8 semanas, 8 guías de catequesis para los niveles de Primera Comunión y
Confirmación. Es una guía que en cada lugar se deberá adaptar a las situaciones concretas,
que a los Padres de Familia les sirva para que sean ellos los primeros catequistas, que ahí
donde se pueda, sirva para hacer un encuentro a través de la plataforma zoom u otra
plataforma de video conferencias. No dejen de utilizarlas, buscan conectar los temas propios
de cada nivel con la situación concreta que estamos viviendo; además de utilizar los recursos
audiovisuales que permite una catequesis on-line, de tal manera se favorece una interacción
dinámica.
Este ciclo formal de catequesis en nuestra Arquidiócesis terminará a fines de junio, durante
los meses de vacaciones, invitamos a los catequistas a seguir acompañando a las familias
motivando a que en cada una de ellas haya momentos de oración en familia semanales,
hasta volver a encontrarnos en la catequesis el mes de octubre.
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METODOLOGÍA
Estos pequeños subsidios de catequesis se han realizado para que los niños y adolescentes
que participan en la catequesis parroquial continúen con el proceso catequético desde
sus casas, animados por sus propios Padres y catequistas. Son en total ocho encuentros
que mantienen el siguiente esquema:
- Lectura Bíblica que está acompañada de un video, al cual puedes acceder desde el
link presente en cada encuentro.
- Oración final, que nos invita a ponernos en manos de Dios en estos momentos difíciles
para el mundo y a saber responderle en una acción concreta de nuestra vida.
- Para Padres de familia. Para que los Padres de Familia puedan profundizar en el tema
tratado presentamos un mensaje o una homilía, del Papa Francisco, así como también las
referencias al tema en el Catecismo de la Iglesia Católica.
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PRIMER NIVEL DE PRIMERA COMUNIÓN
Arquidiócesis de Quito
Delegación de Catequesis
Centro Teológico Pastoral Arquidiocesano
ORACIÓN INICIAL
Señor, te damos gracias porque nos reúnes una vez en tu
presencia. Ayúdanos a escuchar Tu Palabra con reverencia,
atención y humildad. Envíanos Tu Espíritu para que podamos
acogerla con verdad y sencillez, para que ella transforme
nuestra vida. Que Tu Palabra penetre nuestro corazón y se
transforme en obras de vida según tu voluntad. Amén.
ACTIVIDAD
2.- Mira con atención a los dos hombres. Describe qué están haciendo y descubre
cuál es la relación entre ellos. ¿Reconoces la historia?
Para profundizar en la
historia de esta imagen
puedes visitar la siguiente
página:
https://www.bibliavida.com/histo
rias-biblicas/la-par-bola-del-hijo-
pr-digo-historia-de-la-biblia.html
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COMPROMISO
Sabiendo que somos todos hermanos en Cristo e Hijos de Dios que nos ama infinitamente,
¿a qué te comprometes con tu familia durante estos días?
ORACIÓN FINAL
ORACIÓN DE ABANDONO
Padre mío, me abandono a Ti. Haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí te
lo agradezco, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo. Con tal que Tu voluntad
se haga en mí y en todas tus criaturas, no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en Tus manos. Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi
corazón, porque te amo, y porque para mí amarte es darme, entregarme en Tus
manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre.
Amén.
Todo el misterio de la oración cristiana se resume aquí, en esta palabra: tener el coraje de
llamar a Dios con el nombre de Padre. Lo afirma también la liturgia cuando, invitándonos a
recitar comunitariamente la oración de Jesús, utiliza la expresión «nos atrevemos a decir».
De hecho, llamar a Dios con el nombre de “Padre” no es para nada un hecho sobre
entendido. Somos conducidos a usar los títulos más elevados, que nos parecen más
respetuosos de su trascendencia. En cambio, invocarlo como “Padre” nos pone en una
relación de confianza con Él, como un niño que se dirige a su papá, sabiendo que es amado
y cuidado por él. Esta es la gran revolución que el cristianismo imprime en la psicología
religiosa del hombre. El misterio de Dios, que siempre nos fascina y nos hace sentir pequeños,
pero no nos da más miedo, no nos aplasta, no nos angustia. Esta es una revolución difícil de
acoger en nuestro ánimo humano; tanto es así que incluso en las narraciones de la
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Resurrección se dice que las mujeres, después de haber visto la tumba vacía y al ángel,
«salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí» (Mc 16,8). Pero
Jesús nos revela que Dios es Padre bueno, y nos dice: “No tengan miedo”.
Pensemos en la parábola del padre misericordioso (Lc 15,11-32). Jesús narra de un padre que
sabe ser sólo amor para sus hijos. Un padre que no castiga al hijo por su arrogancia y que es
capaz incluso de entregarle su parte de herencia y dejarlo ir fuera de casa. Dios es Padre,
dice Jesús, pero no a la manera humana, porque no existe ningún padre en este mundo que
se comportaría como el protagonista de esta parábola. Dios es Padre a su manera: bueno,
indefenso ante el libre albedrio del hombre, capaz sólo de conjugar el verbo “amar”. Cuando
el hijo rebelde, después de haber derrochado todo, regresa finalmente a su casa natal, ese
padre no aplica criterios de justicia humana, sino siente sobre todo la necesidad de perdonar,
y con su brazo hace entender al hijo que en todo ese largo tiempo de ausencia le ha hecho
falta, ha dolorosamente faltado a su amor de padre. (…)
Ahora les hago una propuesta: cada uno de nosotros tiene tantos problemas y tantas
necesidades. Pensemos un poco, en silencio, en estos problemas y en estas necesidades.
Pensemos también en el Padre, en nuestro Padre, que no puede estar sin nosotros, y que en
este momento nos está mirando. Y todos juntos, con confianza y esperanza, oremos: “Padre
nuestro, que estas en los cielos…”.
ACTIVIDAD
ACTIVIDAD EXTRAEXTRA
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PRIMER NIVEL DE CONFIRMACIÓN
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ACTIVIDAD
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COMPROMISO
Como familia nos comprometemos a cada noche pedir en mis oraciones por todas las
familias del mundo para que vivan en armonía y paz. También a colaborar en las diferentes
actividades del hogar.
ORACIÓN FINAL
Se ponen de pie y en familia recitan juntos esta oración
San José, ilumina a los responsables del bien común, para que sepan, como tú, cómo
cuidar de las personas que les han sido confiadas. Concede la inteligencia de la ciencia a
aquellos que buscan medios adecuados para la salud y el bienestar físico de los hermanos.
Sostén a los que atienden a los necesitados: voluntarios, enfermeros, médicos, que están en
primera línea curando a los enfermos, incluso a costa de su propia vida. Bendice, San José,
a la Iglesia, hazla signo e instrumento de tu luz y de tu bondad. Acompaña, San José, a las
familias: con tu silencio orante, construye la armonía entre padres e hijos, especialmente los
más pequeños. Defiende a los ancianos de la soledad: haz que ninguno sea dejado a la
desesperación del abandono y del desánimo. Consuela a los más frágiles, anima a los que
flaquean, intercede por los pobres. Con la Virgen Madre, suplica al Señor que libere al
mundo de toda forma de pandemia.
Amén.
1878 Todos los hombres son llamados al mismo fin: Dios. Existe cierta semejanza entre la unión
de las personas divinas y la fraternidad que los hombres deben instaurar entre ellos, en la
verdad y el amor. El amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.
1879 La persona humana necesita la vida social. Esta no constituye para ella algo
sobreañadido sino una exigencia de su naturaleza. Por el intercambio con otros, la
reciprocidad de servicios y el diálogo con sus hermanos, el hombre desarrolla sus
capacidades; así responde a su vocación.
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ACTIVIDAD EXTRA
1.- Colorea la siguiente imagen. Escribe en cada personaje el nombre de las personas con
quienes quisieras fortalecer tu amistad o a las que quisieras ayudar más.
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SEGUNDO NIVEL DE CONFIRMACIÓN
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Centro Teológico Pastoral Arquidiocesano
Aprender que la sal no existe para sí, sino para dar sabor a la
comida, la luz no existe para sí, sino para iluminar el camino. La
comunidad no existe para sí, sino para servir al pueblo.
ORACIÓN INICIAL
ACTIVIDAD
Una vez que todos los miembros de la familia hayan compartido sus respuestas,
cada miembro tomará en sus manos la vela y hará una oración de
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agradecimiento a Dios por las personas antes mencionadas.
¿Qué se acostumbra hacer este mes?
Mirar a María como a una madre: Platicarle todo lo que nos pasa: lo bueno
y lo malo. Saber acudir a ella en todo momento.
Confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan por
las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por nuestras dificultades.
COMPROMISO
En estas actuales circunstancias que estamos viviendo hay mucha gente que necesitará una
luz para seguir el camino. Nuestro compromiso será compartir nuestro testimonio de fe y
esperanza (vía mensaje, llamada de teléfono o video llamada) con algún miembro de
nuestra familia que en este tiempo no la hayamos podido ver. Además, dentro de nuestro
hogar tratemos de ser siempre el primero en disculparse y ofrecer una solución en alguna
discusión que se presente.
ORACIÓN FINAL
“Oh Jesús, me llamas a ser la sal y la luz para los demás,
esto implica que mi testimonio de vida, palabras y acciones
deben ser un reflejo de tu amor, de tu misericordia infinita.
Tu gracia es la fuente para la felicidad.
Ayúdame, Señor, a guiarme en todo por el Espíritu Santo,
para que Él sea quien edifique, en mí, al auténtico testigo de tu amor.
AMEN
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El Papa Francisco ha recordado en las palabras del Evangelio de hoy, que los cristianos
deben ser la luz y la sal para su prójimo. “La sal y la luz son para dar a los demás. Lo que
ilumina y lo que mantiene la luz de Cristo es la oración” ha dicho el Santo Padre.
“Se pueden hacer muchas cosas por la Iglesia, muchas obras de misericordia, pero si no oras,
todo estará un poco oscuro” “La oración es el combustible, la batería que da vida a la luz”
“Otra actitud del cristiano es salar, dar sabor a la vida de los demás con el mensaje del
Evangelio” “Estas son buenas obras del cristiano: Ser luz para iluminar y ser sal para dar sabor
y conservar. Que el Señor nos ayude en esta tarea”
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