Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Inicialmente, las células cancerosas se esconden del sistema inmunitario, ya que, este suele
destruir las células dañadas o anormales. Sin embargo, en su mayoría esta alteración celular suele
contrarrestar la acción del sistema inmunitario, por lo que avanza, se desarrolla, diseminándose
por todo el organismo. Para ello, existen algunos tipos de tratamiento para combatir células
cancerosas:
Cirugía: Operación en la cual los médicos cortan y extirpan el tejido con células
cancerosas.
Quimioterapia: Medicamentos especiales que reducen o matan las células cancerosas.
Radioterapia: Uso de rayos de alta energía (similares a los rayos X) para matar las células
cancerosas.
Terapia hormonal: Impide que las células cancerosas obtengan las hormonas que
necesitan para crecer.
Inmunoterapia: Un tratamiento que trabaja con el sistema inmunitario del cuerpo para
ayudarlo a combatir las células cancerosas o a controlar los efectos secundarios de otros
tratamientos contra el cáncer.
Trasplante de células madre (trasplante de médula ósea): Remplaza las células de la
médula ósea que se pierden debido a dosis muy altas de quimioterapia o radioterapia.
Se caracterizan por el crecimiento celular no regulado, por evitar la muerte celular, por la
invasión de tejidos y la metástasis
Se originan sin recibir señales de que se deben formar.
No hacen caso a las señales que indican a las células que dejen de multiplicarse o que
deben destruirse (muerte celular programada o apoptosis).
Invaden áreas cercanas y se diseminan a otras áreas del cuerpo (metástasis)
Hacen que los vasos sanguíneos crezcan en dirección a los tumores. Estos vasos
sanguíneos llevan oxígeno y nutrientes a los tumores y quitan los productos de desecho de
los tumores.
Se esconden del sistema inmunitario
Engañan al sistema inmunitario para seguir vivas y multiplicarse. Algunas células
cancerosas incluso logran que las células inmunitarias protejan el tumor en vez de
atacarlo.
Incorporan numerosos cambios en los cromosomas, como partes del cromosoma que se
repiten o faltan. Algunas células cancerosas tienen el doble de cromosomas normales.
Dependen de nutrientes que son distintos a los que necesitan las células normales.
Además, algunas células cancerosas crean energía de los nutrientes de formas diferentes a
las que usan la mayoría de las células normales. Esto permite que se multipliquen mucho
más rápido.
El cáncer es una enfermedad genética. Los cambios en los genes que controlan el
funcionamiento de las células, en especial, cómo se forman y multiplican, causan el cáncer.Los
cambios genéticos se producen por estos motivos:
En general, el cuerpo elimina células con daños en el ADN antes de que se vuelvan
cancerosas. Pero la capacidad del cuerpo disminuye a medida que las personas envejecen.
Los cambios genéticos que contribuyen al cáncer suelen afectar a tres tipos principales de
genes: protooncogén, gen supresor de tumoral y gen de reparación de ADN. Estos cambios a
veces se llaman “oncoiniciadores”.