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TALLER 4

TRANSTORNOS BIOLOGIOS EN EL SER HUMANO

ADRIANA JUDITH QUINTERO


SHILEY FLOREZ PICO

UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA


FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES
TECNOLOGÍA EN SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
FIBROSIS PULMONAR CRONICA
La fibrosis pulmonar es una afección en donde el tejido profundo de sus pulmones
se va cicatrizando. Esto hace que el tejido se vuelva grueso y duro. Esto dificulta
recuperar el aliento y es posible que la sangre no reciba suficiente oxígeno.

Las causas de la fibrosis pulmonar incluyen contaminantes ambientales, algunos


medicamentos, enfermedades del tejido conectivo o la enfermedad pulmonar
intersticial (grupo de enfermedades que causan inflamación o cicatrización en los
pulmones) pero en la mayoría de los casos, no se encuentra una causa. Esto se
llama fibrosis pulmonar idiopática.

SINTOMAS

Dificultad para respirar

Una tos entrecortada y seca que no mejora

Cansancio

Pérdida de peso sin razón aparente

Dolores en los músculos y en las articulaciones

Acropaquía o dedos en palillo de tambor (clubbing, en inglés; en esta afección, las


puntas de los dedos de las manos y los pies se agrandan y las uñas se curvan)

COMO SE DIGNOSTICA

Por medio de pruebas por imágenes, una biopsia y/o pruebas de la función de los
pulmones 

Tratamiento

No existe cura Estos incluyen medicamentos, terapia con oxígeno, rehabilitación


pulmonar o trasplante de pulmón ayuda a mejor un poco los síntomas y la calidad
de vida
ASBESTOSIS

Enfermedad de los pulmones causada por la inhalación de partículas de amianto


(asbesto) (un grupo de minerales con forma de fibras diminutas). Los síntomas
incluyen tos, problemas respiratorios y dolor de pecho como resultado de la
cicatrización y el daño permanente del tejido del pulmón. La asbestosis aumenta el
riesgo de cáncer de pulmón y mesotelioma maligno (cáncer que se encuentra en
el revestimiento de los pulmones, el pecho o el abdomen).

La asbestosis es una enfermedad pulmonar crónica causada por la inhalación de


fibras de asbesto. La exposición prolongada a estas fibras puede causar
cicatrización del tejido pulmonar y falta de aire. Los síntomas de la asbestosis
pueden ser de leves a graves, y generalmente no aparecen hasta muchos años
después de la exposición inicial.

El asbesto es un producto mineral natural que es resistente al calor y la corrosión.


En el pasado, se usaba ampliamente en productos como materiales de
aislamiento, cemento y algunas baldosas para el suelo.

La mayoría de las personas con asbestosis desarrollaron esta afección durante el


trabajo antes de que el gobierno federal comenzara a regular el uso de asbesto y
productos de asbesto en la década de 1970. En la actualidad, su manipulación
está estrictamente regulada. Desarrollar asbestosis es extremadamente poco
probable si sigues los procedimientos de seguridad de tu empleador. Solo los
profesionales capacitados y acreditados del asbesto deben manipular los
productos de asbesto. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas.

SINTOMAS

Los efectos de la exposición al asbesto a largo plazo no suelen aparecer hasta 10


a 40 años después de la exposición inicial. La gravedad de los síntomas puede
variar.

Estos son algunos de los signos y síntomas de la asbestosis:

Falta de aire
Tos seca y persistente

Dolor u opresión del

Sonidos crepitantes y secos en los pulmones al inhalar

Las puntas de los dedos de las manos y de los pies parecen más anchos y
redondos de lo normal (dedos en palillo de tambor)

CAUSA

Si te expones a altos niveles de polvo de asbesto durante un largo período de


tiempo, algunas de las fibras transportadas por el aire pueden alojarse dentro de
tus alvéolos: los diminutos sacos que se encuentran en los pulmones donde el
oxígeno se intercambia por el dióxido de carbono en la sangre. Las fibras de
asbesto irritan y cicatrizan el tejido pulmonar, lo que provoca que los pulmones se
vuelvan rígidos. Esto dificulta la respiración.

A medida que la asbestosis progresa, más y más tejido pulmonar se cicatriza. Con
el tiempo, el tejido pulmonar se vuelve tan rígido que no puede contraerse y
expandirse normalmente.

Fumar parece aumentar la retención de las fibras de asbesto en los pulmones, y a


menudo resulta en una progresión más rápida de la enfermedad.

El riesgo de asbestosis suele estar relacionado con la cantidad y la duración de la


exposición al asbesto. Cuanto mayor es la exposición, mayor es el riesgo de daño
pulmonar.

Es posible que la exposición pasiva afecte a los miembros del hogar de los
trabajadores expuestos, ya que las fibras de asbesto pueden llevarse a casa en la
ropa. Las personas que viven cerca de las minas también pueden estar expuestas
a las fibras de asbesto liberadas en el aire.
COMPLICACIONES

Si tienes asbestosis, corres un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón,


especialmente si fumas o si fumaste en el pasado. En raras ocasiones, el
mesotelioma maligno, un cáncer del tejido alrededor del pulmón, puede
presentarse muchos años después de la exposición al asbesto.

PREVENCIÓN

Reducir la exposición al asbesto es la mejor prevención contra la asbestosis. En


los Estados Unidos, la ley federal exige que los empleadores de las industrias que
trabajan con productos de asbesto, como la construcción, tomen medidas de
seguridad especiales.

Muchas casas, escuelas y otros edificios construidos antes de la década de 1970


tienen materiales como tuberías y baldosas que contienen asbesto. En general, no
hay riesgo de exposición mientras el asbesto esté encerrado e inalterado. Cuando
se dañan los materiales que contienen asbesto, existe el peligro de que las fibras
de asbesto se liberen en el aire y se inhalen. Debes pedirle a un profesional
capacitado y acreditado del asbesto que inspeccione y repare o retire los
productos que tienen asbesto.

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Radiografía de tórax

Tomografía computarizada

Pruebas de la función pulmonar

Procedimientos de diagnóstico

Broncoscopía. 

Toracentesis.
Tratamiento

No hay ningún tratamiento para revertir los efectos del asbesto en los alvéolos. El
tratamiento se centra en hacer más lenta la progresión de la enfermedad, aliviar
los síntomas y prevenir las complicaciones.

Necesitarás atención de seguimiento de rutina, como radiografías o tomografías


computarizadas de tórax, y estudios de la función pulmonar, a intervalos regulares
según la gravedad de tu afección. El tratamiento temprano de las infecciones
respiratorias puede ayudar a prevenir las complicaciones.

TERAPIA

Para aliviar la dificultad respiratoria causada por la asbestosis avanzada, es


posible que el proveedor de atención médica te recete administración de oxígeno.
El oxígeno se suministra por medio de un tubo plástico delgado con puntas que se
encajan en las fosas nasales o un tubo delgado conectado a una mascarilla que
se usa sobre la nariz y la boca.

Participar en un programa de rehabilitación pulmonar puede ayudar a algunas


personas. El programa ofrece componentes educativos y de ejercicios, como
técnicas de respiración y relajación, formas de mejorar los hábitos de actividad
física y educación para mejorar la salud en general.
NEOPLASIA MALIGNA DE BRONQUIOS Y DE PULMÓN
La neoplasia primaria múltiple de pulmón es una forma poco frecuente de
presentación del carcinoma de pulmón, de complicado diagnóstico en ciertas
ocasiones y muy mal pronóstico; por todo ello se requiere de la especial habilidad
del clínico.
El cáncer de pulmón primario es un cáncer que se origina a partir de células
pulmonares. El cáncer pulmonar primario puede iniciarse en las vías respiratorias
que se ramifican a partir de la tráquea para ventilar los pulmones (bronquios) o en
los pequeños sacos aéreos del pulmón (alvéolos).
El cáncer de pulmón metastático es un cáncer que se ha extendido al pulmón
desde otras partes del cuerpo (con mayor frecuencia desde las mamas, el colon,
la próstata, los riñones, la glándula tiroidea, el estómago, el cuello del útero, el
recto, los testículos, los huesos o la piel).
Cáncer de pulmón
Hay 2 categorías principales de cáncer de pulmón primario:
 Cáncer de pulmón no microcítico: alrededor de un 85 de los cánceres de
pulmón se encuentran en esta categoría. Este cáncer crece más
lentamente que el cáncer pulmonar microcítico (o de células pequeñas). Sin
embargo, aproximadamente el 40% de las personas diagnosticadas
presentan un cáncer que ya se ha diseminado a otras partes del
organismo, fuera del tórax. Los tipos más frecuentes de cáncer pulmonar
no microcítico son el carcinoma de células escamosas (carcinoma
epidermoide), el adenocarcinoma y el carcinoma macrocítico (o de células
grandes).
 Cáncer pulmonar microcítico: este cáncer, a veces también denominado
carcinoma de células en avena, representa un 15% de todos los cánceres
pulmonares. Es muy agresivo y se extiende rápidamente. La mayoría de las
personas, en el momento en que son diagnosticadas, presentan ya un
cáncer que se ha extendido a otras partes del organismo.
Los cánceres de pulmón poco comunes incluyen

 Tumores carcinoides bronquiales, que pueden ser cancerosos o no


cancerosos
 Carcinomas de las glándulas bronquiales
 Linfomas (cánceres del sistema sanguíneo)
 Mesotelioma (debido a la exposición al amianto)

CAUSA
Fumar cigarrillos es la principal causa de cáncer pulmonar y representa
aproximadamente el 85% de todos los casos de cáncer de pulmón. El riesgo de
desarrollar cáncer de pulmón varía en función del número de cigarrillos fumados
y del número de años durante los que sea ha fumado. Sin embargo, algunos
grandes fumadores no desarrollan cáncer de pulmón. En las personas que dejan
de fumar, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón disminuye, pero los ex-
fumadores continúan presentando un riesgo más elevado de desarrollar cáncer
de pulmón que las personas que nunca han fumado.

Entre un 15% y un 20% de las personas que desarrollan cáncer de pulmón


nunca han fumado o han fumado muy poco. En estas personas, se desconoce la
razón por la que desarrollan cáncer de pulmón, pero podría ser debido a ciertas
mutaciones genéticas.

Otros posibles factores de riesgo son la contaminación atmosférica, fumar


marihuana, la exposición al humo de cigarro, la exposición pasiva al humo de
cigarrillos y la exposición a carcinógenos, como asbesto, radiación, radón,
arsénico, cromatos, níquel, éteres clorometílicos, hidrocarburos policíclicos
aromáticos, gas mostaza, emisiones de estufas de carbón: la exposición a dichas
fuentes puede darse en el puesto de trabajo. Otro factor de riesgo es la
utilización exclusiva de chimeneas para cocinar o como método de calefacción.
El riesgo de contraer cáncer de pulmón es mayor en las personas que están
expuestas a estas sustancias y, además, fuman cigarrillos.
El riesgo de cáncer de pulmón relacionado con los sistemas de suministro
de nicotina, como los cigarrillos electrónicos, aún no se ha determinado, si bien
los médicos creen que las sustancias creadas en la combustión del tabaco
probablemente sean la causa del cáncer más que la propia nicotina.
Existen controversia acerca de si la exposición al radón doméstico aumenta el
riesgo de cáncer de pulmón, y en caso afirmativo hasta qué punto lo hace. Sin
embargo, muchos informes sugieren que la exposición al radón es un factor de
riesgo para el cáncer de pulmón.

En casos contados aparecen cánceres de pulmón, especialmente


adenocarcinoma y carcinoma bronquioloalveolar (un tipo de adenocarcinoma
también conocido como adenocarcinoma in situ), en personas cuyos pulmones
presentan cicatrices causadas por otros trastornos pulmonares, como
la tuberculosis. Además, los fumadores que toman suplementos de beta-
caroteno pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.

SINTOMAS
Los síntomas del cáncer de pulmón dependen de su tipo, de su localización y de
la manera en la que se extiende hacia el interior de los pulmones, a las áreas
que los rodean o a cualquier otra parte del cuerpo. Algunas personas no
presentan síntomas en el momento del diagnóstico.

Uno de los síntomas más frecuentes es una tos persistente o, en personas que
tienen tos crónica, un cambio en las características de la tos. Algunas personas
expectoran sangre o esputo manchado con sangre (hemoptisis). En raras
ocasiones, el cáncer de pulmón crece en un vaso sanguíneo subyacente y causa
una hemorragia grave.
Otros síntomas adicionales no específicos de cáncer de pulmón son pérdida de
apetito, pérdida de peso, cansancio, dolor torácico y debilidad.

SINTOMA

El cáncer de pulmón puede estrechar la vía respiratoria y provocar sibilancias. Si


un tumor obstruye una vía respiratoria, parte del pulmón ventilado por esa vía
puede colapsarse; dicho trastorno se denomina atelectasia. Otras consecuencias
de la obstrucción de una vía respiratoria son dificultad respiratoria (disnea) y
neumonía, que puede evolucionar con tos, fiebre y dolor torácico.

Cuando el tumor crece en el interior de la pared torácica, puede causar un dolor


torácico persistente que no logra aliviarse. En el espacio entre el pulmón y la
pared torácica puede acumularse líquido que contiene células cancerosas (lo
que se conoce como derrame pleural maligno). La acumulación de una cantidad
importante de líquido produce dificultad respiratoria y el dolor torácico. Si el
cáncer se extiende por los pulmones, las concentraciones de oxígeno en la
sangre disminuyen, lo que provoca dificultad respiratoria y, finalmente, hipertrofia
del lado derecho del corazón con posible insuficiencia cardíaca (un trastorno
denominado cor pulmonale).

El cáncer de pulmón puede afectar a ciertos nervios del cuello, haciendo que un
párpado quede semiabierto, la pupila se contraiga y la transpiración en un lado
de la cara quede reducida. Estos síntomas, en conjunto, se conocen
como síndrome de Horner. El cáncer en la parte alta del pulmón puede afectar a los
nervios que controlan el brazo, produciendo dolor, entumecimiento y pérdida de
fuerza en el brazo o el hombro. Los tumores con esta localización suelen
denominarse tumores de Pancoast. Si el tumor crece en los nervios de la zona
central del tórax, puede resultar dañado el nervio de la laringe, lo que produce
una voz ronca; el nervio hacia el diafragma puede resultar dañado, lo que
provoca dificultad respiratoria (disnea) y bajos niveles de oxígeno en sangre.
El cáncer de pulmón puede crecer en el esófago o cerca de él, haciendo difícil o
dolorosa la deglución.

También puede crecer hacia el corazón o la región torácica media (mediastínica),


lo que da lugar a anomalías en el ritmo cardíaco, obstrucción del flujo sanguíneo
a través del corazón o aparición de líquido en el saco que envuelve el corazón
(saco pericárdico).

El cáncer puede crecer hacia el interior de una de las grandes venas del tórax (la
vena cava superior) o comprimirla. Este trastorno se denomina síndrome de la
vena cava superior. El bloqueo de la vena cava superior provoca reflujo
sanguíneo en las otras venas de la parte superior del cuerpo. Las venas de la
pared del tórax se agrandan. La cara, el cuello y la parte superior del tórax,
incluidas las mamas, se inflaman y se enrojecen, causando dolor. La enfermedad
también produce dificultad respiratoria, dolor de cabeza, visión borrosa, mareo y
somnolencia. Estos síntomas suelen empeorar cuando la persona se inclina
hacia adelante o se acuesta.
El cáncer de pulmón también puede propagarse por el torrente sanguíneo hacia
otras partes del organismo, con mayor frecuencia hacia el hígado, el cerebro, las
glándulas suprarrenales, la médula espinal o los huesos. La extensión del cáncer
pulmonar puede ocurrir en la primera fase de la enfermedad, especialmente si se
trata del cáncer pulmonar microcítico o de células pequeñas. Algunos síntomas,
como dolor de cabeza, confusión, convulsiones y dolores óseos, pueden
producirse antes de que cualquier otra anomalía pulmonar sea evidente, lo cual
complica un diagnóstico precoz.

Los síndromes paraneoplásicos son efectos causados por el cáncer que aparecen


en sitios alejados del mismo, como nervios y músculos. Estos síndromes no
tienen relación con el tamaño o la localización del cáncer pulmonar y no indican
que este se haya propagado más allá del tórax. La causa de estos síndromes
está en las sustancias segregadas por el cáncer (como hormonas, citosinas y
otras proteínas diversas). Entre los efectos paraneoplásicos comunes del cáncer
de pulmón se incluyen
 Hipercalcemia (concentraciones elevadas de calcio en la sangre) en
personas con carcinoma de células escamosas o en personas cuyo cáncer
se ha diseminado a los huesos
 Síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética
 Acropaquia en presencia o en ausencia de osteoartropatía hipertrófica
pulmonar (inflamación de los huesos y articulaciones)
 Hipercoagulabilidad con trombosis venosa superficial migratoria (síndrome de
Trousseau), que a menudo provoca la formación de coágulos sanguíneos
en las piernas
 Síntomas similares a los de la miastenia grave (síndrome de Eaton-Lambert)
 Síndrome de Cushing
 Otras clases de disfunción del sistema nervioso periférico

SINTOMA

 Pruebas de diagnóstico por la imagen


 Examen microscópico de las células tumorales
 Análisis genético del tumor
 Estadificación
 Los médicos valoran la posibilidad de un cáncer de pulmón cuando el
individuo, especialmente si es fumador, tiene accesos de tos persistente que
empeoran, otros síntomas pulmonares (como dificultad respiratoria o
expectoración de esputo teñido de sangre) o pérdida de peso. También
puede ser preocupante el hecho de que la persona afectada parezca haber
sufrido neumonía pero su radiografía siga sin tener un aspecto normal
después de haber recibido un ciclo de antibióticos.
 Pruebas de diagnóstico por la imagen
 La radiografía torácica suele ser la primera prueba. La radiografía de tórax
permite detectar la mayoría de los tumores pulmonares, aunque los más
pequeños pueden pasar desapercibidos. A veces, una sombra detectada en
una radiografía de tórax hecha con otra finalidad (como, por ejemplo, un
estudio preoperatorio) proporciona el primer indicio, aunque este tipo de
sombras no constituyen una prueba inequívoca de cáncer.
 A continuación se puede realizar tomografía computarizada (TC). La TC
puede mostrar patrones característicos que ayudan a realizar el diagnóstico.
Pueden además mostrar pequeños tumores que no son visibles en las
radiografías y revelar si los ganglios linfáticos del interior del tórax han
aumentado de tamaño.
Nuevas técnicas, como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la tomografía
PET-TC, que combina la tecnología PET y TC en una sola máquina, se utilizan
cada vez más para evaluar a las personas con sospecha de cáncer y a menudo se
utilizan para ayudar a detectar la enfermedad que se ha diseminado fuera del
tórax. También se puede utilizar la resonancia magnética nuclear (RMN) si las
imágenes de TC o PET-TC no aportan suficiente información a los médicos.
Examen microscópico
Por lo general, se necesita un examen microscópico de tejido pulmonar
procedente de la zona que puede ser cancerosa para confirmar el diagnóstico. A
veces, una muestra de esputo expectorado puede proporcionar suficiente
material para un examen (lo que se denomina citología de esputo). Si el cáncer
ha provocado un derrame pleural maligno, puede ser suficiente con extraer y
analizar el líquido pleural. Por lo general, sin embargo, los médicos necesitan
obtener una muestra de tejido (biopsia) directamente del tumor. Una manera
frecuente de obtenerla es mediante broncoscopia. La vía aérea de la persona se
observa directamente mediante un endoscopio flexible y se pueden obtener
muestras del tumor. Los broncoscopios que incorporan dispositivos ecográficos
pueden encontrar y biopsiar tejido que no se puede visualizar con un
broncoscopio regular, como los ganglios linfáticos ubicados en el centro del tórax
(mediastino). Esto ayuda a estadificar la enfermedad y guiará el tratamiento.
Si el cáncer está demasiado lejos de las vías respiratorias principales para ser
alcanzado con un broncoscopio, normalmente se puede obtener una muestra
insertando un instrumento a través de la piel. Este procedimiento se denomina
biopsia percutánea. Algunas veces, solo se puede obtener una muestra
mediante un procedimiento quirúrgico denominado toracotomía. También se
puede realizar una mediastinoscopia, en la cual se toman y examinan muestras
de ganglios linfáticos del centro del tórax que han aumentado de tamaño
(biopsia) para determinar si el aumento de tamaño se debe a una inflamación o a
un cáncer.
Prueba genética
Los médicos llevan a cabo pruebas genéticas en la muestra de tejido para ver si
la causa del cáncer es una mutación cuyos efectos se puedan tratar con
fármacos específicos.

Estadificación
Una vez que se ha identificado el cáncer con ayuda del microscopio,
generalmente se realizan pruebas para determinar si se ha extendido. Se
pueden realizar PET-TC y técnicas de imagen de la cabeza (TC o RMN cerebral)
para determinar si el cáncer pulmonar se ha extendido, especialmente al hígado,
las glándulas suprarrenales o el cerebro. Si no está disponible una PET-TC, se
realiza TC de tórax, de abdomen y de pelvis y una gammagrafía ósea. Esta
última puede mostrar que el cáncer se ha extendido a los huesos.

Los cánceres se clasifican en función de

 El tamaño del tumor


 Si se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos
 Si se ha diseminado a órganos lejanos
Las diferentes categorías se utilizan para determinar el estadio del cáncer. El
estadio de un cáncer sugiere el tratamiento más adecuado y permite a los
médicos estimar el pronóstico.
Cribado del cáncer de pulmón
Las pruebas de cribado son pruebas que se realizan en personas de alto riesgo
sin síntomas para buscar indicios de una enfermedad en una etapa temprana.
Las pruebas de cribado para el cáncer de pulmón incluyen tomografías
computarizadas de baja dosis.

No se ha demostrado que el cribado de todas las personas (es decir,


presenten o no factores de riesgo) disminuya el riesgo de muerte por cáncer de
pulmón y, por lo tanto, no se recomienda. Las pruebas pueden ser caras y
causar una preocupación injustificada si producen resultados falsos positivos que
determinan de forma errónea la presencia de un cáncer. También puede darse el
caso contrario una prueba de cribado que da un resultado negativo cuando
existe realmente un cáncer.
Sin embargo, el cribado de la población de alto riesgo es recomendable. Los
médicos intentan determinar con precisión el riesgo que tiene una persona de
sufrir un determinado cáncer antes de realizar pruebas de cribado. Las personas
que pueden beneficiarse del cribado del cáncer de pulmón son las de mediana
edad y las de edad avanzada que fuman mucho o han fumado durante muchos
años. Las pautas actuales recomiendan la detección sistemática en personas
entre 50 y 80 años de edad que tengan un historial de tabaquismo de más de 20
paquetes por año (calculado multiplicando los años fumados por el número de
paquetes por día) que aún fuman o han dejado de hacerlo en los últimos 15
años. La TC anual con una técnica que utiliza cantidades de radiación inferiores
a las habituales parece encontrar bastantes tipos de cáncer que se pueden curar
y salvar vidas. Sin embargo, no se recomienda la realización de radiografías
torácicas ni de exámenes de esputo en estas personas con alto riesgo.
TRATAMIENTO

 Cirugía
 Radioterapia
 Quimioterapia
 Terapias dirigidas

Los médicos utilizan diversos tratamientos, tanto para el cáncer de pulmón


microcítico como para el no microcítico. Se puede emplear cirugía, quimioterapia
y radioterapia, de forma individual o conjuntamente. La combinación precisa de
los tratamientos depende de lo siguiente

 Tipo de cáncer
 Localización del cáncer
 Gravedad del cáncer
 Grado en que el cáncer se ha diseminado
 Estado de salud general de la persona
Por ejemplo, en algunas personas con cáncer de pulmón no microcítico
avanzado, el tratamiento incluye quimioterapia y radioterapia antes, después o
en lugar de extirpación quirúrgica.

Cirugía para el cáncer de pulmón


La cirugía es el tratamiento de elección para el cáncer pulmonar que no se ha
diseminado más allá del pulmón (estadio temprano de la enfermedad). En
general, la cirugía no se utiliza en la fase precoz del cáncer pulmonar microcítico,
porque este cáncer agresivo requiere quimioterapia y radioterapia. La cirugía
probablemente no será posible si el cáncer se ha propagado más allá de los
pulmones, si está demasiado cerca de la tráquea o si el paciente presenta otras
enfermedades graves (por ejemplo, enfermedades cardíacas o pulmonares).

Antes de la cirugía, se hacen pruebas de función pulmonar para determinar si la


cantidad de pulmón preservada será capaz, después de la intervención, de
proporcionar una cantidad de oxígeno suficiente y mantener la función
respiratoria. La cirugía no es posible cuando los resultados de la prueba
confirman que la extirpación del tejido canceroso conlleva una inadecuada
función respiratoria. La porción de pulmón que hay que extirpar la decide el
cirujano y varía desde una pequeña parte de un lóbulo pulmonar hasta todo un
pulmón.
A pesar de que los cánceres pulmonares microcíticos pueden extirparse
quirúrgicamente, el resultado no siempre es la curación. La quimioterapia
complementaria (coadyuvante) después de la cirugía puede aumentar la tasa de
supervivencia. Se aplica en todo tipo de cánceres, excepto los pequeños. A
veces, la quimioterapia se administra antes de la cirugía (llamada terapia
neoadyuvante) para ayudar a reducir el tamaño del tumor antes de que se
practique la cirugía.

En el caso de que un cáncer originado en otro lugar del organismo (por ejemplo,
en el colon) se propague a los pulmones, la extirpación del tumor original se
realiza antes de extirpar la lesión en el pulmón. Este procedimiento solo se
recomienda en contadas ocasiones, y las pruebas deben mostrar que el cáncer
no se ha propagado fuera de los pulmones.

Radioterapia para el cáncer de pulmón


La radioterapia se utiliza tanto en los cánceres microcíticos como en los
cánceres no microcíticos. Puede administrarse a personas que no quieren pasar
por quirófano, no pueden ser sometidas a una intervención quirúrgica por
presentar otros trastornos (como una enfermedad coronaria grave) o cuyo cáncer
se ha propagado a estructuras cercanas como los ganglios linfáticos. Aunque la
radioterapia se utiliza para tratar el cáncer, en algunas personas solo puede
reducir parcialmente el tamaño del mismo o retrasar su crecimiento. La
combinación de quimioterapia con radioterapia mejora aún más la supervivencia.
HIPOPLASIA MEDULAR

En las hipoplasias medulares, el número de células productoras de células


sanguíneas (glóbulos rojos, blancos y plaquetas) de la médula disminuye por
debajo del nivel crítico para mantener su propia autor replicación y
progresivamente se agotan las células bien diferenciadas en el tejido de la médula
y la cavidad medular es ocupada por tejido graso que es improductivo.

La aplasia medular o aplasia de la médula ósea es la desaparición de las células


encargadas de la producción de la sangre en la médula ósea. Como
consecuencia, aparece una disminución de los hematíes (glóbulos rojos), de los
leucocitos (glóbulos blancos) y de las plaquetas en la sangre periférica

.Es decir, la hipoplasia hay daño y un funcionamiento a medias

Y la aplasia medular es el daño total de las células y los componente hematológico

La causa de más de 50% de los casos de hipoplasia medular es idiopática


(desconocida), en muchos de estos pacientes es posible que un mecanismo
autoinmune se encuentre involucrado primaria o secundariamente. Existen
agentes que pueden causar daño a la médula ósea tales como radiaciones
ionizantes, antineoplásicos y derivados de benceno y etanol, entre otros.

Causas

Primaria o idiomática.
Secundaria a agentes físicos o químicos:
Agentes que causan daño medular dependiente de dosis: radiaciones ionizantes,
medicamentos quimioterápicos, benceno, arsénico, alcohol.
Agentes que causan daño medular por idiosincrasia: Cloramfenicol, Fenilbutazona
y similares, Inhibidores de anhidras carbónica, Sales de oro, Misceláneos.
Infecciones
Trastornos metabólicos
Hereditaria
Anemia de la insuficiencia renal crónica
Aplasia pura de serie roja

Congénita (Síndrome de Blackfan-Diamond)


Adquirida
La sospecha de que algunas formas de hipoplasia medular obedecen a
mecanismos autoinmunes deriva de varios hechos: algunos autores han hallado
que las células T supresoras, activadas y productoras de interferón gamma son
responsables de la supresión inmune de la hematopoyesis en algunos pacientes
con hipoplasia medular. Las alteraciones congénitas asociadas con insuficiencia
de la médula ósea incluyen: anemia a plástica de Fanconi , síndrome de Estren-
Dameshek, disqueratosis congénita, síndrome de Shwachman-Diamond, síndrome
de Bloom, trombocitopenia amegacariocítica, síndrome de trombocitopenia con
ausencia de radio y anemia a plástica relacionada con síndrome linfoproliferativo
asociado al cromosoma X.

El diagnóstico de hipoplasia medular nunca debe establecerse sólo mediante la


imagen del aspirado de médula ósea y el cuadro en sangre periférica, es
imprescindible efectuar una biopsia de hueso para valorar de manera precisa la
celularidad de la médula y cuantificar la proporción remanente.

AGIOSARCOMA DE HIGADO

El angiosarcoma hepático es un tipo de cáncer de hígado que aparece en


las células de Kupffer y endoteliales que revisten los vasos sanguíneos
del hígado. Es una neoplasia extremadamente infrecuente y se
considera idiopática por no mostrar posibles etiologías. Si no se extirpa
por completo, la enfermedad es mortal al cabo de 3-6 meses. El
pronóstico es poco alentador, dado que solo 6%-15 % se puede extirpar
con cirugía.

. Es una neoplasia muy invasiva, por lo que la mayoría de los pacientes afectos tienen un
pronóstico nefasto, presentándose como enfermedad en estadio avanzado en el momento de
la detección de la enfermedad. La mayoría de los estudios publicados sobre el diagnóstico
radiológico del angiosarcoma incluyen pocos casos (por lo general, menos de 10), por lo que
uno de los objetivos de este artículo es determinar las características radiológicas de este tipo
de neoplasia basándose en un estudio retrospectivo donde se reclutaron datos de hasta 19
pacientes diagnosticados histológicamente de AH.
SINTOMAS Los signos y síntomas del angiosarcoma pueden variar según el
lugar donde aparezca el cáncer.

Angiosarcoma que afecta a la piel

Lo más frecuente es que el angiosarcoma se produzca en la piel de la cabeza y el


cuello. A menudo se presenta en el cuero cabelludo. Algunos de los síntomas de
esta forma de angiosarcoma son los siguientes:

 Un área elevada de piel que parece un moretón

 Una lesión similar a un moretón que crece con el tiempo

 Una lesión que sangra cuando te rascas o te golpeas

 Hinchazón en la piel alrededor del lesión

ANGIOSARCOMA QUE AFECTA LOS ÓRGANOS

Cuando el angiosarcoma afecta órganos como el hígado o el corazón, a menudo


causa dolor. Otros síntomas dependen de la ubicación del angiosarcoma.

Cuándo debes consultar a un médico

Si tienes síntomas persistentes que te preocupan, programa una cita médica con
el proveedor de atención médica.

Causas
No está claro qué causa la mayoría de los angiosarcomas. Los investigadores han
identificado factores que pueden aumentar los riesgos de tener la enfermedad.

El angiosarcoma aparece cuando se producen cambios en el ADN de las células


en el recubrimiento de un vaso sanguíneo o vaso linfático. El ADN de una célula
contiene instrucciones que le indican qué hacer. Los cambios, que los médicos
llaman mutaciones, les ordenan a las células que se multipliquen rápidamente.
Estos cambios hacen que las células sigan viviendo en casos en los que las
células sanas morirían.

El resultado es una acumulación de células cancerosas que pueden crecer fuera


del vaso sanguíneo o vaso linfático. Las células cancerosas pueden invadir y
destruir tejidos sanos del cuerpo. Con el tiempo, las células cancerosas pueden
desprenderse y diseminarse a otras áreas del cuerpo.

Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de angiosarcoma incluyen los
siguientes:

 Radioterapia. El tratamiento con radiación para el cáncer u otras afecciones


puede aumentar el riesgo de angiosarcoma. El angiosarcoma es un efecto
secundario poco frecuente de la radioterapia.

 Hinchazón causada por el daño a los vasos linfáticos. La hinchazón


causada por una acumulación de líquido linfático se denomina linfedema. Se
produce cuando el sistema linfático se bloquea o se daña. El linfedema
puede producirse cuando se extirpan los ganglios linfáticos durante una
cirugía. Esto suele hacerse durante la cirugía para tratar el cáncer. El
linfedema también puede ocurrir cuando hay una infección u otras
afecciones.

 Sustancias químicas. El angiosarcoma de hígado está relacionado con la


exposición a varias sustancias químicas. Algunos ejemplos de estas
sustancias químicas son el cloruro de vinilo y el arsénico.

 Síndromes genéticos. Algunas alteraciones genéticas con las que se puede


nacer pueden aumentar el riesgo de padecer un angiosarcoma. Algunos
ejemplos son las alteraciones genéticas que causan la neurofibromatosis, el
síndrome de Maffucci o el síndrome de Klippel-Trenaunay, y los
genes BRCA1 y BRCA2.


https://medlineplus.gov/spanish/pulmonaryfibrosis.html#:~:text=La%20fibrosis%20pulmonar
%20es%20una,sangre%20no%20reciba%20suficiente%20ox%C3%ADgeno.

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/asbestosis/symptoms-causes/syc-
20354637

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/angiosarcoma/symptoms-causes/syc-
20350244

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