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ESPECIAL

LEASING VEHICULAR Y RESPONSABILIDAD CIVIL


DEL PROPIETARIO LOCADOR
Entre la imputación del control del riesgo social
y la generación espontánea de eximentes

Luis Alejandro LUJÁN SANDOVAL*

TEMA RELEVANTE

El autor nos informa que en el sistema peruano existe una aparente antinomia nor-
mativa entre el artículo 29 de la Ley Nº 27181 y el artículo 6 del Decreto Legislativo
Nº 299, ello en cuanto a la responsabilidad civil de la empresa locadora y propietaria
de un vehículo sujeto a leasing. Sin embargo, nos comenta que es la primera disposi-
ción la que debe ser preferida, pues ella es la que determina la regla de imputación
de responsabilidad en los supuestos de accidentes automovilísticos. En ese sentido,
muestra su disconformidad respecto de la decisión arribada por la Corte Suprema en
la Casación Nº 3256-2015-Apurímac, sentencia en la que se eximió como sujeto res-
ponsable al banco propietario de un vehículo arrendado financieramente.

I. PREMISA: FACTUALIDAD DEL DERE-


CHO
PALABRAS CLAVE
Responsabilidad civil / Leasing / Norma / La reflexión de Savigny sobre la capacidad
Antinomia / Control de riesgo de los jueces para la distinción del material
fáctico deducido en juicio, se resuelve en
una crítica voraz a la jurisprudencia desarro-
Recibido: 05/04/2018 llada durante la Edad Media en Europa occi-
Aprobado: 10/04/2018 dental. Al respecto, el jurista tudesco, en su
famoso ensayo intitulado “De la vocación de

* Abogado por la Universidad Nacional de Trujillo. Egresado de la maestría con mención en Derecho Civil y
Comercial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Doctorando en Derecho y Ciencias Políticas en
esta casa de estudios. Becario de la Comisión Europea para estudios a nivel de postgrado en la Universidad de
Bologna-Italia.

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es más que el atentado inoficioso contra todo
Comentario relevante
te interés jurídicamente tutelable, y la transgre-
del autor sión al principio de igualdad, valor fundante
de todo sistema jurídico.
Un razonamiento del juzgador, ten-
La renuncia a la factualidad2, herencia mal
diente a resolver o decidir un caso,
transmitida de la separación teorética entre
no está sujeto, en primer término (o el “deber ser” y “ser”, auspiciada por “filóso-
exclusivamente), a condicionamien- fos de la ilustración”3, ha llevado al olvido en
tos lógicos conceptuales, sino a que el campo jurídico a la consideración de los
la solución sea justa de cara a las valores para resolver de forma coherente las
personas en conflicto y su entorno cuestiones sociales en conflicto. En tal sen-
(los hechos). tido, se tiene tan solo residual y fatalmente
–aunque sin notarlo– la posibilidad de estruc-
turar soluciones de forma coherente y lógica
nuestro siglo para la legislación y para cien- a través del sistema normativo impuesto por
cia del derecho”, escribe el pasaje siguiente: la autoridad (ius positum).
[C]uando se leen las sentencias de los Muestra de lo antes descrito, por ejemplo,
siglos VIII y IX, parece que el texto puede ser el decaimiento o falta de sincera-
de una es igual al de la otra, como si miento en la manipulación dogmática, de tal
se hubiera repetido siempre el mismo forma que una solución injusta se torna en
caso. No es que las relaciones se hubie- justa por el simple hecho de ser coherente y
ran sumido de hecho hasta este grado (casi) axiomática solo de cara a las normas
de uniformidad; pero se había perdido positivas propuestas en un determinado sis-
la capacidad de diferenciación, y cuanto tema jurídico.
más falta esta, más imposible resulta un
Derecho seguro e igual. (Savigny, 1896, Sin embargo, resulta, ante todo, determinante
p. 120) el dato fáctico para poder operar ulterior-
mente a nivel normativo. Así, la cuestión de
Aún, hoy en día1, aunque extrapolado en la valoración de la realidad conlleva indefec-
tiempo y espacio, resulta vigente lo escrito tiblemente a los ajustes necesarios, por parte
por Savigny en su ensayo programático. El del intérprete jurídico (en este caso el juez),
punto cardinal de todo ello es, como bien para evitar precisamente, en su labor, aque-
lo refiere el fundador de la Historische llas dos consecuencias perversas de las que
Rechtsschule, dos consecuencias perversas habla Savigny (inseguridad y desigualdad).
que se decantan en los resultados de la acti-
vidad jurisdiccional al momento de resolver A tal punto, es necesario indicar que la labor
casos problemático: la inseguridad, que no valorativa del juzgador no solo tiene en

1 Sobre la vigencia de Savigny, véase el trabajo de Rückert (2006, p. 55 y ss.). Un mal ejemplo en sede nacional
sobre la actualidad del jurista francfortés, puede encontrarse en el trabajo de Doig (2018), quien ve reducido el
estudio del pensamiento de Savigny a las derivaciones conceptuales que el referido jurista hacía de las normas
imperantes en su época, alertando una explícita inutilidad de implantes respecto de las soluciones a conflictos
sociales por conducto de normativas extranjeras.
2 Un ejemplo sobre la importancia de la factualidad para el derecho, ha sido el decaimiento de la concepción arren-
daticia frente al trabajo humano (Grossi, s.f.).
3 La destrucción de tal concepción puede corroborarse (incluso) en Kant (1956, p. 237 y ss.).

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consideración el sistema de normas positi-


vas, sino los valores fundantes del ordena- Comentario relevante
te
miento jurídico. Estos últimos permiten en del autor
buena cuenta que la factualidad sea tomada
en consideración, y que el proceso de deli- Lo que debería haber procurado el
beración y de decisión por parte del juzgador juzgador es aprehender que la pro-
evite operaciones conceptuales únicamente ducción de daños a causa del tránsi-
axiomáticas de cara a los enunciados norma- to automotor, es una cuestión –como
tivos impuestos por la autoridad.
tal– debidamente reglamentada por
De tal forma, un razonamiento del juzga- una ley específica, frente a la cual no
dor, tendiente a resolver o decidir un caso, se podría admitir pretensión de inje-
no está sujeto, en primer término (o exclusi- rencia de otra ley cuando se trate de
vamente), a condicionamientos lógicos con- analizar –conjuntamente con el ma-
ceptuales, sino a que la solución sea justa de terial fáctico– la imputación perso-
cara a las personas en conflicto y su entorno nal del daño.
(los hechos). Obviamente, la solución no es
que omita la asistencia de la lógica, sino que
encuentra coherencia, (siempre) en última
instancia, en la realización de la justicia, la deberíamos concluir en una cuestión: porque
cual por obvias razones tiene como escena- se olvidan, omiten y/o ocultan los hechos.
rio la vida terrenal y no el cielo de los con-
ceptos (deber ser). El intérprete jurídico tiende a esquivar la
factualidad del derecho, esa parte vívida
Sin perjuicio de lo antes mencionado, no que reclama ser atendida en forma justa, en
debe perderse de vista el dato normativo donde cualquier jurisprudencia conceptual
(ley) impuesto por la autoridad en un sistema (Begriffsjurisprudenz), por más uniforme
jurídico, pues en función de este último el que se presente a un texto positivo, no podría
juzgador debe argumentar y decidir los casos servir, sino la ha tomado en consideración.
que le son puestos en consideración, no obs-
tante, es el dato fáctico el que determinará la II. ENTRE ESPECIFICIDAD Y GENERALI-
aplicación de una determinada ley o, incluso, DAD DE UNA NORMA
su derrotabilidad.
Teniendo en cuenta la advertencia prelimi-
Al respecto, recordemos que la falta de dis- nar, pasamos a examinar un caso especí-
tinción de la estructura de los hechos, pese a fico, el cual, muestra a la judicatura nacional
que puedan coexistir soluciones lógicamente inapta para la simple observación y valora-
bien elaboradas derivadas de textos lega- ción de los hechos, algo que conduce inde-
les (“deber ser”), repercutirá transgrediendo fectiblemente a que el juzgador se haya visto
principios fundantes del ordenamiento jurí- obligado a dirigir su mirada de forma resi-
dico, como por ejemplo, el de la igualdad. dual al sistema de normas impuestas para
De esto, se deduce que una elaboración con- –tan solo desde allí– afrontar simpliciter el
ceptual a partir de textos normativos impues- problema.
tos por la autoridad, si bien puede resultar
lógica, no es necesariamente justa. En tal sentido, se termina otorgando una
salida a la cuestión con base en un mero
Del párrafo precedente, si nos preguntára- juego de palabras, en donde por simple remi-
mos el porqué de la injusticia, solamente sión al texto de la ley (he ahí su aparente

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“coherencia lógica”) deduce un axioma con- Esto, obviamente, no debería considerarse
sistente en una eximente de responsabili- un razonamiento arbitrario por parte del
dad civil, aplicándola erróneamente al caso intérprete jurídico, sino, ante todo, como una
específico. simple manifestación de la correcta interpre-
tación de los hechos, en donde la razonabili-
El caso problemático, materia de nuestro aná- dad4 evita que estos sean ajustados a las leyes
lisis y de la judicatura, tiene como escenario positivas y, más bien, procura que estás últi-
los daños ocasionados por la circulación de mas sean utilizadas correctamente, sin per-
vehículos automotores, sin embargo, parece der el rastro del plano fáctico, es decir, sin
haberse ensombrecido ese contexto para dar una distinción práctica o útil de la separación
paso al análisis de situaciones jurídicas aje- entre el “ser” y el deber ser”.
nas, de tal forma que se puede evidenciar un
grave déficit en el trabajo de especificación Así las cosas, debemos tener en considera-
de los hechos en la labor interpretativa del ción que, lo que debería haber procurado el
juzgador. juzgador es aprehender que la producción
de daños a causa del tránsito automotor, es
Los hechos, en tal sentido, vienen enmar- una cuestión –como tal– debidamente regla-
cados en torno a los daños a causa de la cir- mentada por una ley específica, frente a la
culación de automotores, cuyas consecuen- cual no se podría admitir pretensión de inje-
cias están previstas en la Ley N° 27181, rencia de otra ley cuando se trate de anali-
Ley General de Transporte Terrestre. Así, zar –conjuntamente con el material fáctico–
si partimos por afirmar que la cuestión es la imputación personal del daño, máxime
una relativa a los daños, entonces la cues- si esta última normativa tiene un contenido
tión relevante será determinar la imputación totalmente distinto, conforme se desprenderá
personal de estos, a efectos de un ulterior de las exposición subsiguiente.
resarcimiento.
III. RESPONSABILIDAD CIVIL Y LEASING
Ahora, debemos tener en consideración que VEHICULAR
la responsabilidad por los daños a causa del
1. Primera instancia
tránsito de automotores es un supuesto de
hecho regulado en una norma específica, Los hechos 5 problemáticos 6, para el pre-
lo que implica la exclusividad y cierre para sente caso, suceden de la siguiente manera,
otras normas que, por tener un grado mayor un chofer de una empresa propietaria de un
de generalidad, tienden a ser utilizadas en vehículo atropella a un niño, el niño fallece
la determinación de la imputación del daño. a causa del siniestro. Los padres del menor

4 En este contexto se enmarca a la razonabilidad como equidad. En donde se exige al intérprete jurídico analizar
la relación de una norma de cara a las individualidades del caso concreto. Según Ávila (2005), la razonabilidad
permite mostrar en “base a qué perspectiva la norma debe ser aplicada e indica en qué hipótesis el caso indivi-
dual, en virtud de su especificidad, deja de encuadrarse en la norma general” (p. 103).
5 Los hechos han sido recogidos en la Casación N° 3256-2015-Apurímac.
6 Cabe indicar que, existe un Pleno Jurisdiccional Distrital Civil y Procesal Civil de la Corte Superior de Justi-
cia de La Libertad, del 10 de setiembre de 2016, en el cual se discute sobre la responsabilidad civil del propieta-
rio locador (banco) de un vehículo, en el marco de un contrato de leasing. A pesar de ser unánime la idea de que
el propietario locador concurre como sujeto pasible en el resarcimiento de daños, 2 de los 5 grupos de trabajo
rechazan la idea de que exista una incompatibilidad normativa entre las disposiciones que regulan el contrato de
leasing (Decreto Legislativo N° 299) y las que lo hacen respecto del tránsito automotor (la Ley N° 27181), ello,
pese a que las posturas describen tal situación.

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pretenden el resarcimiento en la vía judi- de un contrato de arrendamiento financiero


cial, demandaron, en ese sentido, al chofer, (leasing vehicular) celebrado entre él y la
a la empresa dueña del automotor y a una empresa para la cual trabaja el chofer pro-
determinada entidad financiera propietaria ductor del siniestro, la arrendataria.
del vehículo.
En consecuencia, no habría existido mejor
En primera instancia, el juez declaró fundada alternativa para el juzgador de la primera ins-
en parte la demanda, y estableció que la obli- tancia que decantarse por aplicar de forma
gación resarcitoria pesa únicamente sobre automática la presunta eximente del citado
el chofer y el dueño del automotor, exclu- artículo 6 del Decreto Legislativo N° 299.
yendo a la entidad financiera. Este razona-
miento, conforme se evidencia del recuento 2. Segunda instancia
de la sentencia en casación, se sustenta en Por su parte, la segunda instancia, confirmó
el artículo 29 de la Ley N° 27181, la cual la sentencia de la primera, dejando a salvo la
establece lo siguiente: “La responsabilidad aplicación de la eximente, sin el menor reparo
civil derivada de los accidentes de tránsito en ello. En este grado judicial, más allá de no
causados por vehículos automotores es obje- pronunciarse sobre el hecho de que el banco
tiva, de conformidad con lo establecido en sea liberado de una deuda pecuniaria, parece
el Código Civil. El conductor, el propietario haberse interpretado erróneamente quién era
del vehículo y, de ser el caso, el prestador del la víctima, a efectos de aplicar el sentido del
servicio de transporte terrestre son solidaria- artículo 1973 del Código Civil. Así, toda vez
mente responsables por los daños y perjui- que los únicos que se constituyen en el pro-
cios causados”. ceso en calidad de tales eran los progenitores
del menor, solo a ellos correspondía la cata-
Asimismo, es necesario precisar que el juz-
logación y, en consecuencia, la diligencia
gador de primera instancia excluyó de la
debió de haberse evaluado en torno a ellos,
obligación resarcitoria al banco, luego de
en lo que respecta su desempeño de la cus-
una lectura del artículo 6 del Decreto Legis-
todia, y no evaluar la diligencia del menor7,
lativo N° 299, que regula el contrato de lea-
máxime si era una persona incapaz (6 años
sing. El citado artículo prevé lo siguiente:
de edad): un inimputable.
“La arrendataria es responsable del daño que
pueda causar el bien, desde el momento que 3. Corte Suprema
lo recibe de la locadora”.
En sede casatoria, el máximo tribunal judi-
Con base en lo antes precisado, se completa cial de la república confirmó la sentencia
el fundamento jurídico de porqué la parte de la primera instancia, en el extremo del
demandante optó por pretender adicional- monto, el cual había sido reducido por el
mente el resarcimiento de parte del banco. El colegiado superior, sin embargo, en lo que
banco, en este caso, es el propietario arren- respecta al eximente, procedió de igual
dador del automotor, el cual que es objeto forma que sus antecesores en el examen de

7 Del recuento de argumentos que hace la Corte Suprema pertenecientes al Colegiado Superior, se puede leer: “(…)
ya que habiéndose acreditado que el accidente de tránsito ocasionado por el vehículo automotor que conducía el
codemandado, ha concurrido con el actuar negligente de la víctima al cruzar de manera imprudente la calzada, es
de aplicación el artículo 1973 del Código Civil que dispone que cuando la imprudencia solo hubiese concurrido
en la producción del daño; la indemnización será reducida por el juzgador”. Ello, ante el hecho de haberse pronun-
ciado, con anterioridad, que los padres habrían incurrido en imprudencia al dejar al menor transitar solo.

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4. Análisis del caso
Comentario relevante
te
del autor En el caso objeto de estudio, conforme se
puede apreciar, los demandantes pretenden
que la obligación resarcitoria pese también
En caso de haberse celebrado un sobre el banco, el cual –conforme lo indi-
leasing vehicular, el simple hecho de camos– es el propietario del bien que fue
que el arrendador goce aún de la ca- cedido a la empresa demandada en virtud de
lidad de propietario lo convierte auto- un contrato de leasing vehicular.
máticamente en responsable cuan-
Como fundamento de un contrato de lea-
do el uso (conducción) del vehículo
sing8, el cual no es más que el arrendamiento9
ocasione daños, ello de conformidad de un bien con opción de compra, al finalizar
con el citado artículo 29 de la Ley el pago de un número de cuotas periódicas,
N° 27181. se tiene que el arrendador conserva siem-
pre el dominio de la cosa cedida para el uso,
lo que implica que, en caso de haberse cele-
brado un leasing vehicular, el simple hecho
la causa, al considerar que el artículo 6 del
de que el arrendador goce aún de la calidad
Decreto Legislativo N° 299 prevé un exi-
de propietario lo convierte automáticamente
mente para el propietario de los bienes cedi-
en responsable cuando el uso (conducción)
dos en virtud de un contrato de leasing.
del vehículo ocasione daños, ello de con-
Tanto los jueces de mérito como la Corte formidad con el citado artículo 29 de la Ley
Suprema han desperdiciado una oportunidad N° 27181.
para establecer la aparente relación de con-
Ante lo expuesto, es fácil darnos cuenta de
tradicción que existe entre el artículo 6 del
que existe una aparente contradicción entre
Decreto Legislativo N° 299 y el artículo 29
las leyes citadas en lo que respecta a la impu-
de la Ley N° 27181, pues el primero permite
tación de la obligación resarcitoria. Esto nos
liberarse al propietario arrendador de resar-
lleva a plantearnos una cuestión ulterior con-
cir daños que su contraparte (arrendatario)
sistente en la determinación de qué ley apli-
pudiera ocasionar por la utilización del bien car para el caso en concreto.
que le ha sido cedido en el marco de un con-
trato de leasing, en tanto que por el segundo Conforme lo habíamos precisado anterior-
se tiene como responsable solidario a todo mente, el caso deducido en la jurisdicción es
propietario de un bien automotor cuya sim- uno relativo a daños causados por la circula-
ple utilización ocasione un siniestro, enten- ción de automotores, en ello se basa la causa
diéndose que la calidad de “conductor pro- del pedido, y sobre la base de ello es que
pietario” no es necesaria a efectos del juicio el juzgador debería haber resuelto lo con-
de imputación. cerniente a la imputación de la obligación

8 Artículo 6 del Decreto Legislativo N° 299.- Los bienes materia de arrendamiento financiero deberán ser cubier-
tos mediante pólizas contra riesgos susceptibles de afectarlos o destruirlos. Es derecho irrenunciable de la loca-
dora fijar las condiciones mínimas de dicho seguro.
La arrendataria es responsable del daño que pueda causar el bien, desde el momento que lo recibe de la locadora.
9 El contrato de leasing se configura como un contrato mercantil, exactamente es un contrato de financiamiento
(Galgano, 2010, p. 729).

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resarcitoria en el extremo de la solidaridad


pasiva. Comentario relevante
te
del autor
Sin embargo, la convivencia de las citadas
leyes al interno del ordenamiento jurídico, Si bien es unánime la idea de que el
aunado a la poca capacidad de diferencia-
tráfico rodado es una actividad de
ción por parte de la jurisdicción, torna impo-
sible una solución razonable de cara al resar- por sí peligrosa, el legislador ha creí-
cimiento de los daños, pues el juzgador se do conveniente regularla de forma
encuentra ofuscado cuando tiene que deci- específica, de tal manera que el tó-
dir cuál de las dos disposiciones normati- pico de la imputación de los daños
vas debe aplicar al caso, cuando en reali- a causa del tránsito vehicular se en-
dad existe tan solo una norma específica cuentra debidamente delimitada en
motivada por los hechos puestos bajo su una disposición normativa especial,
consideración. como sería la Ley N° 27181.
Fijemos nuestra atención en el objeto regu-
lado por el Decreto Legislativo N° 299,
esta disposición normativa incide de forma en consecuencia, este no podría constituirse
general en la reglamentación del contrato como sujeto pasivo de una probable obliga-
de leasing o arrendamiento financiero, sin ción solidaria resarcitoria, a efectos de que
embargo, recordemos que un contrato como pueda concurrir con otro sujetos, como sería
tal podría tener como objeto no solo a un con el que produce directamente el daño, al
vehículo, sino a un inmueble, maquinaria utilizar o manipular el bien.
industrial, patentes, marcas, etc.
De lo antes precisado, se podría incluir, a
En tal sentido, la aplicación de la eximente primera vista, el suceso hipotético en que
de responsabilidad civil, prevista en el la puesta en circulación de un automotor,
artículo 6 del Decreto Legislativo N° 299, por parte del arrendatario o de un tercero al
no se encuentra exclusivamente diseñada contrato de leasing, pudiera ocasionar algún
para emplearse cuando el objeto del contrato siniestro susceptible de ser resarcido. Esto
de leasing sea un vehículo, pues su ámbito último, como bien se podrá recordar, es el
de aplicación es generalísimo. No obstante, tema tratado en el presente análisis, el cual
queda claro que el propietario arrendador debe ser esclarecido, toda vez que existe una
del bien siempre quedará librado de cual- aparente contradicción entre una norma que
quier daño que pudiese ocasionar su arren- dispone una eximente al propietario del vehí-
datario por el uso de la cosa cedida cuando culo y otra que lo considera sujeto imputable
ello haya ocurrido en el marco de un con- de la obligación resarcitoria del daño.
trato de leasing.
IV. LA ANTINOMIA APARENTE
Lo antes precisado tiene implicancias en el
momento, por ejemplo, de determinar res- Conforme lo hemos precisado líneas arriba,
ponsabilidades civiles cuando el uso del existe una aparente contradicción entre el
bien produzca daños, pues, conforme se artículo 6 del Decreto Legislativo N° 299 y
desprende de la eximente antes referida, el el artículo 29 de la Ley N° 27181, ello nos
propietario arrendador no responde por los lleva a pensar directamente en la existencia
daños que el uso de la cosa pueda irrogar, correlativa de una antinomia aparente.

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La definición de antinomia o contradicción legislativa– un tratamiento diferenciado a
normativa, ocurre, según una concepción cuestiones fácticas que merecen ser regula-
bastante generalizada y aceptada, cuando a das de una forma particular, a efectos de evi-
determinadas condiciones fácticas al interno tar arbitrariedad o inequidad en la reparti-
de un ordenamiento jurídico, le son aplica- ción de las ventajas y/o gravámenes sociales.
bles dos contenidos normativos incompati- La mayor de las veces la centralidad o con-
bles (Ross, 1963, p. 124). En el caso espe- centración de la atención hacia determinadas
cífico, los contenidos normativos (N) en condiciones fácticas es una opción política
aparente incompatibilidad pueden ser resu- de parte del legislador, quien debería garan-
midos de la siguiente manera: tizar –incluso a través de su vocación de jus-
ticia generalizadora– por preservar el equi-
N1: El propietario del vehículo no debe librio entre los miembros de su comunidad.
resarcir
En este caso, si por un lado tenemos una
N2: El propietario del vehículo debe norma que se orienta a eximir de responsabi-
resarcir lidad civil a los propietarios de un bien ines-
pecífico cuya utilización (incluso por parte
Por su parte, la connotación de antinomia
de un tercero) produce un daño y, por otro
aparente (resoluble) para el presente caso
lado, una que prevé que si el daño se genera
de incompatibilidad, ocurre toda vez que
por el uso de uno de tipo vehicular, debe-
–conforme se verá– no existe una verdadera
ría ser responsable su propietario, entonces,
incoherencia normativa, pues tras una apli-
deberíamos concluir que cuando el bien sea
cación de criterios como los de jerarquía,
de esta última especie, el escenario sobre el
especificidad y/o temporalidad, los cuales
cual el juzgador analizará los hechos será
en puridad deberían ser observados por el
uno condicionado por el peligro inherente
legislador, se puede esclarecer el sentido de
que su sola utilidad implica.
las disposiciones legales que presuntamente
podrían presentarse como incompatibles al Esto último nos debe remitir a la importan-
momento de su aplicación (Bobbio, 1960, p. cia que el legislador ha otorgado a la puesta
192 y ss.). en circulación de los vehículos, sobre todo
En tal sentido, de catalogarse la relación de cuando tal actividad genera daños en la
N1 y N2 como una antinomia, sería aquella a población ciudadana. Si bien es unánime la
la que la teoría general del derecho denomina idea de que el tráfico rodado es una actividad
como “aparente”. Esto último, se hace con la de por sí peligrosa, el legislador ha creído
finalidad de explicar que el criterio, en fun- conveniente regularla de forma específica,
ción del cual se deberá resolver, concierne de tal manera que el tópico de la imputación
al de especialidad, pues, retomando nueva- de los daños a causa del tránsito vehicular
mente lo que dijéramos supra, el tema exacto se encuentra debidamente delimitada en una
que debe interpretar el juzgador en este caso disposición normativa especial, como sería
concreto es uno vinculado a los daños pro- la Ley N° 27181.
ducto del tránsito vehicular.
V. CONTROL DE RIESGO Y RESPONSA-
BILIDAD CIVIL
El criterio de especialidad involucra una
solución tendente a preferir una norma Lo que se encuentra en juego aquí es la rele-
específica sobre otra de carácter genérico; vancia del uso de un bien determinado, pues
esto, en buena cuenta, expresa –en una en la Ley de Leasing no se prescriben, en
máxima que debería orientar incluso la labor forma particular, las consecuencias por el

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uso de una de las tantas clases de bienes,


como son los vehiculares, conservando de Comentario relevante
te
esa manera –aquella normativa– una voca- del autor
ción de generalidad, pues el objeto del pro-
grama contractual del leasing no es reduci- El dominio sobre el control del riesgo
ble a los automotores. generado no debería quedar supe-
Así, por otro lado, podríamos detener nuestra ditado al último agente, quien cons-
atención en explicar por qué los propietarios tantemente, será el conductor que
de un vehículo deben concurrir en el resar- ocasiona concretamente el siniestro,
cimiento del daño a causa del uso de este sino que debería compartirse con el
tipo de bienes, incluso, cuando la manipula- propietario del vehículo quien, sin
ción viene hecha por alguien a quien simple- utilizarlo, ha creído conveniente ce-
mente se le ha cedido el vehículo sin habér- derlo en uso.
sele transferido el dominio respectivo.

La respuesta podría esbozarse a partir del


en el presente artículo, por lo que debere-
manejo efectivo del control del riesgo. De
mos remitirnos nuevamente a lo substan-
por sí –conforme lo enunciamos anterior-
cial que resulta el control del riesgo cuando
mente– la circulación de vehículos es una este es tangible de cara al propietario, en un
actividad socialmente riesgosa, esto inclu- momento anterior a su cesión en uso del bien
sive ha sido confirmado reiteradamente en para que circule.
numerosas sentencias de la Corte Suprema
de la República, las cuales al considerar la Del caso en concreto, sometido a la juris-
citada estructura del riesgo en el tránsito dicción, podemos inferir, por ejemplo, que
automotor, considera un régimen de respon- el propietario del bien es un banco, el cual
sabilidad objetiva para imputación del daño ha celebrado un contrato comercial con una
generado en las víctimas, en tal sentido, el empresa, a la cual le ha cedido el uso del
dominio sobre el control del riesgo gene- vehículo. En ese escenario, más allá de que la
rado no debería quedar supeditado al último entidad financiera pueda obtener una ganan-
agente, quien constantemente, será el con- cia o enriquecimiento por la cesión en uso
ductor que ocasiona concretamente el sinies- del bien, ha tenido una posibilidad de contro-
tro, sino que debería compartirse con el pro- lar a qué agente económico, o simplemente a
pietario del vehículo quien, sin utilizarlo, ha qué tipo de persona, le permitía el uso de un
creído conveniente cederlo en uso. En ese bien de su propiedad.
sentido, ha entendido el legislador cuando
diseñó el artículo 29 de la Ley N° 27181, En el caso del leasing vehicular, debe aten-
pues la opción ha sido hacer concurrente en derse a que el bien sujeto al arrendamiento
la obligación resarcitoria de los daños al pro- es uno que puede generar, tras su utilización,
pietario del automotor. una actividad catalogada social y jurisdic-
cionalmente como peligrosa. En tal sentido,
Ahora, es obvio que existen circunstancias dada la atención que ha recibido este tipo
que tornarán imposible imputar los daños de riesgo por parte del legislador, se torna
generados a causa de la simple puesta en menos o se derrota la estandarización cua-
circulación de vehículos a sus propietarios, litativa prescrita en el artículo 6 del Decreto
no obstante el desarrollo de esta cuestión Legislativo N° 299, pues esta última disposi-
rebalsa el contenido que debemos desarrollar ción normativa no tiene en consideración lo

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frente al armatoste teorético o axiomático
Comentario relevante
te conceptual del juzgador, para quien los pro-
del autor blemas de los dispositivos normativos (debe
ser), y no la vida misma (ser), a veces puede
No podríamos argumentar que por el ofuscarlo a tal punto de creer que el verda-
simple hecho de que dos personas dero problema radica en ajustar los hechos a
perfeccionen un contrato de leasing, las normas y no las normas a los hechos.
el propietario arrendador del bien, VI. CONSIDERACIONES FINALES
el cual es de tipo vehicular, quede
exento de concurrir en el resarci- Lo irremediable del presente caso, es que
a través del criterio de razonabilidad –el
miento de los daños que, por la cir-
cual en cierta medida se expresa a través de
culación de su automotor, se puedan la toma de consciencia de la especificidad
originar. de los hechos puestos a consideración del
intérprete jurídico (en este caso de juzga-
dor)– surge la correcta aplicación del sis-
gravitante que es en particular la puesta en tema normativo impuesto por el legislador,
marcha de un vehículo. Es más, equipara la de lo contrario se obtendrán soluciones inco-
utilización del bien automotor con la de otros herentes y, por ende, inequitativas, como por
bienes que también podría ser objeto de un ejemplo, la inimputabilidad del propietario
contrato de leasing. arrendador (banco) de un vehículo, quien,
pese a que su arrendatario ha producido un
Ahora, teniendo en consideración lo antes siniestro (la muerte de un menor), nada o
precisado, no podríamos argumentar que por poco le seguirá importando el hecho de que
el simple hecho de que dos personas perfec- haya puesto en la esfera jurídica de su con-
cionen un contrato de leasing, el propietario traparte un bien que, tras su uso, ocasiona un
arrendador del bien, el cual es de tipo vehi- riesgo socialmente relevante.
cular, quede exento de concurrir en el resar-
cimiento de los daños que, por la circula- Así las cosas, en lo que respecta a la solu-
ción de su automotor, se puedan originar. ción otorgada por los jueces de mérito y la
Esto último, acarrearía la desconsideración Corte Suprema nos remitimos a la aplicación
a la importancia que el legislador ha otor- de la ley específica, que para el caso con-
gado a la estructura del riesgo ínsita en el trá- creto debe ser el citado artículo 29 de la Ley
fico rodado. N° 27181, de tal forma que el banco sea un
sujeto solidariamente obligado a resarcir el
En este caso concreto, si el juzgador pre- daño ocasionado a los padres por la muerte
tende deslegitimar la estructura y relevancia de su menor hijo.
del riesgo que el tráfico rodado genera en la
sociedad, a través de la presencia de un con- En esa línea, rechazamos la solución brindada
trato comercial como el leasing, entonces, por el Poder Judicial y los argumentos inapro-
irremediablemente se podría subvertir el cri- piados de la defensa técnica del banco, los
terio de especificidad en la aplicación de la cuales giran en torno a una ilusoria eximente
norma, en donde lex specialis derogat gene- de responsabilidad civil para el propietario
rali y, no al revés. arrendador en el contrato de leasing vehicular.

En consecuencia, los hechos y la importan- Finalmente, debemos recalcar que todo


cia social que pesa sobre ellos se inclinaría intento de jurisprudencia conceptual con

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RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL LEASING VEHICULAR

base en un sistema de normas impuestas por Grossi, P. (s.f.). Della interpretazione come
la autoridad, debe tomar en consideración invenzione (la riscoperta pos-moderna
que en última instancia encontrará coheren- del ruolo inventivo della interpretazione.
cia optimizando al principio de justicia y no Recuperado el 6 de abril de 2018, de Corte
“creando oportunidades” –como bien lo sabe Costituzionale: https://www.cortecosti-
el banco en cuestión– para evadir descarada- tuzionale.it/documenti/interventi_presi-
mente el ius positum. dente/Interpretazione_grossi.pdf

Kant, I. (1956). Sopra el detto comune: “questo


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può essere giusto in teoría, ma non vale per
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ed.). São Paulo: Malheiros. della storia del diritto (G. Solari, G. Vidari,
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