LA ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD

COMO INSTRUMENTO DE DESARROLLO

EN MÉXICO

_____________ MAAco V. Josa, Da. EN e.,") JESÚS KUMATI!, Da. EN e.,(2)' _

Ar.IClA BARNARD A.<')

Joft MV, Kumate J.Barnard A. José MV. Kumate J. Barnard A.

La eteaclén primaria de salud como tastrumente- Prlmary bealtb are n~ an Instrument
de desarrollo en Mhl<-o. for development In Me:dco.
Salud PubUca Mex 1989;31:177~184. Salud Publlca Mex 1989;31:177·184.

RESUMEN: ABSTRACf:

Con la suma de los valores relativos de la cobertura de
indicadores de Atención Primaria de Salud (APS) se
obtiene una calificación global de APSpara cada estado de
la República Mexicana con datos del año de 1985. Se
analizan algunas correlaciones entre la calificación
global de APS con otros indicadores del desarrollo tales
como la educación y el urbanismo. La condición
socioecon6mica y educativa de la mujer contribuye en
forma sustancial al buen desempeño de la APS. Con base
en resultados de la investigación básica se analizan
algunas caracteristicas de la cobertura y selectividad de
las estrategias de APS.
A Primary Health Care (PHC}SCOreis obtained by averag-
ing thirteen indicators ofrttc of eacñ state of Mexico witb
data of 1985. Some correlations between tire PHCscore
with other indicators 01 development, sucb as education
and urbanismo are analyzed. The socioeconomic and
educational status of women impinge directly in tire
processes of PHC. Based upon results of basic researcb
somefeatures of coverage and selectivity ofPHC strategies
are analyzed.

Palabras clave: atenci6nprimariadell8.Iud (APS), el desarrollo y laAPS, Key words: primary health cace (PHq, development and PHC, women
la mujer '1 la APS, educación, la investigación de la APS end PHe, education, reeeerch 00 PHC

Solicitud de sobretiros: Dr. Marco v.Jeeé, Francisco de P. Miranda, 177-S' piso, Unidad Plateros, 01480, México, D.F.

(1) Centro de Investigeeiores sobre Enfermedades Infecciosas, Instituto Nacional de Salud Pública, México.
(2) Secretario de Salud, México.
(3) Colaboradora del Centro de Investigecioeee ecbre Enfermedades Infecciosas, Instituto Nacional de Salud Pública, México.

MARZO-ABRn.. DE 1989, VQL. 3\, No. 2 \77

LA APS COMO INSTRUMmrro DE DESARROLLO
E N 1978, 134 delegaciones de gobiernos miem-
bros de la Organización Mundial de la Salud
suscribieron la declaración de Alma Ata, en donde se
exhortó a los gobiernos a adoptar los conceptos de la
Atención Primariade Salud (APS). Los elementos esencia-
les de la APS son: educación sobre los principales proble-
mas de salud y de los métodos para prevenirlos y contro-
larlos; promoción del suministro de alimentos y de una
nutrición apropiada un abastecimiento adecuado de agua
potable y de saneamiento básico; asistencia materno-
infantil y planificación familiar, inmunización contra las
principales enfermedades infecciosas; prevención y con-
trol de las principales enfermedades endémicas locales; el
tratamiento apropiado de las enfermedades y los trauma-
tismos comunes, así como el suministro de medicamentos
esenciales. I
Previamente a la Declaración de Alma Ata, en México
ya se practicaban acciones de APS. Por ejemplo, se esta-
bleció en 1930 la Sección de Estadfstica Sanitaria cuyo
objetivo era tener información precisa sobre la demogra-
fía y epidemiología de los mexicanos, lo que permitió
desde entonces realizar actividades de salud pública.
Entre estas actividades destacan la erradicación de la
viruela en 1951 y las campaflas de rociado de zonas
palúdicas iniciadas en 1945 en el Puerto de Veracruz.
Aunado a ello, el servicio social de pasantes de la carrera
de medicina instituida por el doctor Gustavo Baz en 1936
y el Programa de Bienestar Social Rural establecido en
1953,2 son tan sólo algunas acciones nacionales anteriores
a la Declaración de Alma Ata, y contienen en su conjunto
el espíritu y la intención de este documento en cuanto a la
estrategia de APS.
Este trabajo consta de tres partes. En la primera se
explora la relación de APS con algunos indicadores de
desarrollo tales como la educación y el urbanismo. A
continuación se ilustra cómo la condición social de la
mujer es determinante en el desarrollo de las actividades
de APS. La última sección presenta dos ejemplos de cómo
la investigación, en este caso en epidemiología, es nece-
saria para revelar la naturaleza de los procesos de APS.
EL DESARROLLO Y LA APS
Con el objetivo de tener una evaluación inicial de la
cobertura con servicios de APS en México, se inició en
1986 un estudio por estado con base en 13 indicadores
recomendados por la Organización Mundial de la
Salud 1. , Ocho de los indicadores miden la cobertura de
178
cuatro de los elementos ·esenciales de APS: atención
matemo-infantiJ, vacunaciones, orientación nutricional y
control de enfermedades endémicas de importancia
nacional; el resto de los indicadores miden la práctica de
algunos de los componentes esenciales que indican la
disponibilidad y el uso de los servicios.
La cobertura de los servicios se define, de acuerdo con
las recomendaciones de Montoya-Aguilar, como la rela-
ción del número de acciones proporcionadas entre la
población que las requiere." La calificación global de APS
se obtiene simplemente del promedio de las coberturasde
cada uno de los indicadores.
La parte descriptiva de este trabajo ya ha sido presen-
tada en otros foros.' El trabajo analítico con estos y otros
indicadores aún se encuentra en proceso y formará parte
de una publicación futura. Por lo pronto, de este estudio se
presentarán algunas correlaciones y consideraciones
importantes para ofrecer otros enfoques en el análisis de
la APS como instrumento del desarrollo de nuestro país.
Así, en las figuras I y 2 se muestran las correlaciones
entre la calificación global de APS Y la proporción por
estado de la República Mexicana de la población urbana
y rural dispersa, respectivamente. Nótese que la correla-
ción es positiva para la población urbana y negativa para
la población rural dispersa.
De lo anterior se desprende la importancia de la
existencia de otras condiciones sociales y de desarrollo
para que las conductas de salud se fijen en una población.
Así, en la mayoría de las poblaciones urbanas el nivel de
educación, el empleo y la situación económica determi-
nan que las acciones de salud tengan un mejor efecto que
en las poblaciones rurales en donde normalmente, o se
carece de servicios de bienestar social o éstos sonescasos.
Ello pone de manifiesto el becho de que las acciones de
salud podrán ser óptimas cuando el grado de desarrollo
alcance un cierto nivel para toda la población en su
conjunto, sea rural O urbana.
En la figura 3 se presenta una correlación que resulta
ser negativa entre la calificación global de APSy el
porcentaje de analfabetismo por estado en población
mayor de 15 aftos en el afio de 1985 en México. Así, la
educación es un factor determinante de la APS. Si bien es
cierto que la educación no es constancia de conocimientos
en salud, sí puede estar asociada a mejores niveles econó-
micos para resolver los problemas de salud (por ejemplo,
el gozar de seguridad social). Tal vezel nivel deeducación
representa un sinónimo de prestigio que confiere mayores
facilidades de acceso a los servicios de salud o quizá
SALUD PUBLICA DE MEXICO
 JOSE M.V. Y 0)1..

<"...-.-, ............
.--
m
o
o o
o
o • • o ra o

• rasGl
o
a
•
o o
• a a
o o
o
• a
1
¡
o o
o a o o
1 a
o

I
o
•
o o a ~o o
o. •
o
a
o •
• o
o •
a ,_JO.1)12·1.6OI6. JI .. o.n
,_4U01J+0A?I'I. 1·11.79
» O

»
• " " »
•• »

-- » • F1GURA 3. Correlación entre la calificación global de Aten-

ción Primaria de Salud y el porcentaje de analfabetismo en
población mayor de 15 años por estado de la República Mexí-
cana en 1985.

permita saber cómo poder demandarlos. Estas hipótesis

requieren de investigación para ser comprobadas. De
cualquier manera, la correlación negativa notable de la
calificación global de APScon el analfabetismo, señala la
necesidad de promover acciones plll1l lograr mayores
niveles educativos de la población en general, que permita
al individuo demandar servicios de salud y otros mlnimos
de bienestar social, incluyendo a la salud, como medio y
fin del desarrollo.

LA MUJER Y LA APS

Un buen indicador del grado de desarrollo de un país es el

nivel social que ocupa la mujer. Su papel en los servicios
de salud es trascendental, ya sea como proveedora o como
usuaria. A continuación presentaremos algunas reflexio-
nes de sus actividades como proveedora de salud, tanto de
la profesional de salud como de la proveedora no formal,
»,+---------------~--~----~--------------,
•
ACIIVIDADES NO FORMALES

La mujer se dedica no sólo al cuidado de la salud de sus

FIGURAS 1 Y 2. Correlaciones entre la calificaci6n globnl de hijos(as) sino también a la de los adultos. Está a cargo de
Atenci6nPrirnaria de Salud y la proporción de población urbana la vigilancia y crecimiento de los híjostas), lleva el
y rural por estado de la República Mexicana en 1985, respecti- seguimiento de sus inmunizaciones, es el primer contacto
vamente. con las enfermedades diarreicas e infecciones respirato-

MARZO-ABRJL DE 1989, VOL. 31, No. 2 179

LA APS COMO INSTRUMENTO DE DBSARROu.o
rias de los menores, tiene la responsabilidad de la prepa-
ración correcta de los alimentos y atiende a los enfermos
de la familia cuando se requiere; la economía familiar está
a su cargo, así como la higiene y limpieza del bogar. Todo
ello en el marco de una responsabilidad que a veces no es
reconocida y compartida por el resto de la sociedad
Los siguientes factores pueden ser determinantes para
un adecuado desempello de este tipo de actividades reali-
zadas por la mujer de una manera informal:
Los programas de educación para la salud están orien-
tados a la capacitación y difusión de los recursos tecnoló-
gicos de la APS. Sin embargo, tales programas no conside-
ran el factor tiempo y en ocasiones los medios económi-
cos para adquirir estos recursos. Es posible que el tiempo
de traslado de la madre y el nillo sea demasiado para llegar
al puesto de vacunación más cercano o que la madre no
tenga dinero para adquirir un sobre de rehidratación oral
cuando éste no se distribuye en forma gratuita. Tal vez no
tenga el tiempo suficiente para estar dando la solución
rehidratante a su hijo(a) con problemas de diarrea debido
a las cargas de trabajo y responsabilidades adicionales;
puede suceder que el horario de capacitación en salud
disponible sea el menos adecuado, debido también al tipo
de actividades que desempella en la casa, en el trabajo o
enel campo.
La mujer también puede ser causa de problemas en la
atención de la salud debido a tradiciones y creencias
equivocadas. Encauzar esfuerzos para romper viejos
esquemas que daIlan la salud y fortalecer aquellos que en
la actualidad han mostrado SU efectividad, e inclusive su
bajo costo, resulta importante. Tal es el caso, porejemplo,
de la hoja de guayaba en las diarreas, el gordolobo como
solución para la tos o el agua de arroz como solución
rehidratante. •
La participación comunitaria recae también en el
ámbito de la mujer: interviene activamente en el entorno
que la rodea; es quien generalmente asiste a juntas de
vecinos; de manera formal o informal está al tanto de la
actividad cotidiana de su medio y participa también en las
sociedades de paterfamilias de las escuelas de sus
hijos(as). Todo esto hace de la mujer el individuo más
valioso para el desarrollo de programas de salud y bienes-
tar social tal y como lo constata el Programa de Extensión
de Cobertura de la Dirección General de Planificación
Familiar, en el cual 12300 auxiliares de salud son muje-
res.'
Desde hace mucho tiempo la mujer ha tenido asu cargo
la acti vidadde partera empírica. En el siglo pasado era una
180
de las pocas actividades que daban a la mujer respeto y
prestigio. Así, al profesionalizarse la obstetricia se le
otorgaba a la partera licencia oficial y enseñanza." La
capacitación y reconocimiento de la actividad de estas
mujeres merece atención especial en virtud de la necesi-
dad actual de aumentar la cobertura en la atención del
parto.
Como ejemplo de la trascendencia de la situación
social de la mujer, se presentan a continuación datos que
reflejan esta problemática. Enlas figuras 4 y 5 semueslran
las correlaciones entre la tasa de mortalidad en preesco-
lares de 1-4 alias y la tasa de mortalidad materna con el
porcentaje de analfabetismo femenino en mayores de 15
aIIos, respectivamente. Los datos son por estado y del año
de 1985. En ambos casos existe una franca tendencia
positiva que indica cómo se afecta la salud de la mujer y
del nillo(a) debido al nivel educativo de la madre.
ACTIVIDADES FORMALES
La profesional de la salud en México ofrece otro pano-
rama. En la actualidad, de acuerdo con el Censo de
Trabajadores de la Secretaría de Salud, el5 8 .19 por ciento
de los médicos son mujeres y el 90 por ciento de las en-
fermeras .. Es ioteresante meocionarque el 26.5 por ciento
de los enfermeros se encuentran en el Distrito Federal. tO
Ello podría explicarse debido al nivel educacional, social
y económico que en esta ciudad tiende a romper "el papel
de diferenciacióo de géneros", lo cual permite, tanto al
hombre como a la mujer, desarrollar indistintamente
actividades catalogadas típicamente como "femeninas" o
"masculinas", Si bien este comportamiento resulta alen-
tador, también es cierto que la profesional de la salud
participa escasamente en los puestos de decisión y mando.
Por ejemplo, aúnooes general el becho de que las jefas de
enfermeras formen parte del cuerpo de gobierno de un
hospital, a pesar de ser ellas las que tienen mayor respon-
sabilidadenla vigilanciayseguimientode la recuperación
del enfermo. En la Secretaría de Salud, el número de
mujeres en mandos medios y superiores es de 40, lo que
representa tan sólo el 10.6 por ciento del total .. Resulta
pues innegable la necesidad de una participación más
equitativa de la mujer en este tipo de puestos, ya que su
vocación al servicio y capacidadindudahle en las acciones
de APS. podrán brindar nuevos enfoques a la luz de sus
experiencias.
SALUD PUBLICA DE MEXICO
 JOSEM.V. YCOL

LA INVESTIGACION DE LA APS

INMuNIDAD DE POBLACIONES Y COBER1URA

Desde el punto de vista poblacional, los programas de

inmunización tienen dos efectos principales. El efecto
directo de vacunar a una proporción de la población en
contra de una infección en particular, consiste en que la
mayoría de los individuos vacunados estarán protegidos
contra la infección. La vacuna ideal o toxoide es aquella
I '1_0.7031+0.1618" ".0.$0
que produce inmunidad en todos los individuos vacunados
(100 por ciento de eficacia), y donde esta inmunidad es
8
a
•
.. perenne. Las actuales vacunas de sarampión. porejemplo,
están cerca de este ideal ya que inducen inmunidad
perenne con más de un 95 por ciento de eficacia.
Menos obvio esel hechodequelainmunización de una
fracción de la población tiene el efecto indirecto de

..
disminuir la fuerza de la infección, definida como la
probabilidad de que un individuo no vacunado contraiga
" " la infección en un determinado interv a10 de tiempo. Si hay
cada vez menos candidatos a transmitir la infección, la
probabilidad de adquirir la infección es cada vez menor.
Una consecuencia de la existencia de estos efectos indio
rectos es que noes necesario inmunizara todos para poder
erradicar una enfermedad infecciosa;" una vez que una
proporción suficientemente grande de la población ha
sido protegida, los efectos indirectos asociados pueden
llevar a la tasa reproductiva de la infección (denotada por
Ro y definida como el número promedio de casos secun-
darios producidos por individuo infectado) a valores
menores que la unidad, de tal manera que la infección no
podrámantenerseen la comunidad. Dicbode otra manera,
este principio de la epidemiologfa nos dice que no es
necesario alcanzar el 100 por ciento de cobertura en
813 inmunización para proteger a todos de una enfermedad
infecciosa. Por otro lado, se ha demostrado tanto teórica 12
como empíricamente" que si un programa de vacunación
•• a
!!JI!!
a no es 10 suficientemente intenso para erradicar una infec-
a QQGI ción, se alcanzará un nuevo estado estable en el que el
número de individuos susceptibles es exactamente el
a
a mismo que en la población no vacunada. A primera vista,
•• .. "
este resultado puede parecer sorprendente: la intuición
sugiere que la proporción de susceptibles debería disrni-
nuir conforme la cobertura de vacunación aumenta. Así,
FIGURAS 4 Y 5. Correlaciones entre la tasa de mortalidad en
la apreciación intuitiva de estos conceptos puede condrcir
niños(as) preescolares de 1-4 años y la tasa de mortalidad
a algunos individuos a decidir erróneamente que su mejor
materna con el porcentaje de analfabetismo femenino en mayo-
res de 15 años. Cada punto representa datos por estado de la programadevacunaciónesunodondetodoslosdemásson
República Mexicans en el año de 1985. vacunados excepto ellos, tal que ellos se protejan indirec-

MARZO-ABRILDB 1989,VOL 31.No.2 181

 LA APS COMO INSTRUMENTO DE DESARROLLO
tamente sin incurrir en ninguno de los riesgos o incon-
venientes asociados con la protección directa
Tal disonancia entre los intereses de los individuos y
los intereses de grupo pueden ser resueltos a través de la
participación comunitaria, que es un elemento esencial de
la APS.
Así, por ejemplo, consideremos el caso de una infec-
ción donde Ro= 15, esto es, el número promedio de casos
secundarios prnducidos porun individuo infectado en una
población de susceptibles es igual a 15. El estado de
equilibrio antes de cualquier vacunación tiene un 15 por
ciento de susceptibles y el 85 por ciento restante es
seroposítivo debido a la recuperación de la infección. Si
abora se imouniza al 50 por ciento de la población, ésta se
moverá a un nuevo estado de equilibrio. Si no hubiese
efectos indirectos de la imounización, el 50 por ciento
restante de.la población se dividirla entre susceptibles y
seroposítívos en las mismas proporciones que en la pobla-
ción original, esto es, 7.5 por ciento de susceptibles y 92.5
por ciento de imounes (50% del programa de vacunación
y 42.5% seropositivo por recuperación de la enfermedad).
Sin embargo, la presencia de efectos indirectos nos dice
que seguirá habiendo 15 por ciento de susceptibles y 85
por ciento de inmunes (50% del programa de vacunación
y 35% por recuperación de la enfermedad). De la misma
manera, la imounización de más del 85 por ciento de la
población conducirá a erradicar la infección debido a los
efectos indirectos. Solamente en el caso de que no existie-
ran efectos indirectos se requerirla del 100 por ciento de
cobertura en imounización para erradicar la enfermedad
LA APS SELEcrIV A
Dado el gran número de problemas de salud que existen
en los países en desarrollo, donde los recursos humanos y
económicos son limitados, es clara la necesidad de esta-
blecer prioridades en la atención a la salud. Así, la
planeación de salud en los países en desarrollo requiere de
dos pasos esenciales: la seleccióndeenfermedades para su
control y la evaluación de distintos niveles de interven-
/
ción que van de lo más general a lo más selectivo. Los
programas selectivos de APS se consideran los más efecti-
vos en términos de costo/beneficio para los países en
desarrollo. En este contexto las infecciones belmínticas
humanas son buenos ejemplos de la discrepancia de
nuestro conocimiento de cómo tratar a un individuo y de
cómo controlar la infección de una comunidad. El dabate
en el caso de las infecciones helmínticas se ha centrado en
tB2
-evaluar los efectos a largo plazo de dos estrategias de
control: el uso de una quimioterapia de masas (adminis-
tración aleatoria de la droga) o el tratamiento selectivo de
los individuos más infectados de la comunidad." Esta
controversia surge del hecho de que las distribuciones
observadas de parásitos helmintos en comunidades hu-
manas son invariablemente muy contagiosas o muy agre-
gadas en forma," esto es, una minoría de la comunidad
tiene las mayores cargas parasitarias. Los mecanismos
que generan tales patrones son muchos y variados, e
incluyen factores genéticos, inmunes y conductuales.
Existen agentes antihelmínticos efectivos y seguros para
el tratamiento de la mayoría de las infecciones helmínti-
cas humanas, incluyendo el mebendazol (para ascariasis,
enterobiasis y trichuriasis), bidroxinaftoato de befenio
(para Ancylostoma), prazicuantel (para esquistosomia-
sis), etcétera
Evidencias tanto teórices"' 17 como empíricas" seña-
lan que las infecciones helmínticas regresan a sus niveles
de precontrol una vez que cesa laquimioterapiade masas.
Así, los programas de quimioterapia masiva son reversi-
bles en el momento en que cesa la intervención si no se
llevan a cabo en forma conjunta con programas de educa-
ción y saneamiento básico. En la figura 6 se ilustran
simulaciones numéricas que reflejan el impacto de la
quimioterapia de masas en la carga parasitaria promedio
de la infección (véase Referencia 17). La intensidad pro-
medio en equilibrio de la infección antes del control es de
22 gusanos por huésped y a la población de 15 afios se le
administra aleatoriamente una droga antihelmíntica a
distintas proporciones de la población (en A 10% yen B
20%)" durante un perindo de 15 años, se asume que el
fánnaco actúa tanto en la fecundidad como en la mortali-
dad del parásito helminto. Nótese que después de un
perindo de intervención de 15 años la carga parasitaria
promedio regresa asu nivel de precontroI. Más importante
aún, dadas las limitaciones de los recursos económicos
donde estas infecciones son endémicas, se han mostrado
sólidas evidencias de que a pesar de los costos extras que
conlleva el identificar a los individuos más infectados, el
tratamiento selectivo es por lo general el más indicado en
cuanto a la reducción en forma perenne tanto de la
abundancia de los parásitos helmintos en tndos los indivi-
duos de la comunidad como del número de tratamientos
administrados." De hecho, entre mayor sea el grado de
agregación de los parásitos antes de la intervención,
mucho mayores serán los beneficios a partir de la estrate-
gia selectiva
SALUD PUBUCA DE MEXICO

" reversibles, lo cual exige estudios más detallados sobre la
j "
" "
.. " ..
FIGURA 6. Simulación numérica de un modelo matemático
(véase Referencia 17) que reflejael impacto de la quimioterapia
en la carga parasitaria promedio de una población humana. La
intensidad promedio en equilibrio de lairúecci6n(M·) antes del
control es de 22 gusanos por huésped y a la población de 15 años
se le administra aleatoriamente una droga antihelmíntica a
distintas proporciones de la población durante un periodo de IS
años (en A 10% Y en B 20%). Nótese que inmediatamente
después que el programa de intervención cesa, las curvas
reflejan la tasa de recuperación de la carga parasitaria promedio
a su nivel de precontrol (véase Referencia 17).
CONCLUSION
La complejidad que representa el estudio y la puesta en
práctica de la APS, debido al número de variables que la
determinan, representa un reto, una voluntad política y
una congruencia presupuestal. El impacto económico,
demográfico, de educación y de otros factores de bienestar
social relacionados con la APSson temas aún pocoentendi-
dos.
La APS parece alcanzar su óptimo siempre que las
poblaciones sobrepasen un cierto umbral de desarrollo. Es
probable, sin embargo, que existan efectos sinergéticos
entre la APSy el desarrollo. La mujer como promotora y
proveedora del bienestar social es quizá el personaje más
MARZO-ABRIL DE 1989, VOL. 31, No. 2
JOSE M.V. Y COL.
importante en las actividades de APS.
Asimismo, con base en algunos resultados de la inves-
tigación epidemiológica se han ilustrado algunas caracte-
rísticas de la naturaleza de laAPS. Así, por ejemplo, se ha
señalado el hecho de que el porcentaje de cobertura no
siempre está relacionado en forma lineal con la salud de
los individuos de una comunidad se mencionó también
en este trabajo que los procesos de APS pueden ser
estabilidad de las intervenciones para garantizar que la
APSsea un instrumento de desarrollo ya que ésta debe ser
una inversión y no un gasto.
De esta manera algunas de las variables que pueden ser
de relevancia para la evaluación de la estrategia de APS
son: grado de desarrollo de las comunidades a intervenir
(grado de educación, ingreso familiar, etcétera); calidad
y cobertura de la atención; intervención selectiva versus
intervención de masas, y estabilidad de los efectos de las
acciones .
APENDlCE
Los trece indicadores para cuantificar la cobertura de una
región, de un sector de la población o país con APS
recomendados por la Organización Mundial de la Salud
son:
1. Cuidado prenatal: proporción de embarazadas que
tuvieron por lo menos una consulta prenatal.
2. Atenci6n del parto: proporción de nacimientos atendi-
dos por personal preparado,
3. Puericultura: proporción de lactantes que tuvieronpor
lo menos un contacto con una instalación de salud
4. Vacunaci6n conBCG: proporción de menores de un afio
vacunados con OCO.
5. Vacunaci6nconDPT: proporción de menores de un afio
que recibieron tres dosis de DPT.
6. Vigilancia de crecimiento: proporción de preescolares
que han sido pesados por lo menos dos veces antes de los
cinco aflos.
7. Diagnóstico y tratamiento de enfermedades endémi-
cas: proporción del número estimado de casos que se
diagnostican y tratan.
8. Atenci6n de la enfermedad terminal: proporción de
muertes certificadas por médicos.
9. La proporci6n de la población con acceso adecuado
al agna potable,
10. La proporción de la poblaci6n que dupone de
racilidades sanitarias.
183
LA APS COMO INSTRUMENTO DE DESARROlLO
11. La población con acceso razonable a instalaciones
médicas.
12. El número de consultas médicas por habitantes:
cuatro cODSultas/afiojhabitante= 100 por ciento.
REFERENCIAS
1. Atención Primaria de Salud. Informe de la Conferencia
Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma
Ata, URSS. Ginebra: OMS, 1978.
2. AlvarezJ, Bustamante M,López-Picazos A, FemándezM.
Historia de la salubridad y de la asistencia en México.
México D.F.: SSA, 1960.
3. OMS: Preparación de indicadores para vigilar los pro-
gresos realizados enel logro de la salud para todos en el año
2000. Ginebra: OMS, 1981.
4. Montoya-Aguilar C. Cobertura: ¿cuánto y para quiénes?
Wasbington, D.C.: OPS, 1986.
S. Kumate J, Bamard A. n. Cobertura por servicios de
atención médica primaria en México. Gae Méd Méx
1988:124:166-175.
6. Pizurski H. Mejfa A, Butter 1. Ewart L. Women as provid-
era ofhealth care. Geneva: WHO, 1987.
7. Dirección General de Planificación Familiar. Programa de
Estrategia de Extensión de Cobertura. México D.F.: SSA,
1988.
8. Arrom SM. Las mujeres de la ciudad de México 1790-
1857. México D.F.: Siglo XXI, 1988.
9. Dirección General de Administración de Personal. In-
. forme. México, D.F.: SSA, 1988.
184
13. El número de egresos hospitalarios por 100 habi-
tantes: ocho egresos hospitalarios/afio/lOO habitantes =
100 por ciento.
10. Diccionario Biográfico de la Secretaría de Salud. M~x.ic:o
D.F.: Oficialla Mayor, SSA, 1988.
11. Hoppensteadt Fe. Mathematic:al theories of populations:
demographícs, genética and epidemics. Pbiladelphia:
SlAM, 1976. -
12. Anderson RM. May RM. Directly transmitted infectious
diseases: control by vac:c:ination. Science 1982;215:1053-
1060.
13. Fine PEM, Clarkson JA. Meades in Eogland and Wales-
ill: assesing publiahed predicttons of the impac:t of vaeeí-
nation onincidence.!nt J ofEpidemioI1983:12:332·339.
14. Wnrren KS, Malunoud AF. Tropical and geographical
medicine. New York: McGraw Hill, 1984.
15. Crofton HD. A model of hest-parasite relatioruhips. Para-
sitology 1971:63:343·364.
16. Anderson RM, May RM. Population dynamics of human
helminth infections control by chemotherapy. Nature
1982:297:~~7-563.
17. José MV. La dinámica de poblaciones de inmunidad ed-
quirida, ecología c:onduc:tual y nutrici6n en infecciones
helmfnlicas humanas. Ciencia 1988:39(4 l:
18. Anderson RM. Aseariasi. aod ita public health signifi·
canee. Pawloski (Taylor y Fraocis), 1985'.
SALUD PUBLICA DE MEXICO