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Lazlo Moussong
Karina Castro
Lo primero que notamos es el tono lúdico del texto. El nombre de la amada, Concepción
Encarnación (de «concebir» y «encarnar»), es en sí mismo lúdico, aunque cacofónico. El
autor, sin embargo, lejos de evitar las rimas consonantes en la prosa y el efecto cacofónico,
lo aprovecha y refuerza al incorporar palabras con la misma sonoridad: «consideración»,
«planeación», «solución», «relación», «fundamentación», «integración», «programación»,
«separación», «situación», «determinación».
Más allá de los paradigmas tradicionales de los textos literarios, donde forma es fondo,
podríamos pensar que en esta carta hay una deliberada ruptura de ambos y de lo que se ha
considerado el género epistolar amoroso. No obstante, por un lado, el autor afirma: «Mi
intención fue que la forma fuese fondo; esa forma de escritura, exageradamente aliterante
con la terminación “-ion” tiene ese fondo, esa delación de la lamentable pobreza de lenguaje
de los burócratas y tecnócratas», y por otro: «sí hay un deliberada ruptura de esos
paradigmas».
Sucede justamente lo que Linda Hutcheon, teórica de la «posmodernidad», afirma como
característica de esta poética: desafiar las narrativas que presumen de un estatus
«paradigmático» sin necesariamente asumir ese estatus[3]. En este sentido, el texto de
Moussong posee marcados rasgos «posmodernos». Uno de ellos es el hibridismo genérico
(no exclusivo, por cierto, de la llamada «posmodernidad»), ya que no se trata de una carta
ni de un relato; evidentemente, no es un cuento ni un documento oficial que, por su
estructura, aparenta ser. Al principio narra y describe una situación interior; después,
expone, explica, argumenta… Un rasgo más es su intención lúdica y satírica que lleva al autor
a concebir una caricatura que encarna gracias al lenguaje burocrático:
1. OBJETIVO DEL DOCUMENTO
1.1. Eróticos
1.2. Recreativos
1.3. Intelectuales
1.4. Espirituales
La carta de Lazlo guarda una relación intertextual con los informes de programas de
gobierno; juega con las convenciones de ese estilo, desafía aquello que satiriza: lo critica
desde adentro. Considero que este breve texto de Moussong es una sátira paradójica del
lenguaje legal o burocrático. Se vale de la ironía para cuestionar y ridiculizar esa práctica
discursiva paradigmática. Para atacarla con sus propias armas, el autor asume las reglas de
ese lenguaje, imita su estilo, pero invierte el contenido. De acuerdo con Moussong, éste es
uno de los recursos del escritor satírico: despojar al enemigo de sus armas, apropiárselas y
manejarlas con lo que él llama sus «habilidades marcial-satíricas».
La carta se presenta como un ejercicio lúdico que no sólo trastoca el lenguaje asumiendo su
misma pobreza, sino también la estructura del texto. De esta manera, expone lo ridículo de
la forma del lenguaje administrativo, llevándolo al extremo para provocar un efecto
humorístico.
2.4.1. Alguna 0%
La mujer con quien rompe el personaje es tratada como un elemento del informe presentado,
un factor por evaluar del programa. Se le acusa de haber sido un elemento inductivo hacia
el consumismo, «a través de la imposición de necesidades superfluas». Se valora su utilidad
de un modo tan bajo que el protagonista llega a la conclusión de que hubo errores desde el
inicio del proyecto:
Se llega a la conclusión de que las expectativas previstas al iniciarse el programa de
participación amorosa no fueron suficientemente evaluadas, ni se llevaron a efecto las
encuestas elementales antes de que se diera por hecha la conurbación sexual
correspondiente, etapa a la que debió llegarse hasta después de haberse obtenido una
información suficiente y objetiva.
Según Lazlo Moussong, «el humor crítico no sólo se dirige a las personas en el poder y a sus
comportamientos, sino también a las fallas en la vida cotidiana»[4]. «Una carta muy íntima»
cumple con el cometido: funciona como crítica contra el ambiguo y obsoleto modo de
comunicarse en el ambiente administrativo y contra la comunicación entre las personas (en
especial, las parejas), la cual, aunque con menos burocracia, es igual de ineficaz y, con
frecuencia, insuficiente. Por ello, el resultado en ambas es el mismo: proyectos fallidos.
Una vez aceptado el fracaso, lo que procede es proponer soluciones:
3. ALTERNATIVAS
3.1.2. Alternar entrevistas personales con el Factor F, con entrevistas con Factores F1, F2,
F3, etcétera.
Desde su título, «Una carta muy íntima» implica una profunda ironía. No se trata de una
carta íntima, sino muy íntima. El adjetivo es modificado por un adverbio de cantidad, lo que,
si tomamos en cuenta que la carta ha sido publicada, refuerza el efecto irónico. ¿Una carta
muy íntima que a la vez es publicada por su autor? Él mismo lo advierte: «Mi deseo de hacer
público algo tan personal obedece a la esperanza de que me sirva para eso que llaman
catarsis».
Partiendo de las clasificaciones de Gerard Genette en Palimpsestos, el texto sería, en
términos generales, un pastiche satírico y no una parodia, debido a que los objetos
parodiados son siempre textos singulares y nunca géneros; en cambio, un pastiche es la
imitación de un estilo. Para Genette, el autor de un pastiche es un imitador «que se ocupa
esencialmente de un estilo y accesoriamente de un texto»[5]. Sin embargo, en este caso,
concuerdo con Venko Kanev, quien afirma que, si bien el modelo de Genette resulta
funcional, «no abarca todas las variantes de Lazlo Moussong»[6], pues en uno solo de sus
textos cortos pueden encontrarse dos o tres variantes o una mezcla de ellas. En
consecuencia, es factible concluir que «Una carta muy íntima» es un pastiche satírico del
estilo administrativo y, debido a que aplica este estilo a una carta de asuntos sentimentales
o emotivos, es al mismo tiempo una parodia de lo que podría considerarse el paradigma de
una carta de amor al estilo de alguna de las que aparecen, por ejemplo, en Las relaciones
peligrosas de Choderlos de Laclos, para referirme a una obra clásica del romanticismo
francés. El autor prefiere llamar a su técnica «trasposición», recurso que, de acuerdo con su
teoría del humor, consiste en trasladar «un tipo de lenguaje usual en determinado campo, a
un tipo de situación al que no le corresponde ese lenguaje, con lo cual logro el efecto
humorístico e, inclusive, satírico».
Fuentes citadas
[1] «La sátira es un humor crítico para sacudir la conciencia, afirma Lazlo Moussong»,
entrevista de Fabiola Palapa Quijas, en La Jornada, sección Cultura, 20 de agosto de 2009,
pág. 1.
[2] En La oveja negra y otras fábulas, Monterroso en realidad hace sátiras y no fábulas. En
el texto que le da título al libro, es clara la aplicación del poder represivo contra el otro (las
ovejas negras), así como la ironía que significa el empleo de lo reprimido para los mismos
usos del poder. Sin duda, se trata de una sátira social, dado que no hay una moraleja
tradicional y sí una crítica contra las paradojas del poder.
[3] Linda Hutcheon: A Poetics of Postmodernism: History, Theory, Fiction, Nueva York,
Routledge, 1988.
[4] «La sátira es un humor crítico para sacudir la conciencia, afirma Lazlo Moussong»,
entrevista de Fabiola Palapa Quijas, en La Jornada, sección Cultura, 20 de agosto de 2009,
pág. 1.
[5] G. Genette, Palimpsestos. La literatura en segundo grado. Taurus, Madrid, 1989.
[6] Venko Kanev, “Las formas breves de Lazlo Moussong”, artículo en línea disponible
en http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/7304/2/199545P17.pdf [Última fecha de
consulta: 11 de diciembre de 2012]