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El documento describe a tres criminólogos italianos pioneros: César Lombroso creía que ciertos rasgos físicos estaban relacionados con la delincuencia; Enrico Ferri veía el delito como resultado de factores externos que condicionan la voluntad del delincuente; Rafal Garofalo difería de Lombroso al considerar que los crímenes combinaban factores antropológicos y psicológicos.
El documento describe a tres criminólogos italianos pioneros: César Lombroso creía que ciertos rasgos físicos estaban relacionados con la delincuencia; Enrico Ferri veía el delito como resultado de factores externos que condicionan la voluntad del delincuente; Rafal Garofalo difería de Lombroso al considerar que los crímenes combinaban factores antropológicos y psicológicos.
El documento describe a tres criminólogos italianos pioneros: César Lombroso creía que ciertos rasgos físicos estaban relacionados con la delincuencia; Enrico Ferri veía el delito como resultado de factores externos que condicionan la voluntad del delincuente; Rafal Garofalo difería de Lombroso al considerar que los crímenes combinaban factores antropológicos y psicológicos.
precoz, a los quince años publicó Sàggio di studi sulla Repubblica Romana (1850), donde establece las diferencias entre la civilización romana y la italiana de su tiempo. Sin embargo, su genialidad sólo quedaría plenamente revelada en el estudio de la antropología. A lo largo de toda su actividad demostró un interés particular por la psiquiatría.
En 1859 se doctoró en Medicina en Pavía con la tesis Ricerche sul
cretinismo in Lombardia; posteriormente enseñó en la universidad local, y fue director del manicomio de la citada población. Por aquel entonces Cesare Lombroso publicó Genio y locura (1864) y El hombre delincuente (1876). Más tarde pasó a Turín, donde entre 1876 y la fecha de su muerte desempeñó en la universidad, sucesivamente, las cátedras de Medicina legal, Psiquiatría y Antropología criminal. Entre sus restantes obras cabe mencionar La mujer delincuente, la prostituta y la mujer normal, así como El hombre blanco y el hombre de color.
Los principales campos de su investigación fueron la genialidad,
la delincuencia y la pelagra. Si bien poseedor de una gran intuición, careció de sentido crítico, y no profundizó en las causas de las cuestiones estudiadas. Muchas de sus teorías se hallan hoy completamente caducadas. Sin embargo, a los estudios médico- antropológicos de Lombroso sobre el delincuente se deben las bases de la antropología criminal que ha inspirado las nuevas concepciones del derecho real y de la administración de justicia.
Defiende que un delito es el resultado de los impulsos o
tendencias innatas de una persona y que pueden observarse ciertos rasgos físicos en los delincuentes habituales. Estos rasgos van desde asimetrías craneales hasta la forma de la mandíbula o de las orejas. Enrico Ferri Criminalista y político italiano. Es el máximo representante italiano de la escuela positivista de derecho penal y está considerado como el creador de la criminología moderna. Como seguidor del positivismo imperante durante la segunda mitad del siglo XIX, aceptó por completo las implícitas actitudes deterministas de tal corriente. Ya en la tesis de su doctorado, La teoría de la imputabilidad y la negación del libre albedrío, destaca netamente este aspecto de su formación espiritual y de sus ideas: cree que el delincuente actúa por causas ajenas a su voluntad y que deben buscarse en la sociedad.
La primera parte de su tesis trata de refutar en sentido filosófico
los argumentos que pretenden sostener el libre albedrío, suponiendo un riguroso determinismo que se aplica también a las actividades humanas: éstas son espontáneas, pero siempre necesitadas de motivos que quitan la libertad. Aplicando estas premisas al derecho penal, Ferri afirma que el delito es imputable al delincuente, pero no deseado libremente por éste; en realidad, actúa por causas que física o psíquicamente condicionan su voluntad. Por tanto, la sociedad no puede castigar, sino tan sólo defenderse contra el desorden que el individuo produce en una convivencia humana organizada; la sociedad debe asimismo prevenir el delito, evitando los motivos del mal y acrecentando en diversas formas los del bien.
La teoría de la imputabilidad, examinada desde este punto de
vista positivista, forma la segunda parte de su tesis, donde son estudiadas las causas dirimentes y atenuantes de la misma imputabilidad, como la falta de discernimiento, la enfermedad mental, el sueño y la embriaguez, el impulso de los afectos, etc., porque la amenaza legislativa con que la sociedad apremia para prevenir, y la medida de su defensa, en caso de que el delito se haya perpetrado, no pueden actuar si no son previstas por la razón. En el aspecto filosófico, los argumentos de que se vale Enrico Ferri para negar el fundamento del libre albedrío son hoy reconocidos como de escaso valor y casi ingenuos; sin embargo, se le reconoce el mérito de haber dado a conocer a los juristas la gravedad del problema, en vez de adaptar sus soluciones a normas tradicionales gratuitamente aceptadas. Rafal Garofalo Fue un jurista italiano experto en criminología. Además, fue el primer autor en utilizar este término para referirse a la ciencia de estudiar a los delincuentes, delitos y controles sociales pertinentes a un crimen o a un potencial crimen. Sus posturas iban en contra de lo que se creía correcto por parte de la Escuela Clásica de la criminología. Llevó la contraria a las ideas de su maestro Cesare Lombroso, quien había sido considerado el padre de la criminología en su momento. Garofalo difirió de la creencia vigente a mediados del siglo XIX en la que se afirmaba que los crímenes tenían raíces puramente antropológicas. Según la teoría del autor, los crímenes combinaban la antropología con la psicología. Sus aportes dieron una nueva visión de la delincuencia a los criminólogos y es considerado uno de los autores más importantes de esta ciencia hasta el día de hoy. El maestro de Garofalo consideraba que los atributos físicos (como el tamaño de la mandíbula) estaban relacionados con la probabilidad de que una persona cometiera un crimen. Veía esto como una influencia antropológica, pues pensaba que ciertos atributos estaban atados a los pensamientos. Autores Consideraciones Un delito es el resultado de los impulsos o tendencias innatas de una persona y que pueden observarse ciertos rasgos físicos en los delincuentes habituales. César Lomboroso Estos rasgos van desde asimetrías craneales hasta la forma de la mandíbula o de las orejas.
El delincuente actúa por causas ajenas
a su voluntad y que deben buscarse en la sociedad. El delito es imputable al Enrico Ferri delincuente, pero no deseado libremente por éste; en realidad, actúa por causas que física o psíquicamente condicionan su voluntad. consideraba que los atributos físicos (como el tamaño de la mandíbula) estaban relacionados con la probabilidad de que una persona Rafal Garofalo cometiera un crimen. Veía esto como una influencia antropológica, pues pensaba que ciertos atributos estaban atados a los pensamientos.