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ESPECTADOR FILOSÓFICO
DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Fernando Múgica
especie humana está en estado de alerta; conoce su poder. Desde ese momento,
la elección que hay que extraer de la filosofía de la historia no es una promesa,
sino una llamada, un eco del imperativo; invita al ser razonable a asumir la
responsabilidad de su propio destino». Th. RUYSSEN, Philosophie de l'histoire
selon Kant, en La philosophie politique de Kant, Annales de Philosophie Poli-
tique, 4, Institut International de Philosophie Poli tique , París, 1962, p. 51.
33. KpV, V, 3.
34. [bid., V, 189.
35. IV, 458.
KANT, ESPECTADOR FILOSÓFICO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA 43
tura del espíritu. En una obra de 1794 -El fin de todas las
cosas-, aún sin hacer mención expresa a la Revolución, Kant
expresaría enérgicamente su tematización de la libertad humana
como fuerza histórica efectiva en orden al mal: «El fin de todas
las cosas que tienen que pasar por las manos humanas se torna
en locura, incluso cuando los fines del hombre son buenos,
locura que consiste en el empleo con vistas a estos fines de
medios que les son completamente opuestos» 100.
Los revolucionarios franceses interpretan la anticipación
teórica del futuro jurídico-político de la humanidad no como un
principio regulador, es decir, como un principio racional estima-
tivo de cualquier constitución jurídica, sino como un principio
constitutivo de la praxis política; la consecuencia de ello es que
tal anticipación ideal aparece como objeto susceptible, en pri-
mer lugar, de una praxis absolutamente comprometida con ella
y, en segundo lugar, de una realización histórica que se pre-
senta además con el carácter de fin moral incond; jonado.
Al término de su análisis de las relaciones • oría-práctica
en el derecho político, Kant ha expuesto, a modo de conclu-
sión, la argumentación general que ahora resumo: si existe en
la razón algo expresable como derecho político, que tenga
fuerza de obligación y realidad objetiva, su fundamento deberá
encontrarse en principios a priori, y habrá una teoría del dere-
cho político con la cual deberá concordar la práctica para ser
válida; a este primer razonamiento, siempre cabe oponer este
otro: «que, aunque los hombres tienen ciertamente en mente la
idea de derechos que les corresponden, serían incapaces e
indignos de ser tratados según los mismos debido a la dureza
de sus corazones, y por eso, un poder supremo que proceda
según reglas de prudencia, los debe -dürfe- y tiene -müsse-
que mantener en orden» 101. Kant está pintando así lo que él
entiende por pragmática, una especie de ciencia técnica de la
prudencia. En la Paz perpetua, esta política meramente instru-
mental o medial será denominada política empírica 102. ..
Los problemas que tal tipo de política provoca acaban
siendo superiores a los que quiere evitar. Kant no duda en