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tendencia progresista que defendían su gobierno frente a los embates


de la oposición.75
Las permanentes crisis que sufriría el gobierno salteño hasta su
intervención federal de 1974, podrían vincularse a esa incapacidad del Literatura
peronismo para arbitrar una heterogénea base política y social.
Entre la derecha y la burocracia: el lado oscuro
Recibido: 27/4/12 del modernismo brasileño
Aceptado: 28/5/12

Marcela Croce

FFyL-UBA

Resumen

El artículo estudia a los intelectuales brasileños desde el Modernismo hasta el Estado


Novo. Primero se ocupa de las vertientes estéticas y políticas que confluyeron en el
Modernismo (Antropofagia, Verdeamarelismo, Anta y su derivación en la Acción
Integralista Brasileña). Luego se detiene en los ensayos de interpretación nacional
de Gilberto Freyre y los compara con otros textos contemporáneos que arrastran la
misma voluntad explicativa y finalmente cierra el recorrido con los burócratas del
Estado Novo, que desde la prensa, la administración y la diplomacia dan sustento al
régimen varguista.

Palabras clave: intelectuales brasileños – Modernismo – ensayo de interpretación

Abstract

The article focuses on Brazilian intellectuals from Modernismo to the Estado Novo.
First addresses the aesthetic and political aspects that came together in Modernism
(Antropofagia, Verdeamarelismo, Anta and its derivation in the Acción Integralista
Brasileña). After stops in Gilberto Freyre’s essays on national interpretation and
compares it with other contemporary texts that carry the same explanatory will and
75
Esto puede ser visualizado en el estudio de diversos hechos transcurridos durante finally closes the tour with the bureaucrats of the Estado Novo, who from the press,
el año 1974. Frente a sucesivos paros propuestos por la CGT local en oposición al administration and diplomacy give support to varguista regime.
gobierno provincial, Ragone solicita a “sus bases” no realizar ningún acto o movili-
zación. Cfr: Paro de la CGT de febrero de 1974, en Soler, Alejandra: Alianzas Sociales Keyword: brazilian intellectuals – Modernism – interpretation Essay
y tendencias políticas en el peronismo salteño, 1972 – 1976, Universidad Nacional de
Salta. 2012. Tesis de Licenciatura, inédita.
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do Pará) donde se enfrenta a la Cobra Grande en procura del amor de
la hija de la Reina Luzía.2 El “primitivismo” se expande en personajes
folklóricos que forman una galería similar a la desplegada por Mário
en Macunaíma (1928), donde el personaje cumple un recorrido –pau-
tado por el desplazamiento del alemán Theodor Koch-Grünberg de
Roraima al Orinoco– que también involucra el Amazonas y São Paulo
en busca del amuleto de la muiraquitã.
El ufanismo que se había expandido como ideología autocompla-
ciente del novecientos a partir de la obra de Afonso Celso Porque me
ufano do meu país (1900) encontraba una inflexión fortalecida por el
fascismo italiano desde la Marcha sobre Roma de 1922 en la inme-
diatez del manifiesto. El irracionalismo reduce la adscripción nacional
a sensibilidad compartida por quienes comulgan con la “no filosofía”
tupí. Contra el indigenismo romántico que optó por una figura arcá-
dica amputada de la historia real, los verdeamarelistas reclaman que si
Antropofagia, Verdeamarelismo, Anta el indio fue el primero en reírse de sistemas y teorías, “crear un sistema
en nombre de él será sustituir nuestra intuición americana y nuestra
Plínio Salgado provenía del sector nacionalista del modernismo, conciencia de hombres libres por una mentalidad de análisis y de gene-
donde se había relacionado con Cassiano Ricardo, Menotti del Picchia ralización características de los pueblos ya definidos y cristalizados”. El
y Raúl Bopp, distanciándose de la línea cosmopolita en que se espe- brasileño, descendiente directo de los tupís (pese a los apellidos portu-
cializaba Oswald de Andrade tanto como de la vertiente folklorista y gueses de todos los involucrados en el movimiento), prescinde tanto de
antropológica que cultivaba Mário de Andrade. El primitivismo que experiencias científicas como de psicoanálisis y teoremas, renunciando
Salgado recupera en su estudio sobre el tupí en el primer número de en un mismo gesto a cualquier forma de conocimiento metódico que
la Revista de Antropofagia repercute en la identidad del grupo que se limite el intuicionismo desenfrenado al que convidan los nacionalistas.
crea a partir de 1926 y lanza en 1929 el Manifiesto Nhengaçu Verde- Pero simultáneamente admiten las instituciones conservadoras, enten-
Amarillo, cuya irracionalidad no tarda en derivar en el protofascismo diendo que solo dentro de ellas –con sus cuatro siglos de existencia– es
integralista que reúne lo que el artículo reclamaba: religión y naturale- posible llevar a cabo la renovación.
za, catolicismo a ultranza y violencia –generalmente desplazada hacia El Manifiesto Antropófago parece haber provocado esta profesión de
la simbología de las casacas verdes y el brazalete en sigma. El tupí es fe. Leer los textos aislados del debate, insertándolos en la sucesión de
la lengua del reconocimiento; en sus términos –aunque tamizados por escritos de los respectivos responsables, supone negligencia o temeri-
el jesuitismo del nhengaçu–1 se diseña el saludo “Anauê” (Hermano). dad. No solo el desafío “Tupí or not tupí, that is the question” que
El animal escogido como referente es el anta, especie de tapir (nombre disuelve los respetos occidentales y proclama la adhesión primitivis-
que marca la procedencia tapuia) cuyo folklore difunde que las correas ta se inscribe en esta línea sino también el pie del texto. Fechado en
hechas con su cuero transmiten a quien las maneja una fuerza extraor- Piratininga, “año 374 de la deglución del obispo Sardinha”, arrastra la
dinaria. La misma recaída hacia la zoología fantástica evidencia Bopp 2
El desplazamiento de Cobra Norato en el poema tiene base en los viajes realizados
en el poema Cobra Norato (1931), en cuyo inicio el poeta estrangula al por Bopp por el interior: nacido en Rio Grande do Sul en 1898, se dirige a Recife en
animal y se mete en su piel durante el trayecto desde la ciudad hacia la 1920 para proseguir sus estudios de Derecho, de allí pasa a Belém y termina el periplo
selva, cruzando el Amazonas en dirección a la Tierra Sin Fin (Belém en Rio de Janeiro, donde concluye la carrera. Ver: Arêas Peixoto, Fernanda: “Letras
y diplomacia en el Brasil: una aproximación en tres tiempos”, en Carlos Altamirano:
Lienhard, Martin: La voz y su huella. Escritura y conflicto étnico-social en América
1
Historia de los intelectuales en América Latina. Los avatares de la ‘ciudad letrada’ en el
Latina, Casa de las Américas, La Habana, 1991. siglo XX, Katz Editor, Buenos Aires, 2010, p. 106.
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asociación nhengaçu: la ciudad de São Paulo se retrotrae al nombre para absorberlo e integrarlo. Uno de los franceses que se fascinó con
de la villa fundada por los jesuitas Nóbrega y Anchieta, y la presencia Brasil, Roger Bastide (el otro fue Lévi-Strauss, de lo cual dan cuenta
del obispo –que convoca a la comida desde su determinación nomi- sus Tristes Tropiques), sostuvo en Brésil, terre de contrastes (1957) que
nal– subraya el papel de la Iglesia en la colonización de Brasil con- “la antropofagia es la forma moderna del indianismo” que reemplaza
tribuyendo espiritualmente a la expoliación económica por la cual al buen salvaje rousseauniano por el “mal salvaje, asesino de blancos,
“Vieira dejó el dinero en Portugal y nos trajo la palabrería”,3 no menos antropófago, polígamo, comunista. Una apología del ogro indígena
que a la sublimación de la antropofagia en la Eucaristía. A la religión [...] Oswald devora las teorías extranjeras como su ciudad devora a los
organizada a fin de justificar el saqueo y lograr la anuencia para el inmigrantes para hacerlos carne y sangre brasileñas”.8
dominio a través de los auto sacramentales con palabras tupís y sin- Las divisiones entre la antropofagia y el verdeamarelismo se advier-
taxis portuguesa,4 Oswald le responde con la fe dispersa de los tupís en ten más políticas que estéticas y resultan de la bifurcación de un tronco
el “mundo oracular” y en la Magia codificada en ciencia, además del común. La “primera dentición” de la Revista de Antropofagia lo revela
tópico de “la transformación permanente [o “transfiguración”, en otro a través de los nombres de sus colaboradores y la difusión de sus obras:
momento] del Tabú en Tótem” que es señal distintiva del “matriarcado al texto de Salgado sobre la lengua tupí se superponen el Manifiesto
de Pindorama”.5 Antropófago y los anuncios comerciales que recomiendan las ya edita-
Lo que el manifiesto mantiene indiferenciados son los conceptos das Laranja de China de Alcântara Machado y Macunaíma de Mário
de antropofagia y canibalismo, como revela la apelación a la revolu- junto a los inminentes Martim-Sereré [sic; en verdad, Martim Cererê]
ción de los indios caribes que dan origen al nombre y la práctica del de Ricardo y República dos Estados Unidos do Brasil de Del Picchia.
caníbal que aquí resulta superpuesta a la antropofagia del tupí. Sin El poema de Ricardo exalta el ufanismo pero admite una integración
embargo, existe una diferencia fundamental que estableció con pre- de negro, blanco e indio de la que prescinde el verdeamarelismo más
cisión Richard Morse, fascinado con el modernismo al punto de ensa- rancio y a la que se resiste la antropofagia deglutoria que, en la “Nota
yar otras conexiones con el movimiento, ya fuera mediante la man- insistente” con que se cierra el número inicial de la revista, aclara que
cuerna Oswald/William Carlos Williams pareja a la comparación de “no tiene orientación ni pensamiento de ninguna especie: solo tiene
Mário/T.S. Eliot,6 ya fuera en el ejercicio alocado de McLuhanaíma, estómago” (p. 8),9 en consonancia con el poema “Fome” (“Hambre”)
el héroe de oro macizo.7 La distancia entre antropofagia y canibalis- de Guilherme de Almeida, donde en ayunas en el café Guarany, el
mo está marcada por la condición ritual de la primera y la puramente poeta antropófago rima y metrifica en honor a la comida.
alimentaria del segundo. El caníbal come a su enemigo para saciar el
hambre; el antropófago, en cambio, lo engulle para incorporar al otro,

3
Andrade apud Croce, Marcela (comp.): La discusión como una de las bellas artes. De la
revolución literaria a la literatura en la revolución, Simurg, Buenos Aires, 2007, p.101.
4
Bosi, Alfredo: Cultura brasileña. Una dialéctica de la colonización, Salamanca, 8
Apud de Campos, en Andrade, Mário de. Macunaíma: O héroi sem nenhum cará-
Ediciones Universidad de Salamanca, 2005, p.64. ter (Edição crítica coordenada por Telê Porto Ancona Lopes), Coleção Arquivos-
5
Ibid., p. 104. La obsesión del matriarcado se expande en la obra de Oswald, tanto en UNESCO, Florianópolis, 1988, p.12.
los artículos periodísticos como en la disertación filosófica para aspirar a una cátedra 9
Es inevitable trazar un paralelo –más allá del que Jorge Schwartz establece para las
universitaria en 1950 y, finalmente, en el volumen de memorias que publicó en 1954 obras de Oswald y Oliverio Girondo– entre la múltiple proclama devoradora de la
con el título Bajo las órdenes de Mamá. revista y la dedicatoria de Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922) al grupo ‘La
6
Oswald es el “enfant terrible” del movimiento, mientras Mário oficia como “el Papa” Púa’, en la que Girondo se entrega al “cenáculo fraternal, con la certidumbre recon-
(Morse, Richard: Resonancias del Nuevo Mundo, Vuelta, México, 1995, p. 104) o, para fortante de que, en nuestra calidad de latinoamericanos, poseemos el mejor estómago
plantearlo en los conceptos que Marcel Raymond desarrolla para el surrealismo fran- del mundo, un estómago ecléctico, libérrimo, capaz de digerir, y de digerir bien, tanto
cés y su prosapia, Oswald es el poeta artista a la manera de Mallarmé en tanto Mário unos arenques septentrionales o un kouskous oriental, como una becasina cocina-
es el poeta vidente al estilo de Rimbaud (Ibid., p. 125). da en la llama o uno de esos chorizos épicos de Castilla”. Girondo, Oliverio: Obra
7
Ídem. Completa, Losada, Buenos Aires, 1968.
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Gilberto Freyre: de tupí or not tupí a la defenestración del indio resistencia frente a los “parientes ricos” de Rio y de São Paulo. No es el
separatismo el que lo alienta sino cierta distancia respecto de los que
Pero no son la poesía ni las proclamas revisteriles el único modo de juzga excesos modernistas en el orden estético, aunque también una
expansión ideológica en la década de 1920. Entre los múltiples géneros consideración en disidencia de las figuras respectivas del negro y el
provistos por la escritura para el desarrollo de un pensamiento, el ensa- indio. Pero básicamente en la diferencia entre modernismo y regiona-
yo es el que permite mayor libertad de avance. Desde las arbitrarieda- lismo se apunta el viejo conflicto brasileño entre el Sur y el Norte, algo
des que establece Montaigne en su inauguración, pasando por los desa- de lo que dará cuenta también Ramos en la crónica homónima.
fíos formales que encuentra en esta forma Géorg Lukács, adhiriendo El regionalismo conservador que diseña inicialmente Freyre regis-
a la idea de Adorno de que se trata de una “cortesía” del pensamiento tra las adhesiones inequívocas a la Action Française fundada por Charles
y recalando en la definición barthesiana según la cual es el texto des- Maurras y a otros miembros de la derecha europea como Charles Péguy
encadenado por cada vez que en medio de una lectura se levanta la y Gilbert K. Chesterton, a quienes Freyre contacta durante sus estadías
cabeza para detenerse en el impacto de una frase, el ensayo se escurre en París y Oxford. El modernismo que el antropólogo trae de Europa
de una tipología estricta y por lo mismo invita a todas las permisiones. no es el mismo que elige el movimiento paulista, sino que porta el tinte
Ensayística es la exposición minuciosa, abrumadora, que no vacila reaccionario con el cual Freyre sostiene en su tesis universitaria que la
nunca ante el catálogo, con que Gilberto Freyre organiza el Manifiesto situación del esclavo en el Brasil patriarcal era superior a la del obrero
Regionalista leído en el Primer Congreso Brasileño de Regionalismo europeo a comienzos del siglo XIX (impresión que en CG&S extiende
celebrado en Recife en 1926.10 En la ensayística del antropólogo se hasta el obrero norteamericano de las fábricas fordistas). Pero antes de
advierten los efectos del manifiesto, cuyo estilo arrasa la aspiración su paso por Francia e Inglaterra cumplió un típico trayecto colonialista
de ser un pronunciamiento grupal (entre sus suscriptores figuran los que lo llevó a Portugal y a África, donde comenzó a pergeñar la idea
novelistas José Lins do Rêgo y Graciliano Ramos). Ni tono aguerrido original de una cultura amplia que debía estudiarse en una discipli-
ni reconvenciones ni disidencias se explayan en la proclama como para na llamada lusotropicalismo, cuyo principio rector es la pertenencia de
adscribirla a ese tipo discursivo; más bien se trata de una defensa del toda la península ibérica al continente africano.
tradicionalismo, una nostalgia de épocas esclavistas y la afirmación de La filogénesis de la familia esclavista en la que nació Freyre se com-
una vocación conservadora que Freyre despliega en sus otros trabajos, plementa así con la ontogénesis de la adscripción a la región, y solo en
apelando al apuntalamiento que le ofrecen las ciencias humanas. Si su segunda instancia a la nación, que queda inserta en un orden tropical
obra mayor es Casa Grande & Senzala (1933), no es en ese ensayo donde en el que se articulan el azúcar y la esclavitud, el agrarismo y el feu-
se asiste a la primera expresión del empeño por elevar la región a repre- dalismo. De allí la comparación con el Deep South norteamericano,
sentación nacional, pero sí es en sus páginas donde se apunta la mejor “donde el régimen patriarcal de economía creó casi el mismo tipo de
justificación para lograrlo. aristócrata y de casa-grande, casi el mismo tipo de esclavo y de senza-
La identificación demasiado vulgar y apresurada del regionalismo la que en el Norte de Brasil y en ciertas partes del sur”.11 El mestiza-
con el costumbrismo ignora la voluntad de Freyre de superar el jui- je promueve una atenuación de la rigidez feudal, también desafiada
cio estético reductivo prefiriendo una analogía política según la cual mediante el papel crecientemente relevante de la mujer como elemento
el movimiento pernambucano es el federalismo en literatura, en tan- de “democratización social”.12 Es la influencia de Franz Boas, a quien
to se opone a los excesos de la centralización y reivindica su papel de Freyre conoce durante un curso en la Universidad de Columbia, la
que se detecta en la consideración culturalista que, sin sustraerse a las
nociones de raza y religión, se inclina por otorgar relevancia a las de
La primera edición en forma de libro data de 1952 (Editora Região). La condición
10
experiencia cultural y organización familiar. Pero la raza y la religión
tardía de la publicación alertó al escritor Joaquim Inojosa para sostener la tesis de que
el texto fue escrito en ese momento, como intenta demostrar en Um manifesto imagi-
nário (1972). Sin embargo, los diarios de 1926 difundieron fragmentos del documento 11
Freyre, Gilberto, Casa-Grande & Senzala: Formação da família brasileira sob o regi-
original. Ver Nery da Fonseca, Edson: Gilberto Freyre de A à Z, Zé Mário Editor, Rio me da Economia Patriarcal, José Olympio Editôra, Rio de Janeiro, 1966, p. XXX.
de Janeiro, 2002. 12
Ibid., p. XXXIV.
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siguen siendo dominantes: en desmedro del indio, a quien se descar- ortodoxia dramática del conquistador de México y de Perú; un inglés
ta con el prejuicio expandido de su “preguiça” (pereza) tipificada por sin las duras líneas puritanas. El tipo del contemporizador. Ni ideales
Monteiro Lobato en el personaje de Jeca Tatú, el antropólogo exalta al absolutos ni preconceptos inflexibles”. En tal caracterización proliferan
negro por sus tradiciones y su sangre (que “ayudó a dar a los cimientos las coincidencias con el siguiente ensayo de interpretación nacional,
de las casas grandes su consistencia casi de fortaleza”)13 y condena con el que en 1936 da a conocer Sérgio Buarque de Holanda con el título
vehemencia el espíritu mercante y usurero de los judíos. Raízes do Brasil. Junto con el texto de Freyre y el libro de Caio Prado
El método freyreano es el materialismo esencializado en el que Júnior, Formação do Brasil contemporâneo (1940), componen la trilogía
la casa grande se configura como unidad nacional, garantizando la de la voluntad explicativa brasileña en los 30, en medio de la convul-
estabilidad y el equilibrio racial contra la lucha de clases que descarta sión por el ascenso de Vargas y la mutación del régimen original hacia
como mito marxista, deplorando los planteos del Partido Comunista el Estado Novo. En ese grupo, CG&S se configura como nexo entre el
Brasileño (PCB), y plegándose en contrapartida al presunto “cientifi- prejuicio cientificista que se solazaba en los epígonos del positivismo
cismo” desplegado por la derecha que se aglutina tras Oliveira Viana. y el trabajo sociológico con voluntad rigurosa de los nuevos ensayistas.
En la convicción de CG&S, la arquitectura sólida –cuya indagación La reivindicación de Freyre señala a su pesar el opacamiento de
prosigue en Sobrados e Mocambos (1936)– procura compensar la preca- las resistencias regionales en pro de las alternativas nacionales: si en
riedad social. Por eso la Abolición de 1888 que arruinó a la familia aris- el aspecto político es una necesidad de unificación y el mejor modo
tócrata del ensayista representa un derrumbe que vuelve improductiva de controlar las pretensiones de las oligarquías locales, en el orden
a la sociedad antes tan laboriosa, como si cayera víctima de una dege- de la escritura es la voluntad de una sociedad que reclama erradicar
neración. La antropología cultural apañada por Boas no logra auxiliar los resabios esclavistas y confiar en un hombre nuevo, no con ínfulas
el ejercicio casi autobiográfico que cumple Freyre, cuando la arbitra- revolucionarias sino identitarias. El “hombre cordial” de Buarque de
riedad que opone tesis prejuiciosas a hipótesis demostrables liquida el Holanda es quien logra improvisar allí donde siempre se efectuaron
método y revierte el ensayo científico en práctica literaria, como desta- cálculos erróneos, es el que puede conquistar el interior como un ban-
ca Darcy Ribeiro en un prólogo tardío.14 deirante en vez de establecerse en la comodidad del litoral, el que con-
El eticismo ambiguo de Freyre prefiere evitar toda evaluación de seguirá integrar la selva a la ciudad. Es decir, el pregonero de esa línea
costos físicos en el relevamiento de la heterogénea colección de negros política que en el Brasil desarrollista instalará sobre el borde del Mato
de variada procedencia africana, indígenas de todo el territorio, por- Grosso la ciudad más modernista del país para erigirla en capital.
tugueses descastados, árabes de arraigo peninsular, holandeses tran-
sitorios y judíos avariciosos, cuyas empresas dinerarias reciben una Integralismo y comunismo sobre fondo modernista
condena que no condice con el trato hacia los portugueses comercian-
tes. Acaso porque el paganismo fundamental de los lusos resulta más El indígena como mito fundador fue también la base del
apto para la cordialidad del constructor de naciones que el cristianismo Integralismo. Tal apelación constituye la demostración avant la let-
punitorio que tanto éxito registró en las colonias españolas y cuya hue- tre de la teoría de Benedict Anderson según la cual las naciones son
lla brasileña es el rigor de una Inquisición que reservó toda intimidad “comunidades imaginadas” por los intelectuales. La exaltación del
al confesionario y relegó al siglo XX la manifestación de una literatura negro sobre el indígena que operó Freyre se inscribe como respuesta a
autobiográfica significativa en Brasil. la entronización del tupí que, arraigado en la antropofagia, practicaron
El portugués y no el indio es el fundador de la nación en la pers- los verdeamarelos-integralistas.
pectiva occidentalista de Freyre. Es quien está a mitad de camino Pero el ala reaccionaria del modernismo no se agota en esa tenden-
entre identidades en colisión: “Un español sin la llama guerrera ni la cia ni se resuelve en la pura política que, como adherencia maurrasia-
na, arrastraban algunos de los más fervorosos militantes de la derecha.
Ibid., p. XLI.
13 Al verdeamarelismo devenido Integralismo le corresponde la manifes-
Ribeiro, Darcy: Prólogo a Gilberto Freyre, Casa-Grande y Senzala. Biblioteca
14 tación católica liderada por Alceu de Amoroso Lima, quien se popu-
Ayacucho, Caracas, 1977 (IX-XLI). larizó con el seudónimo de Tristão de Athayde. Su prédica distó de la
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originalidad y su impulso recibió el respaldo de Jackson de Figueiredo, su situación al cambiar el orden tradicional, como lo prueba la adhe-
el fundador del Centro Dom Vital que murió antes de los treinta años sión de Afrânio Peixoto, tal vez motivado asimismo por la circunstan-
de edad y cuyo modelo fue el obispo de Olinda Vital Maria Gonçalves cia familiar de que su esposa fuera hermana de Otávio de Faria y de
de Oliveira, enfrentado a la masonería y condenado a prisión por el viz- la mujer de Amoroso Lima. Sin embargo, los representantes más cons-
conde de Rio Branco en la década de 1870. El Centro, fundado en 1921, picuos del catolicismo local son los poetas reunidos inicialmente en
tuvo como principal órgano de expresión la revista A Ordem, creada en la revista Literatura dirigida por el poeta y editor Augusto Frederico
el mismo 1922 iniciado para la historia estética local con la Semana de Schmidt y luego en la revista Festa, surgida en 1927 en Rio de Janeiro,
Arte Moderno, pero entregada a la defensa de todo aquello de lo que el entre cuyos colaboradores figuran Jorge de Lima, Murilo Mendes y
modernismo abjuraba, comenzando por la educación religiosa y la res- Cecília Meireles.17 Mendes y de Lima se expandieron en la mística a
titución del catolicismo nacional que los liberales habían lesionado – través de los poemas conjuntos de Tempo e Eternidade (1935); luego, el
aunque no liquidado– y cuya reanimación encontraría un aliado en el médico que había comenzado sus estudios en el Seminario Diocesano
Vargas presidente que inauguró, a un año de la revolución, la Estatua incurrió en las hagiografías de San Francisco de Asís y San Antonio
de Cristo Redentor en el Corcovado carioca. (1947).
Apenas previa es la creación de la Acción Universitaria Católica En el otro extremo, también ligado a la literatura pero más a la crí-
(1929) a la par de editoriales y universidades confesionales que se tica y al ensayismo, aparece Astrojildo Pereira, fundador del PCB en
suman a la Acción Católica, la Juventud Católica y la Confederación de el intenso año 1922, después de ser apresado por organizar un movi-
Asociaciones Católicas. Desde comienzos de los 20 venían formándose miento anarquista en Rio de Janeiro en 1918. Cuatro años más tarde,
organizaciones paralelas a la jerarquía eclesiástica, dirigidas por inte- y en coincidencia con el levantamiento de los tenentes en el Fuerte de
lectuales laicos como el caso de Figueiredo, cuya obstinación eucarísti- Copacabana, decidió dar estructura partidaria a lo que había inicia-
ca puede compararse con la de Atilio dell’Oro Maini en la misma épo- do como un grupo comunista carioca. Los jóvenes que el 4 de julio de
ca en la Argentina. Pero más significativa resulta la actitud de Tristão 1922 se negaron a reconocer al presidente electo Artur Bernardes per-
de Athayde, no solo por su duración sino también por la conversión que tenecían a los grados inferiores de la carrera militar, situación humi-
acarrea desde el materialismo inicial hacia un espiritualismo devoto: llante en la estructura jerárquica que agravaba la circunstancia de que
el ejército fuera percibido como “el confín de la ‘degradación’ social a
“Pasé del evolucionismo naturalista spenceriano al evolucionismo creador que pueden llegar los ‘parientes pobres’ de la oligarquía”.18 A la revuel-
bergsoniano […] La gran novedad de Bergson era conceder la primacía al ta tenentista pertenecieron figuras de larga actuación política, como el
espíritu […] A través de Bergson evolucioné hacia el vitalismo y el espiritua- brigadier Eduardo Gomes –neutralizado por Getúlio Vargas y derrota-
lismo contra el escepticismo y el materialismo previos […] Sílvio Romero me do electoralmente por él en 1950– y el cearense Juárez Távora, a quien
dio a conocer la cultura brasileña filosófica […] volví a la lectura de Maritain, Juscelino Kubitschek venció en los comicios de 1955 para la presidencia
que me revelaba la democracia cristiana, la democracia social, con su huma- nacional.
nismo integral.”15 Como crítico, Pereira puede ubicarse en las proximidades de otros
marxistas como Caio Prado Junior y Nelson Werneck Sodré, no solo
La hipótesis de Miceli es que la Iglesia recluta a políticos en dis- por su adhesión teórica sino también por su pareja ignorancia de
ponibilidad, que en los años 30 no pueden provenir sino de los parti- Antonio Gramsci,19 conocido en cambio en el círculo peruano de la
dos del Antiguo Régimen desplazados por la derrota de la oligarquía.16
También hace leva de intelectuales que sienten igualmente amenazada 17
Silviano Santiago, en la novela En libertad –donde desarrolla un diario íntimo atri-
buido a Graciliano Ramos–, ficcionaliza una situación de espera en el consultorio
médico de Jorge de Lima donde Ramos se encuentra con Mendes, Amoroso Lima
15
Apud Miceli, Sérgio: Intelectuais e clase dirigente no Brasil (1920-1045), Difel (Coleção y Mário, de quien sabe “que el catolicismo no le desagrada” Santiago, Silviano: En
Corpo e Alma do Brasil, dirigida por Fernando Henrique Cardoso), São Paulo-Rio libertad, Corregidor (Colección “Vereda Brasil” Nº 7), Buenos Aires, 2003, p.172.
de Janeiro, 1979, pp. 48-49. 18
Ibid., p. 31.
16
Ibid., p. 58. 19
Coutinho, Nelson Carlos: “Brasil y Gramsci: variadas lecturas de un pensamiento”,
188 Razón y Revolución nº 23 Entre la derecha y la burocracia 189
revista Amauta e introducido subrepticia y a veces anónimamente en Escritores de los 30: los burócratas del Estado Novo
Latinoamérica por José Carlos Mariátegui.20 La obra fundamental de
Astrojildo abarca dos autores radicalmente disímiles como Machado Durante la etapa varguista se impone una creciente privatización
de Assis y Lima Barreto, un mulato consagrado al punto de autorizarse del mercado editorial, de modo que en reemplazo de las obras autofi-
como fundador de la Academia Brasileña de Letras (ABL) y un mulato nanciadas o subsidiadas por instituciones surgen las editoriales comer-
descastado que introdujo una renovación en la prosa que desmaleza el ciales. A la Editora Nacional creada por Monteiro Lobato en 1925 en
terreno para el modernismo. São Paulo, se suma José Olympio en Rio de Janeiro, la Editora Globo en
Pereira se reunió en Bolivia con Prestes en 1927, cuando el joven Rio Grande do Sul y la rareza de Schmidt quien, actuando como bisa-
oficial encabezaba la Columna que llevaba su nombre y que recorrió gra entre el modernismo paulista, los novelistas nordestinos y los poe-
25 mil kilómetros enfrentándose al oficialismo. Si en un principio el tas católicos, se erige en difusor y orientador de un grupo cuyas estriba-
enemigo era Bernardes, a partir de 1932 el combate se estableció con ciones finales se inscriben en las obras poéticas de Carlos Drummond
Vargas, quien inicialmente había sido aliado de los tenentes para conse- de Andrade y Vinicius de Moraes.
guir apoyo a fin de llegar al poder, pero luego fue negándoles la partici- Monteiro Lobato revistaba en un conjunto que Miceli indentifica
pación política que reclamaban, lo que los impulsó a fundar la Alianza como “anatolianos”, quienes iniciaron la profesionalización de la lite-
Nacional Libertadora (ANL) y a participar de la intentona comunista ratura en Brasil y en algunos casos –Machado de Assis, Guimarães,
de 1935. Fracasado el movimiento, su resultado fue la prisión de Prestes Alencar– encontraron un éxito económico del que el autor de Urupês
y la deportación de su esposa, la alemana Olga Benario, que terminó (1918) participó. Los modernistas, desde la provocación de la Semana,
su vida en un campo de concentración. Como un auxilio adicional, apuntaron a cierto elitismo vanguardista opuesto al profesionalismo,
Vargas implementó el Plan Cohen para perseguir a los comunistas, instalando la equívoca noción de “gusto” como categoría social, al ins-
justificando en el ansia ordenancista el golpe del Estado Novo en 1937. cribirse “más acertadamente en la historia de la importación de los
Así como el comunismo estableció alianzas entre las filas militares, patrones de gusto de la clase dirigente ligada a la expansión del café
el Integralismo creció en tanto reacción eclesiástica frente a la inter- que en la historia de la producción intelectual”.22 El libro de Miceli
vención estatal en dominios antes reservados a esa variante del clien- apunta tanto a desbaratar el papel dominante que se le adjudicó al
telismo que fue la política de los coroneles.21 El ímpetu ultraderechista movimiento modernista en la historia de la literatura local como a des-
ejemplificó la correspondencia entre las transformaciones del campo tacar la intersección de las adscripciones intelectuales y las afiliaciones
intelectual y las sufridas por las familias de la clase dirigente donde partidarias que en conjunto respaldaron las carreras de los escritores
previamente eran reclutados estos miembros de una doble élite, por a medida que el debilitamiento del esquema de la República Velha les
su pertenencia de clase y por su formación privilegiada. La cooptación vedaba la integración en las instancias consagratorias y de difusión. La
de la intelligentzia a instancias del poder manifestaba el cambio social intervención política operó a la vez como resguardo clasista y como
a través de las relaciones estéticas y excedía el espacio recortado de los trampolín personal.
católicos y los fascistas para extenderse a todo el campo intelectual, Sospechando que las derrotas de la oligarquía paulista de 1930 y
donde como un reflejo del orden económico se verificaba un proceso de 1932 respondían a la carencia de cuadros especializados para el des-
‘sustitución de importaciones’ que promovía autores locales allí donde empeño político y cultural, la clase dirigente estadual se entregó a la
hasta entonces campeaban las traducciones extranjeras y que disponía creación de la Escuela de Sociología y Política, la Facultad de Filosofía,
de ideólogos propios –aunque demasiado apegados a modelos exter- Ciencias y Letras (en la recién creada Universidad de São Paulo) y el
nos– donde triunfaba el consumo de lo ajeno. Departamento Municipal de Cultura.23 Esta voluntad oligárquica
determinó el momento de fundación de las sedes brasileñas de educa-
ción superior, ya que hasta entonces la universidad era un esbozo y lo
en Nueva Sociedad nº 115, Caracas, septiembre-octubre 1991, p.104.
20
Croce, Marcela (ed.): Latinoamericanismo. Historia intelectual de una geografía ines-
table, Simurg, Buenos Aires, 2010, p. 206. 22
Ibid., p.14.
21
Miceli, Sérgio: Intelectuais e clase dirigente…, op. cit., p. xvii. 23
Ibid., p. 21.
190 Razón y Revolución nº 23 Entre la derecha y la burocracia 191
que oficiaba como sucedáneo era la Escuela Politécnica, menos orien- carrera diplomática y literaria –Oliveira Lima–, el que ingresa a la
tada hacia las Humanidades que hacia conocimientos prácticos. Era diplomacia como autor reconocido y abandona la primera carrera –
previsible que Oswald, beneficiario del crecimiento paulista, adhiriera Raúl Bopp– y el que se entrega a la dirección de Asuntos Culturales
a la política oficial, mientras Paulo Prado, Alcântara Machado y Mário –el referido Veríssimo. Los tres corresponden a sendos momentos de la
se alistaban en la oposición democrática. De hecho, la relación entre historia brasileña: la republicanización, el varguismo y el período de
los dos Andrade los muestra en los extremos de un paradigma: Mário postguerra.25
es el “pariente pobre” mientras Oswald se declara “hombre sin profe- Si Oliveira Lima inicia la práctica de los viajes de representación,
sión” en el desafío autobiográfico que lanza. La situación repercute en Bopp llega al Itamaraty pertrechado con los recorridos por el interior
sus respectivos recorridos: Mário viaja por el interior en busca de mate- brasileño en que se vincula con los círculos literarios locales: en Recife
rial para su investigación folklórica en tanto Oswald se desplaza por el frecuenta a José Lins do Rêgo; en Rio a Bandeira, Graça Aranha y los
exterior, impregnándose de toda novedad que pueda importar. poetas de Festa; en São Paulo inicia el contacto con Anta para deslizar-
En el eslabón derechista, Ricardo pasará de sus simpatías inte- se luego hacia la antropofagia, cuando también se inicia en el perio-
gralistas a la dirección de Departamento de Imprensa e Propaganda dismo en la Agência Brasileira de Notícias. Justamente en su papel
(DIP) del gobierno varguista, que durante el Estado Novo quedará de entrevistador conoce a Vargas en 1928, quien lo convida al servi-
en manos de Motta Filho, antiguo director de Klaxon, juez de paz de cio diplomático en 1932.26 Reduciendo la escritura a libros de viajes y
São Paulo y redactor de periódicos como Correio Paulistano, Diário de memorias, Bopp no abandona las revisiones y republicaciones, y así la
São Paulo y Folha da Manhã, además de ministro de Cultura durante quinta edición de Cobra Norato (1954) incluye cambios textuales y una
el mandato de Café Filho (1954-1955). En esos mismos años, la ABL portada dibujada por Joan Miró en lugar de la ilustración de Flavio de
integraba a los primeros modernistas: a Guilherme de Almeida en 1930 Carvalho de 1931.
se suman Ricardo en 1937 y del Picchia en 1943, como recompensa por El caso del novelista gaúcho Érico Veríssimo muestra cómo las “dis-
los servicios oficiales. Los intelectuales varguistas asumen la oficializa- posiciones favorables al trabajo intelectual coincidieron con las deman-
ción de la cultura en contrapartida de los anatolianos: si éstos eran pro- das en expansión de la editora más importante fuera del eje Rio-São
fesionales al servicio de la oligarquía, los primeros responden a la élite Paulo (Editora Globo)”.27 A mediados de los años 30 será cooptado por
burocrática antes que a los dirigentes políticos. En otras palabras, a los el Departamento de Estado norteamericano, al realizar su primer viaje
escritores funcionarios les suceden los funcionarios escritores, encar- a la potencia, lo que lo exime de haber quedado reducido a “un letrado
gados de tejer una red en la cual mientras los antiguos vanguardistas provinciano”,28 en la hipótesis contrafáctica que imagina cómo hubiera
comienzan a revistar como académicos, el propio Vargas es electo para sido su vida sin tales ventajas. Resulta notorio que desde ese momen-
ocupar en la ABL la vacante de Alcântara Machado por la iniciativa to los patrones culturales comienzan a proceder de Estados Unidos,
obsecuente de Oliveira Vianna y Gustavo Barroso. convirtiendo a numerosos intelectuales en traductores y adaptadores
Pero lo más significativo del desempeño estatal de los intelectuales culturales incentivados por becas y demás prebendas. En un párrafo
corresponde a su trabajo en la diplomacia, convirtiéndose en emba- de espléndido desaliento, Drummond de Andrade resume el vínculo
jadores y agregados culturales (la función resulta algo anacrónica) entre intelectuales y cargos públicos en Brasil, y pese a su propio ejer-
del Itamaraty. La tendencia se inició durante la gestión de José Maria cicio de tales funciones, no trepida en otorgar cierta resonancia local
da Silva Paranhos Júnior, barón de Rio Branco, en el Ministerio de a los embates continuos e irónicos de Gógol hacia la burocracia rusa:
Relaciones Exteriores (1902-1912), quien se propuso captar a los inte-
lectuales con el fin de “constituir la inteligentzia de la república ins-
talada en 1889”.24 A lo largo de medio siglo es posible distinguir tres
perfiles de funcionarios letrados: el que admite la convergencia de la 25
Ibid., p. 100.
26
Ibid., pp. 106-107.
Arêas Peixoto, Fernanda: “Letras y diplomacia en el Brasil: una aproximación…”,
24 27
Miceli, Sérgio: Intelectuais e clase dirigente…, op. cit., p. 124.
op. cit., p. 99. 28
Ibid., p. 128.
192 Razón y Revolución nº 23
“…casi toda la literatura brasileña, en el pasado como en el presente, es una
literatura de funcionarios públicos. Nuestra figura máxima [...] fue un direc-
tor general de Contabilidad del Ministerio de Viação, Machado de Assis [...] Reseñas
Raúl Pompéia, director de Estadística del Diário Oficial y de la Biblioteca
Nacional; Olavo Bilac, inspector escolar en Rio [...] Alberto de Oliveira, direc- De luchar se ocupa el patrón
tor de Instrucción en el Estado de Rio, como también lo fueron José Veríssimo y
Franklin Távora, respectivamente en Pará y en Pernambuco; Aluízio Azevedo, Reseña de Muzlera, J., M. Poggi y X. Carreras Doallo (comp):
oficial mayor en el Estado de Río y Cónsul [...] Ronald de Carvalho, practicante
de secretaría y después oficial en Itamaraty; Coelho Neto, director de Justicia Aportes, sujetos y miradas del conflicto agrario argentino (1910-
en el Estado de Río [...] João Ribeiro y Capistrano de Abreu, oficiales de la 2010), CICCUS, Buenos Aires, 2011.
Biblioteca nacional [...] Araripe Jr., oficial del Ministerio del Imperio [...]; José
de Alencar, director y consultor de la Secretaría de Justicia [...]; Manuel Antonio Roberto Muñoz
de Almeida, administrador de la Tipografía Nacional y oficial de la Secretaría
de Hacienda; Lima Barreto, oficial de la Secretaría de Guerra [...] para que pro- CEICS
siga entre nosotros cierta tradición meditativa e irónica.”29

El propio Veríssimo abunda en autocrítica en O señor embaixador En marzo de 2008, en el contexto de la crisis mundial en curso, el
(1965), donde la vida diplomática exhibe su aspecto mundano y superfi- gobierno kirchnerista intentó aumentar la alícuota del impuesto sobre
cial, y las consideraciones políticas lamentan la profusión de dictaduras los derechos de exportación de los productos agropecuarios –a la vez
de izquierda y derecha en América Latina.30 El cambio de la literatura que establecía su carácter móvil de acuerdo a las variaciones en los pre-
por la política y el paso del modernismo entusiasta hacia el lamento por cios internacionales- para financiar un esquema económico que ya
la “casa assasinada” (Lucio Cardoso), correlativo de la exaltación del tupí mostraba signos de agotamiento. La medida fue resistida por las dis-
por las preferencia medievales de Noigandres, son síntomas de la modi- tintas capas del capital agrario, dando lugar a una movilización polí-
ficación mayor que representó el varguismo en el poder y del destino de tica de magnitud solo equiparable con el llamado Grito de Alcorta,
dominación que admitía Brasil a través de una relación cada vez más cien años atrás. Durante 123 días, la burguesía agraria argentina se
dependiente con Estados Unidos. La advertencia sobre el pasaje de la hizo piquetera –cortes de ruta, concentraciones, bloqueos, etc.- para
“conciencia alegre” a la “conciencia trágica” del subdesarrollo entre los defender su porción de renta. En esta reseña, nos ocuparemos de una
20 y los 6031 se complementa con la denuncia de los efectos del desarrollo nueva compilación que pretende ser un aporte para el estudio de los
dependiente que plantean Fernando Henrique Cardoso y Theotónio dos conflictos agrarios en Argentina, y en particular sobre la reciente “rebe-
Santos desde la socioeconomía crítica de la Teoría de la Dependencia. lión del campo”. En la introducción, los compiladores destacan la tras-
cendencia de este último conflicto y sientan posición señalando que
N.B.: Excepto indicación especial, todas las traducciones del portugués los bandos en pugna impusieron una imagen homogénea del campo
me corresponden. que “silenció los susurros de los pequeños chacareros y campesinos”.
Al mismo tiempo, plantean que la conflictividad agraria en Argentina
no es nueva y lo ejemplifican con el Grito de Alcorta que, siguiendo a
Recibido: 14/8/2011 Grela, se trataría de “la primera huelga agraria en la que intervinie-
Aceptado: 20/11/2011 ron 120.000 trabajadores de la tierra”. Es decir, reproducen las visiones
dominantes sobre el medio rural pampeano, convirtiendo a explotado-
29
Carlos Drummond de Andrade: Passeios na Ilha, op. cit., pp. 658-659. res de fuerza de trabajo –los chacareros- en los verdaderos productores
30
Arêas Peixoto, Fernanda: “Letras y diplomacia en el Brasil: una aproximación…”, agrarios.
op. cit., p. 114. El libro está estructurado en tres partes. Según indican los com-
31
Candido, Antonio: A educação pela noite e outros ensáios, Atica, São Paulo, 2003. piladores, la primera: “Aportes teóricos para la comprensión de los
193

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