LA RELACIÓN PADRINO-AHIJADO EN LA RELIGIÓN OSHA-IFÁ.
Son muchos los principios que rigen la relación Padrino-Ahijado, pero
los principales son el CARIÑO, la OBEDIENCIA, el RESPETO y CULTO A LOS SANTOS. Es importante que reflexionemos sobre una idea primaria: NO es sano aquel ahijado que anda buscando de Inlé en Inlé soluciones y que, al final, no ha logrado crecer en ninguna familia religiosa; ante esto, me pregunto ¿aquellas personas cambian de padres como cambian de ropa? Son muchos casos y muchas las perspectivas de este tema, ya que no solo hay “malos hijos” también existen “malos padres”. Es por esto, que se debe analizar muy bien la casa religiosa a donde nos incorporaremos, para que una vez ingresado en la familia religiosa no se ande de huérfano, desprotegido, buscando “SOLUCIONES CONVENENCIERAS” de puerta en puerta. Ningún padre desea el NO crecimiento y NO éxito de sus hijos; a partir de esta idea, entendemos que todo lo que hace un padrino es por el bien de sus ahijados. Por lo tanto, cada ahijado(a) tiene que tomarse un tiempo para reflexionar sobre su humildad y cumplimiento de sus tabúes, promesas, consagraciones, Ebbó y su compromiso para poder avanzar y cumplir con el santo; dicho de otra forma el ahijado tiene que entender que la responsabilidad de sus obras, consagraciones, Ebbós y demás son propios y personales; ya que ninguna boca puede tomar medicina para sanar cuerpo ajeno. Que el avance o retroceso que se pueda tener es por decisiones propias y que, como dice Ifá, DEBEMOS APRENDER A VIVIR LA CONSECUENCIA DE NUESTROS ACTOS. No culpemos al Santo, No culpemos al Padrino, porque las cosas NO se dieron como quería; analicemos cuál fue la verdadera falla o acierto. Es muy bien sabido, que ningún ahijado(a) ni padrino(a) puede involucrarse sentimentalmente en el ámbito amoroso, esto hace parte de una relación respetuosa sana y de una regla básica que no admite el incesto religioso. Cuando el ahijado “corona su santo” tiene que seguir cada una de las reglas que le dará su Padrino y que se aclararán en el día correspondiente al Ita; estas reglas hacen parte de un desarrollo de un ahijado serio, sensato y cumplidor de las reglas religiosas. Al día de hoy, tenemos nuestros Inlés basados en la unión, la fuerza, el amor y el respeto. Invito a cada religioso, a continuar con amor, a valorar a sus Padrinos y a sus Ahijados, porque quien no es buen hijo NUNCA logrará la bendición de Olofin.