Está en la página 1de 6

Rutinas básicas para las

distintas técnicas kinésicas

Crioterapia

La crioterapia es una técnica que utiliza el frío extremo (por debajo de los -130 ºC) para el
tratamiento de lesiones que pueden ser derivadas de una practica deportiva o para simples
lesiones cutáneas superficiales que se pueden dar en el día a día.
Aunque su uso se ha extendido en la actualidad gracias a la promoción que le ha dado el
hecho de que lo utilicen deportistas de élite como Cristiano Ronaldo, en realidad su
origen data de mucho antes. Ya a finales de los años 70 el Dr. Yamaguchi empezó a
utilizar en Japón el tratamiento de frío extremo de poca duración en la piel de los pacientes
con artritis reumatoide para aliviar los dolores. Una técnica que es conocida en la
actualidad como ‘Aerocrioterapia’ y ‘Criosauna’.

El método consiste en aplicar una temperatura muy baja mediante una liberación


controlada y local sobre la lesión. Esto se hace solo durante unos segundos (entre 5 y
20) con un aparato similar a un termo-sifón. A veces puede ser necesario realizar un
segundo ciclo de congelación. Durante la fase de congelación el paciente puede notar  un
dolor local de intensidad leve o moderada que desaparece a los pocos segundos de
finalizar la congelación.
De esta forma lo que se logra es congelar y destruir células anormales de la
piel eliminando así las lesiones cutáneas. La queratosis actínicas, los lentígenos actínicos
o las verrugas son algunas de las víctimas de la crioterapia, que busca curar  respetando
el tejido sano de alrededor de la lesión.
Después del tratamiento es normal que aparezca ciertas rojeces e incluso algo de
inflamación que desaparece al poco tiempo. Y es que de los beneficios que la crioterapia
tiene de por sí, hay que sumar el hecho de que suele implicar un mínimo riesgo de
complicaciones y efectos secundarios. Otras técnicas que implican la destrucción de
tejidos son más dañinas y provocan cierto riesgo de formación de cicatrices y lesión del
tejido sano de alrededor de la lesión.

El tratamiento de crioterapia se aplica en sesiones de entre 2,5 y 4 minutos, aunque la


sesión perfecta sería de unos tres minutos y medio. En cuanto a la periodicidad, lo ideal es
someterse a esta técnica durante 10 días seguidos, aunque no es aconsejable someterse
a crioterapia sin descanso durante un tiempo prolongado.
La mayoría de los beneficios son evidentes y  se pueden comprobar desde un primer
momento. Entre ellos encontramos todos estos:
 Calma el dolor y mejora la circulación
 Fortalece los vasos sanguíneos
 Disminuye el tiempo de recuperación tras una enfermedad o una intervención quirúrgica
 Libera endorfinas y oxigena las células
 Quita el estrés
 Mejora la calidad y los trastornos de la piel
 Elimina toxinas y quema calorías
 Mejora el insomnio
 Aumenta la energía y regula el organismo en todos los niveles
Este tipo de tratamientos no es aconsejable en los siguientes casos: embarazo,
pacientes con alteraciones vasculares con insuficiencia arterial o cardiopatías, y pacientes
en tratamiento oncológico o que padecen algún tipo de cáncer.
Termoterapia

¿Cuáles son los tipos de termoterapia?


Encontramos dos tipos de termoterapia, el primero es la superficial en el cual se
incluyen las compresas húmedas-calientes, el infrarrojo, la parafina, la hidroterapia y los
baños de contraste; los segundos son el calor profundo, en este están incluidos el
ultrasonido terapéutico, las ondas cortas y el microondas.

¿Cómo funciona la termoterapia?


El calor dependiendo del tipo de aplicación funciona de manera diferente, te explico los
más conocidos:

 Compresas húmedas-calientes: actúa superficialmente en la piel, elimina


toxinas, incrementa la sudoración, tonifica, alivia el dolor y actúa como
antiinflamatorio.
 Ultrasonido: utiliza ondas mecánicas que llegan a tejidos profundos para lograr
aumentar la temperatura de la zona, la circulación y el metabolismo de las
células.
 Infrarrojo: produce vasodilatación, activa el metabolismo celular, favorece la
regeneración celular y estimula es trofismo.
 Parafina: previene los edemas y tiene efectos relajantes. La parafina también se
utiliza para tratar la rígidez articular en manos. 
 Baños de contraste: mediante la aplicación y uso de agua con diferentes
temperaturas (calor y frío), se logra disminuir el dolor y el edema.

Indicaciones y contraindicaciones de la termoterapia


El tipo superficial está indicado en casos donde se busque la analgesia, la vasodilatación
y el efecto antiinflamatorio; y en cambio el profundo se usa como tratamiento en
lesiones donde se requiere controlar el dolor, disminuir la rigidez articular, acelerar la
cicatrización, en postoperatorios, en dolores de espalda, en pacientes con artritis,
en mialgias, en tendinopatías, en epicondilitis, epitrocleitis, entre muchas otras
lesiones.
Así como tenemos múltiples indicaciones, también tenemos casos donde está
contraindico el calor, estos son en personas con alteraciones de la sensibilidad, con
hemorragias, áreas isquémicas, úlceras por decúbito, heridas abiertas, embarazo,
menstruación, edemas productos de alteraciones cardiovasculares y procesos tumorales.
"A través de la aplicación del calor, se produce un aumento de la temperatura, lo cual
conlleva a disminuir el dolor y a producir un efecto relajante en la zona"
¿Qué efectos terapéuticos tiene la termoterapia?
La aplicación del calor en fisioterapia, como medio de tratamiento produce los
siguientes efectos:

 Acelera el metabolismo celular.


 Produce vasodilatación.
 Aumenta la temperatura local.
 Trabaja en la elasticidad de los tejidos.
 Logra un aumento de la circulación.
 Acelera el proceso de cicatrización tanto superficial como profundo.

Y además relaja la musculatura de la zona donde se aplicó el calor. 

La electroterapia

Otra de las técnicas más comunes es la electroterapia. Consiste en la


aplicación de determinados estímulos físicos generados por una corriente
eléctrica, que consigue desencadenar una respuesta fisiológica, que va a
provocar un efecto terapéutico.

Dentro de la electroterapia tenemos aparatos como los electroestimuladores


musculares (EMS), que tienen dos funciones muy importantes dentro de los
procesos de rehabilitación: el programa TENS y los programas para evitar la
atrofia muscular y ganar fuerza. A través de unos electrodos colocados en la
piel se transmite la corriente eléctrica a la zona elegida.

El TENS (Transcutaneous electrical nerve stimulation, electroestimulacion


transcutánea de los nervio) es un programa de electroterapia a baja frecuencia.
Su función principal es disminuir el dolor de una zona determinada, lo que no
queda claro a día de hoy es si lo hace mediante la producción de endorfinas o
consigue un bloqueo de las fibras nerviosas a nivel medular, evitando que el
dolor llegue al cerebro.

Los programas de estimulación muscular sirven para recuperar la capacidad


contráctil del musculo que tiene disminuida su fuerza, derivada por una lesión o
periodo de inactividad.

La electroterapia tiene algunas contraindicaciones como es la presencia de


quemaduras en la piel, llevar marcapasos o alguna placa de metal o tornillo
para fijar una fractura o estar embarazada.

La ultrasonoterapia, también conocida como ultrasonido

Otra de las técnicas de rehabilitación es la ultrasonoterapia, que se basa en la


aplicación de vibraciones sonoras superiores a 20.000Hz. Siempre teniendo en
cuenta la fase en la que se encuentra la patología, el ultrasonido se utiliza para
el tratamiento de partes blandas: reabsorción de edemas, lesiones
ligamentosas, tendinitis, capsulitis, lumbalgias, ciáticas…

El ultrasonido puede ser utilizado de dos formas: pulsado o continuo. Las


aplicaciones pulsadas tienen un efecto térmico profundo. Las pulsadas, en
cambio, están indicadas en procesos inflamatorios.
El siguiente tratamiento que se utiliza en rehabilitación es la termoterapia.
Consiste en la aplicación de calor en diferentes grados con fines terapéuticos.
Su aplicación puede ser superficial o profunda. Entre los beneficios de la
termoterapia encontramos el aumento del flujo sanguíneo, que conlleva un
aumento de oxígeno y nutrientes a la zona tratada; relajación muscular, sobre
todo cuando hay zonas contracturadas; acelera la regeneración de tejidos y
favorece la analgesia (disminución del dolor).

Es importante el feedback con el paciente, ya que un exceso de calor puede


ser contraproducente e incómodo o incluso provocar alguna quemadura en la
piel. Se debe evitar aplicar calor, o extremar las precauciones en pacientes con
problemas cardiacos, personas descoaguladas, hipotensos, problemas
dérmicos (hongos), inflamaciones agudas, neoplasias, alteraciones de la
sensibilidad o personas portadoras de clavos o placas fijadoras de fracturas.

La cinesiterapia

Uno de los pilares de la fisioterapia en la cinesiterapia, es decir, el tratamiento


a través del movimiento. Es la base de la rehabilitación. Esta técnica la
podemos dividir en dos partes: cinesiterapia pasiva y cinesiterapia activa.

La cinesiterapia pasiva es la técnica en la que el paciente no participa


voluntariamente en el movimiento. Se utiliza para estimular los tejidos
afectados por una patología que incapacita al paciente para su realización
voluntaria y ayuda a mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones
afectadas. Esta técnica es muy importante ya que evita atrofias musculares,
aumenta el riego sanguíneo de la zona movilizada y agiliza en proceso de
recuperación. Es importante que este trabajo tolerando algún dolor de baja
intensidad o, en el mejor de los casos, sin dolor. Se divide en 3 partes:

Pasiva asistida: la realiza el fisioterapeuta de forma manual o bien por medios


mecánicos.

Auto pasiva: el propio paciente la realiza de modo manual o mediante poleas.


Pasiva instrumental: es realizada por aparatos o máquinas electromecánicas.

Una vez el paciente ya es capaz de valerse por sí mismo, entramos en la


cinesiterapia activa, en la que ya existe momento voluntario por parte del
paciente. Esta técnica se divide en varias partes:

Activa asistida: el paciente realiza el movimiento ayudado por algún material


como pueden ser poleas o gomas elásticas.

Activa libre: El paciente realiza el movimiento sin ayuda ninguna.

Activa resistida: El paciente debe vencer una resistencia externa, que puede
ser aplicada por el fisioterapeuta o por algún otro elemento como pueden ser
gomas elásticas o pesos.

Siempre que estemos en un proceso de rehabilitación es importante saber


respetar los tiempos de recuperación y aplicar las técnicas propuestas por el
fisioterapeuta de manera correcta y segura.

También podría gustarte