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Asignatura:

Terapia de juego

Facilitador:
Marcelina Rodríguez

Participante:
De los Santos, Marion.
100017502

Tema:
Terapia de juego cognitivo conductual

Fecha
República Dominicana
27 de noviembre de 2021
Realiza un cuadro sinóptico que contenga: los siguientes acápites de la terapia cognitivo
conductual aplicada a la terapia de juego.

- Bases teóricas

A mediados de la década de 1980, Phillips (1985), quien no era clínico sino especialista
en desarrollo, propuso la hipótesis de que la inclusión de las técnicas cognitivo-
conductuales en intervenciones de juego ofrecía una dirección prometedora en el campo
de la terapia de juego. A finales de la década de 1980, otros individuos, como Berg
(1982), habían empezado a integrar la terapia cognitiva y las intervenciones de juego,
aunque la población a la que Berg se dirigía eran es- colares un poco mayores. El primer
informe de caso publicado sobre la integración de intervenciones cognitivas y terapia de
juego en un niño de edad preescolar fue un trabajo de Knell y Moore (1990) acerca de
un niño de cinco años con encoréis. La adaptación de la terapia cognitiva para
preescolares ha recibido una atención cada vez mayor en los últimos 10 años. La terapia
de juego cognitivo-conductual, según la idea de Knell (Knell, 1993a, 1993b, 1994,
1997, 1998, 1999, 2000, 2003; Knell y Beck, 2000; Knell y Dasari, 2006, 2009; Knell y
Moore, 1990; Knell y Ruma, 1996, 2003), fue desarrollada para usarse con niños de dos
y medio a seis años e incorpora las terapias cognitivas, las conductuales y las de juego.
La terapia de juego cognitivo- conductual se basa en la teoría cognitiva de los trastornos
emocionales y en los principios cognitivos de la terapia, los cuales son adaptados de
forma apropiada para el desarrollo; este tipo de terapia es sensible a los problemas del
desarrollo de los niños y hace hincapié en la validación empírica de la eficacia de las
intervenciones.

- Rol del terapeuta

El papel del terapeuta de juego cognitivo-conductual es involucrar al niño en el


tratamiento por medio del juego. Los problemas del pequeño pueden ser abordados
directamente en lugar de hacerlo a través de uno de los padres. La tarea del terapeuta es
escuchar, con oídos y ojos, para oír y ver lo que el niño comunica a través de su juego.
Además, el terapeuta de juego cognitivo-conductual proporciona estrategias apropiadas
para desarrollar pensamientos y conductas más adaptados. Dichas habilidades de
afrontamiento son modeladas por medio de juguetes y títeres, lo cual requiere que el
terapeuta se sienta cómodo con los juguetes.

- Aplicaciones clínicas.

La terapia de juego cognitivo-conductual se ha usado con éxito en diversas poblacio-


nes de pacientes, incluyendo a niños con diagnósticos como mutismo selectivo (Knell,
1993a, 1993b), encopresis (Knell, 1993a; Knell y Moore, 1990), ansiedad de separación
(Knell, 1998, 1999) y fobias (Knell, 1993a, 2000). También se ha utilizado en niños que
han experimentado eventos traumáticos como el divorcio (Knell, 1993a) y el abuso
sexual (Knell y Ruma, 1996; Ruma, 1993). Otras poblaciones que podrían beneficiarse
de la terapia de juego cognitivo-conductual incluyen a niños con problemas de con- trol,
niños ansiosos y deprimidos y niños que han sufrido eventos traumáticos como el
maltrato. Además, la terapia de juego cognitivo-conductual podría ser útil para niños
que necesitan aprender habilidades de afrontamiento más adaptadas o para quienes es
importante su participación directa en el tratamiento. Para otros niños puede ser mejor el
tratamiento indirecto por medio de los padres. En esos casos, se enseña a los padres las
habilidades de manejo infantil que le permitirán adquirir un estilo de crianza más
adecuado para ese niño en particular. Los niños con mayor probabilidad de beneficiarse
de que sean los padres quienes pongan en práctica este método son aquéllos cuyos
progenitores exhiben claras deficiencias en la crianza o los niños que muestran
desobediencia o trastornos en los hábitos, por ejemplo, dificultades a la hora de dormir.
Además, los niños que provienen de familias con psicopatologías importantes pueden
beneficiarse de la combinación de la terapia de juego cognitivo-conductual con terapia
familiar o terapia individual para uno o ambos padres.

- Técnicas básicas del enfoque.

La mayoría de las intervenciones cognitivo-conductuales que se realizan con niños


incluyen alguna forma de modelamiento. Esto es cierto sobre todo en el caso de la
terapia de juego cognitivo-conductual, en que el modelamiento es un componen- te
crucial. El modelamiento es una manera eficiente y eficaz de aprender, así como de
adquirir, fortalecer o debilitar conductas (Bandura, 1977). El modelamiento diseñado
para mejorar habilidades a menudo involucra un modelo de afrontamiento. Estos
modelos exhiben habilidades que están lejos de ser ideales y luego se vuelven
gradualmente más competentes. La eficacia del modelamiento es aumentada por el uso
de modelos de afrontamiento (Bandura y Menlove, 1968; Meichenbaum, 1971). En la
terapia de juego cognitivo-conductual se utiliza el modelamiento para mostrarle al niño
habilidades de afrontamiento adaptadas. El modelo se comporta de una forma que
demuestre el uso de una habilidad positiva de afrontamiento; por ejemplo, puede hablar
en voz alta y actuar de manera compatible con la conducta adaptada. En la terapia de
juego cognitivo conductual, el modelo suele ser un juguete (un animal de peluche, un
títere u otro juguete) que presenta la conducta que el terapeuta desea que el niño
aprenda. El modelamiento también puede realizarse de otras formas, por ejemplo, a
través de libros, películas o programas de televisión. Aunque se usa con menos
frecuencia en la terapia de juego cognitivo-conductual, un método importante de
intervención sigue siendo el juego de roles en que el niño practica habilidades con el
terapeuta y recibe realimentación continua. El juego de ro- les por lo regular es más
eficaz con niños de edad escolar, aunque es posible utilizarlo por medio de una técnica
de modelamiento. En este caso, los modelos intercambian papeles mientras el niño los
observa y aprende cuando los ve practicar ciertas habilidades. Por ejemplo, un niño que
teme a la separación puede ver a un títere igualmente temeroso mientras “practica” que
deja al padre e interactúa con otros.
Bibliografía

E. Schaefer, C. (2013). Fundamentos de terapia de juego (2a. ed.). México D. F,


Mexico: Editorial El Manual Moderno. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/uapa/39612?page=329.

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