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LA REVOLUCIÓN MEXICANA EN TABASCO.

San Juan Bautista era una ciudad alegre, sus políticos eran letrados, literatos,
poetas de gran valía, hasta la llegada del “Maderismo” en que se encendieron los
ánimos en contra del régimen imperante de don Abraham Bandala Patiño, en su
decimonovena y última intervención gubernamental, así también contra del
dictador Porfirio Díaz Morí como presidente y dictador.

Podemos decir que la revolución escrita contra el régimen del eterno gobernador
Abraham Bandala Patiño y el dictador Porfirio Díaz, comenzó a muy temprana
edad, ya que la libertad de expresión estaba nula en el estado, sobre todo
tratándose de la “paz y el orden” que se suponía vivía el país. Pero aún con estas
limitaciones nació la “Revista de Tabasco”, del ilustre tabasqueño, Manuel Mestre
Ghigliazza, publicación en la que escribían plumas privilegiadas como la de
Andrés Calcáneo Diaz, Lorenzo Casanova, Domingo Borrego etc. Muchos
especialistas e historiadores coinciden que este fue el primer paso en San Juan
Bautista para dar el inicio a la Revolución Mexicana, mientras que otros coinciden
que San Juan Bautista fue “el Laboratorio de la Revolución" lo que en esta primera
parte trataremos de explicar de una forma muy breve y específica.

Ahora bien, el sentir de una futura revolución ya se cocinaba en la escabrosa


Chontalpa a través de las ideas magonistas, postulados que tomó el ranchero,
Ignacio Gutiérrez, quien rápido fue presionado por el gobernador en turno,
Policarpo Valenzuela Yedra, rico maderero e influyente en el comercio de San
Juan Bautista.

En este pequeño destello de "revolución”, estuvieron presentes también


personajes populares y pudientes de la región,Pedro Sánchez Magallanes,
Carmen Torres, Domingo Magaña, Fernando Villar, Isidro Cortés, rebeldes que
atacaron la ciudad de Cárdenas en enero de 1911 y un día después la
municipalidad de Paraíso, con la fina intención de llegar a la capital; hasta aquel
entonces el ejército de la Chontalpa se componía de unos 300 hombres, a pesar
de sus Sonadas victorias, en abril de 1911 fueron derrotados en la población de
Aldama, entre las inmediaciones de Cárdenas y Comalcalco.

En esta batalla salió herido el “rebelde” Ignacio Gutiérrez, muriendo poco después
en medio de la selva. En esta victoria murieron 45 maderistas o quizás centenares
como escriben algunos. Mientras Que el coronel victorioso fue Nicolás Pizarro
Suárez.
Al poco tiempo de este hecho, los sobrevivientes se dirigieron a la ciudad de
México para el reconocimiento de Francisco I. Madero, quien los apoyó
económicamente, así como su nombramiento de “Ejército Libertador de
Tabasqueño”. Hay que mencionar, que para 1909 en el municipio de Huimanguillo
se había fundado el Club Antirreeleccionista, en el que coincidieron destacados
tabasqueños como Fernando Aguirre Colorado, Aúreo L. Calles, Ernesto Aguirre
Colorado y otros. Agrupación que fue suspendida dos días después por el jefe
político del poblado.

Ante tales circunstancias, el 3 de junio de 1911, el gobernador Policarpo


Valenzuela de corriente porfirista renunció al cargo, tomando su lugar don
Domingo Borrego. Poco tiempo después de algunas discusiones ante la cámara,
el 01 de septiembre de ese mismo año tomó el poder don Manuel Mestre
Ghigliazza, quien tenía afines con el Maderismo.

Al poco tiempo de haber llegado a la gubernatura de Tabasco, le tocó combatir a


los resentidos de don Policarpo Valenzuela y algunos simpatizantes de Bernardo
Reyes, quien a nivel nacional desconocía el gobierno de Francisco I. Madero.
Estos “alzados” estaban encabezados por Pedro R. Gutiérrez era hijo
precisamente del difunto Ignacio Gutiérrez, quien había luchado y muerto a favor
de Madero. Pero este pequeño descontento en la Chontalpa fue sofocado con la
rendición de Bernardo Reyes en diciembre de 1911. Aunque los ánimos y los
rencores y revanchas no quedaron aquí, más adelante gentes atacarían al
gobernador y pondrían sus piedritas para verlo mal y tratar de derribarlo.

Llegado el año de 1912, San Juan Bautista seguía en las mismas, los postulados
del Maderismo estaban cayéndose a pedazos, aunado a ello, los errores
personales del Gobernador Mestre Ghigliazza, quien su honorabilidad y moral
estaba por los suelos y a expensas de un nuevo levantamiento por parte de los
grupos Reyistas y a fines de don Policarpo Valenzuela quien todavía tenía peso
político, económico y militar, y por último, sin contar todo el estira y encoge que
trajeron las elecciones para diputados.

Finalmente, el tiempo del Maderismo en Tabasco caía, así también, el gobierno de


don Manuel Mestre, esto al conocerse la noticia del “Cuartelazo” en la ciudad de
México y los consecuentes asesinatos del Presidente y Vicepresidente, los
maderistas se agruparon en el municipio de Huimanguillo. Los hermanos Aguirre
Colorado, Isidro Cortés, Áureo L. Calles Aureliano y Pedro Colorado se percataron
de la indecisión del Gobernador Mestre Ghigliaza para esconocer al usurpador
Victoriano Huerta.Con el asesinato de Madero, Tabasco tomó forma en un nuevo
movimiento con mayor articulación y coherencia para acercarse a la nueva
ideología política nacional que don Venustano Carranza organizaba. Así el 5 de
abril de 1913, el pequeño grupo revolucionario tabasqueño alzó la mano en
rebeldía. El pueblo de San Juan Bautista estaba en verdadera efervescencia.
Grupos en las calles, en las cantinas, en los parques. En los pueblos de la
Chontalpa la cosa pintaba peor. Se anunciaba una insurrección en la que el
pueblo de Tabasco sería protagonista.

De hecho, la Revolución Constitucionalista la inicia el ingeniero Rafael Aguirre


Colorado quien, en la Decena Trágica, sale de la Ciudad de México y llega a San
Juan Bautista a finales de febrero de 1913 poniéndose de acuerdo con su
hermano el diputado Fernando Aguirre, quien por cierto cambió impresiones con el
gobernador Mestre sobre este hecho. Así también, por los mis simpatizantes al
presidente Madero, quienes se encargaron de correr la voz que los gobernadores
de Coahuila y Sonora firmaban el “Plan de Guadalupe”, donde desconocían al
usurpador presidente Victoriano Huerta.

El 5 de abril de ese mismo año, se lanzó el grito de rebelión en Cárdenas en


contra de Huerta. Ramón Sosa Torres, Juan Gutiérrez y Fernando Aguirre
Colorado, así como Aureliano y Pedro Colorado, junto con Aureo L. Calles y Pedro
Torruco, encabezaron un grupo de 100 hombres a caballo que tomaron esa
población y al día siguiente Huimanguillo. Así también, días después se les
unieron los hermanos Carlos y Alejandro Greene, quienes lanzaron varios planes
desconociendo el gobierno usurpador de Victoriano Huerta.

Por otro parte, en la municipalidad de Balancán, el coronel Luis Felipe Domínguez


convocó a sus amigos a una reunión en su rancho el “El Caracol”, acordando que
la Región de los Ríos se levantaba en armas contra el traidor Huerta. Es de
notarse que por segunda vez el llamado al gobernador Mestre de Desconocer a
Victoriano Huerta como presidente fue nula, por lo que el recién integrado grupo
revolucionario tabasqueño tuvo que ponerse a las órdenes del líder del ejército
Constitucionalista, Venustiano Carranza, quien rápidamente dio la responsabilidad
al coronel Domínguez.

Ese acontecimiento trajo como consecuencia la licencia del gobernador Mestre,


siendo relevado por el Huertista Agustín Valdez, quien rápidamente quiso poner
orden en San Juan Bautista, Para el mes de mayo se declaró constituido el
Ejército Constitucionalista del Occidente de la Chontalpa y se proclamó primer jefe
a Pedro C. Colorado. Por el otro bando, el de los Ríos, Luis Felipe Domínguez
también había comenzado su actuación, agrupación al que llamaron "Brigada del
Usumacinta”. Fue hasta el día 2 de septiembre después de varias batallas el
ejército de la Chontalpa, encabezado por Pedro C. Colorado entró a la ciudad de
Villahermosa. Su entrada fue festejada con arcos triunfales y varios festejos.

Hay que apuntar, que la salida del ejército huertista en Tabasco se dio de una
forma pacífica, gracias a las negociaciones del general Domínguez quien tenía
esa cualidad muy distinta a Pedro C. Colorado. Pero la civilidad de ambos se dio
cuando ambos declinaron su posible postulación al cargo de gobernador, todo
esto para evitar fricciones, así que la responsabilidad recayó en Carlos Greene,
mientras que Sosa Torres era nombrado comandante militar. Con la llegada de
Greene al mando entre octubre de 1914 a febrero de 1915, se logró una alianza
que pudo mantener en paz a la región de los Ríos y Chontalpa.

Posteriormente a esta raquítica paz en Tabasco, habrían algunas diferencias


internas que desequilibraron los ánimos en ambos bandos, que nuevamente
traería levantamientos revolucionarios en la región y descontentos contra el
gobernador. Pero esto concluiría con la llegada del general Francisco J. Mujica.

A nivel nacional los triunfos carrancistas fueron cada vez más y más, mientras que
las tropas estadounidenses en Veracruz ponían en jaque la rendición del gobierno
huertista y en Tabasco se lograban también grandes victorias. Ya para el mes de
agosto, las regiones de los Ríos y la Chontalpa estaban controladas. Para el mes
de septiembre, el general y gobernador huertista entregaba el gobierno al cabecilla
de la Brigada del Usumacinta.
¿Sabías Qué?

● Ignacio Gutiérrez era miembro activo de la Iglesia Prebisteriana.


● A Ignacio Gutiérrez se le quemó en 1909 su finca en San Pedro con la
intención en que dejara el movimiento revolucionario.
● El General Abraham Bandala Patiño fue gobernador de Tabasco 19 veces
por imposición del presidente Porfirio Díaz.
● Don Manuel Mestre Ghigliaza cuando fue gobernador de Tabasco tuvo
amoríos con la Srita. Rosa Sibaja, quien no era su esposa. Hecho por el
cual fue atacado por el Ex Cura español José Gurdiel Fernández.
● Agustín Valdés, de origen cubano, fue gobernador de Tabasco que
respondía a los intereses del usurpador y asesino Victoriano Huerta. Fue un
hueso duro de roer para los líderes revolucionarios tabasqueños.
● General Pedro Cornelio Colorado Calles, líder nato en los alzamientos en
Chontalpa. Fue gobernador del estado de Tabasco, aunque solo por unas
horas antes de ser asesinado por los enemigos de la revolución.

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