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La figura de Hefesto, el dios de los herreros y artesanos, que maneja el fuego

para fabricar con él objetos maravillosos. Es, precisamente, esta asociación al


fuego y a su manejo, la que relaciona a este dios directamente con los
volcanes, tal y como su equivalente romano revela en su nombre: Vulcano

A este Dios Heleno, se le atribuye el manejo del martillo y él yunque, y con


ayuda de la fragua crea objetos maravillosos su representación es de un cojo
con malformaciones en cuerpo y cara. Estas malformaciones son típicas de la
enfermedad conocida como arsenicosis, pues el uso de la sustancia venenosa
“arsénico” era muy común en la época del bronce, para endurecer el metal, lo
que provocaba el envenenamiento de los artesanos y su muerte. 
Sobre su origen existen varias versiones. La primera atribuida a Hesodio (poeta
Griego) fue concebido por la Diosa Hera (esposa de Zeus) sin la ayuda de su
marido, como venganza a la creación de Atenea por parte de este sin su
participación. 

Sin embargo, existen incoherencias en este relato, por cuanto, al comparar el


nacimiento de Atenea con esta versión, es el propio Hefesto, quien con su
martillo en forma de hacha, rompe la cabeza de Zeus, para que dé ella
emergiera la Diosa, por lo tanto, Hera no pudo haber concebido a Hefesto
como venganza al alumbramiento de aquella. 

Por otro lado, Homero en la Iliada sostiene que Hera parió a Hefesto producto
de su concepcion con Zeus, dejando de lado la anterior inconsistencia. 
También existen varias versiones sobre la expulsión de Hefesto del Olimpo.
Homero sostiene que Zeus, expulsó a Hefesto del Olimpo, por intervenir en una
discusión que sostenía con su mujer Hera. Otras que fue la consecuencia, de
conspirar contra el Zeus en compañía de su madre, con el objeto de destronar
al Rey de los Dioses. Por último, se sostiene que fue su propia madre quien lo
lanzó a la tierra al nacer, con motivo de sus malformaciones y fealdad. 

Cómo quiera que sea, Hefesto fue arrojado a la tierra desde el Olimpo, lo cual
tardó nueve días y nueve noches, y aquí como su vida, existen dos versiones
una en que cayó en el océano, producto de esta caída, se atribuye su cojera. 
En las versiones, que atribuyen su caída al mar, se menciona que fue
rescatado por Tetis y Eurinome, quienes lo llevaron al la isla Lemnos, donde lo
criaron y desarrolló sus habilidades de artesano 
En las versiones que mencionaba su caída directamente sobre la isla con polvo
volcánico es la que dan origen a señalar, que es allí en donde las erupciones
se producen, se hace hábil en el control del fuego y el uso de la fragua, para
hacer o fabricar sus maravillosos objetos. 

Esta fama, hace que los Dioses le pidan la fabricación de innumerables objetos
decorativos, incluida su propia madre Hera, a quien le negó la fabricación de
estos, como represalia a su actitud de arrojarlo del Olimpo. Sin embargo,
planeó sobre ella una venganza por tal hecho y accedió a realizar un objeto en
su honor, Hera complacida, solicitó un trono, que este le construyó y presentó.
Pero al posarse la Diosa sobre el, quedó atrapada y paralizada sin que pudiera
levantarse. 

Ante esta situación, los Dioses pidieron a Hefesto su liberación y esté siempre
se negó. Dionisio trazó un plan y embriagó a Hefesto, llevándolo sobre un burro
al Olimpo, donde fue conminado a liberar a Hera, a lo cual accedió, luego de
pasar su borrachera, poniendo como condición, se le permitiera casar con
Afrodita, a lo cual, accedieron los Dioses. 

Sin embargo, Afrodita se opuso a tal condición por cuanto ella estaba
enamorada del Dios Ares, a quien luego de desposada con Hefesto, visitaba a
escondidas, hasta que fue descubierta por el Dios Helios, el sol que todo lo ve,
quien acudió a Hefesto, para contarle de la traición de su mujer. Esto hizo
enojar a Hefesto, quien fabricó una red mágica para atrapar a los amantes y así
exponerlos frente a los demás Dioses. Afrodita pidió a Hefesto clemencia para
ser liberada con la condición no ver más a Ares y Hefesto accedió dándole la
libertad. 
Hefesto tiene sus equivalentes en otras culturas, como la japonesa, la egipcia o
celta, incluso en la nórdica en la que el forjador Brokkr, quien fraguó el martillo
de Thor tiene aspectos físicos parecidos a Hefesto. 

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