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Nombre y epítetos
Nombre griego: Hefesto
Nombre romano: Vulcano
Epítetos: herrero, el ilustre cojo de ambos pies.
Linaje e identidad
Hijo de Hera. Es el dios del fuego, del hierro. Su identificación con Vulcano no es adecuada: su
fuego no es destructor. Es un genio deforme y maltratado, objeto de risa, pero al que todos
acuden al necesitar joyas, armas o máquinas sutiles. Popular en la tierra y en el cielo.
Figura y atributos
Se le representa como un hombre con largos cabellos, túnica sin mangas. Cojo y feo, pero cordial.
Sabio, competente, atareado en su fragua (imaginada bajo un volcán).
Atributos: Martillo, tenazas, yunque, hacha. En sus representaciones suele aparecer acompañado
de los cíclopes. Una representación artística conocida es La Fragua de Vulcano, de Velázquez.
Campos de protección
Dios herrero, señor del fuego y los metales, protector de artesanos y ceramistas (todos cuantos
trabajan con fuego).
Lugares de Culto
Se le rinde culto en áreas volcánicas. Tisión y Hephasteion. Hefesto en Atenas tenía un templo, al
lado del ágora, el Teseión, y un altar propio en el Erecteión.
Actuaciones míticas relevantes
Nacimiento
Es hijo de Zeus y de Hera, aunque algunas noticias sostienen que era hijo solo de Hera, que lo
habría engendrado ella sola en venganza porque Zeus había hecho lo propio para procrear a
Atenea. Algunas leyendas sostienen que su madre Hera lo expulsó del Olimpo debido a que era
cojo y deforme, otras, que fue su padre Zeus quien lo arrojó a causa de una conspiración de Hera
y Hefesto para derrocarlo. Sea de una forma o de otra, su cuerpo cayó al mar donde dos nereidas,
Tetis y Eurinome, lo recogieron y lo cuidaron en la isla de Lemnos hasta que creció.
Actuaciones míticas relevantes
Adulterio de Afrodita
Febo descubrió el adulterio de Afrodita y Ares y se lo contó a Hefesto, quien elaboró unas tenues
cadenas que dispuso en el lecho donde iban a yacer su mujer y Ares, elaboró tales cadenas con un
mecanismo que hacía que se soltasen al más mínimo contacto, de tal forma que Afrodita y Ares
quedaron atrapados mientras se amaban. El dios herrero abrió la puerta y llamó a los demás
dioses para que viesen la escena; algún dios desenfadado comentó que no le habría importado
sentir tal vergüenza.
Hefesto y Atenea
También pretendió a la diosa Atenea; intentó forzarla a acostarse con él y Atenea logró
defenderse, pero una gota de semen de Hefesto cayó sobre el muslo de la diosa. Ella lo limpió con
un trozo de lana y lo tiró al suelo; en el lugar donde había caído nació Erictonio.
Intervenciones secundarias
Hefesto el artesano
Hefesto fue creciendo y se hizo un hábil artesano en la elaboración del hierro y otros metales. Se
creía que el taller de Hefesto estaba situado bajo el Etna. Hefesto, usando sus conocimientos,
elaboraba para sus madres adoptivas hermosas joyas.
Sucedió que Tetis, una de ellas, acudió a una fiesta en el Olimpo, luciendo una preciosa joya que
había sido confeccionada por Hefesto; el adorno despertó la envidia de la diosas, especialmente de
Hera quien obtuvo de Tetis el nombre del orfebre.
Hera pidío a Hefesto que regresara al Olimpo, deseo que no obtuvo, a pesar de los ruegos que
Tetis y los dioses hicieron a Hefesto; entonces intervino el dios Dioniso, quien mediante una
pócima logró la promesa de Hefesto de acudir a la llamada de Hera, no obstante el dios de la
fragua quedó contrariado por la palabra dada en contra de su verdadera voluntad, por ello envió a
Hera un trono de oro del cual, una vez que se hubo sentado, su madre no pudo levantarse; así
que Hefesto, dueño de la situación impuso severas condiciones para regresar al hogar de los
dioses, una de las cuales fue contraer matrimonio con Afrodita, diosa del amor.
Tomando como base la arcilla creó a la primera mujer, que recibió por nombre Pandora.
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Hefesto trabajó sobre un yunque con la ayuda de los cíclopes. Su conexión con Lemnos se
entiende debido a que Zeus le expulsó del Olimpo durante una pelea doméstica con Hera,
en la que él había defendido a su madre. Después de un largo viaje por el aire llegó a esa
isla.
No era la primera vez que había sido expulsado del Olimpo, ya que antes Hera había
hecho lo mismo, avergonzada de la deformidad de su hijo. Hefesto llegó entonces al
Océano y allí le salvaron las diosas Tetis y Eurinome. A su cuidado, el joven se empezó a
interesar por la artesanía y a hacer todo tipo de joyas. Hefesto se vengó de su madre
tiempo después haciéndole un trono de oro con cadenas invisibles. Hasta que Dioniso lo
emborrachó, Hefesto no quiso liberar a su madre. Tras la reconciliación, el herrero recibió
como esposa a Afrodita, que con el tiempo sería castigada como lo había sido Hera, ya
que Hefesto descubrió que le engañaba con Ares, dios de la guerra. Hizo una red invisible
que situó sobre su lecho y allí fueron descubiertos los dos adúlteros, momento que Hefesto
aprovechó para invitar a todos los dioses a ver el espectáculo (ver Afrodita). En esta
ocasión, tanto el marido como los amantes se convirtieron en motivo de mofa.
Hefesto hacía reír a menudo a los otros dioses. Homero describe cómo el dios impedido
hizo en cierta ocasión de escanciador: «Una irrefrenable risa se extendió entre todos los
dioses cuando vieron a Hefesto sin aliento renqueando por toda la sala» (la Ilíada, Libro I).
Por otro lado, en este mismo libro el poeta le describe como un magnífico y habilidoso
trabajador que realiza obras en los palacios de los dioses del Olimpo y en su propio hogar.
A petición de Tetis hizo una armadura fabulosa para su hijo Aquiles, la cual llegó a manos
de Héctor durante la Guerra de Troya. La descripción de la armadura que hace Homero
difícilmente iguala a la belleza del escudo que Hefesto forjó para el gran héroe griego.
Hefesto trabajó sobre un yunque con la ayuda de los cíclopes. Su conexión con Lemnos se
entiende debido a que Zeus le expulsó del Olimpo durante una pelea doméstica con Hera,
en la que él había defendido a su madre. Después de un largo viaje por el aire llegó a esa
isla.
No era la primera vez que había sido expulsado del Olimpo, ya que antes Hera había
hecho lo mismo, avergonzada de la deformidad de su hijo. Hefesto llegó entonces al
Océano y allí le salvaron las diosas Tetis y Eurinome. A su cuidado, el joven se empezó a
interesar por la artesanía y a hacer todo tipo de joyas. Hefesto se vengó de su madre
tiempo después haciéndole un trono de oro con cadenas invisibles. Hasta que Dioniso lo
emborrachó, Hefesto no quiso liberar a su madre. Tras la reconciliación, el herrero recibió
como esposa a Afrodita, que con el tiempo sería castigada como lo había sido Hera, ya
que Hefesto descubrió que le engañaba con Ares, dios de la guerra. Hizo una red invisible
que situó sobre su lecho y allí fueron descubiertos los dos adúlteros, momento que Hefesto
aprovechó para invitar a todos los dioses a ver el espectáculo (ver Afrodita). En esta
ocasión, tanto el marido como los amantes se convirtieron en motivo de mofa.
Hefesto hacía reír a menudo a los otros dioses. Homero describe cómo el dios impedido
hizo en cierta ocasión de escanciador: «Una irrefrenable risa se extendió entre todos los
dioses cuando vieron a Hefesto sin aliento renqueando por toda la sala» (la Ilíada, Libro I).
Por otro lado, en este mismo libro el poeta le describe como un magnífico y habilidoso
trabajador que realiza obras en los palacios de los dioses del Olimpo y en su propio hogar.
A petición de Tetis hizo una armadura fabulosa para su hijo Aquiles, la cual llegó a manos
de Héctor durante la Guerra de Troya. La descripción de la armadura que hace Homero
difícilmente iguala a la belleza del escudo que Hefesto forjó para el gran héroe griego.
Hefesto era un reconocido dios de la mitología griega y que reinaba en materia de fuego,
de la forja, los metales y la metalurgia y por caso es que era un referente de ocupaciones
como la de herrero, artesano y escultor. Aún más, no había centro de manufactura o
industrial dentro de la antigua Grecia en el cual no se adorase por sobre todas las cosas a
Hefesto.
Afrodita fue su consorte por excelencia y para ella construyó gran cantidad de joyas, sin
embargo, esta lo engaño con Ares, el dios de la guerra. Enterado del affaire, Hefesto, los
atrapó en una red de oro casi invisible que creó.
Como todo dios disponía de su festividad, las Calqueas, una festividad celebrada en la
ciudad de Atenas el día número 30 del mes Pianepsión (cuarto mes en el antiguo
calendario), aproximadamente a medios de la estación del otoño y después de las
Hefestias, las otras celebraciones que se celebraban en honor a Hefesto y que podrían
haber sido el preámbulo de las Calqueas. Además de a Hefesto le rendían culto a Atenea. Y
eran fiestas en las que artesanos y herreros eran los que mayormente participaban.
Hefesto fue el creador más importante de los accesorios del resto de los dioses y es más,
todos los objetos de metal con poderes se le atribuyen a él, tal es el caso del casco y las
sandalias de Hermes, el cinturón de su esposa Afrodita, las castañuelas de Heracles, las
flechas de Eros, el caso de invisibilidad de Hades, entre otros.
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por Quien.NET
... Fuente http://www.quien.net/hefesto.php
Hefesto, dios del fuego protector de orfebres y herreros, dios de la forja, los
escultores y los metales. Era uno de los 12 dioses del Olimpo.
Según Homero Hefesto era hijo de Zeus y Hera; según Hesíodo era hijo de
Hera en solitario en venganza porque Zeus tuvo a Atenea también en solitario.
Hermano de Ares, dios de la guerra, Hebe e Ilitia.
A lo largo de su vida tuvo varias esposas entre las que destacó Afrodita, diosa
del amor, y varios hijos entre ellos Palemón, Caco, Erictonio, Árdalo y Perifete.
Entre sus hijos tambié podríamos contar a Pandora, la primera mujer, que fue
creada por Hefesto a partir de arcilla.
El cinturón de Afrodita
El casco y las sandalias voladoras de Hermes
La égida y los rayos de Zeus
La armadura de Aquiles
El carro de Helios
El arco y las flechas de Eros
El casco de invisibilidad de Hades
El collar de Harmonía
El cetro de Agamenón
En la mitología romana se le conoce como Vulcano, dios del fuego.
Leyendas de Hefesto
El nacimiento de Hefesto
Existen varias versiones sobre el nacimiento y la infancia de Hefesto, dios del
fuego. En la más popular se relata que Hera al ver lo feo que era decidió
arrojarlo fuera del Monte Olimpo. Hefesto estuvo cayendo durante nueve días y
nueve noches hasta el mar donde fue salvado por Tetis y Eurínome que lo
recogieron y cuidaron de él en la isla de Lemmos donde se convirtió en un gran
maestro artesano.
La venganza de Hefesto
Según cuenta la leyenda Hefesto nunca perdonó a su madre por haberlo
arrojado fuera del Olimpo así que preparó para ella un trono de oro que le
ofreció como regalo. Tan pronto como Hera se sentó en ese maravilloso trono
quedó atrapada si posibilidad de levantarse. Ninguno de los dioses pudo
liberarla así que finalmente acudieron a Hefesto que se negó a prestar su
ayuda. Finalmente Dionisio consiguió emborrachar a Hefesto y devolverlo al
Olimpo para que liberara a su madre.
Cuando Hefesto despertó y vio que se encontraba en el Olimpo exigió tomar
como esposa a Afrodita, diosa del amor, como pago para liberar a Hera del
trono.
Afrodita y Ares
Pese a ser la esposa de Hefesto, Afrodita tenía una aventura amorosa
con Ares, dios de la guerra. Helios descubrió el engaño y le relató todo lo que
había visto a Hefesto que decidió vengarse de los dos amantes. fabricó una red
invisible en su fragua para capturarlos. Convenció a Afrodita que estaría varios
días fuera mientras esperaba la llegada de Ares que no tardó en acudir.
Mientras estaba en la cama Hefesto lanzó la red y capturó a los dos amantes
que luego expuso a la burla del resto de los dioses. Según la leyenda Afrodita
avergonzada se retiró durante un tiempo a una isla lejana esperando el perdón
de su marido.
Mitología de Hefesto
Hefesto (Vulcano, en latín), hijo de Zeus y de Hera, pero hay otras tradiciones. En
la hesiódica se pretende que Hera lo engendró sola, despechada por el nacimiento
de Atenea, que Zeus había traído al mundo sin intervención de mujer, y que luego
Hera lo confió a Cedalión de Naxos para que le enseñase a trabajar los metales.
Otra tradición, la cretense, considera a Hefesto como hijo de Talos, el cual lo era
de Cres, el héroe epónimo de la isla. Según esta tradición Radamantis era hijo de
Hefesto.
Para vengarse de su madre por haberle precipitado desde lo alto, Hefesto fabricó
en secreto un trono de oro, en el que unas cadenas sujetaban al que se sentase
en él, y lo envió a Hera. Ésta se quedó sentada y no pudo librarse, sin que nadie
supiera el modo de librarla. En consecuencia, los dioses accedieron a liberar a
Hera: se encargó a Dionisio, quien gozaba de la confianza de Hefesto, la misión de
ir en su busca y, para convencerlo, lo embriagó. Hefesto llegó e el Olimpo montado
en un asno y, una vez allí, la desató.
Hefesto es el señor del elemento ígneo. Divinidad poderosa, combate ante Troya
con la llama, del mismo modo que en la Gigantomaquia había dado muerte al
gigante Clitio golpeándolo con un mazo de hierro incandescente. Reina sobre los
volcanes, que son sus talleres, y en ellos trabaja con sus ayudantes, los Cíclopes.
Tetis acude a él para que le forje las armas de Aquiles. De hecho, su habilidad ya
se había puesto de manifiesto en la fabricación del trono de oro que había enviado
a su madre. Ningún milagro técnico le resultaba imposible.
Físicamente deforme, Hefesto había tenido sin embArgo mujeres de gran belleza.
En la Ilíada se le atribuye a Cárite, la Gracia por excelencia. Hesíodo le da por
espoasa a Áglae, la más joven de las Cárites. Pero sobre todo destacan sus
aventuras con Afrodita, contadas en la Odisea. Zeus lo había unido con ella, pero
Afrodita se convirtió en amante de Ares. Un día el Sol, que todo lo ve, descubrió a
los dos amantes tendidos uno al lad de otro, y fue a contárselo al marido. Éste no
dijo nada y preparó una red invisible, que la dispuso en torno al lecho de su
esposa. Cuando ella se encontró otra vez con Ares, la red se cerró, inmovilizando
a los dos amantes. Seguidamente, Hefesto llamó a todos los dioses para que lo
vieran. Afrodita huyó avergonzada, tan pronto se libró, ante las carcajadas de los
dioses.
El culto a Hefesto
Hefesto es el señor del elemento ígneo. Divididad poderosa, combate ante Troya
con la llama y en la Gigantomaquia. Reina sobre los volcanes, que son sus
talleres.
En la mitología griega, Hefesto es hijo de Zeus y de Hera, aunque algunos sostienen que era
hijo sólo de Hera, quien lo habría engendrado sola como venganza porque Zeus había hecho lo
propio para procrear a Atenea. En la mitología romana es conocido como Vulcano.
Algunas leyendas sostienen que su madre Hera lo expulsó del Olimpo debido a que era cojo y
deforme, otras que fue su padre Zeus quien lo arrojó a causa de una conspiración de Hera y
Hefesto para derrocarlo. Sea de una forma o de otra, su cuerpo cayó al mar donde dos
nereidas, Tetis y Eurínome lo recogieron y lo cuidaron en la isla de Lemnos hasta que creció.
Tomando como base la arcilla creó a la primera mujer, que recibió por nombre Pandora.
Hefesto fue creciendo y se hizo un hábil artesano en la elaboración del hierro y otros metales.
Se creía que el taller de Hefesto estaba situado bajo el Etna. Hefesto, usando sus
conocimientos, elaboraba para sus madres adoptivas hermosas joyas. Sucedió que Tetis, una
de ellas, acudió a una fiesta en el Olimpo, luciendo una preciosa joya que había sido
confeccionada por Hefesto, el adorno despertó la envidia de la diosas, especialmente de Hera,
quien obtuvo de Tetis el nombre del orfebre. Hera pidió a Hefesto que regresara al Olimpo,
deseo que no obtuvo, a pesar de los ruegos que Tetis y los dioses hicieron a Hefesto, entonces
intervino el dios Dionisio, quien mediante una pócima logró la promesa de Hefesto de acudir a
la llamada de Hera. No obstante el dios de la fragua quedó contrariado por la palabra dada en
contra de su verdadera voluntad, por lo que envió a Hera un trono de oro del cual, una vez que
se hubo sentado, su madre no pudo levantarse, así que Hefesto, dueño de la situación, impuso
severas condiciones para regresar al hogar de los dioses, una de las cuales fue contraer
matrimonio con Afrodita, diosa del amor.
Sin embargo, Afrodita le fue infiel a Hefesto por su amores con Ares, el dios de la guerra,
cuando Hefesto tuvo noticia de estas relaciones, preparó una trampa: tejió una red de plata casi
invisible y la colocó sobre la cama donde iban a yacer Ares y Afrodita. Hesiodoto cuenta que el
suceso fue motivo de gran algarabía en el Olimpo.
Hefesto es representado como un hombre feo, sudoroso, con la barba desaliñada, el pecho
descubierto, siempre trabajando en la fragua. Zeus lo nombró dios del fuego. Elaboró el collar
que regaló a Hermione, el cetro de Agamenón y los autómatas que trabajaban en su fragua.
Los hijos de Hefesto fueron Crecops, Erictonio, que creó los carros para ocultar la deformidad
de sus piernas y el bandido Caco.