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En este primer capítulo Fernando Savater busca enseñarnos que muchas cosas que
creemos las aprendemos a voluntad de los otros, la ética está entonces, en la
libertad de qué pensar y hacer.
No obstante, nos dice que hay que saber que el ser humano no es libre para elegir
lo que pasa, sino libres de responder a lo que nos pasa de un modo u otro.
Debemos de diferenciar entre la omnipotencia y la libertad.
En este capítulo explica que cada persona tiene la suficiencia de hacer lo que
quiera, y que no siempre tiene que ser por un capricho o costumbre. Somos seres
libres pero sin descuidarnos de nuestra vida. Nuestra libertad termina cuando
empieza la libertad de otro.
El autor trata de que vayamos más allá de la visión materialista que se tiene con la
frase “date la buena vida” y seña que la buena vida humana es “la vida entre seres
humanos”, ser buenos seres humanos y enriquecernos con aprendizaje y
momentos.
Destaca y desarrolla más la idea de que la buena vida no son las cosas materiales y
que muchas personas viven para conseguir lo que creen que es “una buena vida”
manipulando a la gente, no siendo un buen ser humano , y esto hará que hagan lo
mismo contigo . El factor esencial para darse “la buena vida” es simplemente
sentirnos bien con nosotros mismos qué es la única manera de que los demás nos
vean bien.
Ponernos en el lugar del otro y ver cómo nos sentiríamos si nos trataran de
esa forma. Siempre seremos diferentes físicamente y no sé tendrán la
mismas opiniones, pero tenemos en común el hecho de ser humanos y
merecer lo mismo.