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Hola de nuevo, Señor Smith

Ahora que se cierra otro día laboral, me gustaría compartir con ustedes una experiencia
interesante. Como puede ver viene de visita Robert Oldman, un asociado Norteamericano.

Primero que todo Señor Oldman aparentemente está confundido por la forma de saludar y
estrechar las manos. El no parecía estar acostumbrado a estas formalidades.

Como gerente con el mejor dominio en inglés, me asignaron para darle al Señor Oldam un
recorrido por la planta. Aunque fue muy educado, no pareció impresionado por nuestros
métodos. Eso es bastante comprensible porque en mi última visita a la planta madre en
Dakota, note que sus procesos de producción eran más avanzados que los nuestros, por
supuesto debido a la disponibilidad de tecnología de punta.

Llevamos al Señor Oldman a comer a un restaurante típico mexicano. Para nuestra


sorpresa pidió papas fritas. Insistimos a que probara algunos platos típicos declinó cortés
firmemente. También rechazó cualquier bebida que no fuera lata. Lo mismo ocurrió con el
agua. Pidió una botella sellada. Sabemos que los extranjeros deben tomar precauciones.
Sin embargo te lo aseguro Señor Smith, era un restaurante bueno y limpio.

Al día siguiente lo hicimos un poco mejor. Como era fin de semana, organizamos una gira a
un sitio arqueológico local. Estaba encantado de tomar muchas fotografías. La tensión
desapareció mientras felizmente trepaba una pirámide con nosotros, a pesar de su miedo
inicial.

El lunes, tuvimos una reunión concertada con todos los supervisores. Solo algunos de ellos
no tuvieron tiempo, provocando cierta molestia en el Señor Oldman. Que no dejaba de mirar
su reloj irritado por sus inoportunos compañeros.

El señor Oldmann hizo un informe cuidadoso y detallado de todo lo que había visto que
repartió a todos los supervisores, gerentes y jefes. Muchos de ellos no apreciaron esto, ya
que no estaban acostumbrados a recibir críticas sobre su desempeño. Debido a la falta de
respuesta de su primer documento, el Señor Oldman convocó otra reunión para discutir la
posibilidad de cursos de actualización y mejora del instituto para el personal.
Desafortunadamente solo asistieron algunos de los gerentes, dos reuniones a la semana
fue demasiado para mis compañeros compatriotas.

Francamente hay muchas áreas que tampoco apoyo, de todos modos espero que la
próxima visita del señor Oldman sea más productiva. Me despido ahora.
Mis mejores deseos para ti. Tu amigo.

Jesús Martínez

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