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CASO DE ESTUDIO

EL DÍA A DÍA EN UNA OBRA (CARTA ENTRE AMIGOS).

Arequipa, 30 de Enero de 2020

Sr. Manuel H. E.
Calle El Regocijo 239 Ilo

Hola Manuel ¿Qué tal tu nueva vida en Ilo?¿Has empezado ya a trabajar en el hotel
de tu cuñada?
En la obra, todos me preguntan por ti. A la hora del almuerzo, que ya sabes túi que
se caldea la cosa porque mas de uno bebe demasiado, es cuando la sinceridad
aflora y casi todos coincidimos en que también nos gustaría tener una oportunidad
como la tuya para poder cambiar de trabajo.
Cambiando de tema, ¿te acuerdas del Cojo?, si amigo, aquel que se cayó del
andamio, cuando estábamos en la obra de Camaná, porque Pepe le quitó un saco
de cemento que el cojo había colocado como contrapeso en el andamio. Pues la
mala suerte lo acompaña: el otro día uno que ha entrado nuevo al que llaman Chiqui
(tu no lo conoces), le atropelló con una de las máquinas de transporte.
El cojo estaba en cuclillas acabando de cortar un par de baldosas con la máquina
de cortar y el otro no lo vio. Y, aunque ya sabes que la máquina de transporte pita
cuando se hace marcha atrás, el cojo no lo oyó con el ruido que hacía al cortar las
baldosas. Desde luego, muchas veces no se usan las cosas que hay en la obra para
evitar accidentes tontos como este. En este caso, ¿para qué está la mesa de
cortar?. Pues no, se tuvo que poner en medio.
En fin, que el cojo está de baja, y no creen que pueda volver a trabajar porque se le
ha acabado de estropear la pierna derecha. Se le rompió por varios sitios, le tuvieron
que operar, y ahora está enyesado. Dicen que seguramente pasará a cobrar una
paga por invalidez.
Ayer tuvimos una visita en la obra de un par de técnicos de esos que vienen a
controlar los riesgos laborales de la empresa. Hacía relativamente poco tiempo que
habían venido por acá, y a todos nos extrañó que vinieran otra vez. Le preguntamos
al encargado que si sabia por qué venían otra vez y nos dijo que se debía a que
nuestra empresa es considerada de alto riesgo porque tiene muchos accidentes.
Pero, digo yo que eso será porque es una empresa muy grande y tiene muchos
trabajadores; porque en todas las obras hay riesgos y accidentes.
El otro día, hablando con un amigo que se llama Pedro, me dijo que en la obra en
la que está el trabajando no hay día en que no tenga algún susto. Y, lo que te decía,
Pedro trabaja para una empresa pequeña. Pero, es lo de siempre, se ve que ya van
con retraso. Cuando empezó a trabajar en esa obra, Pedro me decía que le parecía
poco tiempo el que habían dado hasta la entrega de los pisos, para hacerlos, porque
después siempre hay días en los que no se puede trabajar, porque hace muy mal
tiempo o no llegan los materiales que se necesitan, y la obra se retrasa.
Y todo esto los de arriba lo saben, pero aún así se empeñan en dar unos plazos
casi imposibles. Al final, la pagamos como siempre los trabajadores porque estamos
trabajando muchas horas al día y acumulando tanto cansancio que no hay quien
trabaje bien. Anda que como pasen una inspección por esa obra, van a saber lo que
es bueno. Pero siendo una obra pequeña, quizás no vaya ninguna inspección.
Además, cuando hay prisas, ya sabes tu que los peones comienzas a hacer cosas
para las que no están capacitados y para las que no tienen formación. Reconozco
que, a veces, ellos no quieren hacerlo porque les da miedo pero casi los obligamos,
pero qué vamos a hacer si estamos agobiados de trabajo… y, luego pasa lo que
pasa.
Bueno, tampoco hay que ser injusto, los pobres peones no son los únicos que tienen
accidentes, que hay mas de uno de los que llevan toda la vida en esto y no sé yo
que por demasiado confiados o qué, pero hacen cada barbaridad que a veces es
para matarse. Mas de uno ha tenido mucha suerte y ha vuelto a nacer alguna vez
en la obra.
Cuando en la obra se empieza ya con estas prisas y con ese exceso de horas, hay
más de uno que provoca alguita lesión para descansar unos días.
El otro día a uno le salió mal el plan, porque le pidió a un compañero que le diera
un golpe en un dedo de la mano, porque el no se atrevía, y el muy basto del
compañero le dio tal mazazo que le amputó la punta del dedo.
Bueno, pues lo que te decía, que los de los riesgos vinieron a echar un vistazo.
Estuvieron casi toda la mañana, mirando y apuntando; se ve que controlan que
llevemos los cascos y tal, y que no haya peligro de caídas por las aberturas de las
ventanas o las cajas de escaleras o ascensores. Después estuvieron hablando con
el jefe de obra porque se ve que en nuestra obra tenemos unas normas de seguridad
que el nos tienen que hacer cumplir a todos.
Tito, aquel chico joven que entró a trabajar unos meses antes que tu te fueras,
cuando vio que llegaban se puso a mascar chicle porque iba bastante mal, (ya sabes
cómo venía todos los lunes); pero después nos enteramos por Juan, pues su
cuñado trabaja en esto de los riesgos, que no se fijan tanto en estas cosas porque
no les da tiempo, y van mas a lo técnico.
Bueno Manuel, te voy a dejar ya porque es muy tarde y mañana hay que trabajar.
Solo quiero que sepas que te considero un hombre con suerte; haz el favor de
aprovechar al máximo esta oportunidad que te ha dado la vida. Yo, solo de pensar
en los 25 años que todavía me quedan para ir de obra en obra…cada día que pasa
se me hace mas pesado levantarme y encontrar las fuerzas para afrontar un nuevo
día, se nota el peso de la edad y de los años que llevo a las espaldas de trabajo
duro. Porque aunque yo no he tenido ningún accidente grave, sólo pequeñas
tonterías, los esfuerzos y posturas que aguantas acaban pasando la factura.
Cordialmente, tu amigo, Paco el Mollendino.

PREGUNTAS;
1. Identificar los riesgos comportamentales y basales que aparecen en el texto
2. Decir qué riesgos comportamentales y basales no aparecen en el texto, pero
que también se pueden dar en una obra
3. Elaborar un plan de intervención de riesgos laborales para la situación
planteada.

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