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El 

masaje es una forma de manipulación de las capas


superficiales y profundas de los músculos del cuerpo
utilizando varias técnicas, para mejorar sus funciones, ayudar
en procesos de curación, disminuir la actividad refleja de los
músculos, inhibir la excitabilidad motoneuronal, promover la
relajación y el bienestar y como actividad recreativa.
Probablemente es la herramienta terapéutica más antigua
que el ser humano utilizó para proporcionarse un recurso
natural contra el dolor. Su evolución y uso ha sido parejo al
de la sociedad, hasta convertirse en la técnica de «tacto
estructurado» que hoy conocemos.
Existen diversos tipos de masaje, desde el de relajación hasta
el afectivo o sensual; pasando por el específicamente
terapéutico (masoterapia) del ámbito sanitario y el del ámbito
deportivo, destinado a mejorar la actividad física.
Beneficios de los masajes
Por lo general, los masajes se consideran parte de la medicina
integradora. Se ofrecen cada vez más junto al tratamiento estándar
para una amplia gama de afecciones y situaciones médicas.
Los beneficios de los masajes pueden incluir:

 Reducción del estrés y aumento de la relajación


 Reducción del dolor y de la inflamación y tensión de los músculos
 Mejora de la circulación, de la energía y del estado de alerta
 Disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial
 Mejora de la función inmunológica
Aunque se necesita más investigación para confirmar los beneficios de
los masajes, algunos estudios han demostrado que los masajes
también pueden servir en casos de:

 Ansiedad
 Trastornos digestivos
 Fibromialgia
 Dolores de cabeza
 Insomnio relacionado con el estrés
 Lumbalgia
 Síndrome de dolor miofascial
 Neuralgia
 Distensiones o lesiones de los tejidos blandos
 Lesiones deportivas
 Dolor en la articulación temporomandibular
 Dolor de cuello y espalda alta
Más allá de los beneficios que posee para las afecciones o
enfermedades específicas, algunas personas disfrutan del masaje
porque a menudo produce sentimientos de cuidado, comodidad y
conexión.
A pesar de los beneficios, el masaje no es un sustituto de la atención
médica frecuente. Cuéntale a tu médico que estás probando los
masajes y asegúrate de seguir el plan de tratamiento estándar que
tengas.
Qué puedes esperar durante un masaje
No necesitas una preparación especial para un masaje. Antes
de empezar una sesión de masoterapia, el masajista te
preguntará si tienes algún síntoma, te preguntará por tus
antecedentes médicos y qué esperas del masaje. El
masajista te explicará el tipo de masaje y las técnicas que
utilizará.
En una sesión de masoterapia típica, debes quitarte la ropa o
llevar prendas holgadas. Desvístete tanto como te sientas
cómodo. Por lo general, debes recostarte sobre una camilla
para masajes y cubrirte con una sábana. El masajista saldrá
de la habitación para que te desvistas antes del masaje y
para que te vuelvas a vestir una vez terminado el masaje.
También puedes recibir masajes sentado en una silla,
completamente vestido. El masajista debe realizar una
evaluación mediante el tacto para ubicar las zonas de dolor o
tensión y para determinar cuánta presión debe ejercer.
Según tu preferencia, el masajista puede usar aceite o loción
para reducir la fricción sobre la piel. Dile al masajista si tienes
alergia a alguno de los ingredientes.
Una sesión de masajes puede durar entre 10 y 90 minutos,
según el tipo de masaje y el tiempo que tengas. No importa
qué tipo de masaje elijas, debes sentirte tranquilo y relajado
durante el masaje y después de él. Respira normalmente a lo
largo de todo el masaje.
El masajista puede poner música durante el masaje o
hablarte, pero puedes decirle si prefieres silencio.
Si el masajista está haciendo los masajes muy fuertes, pídele
que haga menos presión. A veces puedes tener un punto
sensible en un músculo que se siente como un nudo. Es
posible que te cause molestias mientras en masajista lo
trabaja. Pero si sientes dolor, hazle saber al masajista.
¿Qué es un masaje?
Masaje es un término general para la presión, el frotamiento y
la manipulación de la piel, los músculos, los tendones y los
ligamentos. El masaje puede variar desde una caricia suave
hasta una presión intensa. Existen muchos tipos diferentes de
masajes; los tres más comunes incluyen los siguientes:

 Masaje sueco. Es una forma suave de masaje en la que


se emplean movimientos largos, movimientos amasantes,
movimientos circulares profundos, vibración y golpeteos.
Ayuda a que te sientas relajado y energizado.

 Masaje profundo. Esta técnica de masaje usa


movimientos lentos y más fuertes para llegar a las capas
más profundas de músculo y tejido conectivo. Se utiliza
normalmente para ayudar a mejorar el daño muscular por
lesiones.

 Masaje deportivo. Es similar al masaje sueco, pero está


dirigido a las personas que practican actividades deportivas
para ayudar a prevenir o tratar lesiones.

 Masaje de punto desencadenante del dolor. Este


masaje se centra en las partes sensibles de fibras
musculares tensas que pueden formarse en los músculos
después de una lesión o de un uso excesivo.
Masaje craneal se aplica en el cráneo, la cara, el cuello y los
hombros y está especialmente dirigido a reducir la tensión de
estas zonas y eliminar el dolor y las molestias que ésta puede
causar.
La tensión cervical es muy frecuente. Hay varios factores que
suelen causar un aumento de la tensión en los músculos de
la zona cervicodorsal, la cintura escapular y en las fascias de
la zona:
 El estrés.
 Las posturas inadecuadas ante el ordenador, al estudiar o al
dormir.
 Cargar demasiado peso sobre los hombros.
 Algunos movimientos bruscos.
Esta tensión acumulada genera la compresión de los vasos
sanguíneos de la zona, originando cefaleas tensionales,
somnolencia, varios tipos de neuralgias, sensación de
cansancio, fatiga visual, fatiga mental, bruxismo, mareos y
pérdida del equilibrio, pudiendo afectar incluso al estado de
ánimo.

El mensaje final sobre los masajes


Deja de lado cualquier creencia de que los masajes
son solo una forma de sentirte bien y mimarte o
consentirte. Todo lo contrario, los masajes pueden ser
una poderosa herramienta para ayudarte a tomar el
control de tu salud y bienestar, ya sea si tienes una
afección de salud específica o solo buscas otra forma
de aliviar el estrés. Incluso puedes aprender a auto
masajearte o a hacerte masajes con alguien en tu
casa.

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