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PARAFILIAS

DESARROLLO NORMAL DE LA SEXUALIDAD

La sexualidad es una de las funciones de la personalidad más vulnerables a los factores


culturales y ambientales. Conductas sexuales que en un momento determinado de la
historia, en un mismo grupo social, son permitidas, en otro momento, en ese mismo grupo
social pueden ser estigmatizadas o patologizadas.
se entiende que la sexualidad humana es una conducta social que varía con la sociedad
misma, en la que el tiempo, las costumbres, la moral y las leyes, harán que unos conceptos
válidos hoy, no lo sean mañana
Por otro lado, la mayor parte de los “atentados contra la moral y las buenas costumbres”
son anomalías del comportamiento sexual cuando se transforman en trastorno habitual o
son resultado de actos impulsivos reiterados.
La masturbación se considera como una etapa normal de aprendizaje y conocimiento de la
propia sexualidad, y las caricias marturbatorias son también consideradas como normales
cuando forman parte del repertorio de actividades que cursan como preliminares de la
relación sexual madura. Habitualmente se le confunde con el onanismo.
Funcionamiento psicológico normal en la vida cotidiana
Debe señalarse que la sexualidad es un conjunto integral de elementos que involucran no
solo lo genital, sino también lo pregenital y lo emocional. Cuando en la actividad sexual
habitual se toman en cuenta solamente elementos parciales de la misma en forma
sistemática, se da mayor probabilidad de llegar a psicopatología.
El éxito de una relación sexual emocionalmente madura implica la presencia de muchos
factores: una adecuada selección de pareja, el uso preliminar sano y espontáneo de
elementos pregenitales (besos, caricias, estimulación de zonas erógenas y no erógenas) que
conduzcan y faciliten la actividad genital propiamente tal, que este ejercicio sea gratificante
y sin daño, así como de otros factores exógenos, tales como la higiene corporal, la
comodidad del sitio y su relativa intimidad, la disponibilidad de tiempo, el deseo
copulatorio, la ausencia de temores y muchos otros, que hacen en conjunto del ejercicio de
la función, una función frágil y compleja.
De cualquier modo, la sexualidad en los contextos socioculturales aludidos está en gran
parte determinada por el conjunto de elementos psicológicos de los individuos involucrados
en su ejercicio. De esta manera, habrá posibilidad de gratificación sana de la sexualidad, o
en su defecto, alteraciones de la misma, en circunstancias particulares, en momentos
psicológicos específicos. Por todos estos relativismos, la sexualidad es una función muy
fácilmente patologizable, y principalmente en ciertas etapas evolutivas, como la
adolescencia, por ejemplo.

PSICOPATOLOGÍA
El gran problema semiológico es el diagnóstico del carácter patológico de la conducta
sexual, ya que no todas las “desviaciones” sexuales pueden ser consideradas como
morbosas. La reiteración habitual de la estereotipia, el infantilismo, el carácter regresivo el
carácter compulsivo, es el indicador de la patología en el contexto clínico.Por otra parte,
las experiencias sexuales traumáticas, principalmente
las derivadas de haber sido víctima de abuso sexual en infancia o adolescencia,incesto o
violación en cualquier edad, son fuente continua de ansiedad.

Freud aseguró que la diferencia más importante entre la neurosis y la psicosis es


que la neurosis es el resultado entre un conflicto entre el yo y e ello, mientras que
la psicosis es un conflicto entre el yo y el mundo exterior
Por su parte, la estructura perversa tiene como paradigma al sujeto fetichista, aquel
que necesita de un objeto para alcanzar la satisfacción sexual

Estructura neurótica de la sexualidad: hace referencia básicamente a un ejercicio


sistemático poco o nada gratificante de la misma, en especial por represiones, por
sentimiento de culpa muy
marcado y por temores asociados al ejercicio de la sexualidad. Es el más frecuente en el
común de las parejas que logran una estabilidad cronológica, pero no una adecuada ni
suficiente estabilidad emocional y que en el ejercicio de la sexualidad se traduce como
rutina conyugal

En el plano de la estructura psicopática de la sexualidad hace referencia al ejercicio


sistemático de la sexualidad, en condiciones definida socioculturalmente como
inadecuadas o anómalas, en las cuales un miembro de la pareja, o los dos, o varios,
utilizan lo sexual para sus propios fines, causando daño físico o emocional al otro (o a sí
mismos), sin represión ni vivencias de culpa y sin intención de cambio hacia formas
más adaptativas ni sanas, ni socialmente más aceptables del ejercicio habitual de la
sexualidad. Se caracteriza por la aceptación completa y sin angustia de la conducta
sexual inmaduro.

En el plano de la estructura psicótica de la sexualidad: hace referencia al ejercicio


sistemático de la sexualidad en condiciones caóticas determinadas por la pérdida de
contacto con la realidad y durante el curso de la enfermedad
En conclusión la psicopatología de la sexualidad se da cuando la sexualidad habitual es:
● Sistemáticamente no gratificante
● Cuando solo se utiliza un elemento pregenital parcial en forma psicorrígida
● Cuando se causa daño físico o emocional.

MARCO HISTÓRICO
Las "relaciones sexuales prohibidas" son mencionadas en las Epístolas de San Pablo en cuatro
oportunidades: Corintios 6:9 y 6:19, Timoteo 1:10 y Hebreos 13:4. Ya en el Viejo Testamento, en el
Levítico, Capítulo 18:22, se hace mención a la homosexualidad, a la zoofilia en el 18:23 y al incesto
en el 18:6. En el Deuteronomio se hace referencia al travestismo masculino y femenino en 22:5. Y
volviendo a las Epístolas, San Pablo vuelve sobre la homosexualidad en Romanos 1:24, Corintios
6:10 y Timoteo 1:10, sobre los "afeminados" en Corintios 6:9. Yavé habla de actos sexuales
"infames, "abominables", "maldades", "actos pecaminosos", "costumbres horribles". Es decir, las
parafilias y variantes sexuales no son problemas nuevos para el ser humano

En la Grecia clásica, completa Yampey [54], la idea de perversión abarcaba tres áreas: el social, en
cuanto transgresión a la ley, el religioso, en cuanto sacrilegio, y el médico, en tanto expresión de
enfermedad. Con el tiempo, cuando lo sagrado pasó a ser en gran parte lo moral, la perversión se
confundió con el vicio.

Y aunque Kaan ya había hecho referencias a las "Perversidades Sexuales" en una publicación del año
1846, fue el médico psiquiatra y forense Richard Von Krafft-Ebing quien publicó en 1886 su
monumental "Psicopatía Sexualis" [28], en latín para que la clase académica de la época fuera la
única en acceder al libro. En pocos años, sin embargo, tuvo más de 12 ediciones en casi todos los
idiomas conocidos. Pues estudió, con historias clínicas detalladas, numerosos casos de las llamadas
"psicosis sexuales" sexuales”. o "aberraciones sexuales" o "degeneraciones Crea la Medicina de las
Perversiones y denomina estas "desviaciones" con nombres propios: masoquismo, sadismo, por
ejemplo. Da al estudio de los temas sexuales, a través de las aberraciones, el carácter de materia
respetable.
CONCEPTO GENERAL DE PARAFILIA
"Parafilia" proviene del griego "para" = junto a; "filein" = amar. La etimología alude a un amor
paralelo a la forma convencional. En efecto: el sexo convencional es heterosexual, coital, con
finalidad declarada procreativa y se efectúa en decúbito prono por parte del varón y supino por parte
de la mujer. Es de imaginar que una actividad constreñida así no se corresponde con la intimidad
sexual de las parejas actuales, según lo demostró, ya en 1948, el sexólogo americano Alfred Kinsey
en su encuesta a miles de norteamericanos, que manifestaron otras necesidades sexuales
“desviadas” de este patrón estándar
Generalmente se acepta como desviación sexual a la acción tendiente a la satisfacción de los
propios impulsos, sin llegar a la unión genital con otro individuo o donde esta unión se realiza bajo
condiciones que no pertenecen a la naturaleza del acto sexual;
En general, las parafilias de la sexología moderna son sinónimo de las denominadas desviaciones
sexuales, aberraciones y perversiones de la psiquiatría clásica y el psicoanálisis

Wilhelm Stekel, un médico austriaco, utilizó por primera vez el término parafilia a principios del
siglo XX para reemplazar términos denigrantes como perversión sexual y sodomía. Incluso hoy en
día, sigue siendo un desafío definir qué son las parafilias, ya que las percepciones de interés sexual
que se consideran atípicas o desviadas cambian con el tiempo.
El término parafilia se aplica a intereses sexuales intensos que son repetida e intensamente
estimulados por pensamientos y/o comportamientos provocados por estímulos distintos a los que
están asociados con parejas humanas maduras consensuadas.
.
Pero es importante distinguir entre parafilia y trastorno parafilico, Los trastornos parafílicos son
fantasías recurrentes e intensas de excitación sexual, pulsiones o comportamientos sexuales
angustiosos o incapacitantes y que involucran objetos inanimados, niños o adultos sin
consentimiento, o el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja con probabilidad de
causar daño. es una parafilia (fantasías, impulsos o comportamiento sexual ante estímulos distintos
a la estimulación genital) que causa malestar o deterioro en el individuo o cuya satisfacción
conlleva un perjuicio personal o riesgo de daño a terceros. Es decir, la parafilia es una condición
necesaria, pero no suficiente, para diagnosticar un trastorno parafílico, y por sí misma no justifica o
requiere necesariamente una intervención clínica.
En general, las parafilias de la sexología moderna son sinónimo de las denominadas desviaciones
sexuales, aberraciones y perversiones de la psiquiatría clásica y el psicoanálisis
ETIOLOGIA
1) La teoría de la degeneración, que se ideó en el siglo XVIII y su influencia perduró hasta los
inicios del siglo XX. (En esa época se suponía que la degeneración se deba al efecto destructivo de
la concupiscencia sobre el cerebro, y a la pérdida de semen por la masturbación o el coito con
prostitutas o esposas fogosas.) Se proponía la continencia sexual como un recurso para evitar la
degeneración y las perversiones.
2) Un desarreglo genético, que se fundamentaba en la observación de familias con una elevada
presentación de perversiones y de trastornos de la personalidad.
3) Se ha descrito casos de lesiones orgánicas cerebrales y epilepsia con síntomas de fetichismo y de
travestismo, que desaparecieron con la administración de drogas anticonvulsivas o la resección del
tumor. No resulta excepcional que la degradación orgánica de la personalidad que se observa en el
alcoholismo y las demencias se asocie a desviaciones sexuales como la paidofilia.

4) Los escritos de Freud revolucionaron la teoría de las parafilias, cuando se dijo que todas las
personas, incluidos los psicoanalistas, tenían algo de perverso. El descubrimiento de la sexualidad
infantil permitió la elaboración de hipótesis sobre la causalidad de las parafilias. La perversión
sería, pues, un momento natural del desarrollo del niño, al que no le disgustan la orina ni las heces;
usa objetos-fetiches que representan a su madre, goza cuando mira o es mirado, se erotiza con la
agresividad y el dolor, y se enamora de la madre y del padre. De este modo las parafilias serían
fijaciones o regresiones al pequeño perverso polimorfo que contiene toda mente adulta. Las
parafilias, lo mismo que las neurosis y la homosexualidad, resultaran formas anormales de resolver
el complejo de Edipo y el miedo a la castración. La sexualidad arcaica de tipo oral se expresa en la
felación, el cunnilingus y el picazismo. Las fijaciones en la etapa anal se manifiestan como urofilia,
coprofilia, sadomasoquismo y sodomía. lo más importante en las perversiones es el proceso de
fijación más que el de regresión, es decir, son un trastorno en la maduración de los impulso
También se piensa que las perversiones podrían ser formaciones defensivas, donde los elementos
sexuales infantiles pasarían por el complejo de Edipo, que los desviaría. Este fragmento infantil,
sobre el cual es desplazado el placer primitivo, debe tener una relación especial con el yo para poder
escapar a la represión; de esta manera, el yo toma como propia una porción del instinto y autoriza
su expresión conciente, mientras que el resto sufre la represión. La perversión no sólo representa
una defensa contra la ansiedad de castración, sino contra los sentimientos de culpa: el miedo a la
castración proviene del impulso de penetrar en la vagina de la madre que está ocupada por el pene
paterno, donde los deseos pasivo-femeninos en relación a este pene implican el peligro de
castración, que depende de los impulsos oral-sádicos ( ESTE ES EL MÁS IMPORTNATE)
5) El sexólogo Money explica las parafilias como un trastorno causado por la represión infantil, que
deforma la expresión de los instintos, provoca la puesta en marcha de mecanismos mentales para
salvar el erotismo, origina un "mapa de amor perverso" e inhibe la realización de los juegos
sexuales infantiles, ensayo imprescindible para lograr la salud sexual adulta. De este modo, para
que una conducta sea considerada parafílica debe haber tenido sus antecedentes tempranos en la
biografía del sujeto. La niñez y la pubertad, en las historias sexuales levantadas a sus protagonistas,
revelan tempranos estímulos visuales, auditivos o táctiles que por razones variadas adquirieron un
particular significado para cada individuo Implica predisposiciones que la vida postnatal
desarrollará en el período crucial de los 18 meses.
El mapa del amor está en el cerebro. De allí que tras su formación entre los 5 y los 8 años de edad
del individuo, sea resistente al cambio.. Su vandalización a temprana edad, es decir, la interferencia
en los juegos sexuales infantiles con los que se lleva a la acción el mapa del amor, origina las
parafilias. Por desplazamiento, distorsiones u omisiones de las conductas sexuales deseadas, una
acción erótica se transforma en una desviación sexual. La vandalización causante de la parafilia se
produce por:
- Abuso sexual infantil;
- Prohibición cruel y reiterada de las manifestaciones sexuales de los niños (juegos de ensayo eroto-
sexual, curiosidad infantil en torno de temas sexuales).
INCIDENCIA Y PREVALENCIA
La verdadera frecuencia de las parafilias resulta de difícil determinación, pues estos trastornos
constituyen secretos del individuo o de la familia, que no son consultados con frecuencia. Las
desviaciones sexuales son más frecuentes, aunque no exclusivas en el varón. Las explicaciones de
por qué predominan las parafilias en los varones y es escasa su aparición en las mujeres, tienen que
ver con la teoría del predominio de la erotización visual en el hombre a diferencia de la erotización
táctil en la mujer, atribuible a la posición prenatal en el período de determinación del dimorfismo
sexual cerebral .
La frecuencia es difícil de establecer, ya que los parafílicos no suelen consultar por su trastorno,
sino por sentimientos de culpa, depresión o vergüenza con intentos de autoeliminación,
disfunciones sexuales, trastornos de personalidad o incapacidad de amar o de sentimientos
recíprocos. O bien por indicación judicial. La concepción psicoanalítica de que los parafílicos no
sufren, no luchan, pues “la perversión es el reverso de la neurosis”, ya no es aceptable en todos los
casos.
La distribución por sexo de las parafilias nos muestra que se tratan de trastornos exclusivamente
masculinos, excepto en el masoquismo sexual en que hay mujeres, pero en una relación de una cada
20 varones. Money y Ehrhardt [37] señalan que “las muchachas no tienen sueños orgásmicos en la
adolescencia -sí de los 20 a los 40 años se masturban menos que los muchachos, y tienen fantasías
romántico-sentimentales en relación con experiencias reales, una narración de amor o una película
romántica

CLINICA DEL PARAFÍLICO


La edad de comienzo del trastorno suele remontarse a la infancia y las primeras etapas de la
adolescencia, donde aparecen conductas parafílicas, pero se definen recién en la adolescencia y la
adultez joven. Las fantasías, impulsos y comportamientos pueden ser elaborados o simples, de una
sola serie o de varias parafilias asociadas. La duración debe ser mayor de seis meses, como vimos,
pero lo común es que sean recurrentes, se cronifiquen y duren toda la vida, con tendencia a dismi
nuir a lo largo de los años. Pueden haber períodos de mayor expresión, coincidentes con períodos de
estrés, como también vimos, y también cuando la persona se encuentra con oportunidades
existenciales de practicar sus fantasías y actos.

La repercusión social del trastorno parafílico es variable, pues hay casos en que el portador lleva
una vida social activa que no permite sospechar trastornos íntimos, como en otras patologías del
carácter. Pero otros se aíslan en sus fantasías y comportamientos, con graves repercusiones sobre su
rendimiento laboral, estudiantil o su vida conyugal o social.
DIAGNOSTICO
En el DSM IV, los criterios diagnósticos para Parafilias incluyen:
• Presencia de una fantasía patognomónica y un impulso intenso por actuar la fantasía o su
elaboración conductual.
• La fantasía, que puede provocar malestar al paciente, contiene material sexual inusual, que
es relativamente fijo y muestra sólo leves variaciones.
• Excitación y orgasmo dependen de la elaboración mental o la actuación conductual de la
fantasía.
• La actividad sexual es ritualizada o estereotipada y hace uso utilitario de objetos
degradados, reducidos o deshumanizados.
Para el CIE 10, el individuo experimenta impulsos sexuales recurrentes e intensos y fantasías que
involucran objetos o actividades inusuales; el individuo actúa los impulsos o sufre malestar
significativo por ellos; la preferencia tiene que estar presente al menos 6 meses.
CUADRO CLINICO
El inicio suele darse en la adolescencia y tiende a la cronicidad. En un mismo individuo pueden
coexistir más de uno de estos trastornos. Se distinguen varias categorías.
CLASIFICACIÓN
Existen múltiples clasificaciones para las conductas parafílicas.
Una primera clasificación de las parafilias puede obedecer a las posibilidades que
incluyen:
- Objetos humanos;
- Infligir sufrimiento o humillación a sí mismo o a la pareja;
- Involucrar a prepúberes o personas que se resisten a la propuesta sexual

Trastornos de la sexualidad
Por alteración del objeto sexual
Cuando este no es sexualmente maduro o emocionalmente adecuado.
 Homosexualismo egodistónico masculino o femenino, primario o secundario (en
el cual hay tendencias heterosexuales fuertemente reprimidas y conflictividad

 Paidofilia o infatosexualidad: elección de niños o individuos sexualmente


inmaduros, ante la dificultad sistemática para establecer una relación sexual madura.

 Gerontofilia: la apetencia sexual psicopatológica con ancianos que puedan


considerarse física o emocionalmente indefensos.

 Necrofilia: elección psicopatológica de individuos muertos (cadáveres) como pareja


sexual. Es de estructura psicótica

 Zoofilia o bestialismo: la elección psicopatológica de un animal como pareja


sexual.

 El fetichismo: la excitación y satisfacción sexuales con objetos (ropa interior,


zapatos, medias de seda) o partes del cuerpo (cabellos, senos, nalgas), sin
participación activa de una pareja sexual. Esta exclusión de la pareja es lo que
determina la estructura perversa de esta conducta, típicamente masculina, y de
características casi exclusivamente masturbatorias. Se debe distinguir de quienes
usan el fetiche como una forma de preparación del acto sexual con una pareja
adecuada. Tampoco se consideran fetichismo las preferencias por ciertas partes del
cuerpo de la pareja.
 La masturbación: compulsiva practicada en forma sistemática como única forma
deseada y realizada de actividad sexual, existiendo las posibilidades de practicar una
sexualidad adecuada y madura.
No se le considera de carácter psicopatológico la practicada durante la infancia ni la
adolescencia.
Por alteración de la práctica sexual:
 Sadismo: forma sistemática de excitación y obtención de satisfacción sexual por
medio del sufrimiento o daño físico o emocional de otro. Forma una unidad
dialéctica con el masoquismo. No se da sádico sin masoquista. Son una forma
patológica de erotización del dolor y frecuentemente adquieren el carácter de lo
perverso.
 Masoquismo: forma sistemática de excitación y obtención de satisfacción sexual
por la vía de la experimentación del dolor, lo que permite producirse activa o
pasivamente sufrimiento o daño a uno mismo.
 Escoptofilia o Voyerismo: forma sistemática de obtener excitación y satisfacción
sexuales mediante la observación de otros cuando se desnudan, descubren sus
genitales o realizan una práctica sexual.
Tiene como única forma de obtener placer sexual solo con la erotización patológica
de la mirada, excluyendo sistemáticamente la posibilidad de gratificación genital
adulta y madura.
Actualmente dicha conducta puede estar representada por las “líneas calientes”
telefónicas o voyerismo auditivo, o por el acceso reiterado y compulsivo, casi
siempre con fines masturbatorios de los espacios porno de Internet.
Lo que si no puede llegar a considerarse psicopatológico la actividad que forma
parte preliminar de los juegos copulativos de la actividad sexual madura.
 Exhibicionismo: forma sistemática de obtener excitación y satisfacción sexual
mediante la exhibición de los genitales o del cuerpo a otro, principalmente a alguien
fácilmente escandalizable, por ejemplo, un niño. Generalmente es de estructura
perversa o psicopática.
 Oralismo: forma sistemática de obtener excitación y placer sexuales a través del
contacto oral con los genitales, rechazando el coito.
Teniendo en cuenta dos variantes:
- Fellatio: es la actividad oral sobre el pene.
- Cunnilingus: es la actividad oral sobre los genitales femeninos.
El oralismo puede ser práctica homosexual o heterosexual.
 Analismo o coito per anum o pederastia: forma sistemática de obtener excitación y
placer sexuales mediante la introducción de objetos por el ano.
 Uretralismo: forma sistemática de obtener excitación y placer sexuales mediante la
introducción de objetos por la uretra.
 Frotteurismo: forma sistemática de obtener excitación y placer sexuales mediante el
roce o frotamiento de los genitales sobre el cuerpo de otras personas, principalmente
en aglomeraciones. Tiene connotación masturbatoria.
 Coprofilia: forma sistemática de obtener excitación y placer sexuales mediante el
contacto con heces (si orina, urolagnia) a menudo vertidos sobre la boca.

Alteraciones de la identidad sexual: o no aceptación emocional del propio género,


también denominadas alteraciones de la conciencia del propio sexo.
-Bisexualismo: cuando los objetos activos de los impulsos sexuales son
ambos sexos, ese decir, se define como la atracción romántica y sexual o la
conducta sexual dirigida hacia el sexo opuesto como al sexo propio.

- Homosexualidad: es la atracción romántica, atracción sexual o comportamiento


sexual entre miembros del mismo sexo.

-Transexualismo: es la búsqueda sistemática de un cambio de género por


inconformismo psicopatológico con el propio, es decir, que tienen una identidad de
género que no coincide con su sexo y desean hacer una transición permanente al
sexo con el que se identifican, por lo que suelen buscar asistencia médica (incluidas
las terapias de reasignación de sexo, como la terapia de sustitución hormonal y la
cirugía de reasignación de sexo) para ayudarles a alinear su cuerpo con su sexo
identificado.

- Travestismo: conducta psicopatológica en la cual el sujeto busca en forma


sistemática vestir prendas de otro sexo con la finalidad de pertenecer en apariencia
al otro sexo. Suelen evidenciarse inclinaciones homosexuales, componentes
fetichistas y tendencia exhibicionista.

En cuanto al grado de afectación del normal funcionamiento del sujeto por parte de la
parafilia, se pueden clasificar de la siguiente manera:
- leve, ocasionalmente expresada;
- moderada, implica mayor manifestación conductal;
- severa, si lo lleva a niveles de compulsión

La clasificación de las parafílias más universalmente empleada posiblemente sea la del


DSM las agrupa en dos grandes categorías:
TÍPICAS: fetichismo, exhibicionismo, travestismo, voyeurismo, zoofilia, masoquismo
sexual, paidofília y sadismo sexual.
ATÍPICAS: coprofília, necrofilia, frotteurismo, escatología telefónica, clismafília y
urofília.

 Menores

 Mayores
TRATAMIENTO
Las parafilias se previenen permitiendo que los niños realicen sus juegos sexuales sin reprimendas,
y evitando los abusos sexuales y los castigos corporales. No es tarea fácil curar al parafílico, ya que
oculta su enfermedad y sólo de modo excepcional solicita ayuda médica. Las perversiones se tratan
con:
- Técnicas de aprendizaje operante y social:
•Entrenamiento de habilidades sociales: Muchas personas que sufren de condiciones parafílicas
muestran un notable déficit en su capacidad de apreciar conducta interpersonal apropiada. Suelen
fallar en atribuir motivos a otros a través de la proyección, llegando a ver cómplices en sus
victimas. A raíz de sus distorsiones surge la tendencia de vivir en un mundo de fantasía,
socialmente aislados de los demás. Cuando salen de su introversión, empujados por la necesidad
sexual, no sólo tienden a minimizar las preferencias de la otra persona por carecer de empatía,
sino también puede faltar un respeto básico para los derechos de los demás.
 Intervenciones sobre la familia y la pareja: La mejora de la relación amorosa y el hecho de
considerar al partenaire como una persona y no como un cuerpo reducen la conducta parafílica.
Si la perversión no puede ser eliminada, se negocian modificaciones del ritual sexual que no
sean intolerables para la pareja.
 Psicoterapia de insight: Salvo para el caso del incesto, el psicoanálisis no es realmente eficaz
en otras perversiones. La psicoterapia intenta resolver las inhibiciones relacionadas con el acto
sexual convencional, las anormalidades del carácter, los desarreglos de la relación amorosa y
otras situaciones de estrés psicosocial.
-Técnicas cognitivas: A pesar de que cada parafilia en sí tendrá unas distorsiones particulares a la
condición que incorpora, la persona que las padece es un individuo y, por consiguiente, sus
cogniciones disfuncionales tienen que ser identificadas individualmente y específicamente; de poca
ayuda al paciente es darle un discurso teórico de los errores del pensamiento parafílico, o una
lección genérica de las distorsiones cognitivas inherentes en las parafilias. Al contrario, el psicólogo
necesita captar y mostrar ejemplos reales de las ideas irracionales del mismo paciente.
a) El método adversivo: las fantasas perversas se asocian a imágenes penosas de vergüenza ante la
familia, los amigos y el personal policial. Otro procedimiento consiste en condicionar la imagen
perversa con el dolor que provoca una descarga eléctrica. b) Método de la desensibilización: su
objetivo es extinguir la ansiedad que interfiere el sexo no parafílico. c) Reacondicionamiento
orgásmico: En la masturbación la fantasía perversa se reemplaza por imágenes eróticas
convencionales en el momento del orgasmo.
• Biorretroalimentación: Ha sido Aplicada en diversas parafilias mediante un aparato
llamado falómetro, que mide cambios en la circunferencia del pene y es capaz de presentar
tales cambios directamente al sujeto a través de información visual en forma de luces de
diferentes colores que indican el grado de excitación sexual según el grosor del pene. El
paciente expuesto a estímulos parafílicos intenta mantener encendida la luz que
corresponde a poca excitación, una vez lo logre, se le puede presentar la tarea de encender
la luz asociada con excitación delante de la presentación imaginaria de estímulos deseables.
• Técnicas de masturbación: Es posible programar la masturbación de manera que
refuerce conductas alternativas a las parafílicas. el conductista asigna la tarea al paciente de
usar solamente imágenes no parafílicas durante la masturbación. El efecto es el de
distanciar la conexión entre las imágenes parafílicas y el placer sexual, y, alternativamente,
reforzar imágenes sexuales no desviantes con el mismo placer.

-Tratamiento farmacológico
• Tratamiento hormonal: Las personas parafílicas tratadas con hormonas suelen ser
aquellas que representan un peligro real para la sociedad. Personas condenadas por
crímenes sexuales como la violación, la pedofilia consumada, o el exhibicionismo
repetitivo pueden ser sometidas a un régimen de hormonas que reduce el interés sexual del
paciente. Tal régimen es lo equivalente de una castración química, aunque temporal. El
acetato de Medroxy- progesterona y el acetato de Cyproterona son las dos hormonas más
recetadas en el control de las parafilias. La efectividad de las dos hormonas en la reducción
del deseo sexual está más que demostrada con reducciones correlacionadas en frecuencia de
erección, fantasías sexuales, masturbación, iniciación del sexo y, paralelamente, conducta
agresiva.
• Tratamiento con medicamentos psicoactivos: Aunque ninguno de los fármacos
psicoactivos es tan eficaz en reducir la problemática de la conducta parafílica como lo son
las hormonas antiandrógenas, hay una lista larga de medicamentos que han sido utilizados
con este objetivo. Todos estos medicamentos psicoactivos tienen algo en común: reducen el
libido. El medicamento preferencial del momento es Fluoxetina (Prozac), porque es un
medicamento que se tolera bien, con efectos secundarios menores que los otros
medicamentos usados históricamente, y es un medicamento eficaz en la reducción del deseo
sexual; para ser más preciso, un 70% de los pacientes que toman Prozac experimentan una
reducción del libido. El Prozac también tiene la potencia de reducir síndromes
obsesivo/compulsivos y, dado el componente obsesivo/compulsivo observable en la
mayoría de las parafílias, no es de extrañar que el Prozac haya ganado el favor de los
psiquiatras en el manejo médico de las parafílias.

REFERENCIAS

PON ESTAS A LAS DE GICETH ( LO AMARILLO) y lo gris

1. Brown GR. Generalidades sobre los trastornos parafílicos [Internet]. Manual MSD. 2019 [citado el 4 de verano de
2022]. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es-co/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/sexualidad-
disforia-de-g%C3%A9nero-y-parafilias/generalidades-sobre-los-trastornos-paraf%C3%ADlicos
2. Rodríguez López T, Salgueiro Labrador LR. Parafilias: consideraciones clínicas y médico legales. Revista de Ciencias
Médicas de Pinar del Río. 2020;24(6).

3. Richard E. Seeber MD & Karima A. Holmes. Trastornos parafílicos. En: Asesor Clínico de Ferri 2022. Elsevier, Inc.;
2022.

4. Gómez Gil E. Sexo y género. En: Farreras Rozman Medicina Interna. Filadelfia, PA, Estados Unidos de América:
Elsevier - Health Sciences Division; 2020.

LO QUE ESTÁ DE ROJO

Rodríguez SPG, Sánchez HL, Pérez JLL. Parafilias 2020 [Available from:
https://www2.uned.es/saludsexual/soyalumno/materiales/sexo_salud_mental/Sex_parafilias.pdf.

LO QUE ESTÁ EN VERDE

Colombino AFJM. Puesta al día: Parafilias©. 1999;13(1):7-35.

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