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QUINTO TRABAJO ESCRITO

HISTORIA DE COLOMBIA I
MOVIMIENTO COMUNERO

JUAN ANGEL CORTES MEJIA


1010117425

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


BOGOTÁ
15/04/2022
INTRODUCCIÓN
A lo largo del tiempo, en toda sociedad humana, siempre han existido distinto
conflictos y descontentos que suelen detonar cambio significativos, desde las
revueltas de esclavos en la antigua Roma, hasta la sanguinaria revolución francesa,
todos y cada uno de estos acontecimientos ha marcado puntos de inflexión en la
historia, sin embargo, este fenómeno no es ajeno a America latina, que de no haber
sido por estos movimiento insurrectos, seguiríamos siendo nada mas que otra
colonia de la corona española, sin derecho a una autodeterminación o de una
identidad cultural propia.
Y es dentro de este gran marco general, que una de las movilizaciones sociales mas
importantes y fundamentales para alentar el sentimiento independentista fue el
movimiento social protagonizado por los Comuneros, los cuales se dieron como
resultado de la implementación de reformas fiscales y económicas en el nivel
virreinato que implicaron una mayor carga fiscal sobre la población, lo que genero
un gran malestar sobre todo en el Socorro, lugar donde se dio la revuelta, a
continuación veremos aspectos fundamentales tales como las causas, la
naturaleza, desarrollo y consecuencias de este movimiento en la Nueva Granada.

EL MOVIMIENTO COMUNERO Y SU IMPACTO EN LA SOCIEDAD COLONIAL


COLOMBIANA
Para empezar, debemos tener en cuenta que para el momento en que se estaban
desarrollando los importantes cambios económicos que se tendría como
consecuencia el movimiento comunero, tenemos que tener en cuenta que ,dentro
del marco del reinado de Carlos III España se encontraba militar en desventaja con
respecto a los ingleses, en concreto, la armada española no era rival para la
poderosa marina británica, que para ese momento ya se había hecho con el control
marítimo de muchas de las rutas comerciales del caribe, esto ocasiono que, con el
fin de evitar más humillaciones no solamente por parte de los ingleses sino de las
colonias piratas como lo eran tortuga y Haití en su momento, fue así que el rey
Carlos III decidiera que debía de fortalecer sus navío, dando así con la creación de
la renombrada, armada de Barlovento, una institución militar que tenía como
finalidad proteger sus territorios conquistados en América ante los ataques de sus
enemigos europeos, así como de piratas y corsarios pero para costear dicha
armada, el rey tuvo que verse en la necesidad de exprimir aún más los recursos de
las indias, todo esto bajo el marco general del llamado Nuevo sistema de Gobierno
económico para las Américas, propuesto por José del Campillo y Cosió, que tal
como lo explica (Phelan.1980) consiste en “la aplicación al nuevo mundo de los
principio del mercantilismo de Colbert. Propugnaba la abolición de monopolios
ineficaces, como el monopolio del que disfrutaban los comerciantes de Cádiz para
la carga transatlántica y la creación de monopolios lucrativos fiscalmente, como, por
ejemplo, el del tabaco” 1 . Esto para las colonias de las indias, significo una
afectación en el producto local, pues España al primar sus propios productos por
sobre los de las colonias, así como también la mayor carga fiscal que sufrían
ocasiono que cuando el Visitador Regente Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres,
llego al virreinato de la Nueva Granada, tuviera muchos traspiés y complicaciones
para ejercer su deber.
Debido a la actitud arrogante del regente que buscaba ingresos fiscales, se
desataron algunos motines en plantaciones de aguardiente que fueron sofocadas
brutalmente, en sus comienzos los protagonistas visibles eran los pobres, tanto
mujeres como hombres, sin embargo, a medida que las exenciones y privilegios
españoles afectaron a los productores, se comenzaron a unir a la disconformidad
personas un poco mejor ubicadas social y económicamente tales como
comerciantes, carniceros, pequeños agricultores y algunos caciques, sin embargo
fue en el año de 1781 que Manuela Beltrán rompió el edicto referente a las nuevas
contribuciones a los gritos de “viva el Rey y muera el mal gobierno. No queremos
pagar la armada de Barlovento”. Y fue entonces que los distintos grupos sociales,
se empezaron a reunir en El Socorro cerca de 4.000 hombres de la Provincia de
Tunja que marcharon, al mando de Juan Agustín Niño y Álvarez, en dirección a
Santafé con la finalidad reducir impuestos y dar mayor participación a los criollos,
como general de los insurrectos fue elegido el terrateniente Juan Francisco Berbeo,
regidor local del Socorro, en asocio de Salvador Plata, Antonio Monsalve, y
Francisco Rosillo, quienes constituyeron la junta llamada “El Común” de donde les
vino el nombre de “Comuneros” fue en ese momento en el que recibieron el
Manifiesto Comunero que llegó de Simacota, escrito por Fray Ciriaco de Archila,
dominico que vivía en su convento de Santa Fe de Bogotá.
A la marcha desde el Socorro, su fueron uniendo diversos voluntarios de otras
poblaciones hasta completar una tropa de 20.000 hombres, tal cantidad de hombres
fue inmanejable para los realistas, quienes no tuvieron opción, mas que sentarse a
negociar con los insurrectos, bajo la conciliación del arzobispo Antonio Caballero y
Góngora, fue en el marco de esta negociación que se dio paso al escrito conocido
como las capitulaciones de Zipaquirá, en cuyo caso fueron pactados puntos
importantes tales como la eliminación del tributo de la Armada de Barlovento, así
como también la disminución en las tarifas de las contribuciones sobre el tabaco y
el aguardiente, en dado caso tal como nos lo transcribe (Garrido.1998) en el que el
primer articulo de las capitulaciones es “Que ha de fenecer en todo el ramo de Real
Hacienda titulado Barlovento, tan perpetuamente, que jamás se vuelva a oír
semejante nombre”.2

1
John Leddy Phelan, El Pueblo y el Rey: la revolución comunera en Colombia, 1781. Bogotá, Carlos Valencia
Editores, 1980.
2
Margarita Garrido, Reclamos y Representaciones: variaciones sobre la política en el Nuevo Reino de
Granada, 1770-1815. Bogotá: Banco de la República, 1998.
Sin embargo, este no seria el final de la insurrección, pues tal como pasa con los
malos acuerdos, estos suelen romperse fácilmente, pues el virrey Manuel Antonio
Flórez, quien se encontraba en Cartagena de Indias, desconoció las capitulaciones
con el argumento de que habían sido firmadas bajo amenaza, y envió el regimiento
fijo desde esa ciudad para implantar la autoridad en Santa fe. Todo volvió a su
antiguo estado y fue por esto por lo que un grupo de comuneros al mando de José
Antonio Galán decidió levantarse de nuevo. En represalia, él y sus compañeros
Isidro Molina, Lorenzo Alcantuz, y Manuel Ortiz, recibieron castigos ejemplares,
como consecuencia de esta revuelta, no solamente hicieron un impacto económico,
pues la revuelta abarcó aspectos sociales y políticos, ya que una de las
estipulaciones contenidas en la capitulación en concreto la estipulación número
vigésimo segunda era la preferencia de los americanos para la provisión de ciertos
empleos3, lo que implicaba ya una cierta alteración importante en el régimen
colonial. Por otra parte, también se aspiró a rehabilitar la raza indígena, y Galán
proclamó la libertad de los esclavos en las minas cerca de Mariquita, este último fue
uno de los cargos por los cuales se condenó a muerte a los sublevados.

CONCLUSIONES
Pese a sus reivindicaciones coyunturales y a su declaración en pro de la autoridad
real y carácter popular el movimiento comunero ha sido visto por varios autores
como un anticipo de la Independencia americana, en la medida en que aquel fue
una expresión de furia contra los funcionarios españoles y también una aspiración
a tener gobiernos con participación criolla. Si bien los comuneros nunca
pretendieron la independencia, este movimiento sirvió de base a los criollos para
años más tarde intentar levantar al pueblo y llevarlo a apoyar en gran parte el bando
de la independencia definitiva, o bando patriota, en objetivo de romper todo vínculo
con la monarquía y por ende adquirir un sentido de libertad y autonomía que nunca
hubieran alcanzado de no ser por el movimiento comunero.
BIBLIOGRAFIA
1. John Leddy Phelan, El Pueblo y el Rey: la revolución comunera en Colombia,
1781. Bogotá, Carlos Valencia Editores, 1980.

2. Margarita Garrido, Reclamos y Representaciones: variaciones sobre la


política en el Nuevo Reino de Granada, 1770-1815. Bogotá: Banco de la
República, 1998.

3
Margarita Garrido, Reclamos y Representaciones: variaciones sobre la política en el Nuevo Reino de
Granada, 1770-1815. Bogotá: Banco de la República, 1998. pp.10

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