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“Las formas de resistencia cotidiana en un entorno politizado: Una lectura de ‘Gregorio

Condori Mamani y Asunta Quispe Huamán’ desde los estudios subalternos y la movilización
social de Cusco de los 60’s”

Por: Luis Enrique Rivera Segura


Geografía y Medio Ambiente - PUCP

1. Introducción
2. Objetivos
3. Estado del arte
a. Las formas de resistencia cotidiana y otras formas de rebelión
b. El movimiento social campesino en Cusco en la década de 1960’s y la nueva
cultura política popular.
c. Gregorio Condori Mamani: ¿la bancarrota del sistema cognitivo andino?
4. Análisis
a. Gregorio y Asunta en el proceso histórico: marginalidad urbana y la resistencia
pasiva.
b. Sobre la identificación indígena como resistencia pasiva
5. Discusión
6. Conclusiones

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Introducción

El libro testimonial de Ricardo Valderrama y Carmen Escalante “Gregorio Condori Mamani y Asunta
Quispe Huamán: Autobiografía” nos conducen a varias reflexiones en el marco de la lucha por la
tierra experimentada en Cusco previamente a la Reforma Agraria, desde estos sujetos marginados
social, cultural y económicamente.

Una de ellas es sobre la narración testimonial, en torno a los canales de la representación y la


subalternidad que habitan los dos personajes del libro, entre la escritura académica y la oralidad, entre
la objetividad y subjetividad; la historia oficial e historiografía artesanal; estos desencuentros han
sido debatidos en muchas oportunidades por científicos sociales.

Asimismo, las formas de resistencia cotidiana (Scott) se desarrollan en los relatos de Gregorio y
Asunta, formas de negociación y resistencia al poder hegemónico colonial, moderno y patriarcal que
se visibilizan en varios pasajes de sus vivencias y cosmovisiones. Lo que nos lleva a reflexionar
además de las formas de rebelión que no son reconocidas por la historiografía sobre grupos
subalternos, en la agencia política de individuos en el marco histórico en el que se desenvuelven.

Para ello, se hará un ejercicio de contextualización de la situación que se vive en Cusco durante la
década de los 60’s e inicios de los 70’s. El ambiente social que se experimenta en Cusco durante el
periodo señalado es producto de varios procesos: la política “participacionista” del velasquismo, el
rol de los actores de izquierda y no menos importante los sindicatos y movimientos campesinos de
los valles y sierra de Cusco, son factores importantes en considerar para entender la aparición de una
nueva cultura política popular.

Dentro de esta construcción histórica, se pretende hallar a Gregorio y Asunta como observadores y
participantes del proceso. Quizás el episodio donde se hace más explícita cómo la cultura política ha
sido transformada, es cuando Gregorio afirma

“Para no ver esta vida de cargador; yo, como viejo, quisiera que todos los cargadores que vivimos
aquí en Cusco, viejos y jóvenes, nos juntásemos en un sindicato. Así haríamos una sola fuerza, con
una sola voz (…)”.

Sus acercamientos a Emiliano Huamantica, dirigente sindicalista, o su conocimiento del liderazgo de


Hugo Blanco cambiaron su percepción de la estrategia política. Pero también es pertinente la reflexión
en torno a la subalternidad y a la toma de conciencia. Para ello utilizaré brevemente como ejemplo el

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caso de Bolivia y la movilización de sectores sub alternos en el siglo XIX y XX (Navarro et al.) en el
que la identificación como campesinos en tanto conciencia de clase no se contrapone a la identidad
indígena pero ambas se negocian y se yuxtaponen por momentos para articular su discurso y perseguir
objetivos políticos. En el caso de Cusco, también hay reflexiones que pueden extraerse para el
movimiento social identificado como campesino.

Con respecto a la vivencia y agencia política de Gregorio y Asunta las preguntas que se tratan de
responder son: ¿La toma de conciencia constituye un proceso de aculturación? , ¿La organización
política del sindicato constituye una forma válida para conseguir los objetivos políticos de los
subalternos?, ¿La Resistencia cotidiana a las formas de opresión que no son posibles desde una
organización como un sindicato, considerando la posición de las mujeres indias, nos revela formas
en la que las luchas son priorizadas y jerarquizadas?, ¿La escritura del libro de testimonio constituye
una forma de resistencia y de agencia política subalterna en otros espacios y temporalidades?

Las formas de resistencia cotidiana y otras formas de rebelión

El encuentro entre historia y antropología que se da en los estudios subalternos, es un campo


interesante para explorar cuáles son las lógicas de poder en las que se desenvuelven estos sujetos
considerando su agencia política y conciencia. En particular, los estudios de las rebeliones para Veena
Das nos demuestran a estos sujetos como protagonistas de sus propias historias y a los estudios
subalternos como una perspectiva de la historia.

Frente a la historiografía colonial que pretende invisibilizar a los subalternos, se demuestra cómo
estos sujetos desafían el poder judicial, policial y la burocracia (Veena Das, 1997). Asimismo se
plantean diversas críticas y proyectos de investigación como: la sobredeterminación de la
racionalidad de los individuos en la investigación de ciencias sociales; la concepción del tiempo
entendido como un proceso y no linealmente como sucesión de hechos; el abordaje de una realidad
intersubjetiva en el espacio de lo cotidiano que no solo descansa en un punto en el tiempo.

James Scott hace un análisis de cómo las formas de resistencia pueden leerse o interpretarse
atendiendo a las lógicas cotidianas de resistencia y formas de rebelión distintas a las que se conocen.
Indica que mediante “mecanismos de enmascaramiento” de los deseos y fantasías de los subalternos
se pueden representar y publicitar los discursos que desafían el orden establecido. (1990: 167-215)
Las formas de comunicación y de expresión popular revelan muchas veces formas de contestación al
discurso oficial. Pueden estar relacionadas con episodios de rebeliones en el que el deseo por la
liberación es más enunciado, en formas más sutiles hacia formas más convencionales de rebelión.

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La contribución de Scott a los estudios subalternos se sintetiza en que la resistencia no solo es
entendida como toma de conciencia. Partiendo de la re conceptualización que hace Williams sobre
Hegemonía: “es un complejo efectivo de experiencias, relaciones y actividades que tiene límites y
presiones específicas y cambiantes” diferenciándose así del concepto que propone Gramsci y la
ideología como toma de conciencia. De ese modo es entendiendo como un estudio de procesos
dinámicos y complejos en donde dominación y resistencia están actualizándose.

De ahí parte la importancia para entender los procesos en su cotidianeidad para recuperar esa voz de
los dominados que lucha por objetivos comunes partiendo de diversos sentires y deseos. En el caso
de las Haciendas y el período estudiado. El sometimiento de los indígenas durante siglos, la opresión
de las élites terratenientes, la implantación de esquemas culturales occidentales y modernos son temas
que estarán presentes en este estudio. En ese sentido, las rebeliones en el Cusco contra los
terratenientes tienen que ser entendidos como un proceso continuo que se vincula a las formas de
rebelión en las haciendas. Para ello se problematizará en torno a la toma de conciencia que conllevó
a la conformación de un movimiento campesino organizado. Así como la vivencia de Gregorio y
Asunta quienes siendo algunas vez pongos en las haciendas, migraron a la ciudad para convertirse en
cargadores.

El movimiento social campesino en Cusco en la década de 1960’s y la nueva cultura política


popular

Durante el Cusco de los años 50’s, el escenario político regional es producto de un proceso
acumulativo de más de una década. El Partido Comunista Cuzqueño, tienen un trabajo activo en la
ciudad desde el Frente de Trabajadores del Cusco (FTC). También durante esa época las
reivindicaciones campesinas pasan al plano político, el PC cuenta con una propuesta de Reforma
Agraria y además apoya legalmente en asuntos concretos a los campesinos ante los abusos de los
hacendados. En 1947 es cuando se funda el primer sindicato de la hacienda Manura, anticipando la
vinculación política entre espacio urbano y rural que se mantendría muchos años después.

También durante esta época es cuando se produce el episodio conocido como “Cusco Rojo” en el que
acontecen días de agitación popular promovidas por la FTC y el Partido Comunista. Se hace evidente
también el liderazgo de Emiliano Huamantica, dirigente sindical, quien encabeza la huelga que tomó
la plaza de Armas del Cuzco, donde se produjeron varios heridos fatales. Asimismo se gestó un comité
popular y una milicia popular encargada de mantener el control producto de la toma de la ciudad 1.

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Fuente: “Las insurrecciones de Cusco Rojo de 1958 y la milicia popular”
http://jesusmanya.blogspot.com/2011/09/la-insurrecion-del-cusco-rojo-de-1958-y.html

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Dicha insurrección también tuvo como producto la formación de la Federación Distrital de
Campesinos de La Convención (FDCC) que articulaba una red de sindicatos agrarios.

Mientras tanto en la década de 1960, la situación de las haciendas y de campesinos era de tensión con
los hacendados y autoridades locales. En el caso de la hacienda Romanville, los campesinos arrendires
empezaron con una producción intensiva de café, hecho que provocó una fuerte reacción en los
Hacendados quienes acudían a las autoridades locales del Estado para que procedieran a quitarles el
terreno. Para Fioravanti “El origen del cambio social está en el desarrollo de la agricultura de
plantación en las parcelas de los arrendires que tiene como consecuencia una ampliación del mercado
interno y una penetración del comerciante foráneo” (1974: 164). En síntesis, el descontento popular
frente a las medidas coercitivas que tomaba el hacendado fueron canalizadas a través de la FDCC que
estaba encabezada por Hugo Blanco.

La toma de tierras de la Convención y Lares representó a nivel de los sindicatos, una heterogeneidad
en su estructura organizativa, ya que por un lado contaron con la influencia de la clásica estructura
urbana de sindicato del FTC, coincidiendo con los objetivos y características del movimiento
campesino. Del lado del campesinado, fueron los arrendires con mayor ocupación de tierras quienes
sintieron la necesidad de la tenencia directa de tierras y en consecuencia, eran las haciendas con más
extensión territorial los que contaban con más sindicatos.

Para Hugo Blanco la toma de tierras de La Convención de Lares era un objetivo estratégico para la
conquista de proyectos políticos mayores. En primer lugar, expresaba la necesidad de un brazo
armado que defienda las conquistas de las tierras de carácter defensivo que al mismo tiempo
conduciría al desgaste de las fuerzas de la oligarquía y el desarrollo paralelo del campesino o poder
dual. (Blanco 1972: 47)

Después de la toma de tierras, la situación de represión desgastó al movimiento social y acabó con
los principales líderes entre ellos Hugo Blanco. A nivel de la izquierda e interesante visibilizar que el
fracaso de la guerrilla del 65´ y los debates desde Lima culminaron en la división del Partido
Comunista, la desaparición de la Confederación Campesina del Perú. Definitivamente un periodo en
el que los partidos de izquierda y la estrategia guerrillera fallaron. Como indica Béjar uno de los
líderes del ejército de liberación nacional, la relación con las fuerzas armadas era de hostilidad pero
habían quienes tenían una conciencia antiimperialista. Con la entrada de la Junta Militar de J. Velasco,
ingresa también SINAMOS a Cusco, encontrando a una FDCC sin la fuerza suficiente para enfrentar
un ejército de funcionarios públicos que contaba con el respaldo estatal (Renique 1991: 248).

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Por último, un factor importante de considerar en el campo social fue la aparición de una burguesía
local y regional dedicada al comercio como actividad económica resultante de la aplicación de
reforma agraria. Así como los procesos demográficos, con las primeras olas migratorias del campo a
la ciudad de Cusco, y las consiguientes consecuencias de marginalidad social, política y económica
para un sector de la población. Gregorio y Asunta forman parte de esta ola migrante que se asienta en
la ciudad de Cusco.

Gregorio Condori Mamani: ¿la bancarrota del sistema cognitivo andino?

Tras la publicación del libro, se dieron varios debates entre científicos sociales sobre lo que
representaban los personajes. Uno de los debates fue entre Jürgen Golte y Juan Ossio quienes debatían
el devenir del pensamiento andino frente al desarrollo tecnológico de “occidente”. Gregorio en un
pasaje indica que es un juego de Dios que la cultura andina tenga menos avance tecnológico y
conocimientos que los españoles, después de observar las máquinas modernas que empezaban a
aparecer en su espacio. Ante esto, Jürgen Golthe califica las ideas de Gregorio como un “ánimo
mesiánico, mítico, metafísico casi gustar de su ingenuidad” (1980: 20). Añade que la hegemonía del
sistema cognitivo de occidente es tal que ya constituye una dominación imparable y el hecho de
pretender restaurar una cultura andina, “un derecho de la gente a defender su cultura” es relativismo
cultural.

Por otro lado, Juan Ossio contesta que en Gregorio Mamani se evidencia la creatividad del
pensamiento andino, el asombro ante el pensamiento de un cargador son cualidades de una “identidad
cultural andina” (1981:57). Le responde a Golte con severidad por su falta de reconocimiento al
sistema cognitivo de Gregorio y la capacidad de pensar bajo sus propias categorías el mundo que lo
rodea. Evidentemente el acento de Golte está enfocado desde la apropiación de las formas de
reproducción de conocimiento y la producción tecnológica sobre la naturaleza propias del marxismo,
mientras que Ossio tiene una entrada desde la “cultura”, un “giro” que las ciencias sociales peruanas
recién experimentan durante los 80’s.

A partir de su publicación, varias investigaciones han complejizado este libro testimonial y lo que
representan sus personajes. El problema de la traducción transcultural es abordado por Howard-
Malverde en el que se explica cómo la identidad autopercibida que es enunciada por Gregorio (runa,
quechua, huérfano) mantiene tensiones de traducción interlingüísticas e intralingüísticas que se dan
entre el sujeto entrevistado y entrevistador; y las traducciones a otras lenguas (Howard-Malverde
1995: 67-75) El sentido original del texto sufre un proceso transculturación (1995: 83) con el ejercicio
de traducción inevitablemente.

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También se ha problematizado en torno al poder discursivo y cómo los grupos subalternos en su
oralidad mantienen dinámicas de poder con entrevistadores y entrevistados. En el caso del testimonio
analizado, Lienhard señala muy agudamente que Gregorio mantiene un diálogo con el testimonio de
Asunta, pero también dialoga con los antropólogos que lo entrevistan, mediante la traducción a un
español “andino” normativo (Lienhard, 2000: 793). Entonces, el poder discursivo se encuentra
mediado por una serie de traducciones y relaciones de poder propios de la representación
logocéntrica.

Finalmente, también hay un desarrollo de las ideas de Scott y las formas de resistencia cotidiana en
el relato de Gregorio. Las historias míticas tienen una función de resignificar la memoria de manera
política. Temas como las formas de traducción e interpretación, la exclusión del proyectos
modernizador por su cultura quechuahablante y los reclamos respecto a una cultura que ha sido
colonizada se hacen presentes en sus relatos (Del Valle, 2009). Estas interpretaciones sirven de guía
para reconocer cuáles son los objetivos políticos expresados en el testimonio: la formación del
sindicato de cargadores y el rechazo ambivalente a la modernidad colonizada.

ANALISIS

Gregorio y Asunta en el proceso histórico: marginalidad urbana y la resistencia pasiva.

Los personajes del testimonio se ubican como observadores y participantes del proceso de “toma de
tierras” en Cusco, sin embargo más allá del objetivo de formar un sindicato de Cargadores, no hay
muchas menciones sobre la organización y la movilización acontecida. Puedo sugerir que durante la
toma de tierras y cuando el movimiento toma su punto más álgido, las vidas de Gregorio y Asunta
estaban ocupadas en actividades de subsistencia y de mantener una posición social en la ciudad. No
es desestimable la declaración que hace Gregorio acerca del sindicato pues la conciencia del individuo
se asoma desde ahí a partir de una ideología que busca objetivos políticos de reivindicación, sobre
esto volveré más adelante.

Sin embargo, en sus relatos hay pasajes en los que se evidencia la memoria y el conflicto que hay
entre la síntesis de dos mundos como fue el andino y el español. “El Inkarrey que está viviendo ahora
en el ukhu pacha, desde la vez que lo mató el señor cura Pizaro, va a salir ese día del fin de este
mundo en alcance de los runas” (Valderrama, 2014: 35). Así como la representación que hace del
origen del Cusco como un enfrentamiento entre el Inca quien tuvo que encerrar el viento para iniciar
la ciudad y el Inca Qolla que reclamaba propiedad sobre ese viento. (2014: 24) Por otro lado, en un
pasaje también narra la importancia de elegir una buena cosecha durante la fiesta de San Cipriano,

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para ello hace referencia al conflicto entre el granizo en donde habitan tres hermanos que destruyen
las cosechas (2014: 43). En otro pasaje hace referencia a las bondades que tiene el ayni para recobrar
vínculos sociales de trabajo comunitario, pero sin mucho éxito para convencer a sus pares.

Siguiendo a Scott podemos indicar que estos relatos míticos son disfraces para ocultar una experiencia
y una memoria que se encuentra amenazada por el poder hegemónico. Los mitos son utilizados por
los grupos subordinados para transmitir su mensaje y son constantemente actualizados por quienes
cuentan las historias. Cabe indicar el episodio en el que Gregorio pasa su estadía en la cárcel en la
que se retrata la vivencia como un espacio de encuentro y de socialización entre indios runas como
el, en donde intercambiaban historias, tantas como las que nunca había escuchado en su vida (2014:
56 – 66). Con una lectura más fina, que tenga en el centro de la reflexión a la resistencia, podemos
indicar que en sus historias míticas se transmite la resistencia al poder colonial, a las formas de
individualización del trabajo propias del capitalismo y al trabajo duro que tienen que soportar los
indios como él.

Sobre la identificación indígena como resistencia pasiva

Como ya se ha mencionado los acercamientos de Gregorio a Emiliano Huamantica, dirigente


sindicalista, o su conocimiento del liderazgo de Hugo Blanco cambiaron su percepción de la estrategia
política necesaria para conseguir sus objetivos políticos. Pero es pertinente hacer la pregunta que
vincula teóricamente la subalternidad con la “toma de conciencia”: ¿Cómo se da el proceso de toma
de conciencia en la población subalterna?, ¿Tiene que ver con la identificación campesina? A
continuación ensayaré algunas respuestas a estas interrogantes.

Para ello utilizaré brevemente como ejemplo el caso de Bolivia y la movilización de sectores sub
alternos en el siglo XIX y XX en el que la identificación como campesinos en tanto conciencia de
clase no se contrapone a la identidad indígena pero ambas se negocian y se yuxtaponen por momentos
para articular su discurso y perseguir objetivos políticos. En el trabajo de Navarro y Zieminski se
exponen las posturas de cinco investigadores en el que se evalúa la identificación de los movimientos
campesinos bolivianos. Entre sus conclusiones indican que la identidad campesina se superpone a la
identidad indígena, en tanto que “la tenencia comunitaria debió dar lugar en muchos casos a un tipo
de parcelario, capitalista y/o individual de explotación de la tierra” (Navarro et al, 2009: 16). Otros
historiadores del proceso afirman que el elemento étnico en la movilización no estuvo presente porque
no hubo una alianza inter étnica entre los que se levantaron. Pese a ello, otros investigadores aplican
el concepto de clase para entender el movimiento campesino. De estas múltiples posturas, cabe decir
que el campesinado como fenómeno no puede entenderse fuera de cuestiones étnicas, sociales,

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ideológicas e históricas. Para el caso de Cusco de los 60’s la formación de los sindicatos agrarios
revelaba una estructura de organización híbrida entre elementos urbanos y rurales. Los liderazgos y
las bases interactuaban entre sí para la reivindicación de las tierras que trabajaban.

Desde este punto de vista, la reivindicación campesina no niega otro tipo de reivindicaciones que
pueden pasar por el aspecto material, sino que se limita al fin consecutivo de tener la propiedad de la
tierra. Ya después, las diferentes visiones de los líderes debatirían el futuro del movimiento social de
acuerdo a sus objetivos ideológicos. Sin embargo, la reivindicación indígena presente en la memoria
de sujetos como Gregorio y Asunta, fue dejado de lado durante esta época en la que la izquierda y el
marxismo entendían a estos sujetos en una liminalidad hacia su emancipación. En otros términos, el
problema indígena, sus memorias, su conocimiento e identidad pasó a un plano abstracto mientras las
medidas concretas del movimiento campesino fue la tenencia de la tierra.

DISCUSIÓN

Sobre la agencia política de la narración testimonial y el devenir de los cargadores en la


ciudad de Cusco

En este último punto de reflexión quería interrogar si es que la narración testimonial constituye
también un mecanismo de agencia política, en tanto nos sirve para visibilizar historias de
marginalidad y complejas interacciones de discriminación y exclusión. La narración de Gregorio y
Asunta en este sentido se convierte en un documento valioso que registra la historia y vivencias de
muchas personas en los andes peruanos, en donde procesos sociales interactúan para fomar
estructuras sociales asimétricas. Como indican los autores en su libro, la traducción de este y la
difusión en varios países tuvo consecuencias para la vida de los cargadores al establecerse la primera
asociación “Gregorio Condori Mamani”. Con ayuda de cooperación internacional se pudo aperturar
un hogar comunitario para los y las cargadoras que actualmente son más jóvenes y niños (Valderrama
y Escalante, 2014: 19). Cabe señalar que el deseo de formar un sindicato de Gregorio no pudo ser
posible como él quiso, pero se incentivó una labor humanitaria que actualmente viene funcionando
en la ciudad.

CONCLUSIONES

La lectura de “Gregorio Condori Mamani y Asunta Quispe Huamán” bajo la mirada de los estudios
subalternos ofrece un entendimiento de las formas cotidianas por las que los subalternos se rebelan
al orden establecido. Vuelve a centrar la noción de lo político dentro de categorías como los discursos
y la memoria, en las que estas se encuentran en disputa con una hegemonía del conocimiento

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establecida. Muchas de sus partes revelan cómo es que hay una tensión entre la cosmovisión andina
que a Gregorio le es transmitida con un proyecto de modernidad impuesto, que causa asombro pero
también reconoce en otredad.

La representación que hace Gregorio de sus memorias presenta dificultades para ser traducidas bajo
un esquema logocéntrico, como ha sido desarrollado en estudios literarios y los “testimonial studies”.
La aparente imposibilidad de traducir el pensamiento andino a categorías ajenas a la cultura, atraviesa
un proceso de transculturación que es problemático.

Por otro lado, la toma de conciencia que expresa Gregorio es entendida dentro del marco histórico
donde se desenvuelve: el Cusco de los 60’s y 70’s. Las organizaciones sociales que vinculaban
campesinos, artesanos y obreros repercuten en la cultura política de los habitantes de Cusco e incluso
traspasa los límites regionales los hechos de La Convención y Lares. Sin embargo, vinculando a las
formas de resistencia de la memoria, no existe un proyecto que se vincule a la reivinidicación de una
identidad indígena, quechua o aymara, más que una conciencia de “clase campesina” en donde operan
los liderazgos de izquierda y el fenómeno de cholificación.

La crítica a la ausencia de un discurso indigenista cae por su propio peso cuando se analiza desde las
miradas de los líderes como Hugo Blanco. Sin embargo la falta de una plataforma programática o
agenda para revertir estas relaciones de poder entre la cultura occidental hegemónica y la cultura
andina continúan pendientes. Los estudios post coloniales, ponen el acento en la resistencia pasiva,
en esa resistencia que espera una auténtica rebelión para revertir el mundo en contextos colonizados,
desde ahí parten varias líneas de acción para la investigación en ciencias sociales y humanidades en
nuestro país. Para evidenciar la voz de los dominados.

BIBLIOGRAFÍA

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Fioravanti, Eduardo. Latifundio y Sindicalismo Agrario en el Perú; el caso de los valles de La


Convención y Lares (1958-1964). 1ed. Lima; IEP, 1974.

Golte, Jürgen. Gregorio Condori Mamani o la bancarrota del sistema cognitivo andino. En revista
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Ossio, Juan. “La creatividad del pensamiento andino”. En revista Arte, ciencia y sociedad no.4.
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Rénique, José Luis. Los sueños de la Sierra: Cusco en el siglo XX. Lima: Cepes, 1991.

Scott, James. Domination and the Arts of Resistance: Hidden Transcripts. New Heaven: Yale
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Valderrama, Ricardo y Carmen Escalante. Gregorio Condori Mamani y Asunta Quispe Huamán:
Autobiogafía. 5ta edición en español yquechua. CEQUES ed.

Whyte, Williams F. “Rural Peru, Peasants as Activists”. Society Volume 7, Number1 (November
1969): 37-27.

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