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Programa Educativo
Médico Cirujano
Experiencia Educativa
Anatomía Humana I
Facilitadora
Alumna
Bloque
108
Facultad de Medicina
Campus Veracruz
Aparato Tegumentario
El aparato tegumentario es un tegumento externo (piel) y un tegumento interno (mucosa).
La piel reviste todo el cuerpo, contiene en su espesor terminaciones nerviosas (encargadas de
recoger las impresiones del tacto, del dolor y de la temperatura). Protege a los órganos subyacentes
de los excitantes exteriores.
Espesor: Este oscila entre medio milímetro y dos milímetros, varía según el área del cuerpo.
Resistencia: Sappey ha calculado que tiras de piel de 10 a 12 mm de ancho llegan a resistir pesos
de 10 a 12 kilogramos, se debe a la presencia de fibras elásticas y conjuntivas.
Coloración: Varía en el mismo individuo con la edad y las regiones del cuerpo, y entre varios
individuos con las razas. En algunas regiones del cuerpo la piel es más obscura, como en los
órganos genitales de ambos sexos y en la aréola del pezón, siendo más clara en la cara anterior del
tronco y en la superficie de flexión de los miembros.
Caras de la piel:
Eminencias:
Permanentes: se forman por las papilas de la dermis y visibles por toda la palma de las
manos y en la planta de los pies, dispuestas en hileras rectilíneas o curvilíneas.
Temporales: se forman bajo la influencia de frío o por la acción de las emociones, son
el resultado de la proyección hacia afuera de los fascículos pilosos (piel de gallina).
Surcos o pliegues:
Pliegues Interpapilares: Separan unas de otras las papilas indicadas.
Pliegues musculares: Se presentan en los lugares donde se insertan fibras musculares;
ejemplo: la frente y en el mentón.
Pliegues articulares o de locomoción: son pliegues de flexión, situados en la
proximidad de las articulaciones, son constantes. Ejemplos: el pliegue del codo o de la
palma de la mano.
Pliegues seniles: Constituidos por las arrugas de la vejez, resultantes de la desaparición
de la grasa subcutánea y de pérdida de la elasticidad de la piel.
Orificios: Tienen dimensiones variables que dan paso a los pelos y a los conductos de
excreción de las glándulas sebáceas y sudoríparas.
Anexos de la piel
1. Pelos:
2. Uñas
3. Glándulas sebáceas
Pertenecen al grupo de las glándulas acinosas o ramificadas,
Son en menor número que las sudoríparas
Segregan sebo cutáneo.
Sebo cutáneo: sustancia oleosa que segregan las glándulas sudoríparas.
Las glándulas sebáceas están compuestas:
Cuerpo glanular.
Conducto excretor.
- El cuerpo glandular:
Es más, o menos piriforme, es anfractuoso
Está situado en el espesor de la dermis
Sus paredes: se continúan con las del conducto excretor, el cual se va estrechando y
adoptando una forma cilíndrica a medida que se aproxima a su desembocadura, a la
epidermis.
Posee una membrana basal sobre la cual descansa un epitelio constituido por una capa
de células cúbicas; más adentro, existe una capa de células poliédricas rellenas de gotas
de grasa y mayores cuando más cerca están del conducto excretor, a la vez que más
impregnadas de substancia sebácea.
El conducto excretor: está revestido de células aplanadas que se continúan con la capa
germinativa de la epidermis.
4. Glándulas sudoríparas
Son tubulares simples.
Glomérulo: cuerpo glandular enrollado en forma de ovillo.
Ubicación del glomérulo: Está situado en la parte más profunda de la dermis, se halla
generalmente situado en el tejido conjuntivo y puede ser bastante grande, como sucede en
la axila, donde el diámetro alcanza de 1 hasta 3 milímetros.
Conducto excretor: atraviesa la piel, desembocando en la superficie, merced a un poro
sudoríparo.
Son las más numerosas en la palma de la mano y en la planta de los pies (Sappey, ha
calculado que existen en el cuerpo humano 2 000 000 de glándulas sudoríparas)
Son muy raras en los párpados, faltan totalmente en los labios menores y en la parte inferior
de los labios mayores, en la cara interna del prepucio y en la glande; no existen en la piel de
las cejas y en la piel del carillo y de la frente donde se insertan músculos.
Glomérulos más pequeños: están situados en diversos lugares de la piel, miden desde una
décima de milímetro hasta 1 milímetro.
El conducto excretor: es continuación del conducto glomerular; siguiendo una dirección
más o menos rectilíneas, atraviesa la dermis y la epidermis y termina a favor de un
conducto infundibuliforme. Al llegar a la dermis, se hace flexuosos, abriéndose en las
depresiones interpapilares; en la palma de la mano y la planta de los pies emerge del vértice
de las crestas.
Existen algunas glándulas sudoríparas que deben mencionarse aparte de otras: son
glándulas axilares, las glándulas ceruminosas y las glándulas de MOLL.
Glándulas axilares:
o Son de tamaño considerable
o Su glomérulo alcanza hasta cuatro milímetros
o Su tubo excretor mide de 1 a 2 décimas de milímetro de diámetro.
Glándulas ceruminosas:
o Están situadas en la piel del conducto auditivo externo, desembocando sus
canales excretores en los folículos pilosos de la misma.
o Segregan una substancia llamada cerumen
o Su tubo excretor es rectilíneo, corto, ya que pierde su blandura al contacto
del aire, tomando el aspecto de cera solidificada.
o El cerumen es una materia amarillenta, amarga y untuosa que pierde su
blandura al contacto del aire, tomando el aspecto de cera solidificada.
Glándulas de MOLL:
o Están situadas en el espesor de los párpados
o Su canal excretor desemboca en los espacios que quedan entre cada dos
pestañas
o No son propiamente glomerulares sino tubulares
o Parecen más bien glándulas sudoríparas embrionarias, aunque por su
estructura son semejantes a las adultas.
Circulación e inervación de la piel
La circulación sanguínea es distinta en las regiones diversas del organismo, lo que explica las
variaciones de color y aún la predisposición que para ciertos padecimientos presentan algunas
regiones de la piel.
Las disposiciones de las arterias cutáneas: son más o menos uniforme.
Red hipodérmica: parten ramos que penetran en la dermis dividiéndose en arborizaciones
cónicas, cuyas bases corresponden a la de las papilas.
Arborización: se anastomosa con las redes papilares adyacentes y produce en plena dermis
ramitos colaterales para las glándulas sudoríparas y sebáceas, así como para los folículos
pilosos.
Al nivel de cada papila: entra una arteria y sale una vena. Ambas son a veces rectilíneas,
pero más frecuente se entrelazan en forma de ocho, mediante un capilar
Las venas nacidas en las papilas: recogen los afluentes de los folículos pilosos y de las
glándulas de la piel y van a desembocar a las venas subcutáneas.
Los linfáticos se inician en la base de las papilas por una red subpapilar, donde desemboca
un linfático central por cada papila
De la red subpapilar parten numerosos troncos linfáticos de calibre variable que van a
desembocar a los linfáticos subcutáneos, que a su vez llevan la linfa a los ganglios linfáticos
superficiales del organismo.
Los nervios son numerosos en la piel. Unos terminan en el tejido conjuntivo subcutáneo,
mientras otros penetran en la dermis, acabando en ella o continuando hasta la epidermis.
Las terminaciones nerviosas subcutáneas comprenden los corpúsculos de pacini, de forma
ovoide, opalinos de 1 a 5 milímetros de longitud, que se encuentran distribuidos en casi la
totalidad de la piel; son de forma cilíndrica o fusiforme, de tamaño variable y se hallan
diseminados, en todo el tegumento, aunque son más abundantes en la palma de la mano y
en la planta de los pies.
Terminaciones nerviosas intradérmicas: constituyen fibras nerviosas bastante tenues que se
pierden entre los elementos anatómicos mediante ramificaciones libres, o terminan en los
corpúsculos de Meissner, que forman pequeños aparatos sensoriales a los que se han dado
el nombre de corpúsculos del tacto, se encuentran exclusivamente en los dedos, tanto de las
manos como los pies, donde generalmente se alojan en las papilas dérmicas.
Un córpusculo de estos está compuesto de fibras nerviosas mielínicas que se arrollan unas
sobre otras, del vértice a la base, lanzando ligeras prolongaciones a los lados y terminando
hacia su región central.
Las terminaciones libres: van a parar a las glándulas, perdiéndose en sus paredes a los
folículos del pelo, a los músculos erectores de éstos, a los vasos sanguíneos y linfáticos,
formando como ellos redes nerviosas subpapilares.
La inervación vegetativa de la piel le llega por medio de los plexos periarteriales y
acompañando a las terminaciones de los nervios raquídeos.