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Cómo inyectar en la vena

Inyectar medicamentos en una vena puede ser difícil, pero existen algunas estrategias
simples que pueden ayudarte a hacerlo correctamente. No intentes aplicar una
inyección a menos que hayas recibido la capacitación para hacerlo. Si eres un médico
profesional aprendiendo a aplicar inyecciones o si necesitas inyectarte un
medicamento, comienza preparando la jeringa. Luego, encuentra una vena y
administra la inyección lentamente. Siempre usa equipo estéril, inyecta el
medicamento en el flujo sanguíneo y vigila si hay complicaciones después de
administrar la inyección.

1 Preparar la inyección

1
Lávate las manos. Antes de manipular el medicamento o la aguja, lávate las
manos a profundidad con agua tibia y jabón. Frota el jabón entre las manos y
los dedos durante 20 segundos. Al terminar de enjuagarte, sécate las manos
por completo usando una toalla o toallas de papel limpias.
 Para minimizar aún más el riesgo de infección o contaminación, probablemente
también debas usar guantes médicos desechables y estériles. Los guantes no
siempre son necesarios pero su uso puede ser obligatorio en centros de
atención médica.[1]
Consejo: si necesitas tomar el tiempo mientras te lavas las manos, tararea la
canción de feliz cumpleaños dos veces. Esto tomará cerca de 20 segundos. [2]

2
Inserta la aguja en el medicamento y tira del émbolo. Saca una jeringa
limpia y sin usar e inserta la punta en el frasco del medicamento. Lleva la dosis
correcta hacia la jeringa tirando del émbolo hacia atrás. Administra únicamente
la dosis exacta prescrita por el médico. No uses más ni menos. Sigue cualquier
instrucción adicional que el médico te proporcione, respecto a la preparación
correcta del medicamento.[3]
 Siempre revisa los medicamentos para verificar que sean seguros de usar. El
medicamento en sí debe estar libre de desechos y decoloraciones y el frasco
no debe presentar fugas o signos de daño.

3
Sostén la jeringa con la aguja mirando hacia arriba y extrae el exceso de
aire. Luego de atraer la cantidad requerida de medicamento hacia la jeringa,
voltéala de forma que la aguja apunte hacia arriba. Después, golpea
suavemente el costado de la jeringa para llevar cualquier burbuja de aire hacia
la superficie. Presiona el émbolo solo lo suficiente para sacar el aire de la
jeringa.[4]
4
Coloca la jeringa sobre una superficie plana y limpia. Después de sacar el
aire, coloca una tapa estéril sobre la punta de la jeringa para protegerla y ponla
sobre una superficie estéril hasta que tengas todo listo para usarla. No permitas
que la aguja entre en contacto con cualquier superficie no estéril. [5]
 Si dejas caer la aguja o la tocas accidentalmente, prepara una nueva inyección.

 Siempre asegúrate de que el aire quede fuera de la jeringa antes de aplicar la


inyección.
Parte2 Encontrar una vena

1
Haz que la persona beba de 2 a 3 vasos de agua. Cuando el cuerpo está
hidratado adecuadamente, la sangre se bombea a través de las venas sin
problemas, haciendo que sean más grandes y fáciles de ver. Es más
complicado localizar una vena en una persona que está deshidratada. Si
sospechas que la persona está deshidratada, pídele que beba de 2 a 3 vasos
de agua antes de aplicarle la inyección.[6]
 El jugo, te o café descafeinado también pueden ayudar a rehidratar a una
persona.
 Si la persona está severamente deshidratada, es probable que se le necesiten
administrar líquidos vía intravenosa. Continúa buscando una vena si la persona
no puede beber líquidos.

2
Busca una vena en el brazo, cerca de la parte interior del codo. Las venas
en esta área del brazo son más seguras para inyectarse y normalmente
también son más fáciles de encontrar. Pregúntale a la persona si prefiere que
la inyectes en cierto brazo. Luego, mira su brazo para ver si puedes detectar
una vena. Si no puedes, es probable que necesites llevar la vena hacia la
superficie.[7]
 Cuando administres inyecciones frecuentemente, alterna los brazos cada dos
días para evitar que las venas colapsen.
 Ten mucho cuidado si inyectas en las manos o los pies. Muchas veces es más
sencillo encontrar las venas en estas zonas, pero también son más frágiles y
pueden colapsar fácilmente. Además, las inyecciones en estas áreas también
pueden ser muy dolorosas.
Advertencia: ¡Nunca inyectes en el cuello, la cabeza, la ingle o la muñeca! Hay
arterias importantes en el cuello y la ingle que puede aumentar el riesgo de
sobredosis, pérdida de una extremidad e incluso de muerte debido a una
inyección.
3
Coloca un torniquete alrededor del brazo para llevar una vena hacia la
superficie. Envuelve un torniquete elástico de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) por
encima del sitio de la inyección. Usa un nudo simple flojo o simplemente inserta
los extremos del torniquete dentro de la banda para asegurarlo. Para
inyecciones administradas al interior del codo, asegúrate de que el torniquete
esté atado por encima del montículo del bíceps y no justo sobre el bíceps.
 El torniquete debe ser fácil de retirar. Nunca uses un cinturón u otro trozo de
tela rígida, ya que esto distorsionará la forma de las venas. [8]
 Si la vena es difícil de ver, considera atar el torniquete sobre el hombro para
ayudar a llevar la sangre hacia el brazo.
4
Indícale a la persona que abra y cierre la mano. También le puedes darle
una pelota antiestrés a la persona, y pedirle que la apriete y la suelte varias
veces. Observa si la vena se vuelve más visible después de 30 a 60 segundos
haciéndolo.[9]
5
Palpa la vena con los dedos. Una vez que encuentres una vena, coloca un
dedo encima de ella. Usa este dedo para presionar suavemente hacia arriba y
abajo con un movimiento de rebote durante 20 a 30 segundos. Esto provocará
que la vena se expanda y se vuelva un poco más fácil de ver. [10]
 ¡No presiones demasiado fuerte! Usa una presión suave para palpar la vena.
6
Aplica una compresa tibia en el área, si las venas aún no son visibles. El
calor provoca que las venas se dilaten y crezcan, haciéndolas más fáciles de
encontrar. Si necesitas calentar el sitio de la inyección, coloca una toalla
húmeda en el microondas durante 15 a 30 segundos y ponla encima de la
vena. También puedes empapar directamente el sitio de la inyección con agua
tibia.[11]
 Otras opciones para calentar todo el cuerpo incluyen tomar una bebida caliente
como té o café o bañarse con agua tibia.
 ¡Nunca administres una inyección a alguien que esté en una bañera!
Dependiendo de los efectos de la inyección, esto pude ponerla en riesgo de
ahogarse.[12]
7
Limpia el área con alcohol, una vez que identifiques una vena
viable. Asegúrate de que la piel en el sitio de la inyección esté limpia antes de
aplicarla. Una vez que tengas una vena lista para usarse, limpia el área con
una almohadilla con alcohol isopropílico. [13]
 Si no tienes almohadillas de limpieza preparadas, sumerge una bola de
algodón estéril en alcohol isopropílico y úsala para limpiar el área.
1
Inserta la jeringa en la vena a un ángulo de 45 grados respecto al
brazo. Retira la aguja preparada del lugar estéril en que la hayas colocado e
inserta la punta cuidadosamente dentro de la vena en el sitio de inyección.
Inserta la aguja de forma que el medicamento se inyecte en la misma dirección
que el flujo sanguíneo. Debido a que las venas llevan sangre hacia el corazón,
inyecta el medicamento de forma que también fluya hacia el corazón.
Asegúrate de que el bisel de la aguja mire hacia arriba cuando lo hagas. [14]
 Si tienes cualquier duda o pregunta acerca de la colocación correcta de la
aguja, consulta a un médico o enfermera calificado antes de inyectar una vena.
Advertencia: solo comienza a inyectar, una vez que hayas identificado
claramente la vena en la que aplicarás la inyección. Inyectar un medicamento
creado para administrarse vía intravenosa en otra parte del cuerpo, puede ser
peligroso e incluso mortal.
2
Jala el émbolo para confirmar que la aguja está en la vena. Con cuidado,
jala un poco el émbolo y observa si entra sangre en la jeringa al hacerlo. Si no
hay sangre, no estás en la vena y necesitarás retirar la aguja e intentar de
nuevo. Si extraes sangre de color rojo oscuro, has entrado a la vena
exitosamente y puedes continuar con el resto del proceso. [15]
 Si la sangre sale con una presión notable y tiene una apariencia espumosa y
un color rojo brillante, has insertado la aguja en una arteria. Retira la aguja de
inmediato y aplica presión directamente sobre el sitio para detener el sangrado.
Una vez que el sangrado se haya detenido, inténtalo otra vez con una aguja
nueva.[16]
3
Retira el torniquete antes de aplicar la inyección. Si has colocado un
torniquete antes de insertar la aguja, retíralo en este momento. Aplicar una
inyección con un torniquete colocado puede provocar que la vena colapse. [17]
 Si la persona también ha estado apretando el puño, pídele que se detenga en
este punto.
4
Presiona el émbolo lentamente para inyectar el medicamento en la
vena. Es importante inyectar lentamente para evitar poner demasiada presión
en la vena. Empuja el émbolo con una presión lenta y constante hasta que todo
el medicamento se haya administrado. [18]
5
Retira la aguja lentamente y aplica presión en el sitio. Después de
administrar el medicamento, retira la aguja lentamente y aplica presión al sitio
inmediatamente. Presiona un trozo de gasa o una bola de algodón sobre el sitio
de la inyección durante 30 a 60 segundos para detener el sangrado. [19]
 Si el sangrado es excesivo y no se detiene, llama a emergencias y solicita
atención médica.
6
Venda el sitio de la inyección. Cubre el sitio de la inyección con un trozo
nuevo de gasa estéril y mantenlo en su sitio usando cinta adhesiva médica o un
vendaje adhesivo. Esto ayudará a mantener la presión en el sitio después de
quitar el dedo de la gasa o la bola de algodón.
 Después de vendar el sitio de la inyección, el proceso estará completo.

7
Busca atención médica de emergencia. Hay muchas complicaciones a tener
en cuenta después de administrar la inyección. Es probable que notes algún
problema inmediatamente después de la inyección o en los días siguientes.
Busca atención médica de inmediato si: [20]
 pinchas una arteria y no puedes detener el sangrado;
 hay un área inflamada, caliente y roja en el sitio de la inyección;
 aplicas una inyección en la pierna y la pierna duele, está inflamada o no se
puede usar;
 se desarrolla un absceso en el sitio de la inyección;
 el brazo o la pierna que has inyectado se vuelve blanca o se enfría;
 te pinchas accidentalmente con una aguja que ha sido usada en alguien más.

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