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LOS CONTRATOS

SOMETIDOS A
CONDICIONES GENERALES

Profª. Sara Menor Conde

I. Introducción
 Actualmente, las exigencias del tráfico
mercantil no permiten una discusión
minuciosa de los contratos mercantiles para
adaptarlos a los intereses concretos y
específicos de cada uno de los contratantes
 Esas exigencias fuerzan a estipular «contratos
tipo»,
 de contenido rígido y predeterminado,
 que se repiten uniformemente en una serie
indefinida de contratos iguales y
 en los que la voluntad de una de las partes cumple,
una función secundaria respecto al contenido del
contrato.
I. Introducción
 Por tanto, una de las notas que caracteriza a la
contratación moderna, es el uso masivo de las
condiciones generales que realizan las empresas.
 La mecánica de la contratación en masa, que lleva a
que se deban concluir contratos de contenido idéntico
o muy semejante con una pluralidad de personas,
hace que resulte imposible -o muy oneroso- negociar
individualmente cada uno de los contratos.
 Surgen así, los llamados «contratos de adhesión» o
que incluyen “condiciones generales de la
contratación”, que se caracterizan por
 la ausencia de negociación y
 la predisposición a cargo de una de las partes, sea -o no-
redactora material de las mismas.

I. Introducción
 En contra de lo que se piensa en ocasiones, el fenómeno
de las condiciones generales no ha de enjuiciarse
negativamente:
 de no existir, resultaría imposible concluir en condiciones
favorables para el adherente (por precio, tiempo, etc.) muchos
contratos en sectores muy diversos:
 suministro de agua, electricidad, gas, viajes, seguros...
 Las condiciones generales de la contratación se usan en
todos los casos en que una de las partes no está en
condiciones de negociar en pie de igualdad (por existir
notables diferencias en el poder de negociación) el
contenido concreto de las cláusulas de los contratos que
firma
 Se da, sobre todo, en la contratación con consumidores
 Pero también en la contratación entre empresarios
I. Introducción
 Sin embargo, las condiciones generales de contratación suelen conducir a
abusos
 que son cometidos por la empresa predisponente, amparándose en la posición
de supremacía que ostenta frente al adherente.
 Por ello, las condiciones generales han de ser objeto de un estricto control,
que se ha orientado en varios sentidos:
 De una parte, a controlar que el adherente ha tenido la posibilidad real de
poder conocer las condiciones generales que luego le serán aplicadas, y
que éstas son claras y comprensibles (control de incorporación que impone,
sobre todo, especiales deberes de información y claridad en la redacción).
 De otra parte, a controlar la interpretación de las condiciones generales, de
forma que, no favorezca los intereses de la parte predisponente, sino que,
en caso de dudas de interpretación, se resolverán a favor del adherente (control
de interpretación).
 Finalmente, el control dirigido a evitar que en las condiciones generales
pueda incluirse «cualquier cosa», es decir, tendente a evitar las condiciones
generales abusivas (control de contenido).
 La eficacia del control de las condiciones generales se complementa, en la
Ley, con el deber de información y de control de cumplimiento de sus
normas, que se atribuye a Notarios y Registradores.

II. Regulación
 Durante mucho tiempo las condiciones generales de la
contratación carecieron de normativa reguladora específica.
 La laguna trató de ser colmada a través de ciertas reglas para casos
concretos
 art. 3 Ley de Contrato de Seguro;
 art. 10 de la entonces vigente Ley 26/1984, de 19 de julio, General para
la Defensa de los Consumidores y Usuarios, para regular los frecuentes
casos de condiciones generales en contratos con consumidores.
 En la actualidad se cuenta con la Ley 7/1998, de 13 de abril,
sobre Condiciones Generales de la Contratación (LCGC)
 La Ley se aplica a todos aquellos contratos que contengan
condiciones generales, con independencia de que el adherente sea
un consumidor o un «profesional» (art. 2 LCGC).
 También deberá tenerse en cuenta lo dispuesto en el TRLGDCU
(Real Decreto Legislativo 1/2007),
 Los arts. 80 a 91, se aplican cuando se trate de condiciones
generales en contratos celebrados con consumidores.
III. Concepto
 Por condiciones generales de la contratación entiende
la Ley «las cláusulas cuya incorporación al
contrato sea impuesta por una de las partes, con
independencia de la autoría material de las
mismas, de su apariencia externa, de su extensión
y de cualesquiera otras circunstancias, habiendo
sido redactadas con la finalidad de ser
incorporadas a una pluralidad de contratos» (art. 1)
 Lo decisivo es,
 de una parte, la redacción anticipada y, sobre todo, la
predisposición por una de las partes («predisponente», que
puede no ser el autor material de las condiciones generales);
 de otra, el hecho de que se redacten para ser empleadas en
una pluralidad de contratos.

IV. Control de incorporación

 El control de incorporación se resuelve


exigiendo, como requisitos para que las
condiciones generales pasen a formar parte del
contrato, que se acepte por el adherente su
incorporación al contrato y sea firmado por los
contratantes, debiendo hacer referencia el
contrato a las condiciones generales
incorporadas.
 En particular, se establece a cargo del predisponente
un deber de informar expresamente al adherente
acerca de la existencia de las condiciones y de
facilitarle un ejemplar de las mismas, para que pueda
entenderse que se han aceptado (art. 5.1 LCGC). .
IV. Control de incorporación
 Cuando el contrato no se formalice por escrito y el
predisponente entregue un resguardo justificativo de la
contraprestación recibida,
 bastará con que el predisponente anuncie las condiciones
generales en un lugar visible dentro del lugar en el que se
celebra el negocio,
 que las inserte en la documentación del contrato que acompaña
su celebración;
 o que, de cualquier otra forma, garantice al adherente una
posibilidad efectiva de conocer su existencia y contenido, en el
momento de la celebración.
 La redacción de las cláusulas generales deberá
ajustarse a los criterios de transparencia, claridad,
concreción y sencillez.
 Las condiciones incorporadas de modo no transparente, en
perjuicio de los consumidores, serán nulas de pleno derecho.

IV. Control de incorporación


 No quedarán incorporadas al contrato [art. 7
LCGC].
 Aquellas condiciones que el adherente no haya
tenido oportunidad real de conocer de manera
completa al celebrar el contrato, o aquellas que no
hayan sido firmadas -debiendo serlo-.
 Las que sean ilegibles, ambiguas, oscuras e
incomprensibles.
 El requisito de accesibilidad y legibilidad no se entenderá
cumplido «si el tamaño de la letra del contrato fuese inferior
al milímetro y medio, o el insuficiente contraste con el fondo
hiciese dificultosa la lectura». [art. 80.1 b) TRLGDCU ]
 Este precepto únicamente resultará de aplicación cuando el
adherente tenga la consideración de usuario o consumidor.
IV. Control de incorporación
 No quedarán incorporadas al contrato [art. 7 LCGC].
 Las que sean ilegibles, ambiguas, oscuras e incomprensibles.
 Tampoco quedarán incorporadas al contrato las cláusulas
«incomprensibles».
 El legislador no es ajeno al hecho de que puedan existir cláusulas que
son incomprensibles por naturaleza para un consumidor medio [p. ej.,
cláusulas sobre la Tasa Anual Equivalente (TAE) en contratos de
financiación].
 Ello no impide per se su inclusión al contrato aunque, para que ésta
tenga lugar, tales cláusulas han de ser objeto de aceptación por escrito
y cumplir las normas sectoriales sobre transparencia [art. 7, b) LCGC].
 Es en el campo de la transparencia, donde las exigencias son mayores
cuando se está ante contratos celebrados con consumidores:
 La transparencia no se proyecta tan sólo sobre la cláusula en sí
misma considerada, sino también sobre su posición en el
clausulado y, en general, sobre el conocimiento que de la misma
tuviera el consumidor con anterioridad a la celebración del
contrato.

IV. Control de incorporación


 La declaración judicial de no incorporación de una
determinada condición general, o de nulidad de la
condición general
 podrá ser instada por el adherente «de acuerdo con las
reglas generales reguladoras de la nulidad contractual»
(art. 9.1 LCGC),
 la sentencia deberá pronunciarse además sobre la
subsistencia del contrato, que ha de considerarse la
regla general en la materia (se consagra el ppo de
conservación del negocio), siendo la ineficacia del
contrato, la excepción (que se decretará sólo en los
casos en que la no incorporación afecte a uno de los
elementos esenciales del contrato)
 art. 10 en relación con art. 9.2 LCGC.
IV. Control de interpretación
 La LCGC establece un control de
interpretación de las mismas,
consagrando,
 de un lado, el principio contra pro oferentem
en el sentido de que las dudas de
interpretación se resolverán a favor del
adherente, y
 de otro, el principio de prevalencia de las
condiciones particulares sobre las generales,
a menos que estas últimas sean más
beneficiosas para el adherente (art. 6).

IV. Control de contenido


 LCGC decreta la nulidad de pleno derecho de
las condiciones generales que contradigan, en
perjuicio del adherente, lo dispuesto en la LCGC
o en cualquier otra norma imperativa o
prohibitiva (art. 8.1 LCGC)
 Sin embargo, la particularidad más notable en
esta materia reside en el artículo 8.2 LCGC, que
señala que «En particular, serán nulas, las
condiciones generales que sean abusivas,
cuando el contrato se haya celebrado con un
consumidor».
IV. Control de contenido
 Crítica/Puntualización:
 Si la LCGC se aplica, en principio, cualquiera que sea
el adherente, en un punto crucial, como es el del
control de las cláusulas abusivas, la Ley restringe su
aplicación, única y exclusivamente, a los contratos
celebrados con consumidores.
 Se procede con ello, aunque tardíamente, a la transposición
al Derecho español de la Directiva 93/13/CE, de 5 de abril,
sobre cláusulas abusivas en contratos con consumidores.
 No quiere lo anterior decir que en contratos entre
empresarios, que contengan condiciones generales,
no puedan darse abusos.
 Sin embargo, en tales casos el adherente profesional habrá
de recurrir al régimen general de la nulidad contractual,
ejercitando la acción individual de nulidad o la acción
individual de no incorporación al contrato. (art. 9.1 LCGC).

V. Cláusulas abusivas
 Las cláusulas abusivas son (art. 3.1 Directiva
93/13/CE, sobre cláusulas abusivas en contratos con
consumidores):
 todas aquellas estipulaciones no negociadas que,

 en contra de las exigencias de la buena fe,

 causan en detrimento del consumidor

 un desequilibrio importante entre los derechos y


obligaciones de las partes
 Normalmente, las cláusulas abusivas suelen ser
“condiciones generales”,
 pero ello no es estrictamente necesario
V. Cláusulas abusivas
 Normalmente, las cláusulas abusivas suelen ser “condiciones
generales”,
 pero ello no es estrictamente necesario
 Por esta razón y porque se quería limitar la especialidad del
régimen a los consumidores, se creyó conveniente que la
regulación sobre las cláusulas abusivas se contuviese en la Ley
General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios
(actualmente TRLGDCU) y no en la LCGC.
 Se consagra una cláusula general de protección contra «todas
aquellas estipulaciones no negociadas individualmente y todas aquellas
prácticas no consentidas expresamente que, en contra de las
exigencias de la buena fe causen, en perjuicio del consumidor y
usuario, un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de
las partes que se deriven del contrato» (art. 82.1 TRLGDCU).
 El legislador, consciente de la dificultad de aplicar una cláusula general
como la enunciada, la complementó con una enumeración -indicativa y
no exhaustiva- de cláusulas (arts. 85 a 90 TRLGDCU) que, «en todo
caso», se consideran abusivas.

V. Cláusulas abusivas
 Enumeración de supuestos de cláusulas abusivas:
 Por vincular el contrato a la voluntad del empresario (art.
85 TRLGDCU)
 Por limitar los derechos básicos de los consumidores (art.
86 TRLGDCU)
 Por falta de reciprocidad (art. 87 TRLGDCU)
 Sobre garantías (art. 88 TRLGDCU)
 Que afectan al perfeccionamiento y ejecución del contrato
(art. 89 TRLGDCU)
 Sobre competencia y Derecho aplicable (art. 90TRLGDCU)
 La Ley 5/2019, de 15 de marzo, reguladora de los
contratos de crédito inmobiliario, ha establecido
expresamente en su Disp. Final 8ª, que las condiciones
incorporadas de modo no transparente en los contratos,
en perjuicio de los consumidores, serán nulas de pleno
derecho (art. 83 in fine TRLGDCU).
V. Cláusulas abusivas
 Consecuencias:
 Las cláusulas en las que se que se aprecie -incluso
de oficio- carácter abusivo «serán nulas de pleno
derecho y se tendrán por no puestas»,
provocando, como regla general, la nulidad parcial
del contrato (siempre que el contrato pueda subsistir
sin las cláusulas nulas: art. 83 TRLGDCU).
 Los contratantes deberán restituirse recíprocamente
lo que hubieran recibido en virtud de la cláusula nula
(o del contrato, si este no pudiera subsistir sin la
cláusula nula) (art. 1.303 Cc).
 La declaración de nulidad de una cláusula abusiva despliega
siempre efectos ex tunc

V. Cláusulas abusivas
 Con esta regulación se está protegiendo a los
consumidores
 no sólo contra las condiciones generales de los contratos,
 sino también frente a aquellas estipulaciones que no hayan
sido negociadas individualmente, aun cuando no sean
condiciones generales de los contratos por no haber sido
predispuestas para una pluralidad de contratos sino para uno solo,
 y también frente a todas las prácticas no consentidas
expresamente
 precisándose, además, que el hecho de que una cláusula aislada,
o ciertos elementos de ella, se hayan negociado individualmente,
no excluirá la aplicación de las normas sobre cláusulas abusivas al
resto del contrato.
 El empresario que afirme que una determinada cláusula ha
sido negociada individualmente, asumirá la carga de la
prueba.
V. Cláusulas abusivas
 La protección que se dispensa en esta materia
(arts. 80 a 91 TRLGDCU), se complementa con
el régimen de acciones de cesación,
reguladas, con carácter general, en los arts. 53
a 56 TRLGDCU.
 Las acciones de cesación
 pretenden una condena al demandado, para que cese en la
conducta realizada y prohíba su reiteración futura
 Tb pueden ejercerse para prohibir la realización de una
conducta, cuando ésta haya finalizado al tiempo de ejercitar
la acción, si existen indicios que hagan temer su reiteración
de modo inmediato.

VI. Instrumentos procesales de control

 LCGC establece, como instrumentos procesales


de control, para evitar los abusos derivados de
la utilización de condiciones generales de
contratación los ss:
 Acción individual de control subjetivo del adherente,
en su condición de parte del contrato
 Acciones colectivas que atribuyen legitimación activa
a aquellas instituciones y asociaciones que tienen
representación de los intereses afectados (incluido el
Ministerio Fiscal) contra cualquier profesional que
utilice las condiciones generales, o contra el que las
recomiende públicamente o manifieste su voluntad de
utilizarlas (arts. 12, 16 y 17).
VI. Instrumentos procesales de control:
acciones colectivas
 Acciones colectivas:
 Acción de cesación (art. 12.2): el objeto es obtener una
sentencia por la que se condene al demandado a eliminar de
sus condiciones generales, aquellas que se reputen nulas y a
abstenerse de utilizarlas en lo sucesivo
 Acción de retractación (art. 12.3): insta al demandado, sea o no
el predisponente, a que se retracte de la recomendación
efectuada de utilizar condiciones generales que se consideren
nulas, y de abstenerse de recomendarlas en el futuro
 Acción declarativa (art. 12.4): se dirige a obtener una sentencia
que reconozca el carácter de condición general de la
contratación de una cláusula, e instar su inscripción en el
Registro de condiciones generales (cuando ello sea obligatorio).

VI. Instrumentos procesales de control:


acciones colectivas
 Legitimación activa (art. 16 LCGC):
 las asociaciones o corporaciones de empresarios, profesionales y agricultores
que tengan encomendada la defensa de los intereses de sus miembros;
 las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación;
 las asociaciones de consumidores y usuarios;
 la Agencia Española de Consumo y los órganos correspondientes de las CC.AA.
y de las corporaciones locales competentes en la materia;
 los Colegios profesionales;
 el Ministerio Fiscal;
 las entidades de otros Estados miembros constituidas para proteger los
intereses colectivos y los intereses difusos de los consumidores, siempre que se
encuentren habilitadas a tal fin mediante su publicación en el Diario Oficial de la
Unión Europea.
 Legitimación pasiva (art. 17 LCGC):
 «contra cualquier profesional que utilice» las condiciones generales en cuestión
(caso de las acciones de cesación y declarativa); o
 «contra cualquier profesional que recomiende públicamente la utilización de
determinadas condiciones generales que se consideren nulas» (en el caso de la
acción de retractación).
VII. Registro de Condiciones Generales de Contratación

 Se integra en la estructura jurídica del


Registro de la Propiedad y Mercantil
 Su organización ha sido recogida en el RD
1828/1999, de 3 de diciembre, como una
sección del Registro de Bienes Muebles
 Es público y todas las personas tienen
derecho a conocer el contenido de sus
asientos, que se realizará bajo la
responsabilidad y control profesional del
Registrador

VII. Registro de Condiciones Generales de Contratación

 Serán objeto de inscripción voluntaria (art. 11.2 al


inicio):
 las cláusulas contractuales que tengan el carácter de
“condiciones generales de contratación”
 Serán objeto de anotación preventiva (art. 11.3)
 las demandas ordinarias de nulidad o de declaración de no
incorporación;
 las acciones colectivas de cesación, retractación y
declarativa; y
 las resoluciones judiciales que acuerden la suspensión
cautelar de la eficacia de una condición general (art. 11.3).
VII. Registro de Condiciones Generales de Contratación

 Deben inscribirse obligatoriamente (art. 11.2 y 11.4)


 Los formularios de los préstamos y créditos hipotecarios
 Ello debe hacerlo el prestamista, antes de empezar su
comercialización
 Las ejecutorias que recojan sentencias firmes estimatorias
de cualquiera de las acciones mencionadas
 Las sentencias firmes dictadas en acciones colectivas o
individuales por las que se declare la nulidad, cesación o
retractación en la utilización de condiciones generales
abusivas
 El Gobierno puede decretar la inscripción obligatoria de las
condiciones generales en «determinados sectores
específicos de la contratación» (art. 11.2, in fine).

FIN DE LA
PRESENTACIÓN

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