Transbordador espacial Challenger

El peor fracaso es el que tiene como resultado la pérdida de vidas. Cuando se trata
de proyectos muy complejos y peligrosos como la NASA, siempre existe un
tremendo riesgo que debe ser rastreado. El 28 de enero de 1986, ese riesgo se
convirtió en una horrible realidad cuando el transbordador espacial Challenger
explotó 73 segundos después del lanzamiento.

La causa fue una fuga en uno de los dos propulsores de cohetes sólidos que
activaron el tanque principal de combustible líquido. La investigación de la NASA
que siguió dijo que la falla se debió a una junta tórica de diseño defectuoso y al
clima frío en el lanzamiento, lo que permitió la fuga.

Pero no fue solo un error técnico lo que descubrió la NASA, sino un error humano.
Los funcionarios de la NASA siguieron adelante con el lanzamiento a pesar de que
los ingenieros estaban preocupados por la seguridad del proyecto. Los ingenieros
notaron el riesgo de la junta tórica, pero sus comunicaciones nunca llegaron a los
gerentes que podrían haber retrasado el lanzamiento para garantizar la seguridad
de la misión y sus astronautas.

Proyecto de estiramiento

El proyecto Stretch fue iniciado en 1956 por un grupo de científicos informáticos de

IBM que deseaban construir la supercomputadora más rápida del mundo. El
resultado de este proyecto de cinco años fue el IBM 7030, también conocido como
Stretch. Fue la primera supercomputadora transistorizada de la empresa.

Aunque Stretch podía manejar medio millón de instrucciones por segundo y era la
computadora más rápida del mundo hasta 1964, el proyecto se consideró un
fracaso. ¿Por qué? El objetivo del proyecto era crear una computadora 100 veces
más rápida de lo que fue construida para reemplazar. El estiramiento fue solo entre
30 y 40 veces más rápido.

El costo planeado fue de $ 13,5 millones, pero el precio bajó a $ 7,8 millones; por lo
que la computadora se completó al menos por debajo del costo. Solo se
construyeron nueve supercomputadoras.

Alumnos: Capezio juan cruz

Gomez Thiago