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Introducción
Buenos días hermanos, ¿Cuántos amigos nos visitan hoy? Levanten sus
manos, ¿cuantos nos visitan de otras iglesias? Gloria a Dios, pero ¿cuantos
vinieron a pie? ¿Y cuantos vivieron en sus vehículos? Hermanos es buenos que
compartamos nuestros vehículos y le demos un aventón a nuestros hermanos,
mejor es dar que recibir. Este es el tema que les traigo hoy, vamos hablar de la
generosidad. ¿Qué es la generosidad? Dice la real academia española, que es dar
sin esperar nada a cambio, desinteresadamente, dar de corazón.
Estas personas tienen algo en común, ¡si! son muy ricas y parecen ser muy
generosas, su generosidad es igual a la relación de su fortuna con respecto a la
cantidad de donaciones acumulada en su vida, este es indicador el estándar que
a veces el mundo reconoce como Generosidad.
Pero veamos que dice la palabra de Dios al respecto. Abran sus biblias en el libro
de
Un padre lleva a su hijo a McDonald, le compra unas papitas, este padre intenta
tomar unas papitas, a lo que este niño le quita la mano, pero si el fue quien lo
trajo, él fue quien pago, pero si quiere se las quita y no es que este padre
necesite, porque el pudiera comprarse unas papitas, este padre quiere que su hijo
comparta de lo que él le ha dado a fin de cuenta él fue quien las compro. Y de eso
se trata de compartir lo que Dios nos da. Finalmente no es de Dios todas las
cosas.
Sabes hermanos todo lo que tenemos es por la gracia de Dios, 1era a los
Corintios 4: 7: Porque ¿Quién te distingue? O ¿qué tienes que no hayas
recibido? Y si lo recibiste ¿porque te glorias como si no lo hubieras recibido?
Entonces nadie debería imponernos ser generoso, ni tener reglas ni normas para
dar. Porque:
Un joven entra en nuestra iglesia llega sin zapatos, descalzo y manifiesta que
le han robado los zapatos, y una chica se quita sus zapatos y le pregunta ¿te
quedan buenos estos zapatos? El joven responde perfecto me quedan bien, la
chica le sonríe y dice quédatelos son tuyos, mi voy con padre en el carro.
Pablo les está diciendo a los de Corintios, los desafío por este ejemplo a poner a
prueba el amor verdadero.
Hoy yo les digo a ustedes hermanos, por amor a nuestros hermanos debemos
ser generosos, Porque el amor exige entrega, sacrificio para el bienestar de otros,
es ser sensible a la necesidad de otros, es tener empatía es un asunto de hechos.
El amor verdadero se demuestra con obras y no con sobras.
Este joven dijo estas palabras: en verdad yo tengo todo lo que necesito para
vivir y lo más importante es que tengo a Cristo en mi corazón y es necesario a que
ayude a esta hermana.
No tengo dinero ni nada que dar lo único que tengo es amor para dar.
¿Cuáles son las barreras que impiden que la gracia de Dios me impulse a ser
generoso?
Piense en lo que tiene y ni en lo que no tiene y sea espontaneo con eso que Dios
le ha dado.
Hubo algunas barreras que les impidieran a los macedonios ser generosos:
Dar con alegría con gozo produce acción de gracias, gloria a Dios y aumenta el
afecto ente los hermanos.
Se dieron así mismo primero al Señor: son personas que han renunciado a sus
propios deseos a sus preferencias para hacer la voluntad del Dios para que Dios
forme su carácter y ser como los mansos. Y cuando hacemos la voluntad de Dios
somos capaces de darnos a nosotros mismos y eso significa que somos capaces
de dar lo mejor de nosotros.
Conclusión
Quizás el mundo tenga sus estándares para medir la generosidad, pero hoy
hemos visto lo que la palabra de Dios nos revela y es que “La generosidad
Depende del Corazón y no del bolsillo.”