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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA

MARIA

FACULTAD DE CIENCIAS E INGENIERIAS FISICAS Y FORMALES


INGENIERIA DE SISTEMAS

HUELLA ECOLOGICA Y ENERGIA ELECTRICA

MG. HELARD A. GARCIA LAZO

ESTUDIANTE:
VÉLEZ FLORES DANIELE - 2021247741
RODRIGUEZ VALDIVIESO FABIAN ANDRES - 2021201751

AREQUIPA – PERU

2022
Introduccion:

Desde que se dio a conocer la insostenibilidad del planeta debido al ritmo de estilos de
vida y consumo continúo, científicos y políticos han tenido el desafío de encontrar
indicadores mediante los cuales se pueda medir la sostenibilidad económica. La economía
ambiental propone la contabilidad verde, el producto nacional verde, el ahorro genuino y
los índices de desarrollo económico sostenible como indicadores de 'sostenibilidad'. Sin
embargo, dado que la economía ambiental asume que el "capital creado por el hombre"
será reemplazado por "capital natural", el alcance de la explicación de la sostenibilidad
es limitado y, como resultado, se ha utilizado como un indicador de "sustentabilidad
débil".

Las políticas energéticas de los países desarrollados basadas en el consumo de recursos


no renovables llevan asociadas una larga lista de impactos responsables de la degradación
ambiental del planeta. El Plan de Implementación de Johannesburgo (PIJ), aprobado por
todos los gobiernos en la Cumbre Mundial de la Naciones Unidas para el Desarrollo
Sostenible de 2002, hace una fuerte llamada al mundo para cambiar los modos
insostenibles de consumo y producción. Uno de los principales problemas a la hora de
desarrollar estos acuerdos ha sido el consensuar instrumentos para examinar el
cumplimiento de los compromisos de Johannesburgo. Estos instrumentos suelen basarse
en indicadores, esto es, medidas en el tiempo de las variables de un sistema que nos dan
información sobre las tendencias de éste y sobre aspectos concretos que nos interesa
analizar.

En consecuencia, y desde la óptica de la Economía Ecológica se aportan indicadores


alternativos como la Huella Ecológica, la Biocapacidad o el Espacio Ambiental, la
Apropiación Humana de la Producción Primaria Neta (HANNP), Energy Return on
Investment EROI, El MIPS o Mochila Ecológica, basados en flujos y consumos de
energía y materiales que, a juicio de sus proponentes, se ubican en una concepción de
"sustentabilidad fuerte", más acorde con la realidad biofísica del planeta.
¿Qué es la huella ecologica?

La Huella Ecológica es un indicador único de sostenibilidad desarrollado por Rees y


Wackernagel en 1996. Mide todos los impactos de ecosistemas o poblaciones expresados
en hectáreas de naturaleza. Usualmente utilizada en regiones o países, esta métrica se
conoce como la huella ecologica corporativa porque puede ser utilizada en su totalidad
por empresas y organizaciones de todo tipo.

La Huella Ecológica es una herramienta importante para identificar tanto los impactos
de las actividades humanas en los ecosistemas como las acciones correctivas tomadas
para mitigar esos impactos.

La Huella Ecológica traduce el consumo total de materiales y energía en hectáreas de área


de producción (cultivos, pastos, bosques, mar, áreas edificadas o absorción de CO2) y
define el impacto de nuestras actividades en los ecosistemas y comprende con precisión.
Desde nuestro punto de vista, el es el último indicador que convierte cualquier tipo de
unidad de consumo (toneladas, kilovatios, litros, etc.), convirtiendo el y los residuos
producidos en un número totalmente significativo.

Todos los productos que llegan al usuario final son diseñados, procesados,
promocionados, distribuidos y transportados o comercializados, desde la extracción de
materias primas (minerales, madera, pescado, etc.) hasta el producto final. Cada uno de
estos pasos o eslabones de la cadena suma un poco más de huella ecológica hasta que
llega al usuario final.

Por ejemplo, una empresa pesquera que utiliza el recurso produce los siguientes efectos:
a) el espacio que utilizó para la pesca; b) consumo de combustible de los barcos; c)
consumo de materiales procesados (redes, cajas, anzuelos, etc.); d) Consumo de otros
recursos (papel, agua, alimentos, etc.). e) Emisiones, vertidos y residuos generados.
Supongamos que la transformación de todos estos efectos en el espacio utilizando los
métodos que ahora describiremos produce una huella ecológica de aproximadamente 10
hectáreas por tonelada de pescado extraída (es decir, cada tonelada de pescado equivale
a todos los recursos generados por el pescado). 10 hectáreas de ecosistemas
bioproductivos).
Dirigir un mercado de pescado donde se usa electricidad, se hace hielo, se usan
suministros de oficina, etc., agrega una nueva huella a esa tonelada de pescado. El
transporte a la fábrica de conservas y el procesamiento en sí, alimentos enlatados y más
le dan a este pescado un Mira. Las ventas y el transporte posteriores, a veces a ubicaciones
muy remotas, se suman a la huella. Finalmente, los productos se sirven en restaurantes
donde se consume electricidad, agua, gas, combustible para calefacción, materiales y
espacio y se generan nuevos residuos. Al final de toda esta cadena, la huella de esa
tonelada de pescado podría variar desde las primeras 10 hectáreas hasta las últimas 1.000
hectáreas.

Es el consumidor final quien recibe todas estas huellas acumuladas, los clientes sentados
a la mesa del restaurante. Pero todos los eslabones del proceso son consumidores
intermedios (como propietarios temporales) del producto 'flujo' que les ha pasado a todos
(peces) y muchos otros productos (desde bolígrafos hasta anzuelos).También era el
consumidor final. ) no condujo al siguiente enlace. Dado que estos productos o usos
finales (como la energía y los combustibles) se pueden considerar incorporados en los
Productos de flujo (como entradas), se puede suponer que todos son Usos intermedios,
pero en realidad lo llama cada enlace. Obtenga el seguimiento del enlace anterior y realice
su propio proceso para crear un nuevo seguimiento. Ambos productos están registrados
en la cuenta de empresa y todos pueden registrarse como camiones.

La cadena del pescado descrita (como las actuales cadenas del petróleo, del acero, del
gas, del vidrio o cualquier otra), es una cadena no sostenible. Sin embargo, si una empresa
determinada, cualquier eslabón de la cadena, opta por la sostenibilidad, podrá y deberá
adquirir productos sin huella o con poca huella (los denominados productos “verdes” o
certificados) y, a su vez, deberá implantar procesos productivos propios que no añadan
nueva huella a ese producto adquirido (utilizando, por ejemplo, biocombustibles,
comprando energía “verde” o implantando energías alternativas propias). Si esta práctica
se extiende por la cadena al completo se producirá un “efecto dominó”, de modo que
todos los proveedores tenderán a hacerse progresivamente más sostenibles con el fin de
incrementar su competitividad.

Por lo tanto, toda empresa, como depositaria o poseedora de la huella de los productos
que hereda o adquiere, y como generadora de nueva huella, debido a sus propios procesos,
puede aplicar con total propiedad el concepto de huella ecológica como indicador de
sostenibilidad. Es más, podríamos asumir que toda la huella de una empresa queda
incorporada en el producto de flujo que va a pasar al siguiente intermediario, como
dijimos anteriormente, y que, por lo tanto, todo es consumo intermedio, en el sentido que
le dan los economistas (todo son productos de flujo hacia el siguiente eslabón); pero, en
el sentido que le damos aquí, también podemos asumir lo contrario, es decir, que todo
consumidor intermedio es en realidad un consumidor final provisional, tanto en cuanto
no se produzca la transferencia de sus productos al siguiente eslabón de la cadena, ya que
es posible que tales productos no salgan de la empresa poseedora.

La huella ecologica de la electricidad

Casi todas las actividades humanas hoy en día afectan el medio ambiente. Una forma
sencilla de evaluarlos es observar cómo afectan cinco áreas amplias del medio ambiente:
aire, agua, suelo y desechos, paisaje y biodiversidad, y riesgos o amenazas a la seguridad.

En este caso se analiza la huella ecológica de la electricidad.

Emisiones de contaminantes a la atmósfera: La quema de carbón, petróleo o gas para


la generación de energía siempre produce gas como subproducto de la combustión. Sin
embargo, la cantidad y calidad del gas que sale de la chimenea depende de varios factores,
incluido el tipo de combustible utilizado, el tipo que contiene, el método de combustión
y, por supuesto, la presencia o ausencia de procedimientos de descontaminación. Los
contaminantes emitidos varían desde partículas de ceniza, dióxido de azufre (SO2),
óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono.

Impactos en el agua: todas las formas de generación de energía tienen impactos en el


agua, ya que toda generación de energía depende en gran medida de la disponibilidad de
agua. Este último requiere agua para enfriar el circuito.

Producción de Residuos Sólidos: Generados principalmente a partir de los subproductos


de la operación de plantas de energía nuclear y a carbón. Los primeros producen gran
cantidad de escorias, residuos de combustión y deben ser almacenados en parques
especiales. Estos, junto con las cenizas de diversa composición, constituyen la mayor
parte de los residuos producidos por estas plantas.

Para las centrales nucleares, estas plantas producen pocos residuos, pero sin embargo son
muy importantes tanto por la radiactividad potencial como por los riesgos que puede
plantear.
Paisaje y Biología Impactos en la diversidad: Estos impactos son difíciles de medir
porque no se trata de grandes volúmenes de contaminantes o metros cúbicos de residuos.
Como regla general, cada planta ocupa espacio, interfiere con otros usos y está asociada
con una cierta cantidad de destrucción de vegetación y animales. Diferentes tipos de
plantas tienen diferentes patrones de impacto en el paisaje.

Riesgos: Todas las actividades relacionadas con la generación, transmisión y consumo


de energía eléctrica implican algunos riesgos. El almacenamiento de combustible en las
centrales térmicas puede provocar incendios y explosiones, y las represas en las centrales
hidroeléctricas pueden reventar. El hogar es peligroso. Sin embargo, es la central nuclear
la que más atención recibe en este sentido.

Bibliografia

[1] Quesada, J. L. D., & y Certificación, A. E. D. N. (2009). Huella ecológica y


desarrollo sostenible. Aenor.

Descripcion: Habla sobre la globalizacion como afecta de manera negativa al desarrollo


y explica a profundidad sobre la huella ecologica.

[2] Álvarez-Díaz, P. D., Doménech-Quesada, J. L., & Perales Vargas-Machuca, J. A.


(2008). Huella ecológica energética corporativa: Un indicador de la sostenibilidad
empresarial.

Descripcion: Habla sobre la huella ecologica y da una hipótesis de partida: Origen de la


energía eléctrica en el sistema español.

[3] Tobasura Acuña, I. (2008). Huella ecológica y biocapacidad: indicadores biofísicos


para la gestión ambiental. El caso de Manizales, Colombia. Luna Azul, (26), 119-136.

Descripcion: Habla sobre Huella ecologica y los indicadores biofisicos para la gestion
ambiental. El caso de Manizales, Colombia.

[4] Doménech, J. L., & González-Arenales, M. (2008). La huella ecológica de las


empresas: 4 años de seguimiento en el Puerto de Gijón. Revista OIDLES, 1, 1-23.

Descripcion: En este trabajo se presentan los resultados de cuatro años de seguimiento


en el puerto de Gijón (Asturias, España), habiendo obtenido una huella ecológica de
5.298 hectáreas en el año 2004, superficie necesaria para proveer de todos los recursos
necesarios para la actividad portuaria, así como para absorber sus desechos.

[5] Prado, P., & Cioec, W. G. (2017). La Huella Ecológica de la Ciudad de


Cochabamba. Ecología Aplicada, 3, 22-34.

Descripcion: En el caso de Cochabamba la HE per cápita ha sido calculada según la

relación de usos del suelo y los datos socio-económicos, para el área de influencia de la

ciudad, en el año 2001; aproximándose también a una visualización espacial. El modelo

de ciudad y su dinámica, combinada con el indicador HE permitió estimar el ritmo de

consumo y si este es sostenible en el tiempo, según el déficit ecológico generado. Se

identificó la urbanización del suelo, y sus requerimientos de energía, servicios y

eliminación de desechos como mayor incidencia en la HE de Cochabamba.

[6] Valero Vargas, R. E. (2015). Estimación de la huella ecológica del minifundio en la


vereda pasquilla, Bogotá, Cundinamarca–Colombia.

Descripcion: Es un diseñó un modelo conceptual para estimar la huella ecológica en


minifundios de alta montaña y un instrumento para medirla en 27 minifundios de la
vereda Pasquilla de Bogotá, Cundinamarca – Colombia.

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