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David Colín

23/07/2021
02/08/2021
Y qué es la noche sin el día.
Qué es el blanco sin el negro, la luz sin la oscuridad.
Qué es el amor sin el desamor.
Siempre nos manejamos en la dualidad de la vida, lo llamado bueno con lo
malo, pero en realidad, desde mi perspectiva, la felicidad está en el
intermedio y lo que hagamos en esa mitad es nuestra responsabilidad,
existen muchos factores o disyuntivas que podrían mermar ese equilibrio
inclinando la balanza hacia un estado de luz u oscuridad, lo que suceda en
ese punto también es nuestra responsabilidad.
Imaginemos que hemos encontrado al amor de nuestra vida, desde un
enfoque romántico y al paso del tiempo la otra parte se da cuenta, que tú
no eres ese gran amor, que el oasis prometido en esta en otro lado u otra
persona.
Que viene con ello, la fractura, el desamor toca a tu puerta y boom, comienza
el sufrimiento, los llantos interminables, el insomnio ronda tu cama todas
las noches, comienzan los reproches, reclamos al aire, las preguntas con
respuestas sin sentido o razón alguna, el dolor en algunas ocasiones es
insoportable porque invocas a tus sueños y promesas no cumplidas, te
haces películas en las que el actor tienen la posibilidad de cambiar el
pasado, que es capaz de viajar por la arista llamada tiempo (sabiendo que
no es posible y eso le agrega más sal a la herida) y en algunas ocasiones
haces un guion tan trágico que ni Quentin Tarantino es capaz de imaginar
o producir; en fin tu capacidad de imaginar lo peor o lo mejor según tus
perspectiva, de hacer o lograr con esa persona que se fue, emerge y sufres
más por el famoso y desastroso “y si hubiera”, te haces tantos mini clips,
cuestionando cada segundo “y si hubiera”, “y si hubiera”, en si te conmiseras
tanto, que en realidad si llegas a dar lastima ajena, -jajajajajaja-, vives todo
tu proceso de Duelo y tu duende maligno sale a jugar una y otra vez,
cantando y vociferando maldiciones que regresan al llanto “y si hubiera”.
Hasta que, de alguna manera surge un rayo de luz en tu conciencia y de
repente tu lado creativo despierta, inicias actividades nuevas, como correr,
escribir, cantar, leer; el hada del amor propio sacude sus alas y comienza a
moler a palos al duende maligno, conoces gente nueva (y si eres muy bruto
o novato en el tema del amor, te ilusionas o enamoras otra vez –jajajajaja-
[así que tranquilo amor hay para todos]); si tienes las posibilidades
económicas, conoces lugares nuevos, visitas restaurantes destacados,
discotecas o antros, retomas metas, objetivos olvidados, duermes mejor, en
tus sueños aparecen personajes nuevos, se regeneran tus fantasías, tus
amigos ya no se extrañan porque los visitas más, hablas más con tus
familiares; pasa algo tan curioso para algunos que el hambre y las ganas de
comerse al mundo se incrementan al grado de quererse empachar (y
nuevamente pierdes tiempo –jajajaja-); en tu head ya no hay imposibles, te
vueles extremo, culto, interesante, súper inteligente (sabes y conoces de
todo –vox populi-); ese ser majestuoso inalcanzable –hasta cierto punto
egocéntrico- se vuelve parte de tu, modus vivendi u operandi.
Luego entonces que pasa con la supuesta oscuridad, con lo negro, el
sufrimiento, todo ello se convierte en la mayoría de los antónimos posibles
y existentes, lo supuestamente llamado malo se convierte en lo supuesto
bueno; emerge y nace lo que yo llamo la dualidad de la vida; si se dan
cuenta en la redacción las cualidades se convierten en vanidades o egos;
bueno pues, uno va de la mano del otro, ninguno de los dos lados puede
subsistir sin el otro, son fieles, eternamente entregados, sus lazos son tan
fuertes que si uno de ellos falta puede crearse un verdadero caos, yo creo
que aquí es donde surgen los psicópatas, porque no tienen esa capacidad
de equilibrar la luz y oscuridad o los supuestos mesías, ay no que miedo.
Así que el tiempo que tardes lamentándote o postrándote a los pies de Dios
Mictlantecuhtli acercándote más al Mictlán, probablemente y muy
probablemente; no soy capaz de asegurarlo, llegues más rápido al anhelado
destino de morir, enfermándote poco a poco, matando las maravillosas
ideas, sueños, metas y objetivos que te dio Quetzalcóatl con su sabiduría.
Y la idea más irrisoria posible, puede que la espera o el tragar tanta basura
mental provocada por la oscuridad, por el maldito duende, se transforme en
una enorme oportunidad, logrando cosas inimaginables, únicas; aquí estoy
seguro que se puede dar una en un millón, pocos logran salir del Mictlán,
los abrazos de Mictlantecuhtli son poderosas, casi irrompibles; así que ten
cuidado de no dejarte envolver por la sombra de este.
En otros temas como el aspecto laboral, como podemos ver la dualidad de
la vida, bueno cuantos no hemos pasado por trabajos “malos” o que nos
roban la paz mental, al grado de maldecir la decisión de haber tocado esa
puerta, creo que todos tenemos más de una historia; pero cuando te
terminas una relación laboral por las malas, nuevamente esos films
mentales te llevan al perverso “y si hubiera”, caes en los brazos destructivos
del maldito duende comandado por Mictlantecuhtli y ambos te arrastran al
Mictlán de la conmiseración, hasta que, pum papá, Quetzalcóatl te ilumina
nuevamente y despierta el hemisferio derecho, para que emprendas algo
propio o bien inicies las búsqueda furtiva de empleos que se acomoden a
tus necesidades, la clave está en tus relaciones sociales y de apoyo, para
poder emprender la huida del Teyollocualóyan.
En este punto surgen los mejores inversionistas, empresarios o empleados
asalariados que una empresa puede pedir y tener, hasta que la rutina,
quejas, malos tratos o aburrimiento emerjan, si no logras ese anhelado
equilibro; se reinicia todo y nuevamente nos consume la oscuridad del
Itzcuintlán resguardado por esas hermosas bestias; bendita dualidad de la
vida.
Y qué decir de la amistad o las relaciones sociales; en este tópico considero
que el mayor problema del ser humano como en todo, es lo que idealizas,
conceptualizas y tus paradigmas bien adoctrinados son la base de esas
relaciones.
Cuando te peleas con un amigo pueden pasar la famosa dualidad de la
vida; por un breve espacio (si es amigo real), la discusión te lastima, hiere y
desgarra, al grado que los guardianes del Itzcuintlán huelen una víctima
más; algunos que tienen el privilegio de ser analíticos, pueden tomar ese
confrontamiento como un crecimiento, cuando se socializa con tu compi,
confidente, compañero de aventuras, las cosas pueden mejorar de manera
sustanciosa o bien puede ser una conversación de despedida.
Lo mismo sucede en todos los tópicos sociales de los que nos rodeamos, la
dualidad de la vida, está presente en todo, depende mucho, pero mucho de
la capacidad de abstracción de la situación, para el tiempo que permanezcas
del lado negativo o creativo; lo importante es que de alguna manera siempre
Quetzalcóatl este de nuestro lado, iluminando ambos hemisferios
cerebrales, para mantenernos en un equilibrio constante, nada dura para
siempre; así que laméntate, sufre, llora, berrea, maldice y espera a que se
transforme en bendiciones, prepárate, emerge, resurge; todo es pasajero en
esta vida.
Y que hablar de la enfermedad, recuerdas cuando estabas sano,
supuestamente; todo lo que hacías, las mal pasadas, las malas comidas, los
derroches, los placeres mundanos a diestra y siniestra, las megas
borracheras o los excesos físicos, las pocas horas de sueño, no olvides la
genética, que cool no, que satisfactorio fue en el momento, pero ya enfermo,
comienza el lamento, el sufrimiento y de repente la dualidad de la vida,
cambias hábitos, estilos de alimentación que te mantengan en un estado de
equilibrio; diablos somos una dualidad total, nos manejamos todo el tiempo
en lo supuestamente malo y bueno; aprendamos a disfrutar los momentos,
no caer en los excesos es fundamental, pero como diablos saberlo, es
fundamental, escuchar, aprender de los que nos rodean, de los más
longevos, estudiar y aprender de todos y de todo, al final, en verdad todo es
aprendizaje, todo aporta y suma.
Se sumamente cuidadoso de quien, de que te rodeas y como dejas que
influya en tu vida, tus decisiones.
No hay amor, sin desamor.
Dolor sin goce, ambos lados nos enseñan, lo importante de disfrutar cada
uno de ellos para deleitar la diferencia.
Si algo he aprendido en mi corto viaje llamado vida, es a ser creativo, a
mantenerte en constante movimiento, hacer una y otra cosa, lo que no
cambia muere, si en la amistad no se hacen cosas está desaparece, si no
cultivas las relaciones familiares esta se extingue poco o poco, de lo que se
trata siempre es de sumar cosas a tu vida y la de los demás, en el amor,
créanme que por experiencia, si no se hacen cosas diferentes, si no se
hablan de cosas triviales o se tocan otros temas controversiales, aunque
lleven al caos, fallece sin más, sin menos, a veces lo mismo que amabas de
una persona, si es una constante sin cambio que multiplique, se transforma
en odio, cuando le dejas de aportar, a las personas, al trabajo, arte, música
o a lo que sea, dejas de ser útil y tu entrada a el Mictlán es inminente, en
algunas ocasiones es lo mejor que te puede pasar, porque ya no tienes más
que dar, es por ello que todo el tiempo se debe buscar la manera de mejorar,
de crear, ya que el día que dejes de hacerlo, mueres y por obvias razones
serás sustituido, remplazado por emociones, sentimientos que alguien más
aportará.
Pero probablemente surja las preguntas del millón de dólares ¿Cómo
Diablos ser creativo?, ¿cómo reinventarme, sin causar dolor, miedo o
convertirme en un caos para alguien o algo?, me vas a matar, pero no hay
respuesta (-jajajaja- si te enojas ni modo); intenta, haz, opina, muévete, si
no genera algo positivo en el momento para ti o alguien más, recuerda que
es pasajero y pronto se convertirá en algo positivo; y si tú eres el que está
experimentando el momento creativo de la otra persona, apoya, aporta,
muévete con él, despierta a tu niño dispuesto a experimentar, esos
momentos nos pueden llevar a vivir una vida placentera o bien te llevarán
al caos, la destrucción, pero así surgirán cosas nuevas, volverás a vivir
porque nada es eterno y una da pauta a la otra.
Sólo ten cuidado de no caer en las garras de Mictlantecuhtli ya que
probablemente no tengas la fortaleza de destruirlo o huir de él; y es aquí
donde digo que es de suma importancia la gente que te rodeas, tu red de
apoyo es fundamental, esa elección que el universo te da de formar una
familia alterna llamada amigos, es la que te puede hundir más al Mictlán o
te pueden sacar de ahí cuando los guardianes te estén arrastrado al caos,
también aprende a leer de todo, a escuchar todas las posibilidades, no te
casases con algo, en verdad eso te puede levantar en algún momento de tu
travesía, “de tu vida”, mantén tu mente abierta a todas las posibilidades
que te sumen, que multipliquen tu experiencia, no dejes nada a la deriva,
aprende a tener una escucha activa a lo que el universo tienen preparado
para ti.
Aprender a vivir esta dualidad de la vida, nos puede ayudar a disfrutar más
la presencia de las personas y de las buenas rachas, cuando algunas de
ellas nos falten, ya sea porque emigraron a otro plano dimensional o se
acabó, podremos decir fue excelente mientras duro y a lo que sigue, no te
lamentarás de no haber dado todo, aprendamos a dar sin lamentar, teniendo
bien presente que nada es para siempre, ni lo supuesto bueno o malo, no
hay nada que sea eterno, todo tiene fecha de caducidad como de creación,
vivimos en un ciclo infinito de inicio y fin, la vida es una dualidad eterna.

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