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Estrategia 1

Ubica el objetivo del tema en el programa o planeación de la asignatura o


módulo.

Por lo regular, al inicio de cada curso, los profesores entregan al grupo el programa o la
planeación de la asignatura o módulo.

¡Este documento no es para que lo guardes y te olvides de él el resto


del ciclo escolar!

Es un buen hábito consultarlo para ver en qué grado vas alcanzando los objetivos
planteados, conforme avanzas en el estudio de los temas.

Los textos académicos que te dejan leer responden a los temas y objetivos previstos ahí.

Estrategia 2

Infiere qué se espera que consigas con la lectura a partir de la dinámica del
curso.

A veces no cuentas con el programa ni la planeación de la asignatura o módulo, sea porque


no te dieron tal documento o porque lo perdiste.

Sin embargo, por la dinámica que lleva el curso, puedes inferir qué se espera que logres
con la lectura de un nuevo texto académico.

Por dinámica, nos referimos al conjunto de actividades e interacciones que han tenido
lugar durante el curso.

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En este sentido, toma en cuenta desde el nombre de la asignatura o módulo hasta los
temas que se han revisado, el tema en turno, las evaluaciones (si se ha hecho alguna) y las
actividades individuales y grupales realizadas.

Estrategia 3

Considera las actividades que realizarás después de la lectura.

Muchas veces, la lectura de los textos académicos va acompañada de alguna actividad. En


ocasiones, tienes que resolver un problema, analizar un caso, o bien redactar un control de
lectura o hacer un esquema, por nombrar algunas.

Utiliza, pues, esta información para plantear tu propósito de lectura.

Estrategia 4

Pregunta a tu profesor(a).

Cuando no dispones del programa ni la planeación de la asignatura, y tampoco tienes


elementos suficientes para inferir la finalidad de leer cierto texto académico, consulta a tu
profesor(a).

La función de tu profesor(a) es propiciar tu aprendizaje. Por ello te explica, prepara


materiales, y te deja tareas y/o ejercicios, así como trabajos escolares, incluyendo la lectura
de textos académicos. De esta manera, te indica el camino que considera más idóneo para
que consigas los aprendizajes necesarios en tu formación como profesional.

Dado esto, puedes preguntarle qué se espera que consigas al leer cierto texto. Con base en
lo que te diga, formula tu propio propósito de lectura.

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