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REPORTE DE LECTURA 2

VOLUNTAD HIPOTÉTICA Y VOLUNTAD REAL

La voluntad del testador es uno de los aspectos más importantes dentro de la


sucesión, pues una de las finalidades primordiales versa sobre investigar la voluntad
exacta, o al menos, voluntad probable del causante atendiendo al momento del
otorgamiento y no de la muerte; como bien lo expone Miquel González sabemos que
la propiedad y la familia configuran la realidad social que influye en la determinación
de la que será considerada voluntad del testador, pues se tiene la idea de que la
voluntad del testador estará inclinada a suceder sus derechos y bienes a su familia,
incluso cuando se trata de una sucesión legítima sabemos que los primeros que
pueden reclamar herencia son los familiares más cercanos.
Como bien se refiere en la lectura, se habla de la voluntad del testador sin precisar si
se trata de la voluntad real la cual es averiguada por medio de interpretación por
tratarse de un testador concreto o de la voluntad obtenida por medio de una regla de
interpretación, es decir, de una norma contenida en nuestro ordenamiento jurídico
que supone establecer la voluntad del testador cuando no deje disposición sobre la
división de sus bienes.
La voluntad efectiva del causante es expresada cuando existe disposición
testamentaria de su parte, pues de lo contrario, tendríamos que hablar del supuesto
del párrafo anterior en el que tendrá que regirse por nuestras leyes de la materia
para determinar esa voluntad a través de orden de prelación. En la lectura se
explicaron algunos términos que en nuestra legislación no se contemplan, pues
estamos hablando de un derecho que en esencia persigue los mismos objetivos,
pero que en distintas partes del mundo encuentra términos que históricamente
siguen prevaleciendo en sus leyes, pero que no necesariamente siguen vigentes en
otras partes del mundo.
Una de estas palabras que llamo mi atención fue “la preterición”, que en pocas
palabras es el olvido u omisión de un heredero forzoso dentro del testamento del
causante, que algunos casos en intensional y en otros es errónea, la primera se
origina cuando el causante no menciono al hijo “preterido” porque no ha querido y en
el segundo supuesto estaríamos hablando de un error que comete el testador al no
hacer mención de un heredero que si quería que le sucediera, solo que recordemos
que tratándose del caso, debe prevalecer la última voluntad del testador que se
plasma al momento de que la expresa en su disposición, pues hablar de una
preterición errónea tendría que someterse a una comprobación para determinar que
efectivamente el causante cometió el error de no integrar en su testamento a una
persona que presume su derecho de haber sido considerado en la herencia.
Así como estas figuras jurídicas, podemos mencionar muchas de las que son
incluidas en este texto de Miquel González y que requerirían el análisis para
compararlas con las que se encuentran contenidas en nuestras normas jurídicas,
pero que sin embargo, a lo largo de la historia forman parte de ordenamientos
transformados y modificados que las regulaban o que las contemplan a partir de una
denominación distinta.

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