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La política de compromiso

Se conoce con este nombre la actividad política del periodo porque ella se caracterizo por
sucesivos compromisos entre las colectividades partidarias. Hubo compromiso entre blancos
y colorados porque la equivalencia de sus fuerzas electorales impidió que unos primaran sobre
otros e impusieran su programa político en toda su amplitud. Para gobernar, ambos tuvieron
que ceder.y, apandonando sus primeras posiciones, llegar a encontrarse en un término medio
que significaba una mutua concesión; en definitiva, una transacción.
Hubo compromisos también dentro del gobernante Partido Colorado que, habiéndose
dividido en varias fracciones, no podia ganar las elecciones sobre los nacionalistas si ei sector
mayoritario el batilismo- no ofrecía posiciones reievantes de gobierno a los sectores
minoritarios -riverismo, vierismo - para que votaran dentro del lema común.
Algo similar ocurrió con el Partido Nacional, a pesar de que su aspiración de ganar la
Presidencia de la República y su clara posibilidad de lograrlo, hicieron aparecer las fracciones
algo más tarde.
4.2.1. Causas sociales del compromiso
4.2.1.1. Partidos policlasistas
Los partidos tradicionales eran esencialmente policlasistas, es decir, albergaban en su
seno a integrantes de todos los sectores de la sociédad. Aun el sector más popular el batilista,
no admitía su identificación exclusiva con la clase media y el proletariado, que
mayoritariamente lo apoyaban. Buscó y obtuvo apoyos en el comercio y la industria nacionales
(José Serrato, por
ejemplo, que integraba esos sectores y fue ministro de Batle en sus dos presidencias).
Riveristas y Veristas (partidarios de Feliciano Viera, que se escindieron del batllismo, como
veremos) representaban a las clases conservadoras coloradas, aunque el vierismo, sobre
todo, tenía su máxima influencia electoral entre el funcionariado público, elemento típico de la
clase media.
La unión de las tres fracciones conformaba al Partido Colorado, que era entonces un
conglomerado de fuerzas sociales antagónicas unidas por el afán de impedir una victoria
blanca, y por tradiciones comunes que hundían sus raíces en la historia del pais.
A su vez, el Partido Nacional, según Lorenzo Carnelli "era una vasta y policroma aglome-
ración de tendencias diterentes, contenidas en los vagos limites del Programa de 1872, que
permite ser a la vez católico y liberal, individualista y socialista: conservador y avanzado*. Lo
integraban los grandes propietarios territoriales tanto como sus peones; fuertes comerciantes.
e industriales tanto como sus empleados. Había en él tendencias populistas. (Luis Alberto de
Herrera) y aristocratizantes o conservadoras, como se autodefinian (Aureliano Rodríguez
Larreta, Juan Andrés Ramirez), o también radicales urbanas (Lorenzo Carnelli, Carlos Quijano).
4.2.1.2. Lazos de dependencia personal Tengo de Q
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Los partidos politicos eran un fiel reflejo de la historia de la sociedad uruguaya, donde los
grupos sociales más bajos nunca se habían expresado directamente sino a través del caudillo.
Los lazos de dependencia personal que unían al peón con su patrón-caudillo seguían
predominando en la campaña, permitiendo captar a las clases conservadoras el voto de los
estratos populares.
El Partido Colorado, a la vez por contagio del ambiente y por la búsqueda del triunfo, creó
sus propios lazos de dependencia personal basados en la, relación voto-empleo público, ya
que su largo predominio político le dio también el predominio en la administración pública.
Además, el crecimiento del intervencionismo estatal fue un argumento para utilizar esta
solución.
4.2.1.3. Papel de la clase media
Sociológicamente, la clase media es una clase de compromiso por su ubicación en la
sociedad. Sus miembros aspiran a ingresar en la clase alta y temen descender a la baja, por
lo que la búsqueda de compromisos en la tensiones sociales es su salida natural. Principal
integrante del batilismo, le trasmitió a éste tal rasgo. Ni por su carácter, ni por su base
económica, deseaba un enfrentamiento definitorio con la clase alta y desconfiaba de su unión
con el proletariado. Si numéricamente era la más amplia, estaba desgarrada por este dilema
y dividida también por la divisa, no se volcó masivamente hacia ningún partido.
Debilidad del proletariado
El proletariado urbano era poco numeroso porque estaba surgiendo de una todavia deb)
indusFanacional. Era incapaz de decidir, por ello, ninguna eleccion. Su aporte al ballismo tue
significativo, pero no le bastaba a éste para consolidar su victoria.
"Al proveiariado rural, también numéricamente débil, dependia del caudillo blanco g
riverisia, generalmente gran propietario y con prestigio personal en su región, quien podia
contar seguramente con su voto.
4.2.2. Causas políticas del compromiso
4.2.2.1. Equivalencia de fuerzas electorales
El carácter policlasista de nuestros partidos condujo a una casi idéntica fuerza electoral.
En las elecciones de 1922 los colorados recogieron 123.000 sufragios y los blancos
116.000; la diferencia apenas alcanzó a 7.000 votos.
En las elecciones de 1925, como los veristas, con 7.000 sufragios, votaron fuera del lema
colorado, los blancos, que obtuvieron 119.000 votos contra 115.000 colorados, ganaron la
elección al Consejo Nacional de Administración, llevando a Luis Alberto de Herrera a la
Presidencia de ese cuerpo.
En las elecciones presidenciales de 1926, el Partido Colorado presentó como candidato a
Juan Campisteguy (riverista de transacción), que obtuvo 141.581 votos y los blancos, con su
candidato Luis Alberto de Herrera, recogieron 140.055 votos. La diferencia apenas llegaba a
1.526 sufragios, o 0.54% sobre el total.
Los resultados electorales antes reseñados prueban que la igualdad de los sufragios
partidarios era casi total. El Partido Colorado recogia el 51 6 52% del total, mientras los
nacionalistas se llevaban el 48 6 49%.
Ello condujo a una denodada lucha política por cada voto, que podía ser decisivo, en donde
los partidos usaron todos los recursos imaginables para atraer al electorado.
En los órganos de gobierno, la casi paridad de representantes de uno y otro partido llevo
necesariamente a una política de compromiso para lograr los votos necesarios a la aprobación
de los distintos proyectos de ley.
El acuerdo con los nacionalistas en el Consejo Nacional de Administración (que eran 4 en
9 miembros), y en las Cámaras, se impuso, y obligó a ceder al batilismo en su impulso
reformista.
4.2.2.2. Las minorías decisivas y la política de pactos
La escasa diferencia de sufragios entre los dos partidos tradicionales obligó no sólo a una
politica de compromiso entre éstos a nivel nacional, sino también a una política de pactos y
transacciones dentro del Partido Colorado.

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