Está en la página 1de 2

Valencia, 13 de diciembre de 2021

Querido compañero docente,

Te escribo esto desde mi más sentida decepción, desde mi más sentida


incomprensión.

Tú sabes que siempre nos quejamos de la burocracia absurda que nos mandan
desde arriba.
Tú sabes que nos falta tiempo para dar ese temario tan supuestamente
importante.
Tú sabes que nos sentimos menospreciados por la sociedad, no valorados y poco
reconocidos.

Por favor, quiérete. Defiende tu profesión. Ejerce tus derechos.


No dejes que abusen de ti, que te manipulen y que te utilicen.
Infórmate bien de tus obligaciones y conoce tus límites.

No somos sanitarios. No eres sanitario.

Nuestra labor es acompañar a los pequeños en su aprendizaje.


Nuestra labor pasa por proporcionarles herramientas que les sirvan para ser
autónomos y responsables.
Nuestra labor trata de trasmitirles respeto, coherencia y tolerancia.
Entre otras muchas cosas.

Nuestra tarea no tiene nada que ver con tener miedo a enfermar.
Nuestra tarea no pasa por separar a la sociedad en quien se pincha y quien no,
dejando constancia y patente esta decisión familiar.
Nuestra tarea no es acompañar ni vigilar a niños para ver si les ocurre algo tras
pincharse un tratamiento médico experimental.

Si realmente piensas que harás una buena acción por seguir las órdenes que te
dan, es que tienes mucho miedo. Trabájalo.
Si realmente crees que los niños deben ser sometidos a un experimento, es que
te han engañado muy bien. Infórmate.
Si realmente consideras que esto forma parte de tu trabajo, es que no valoras tu
profesión. Plantéate tu trabajo.

Hoy escuché a otro compañero decir que todas las especies de animales dan la
vida por sus crías. Gran parte de la humanidad parece que decide sacrificarles, tras casi
dos años de pruebas fehacientes de que no necesitan ningún tratamiento.
¿Cuántos de tus alumnos han muerto durante este tiempo por el virus del que
pretendes protegerles?
¿Cuántos han sido hospitalizados grave?
¿Cuántos han sufrido mucho por ello?

Compañero, date cuenta. No lo necesitan.

Mira las cifras, por favor. No las que te diga nadie. Las que tú pretendes creer.
Si crees en la ciencia, si crees en el gobierno y si crees en todas las medidas
tomadas, mira las cifras oficiales. Hazlo antes de dejarte manipular y ser utilizado.
Los números están ahí, los puedes ver tú mismo. La tasa de letalidad es del
0,004%. ¿Qué porcentaje hay de que sufran efectos secundarios? ¿Lo has estudiado?
¿Has valorado el beneficio-riesgo?

Aún así, respetemos a quien tiene mucho miedo y quiera hacerlo, pero
que lo haga en el lugar, momento y con las personas adecuadas.

Recuerdo que a mi me vacunaron en el colegio, hace de eso aproximadamente


30 años.
¿Te has parado a pensar por qué se dejó de hacer en los colegios?

La decisión de quien se vacuna y quien no es privada y confidencial, no tenemos


por qué saberlo todos. ¿Vas a colaborar en separar a la sociedad?
Los centros educativos no son centros sanitarios. ¿Vas a permitir que los utilicen
con fines de coacción y presión social?
Los docentes no son auxiliares de enfermería y mucho menos enfermeros. ¿Vas
a permitir que te utilicen como tal sin tener los conocimientos pertinentes?

¿Te has parado a pensar si a algún alumno tuyo, del cuál eres responsable
durante su estancia en el centro, le ocurre algo por inocularse? ¿Quieres llevar esa carga
emocional durante toda tu vida?

¿Te has parado a pensar que el riesgo que tienen de morir por este virus es ínfimo
y sin embargo pueden sufrir otros muchos efectos adversos? ¿Quieres colaborar en
esto?

RESPETA EL TRABAJO DE LOS PROFESIONALES SANITARIOS.


RESPETA TU TRABAJO.

Y SOBRE TODO, RESPETA A LOS NIÑOS.

No me creas. Sé un buen maestro.


INFÓRMATE.

Superanny.

También podría gustarte