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mesa, refirió a los convidados una parábola, hora undécima, recibieron cada uno un denario. 10 Al venir
diciéndoles: 8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, también los primeros, pensaron que habían de recibir más;
no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más pero también ellos recibieron cada uno un denario. 11 Y al
distinguido que tú esté convidado por él, 9 y viniendo el que recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo:
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te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a este; y entonces Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho
comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. 10 Mas iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor
cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, del día. 13 Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te
para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 Toma
sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a
se sientan contigo a la mesa. 11 Porque cualquiera que se ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes
enaltece, será humillado; y el que se humilla, será tú envidia, porque yo soy bueno? 16 Así, los primeros serán
4 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de
Dios. 2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. 3 Yo en muy
poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí
mismo. 4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me
juzga es el Señor. 5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual
aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y
que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os
envanezcáis unos contra otros. 7 Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y
reinásemos también juntamente con vosotros! 9 Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a
nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser
espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. 10 Nosotros somos insensatos por amor de
Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros
honorables, mas nosotros despreciados. 11 Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed,
estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. 12 Nos fatigamos trabajando con
soportamos. 13 Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del
aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os
engendré por medio del evangelio. 16 Por tanto, os ruego que me imitéis. 17 Por esto mismo os he
enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en
Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias. 18 Mas algunos están
envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros. 19 Pero iré pronto a vosotros, si el Señor
quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. 20 Porque el reino
de Dios no consiste en palabras, sino en poder. 21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor
y espíritu de mansedumbre?
Lucas 22:47-64
Arresto de Jesús
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Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se
Mateo 9:33-35
33 llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se
Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se
maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en acercó hasta Jesús para besarle. 48 Entonces Jesús le dijo:
Israel. 34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? 49 Viendo
echa fuera los demonios. La
los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron:
mies es mucha 50
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las Señor, ¿heriremos a espada? Y uno de ellos hirió a un siervo
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sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. 51 Entonces
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja,
Lucas 9:60-62 le sanó. 52 Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes
Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú
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ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido
seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas
están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su
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mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. y palos? Habiendo estado con vosotros cada día en el
templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es
golpeó?
Lucas 18:9-14 Lucas 7:36-50
Parábola del fariseo y el publicano Jesús en el hogar de Simón el fariseo
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9 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y
A unos que confiaban en sí mismos como
justos y menospreciaban a los otros, dijo habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la
también esta parábola: 10 «Dos hombres mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al
subieron al Templo a orar: uno era fariseo y el
otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un
oraba consigo mismo de esta manera: “Dios, frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrás de él a sus
te doy gracias porque no soy como los otros pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los
hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni aun
como este publicano; 12 ayuno dos veces a la enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el
semana, diezmo de todo lo que gano.” 13 Pero perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado,
el publicano, estando lejos, no quería ni aun
dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase
alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: “Dios, sé propicio a mí, de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces
pecador.” 14 Os digo que éste descendió a su respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte.
casa justificado antes que el otro, porque
Y él le dijo: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores: el
cualquiera que se enaltece será humillado y el
que se humilla será enaltecido.» uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no
teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál
Lucas 19:1-10 de ellos le amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que
Jesús y Zaqueo
aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has
19 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la
juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer?
ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era
Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha
jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era
regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus
Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era
cabellos. 45 No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha
pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol
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cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite;
sicómoro para verle; porque había de pasar por
mas esta ha ungido con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo
allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia
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que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó
arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende,
mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. 48 Y a
porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces
ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban
él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos
juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí:
murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un 50
¿Quién es este, que también perdona pecados? Pero él dijo a
hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al
la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los
pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo
cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a
esta casa; por cuanto él también es hijo de Mateo 5:23-24
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Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de
Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a
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que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda
salvar lo que se había perdido. delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.