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Mateo 20:1-16

Lucas 6,36 Los obreros de la viña


36 Sed, pues, misericordiosos, como 20 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre,
también vuestro Padre es misericordioso padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros

para su viña. 2 Y habiendo convenido con los obreros en un


Lucas 7:40-43 denario al día, los envió a su viña. 3 Saliendo cerca de la hora
40 
Y respondiendo Jesús, le dijo: Simón, tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza
tengo algo que decirte: Y él dijo*: Di,
Maestro. 41 Cierto prestamista tenía dos desocupados; 4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os
deudores; uno le debía quinientos denarios  y [a]
daré lo que sea justo. Y ellos fueron. 5 Salió otra vez cerca de
el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con
qué pagar, perdonó generosamente a los dos. las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. 6 Y saliendo cerca
¿Cuál de ellos, entonces, le amará de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados;
43
más?   Simón respondió, y dijo: Supongo y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? 7 Le
que aquel a quien le perdonó más. Y Jesús le
dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también
dijo: Has juzgado correctamente.
vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. 8 Cuando llegó
Lucas 14:7-14 la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los
Los convidados a las bodas obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros

Observando cómo escogían los primeros asientos a la hasta los primeros. 9 Y al venir los que habían ido cerca de la

mesa, refirió a los convidados una parábola, hora undécima, recibieron cada uno un denario. 10 Al venir

diciéndoles: 8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, también los primeros, pensaron que habían de recibir más;

no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más pero también ellos recibieron cada uno un denario. 11 Y al

distinguido que tú esté convidado por él, 9 y viniendo el que recibirlo, murmuraban contra el padre de familia,  diciendo:
12 

te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a este; y entonces Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho

comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. 10 Mas iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor

cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, del día. 13 Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te

para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 Toma

sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a

se sientan contigo a la mesa. 11 Porque cualquiera que se ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes

enaltece, será humillado; y el que se humilla, será tú envidia, porque yo soy bueno? 16 Así, los primeros serán

enaltecido. postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son


12 
Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas llamados, mas pocos escogidos.

comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos,

ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su Lucas 2:1-2


vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. 13 Mas Nacimiento de Jesús
cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los 2 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un
cojos y los ciegos; 14 y serás bienaventurado; porque ellos edicto de parte de Augusto César, que todo el
no te pueden recompensar, pero te será recompensado en mundo fuese empadronado. 2 Este primer censo se
la resurrección de los justos. hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
Mateo 18
¿Quién es el mayor?
18 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los
cielos? 2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3 y dijo: De cierto os digo, que si no os
volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4 Así que, cualquiera que se humille
como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. 5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un
niño como este, a mí me recibe.
Ocasiones de caer

Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.

¡Ay del mundo por los tropiezos!, porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre
por quien viene el tropiezo! 8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti;
mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego
eterno. 9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la
vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.
Parábola de la oveja perdida
10 
Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos
ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. 11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para
salvar lo que se había perdido. 12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de
ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? 13 Y si
acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquella, que por las noventa y
nueve que no se descarriaron. 14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se
pierda uno de estos pequeños.
Cómo se debe perdonar al hermano
15 
Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a
tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres
testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por
gentil y publicano. 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se
pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre
que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos.
21 
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque
contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Los dos deudores
23 
Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y
comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A este, como no
pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la
deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te
lo pagaré todo. 27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28 Pero
saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le
ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le
rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en
la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y
fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo
malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia
de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los
verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si
no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas
Mateo 5:1-11
El Sermón del monte: Las bienaventuranzas
5 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él
sus discípulos. 2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el
reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán
consolación.

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por
heredad.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque
ellos serán saciados. 7 
Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a
Dios. 9 
Bienaventurados los
pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la
justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
1 Corintios 4

El ministerio de los apóstoles

4  Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de

Dios.  2  Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.  3  Yo en muy

poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí

mismo.  4  Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me

juzga es el Señor.  5  Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual

aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y

entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios



Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para

que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os

envanezcáis unos contra otros.  7  Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y

si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?



Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros

reinásemos también juntamente con vosotros!  9  Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a

nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser

espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.  10  Nosotros somos insensatos por amor de

Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros

honorables, mas nosotros despreciados.  11  Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed,

estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija.  12  Nos fatigamos trabajando con

nuestras propias manos;  nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la

soportamos.  13  Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del

mundo, el desecho de todos.


14 
No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados.  15  Porque

aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os

engendré por medio del evangelio.  16  Por tanto, os ruego que me imitéis.  17  Por esto mismo os he

enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en

Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.  18  Mas algunos están

envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros.  19  Pero iré pronto a vosotros, si el Señor

quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos.  20  Porque el reino

de Dios no consiste en palabras, sino en poder.  21  ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor

y espíritu de mansedumbre?
Lucas 22:47-64
Arresto de Jesús
47 
Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se
Mateo 9:33-35
33  llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se
Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se
maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en acercó hasta Jesús para besarle. 48 Entonces Jesús le dijo:
Israel. 34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? 49 Viendo
echa fuera los demonios. La
los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron:
mies es mucha 50 
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las Señor, ¿heriremos a espada?  Y uno de ellos hirió a un siervo
35 

sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. 51 Entonces
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja,
Lucas 9:60-62 le sanó. 52 Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes
Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú
60 

ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido
seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas
están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su
53 
mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. y palos?  Habiendo estado con vosotros cada día en el
templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es

Mateo 26:27-28 vuestra hora, y la potestad de las tinieblas.


Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Pedro niega a Jesús
27 

Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo 54 


Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del
pacto, que por muchos es derramada para remisión de los
pecados. sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. 55 Y habiendo

ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron


Efesios 2:13-18
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo
13  alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. 56 Pero una
estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También
Cristo. 14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 aboliendo este estaba con él. 57 Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo
en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos conozco. 58 Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos
eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. 59 Como una
un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente
ella las enemistades. 17 Y vino y anunció las buenas nuevas de
también este estaba con él, porque es galileo. 60 Y Pedro dijo:
paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban
cerca; 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía
entrada por un mismo Espíritu al Padre.
hablaba, el gallo cantó. 61 Entonces, vuelto el Señor, miró a

Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le

había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres

veces. 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

Jesús escarnecido y azotado


63 
Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y

le golpeaban; 64 y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro,

y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te

golpeó?
Lucas 18:9-14 Lucas 7:36-50
Parábola del fariseo y el publicano Jesús en el hogar de Simón el fariseo
36 
9  Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y
A unos que confiaban en sí mismos como
justos y menospreciaban a los otros, dijo habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la
también esta parábola: 10 «Dos hombres mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al
subieron al Templo a orar: uno era fariseo y el
otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un
oraba consigo mismo de esta manera: “Dios, frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrás de él a sus
te doy gracias porque no soy como los otros pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los
hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni aun
como este publicano; 12 ayuno dos veces a la enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el
semana, diezmo de todo lo que gano.” 13 Pero perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado,
el publicano, estando lejos, no quería ni aun
dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase
alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: “Dios, sé propicio a mí, de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces
pecador.” 14 Os digo que éste descendió a su respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte.
casa justificado antes que el otro, porque
Y él le dijo: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores: el
cualquiera que se enaltece será humillado y el
que se humilla será enaltecido.» uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no
teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál
Lucas 19:1-10 de ellos le amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que
Jesús y Zaqueo
aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has
19 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la
juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer?
ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era
Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha
jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era
regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus
Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era
cabellos. 45 No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha
pequeño de estatura.  Y corriendo delante, subió a un árbol

cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite;
sicómoro para verle; porque había de pasar por
mas esta ha ungido con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo
allí.  Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia

que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó
arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende,
mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. 48 Y a
porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces
ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban
él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos
juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí:
murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un 50
¿Quién es este, que también perdona pecados?   Pero él dijo a
hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al
la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los
pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo
cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a
esta casa; por cuanto él también es hijo de Mateo 5:23-24
23 
Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de
Abraham.  Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a
10 
que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda
salvar lo que se había perdido. delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

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