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PANORAMA GENERAL DE LA LITERATURA LATINA EN LA ETAPA

PRELITERARIA: ÉPOCA ARCAICA

1. Orígenes y evolución:
• El origen de la literatura latina está íntimamente ligado a su nacimiento como
civilización. Las circunstancias históricas y políticas del momento jugaron un
papel fundamental en la creación de una literatura propia desde tiempos
tempranos, ya que no propiciaron su aparición. No se puede olvidar que, al
principio, Roma surge como una pequeña comunidad de índole rural, con una
economía poco desarrollada y una ubicación geográfica que la obligaba a estar
continuamente alerta con sus estados vecinos (al norte, los etruscos; al este, los
pueblos itálicos, como oscos, umbros, etc.; al sur; las colonias griegas). Sin
embargo, siglos más tarde, cuando la expansión romana y su desarrollo
económico eran un hecho, estas mismas condiciones fueron decisivas para definir
a la literatura latina con sus rasgos más representativos. Esta, además de los
elementos latinos e itálicos que constituyen su núcleo central, se caracteriza por
haber ido adquiriendo rasgos de las culturas de todos los pueblos que conquistó,
en especial, de los griegos, de los etruscos, de los galos o de los habitantes del
norte de África.
• Una vez romanizados los territorios del Imperio, sobre todo los occidentales,
autores de orígenes muy diversos adoptaron el latín como lengua en la que
componer sus escritos. Por tanto, muchos de los autores que escribieron en latín
ni siquiera fueron romanos de origen ni tenían el latín como su lengua nativa: por
ejemplo, Plauto, Ennio o Terencio.
• Cabe destacar que, entre los pueblos itálicos, los romanos fueron los únicos que
crearon una literatura que, como se verá, tuvo un carácter muy marcado.

2. Rasgos generales:

• Dentro de la literatura latina se incluyen muchos géneros literarios que


actualmente no se consideran como tales: la historia, la filosofía o la oratoria.
• En los diferentes géneros de la literatura latina la distinción entre ellos no radica
en la lengua que utilizan (como ocurría en la literatura griega, por ejemplo, el
empleo del dorio en la lírica coral o del jónico-ático en la historiografía y la
oratoria), sino más bien, en el contenido, la métrica, y sobre todo, diferencias
estilísticas.

• Aunque la literatura latina no tiene tantos autores notables como la griega ni tantas
obras sublimes como su predecesora, sin embargo, es más universal y ha ejercido
una influencia mayor (su influencia se extendió hasta el siglo XIX).

• Es la literatura de un imperio universal (tanto en su época de auge como en su


declive), el cual, incluso habiendo desaparecido ya como entidad política, dejó
como legado toda una cultura latina como expresión de una espiritualidad que ya
no entendía de fronteras. En esta universalidad el papel de la Iglesia será
fundamental al utilizar el latín como lengua de la evangelización.
• Rasgo muy importante de la literatura latina: la imitatio. Se apropian de lo extraño,
pero son capaces de adaptarlo a su idiosincrasia y su pragmatismo. Buen ejemplo
de su uso por parte de los escritores romanos podría ser el empleo de la
“contaminatio” en el teatro.

• La literatura se mueve entre dos extremos: el fondo itálico o popular, que Roma
compartía con los demás pueblos itálicos, y las obras maestras de la literatura
griega. Esto se manifiesta sobre todo en el teatro de Plauto, por ejemplo, con la
importancia de los cantica en su obra: huella del gusto itálico por la música. Sus
modelos son griegos y en lo esencial los respeta (uso de los personajes
estereotipados para construir sus comedias, por ejemplo).

• Escasez de obras conservadas en comparación con todo lo que se escribió.


Razones de esta pérdida: se conservaron sobre todo textos literarios destinados a
la enseñanza, como la Eneida; asimismo, la labor de la Iglesia fue decisiva;
influyó también la destrucción de muchas bibliotecas de la antigüedad, el daño
provocado por las guerras, etc.; del mismo modo se conservó un cierto número de
literatura menor, considerada utilitaria: De architectura, de Vitrubio (época de
Augusto), los libros de Vegecio de estrategia militar, etc.; igualmente, la práctica
de “epitomizar” o resumir obras extensas contribuyó a su desaparición.

• Primeros testimonios completamente literarios son de una época relativamente


tardía, el siglo III a. C., y en ellos, los autores no son especialistas de un único
género: Livio Andrónico cultiva la poesía épica a través de la Odyssia (una
traducción de la Odisea) y escribe también teatro.
• A pesar de esto sí que hubo ciertas formas de literatura asociados a la vida social
y religiosa, aunque fuera de tipo oral normalmente. Sirve de muestra, en el teatro,
el caso de la atellana y los fesceninos (versus fescennini) que revelan la existencia
de un teatro popular. Algo parecido ocurrió con el mimo (la forma de teatro que
sobrevivió cuando desaparecieron los grandes géneros, la comedia y la tragedia).
En este ámbito la influencia etrusca es fundamental, no solo por lo que nos cuenta
Tito Livio sobre el origen del teatro, sino también porque quedaron palabras de
origen etrusco en la terminología literaria: persona designa la máscara del actor y
etimológicamente procede del etrusco phersu, posible adaptación del griego
prósopon.

• Itálico es también el verso más antiguo usado por los romanos, el saturnio, aunque
es cierto que parece tener procedencia griega. Se trata de un verso muy complejo
en el que se escribieron los ejemplos más primitivos de la poesía romana: el
Himno de los Arvales, la Odyssia de Livio Andrónico, el Bellum Poenicum de
Nevio.

• Otro concepto fundamental de la época preliteraria romana es el de carmen. Según


Servio, gramático del siglo IV d. C., se refería en los tiempos primitivos no solo
a lo que estaba redactado en verso, sino, en general, a todo lo que se expresaba de
manera formulista: magia y oración, fórmulas jurídicas y refranes y, por supuesto,
canción. Posteriormente surgirá de aquí el concepto de “poema” bajo la influencia
griega.
• Es evidente que los romanos tuvieron canciones de guerra, de trabajo o de cuna,
de las que solo tenemos noticias indirectas. Un ejemplo podría ser los versus
fescennini, que se improvisaban con ocasión de las bodas y que Livio relacionó
con el origen del teatro.

• El derecho fue muy importante en Roma. Los antiguos textos jurídicos, como las
Leyes de las XII Tablas, son de carácter formulista y están escritos en una lengua
muy arcaica. Estos textos todavía se aprendían de memoria en la escuela en la
época de Cicerón. Fueron muy importantes, pues supuso fijar por escrito el
antiguo derecho consuetudinario (de carácter oral y cuya administración
correspondía a los patricios). Su redacción remonta seguramente al siglo IV a. C.

• En los orígenes de la prosa romana se encuentra el canto fúnebre o naenia y el


discurso fúnebre en alabanza al difunto (laudatio funebris).
• Por su parte, la costumbre de los pontífices de recoger año por año los
acontecimientos más importantes de la vida de la ciudad en unos registros
llamados Annales se puede considerar un precedente de la historia, aunque lo
recogido en ellos fuera sobre todo prodigios, como eclipses y otros prodigia.
• Los commentarii, redactados por los magistrados, colegios de sacerdotes y por el
Senado a través de sus actas, contenían muchos datos de los que luego fueron
utilizados por los historiadores. Además, los commentarii constituyeron después
un género literario propiamente dicho, como en el De bello Gallico y De bello
Civili de César.

• El paso a la literatura se da cuando un escrito sale a la luz pública. Parece que el


que dio este paso, ya en el siglo IV a. C. fue Apio Claudio el Ciego, censor en el
312 a. C. Hizo publicar los Fasti (el calendario oficial), escribió sobre cuestiones
de derecho y publicó un célebre discurso que pronunció ante el Senado para
oponerse a la paz con Pirro en el 280 a.C. Además, con él empezó a considerarse
en Roma como un oficio digno el arte poético. Con él nos encontramos ya en los
umbrales de la literatura romana.

Bibliografía recomendada
1. Albrecht, M. von (1997), Historia de la Literatura romana, vol. I, Barcelona.
2. D’Anna, G. (1976), Problemi di letteratura latina arcaica, Roma.
3. Gentili, B. – Cerrri, G. (2005), La letteratura di Roma arcaica e l’ellenismo,
Torino.
4. Giannotti, G. F. – Pennacini, A. (1982), Le Lettere e la società di Roma antica,
Torino.

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