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Dubois, J. et al., Diccionario de lingüística. Versión española de Inés Ortega y Antonio Domínguez. Madrid, Alianza
Editorial, 1983.
"Estilística", pp. 245-250.
•v,,

estativo
estado
nida por ser (perfectivo: estático), frente nudos* de la estructura de la oración.
iI. estado

Se llama verbos de estado, en oposición


y el léxico de una lengua definida en un
momento dado. Por ejemplo, se dirá que a hacerse, devenir (imperfectivo: dinámico). De hecho, materializa lo que TESNIÉRE
considera como taK A pesar de los pareci-
en el siglo xu existía un estado de lengua
a verbos de acción, a los verbos que expresan que oponía, para indicar el estado o la dos formales, la noción de estema nada
que el sujeto de la oración se encuentra situación local con adjetivo o participio, tiene que ver con ja de indicador sintag-
en un estado determinado. (Estos verbos, estativo mático de la gramática transformacional
los auxiliares ser¡seer¡estar. Otro estado y generativa. Por ejemplo, la oración:
como ser, estar, quedarse, hacerse, perma-

¡i
de lengua (el estado actual) opone ser y Se llaman estalivos los verbos o adjetivos
necer, etc., constituyen, junto con el sin- estar, habiéndose modificado considerable- La muchacha ruliía lee un buen libro
tagma nominal o el adjetivo que les sigue, que indican una duración, un estado per-
mente las funciones de ambos auxiliares manente: grande es un adjetivo estativo; representada, en TrsNií RI;. por el esterna:
un sintagma verbal atributivo.) y habiendo desaparecido el tercer auxiliar
seer. Todo estado de lengua puede y debe borracho no lo es. (V. UURATIVO.)
II. estado de lengua describirse independientemente, prescin-
diendo de la evolución de la que procede
1. Se denomina estado de lengua a y del sistema futuro en el que desembocará.
un momento determinado de la historia Es del estudio de los diversos estados de estatuto
de una lengua, es decir a un conjunto de lengua de donde puede surgir, mediante
enunciados pertenecientes a una época la confrontación de sucesivas sincronías, Se llama estatuto de la oración a la es-
dada, por ejemplo, los enunciados espa- una verdadera gramática histórica. tructura de la oración definida por el modo
ñoles producidos entre 1600 y 1630. La de comunicación que establece entre el
noción de estado de lengua implica que, locutor y el interlocutor; el estatuto de buen
por razones metodológicas, las variacio- estándar, estandarizado la oración es la aseveración (se declara),
nes que se producen en el tiempo, aquí la interrogación (se plantea una cuestión) El indicador sintagmático de esta oración
Una forma de lengua es estándar cuando o el imperativo (se ordena).
las que se produjeron entre 1600 y 1630, en un país dado se impone más allá de en la teoría generativa
i no se toman en consideración y que la
lengua se considera como estable duran-
las variaciones locales o sociales hasta el
punto de emplearse corrientemente, como
Estatuto de la comunicación. V. COMU-
NICACIÓN.
o
te este período. Las diferencias (que, sin el mejor medio de comunicación, por gen- sv
lugar a dudas, existen desde el'año to- tes susceptibles de utilizar otras formas SN
mado como punto de partida hasta la o dialectos. Generalmente es una lengua
fecha límite) se desdeñan o minimizan. escrita. La difunden la escuela, la radio estema
Depende de la mayor o menor precisión y se utiliza en las relaciones oficiales. Suele
del estudio la amplitud del período en el estar sometida a una norma y a institucio- En L. TESNIÉRE, las relaciones existentes
que la lengua se considera como estacio- nes que la dirigen. En este sentido, también entre las palabras de una oración (las
naria. Por ejemplo, a propósito del Con- hablamos, por ejemplo, del español común. conexiones) se representan mediante ras-
greso socialista francés de Tours de 1920, La lengua estándar tiende a suprimir las gos que conectan las palabras de la oración.
si consideramos las reseñas de los periódi- El conjunto de estos rasgos constituye el nada tiene que ver con el estema, ya que SN
diferencias, imponiendo una forma única está constituido por Del y GN, apareciendo
cos franceses y su manera de aludir a los frente a las diversidades dialectales. No estema, que está destinado a hacer resaltar
congresistas, podríamos considerar que la jerarquía de las conexiones, a hacer muchacha en SN y^ en GN y la en SN y en
tiene necesariamente por qué confundirse
cada día representa un estado de lengua con la lengua muy cuidada, aunque tienda aparecer esquemáticamente los diferentes Det.
y que en los cinco días se ha producido a acercársele. La pronunciación que tiende
una evolución (por tanto, que existe la a ser adoptada en todas las provincias,
posibilidad de hacer un estudio diacrónico). como la del castellano corriente, central,
Al contrario, podría considerarse que desde también se llama pronunciación estandari- estilística
el Quijote, e incluso desde el Poema de zada. En la práctica, el sentido de estan-
Mió Cid, hasta nuestros días existen en darizado y el de normalizado están muy I. CH. BALLY define así a la estilística: «Es el estudio de los hechos de expre- i
español un cierto número de invariantes
que se pueden destacar. En tal caso, todos
cercanos, aunque este último término in- sión del lenguaje organizados desde el punto de vista de su contenido al o es •
sista más sobre la existencia de instituciones decir, la expresión de los hechos de la sensibilidad por el lenguaje y l¡
los textos castellanos, del Poema del Cid reguladoras (academias, escuelas, etc.).
hasta nuestros días, tendrían el mismo de los hechos de lenguaje sobre la sensibilidad.» La ^tilisfica, rama de a lingui
estado de lengua. tica, consiste, por tanto, en un inventario de las posibilidades estih««J» £ g
2. El estado de lengua es también el
estático lengua («efectos de estilo») en el sentido saussureano, y *> «» «¡ «l"dl° J eg'¡
sistema puesto de manifiesto a partir de Recibe el nombre de estático el término de tal autor, que es .un «empleo voluntario y «*^teí,f^!Í^12í
un estudio sincrónico, es decir la gramática perfectivo en la oposición aspectual defi- definición vincula el estilo a la sensibilidad, que define de la «guíente manera.
estilística
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«El sentimiento es una deformación cuya causa es la naturaleza de nuestro yo», estilo de la tragedia). En todos los casos se trata de estudiar «efectos de estilo
así la metáfora existe porque podemos engañar al espíritu para que «asocie sobre el fondo de la lengua».
dos representaciones». La retórica, arte de persuadir acudiendo a la sensibilidad, Además del hecho de que la constitución de estas normas (lengua corriente,
pasada de la tribuna a la literatura escrita, .también se basaba en un análisis estilo trágico, etc.) corre el peligro de convertirse en mera tautología y de desem-
parecido de «la naturaleza de nuestro yo». En cuanto a la limitación de la esti- bocar en una retórica modernizada (el estilo es un a'dorno), esta estilística del
lística al terreno de la lengua, G. GUILLAUME lo rebate del siguiente modo: desvío atomiza el texto y niega la práctica de los escritores; procede de una ten-
' «No es el lenguaje el que es inteligente, sino la utilización que de él se hace.» dencia fundamental «que es convertir siempre al individuo en un epifenómeno»
en nombre de una norma, de la que se olvida decir sobre qué se ha construido.
2. La estilística es más frecuentemente el estudio científico del estilo de Pueden relacionarse con esta estilística del desvie, pese a las declaraciones
las obras literarias, con la postura de R. JAKOHSON como primera justificación: contrarias del autor, los trabajos de RIFFATIÍRRE, para quien «el mensaje expresa
«Si todavía existen críticos que dudan de la competencia de la lingüística en y el estilo subraya». Esta estilística se basa sobre una definición de la función esti-
materia de poesía, -pienso por mi parle que han debido tomar la incompetencia lística (otra denominación, más general, de la función poética de R. JAKOBSON),
de algunos lingüistas de corto alcance por una incapacidad fundamental de la sobre la teoría de la información y sobre los principios metodológicos del conduc-
ciencia lingüística en sí misma. Un lingüista sordo a la función poética, así como tismo para la percepción del hecho de estilo. «La tarea de la estilística es identificar
un especialista de la literatura indiferente a los problemas e ignorante de los la reacción del lector ante el texto y hallar el origen de estas reacciones en la forma
métodos de la lingüística son, desde este momento, un anacronismo.» del texto. El estilólogo es un archilector, una especie de suma de todos los lec-
Frente al proyecto de una estilística que quiere ser estudio científico del estilo tores, es decir que posee la cultura máxima (lectura de las críticas, dicciona-
hay que formular un cierto número de problemas teóricos. En primer lugar, rios, etc.) para describir las unidades con las que el autor ha jalonado su texto.»
su objeto: en la mayor parte de las estilísticas modernas se sigue definiendo Por el hecho de ser un mundo cerrado, junto a los «códigos a priori» (lengua,
el estilo de una forma empírica, empleando como criterio de pertinencia el género), la obra añade un código a posícriori,una sobrecodificación (codificación
juicio o el gusto del estilólogo. El carácter específico de su objeto y de su análisis suplementaria), unas significaciones suplementarias en las que los valores inter-
puede que esté justificado, pero sería necesario darle una base científica. Aunque vienen de modo diferente. La obra crea así su propio modelo de referencia.
vinculada a la lingüística, la estilística ha de elaborar, sin embargo, sus métodos Esta «sobrecodificación» se analiza en términos de previsibilidad: cuanto más
peculiares. Por último, puesto que durante tanto tiempo estuvo vinculado su imprevisible es un elemento mayor impresión causara al lector; tal es el proce-
objeto a las nociones de bello y de gusto, ¿debe desinteresarse o no por esta dimiento estilístico, que toma su valor de su contraste con un microcontexto
cuestión valorativa?, ¿en nombre de qué puede pronunciarse sobre el valor (contexto estilístico corto) y de su relación con un macrocontexto (conjunto
de un texto?
de datos contextúales presentes en el espíritu del lector), que modifica este con-
Sin llegar a decir como P. GUIRAUD qué «la vocación de la lingüística es traste ampliándolo o modificándolo (si se repite con frecuencia el efecto). Por
la interpretación y la apreciación de los textos literarios», podemos comprobar tanto, también el contexto está sobrecodificado y desempeña en el estilo un
con él que, más allá de las ruinas de la retórica, la lingüística enlaza con la papel tan importante como el del procedimiento. Así'se constituyen los patterns
antigua gramática que, hace 2.000 años, dio origen a la crítica literaria; la esti- (o motivos) estilísticos.
lística vuelve a hallar este contacto con la literatura gracias a -sus propios de-
sarrollos, y también gracias a una nueva práctica de los escritores que desde Al incorporar el con texto a los efectos de estilo, RJFFÁTERRE tiende a considerar
hace unos cien años definen la obra como lenguaje. De todas formas, hay que la totalidad del tejtto como un efecto. Tal es la postura de los estilólogps que
especificar las características de la obra literaria. Es un objeto lingüístico (mani- comprueban que^|>or el hecho de ser un mundo cerrado, el sistema y el discurso
festación de una lengua natural), cerrado (limitado, estructu raímente finito), coinciden en el texto, y lo consideran como un dialecto que requiere un estudio
que mantiene con el referente relaciones particulares. estructural peculiar. La obra es «no una lengua, sino un lenguaje de connota-
ción (un lenguaje de connotación no es una lengua: su plano de la expresión
está constituido por los planos del contenido y de la expresión de un lenguaje
3. Dentro de la hipótesis saussureana, puesto que todo texto pertenece de denotación). Por tanto es un lenguaje del que uno de los planos, el de la
al dominio del habla, la creación individual, el estilo se definen, por referencia expresión, es una lengua» (L. HJELMSLEV). El texto debe ser, pues, en primer
a una norma, como un desvío. En primer lugar puede ser un desvío con respecto lugar, objeto de un análisis lingüístico que descubra ias unidades de la lengua
al código (rara vez transgredido en el pasado, pero con mayor frecuencia en
1 nuestros días, como en castellano M. VARGAS LLOSA y A. GARCÍA CALVO y en fran-
cés QUENEAU y MICHAux), un desvío con respecto a un nivel no marcado del habla,
especie de uso medio y «sencillo», un desvío con respecto al estilo del género
que sirven para constituir las unidades del segundo nivel (o connotad ores).
No hay isomorfismo entre los dos niveles, varios signos lingüísticos pueden
constituir un mismo connotador (asi, en francés, los pretéritos indefinidos de un
texto constituyen un connotador cuyo significado puede^er: «literatura»). En el se-
del que forma parte la obra, y que constituye una especie de lengua previamente gundo nivel, la semiología sustituye a la lingüística y hfestilística se aproxima de
establecida (se puede estudiar así el estilo de RACINE o de CALDERÓN, dentro del la semántica: «Los dos acercamientos, semántico y estilístico, no son sino dos
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tases de una misma descripción» (A. J. GREIMAS). El término de connotación de cientificidad. Se opone a la lectura-literatura, lectura que reduce el texto a
no es empleado en el sentido de «connotación semántica» unida a las palabras categorías preexistentes, lectura existencialista, taxonómica; forma de concien-
por diferentes factores (historia, tradiciones, experiencias individuales), sino cia, reflejo de la práctica social. Toda lectura es o bien escritura o bien literatura»
que define la relación del doble sistema de la lengua y del texto, siendo las con-
notaciones semánticas del primer nivel las partes constituyentes de los connota- (H. MESCHONNIC).
Son necesarios otros conceptos para jalonar un campo que se ha ampliado,
clores. Por ejemplo, las connotaciones (en un primer nivel) de vulgaridad de cerdo, esencialmente el de la literaturidad: «especificidad de la obra como texto; lo
pera, en la Respuesta a un acto de acusación de V. HUGO, son las partes consti- que lo define como espacio literario orientado, es decir una configuración de
tuyentes de un connotador cuyo significado es la integración de estos términos elementos regidos por las leyes de un sistema. Se opone al habla cotidiana, espacio
en la poesía o la constitución de un nuevo estilo poético. totalmente abierto, ambiguo, ya que su sistematización está indefinidamente pues-
Sin embargo, a pesar de su interés teórico (hacer aparecer el texto como una ta en tela de juicio» (ibící). Es posible entonces el juicio de valor que el estructura-
estructura doble y dar así cuenta de la posibilidad que encierra de lecturas dife- lismo, falto de criterios, se negaba a realizar. «El escritor que repite el código
rentes), este modelo es poco operativo. Además, el concepto de connotación ha muerto..., la subliteratura está en la ideología en un sentido amplio (ideología

I es discutible. Finalmente, no se nos proporciona procedimiento alguno para


reconocer a los connotadores (elementos que connotan el texto): nos encontra-
mos ante el texto con nuestra subjetividad.
de las gentes, por ejemplo), mientras que la obra se construye contra una ideo-
logía» (ibld.).
Desde este punto de vista, la percepción del estilo se encuentra unida a un
conjunto de operaciones que superan el marco formal del texto, que se des-

I
4. La gramática generativa también ve el texto como un dialecto particular,
pero su finalidad es encontrar las estructuras profundas y las transformaciones bordan sobre la vida, sobre el mundo y la ideología. Desbordamiento que se
que están en su origen. Se trata, por tanto, de establecer un modelo de competencia comprende por la extensión del término de estilo en el lenguaje corriente, extensión
y de actuación característico del texto, distinto en relación con ciertos aspectos que requiere un examen filosófico de esta noción.

1
de la competencia general, semejante en otros, lo que explica que el lector
6. En el Essai d'une philosophie du style, G. GRANGER utiliza la noción de
pueda asimilarlo (o rechazarlo). El estilóles entonces una forma característica
de utilizar el aparato transformacional de una lengua. Pueden establecerse estilo fuera de la literatura, como resultado de un trabajo. «El paso de lo amorfo
a lo estructurado jamás es«el resultado de la imposición de una forma que viene
algunas relaciones entre estas características gramaticales y los juicios estéticos. plenamente constituida delexterior... Toda estructuración resulta de un trabajo
Los poemas en los que las frases únicamente se diferencian de las oraciones que relaciona, a la vez que los suscita, la forma y el contenido del dominio ex-
de la lengua estándar a nivel de la estructura superñcial son con frecuencia plorado»: el estilo es la solución individual dada a las dificultades con que tro-
«malos» poemas. Del mismo modo que existen grados de gramaticalidad, se pieza todo trabajo de estructuración, es lo individual como lado negativo de
puede plantear la constitución de una «escala de poeticidad» vinculada a la
las estructuras. El estilo está presente en todas las construcciones científicas.
complejidad de las transformaciones que entran en juego. La gramática genera-
tiva abre por tanto ricas perspectivas en el terreno de la estilística, en la medida Se puede plantear una estilística general, teoría de las obras, que tiene su puesto
en que se constituyen modelos que dan cuenta de las oraciones agramaticales, entre la epistemología y la estética.
aunque no carentes de sentido. En el dominio literario, siendo trabajo la estructuración lingüística de lo
vivido, el estilo nace de la distancia entre las estructuras y las significaciones;
5. Frente a esta introducción de la creatividad por la gramática generativa, la significación es lo que escapa a una estructuración manifiesta, el residuo,
podemos presentar el testimonio de los escritores modernos, para quienes el especie de connotación, que la lectura constituye en código a posteriori. Por
lenguaje es materia de experiencias o laboratorio, la obra es una producción, tanto, el estilo no se encuentra en la estructura (código a priori). El .campo de
algo vivido o una relación coa.el mundo, la poesía una manera de vivir (T. TZARA), aplicación del concepto se desplaza en este caso de la estructura al trabajo,
acción de un «yo» puesto en tela de juicio por el psicoanálisis y la sociología, a la escritura y al trabajo de lectura (que también es estructuración) —escapa
desde el «yo es otro» de RIMDAUD, y, por tanto, más complejo que el sujeto así a una definición subjetiva o meramente conductista.
de los generativistas. En la operación de lectura/escritura, el genotexto (estructura Si una parte de los problemas parece resuelta a nivel teórico, el dominio
profunda del texto) que el analista reconstruye no es el reflejo del fenotexto de la práctica todavía es vacilante y aparecen nuevos aspectos inciertos que
(texto tal y como lo muestra una lectura ingenua), sino que «operaría con cate- desdibujan las fronteras entre la estilística, la semiótica y la literatura.
gorías lingüísticas que engendran una secuencia significativa» (J. KRISTEVA). 7. Existe un modelo de estilo que la escuela intenta hacer reconocer y
El genotexto se reconstruye siempre por una lectura, pero se denuncia el adquirir, unido a una determinada concepción del hombre y de la sociedad:
empirismo de ésta y al mismo tiempo se constituyen una práctica y un nuevo
concepto, el de la lectura-escritura: «lectura con miras a transformar en y por desde este punto de vista, el estudio de las redacciones de alumnos permite
los textos el pensamiento de entrada discontinuo en un pensamiento de la unidad captar este modelo. Asimismo, también existe un modelo del discurso estilístico,
captada en el funcionamiento de la escritura. Forma de conocimiento, proceso una especie de enunciado-rejilla, y su aprendizaje consiste en comprender y
rehacer en la disertación el relato que vincula una clase de elementos abstractos

•I
estilo directo
estilo 250 251
la debilidad de nuestra naturaleza. Pero aquí, con la lingüistica saussureana,
(ironia, melancolía) a una clase de elementos concretos (los autores). Es decir, el desvío se ha hecho estructural. Esta definición procede de «una cierta idea
que se trata de transformar una singularidad en una universalidad en función de la lingüística vinculada a las evidencias de la percepción y a las evidencias
de una determinada ideología.
pedagógicas» (J. SUMPF).
Las declaraciones de los escritores sobre su propia, obra niegan, desde hace
un siglo, esta concepción: «El estilo es la continuidad»í¡(FLAUBERT). «No se hace
I. estilo un poema con ideas» (MALLARMÉ). Los análisis puramente estructurales intentan
evitar este escollo, pero es sobre todo la gramática generativa y sus desarrollos
El estilo, que la época clásica definía como «un no sé qué», es la marca de quienes permiten superar esta problemática.
la individualidad del sujeto en el discurso: es una noción fundamental, fuerte-
mente ideológica, que la estilística * ha de perfilar hasta convertirla en un concepto 3. Reconocer un texto de GARCÍA LORCA, o imitarlo, es utilizar una compe-
operatorio y hacerla pasar de la intuición al saber. tencia poética que se añade a la competencia lingüística. Existen estructuras
profundas y reglas de transformación propias de cada ftutor: una gramática que
1. . Dos dicotomías principales fundamentan el estilo en la tradición oc- el lector aprende (o no puede aprender, y de ahi el rechazo de la poesía moderna,
cidental: la oposición tema vs predicado (o enunciado vs enunciación), que señala por ejemplo). Es una gramática particular (o estilo) que debe engendrar la oración
la posición del sujeto en su enunciado; y el dualismo espíritu vs materia, que gramatical de la lengua, pero también las semioracionec que la gramática general
presenta al lenguaje como compuesto por denotaciones (sentidos puros, percibi-
dos por el intelecto) y connotaciones (dirigidas a la sensibilidad valorizada no puede producir.
Al poner el acento sobre la sintaxis y su carácter central, y sobre el proceso
y/o desvalorizada). La gramática, desde sus comienzos, se acompaña de una de producción, la gramática generativa permite al problema del estilo salir
retórica, arte de la persuasión (oral primero, y, por tanto, material, dirigida de la oposición denotación 'vs connotación, en la que frecuentemente está en-
hacia la sensibilidad), catálogo de formas elegantes y convincentes. Idéntica cerrado. Por lo demás, el trabajo efectuado sobre los conceptos de literaturidad,
ideología anima la estilística de CH. BALLY. de texto de autor, de lector, reestructuran el campo de la creación y de la lectura
La lingüística saussureana, en su primera manifestación, no trastoca profun-
damente esta concepción. El estilo pertenece al dominio del habla; es «la elección de la obra.
hecha por los usuarios en todos los comportamientos de la lengua» (CRESSOT). 4. En el texto considerado como práctica significante, no una «estructura
El estilo, sea la elección «consciente y deliberada» o un mero desvío, reside anodina», sino su «propio engendramiento», el estilo {jomo «resistencia de una
en la distancia que separa el habla individual de la lengua. Pueden elaborarse experiencia a la práctica estructurados de una escritura» (G. GRANGER, Essai
lenguas particulares que reducen este desvío (lengua literaria, lengua de la d'une philosophíe du style) es el texto. Es, por tanto, creación de sentido. Su lectura
comedia, etc.); se utiliza la estadística para hacer aparecer las frecuencias rela- no es un desciframiento pasivo, sino un trabajo de estructuración del signifi-
tivas de tales palabras, de tales giros; es posible una estilometría (utilización cante, de producción del significado. Asi podemos superar en un «monismo
de los recuentos para el estudio del estilo). materialista, homogeneidad del pensamiento y del lenguaje» (MESCHONNIC)
el dualismo forma vs sentido, denotación vs connójación y sus dicotomías
2. El análisis más completo de las funciones del lenguaje, la teoría de la in- derivadas: individual vs social, escritura vs lectura. Falta, sin embargo, para
formación, los desarrollos del estructuralismo profundizan esta noción. Existe hacer que estas teorías sean verdaderamente operativas, crear una teoría de
una función estilística que subraya los rasgos significativos del mensaje y que la génesis del texto y un modelo del sujeto.
pone de relieve las estructuras que representan a las otras funciones. «La lengua -j
expresa, el estilo subraya» (RIFFATERRE). Los efectos donde se manifiesta esta
función constituyen una estructura particular: el estilo. Estos efectos, sin embargo,
no existen por sí mismos sino en una oposición binaria de la qué el otro polo II. estilo directo, Indirecto
es el contexto al que quiebran de forma no previsible. El mismo contexto puede Se dice que el estilo (o discursó) es directo cuando un narrador, al repetir
convertirse en un efecto de estilo en su oposición a un macrocontextó. Es decir, las palabras de alguien, las reproduce tal y como han sido dichas: el estilo directo
que es el texto el que sirve de base al análisis (nivel transoracional) y que el mantiene principalmente todas las formas vinculadas a la persona del que 'ha-
estilo ya no reside en una oposición paradigmática* (lo que podría haberse blaba o a la del destinatario (pronombres), al lugar conde el locutor hablaba
dicho), sino sintagmática* (relación efecto de estilo vs contexto). (oposición aquí/allí), al momento en el que hablaba-,-(tiempo de los verbos).
Incluso con este último análisis, no estamos demasiado lejos de la concepción Así, si se repite en estilo directo las palabras de alguien que dijo Oí considero
clásica, según la cual el estilo no hace más que añadir adornos para hacer llegar un hombre modesto y lo declaro aquí, se introducirá en la narración esta oración
mejor un mensaje en cuya elaboración no participa. Tampoco estamos demasiado, sin modificarla; se mantienen las marcas yo vs os, el presente de considero y
lejos de CH. BALLY y de toda esa tradición occidental para la cual el estilo también
es un «desvío» con respecto a la lógica, una desviación patológica debida a declaro y la referencia al lugar en el que se habla, agid.

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